Análisis sobre el trabajo de Eleonora Gabaldón "Pensamiento Político de Guzmán Blanco"
Eleonora Gabaldón comienza su escrito revelando
la procedencia del Liberalismo:
"La doctrina Liberal surge en
Europa como
antagónica a los residuos de la sociedad
feudal y al absolutismo
monárquico, e íntimamente vinculada a la revolución
capitalista…"
Las nuevas fuerzas productivas representadas en la
clase burguesa
especializada en las labores industriales, comerciales y
bancarias, necesitaba, precisa la autora, legitimar su proyecto
político y económico.
El surgimiento de una nueva economía sustentada en la obtención
de capitales desplazaba con celeridad en todas las regiones del
viejo mundo el vetusto "pensamiento mágico y
jerárquico del binomio Nobleza-Iglesia, que
fundamentaba la verdad sobre la razón como supremo
instrumento del conocimiento,
de aplicación del poder y
dirección de la
sociedad…"
El humanismo pone
al hombre como
centro del universo para las
postrimerías de la Edad Oscura, lo expone como el que
tiene derecho a decidir su destino, su destino político,
económico, social y cultural. La Revolución
Francesa no había comenzado en el viejo mundo, cuando
ya se leían las ideas liberales en los clubes literarios
del mantuanaje criollo en las Américas.
El tabú reinaba para los grupos más
conservadores, sin embargo, muchos seguían abriendo sus
casas para el desarrollo de
estas charlas transgresoras del sistema monacal.
Por eso se debe reconocer, que estas nuevas ideas liberales,
sirven de argumento insurreccional para los "Grandes Cacaos" que
veían afectado progresivamente los intereses de sus
negocios por
el excesivo control y
erogaciones, pero también, la limitada facultad política que
obstentanban como cabildantes en una tierra donde
los gobernantes eran nombrados a dedo por los reyes, y cuya
ventaja de aquellos era no solo, proceder de buen linaje sino
nacer en la península.
La autora revela la nueva concepción del mundo a
partir de los principios
liberales:
"Surge así una nueva
concepción del mundo que nos presenta a un hombre libre,
sin ataduras terrenales ni celestiales, cuyo proyecto de vida
depende ahora de su propio esfuerzo, en una sociedad, que a
través del Estado, le
garantiza una serie de derechos y le exige unos
deberes como miembro de ella…"
En la constitución de 1.811, se toman en cuenta
muchos de estos axiomas liberales en contraposición a la
soberanía de los Reyes. La lucha
independentista es un enfrentamiento de dos modelos, dos
maneras de pensar la sociedad venezolana. Esto es así,
gracias al motor
ideológico del mantuanaje ilustrado que redactó la
primera Carta Magna y
dirigió la marcha del nuevo Estado Republicano desde
1.830.
El grupo de
blancos criollos que creyeron en el proyecto de una
República Liberal estaban divididos desde el Principio, en
los que pretendían conservar los privilegios sociales de
la colonia, y los radicales que lucharían para implementar
todos los derechos de los hombres del nuevo Estado.
Bolívar era uno de los punteros en la
radicalización del Liberalismo, el hombre de
más prestigio y fuerza
política para hacer realidad este propósito con la
base de su proyecto unionista y las leyes. Pero el
peso de una onerosa revolución y la oposición
mayoritaria de los republicanos adheridos a los privilegios
materiales,
conveniencias políticas
y sociales, le impide la implantación definitiva de la
libertad de
los esclavos, elección universal, acceso de los pardos a
la propiedad de
la tierra y
otros derechos ciudadanos.
Como lo revelará la misma constitución de
1.821 que estipulaba un sufragio
Censitario donde sólo votaban las personas propietarias de
bienes
inmuebles que rentasen cincuenta pesos anuales, profesionales en
algún oficio que produjeran no menos de cien pesos por
año, no ser analfabetos y otras condiciones, que luego, lo
usarán las élites ocupantes del congreso para
mantener los privilegios en un grupo cada vez más cerrado
y selecto, que desde luego beneficiaba no sólo a los
diputados y senadores sino también al caudillo de turno
para su oscuro propósito continuista.
Esto último lo expone profundamente la doctora
Eleonora en la página 119, 120 y 121.
La autora subraya que el siglo diecinueve fue una
época en donde la premisa constante de todos los
líderes que se alzaban en las montoneras, era la defensa
de los derechos del pueblo. La concepción del liberalismo
en todos los ámbitos brillaba como el verdadero ideal de
un país moderno. Pues, Guzmán Blanco con aguda
perspicacia, adoptará el culto al derecho, propio de ese
tiempo de
modelos constitucionales foráneos, para combinar
"sus actos dictatoriales con un soporte
legalista".
Eleonora Gabaldón dice
textualmente:
"Nuestra historia republicana durante
el siglo XIX nos muestra un
discurso
político cuya referencia a la Constitución y a
las Leyes es constante. No es privativo pues de Guzmán
Blanco el combinar sus actos dictatoriales con un soporte
legalista. En general puede decirse que los gobiernos
despóticos que caracterizan el siglo XIX en Venezuela se
sustentan contradictoriamente en ideales democráticos que
vienen a legitimar los actos de fuerza"
Página siguiente |