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Y Wall Street se mudó a Washington (página 8)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14

El derrumbe de los mercados de
Europa del Este
amenaza con echar por la borda años de arduo trabajo en las
ex repúblicas soviéticas para forjar una economía de libre mercado y una
forma de vida al estilo de occidental.

Las turbulencias también podrían agriar las
cuantiosas inversiones de
los bancos de Europa
Occidental en la región, lo que algunos analistas ya han
empezado a llamar el mercado de los préstamos "subprime"
de Europa, en alusión al colapso del mercado de hipotecas
de alto riesgo o subprime
que a partir de 2007 desató la crisis
financiera global.

"No cabe duda de que se trata de la mayor crisis
económica en Europa Central y del Este desde el fin del
comunismo",
afirma Lars Christensen, analista jefe de mercados emergentes de
Danske Bank. Las economías del Báltico a los
Balcanes enfrentan contracciones de hasta un 15% del producto,
advierte.

En buena parte de Europa del Este, las personas y las empresas han
tratado de alcanzar los estándares de vida occidentales
mediante un alto endeudamiento externo. Los 10 ex países
comunistas que se han integrado a la Unión
Europea desde 2004 han captado inmensas sumas de crédito
y otras inversiones de Europa Occidental.

La supuesta estabilidad de pertenecer a la UE les
permitió a las empresas y consumidores de Europa del Este
endeudarse en monedas extranjeras como el euro, el franco suizo y
el yen, que ofrecían tasas de
interés más bajas que la moneda local.

Hoy, la caída de las monedas locales ha disparado el
pago de esas deudas en momentos en que los deudores de Europa del
Este deben pagar unos US$ 400.000 millones que le deben a los
bancos de Europa Occidental. La mayor parte de esta deuda
está denominada en divisas
extranjeras, según un informe del
banco suizo
UBS.

Rafal Lyczek hizo lo que parecía más sensato en
mayo del año pasado. Convirtió su crédito
hipotecario en Polonia a francos suizos, aprovechando la tasa de
interés más baja de Suiza para reducir sus
pagos. La apuesta parecía segura, puesto que el zloty
polaco había sido una moneda fuerte en los últimos
años. Pero la divisa se desplomó, a 3,20 zlotys
para comprar un franco suizo, comparado con sólo 1,98
zlotys por cada franco suizo en julio. En la práctica, eso
significa que los pagos mensuales de este economista de 31
años han subido cerca de 60% desde mediados del año
pasado. "Me cambié porque todos lo hacían en ese
momento", dice. "Mi equivocación fue que no tomé en
cuenta la estabilidad del zloty, que es la moneda en la que
recibo mi sueldo".

Lyczek dice que sobrevivirá, pero el mercado teme que
muchos polacos y otros deudores de la región
entrarán en cesación de pagos. Esto ha vapuleado
las acciones de
los bancos de Europa Occidental que poseen buena parte de esta
deuda.

– Citigroup y los reguladores negocian ampliar la
participación pública en la entidad (Cinco
Días – 23/2/09)

Los reguladores de la banca de EEUU y
Citigroup están negociando ampliar hasta el 40% la
participación del Estado en la
entidad, según adelantaba ayer la edición
en Internet de The
Wall Street Journal.

(Por Ana B. Nieto – Nueva York)

La existencia de estas negociaciones se conoce después
de que los temores a una nacionalización, tumbara las
Bolsas americanas el pasado viernes y enviaran el valor de
Citigroup a mínimos no vistos en casi dos décadas.
Sólo las declaraciones del portavoz de la Casa Blanca,
Robert Gibbs, aclarando que el Ejecutivo considera que la mejor
opción para la banca es mantenerse en manos privadas
permitió un respiro a los mercados al final de la
jornada.

Según el Journal, las negociaciones para esta
nacionalización parcial no están cerradas y
podrían no dar ningún fruto. No obstante, tal y
como están planteadas, el Gobierno
podría terminar controlando hasta un 40% de las acciones
aunque el banco, que fue quien abrió las conversaciones
con los reguladores, preferiría que esta
participación se quedara en el 25%. La Casa Blanca no se
ha manifestado sobre la situación.

La operación no costaría dinero a los
contribuyentes porque de lo que se trata es de convertir en
comunes las acciones preferentes que recibió el Gobierno a
cambio de los
45.000 millones de dólares con los que ha capitalizado el
banco desde octubre. Hasta ahora el Estado
controla el 7.8% de la entidad que dirige Vikram Pandit. Este
ejecutivo no ha pedido más dinero a Washington. A quienes
sí que les costaría será a los accionistas
que verían como el valor de sus acciones, ya castigadas,
se diluirían.

Ken Lewis, el consejero delegado de Bank of America, el otro
banco que se ha visto arrastrado por los temores a una
nacionalización, quiso disipar el sábado las
preocupaciones de los inversores diciendo que la entidad es
rentable tiene niveles de capital y
liquidez adecuados y continua concediendo préstamos.
Lewis, que ha recibido en dos ocasiones ayudas de Estado,
negó que necesitara una tercera.

– Gordon Brown planea un nuevo rescate bancario de 560.000
millones de euros (El Economista – 23/2/09)

El primer ministro británico, Gordon Brown,
anunciará esta semana un nuevo plan de rescate
bancario estimado en 500.000 millones de libras (unos 560.000
millones de euros), informa hoy el diario "The Daily
Telegraph".

El líder
laborista hará públicas una serie de medidas para
garantizar los "activos
tóxicos" de los principales bancos del país y que
incluyen una inyección de 14.000 millones de libras (casi
15.700 millones de euros) en el mercado hipotecario a
través del banco nacionalizado Northern Rock.

Cuando han transcurrido ya cinco meses desde el anuncio del
primer plan de rescate financiero se impone cada vez más
la convicción dentro del propio Gobierno, señala
el
periódico, de que lo único que se logró
con él fue impedir la quiebra total de
algunos bancos.

El conjunto de medidas que anunciará Brown esta semana
es el tercer intento del primer ministro británico de
reactivar la economía.

A pesar del rescate de 37.000 millones de libras (41.400
millones de euros al cambio actual) acometido el pasado octubre y
otra serie de medidas adoptadas en enero para intentar estimular
los créditos, la banca sigue reacia a prestar
dinero.

El secretario de Estado del Tesoro, Stephan Timms,
confirmó, por otro lado, este fin de semana que el
Gobierno y el Banco de Inglaterra
discuten actualmente un plan para lo que se ha venido en llamar
"flexibilización cuantitativa" o inyección de
liquidez al sistema.

El Gobierno británico trata de conseguir por todos los
medios que los
bancos vuelvan a prestar dinero a los consumidores, que
así tendrían más para gastar, de lo que se
beneficiaría el conjunto de la economía.

Ese recurso podría hacerse cada vez más
necesario, según los expertos, en vista de que la bajada
de los tipos de interés
por el Banco de Inglaterra, que están en el 1 por ciento,
apenas parece ya surtir efecto a la hora de dinamizar la
actividad económica.

Ayudas a Citigroup (Expansión –
23/2/09)

(Por Financial Times)

Aunque a regañadientes, el Gobierno de EEUU ha dado un
paso más hacia el control
público de sus principales bancos, empezando por
Citigroup. Evaluará la capacidad de las entidades de
resistir condiciones económicas "más
difíciles", y, si fuera necesario, aportará capital
con acciones preferentes convertibles.

Las acciones de anteriores programas
podrán convertirse en nuevos valores, que,
a cambio, se convertirían en capital común con el
tiempo. La
convicción de que los bancos seguirán estando en
manos privadas deteriora aún más la
credibilidad.

Hace mucho que desapareció la fe en la fortaleza de
capital de muchos bancos. Repetir constantemente que las
entidades siguen estando bien capitalizadas debilita la confianza
sobre la ya de por sí difícil tarea del Gobierno.
¿Por condiciones económicas más
difíciles se entiende, por ejemplo, un desempleo del 9%
o del 12%?

Para Citi, como mínimo, es un problema
matemático. El miedo al control público gira en
torno a que el
Gobierno pueda mantener una participación en Citi cercana
al 40%. Los contribuyentes saldrían perjudicados si, a la
hora de fijar el precio, como
se ha anunciado, se aplicara una "modesta rebaja" con respecto al
precio de las acciones del 9 de febrero (3,95 dólares para
Citi).

Con un descuento del 5%, por ejemplo, convertir 45.000
millones de dólares (35.109 millones de euros) de las
actuales acciones preferentes del Gobierno en la firma
supondría una participación del 68%, frente al 80%
si se convirtieran al actual precio de 2,11 dólares la
acción.
Aunque al convertir 14.000 millones de dólares el Gobierno
tendría cerca de un 40%, el ratio de capital tangible de
Citi aumentaría sólo del 1,5% al 2,3%.

Captar capital privado o convencer a otros accionistas de
preferentes para convertir sus acciones en ordinarias
facilitaría las cosas. Incluso si éstos cedieran,
las autoridades necesitarían justificar el intercambio de
sólo una parte de sus acciones preferentes (entre 30.000 y
35.000 millones de dólares) para mantener su
participación por debajo de un nivel arbitrario. Esto es
un juego malabar.
Es hora de que se tome una decisión tajante, por
incómoda que
resulte.

– EEUU respalda a la banca y negocia con Citigroup; mercados
son escépticos (The Wall Street Journal –
24/2/09)

(Por Damian Paletta y Monica Langley, en Washington, y David
Enrich, en Nueva York)

Las autoridades de Estados Unidos
intentaron apaciguar ayer los temores sobre la viabilidad de
algunos de los principales bancos del país, mientras
proseguían las conversaciones con Citigroup Inc. de cara a
un acuerdo que podría resultar en una mayor
participación estatal en el atribulado banco.

En un comunicado ayer, el gobierno del presidente Barack Obama
y los reguladores afirmaron que "respaldan firmemente el sistema
bancario durante este período de tensión financiera
para asegurarse de que podrá desempeñar su función
clave de proveer crédito a familias y empresas".

La declaración trató de reafirmar al
público que las "pruebas de
resistencia" a la
que serán sometidos cerca de 20 bancos del país son
parte de un esfuerzo para apuntalar a las
compañías, contrarrestando la especulación
de que, en última instancia, los bancos serán
cerrados o nacionalizados. Los reguladores insistieron que el
"programa de
asistencia de capital" del gobierno viene acompañado de la
"fuerte presunción" de que "los bancos deberían
permanecer en manos privadas".

Se trata de la segunda ocasión en los últimos
días en que el gobierno de Obama intenta aplacar los
temores sobre una posible nacionalización de bancos
estadounidenses. Sin embargo, las declaraciones no han descartado
la estatización de algunos bancos en el futuro.

Los anuncios no aliviaron las dudas acerca de si los bancos
pasarían a ser controlados por el gobierno y, de ser
así, qué forma adoptaría la
nacionalización. La incertidumbre arrastró al
Promedio Industrial Dow Jones a una caída de 3,4%. El
índice cerró en 7.114,78 puntos, su cierre
más bajo en casi 12 años.

La acción de J.P. Morgan Chase & Co. cayó
2%, la de Morgan Stanley 3% y la de Goldman Sachs Group Inc. 5%.
Los informes de
que el gobierno podría verse obligado a inyectar
más fondos a la aseguradora American International Group
Inc. (AIG) también contribuyeron al declive del Dow Jones.
La acción de Citigroup Inc., no obstante, subió
1,8% para cerrar en US$ 2,18 a medida que creció la
probabilidad
de que el gobierno opte por convertir sus acciones preferentes en
acciones comunes, lo que indicaría que los accionistas no
lo perderían todo.

La falta de información ha desbaratado las estrategias de
inversión, señala Peter Andersen,
gestor de portafolio para la firma de inversión Congress
Asset Management Co. Sin saber a ciencia cierta
la forma que adoptará la intervención estatal, "no
existe una base racional sobre la cual determinar el precio de
estos valores", advirtió.

Los bonos de
Citigroup se han desplomado en las últimas semanas. Un
bono que vencía en 2018 se transaba a 89 centavos sobre el
dólar el lunes, mientras que uno que expiraba en 2013 se
negociaba a 85 centavos sobre el dólar, con un rendimiento
cercano al 11%. A inicios de febrero, muchos bonos de Citigroup
valían más de 95 centavos.

Ayer, asimismo, uno de los mayores inversionistas extranjeros
en Citigroup informó que actualmente no planea convertir
sus acciones preferentes en títulos comunes como parte de
una posible medida del gobierno de EEUU de ayudar al atribulado
banco.

De todos modos, el fondo soberano Government of Singapore
Investment Corp., que ha visto cómo el valor de su
inversión inicial de US$ 6.880 millones en Citigroup, se
ha derrumbado en los últimos meses, podría
enfrentar un dilema si el banco alcanza un acuerdo con las
autoridades estadounidenses que incluya una mayor injerencia
estatal.

¿La única salida?

The Wall Street Journal informó ayer que Citigroup
estaba en conversaciones con funcionarios gubernamentales para
que el Estado aumente su participación en el banco
convirtiendo acciones preferentes en títulos comunes,
según fuentes al
tanto. Aunque las negociaciones podrían fracasar, el
gobierno podría terminar poseyendo hasta un 40% de las
acciones comunes de Citigroup. Los ejecutivos del banco esperan
que la participación esté más cerca del 25%,
señalaron las fuentes.

Una portavoz de Citigroup declinó referirse al tema al
igual que lo hizo el secretario de prensa de la Casa
Blanca, Robert Gibbs.

Un acuerdo de este tipo le daría al gobierno una enorme
influencia sobre una de las mayores instituciones
financieras del mundo. Citigroup ha propuesto el plan a sus
reguladores. El gobierno de Obama aún no ha indicado si lo
respalda, según personas al tanto. El cambio no les
costaría dinero extra a los contribuyentes, pero otros
accionistas de Citigroup verían cómo sus acciones
son diluidas.

Los ejecutivos del banco creen que el gobierno tiene que tomar
una mayor participación para detener la caída. Sin
embargo, esto podría resultar contraproducente,
potencialmente provocando que los inversionistas huyan de otros
bancos, incluso los más saludables, a medida que se
preguntan si otras instituciones buscarán acuerdos
similares.

Como parte del plan, los ejecutivos de Citigroup esperan
persuadir a algunos inversionistas que poseen acciones
preferentes de que sigan el ejemplo del gobierno y conviertan
algunos de sus títulos en acciones comunes, según
fuentes cercanas. Eso fortalecería un aspecto clave de la
salud financiera
del banco.

En octubre del año pasado, cuando el gobierno
empezó a inyectar capital en los bancos estadounidenses,
pocos expertos habrían previsto que el gobierno pronto
estaría debatiendo la posibilidad de asumir el control de
grandes instituciones financieras. El posible acuerdo con
Citigroup le daría al Estado su mayor participación
en una compañía de servicios
financieros desde el rescate en septiembre de AIG, de la cual
posee un 80%.

Las conversaciones entre el gobierno y Citigroup reflejan los
temores de que este banco y otras grandes entidades financieras
sufran una nueva ronda de pérdidas cuantiosas a
raíz de la recesión y la crisis inmobiliaria.

La acción de Citigroup cayó por debajo de los
US$ 2 la semana pasada, su nivel más bajo en los
últimos 18 años.

La falta de confianza en el sector bancario continúa
agobiando a las compañías financieras de EEUU.

Los reguladores aumentarían el jueves el número
de instituciones financieras aseguradas por el Estado que se
encuentran en su lista de empresas en dificultades y que
confrontan un mayor riesgo de caer en la bancarrota.

Bank of America Corp. indicó el domingo que no estaba
negociando una mayor participación del gobierno en la
entidad.

Monografias.com

– El qué, cómo y porqué de la
nacionalización bancaria (The Wall Street Journal –
24/2/09)

(Por Sudeep Reddy)

Algunas de las mayores empresas del sector financiero
están cayendo en manos del gobierno estadounidense. Eso ha
mandado en picada a las acciones de los bancos y podría
estar profundizando los males económicos. Pero algunos
economistas afirman que la nacionalización es la
opción más inteligente para arreglar el deteriorado
sistema
financiero y que al gobierno de EEUU le convendría
actuar ahora mismo.

¿Qué es la nacionalización?

Una nacionalización se produce cuando el gobierno toma
el control de una firma privada. A veces eso significa que el
gobierno compra participaciones en bancos para ayudarlos a
sobrevivir; otras veces las autoridades intervienen una
institución insolvente. El gobierno no necesita poseer el
100% de una firma para nacionalizarla.

¿Cómo se producen las nacionalizaciones en
EEUU?

En la industria
bancaria, un tipo de nacionalización se produce una vez
que el Fondo de Garantías de Depósitos (FDIC) de
EEUU toma el control de un banco que considera insolvente,
reemplaza a la gerencia e
intenta vender el banco a otra firma. En el caso de IndyMac, el
gobierno alteró términos de hipotecas y otros
activos como parte de su reestructuración de la firma.

En septiembre, el gobierno estadounidense nacionalizó
de hecho tres empresas financieras gigantescas de una forma
distinta. Adquirió una participación de casi el 80%
en American International Group (AIG) a cambio de un
préstamo robusto para impedir su quiebra. También
puso a las firmas hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac bajo la
"custodia" del gobierno, lo que significa que las firmas deben
acatar las órdenes de un organismo de control
gubernamental.

¿No han sido ya nacionalizados algunos bancos
grandes?

No del todo. Desde fines de 2008, el gobierno ha adquirido
significativas participaciones accionarias sin poder de voto
en los mayores bancos, incluyendo Bank of America, Citigroup y
Wells Fargo. Si esas participaciones fueran convertidas en
acciones comunes con poder de voto, el gobierno se
posicionaría entre los mayores accionistas individuales en
la mayoría de las firmas.

En algunos casos, los contribuyentes estadounidenses
podrían terminar con poder de voto (con una
participación accionaria mayor al 50%) y ser considerados
como los dueños de la firma. El gobierno está
considerando convertir sus acciones preferenciales en Citigroup
en acciones comunes, lo que le daría hasta un 40% del
control.

¿Cuál ha sido el efecto de las compras del
gobierno?

En el caso de IndyMac, el FDIC está buscando cumplir
con una de sus metas, que los deudores hipotecarios se queden en
sus casas, al alterar los términos de los préstamos
más de lo que lo han hecho otros bancos. Los bancos que
recibieron inyecciones de capital enfrentan una gran presión
política
para que aumenten sus préstamos o flexibilicen los
términos de las hipotecas.

Por su parte, el gobierno británico ha tomado
participaciones controladoras en los gigantes bancarios Royal
Bank of Scotland Group y Lloyds Banking Group. Las firmas ahora
intentan reducir el tamaño de sus estados de cuentas para
volver a manos privadas. Eso podría restringir los
préstamos aún más en los próximos
meses.

¿Cuánto le han costado al gobierno
estadounidense las inversiones en firmas financieras?

El Departamento del Tesoro de EEUU ha inyectado casi la mitad
de los US$ 700.000 millones del paquete de rescate en empresas en
problemas.
Esas inversiones han perdido valor, aunque supuestamente
deberían arrojar ganancias a lo largo del tiempo a medida
que los bancos y la economía mejoran. El gobierno
también ha asumido enormes responsabilidades: ha aumentado
el monto de depósitos bancarios que garantiza (a US$
250.000 de los US$ 100.000 previos) y ha acordado cubrir millones
en pérdidas potenciales por parte de Citigroup y Bank of
America.

Algunos analistas creen que el gobierno necesita US$ 1
billón (millón de millones) más en
inyecciones de capital para cubrir las pérdidas de bancos
en apuros. Una parte de ese dinero probablemente se
perdería, pero si los bancos salen fortalecidos entonces
otros podrían obtener una ganancia.

¿Qué obtienen a cambio los contribuyentes?

Los contribuyentes reciben acciones que podrían ser
rentables a largo plazo. El propósito de nacionalizar una
firma, sin embargo, es impedir que el sistema bancario se
desmorone aún más.

¿Cuáles son las ventajas de nacionalizar
una
empresa?

Algunos bancos están desangrándose lentamente
hacia la insolvencia. Nacionalizarlos rápidamente ahora le
permitiría al gobierno eliminar los activos más
tóxicos, reorganizar lo que queda y vender el resto a
inversionistas privados. Los contribuyentes recibirían el
ingreso de la venta, pero tal
vez podrían además asumir grandes
pérdidas.

En términos más generales, una
nacionalización podría ayudar a sanear el sistema
bancario y alentar a las firmas restantes a impulsar los
préstamos. La restricción del crédito es una
de las razones clave por la cual la economía se
está deteriorando tan pronunciadamente.

¿Cuáles son las desventajas?

Nacionalizar incluso uno o dos bancos podría crear una
reacción en cadena de pérdida de confianza. Si los
inversionistas sospechan que otros bancos puedan estar en la
lista de adquisiciones del gobierno, desconfiarían
aún más de invertir en el sector financiero. La
nacionalización también pondría a prueba a
una burocracia que no
está diseñada para operar megafirmas. Y aunque
la meta de la
nacionalización puede ser devolver empresas a manos
privadas, la tentación de utilizarlas con fines
políticos es inmensa.

– Las ampliaciones de capital desde el comienzo de la crisis
superan el billón de dólares (Expansión –
24/2/09)

Las compañías financieras optan por la
fórmula de ampliar capital para mitigar los efectos de la
crisis. Tras las últimas ampliaciones realizadas en
Japón,
el volumen de dinero
destinado a estos efectos a nivel mundial alcanza ya el
billón de dólares.

Desde que el inicio de la crisis en febrero de 2007, el
índice MSCI World Financial se ha desplomado un 75%. Una
caída que los bancos han acusado en capitalización
y por la que han tenido que acogerse a esta recurrida
fórmula para captar dinero.

Las últimas ampliaciones de capital llevadas a cabo
tanto por el mayor banco japonés, Mitsubishi UFJ
Financial, como por el mayor prestamista del país
asiático, Nomura, elevan a un billón de
dólares la cuantía de las ampliaciones a nivel
mundial desde el comienzo de la crisis.

Mitsubishi UFJ Financial anunció el pasado mes de
octubre una ampliación de capital por 450.000 millones de
yenes (4.800 millones de dólares) que disparó el
volumen de las ampliaciones. La fecha límite para acudir a
esta ampliación es el próximo 12 de marzo.

En el caso de Nomura, su ampliación de capital, la
primera que realiza en dos décadas, asciende a 291.200
millones de yenes.

Los bancos europeos y estadounidenses necesitarán
realizar ampliaciones de capital por, al menos, la mitad de este
billón de dólares para poner a salvo su
capitalización de mayores deterioros en el mercado,
según indicó el propio Fondo Monetario
Internacional en un informe publicado el pasado 28 de
enero.

– Wall Street cede el 3,4 por ciento y cierra en el nivel
más bajo desde 1997 (La Vanguardia
24/2/09)

La Bolsa de Nueva York cerró hoy con un descenso del
3,4 por ciento en el Dow Jones de Industriales, que se
situó en niveles que no registraba desde 1997, a pesar de
que Citigroup y Bank of America cerraron en positivo.

El Dow Jones retrocedió 250,89 puntos y se situó
en 7.114,78 unidades, mientras que el Nasdaq bajó el 3,71
por ciento (53,51 puntos), hasta 1.387,72, y el selectivo S&P
500 perdió el 3,47 por ciento (26,72 puntos), para quedar
en 743,33, el cierre más bajo desde el 11 de abril de
1997.

El mercado neoyorquino, que inició la sesión con
una moderada tendencia al alza, se mantuvo en territorio negativo
durante el resto de la jornada y en la última hora de
negocios se
aceleraron las ventas de
activos, hasta dejar el Dow Jones de Industriales en el nivel
más bajo desde el 7 de mayo de 1997.

Al contrario de lo que ocurrió en numerosas sesiones
anteriores, las acciones de Citigroup y de Bank Of America se
mantuvieron al alza y fueron las únicas que se
revalorizaron hoy entre las 30 compañías
estadounidenses con mayor capitalización
bursátil.

Citigroup subió el 9,7 por ciento, hasta cerrar a 2,14
dólares, y Bank of America subió el 3,2 por ciento,
hasta 3,91 dólares, mientras que American Express
perdió el 6,3 por ciento y JP Morgan el dos por
ciento.

Las acciones de otras empresas del Dow Jones como General
Electric, Hewlett-Packard, Microsoft e
Intel retrocedieron entre un cinco y un seis por ciento, mientras
que las del fabricante de aluminio Alcoa
y la química Du
Pont se depreciaron más del siete por ciento.

En los comienzos de la sesión parecía que los
inversores se mostraban más confiados en una
mejoría de la situación en que se encuentran los
bancos, ante noticias de
que el Gobierno podría ampliar hasta en un 40 por ciento
su participación en Citigroup.

No obstante, el Gobierno de EEUU y las autoridades reguladoras
reiteraron hoy que el sistema bancario debe seguir en manos
privadas, una actitud que ya
el viernes logró rescatar a los principales indicadores de
Wall Street del abismo al que se precipitaban aquel
día.

El Departamento del Tesoro y otras agencias federales
reiteraron hoy su determinación para "preservar la
viabilidad" de entidades financieras importantes para el sistema
y aseguraron que el programa de ayuda a los bancos asume que
estos "deben permanecer en manos privadas".

El Tesoro, la Reserva Federal, la Corporación Federal
Aseguradora de Depósitos (FDIC, por su sigla en inglés)
y otras entidades reguladoras suscribieron un comunicado en el
que subrayan su intención de sostener a los mayores bancos
con inyecciones de capital mediante la compra de acciones
preferentes que pueden convertir en acciones comunes.

Los inversores también estuvieron pendientes en la
última hora de negociación de la aseguradora American
International Group (AIG), después de que la cadena
financiera CNBC señaló, sin identificar sus
fuentes, que la empresa
negocia con el Gobierno la concesión de fondos adicionales
a los ya recibidos.

CNBC también indicó que el lunes próximo
podría informar de pérdidas trimestrales cercanas a
los 60.000 millones de dólares, debido a amortización de activos. Sus acciones se
depreciaron hoy el 1,85 por ciento y cerraron a 53 centavos por
título.

Los títulos del fabricante estadounidense se
automóviles Ford, que por el momento no ha requerido de
fondos públicos al contrario que sus rivales General
Motors y Chrysler, se revalorizaron hoy el 9,5 por ciento, tras
anunciar un acuerdo con el sindicato
United Auto Workers (UAW) para modificar las contribuciones de la
empresa al
fondo de prestaciones
médicas para empleados y jubilados.

El barril de petróleo de Texas se depreció hoy el
cuatro por ciento y cerró a 38,44 dólares, mientras
que los bonos de la deuda
pública a diez años subieron de precio y su
rentabilidad
se situaba en el 2,7 por ciento.

– Wall Street arrastra al Nikkei a niveles de 1982 (El
Confidencial – 24/2/09)

El descalabro vivido ayer en Wall Street -los principales
indicadores cayeron a mínimos de doce años- se ha
traducido hoy en fuertes ventas en las bolsas
asiáticas.

El Nikkei ha despedido la jornada con caídas del 1,5%
hasta los 7.268 puntos, cerca de los mínimos fijados en
octubre de 1982. El índice MSCI Asia
Pacífico ha recortado un 2,3% hasta 74,51 puntos y
encadena once jornadas consecutivas de recortes. Las
pérdidas han supuesto la evaporación de 2,7
billones de dólares del valor de sus acciones pese a los
planes de estímulo económico de Estados Unidos,
China o
Australia.

En Hong Kong, el Hang Seng ha caído con fuerza un
3,6%, mientras que el Corea del Sur, el Kospi ha perdido un 3,2%.
Todos los mercados han cerrado en rojo excepto Malasia. En China,
el Shanghai Composite se ha dejado un 4,7% hasta los 2.197
puntos. En Nueva Zelanda, el NZX- 50 ha caído por debajo
del soporte de los 2.500 puntos, mientras que en Australia, en el
S&P/ASX se ha dejado un 1,3% hasta los 3.307,90 puntos.

Los temores a una recesión más profunda de lo
esperado siguen pesando en el ánimo de los inversores y
sobre los resultados empresariales. Por otra parte, el anuncio
del Gobierno de Estados Unidos sobre nuevas inyecciones de
capital a las entidades que lo necesiten, lejos de animar a los
mercados, ha provocado mayor escepticismo.

"Estamos viendo ahora cómo los temores
económicos se están haciendo realidad. Sabemos que
hay activos insolventes que podrían retrasar la
recuperación económica. En este momento, la
aversión al riesgo es muy elevada en todos los mercados
bursátiles del mundo", comenta un operador a
MarketWatch.

El pánico
vendedor volvió ayer a apoderarse de Wall Street, donde
los principales indicadores perdieron más del 3%. Hoy, los
futuros del S&P 500 suma un 0,5% tras asomarse a su nivel
más bajo desde 1997. El Gobierno de Estados Unidos
anunció ayer que comenzará a examinar a las
entidades financieras para averiguar cuáles se encuentran
en mejor posición para sobrevivir a la recesión
económica. El anuncio cayó como un jarro de
agua
fría sobre los mercados.

Entre los valores de
la sesión, fuertes recortes para los productores de crudo
tras la caída de los precios del
petróleo.
PetroChina ha registrado caídas del 4,7%, mientras que
Cnooc se ha dejado un 4,6%. BHP Billiton, por su parte, ha cedido
un 1,4%.

Por otra parte, las acciones de Nomura se han hundido un 8,4%
ante las informaciones que apuntan a que podría vender
3.100 millones de dólares en acciones.

– Japón estudia medidas para sostener los mercados
(Expansión – 24/2/09)

El Gobierno japonés está estudiando distintas
fórmulas para frenar la sangría que está
sufriendo la bolsa nipona, una fiebre vendedora
que está teniendo un impacto negativo en el capital de los
grandes bancos del país y está comprometiendo su
capacidad para conceder créditos.

Kaoru Yosano, ministro de Economía y Finanzas
japonés, ha dado instrucciones a su equipo para analizar
las mejores opciones para apoyar los mercados, según
"Financial Times".

Hoy, el Nikkei ha sufrido un descenso del 1,5% para caer a
mínimos de tres meses y acercarse a niveles de 1982.

"No es deseable que el precio de las acciones caiga y esta
situación tenga consecuencias innecesarias. He hablado con
el equipo de Gobierno respecto al precio de las acciones. Lo
tendremos en cuenta y vigilaremos los movimientos del mercado",
ha explicado Yosano.

Banco de Japón

A principios de
mes, el Banco de Japón ya anunció que
compraría acciones del sector bancario por 1 billón
de yenes (unos 11.100 millones de euros) para reforzar su capital
y estabilizar los mercados.

El regulador aseguró que intervendrá en la bolsa
para ayudar a las instituciones financieras y protegerlas del
riesgo de las fluctuaciones de los mercados.

El Banco de Japón matizó que sólo
compraría acciones de aquellas entidades que tengan una
calificación crediticia de al menos "BBB-" y que la
cantidad máximo que se invertiría por entidad
sería de 250.000 millones de yenes.

– La confianza empresarial alemana baja en febrero a
mínimos de hace 26 años (El Confidencial –
24/2/09)

La confianza empresarial alemana ha caído a
mínimos de 26 años en febrero, después de
que la peor recesión desde la Segunda Guerra
Mundial haya obligado a las compañías a
recortar la producción así como a anunciar
despidos masivos. Los empresarios consultados -7.000 en total-
para la elaboración del indicador descartan que se vaya a
producir un cambio inmediato en la situación de la
economía pese a los esfuerzos y medidas de todos los
Gobiernos para impulsar el crecimiento.

El Instituto de Investigación Económica
alemán (Ifo) informó hoy de que el índice de
confianza empresarial en el conjunto de Alemania
bajó en febrero hasta 82,6 puntos, frente a los 83 puntos
de enero. Se trata de la lectura
más baja desde noviembre de 1982, cuando los expertos
consultados por Bloomberg esperaban que se mantuviera sin cambios
respecto al mes precedente. El presidente del instituto de
investigación económica muniqués,
Hans-Werner Sinn, reseñó que los expertos
consultados no prevén un cambio en la coyuntura.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que
la economía alemana -la mayor de Europa- se contraiga un
2,5% este año. La semana pasada, las autoridades del
país acordaron multiplicar por dos el estímulo
fiscal
planteado por el Gobierno hasta 80.000 millones de
dólares, mientras que el Banco Central Europeo (BCE)
señalaba que rebajará los tipos de interés a
mínimos el próximo mes.

La bolsa alemana ha perdido un 20% desde enero y se encuentra
en mínimos de hace cuatro años. Pese a ello, la
confianza de los inversores ha registrado este mes el mayor
aumento en quince años ante las esperanzas a una
recuperación a finales de año.

El plan de estímulo económico de Angela Merkel,
que incluye recortes de impuestos e
inversiones en infraestructuras, supone cerca del 1,6% del
Producto Interior Bruto (PIB).

– La Unión Monetaria, en peligro – El dilema de la UE:
¿Rescates, expulsión de países o colapso del
euro? (Libertad
Digital – 24/2/09)

Algunos países miembros de la UE se enfrentan al riesgo
real de quiebra. Alemania estudia acudir al rescate, pero su
margen de maniobra es escaso. Una intervención
situaría al euro al borde del colapso. Los inversores
desconfían de la deuda pública de Islandia,
Portugal, Irlanda y España.

LD (M. Llamas) Los estados también pueden quebrar. El
intenso deterioro de las cuentas públicas, tras los
ingentes rescates económicos y financieros puestos en
marcha en el seno de la Unión, unido a la profunda
recesión económica y la inestabilidad bancaria
sitúan en el disparadero de la suspensión de pagos
a diversas economías europeas.

No obstante, el Gobierno alemán anunció la
pasada semana la posibilidad de acudir al rescate de determinados
países. De hecho, ni siquiera el comisario de Asuntos
Económicos y Monetarios de la UE, Joaquín Almunia,
descarta ya esta posibilidad. Las dudas se extienden sobre
Irlanda, Portugal, España, Grecia, Reino
Unido, así como las economías de Europa del Este.
Sin embargo, el auxilio público de países no
está exento de riesgos.

El pasado viernes, Jürgen Stark, miembro ejecutivo del
Banco Central Europeo (BCE), señaló al Ejecutivo
germano que el Tratado de la UE impide a los estados de la zona
euro acudir al rescate de otros países miembros. Dicha
cláusula es "importante para el funcionamiento de la
Unión Monetaria", según advirtió en una
entrevista
concedida al diario alemán Spiegel.

El Tratado prohíbe que un país asuma los
compromisos financieros de otros gobiernos, y su cumplimiento es
básico para garantizar la disciplina
fiscal en el seno de la Unión, según el BCE. Por el
momento, la Comisión Europea ya ha abierto expediente
disciplinario contra seis Estados miembros por déficit
público excesivo (el límite máximo es del 3%
del PIB). Entre ellos, España. Además, el coste de
la deuda pública se ha disparado en las últimas
semanas.

En este sentido, la deuda pública de Islandia,
Portugal, Irlanda, España, Italia y Gran
Bretaña presentan el mayor riesgo de degradación
crediticia (menor calidad implica
mayor riesgo de impago), según el último informe
elaborado por BCA Research, una de las compañías de
análisis de inversión más
importantes del mundo.

Monografias.com

Además, Reino Unido, Irlanda, Dinamarca y Suiza
presentan el mayor riesgo de nacionalización bancaria,
exceptuando Islandia. El riesgo es, pues, real. La
situación financiera de Irlanda es muy delicada, debido al
gran tamaño de su sistema bancario y la profunda
recesión que vive el país tras el pinchazo de la
burbuja inmobiliaria y del crédito. Gran Bretaña no
es ajena a estos mismos riesgos. Su deuda pública amenaza
con elevarse hasta el 100% del PIB nacional, y la
oposición conservadora no descarta solicitar ayuda del
Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los países del Este se enfrentan igualmente al riesgo
de colapso que, de producirse, pondría en serios aprietos
a gran parte de la banca europea, debido a su elevada exposición
crediticia a las economías ex soviéticas. Ante tal
panorama, los principales dirigentes de la UE se encuentran ante
un dilema: Acudir al rescate de países o arriesgarse al
colapso del euro. Entre los instrumentos disponibles,
Berlín rechaza, en principio, la ayuda bilateral, ya que
tendría un elevado coste político para el Gobierno
de Angela Merkel, y tampoco confía en la emisión de
bonos europeos para financiar el elevado coste de la deuda
pública de determinados países, por la misma
razón.

Alemania aboga, pues, por el enfoque multilateral, ya sea a
través de un fondo específico de la UE o acudiendo
al FMI, con el fin de diluir los nefastos efectos fiscales que
conllevaría un rescate público de tal magnitud
sobre sus cuentas públicas. Así, por ejemplo, se
discute la posibilidad de emplear el Banco Europeo de Inversiones
para crear un fondo de emergencia que proporcione liquidez, en
forma de ayuda o préstamos, a los países en riesgo
de suspensión de pagos.

Los países del Este precisan 400.000 millones

Pero la factura del
rescate sería enorme. Europa del Este podría
necesitar cerca de 400.000 millones de euros para cubrir a corto
plazo los compromisos financieros adquiridos con la banca
europea, según los distintos cálculos que circulan
en el mercado. Además, el tamaño de algunas
entidades financieras supera el PIB de algunos países de
modo que, en caso de quiebra, el gobierno en cuestión
tendría que solicitar ayuda al exterior ante la
imposibilidad de asumir el coste de la nacionalización
bancaria.

Por otra parte, el FMI ya ha proporcionado ayuda a
Hungría, Ucrania, Letonia, Bielorrusia, Islandia,
Pakistán y, en breve, también a Turquía. Sus
fondos se están agotando con rapidez (unos 155.000
millones de euros). No por casualidad, los países europeos
del G-20 propusieron el pasado fin de semana duplicar los fondos
del FMI para ayudar con rapidez y flexibilidad a países
con problemas en sus balanzas de pago.

La solución no es sencilla, y la decisión del
Gobierno alemán será clave. Las opiniones sobre
esta cuestión se suceden en la prensa alemana, tal y como
recopila el diario Spiegel. Así, el periódico
de centro-derecha Frankfurter Allgemeine Zeitung señala
que "la crisis ha expuesto las debilidades de la Unión
Monetaria Europea". Muchos países de la UE han vivido por
encima de sus posibilidades gracias a los "malos hábitos"
propiciados por el paraguas de la moneda común. Por ello,
es lógico que los inversores reclamen ahora primas de
riesgo mucho mayores para comprar deuda pública de estas
economías.

Abandonar el euro

Según el diario, algunos de estos países se
enfrentan a una difícil decisión: "Restringir sus
políticas de gasto o abandonar el euro". Es
decir, el Plan C que se baraja en el seno de la Unión. El
problema consiste en que si Alemania acude al rescate se
disparará la inflación en la UE. Y es que, la
intervención de Alemania, el emisor de bonos más
fiable de Europa, podría disparar la desconfianza de los
inversores y, por lo tanto, provocar el "colapso del euro".

Por su parte, el diario financiero Handelsblatt indica que el
Banco Central Europeo (BCE) podría proporcionar ayuda a
corto plazo mediante la compra de deuda pública a los
países en dificultades. Sin embargo, dicha solución
"obligaría a imprimir dinero". Es decir, el valor del euro
también se desplomaría. Curiosamente, esta
última medida es la que pretende poner en marcha el Banco
de Inglaterra o la propia Reserva Federal de EEUU (FED).
Además, el BCE no puede tomar una decisión de estas
características sin la aprobación de todos los
miembros de la Unión Monetaria. Una opción remota,
si se toma en consideración las terribles lecciones
aprendidas por los alemanes durante la hiperinflación sufrida durante la
República de Weimar.

¿Rescates, expulsión de la Unión
Monetaria, colapso del euro? "En esta crisis nadie puede
descartar nada", Joaquín Almunia dixit. El dilema
está hoy encima de la mesa de los dirigentes de la UE.

– El coste asciende ya a 10 billones – Segunda ronda de
rescates en EEUU: AIG, GM, Chrysler, Citigroup… (Libertad
Digital – 24/2/09)

La aseguradora AIG, rescatada en dos ocasiones, ha solicitado
más ayuda pública. Prevé perder 60.000
millones de dólares en el cuarto trimestre de 2008. El
Gobierno de EEUU estudia inyectar más dinero
público en General Motors, Chrysler, así como
nacionalizar Citigroup y otros grandes bancos.

(Libertad Digital) El monto total de los rescates
públicos aprobados por el Gobierno de EEUU asciende a
cerca de 10 billones de dólares, tal y como avanzó
LD. Sin embargo, esta cifra amenaza, incluso, con quedarse corta
a la vista de las nuevas solicitudes de auxilio financiero por
parte de grandes empresas y entidades financieras del
país.

La compañía American International Group (AIG),
que fue rescatada por el Gobierno de Estados Unidos en dos
ocasiones el año pasado y cuyo 80% de las acciones ya
pertenece a las autoridades del país, ha solicitado
más ayuda ante sus previsiones de pérdidas por
valor de 60.000 millones de dólares (más de 46.880
millones de euros) para el cuarto trimestre de 2008, que
serían las mayores de la historia de la firma,
según una fuente cercana al asunto.

Si finalmente se cumplen las previsiones de AIG, las
pérdidas de los últimos tres meses del año
serían mayores que las de 54.000 millones de
dólares (42.182 millones de euros) registradas por Time
Warner en un trimestre de 2002 y duplicarían a las de
24.500 millones de dólares (19.138 millones de euros) que
la propia AIG sufrió en el tercer trimestre del pasado
año. En aquel momento, el Gobierno incrementó su
paquete de rescate para la aseguradora hasta cerca de 150.000
millones de dólares, informa Efe.

Según otra fuente cercana, las últimas rondas de
conversaciones con el Gobierno contemplan la posibilidad de que
AIG reciba financiación suplementaria a cambio de saldar
su deuda comercializando con su capital. Al parecer, la
negociación se está produciendo de manera fluida y
se manejan otras opciones, por lo que aún no hay nada
seguro,
comentó la fuente.

La cadena de televisión CNBC, que fue la primera en
anunciar las importantes pérdidas previstas para AIG,
aseguró que se deben a la reducción de capital en
bienes
comerciales y otros activos. Además, desveló que si
no se alcanza un acuerdo, los abogados de la aseguradora
podrían tener preparado un anuncio de bancarrota,
información desmentida por una fuente cercana.

Nacionalización de Citigroup

Los contactos entre las autoridades financieras
estadounidenses y la firma, que se reanudarán el
próximo domingo, se producen en un momento en el que otra
gran entidad, Citigroup Inc., se encuentra en apuros y
podría ver cómo el Gobierno se hace con su control
total y se convierte en único accionista. Aún
así, es todavía posible que una negociación
entre ambas partes lo evite. Por el momento, la Reserva Federal
no se ha pronunciado al respecto, aunque AIG ha confirmado la
negociación, según el diario Financial Times.

No son las únicas entidades en riesgo de quiebra. El
Gobierno y las agencias de regulación bancaria de Estados
Unidos prometieron el miércoles sostener a los bancos
importantes del país con nuevas inyecciones de capital.
Esa intervención se llevará a cabo mediante la
compra de acciones preferentes -sin derecho a voto-, como en el
pasado, pero la novedad es que podrán convertirse en
acciones comunes, según informaron en un comunicado.

La transformación de acciones preferentes en acciones
comunes daría al Gobierno un control mayoritario en
algunas de esas entidades. Según fuentes de la
Administración, el problema consiste en que algunos
bancos podrían ser demasiado grandes para quebrar,
según informa International Herald Tribune.

Y es que, los grandes bancos de EEUU están en quiebra,
tal y como adelantó LD. Asimismo, también se
negocia una nueva inyección de capital público en
los grandes fabricantes de automóviles, tales como General
Motors (GM) y Chrysler. En definitiva, EEUU se enfrenta a una
nueva ronda de rescates de gran dimensión y coste. Pese a
todo, el presidente Barack Obama confía en reducir el
abultado déficit público del país a medio
plazo.

– Los supervisores bancarios luchan para aumentar el control
sin ahogar la innovación (Expansión –
24/2/09)

(Por Gillian Tett. Financial Times)

Hace una década, los reguladores occidentales
solían preocuparse por los bancos a los que se juzgaba
"demasiado grandes como para permitir su quiebra" -en el sentido
de ser tener tal envergadura que su colapso sacudiría a
todo el sistema-.

En la actualidad, esa coletilla resulta anticuada. Mientras
los políticos de todo el mundo se revuelven antes de la
próxima cumbre del G20, intentando encontrar una
solución para reparar un sistema financiero profundamente
viciado, el tamaño ya no es su único quebradero de
cabeza.

El tema fundamental que persigue ahora a hombres como
Jean-Claude Trichet, el presidente del Banco Central Europeo, que
ayer perfiló sus planes para reformar la regulación
financiera, o Timothy Geithner, el secretario del Tesoro
estadounidense, es la cuestión de que las instituciones
están demasiado "interconectadas" como para permitir su
colapso.

La pasada década de frenética innovación
financiera y globalización ha dado lugar a un sistema
bancario occidental en el que numerosas entidades están
entrelazadas de formas impredecibles y prácticamente
indefinibles. Basta con recordar la reacción en cadena
provocada por la quiebra de Lehman Brothers.

Así, la pregunta de los 64 billones de dólares
(49,8 billones de euros) es si los riesgos derivados de esta
"interconexión" pueden controlarse de forma eficaz -sin
prohibir toda actividad emprendedora o innovación en las
finanzas-.

Se trata de un círculo endiabladamente difícil
de cuadrar. Durante la mayor parte del siglo XX, los reguladores
occidentales operaron como si el mundo financiero pudiera
dividirse en dos grupos
mentales.

En uno se situaban las instituciones cuyas actividades se
consideraba que eran fundamentales para la economía, y que
por lo tanto necesitaban ser reguladas y protegidas. Eso
incluía a los grandes bancos y a muchas entidades
orientadas hacia actividades minoristas.

En el segundo grupo
englobaba a las entidades que no se consideraban "básicas"
y a las que se permitía operar, así, con más
libertad. Esa lista comprendía a brókers, hedge
fund y las entidades bancarias paralelas como los
vehículos de inversión estructurados que
proliferaron y mutaron a principios de esta década como
las setas con la lluvia.

Ahora, sin embargo, ese enfoque de "dos grupos" ya no
funciona. Las entidades no bancarias no son ya algo secundario:
tal y como señaló el propio Geithner el año
pasado, en el verano de 2007 los activos de los seis mayores
bancos comerciales de EEUU ascendían a "sólo" 6.000
millones de dólares (4.700 millones de euros), mientras
que los bancos paralelos y los hedge fund contaban con activos
por valor de 4.000 millones de dólares.

Entretanto, las instituciones están entrelazadas de
forma tan estrecha que el colapso de una entidad no bancaria
puede afectar también a las entidades reguladas.

Una forma de abordar este problema sería "nivelando el
terreno de juego", como les gusta decir a algunos reguladores, e
imponiendo las mismas reglas tanto para bancos como para
entidades no bancarias. Esa es la solución que muchos
políticos europeos parecen preferir de forma instintiva.
De ahí su freno a las nuevas normas sobre
paraísos fiscales y hedge fund.

Pero el riesgo de ese enfoque es que si el principal sistema
bancario se convierte en una formal empresa de servicios
públicos, la actividad emprendedora pueda quedar
aún más relegada. El Salvaje Oeste del comercio de
dinero puede hacerse aún más salvaje.

Dicho esto, algunos políticos británicos y
estadounidenses muestran cautela a la hora de imponer reglas
draconianas "únicas" sobre las entidades financieras. Pese
a que la mayoría reconoce que las actividades de los hedge
fund requieren un mejor control, Londres y Nueva York muestran
pocas ansias por incluir a estas entidades en una red reguladora
más severa.

En su lugar, el interés se centra en encontrar formas
de mitigar el problema de la "interconexión" reduciendo
los riesgos de los rivales mediante medidas como la introducción de plataformas centralizadas
de liquidaciones para derivados.

También existe un fuerte deseo de crear sistemas de
vigilancia coordinados y más efectivos. En EEUU, la
Reserva Federal presiona para obtener más poderes en
materia de
supervisión. El BCE está haciendo lo
mismo, aunque de una forma ligeramente menos apreciable.

Conseguir que los políticos accedan a ello no
será sencillo. Hasta el momento, estadounidenses y
europeos no han sido capaces de ponerse de acuerdo sobre
dónde debería establecerse una firma de
liquidación de derivados. Decidir qué hacer con los
hedge fund podría resultar más difícil.

Lo único que está claro es que mientras el
sistema regulador siga siendo un mosaico fragmentado, los
financieros seguirán "arbitrando" las reglas,
moviéndose entre fronteras con una velocidad que
haga a los políticos jadear para mantener el ritmo.

(The Financial Times Limited 2009. All Rights Reserved)

– El sector bancario europeo cotiza al nivel más bajo
en 17 años (Cinco Días – 25/2/09)

Casi dos años llevan sufriendo los bancos. En Europa
han caído al nivel más bajo desde el verano de 1992
y en este ejercicio ya bajan el 29%. Las Bolsas temen más
intervenciones públicas o quiebras. Ayer hubo rebote en
Wall Street -el S&P ganó el 4%-, ya que Bernanke
alejó el temor a las nacionalizaciones.

(Por Beatriz P. Galdón)

La cotización de los grandes bancos europeos es el
mejor indicativo para calibrar los problemas que vive el sector.
En Europa acumulan una caída del 29% en 2009 y un 80%
desde que el 20 de abril de 2007 marcaran máximo
histórico. Desde entonces la penalización apenas se
ha interrumpido y con el recorte del 2,11% que llevan esta
semana, las entidades financieras han bajado hasta niveles de
agosto de 1992.

"Hay un nivel de incertidumbre importante, hay miedo a que la
situación empeore y se cuestiona la supervivencia de
algunos bancos", comenta Javier Barrio, de BPI.

Con esta difícil tesitura, están conviviendo
día tras día las Bolsas. Ayer volvieron a caer en
Europa, aunque la apertura alcista de Wall Street
amortiguó en parte los descensos. El Ibex cayó el
0,76% y concluyó en 7.483,40 puntos, la cota más
baja desde diciembre de 2003. El balance era mucho peor una hora
y media antes del cierre: descenso del 1,8% en el 7.404,70.

El resultado en el resto de los principales índices de
la región fue parecido. El Dax y el Cac se dejaron el
1,03% y 0,73%; un 0,71% de media cedió el Euro Stoxx 50.
Los índices estadounidenses, en cambio, se anotaron puntos
tras la debacle de la jornada anterior, en la que el S&P
cayó a mínimos de 12 años. Tras seis
jornadas de caídas ininterrumpidas, ayer subió el
4%. El Dow Jones y el Nasdaq ganaron el 3,3% y el 3,9%,
respectivamente.

El sector financiero estadounidense rebotó, Citi y Bank
of America ganaron el 21,5% y el 21%. Pero en Europa, destacaron
los descensos en Allied Irish Bank (-10,34%), del Bank Ireland
(-6,33%) y Lloyds (-5,11%), entre otros.

El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke,
aseguró ante el comité bancario del Senado que la
recuperación de las economías depende de que mejore
la situación financiera. "Si las acciones tomadas por la
administración, el Congreso, y la Reserva
Federal son acertadas en restaurar la estabilidad financiera -y
sólo en ese caso, en mi opinión- hay una
perspectiva razonable de que la recesión acabe en 2009 y
2010 sea un año de recuperación".

El discurso del
responsable de la Fed alejó también la posibilidad
de que la banca sea nacionalizada en masa.

– Los inconvenientes para descifrar las intenciones del
gobierno frustran a Citi (The Wall Street Journal –
25/2/09)

(Por Monica Langley y David Enrich)

Durante una conversación telefónica reciente con
un alto funcionario del gobierno, el presidente ejecutivo de
Citigroup Inc., Vikram Pandit, reveló quién manda
en el nuevo mundo financiero estadounidense. "Por favor no nos
dispare" al eliminar la cúpula ejecutiva, pidió
Pandit. "Dennos una oportunidad de hacer nuestro trabajo".

Pandit está a punto de perder aun más margen
para maniobrar. Citigroup está en conversaciones para que
el gobierno adquiera una participación mayor en el banco
al convertir su participación de 7,8% en acciones
preferentes en hasta un 40% de las acciones comunes de Citigroup.
La operación le daría una inyección
necesaria al capital del tambaleante banco, pero le
restaría control sobre su destino.

 

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El pedido de Citigroup también podría
intensificar la presión política para escindir el
conglomerado financiero. Una mayor participación del
gobierno en Citi también acarrea riesgos para los
contribuyentes, puesto que los accionistas comunes son los
últimos en tener derecho a reclamar una
compensación si se produce una liquidación de la
entidad.

En los últimos meses, funcionarios federales han
apodado a Citigroup "la estrella de la muerte",
comparando la amenaza que representa el banco para el sistema
financiero al arma de destrucción masiva en la serie de
películas La guerra de las
galaxias. En privado, un funcionario gubernamental
calificó al gigante bancario de "inmanejable".

Esta semana, los banqueros de Citigroup han intentado calmar a
clientes
nerviosos y están preocupados ante la posibilidad de
perder clientes en medio de la incertidumbre. El martes, Pandit
acudió a Washington, donde sostuvo reuniones con
reguladores y funcionarios del Tesoro.

Ejecutivos de Citigroup tratan de encontrar un balance
aparentemente imposible: manejar la empresa de forma tal que deje
satisfecho al gobierno y, al mismo tiempo, ayudar al banco a
recuperarse tras registrar pérdidas de US$ 28.000 millones
en los últimos cinco trimestres.

Por si esto fuera poco, el gobierno alterna entre
períodos en los que se inmiscuye hasta en los más
mínimos detalles y períodos en que lo ignora. Al
intentar ser un inversionista ni activo ni pasivo, EEUU
está dirigiendo la empresa de forma improvisada, sin una
estrategia firme
ni un conocimiento
específico. Una parte central de la confusión es
que no hay un individuo ni
una entidad a cargo de supervisar Citigroup. Eso ocurre porque
bancos como Citigroup están regulados por un grupo de
agencias, incluidas la Reserva Federal, la Oficina del
Contralor de la Moneda y la Corporación Federal de Seguro
de Depósitos (FDIC). El Departamento del Tesoro
también tiene control ya que aporta todo el dinero. Y
los miembros del Congreso, que inicialmente aprobaron las
inyecciones de capital, también tienen un rol. Todas estas
partes interesadas le han estado dando a Citi órdenes,
consejos y críticas a veces contradictorias.

Funcionarios de la Fed, por ejemplo, informaron a Citigroup
que tienen "derechos de observador" que
le permiten participar en las juntas directivas. Aunque el
gobierno aún no lo ha hecho, algunos ejecutivos de
Citigroup se han quejado en privado de que EEUU ahora tiene un
"poder ilimitado" sobre el banco. Un directivo comparó el
rol del gobierno con la espada de Damocles.

En los últimos seis meses, EEUU ha inyectado casi US$
200.000 millones en 419 instituciones bancarias; ha garantizado
al menos US$ 420.000 millones en pérdidas potenciales de
varios bancos; ha ordenado la fusión
de varias firmas financieras y ha bosquejado planes para comprar
cientos de millones de dólares en créditos
hipotecarios y otros activos incobrables a los bancos, entre
otras medidas.

Además de Citigroup, la lista de tareas pendientes del
gobierno incluye una revisión del rescate de US$ 150.000
millones de American International Group (AIG) y orquestar la
reestructuración de la industria automotriz del
país, tras prestarle US$ 17.400 millones a General Motors
Corp. y Chrysler LLC. La solicitud de Citi para obtener
más ayuda complicará una sociedad que
ya está dañada por problemas de comunicación y pasos en falso. Desde que el
gobierno apuntaló a Citi con capital fresco, ha emitido
algunas directrices generales como pedirle que venda activos para
levantar capital y abstenerse de hacer inversiones riesgosas;
instar a una reorganización de la junta directiva y
advertir de que nuevos pedidos de fondos podrían
desembocar en la salida del actual equipo de gestión.

Monografias.com

A pesar de que el gobierno ha asegurado la supervivencia de
Citigroup por ahora, los ejecutivos del banco se lamentan de que
tienen que acudir a una adivina para descifrar cómo
implementar las directrices federales.

El gobierno dice que los problemas de Citigroup son amplios y
abarcan a varias entidades reguladoras, todas las cuales
también están involucradas en los casos de otros
bancos. Agregan que la postura del gobierno no es darle a
Citigroup instrucciones específicas sobre cómo
poner en práctica las directrices generales que ya le ha
entregado.

En las últimas semanas, Citigroup se ha contactado con
varios funcionarios del gobierno en busca de dirección, pero los esfuerzos no han
rendido los frutos esperados.

La semana pasada, sin ir más lejos, Pandit se
reunió con Lawrence Summers, el principal asesor
económico de Barack Obama. Summers dejó claro que
no iba a hablar de Citigroup en particular y Pandit salió
del encuentro sin una idea más acabada de lo que el
gobierno haría con el banco.

En tanto, Citigroup debe detener la hemorragia. El mes pasado,
Pandit les dijo a altos ejecutivos que el primer trimestre es de
vida o muerte:
Citigroup necesita obtener ganancias para convencer al gobierno y
a los inversionistas de que es una empresa viable.

Esta semana, algunos ejecutivos de Citigroup, manifestaron
medio en broma, medio en serio que trabajar para el banco,
caracterizado por su gigantesca burocracia y la competencia entre
sus diferentes departamentos, era como trabajar para el
gobierno.

– Ola de malas noticias modera el optimismo de Bernanke (The
Wall Street Journal – 25/2/09)

El jefe de la Fed cree que la recesión podría
acabar este año, pero las cifras apuntan a que la crisis
se agrava

(Por Jon Hilsenrath)

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben
Bernanke, albergó la esperanza de que haya una
recuperación económica en 2010. Sus palabras, sin
embargo, fueron pronunciadas en un día en que las
últimas cifras apuntan a una recesión cada vez
más obstinada y difícil de combatir.

Este mes, la confianza del consumidor
estadounidense cayó a su nivel más bajo registrado,
en parte debido a que las familias tienen ahora menos fe de
hallar un empleo.
Asimismo, dos índices sugirieron que el declive en los
precios de las viviendas se podría estar acelerando. Y las
empresas, desde el gigante de software Microsoft Corp. a
las cadenas minoristas Target Corp. y Macy's Inc., reportaron un
deterioro del panorama para las ganancias corporativas.

Los últimos datos de la
economía y las crecientes aflicciones en las principales
instituciones financieras del país apuntan a uno de los
mayores problemas que enfrentan el presidente Barack Obama y
Bernanke: la crisis financiera y la recesión se
están retroalimentando.

Los declives bursátiles y el deterioro en sus carteras
de préstamos disminuyen las posibilidades de que los
bancos recauden capital privado y los vuelve más reacios a
conceder créditos, restándole dinamismo a la
economía y ahondando el problema que las autoridades
federales tratan de paliar. Mientras tanto, el aumento del
desempleo y las caídas de las ganancias corporativas
elevan las moras en los préstamos, perjudicando a los
bancos y volviendo a consumidores y empresas aún
más reacios a gastar.

Los rescates financieros y un plan de estímulo fiscal
del orden de los US$ 875.000 millones están
diseñados para sacar a la economía estadounidense
de este espiral descendente. En su testimonio de ayer ante el
Congreso, Bernanke advirtió sobre el "poder destructivo"
de las crisis entrelazadas en los mercados y la economía.
Además, subrayó que detener este sistema de
retroalimentación es clave para reencauzar
la economía y añadió que existía el
riesgo de que el ya sombrío panorama actual empeorara.

"Si las acciones tomadas por el gobierno, el Congreso y la
Reserva Federal tienen éxito
en restaurar cierto nivel de estabilidad financiera -y
sólo en ese caso-, en mi opinión, existe una
posibilidad razonable de que la actual recesión
terminará en 2009 y que 2010 será un año de
recuperación", dijo Bernanke en su testimonio a los
legisladores.

Aunque los mercados de crédito han mostrado señales
de estabilizarse en las últimas semanas, los precios de
las acciones han caído marcadamente, sobre todo para
instituciones financieras que los inversionistas creen que
caerán bajo control federal. El martes, sin embargo, las
acciones repuntaron; el Promedio Industrial Dow Jones ganó
3,3%.

Aun así, la Fed espera que el desempleo, hoy en 7,6%,
suba a 8,8% este año, mucho más de lo previsto hace
unos meses. El índice de la confianza del consumidor,
medido por el grupo de investigación Conference Board,
cayó a 25 puntos en febrero, su nivel más bajo
registrado. El 47,3% respondió que esperaba que el
desempleo aumente en los próximos meses, el mayor
porcentaje desde diciembre de 1973. Casi un cuarto de los
encuestados dijo que espera que sus ingresos
disminuyan en los próximos seis meses, otro
récord.

Las autoridades de EEUU, mientras, están trabajando
para reescribir los rescates financieros de dos de las mayores
instituciones financieras del país, American International
Group Inc. y Citigroup Inc., a las que ya otorgaron cientos de
miles de millones de dólares el año pasado. Pese a
estas inyecciones, la desaceleración económica y la
tormenta financiera siguen hundiendo a las firmas. El sector
inmobiliario -en el corazón de
la crisis- también mostró señales de estar
empeorando.

Los precios de las casas cayeron 3,4%, ajustado por temporada,
en el cuatro trimestre de 2008, una caída récord,
según un índice del gobierno hecho público
el martes. Es el mayor declive en los 18 años en que lleva
computándose el índice. Un índice de precios
de vivienda independiente, computado por S&P/Case-Shiller,
mostró que los precios de la vivienda en todo el
país cayeron 27% respecto a su máximo a mediados de
2006.

– El ministro británico del Tesoro, en duras
negociaciones con la banca (El Confidencial – 25/2/09)

El ministro británico del Tesoro, Alistair Darling,
negocia duramente con los bancos RBS y Lloyds las condiciones de
un plan de 500.000 millones de libras (560.000 millones de euros)
para asegurar sus "activos tóxicos".

Según informa hoy el diario económico Financial
Times, Darling instó a ambas entidades a "limpiar sus
balances y reconstruir para el futuro". El ministro
británico considera que su plan, bautizado
"Operación Escoba", es la única oportunidad que
tienen el RBS y a Lloyds de recuperar la credibilidad perdida.
Darling confía en llegar a un acuerdo con ambos bancos
antes de que éstos anuncien fuertes pérdidas el
jueves y viernes, respectivamente. Pero según el diario,
las negociaciones están, sin embargo, empantanadas.

Los funcionarios del Tesoro intentan obtener un acuerdo que
proteja al contribuyente al tiempo que anime a los bancos a
conceder créditos por miles de millones a los
pequeños empresarios y a los ciudadanos deseosos de
adquirir una vivienda. En un artículo que publica hoy el
periódico, Darling afirma que su plan de protección
de activos daría a los bancos "la confianza que necesitan
para reestructurarse y convertirse en bancos mejores" al eliminar
la actual incertidumbre sobre el valor real de sus activos.

Darling insiste en que el RBS y el Lloyds, controlados en un
70 y un 43% respectivamente por el Estado, no serán
nacionalizados y explica que sería más fácil
devolverlos al sector privado si siguen cotizando en Bolsa. El
ministro laborista aboga también en su artículo a
favor de la cooperación internacional en los esfuerzos
para "aislar" los activos tóxicos y "eliminar la
incertidumbre que afecta a los balances de los bancos".

Expertos citados por el FT creen que el RBS y el Lloyds tratan
de que se les garanticen sus activos tóxicos hasta un
total de 500.000 millones de libras, y un tercer banco, Barclays,
podría decidirse igualmente a participar si considera que
las condiciones que se pacten son suficientemente generosas.
Darling sugiere que la cuota que se cobre por la
garantía estatal de esos activos los bancos se
recuperará en forma de acciones convertibles preferentes u
otros títulos. Los analistas creen que la cuota
será de entre un 3 y un 6%, lo que refleja el enorme
riesgo que deberá asumir el contribuyente británico
a lo largo de varios años.

Uno de los puntos en los que no se ha llegado aún a un
acuerdo, dice el periódico, afecta al umbral de
pérdidas de los activos asegurados a partir del cual
comenzarán a aplicarse las garantías del Gobierno.
Los bancos argumentan que si ese nivel se coloca muy alto, los
bancos tendrán que acumular capital para cubrirlas.

Las tensas negociaciones, como las califica el FT, entre el
Gobierno y los bancos afectan también al nivel de
créditos que aquél espera que concedan los bancos y
que Darling quiere que sea "vinculante, específico y
cuantificable". Según algunos cálculos, los
compromisos de nuevos créditos de la banca podrían
oscilar entre 30 y 40.000 millones de libras (33.600 y 44.800
millones de euros).

– La CE anima a crear "bancos malos" para restaurar la
confianza en el sector financiero (La Vanguardia –
25/2/09)

La Comisión Europea animó a los Veintisiete a
liberar a los bancos de los activos dañados y, aunque
subrayó que cada país debe elegir el método que
más le convenga, estimó que la creación de
"bancos malos" puede ser una solución efectiva para
restaurar la confianza financiera.

"Sin un sistema financiero sólido el crédito a
la economía real seguirá reduciéndose y la
recuperación económica será más
difícil", advirtió el responsable europeo de
Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín
Almunia.

El ejecutivo de la UE sabe que cualquier mecanismo para
aliviar a las entidades del peso de los activos dañados
-en su mayoría, productos
estructurados y créditos dudosos, que no son
líquidos porque no hay comprador que los quiera- implica
la concesión de ayudas públicas y la
distorsión de la competencia.

Por eso y para evitar que los Estados miembros empiecen a
adoptar medidas sin coordinar, Bruselas presentó hoy unos
principios comunes que regularán esas intervenciones y
reducirán los daños a la competencia, en especial a
las entidades que no requieren ayuda.

Entre las opciones disponibles destaca la segregación
de los activos problemáticos en un "banco malo" -bien para
cada entidad o para el conjunto de las entidades con problemas de
un país-, cuyas pérdidas serían compartidas
por el Estado y cada banco.

El Gobierno podría ir todavía más
allá y crear una entidad nueva, que adquiriría los
activos dañados permitiendo a los bancos retomar su
actividad sin esa carga. Bruselas señala que puede ser
necesaria la nacionalización previa de las entidades en
peor situación, para luego proceder a la separación
de activos sanos y dañados.

Otra alternativa es que el Gobierno asegure a los bancos
contra las pérdidas asociadas a los activos
dañados, aunque la Comisión incide en que esta
vía es más complicada, por la dificultad de
asegurar activos heterogéneos y muy repartidos, y puede
ser menos efectiva que la separación total de los activos
problemáticos.

El ejecutivo de la UE no quiso hoy hacer una estimación
del peso de los activos dañados en los bancos europeos,
pero recalcó que suponen un problema grave y
advirtió de que esta nueva fase de asistencia al sector
puede tener un coste muy elevado.

Como primer requisito para poner en marcha cualquiera de estos
mecanismos, Bruselas dejó hoy claro que las entidades
financieras deben informar con claridad del peso en sus balances
de los activos dañados -que les van a generar
pérdidas, debido a su fuerte devaluación-.

Sobre el tipo de activos que pueden incluirse en estos
programas, la Comisión apuntó que los países
pueden limitarse a los denominados "tóxicos" (bonos
asociados a las hipotecas "subprime" y otros productos
estructurados que están en la raíz de la crisis
financiera), aunque aconsejó un enfoque más
flexible, adaptado a la situación de cada país y
entidad.

Los gobiernos tendrán que notificar a Bruselas los
esquemas que pongan en marcha, y también las operaciones
individuales sobre cada entidad, que deberán ir
acompañadas de un plan de reestructuración o
viabilidad. El ejecutivo comunitario propone que los
países den a los bancos un plazo máximo de seis
meses para acogerse a las ayudas, para incentivarles a aclarar su
situación con rapidez y contribuir a la normalización del sector.

Sea cual sea la solución escogida, habrá que
garantizar que las entidades cargan con una parte importante de
los costes, igual que se está haciendo con las operaciones
de recapitalización y los avales bancarios -que las
entidades deben devolver a precios de mercado-.

Además, la obtención de asistencia
pública implicará obligaciones
para las entidades, que no podrán usar la ayuda para
expandirse y tendrán que comprometerse a retomar la
concesión de créditos.

Podrán incluirse, asimismo, limitaciones a la distribución de dividendos y en la
remuneración de los directivos. En cuanto a la evaluación
de los activos, el Ejecutivo de la UE se inclina por
contabilizarlos en función de su valor actual de mercado,
que en algunos casos puede ser nulo, aunque admite que, para que
el sistema sea efectivo, habrá que fijar un precio por
encima, a partir del análisis de expertos independientes y
con la ayuda de los supervisores.

– Qué debería decir Obama a los líderes
del G-20 (Expansión – 25/2/09)

(Por Martin Wolf)

La cumbre de Londres de 1933 marcó el
momento del colapso de los esfuerzos cooperativos para gestionar
la Gran Depresión.
La cumbre del Grupo de los 20 países, en la misma ciudad,
el 2 de abril, debe arrojar un resultado bastante distinto.

Puede parecer una tarea sencilla. No lo es. El habitual
comunicado plagado de tópicos sería una
catástrofe.

El mundo necesita un cambio en el que pueda creer. Sólo
Barack Obama, el presidente de EEUU, puede proporcionar el
deseado liderazgo: su
reputación está intacta, es popular y es el
líder del país que, para bien o para mal, sigue
siendo esencial.

Esta es la oportunidad de Obama, mientras los "sherpas" del
G-20 preparan el borrador del texto. Debe
escribir con urgencia a sus homólogos de otros
países. Algo así sería perfecto:

"Compañeros líderes, Franklin Delano Roosevelt
abandonó su cumbre de Londres. Quiero que hagamos nuestro
el momento en el que diseñemos nuestra propia
salvación. Resolvamos legar prosperidad a la posteridad,
no un colapso de la economía global que heredamos".

"Permitid que diga algo importante: sí, EEUU lo
echó todo a perder. Creímos que los sabíamos
todo sobre las sofisticadas finanzas modernas. Nos equivocamos.
En nombre de mi país, pido perdón. Pero este
desastre no sucedió bajo mi mandato. Así que,
dejemos a un lado "quién fue el culpable". Debemos
aprender la lección y mirar hacia adelante, no al
pasado".

"Nos encontramos en una situación desesperada. En el
cuarto trimestre del año pasado, el producto interior
bruto se contrajo a un ritmo anual del 20,8% en Corea del Sur,
del 12,7% en Japón, del 8,7% en Alemania, del 5,9% en
Reino Unido y del 3,8% en EEUU. Incluso la economía
china se estancó. La industria se ha visto golpeada
con especial dureza: las últimas caídas anuales de
la producción industrial alcanzaron el 21% en
Japón, el 19% en Corea del Sur, el 12% en Alemania, el 10%
en EEUU y el 9% en Reino Unido. En pocas palabras, el mundo
está inmerso en una profunda recesión".

"El Instituto de Finanzas
Internacionales de Washington también prevé un
colapso de los flujos netos de capital privado hacia los
países emergentes, desde 929.000 millones de
dólares (728.650 millones de euros) en 2007 a sólo
165.000 millones de dólares este año. Se
prevé que los flujos crediticios se contraigan en 30.000
millones de dólares. El Fondo Monetario Internacional
también prevé para este año un descenso en
el volumen mundial de comercio".

"Tras todo esto está un colapso del valor del papel y
del crédito. Es posible que hayan sido los derrochadores
países deficitarios los responsables de la creación
de estos virus. No son los
más vulnerables a ellos".

"Así que, ¿qué debemos hacer ahora?"

"Primero, debemos fijar las prioridades. Observo con
consternación la obsesión de los europeos con la
regulación de los hedge fund y los paraísos
fiscales. ¿Fueron ellos los que causaron esta crisis? No.
Los europeos también piden que se regulen todos los
mercados, productos y participantes, sin excepción. Esto
es como pedir que se estudie el radar mientras se hunde el
Titanic. ¿Se dan cuenta de que los bancos importantes para
el sistema, y que se sitúan en el corazón de esta
crisis, son las instituciones más reguladas que poseemos?
No nos desviemos de las actuales prioridades".

"Segundo, la principal prioridad es poner freno a la caída
libre de la demanda. No
hay nadie que pueda pensar ya que este problema le atañe a
otros. He actuado y, si es necesario, lo haré de nuevo.
Vosotros también debéis hacerlo, dentro de vuestras
propias limitaciones. Los países excedentarios son los que
disponen de un mayor margen de maniobra. China está
mostrando el camino. Dejemos que Alemania y Japón sigan el
ejemplo. Todos necesitamos objetivos
temporales para el crecimiento de la demanda, y controlados por
el FMI".

"Tercero, tenemos que reparar nuestro sistema financiero.
Disto de estar conforme con lo que mi administración ha logrado. Pero
aprenderemos. También vosotros debéis hacerlo. Los
activos tóxicos no son ya una pila de hipotecas
estadounidenses subprime titulizadas. Si no actuamos, nos vamos a
encontrar con deuda incobrable por todas partes. Tenemos que
ponernos de acuerdo sobre enfoques comunes para recapitalizar los
sistemas financieros y restaurar el crédito, y evitar
así costosas propagaciones de unos a otros".

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14
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