Resumen
La Universidad
Cubana, que ha pasado por diversas transformaciones, llega a
estos tiempos con nuevas realidades y perspectivas, en lo que se
ha dado en llamar La Nueva Universidad Cubana (NUC), donde el
profesor ha
dejado de ser un mero transmisor de conocimientos y los
estudiantes meros receptores, para construir juntos nuevas
realidades que les han de llevar hacia conocimientos
superiores.
Introducción
La universidad como institución educativa debe
responder y responde siempre a los imperativos de una
época determinada; ha de estar dirigida a perfeccionar los
problemas que
encara la sociedad y
aportar soluciones
viables a los problemas nacionales, regionales e incluso
mundiales.
La universidad, a juicio del Dr. Alfredo González
Morales, debe proyectarse hacia el futuro para cumplir su encargo
social, estimulando la investigación científica, creando
nuevos conocimientos y poniendo en práctica programas que
redunden en la mejora de las condiciones sociales.
Asimismo debe estimar que su función
siempre es contribuir, en todas las esferas, a la felicidad del
hombre.
Martí,
nuestro más grande pensador del siglo XIX, lo reafirma
cuando sentencia…: "toda universidad ha de ser, no
madre arcaica, que de un pecho da griego y protoplasma de otro,
sino seno moral que
críe a leche fresca
hombres felices".
Hoy la enseñanza superior cubana, en su
empeño por transformarse y dar cumplimiento a su misión,
como institución, ya ha transitado por tres generaciones
de planes de estudio y ha logrado consolidar su papel activo en
la sociedad: se gesta en las aulas de las universidades cubanas
un nuevo modelo de
plan de
estudios con nuevos conceptos de equidad y
justicia
social en respuesta a objetivos de
un mayor alcance.
El propósito fundamental de la educación
superior es formar un profesional calificado que cada vez
adquiera mayores conocimientos y habilidades para su desempeño, a la vez que haya incorporado a
su personalidad
los valores
patrióticos, morales y éticos.
Vale apuntar que la propia pertenencia social de la
universidad es cada vez más cuestionada en estos tiempos,
pues existen muchos movimientos tratando de reformarla o de
transformarla, sin cuestionar en sus niveles más altos la
misión actual de la
educación.
Pero… ¿cómo replantear los roles
clásicos del profesor universitario a partir de los nuevos
retos educativos?
Encarar esos retos educativos presupone plantearnos no
sólo a dónde vamos, sino qué queremos como
nueva universidad; cuál debe ser nuestra misión en
el contexto contemporáneo, tan convulso como
dinámico, y en ese sentido juega un papel predominante el
profesor.
La misión
de la NUC
La misión de la nueva universidad es preservar,
desarrollar y promover, a través de los procesos
sustantivos que la caracterizan, la cultura de la
humanidad, lo cual no quiere decir que sea únicamente la
universidad la institución que preserve, desarrolle o
promueva la cultura, aunque sí goza del privilegio de ser
la que más integralmente puede hacerlo. Nadie como
ella.
El profesor de una institución universitaria debe
estar preparado integralmente, tener vasta cultura, intercambiar
con sus educandos, ser un fiel defensor de los intereses de
nuestra sociedad y de su identidad
cultural, pero ¿qué es preservar la cultura desde
la propia universidad ?… Preservarla es, ante todo,
garantizar la transferencia del acervo cultural de la humanidad
de una generación a otra, mas para desarrollar la cultura
es necesaria la
investigación científica. Sin ella no se puede
hablar acerca de la formación de un verdadero profesional
en ninguna carrera universitaria y en nuestro territorio en esa
nueva modalidad que son las SUM, se atiende tales
preceptos.
Está claro que la misión de la universidad
de este siglo no está completa sólo con preservar y
desarrollar la cultura; de ahí que sea tan importante
promoverla en su entorno, llevarla a todos los sectores sociales,
de modo que constituyen estos conceptos, una tríada
dirigida a elevar la cultura del país. Ello condiciona que
sea indispensable estructurar en su interior los tres procesos
sustantivos de la universidad: formación, investigación y extensión
universitaria, indisolublemente ligados entre sí, que
constituyen la garantía del cumplimiento de la
misión de la universidad actual.
Particularmente quiero referirme a El proceso de
formación que es uno de los procesos sustantivos, cuyo
objetivo es
preparar integralmente al estudiante para su desempeño
exitoso en la sociedad y en el cual se identifican tres
dimensiones:
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