- Preámbulo
- Calidad
microbiológica. Potabilización - Contaminantes
más usuales del agua - Instalaciones
de distribución y química del agua - Cálculos
e interpretación de los resultados
Cálculos e interpretación
Resumen
El ahorro en el
empleo del
agua y la
necesidad de su reutilización por una parte y por otra la
previsible disminución de su calidad,
así como la creciente presencia de inhibidores y
posiblemente de otros aditivos, además del cloro y el
flúor, son los factores que incidirán sobre la
gestión
del agua y los que marcarán la evolución adaptativa de las instalaciones
de los edificios e inmuebles, de sus componentes y de los
materiales a
utilizar durante los próximos años. En las
líneas siguientes, además de comentar someramente
algunos aspectos microbiológicos del agua, analizaremos
sus características físicas y químicas
más importantes relacionadas con la corrosión y la incrustación que
pueden afectar a los elementos de las instalaciones de agua potable,
presentado algunos ejemplos prácticos de analíticas
con comentarios que ayuden a interpretarlas y en su caso a
proponer los medios
correctivos más convenientes.
Preámbulo
La calidad del agua de consumo se
mide en términos de sus características
físicas, químicas, y biológicas estando
reglamentada en la mayoría de los países
desarrollados. En Europa disponemos
de la Directiva 98/83/CE, sobre las aguas destinadas al consumo
humano, incorporada al derecho interno de los países
integrantes de la U.E. y en España por
el Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero, estableciendo los
criterios sanitarios de la calidad de esta agua.
Respecto al tema que nos ocupa de la corrosión e
incrustación, en el apartado de características
físicas deberemos considerar todas las
organolépticas (olor, sabor, color y
turbiedad), los sólidos totales disueltos o la
conductividad y la temperatura,
de las químicas el pH,
bicarbonatos, carbonatos cloruros, sulfatos, nitratos, nitritos,
silicatos, calcio, magnesio, sodio potasio, de las
biológicas la legionella (por su relación con el
biofilm, los productos de
la corrosión y los tratamientos para su
erradicación) y de los gases
disueltos consideramos principalmente al oxigeno y al
dióxido de carbono.
En el citado Real Decreto 140/2003 en su
Artículo 8 "Conducción del agua" dice:
Antes de su puesta en funcionamiento, se realizará un
lavado y/o desinfección de las tuberías. El
material de construcción, revestimiento, soldaduras y
accesorios no transmitirán al agua sustancias o
propiedades que contaminen o empeoren la calidad del agua
procedente de la captación y en el caso que la
conducción fuera abierta, el gestor de la misma
deberá proceder a su cerramiento siempre que la autoridad
sanitaria considere que existe un riesgo para la
salud de la
población, y en su Artículo 12
"Distribución del agua de consumo humano"
especifica que las redes de distribución
pública o privada serán en la medida de lo posible
de diseño
mallado, eliminando puntos y situaciones que faciliten la
contaminación o el deterioro del agua distribuida y
dispondrán de mecanismos adecuados que permitan su cierre
por sectores, con objeto de poder aislar
áreas ante situaciones anómalas, y de sistemas que
permitan las purgas por sectores para proteger a la
población de posibles riesgos para
la salud.
Después de cualquier actividad de mantenimiento
o reparación que pueda suponer un riesgo de contaminación del agua de consumo humano y
previamente a reanudar su utilización se realizará
un lavado y/o desinfección del tramo afectado de
tuberías y los productos de construcción de
éstas deberán cumplir con lo dispuesto al
efecto.
Y finalmente el Artículo 14 "Productos de
construcción en contacto con el agua de
consumo humano" recalca que los productos que estén en
contacto con el agua de consumo humano, por ellos mismos o por
las prácticas de instalación que se utilicen, no
transmitirán al agua de consumo humano sustancias o
propiedades que contaminen o empeoren su calidad y supongan un
incumplimiento de los requisitos especificados o un riesgo para
la salud de la población abastecida.
Calidad
microbiológica. Potabilización
De la calidad microbiológica, en general bien resuelta
en nuestro país demás de estar sometida a rigurosos
controles, no me voy a ocupar en esta ocasión, salvando el
caso de la legionella, en lo que afecta a sus nutrientes y
tratamientos a los que hay que someter al agua para erradicarla.
Tengamos en cuenta que los contenidos normales de cloro del agua
potable en la red de distribución
son, en ocasiones, insuficientes para suprimir algunas bacterias como
por ejemplo a la legionella, que forma parte natural de la flora
bacteriana de los lagos, ríos y estanques pudiendo, en
consecuencia, infectar circunstancialmente al ser humano. Se debe
tener presente que al introducirse en las conducciones, y debido
a su capacidad de enquistarse en el interior de los
microorganismos también presentes en el agua, se protege
frente a agentes nocivos externos
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