Exploración de los pares craneales del I al VI: Integración de la Morfofisiología a la Clínica
- Resumen
Nervio olfatorio
Nervio óptico
Nervios motor ocular común, patético (troclear) y
motor ocular externo (abducens)
Nervio trigémino
Conclusión
Referencias bibliográficas
Resumen
Se realizó una revisión
bibliográfica sobre la exploración de los pares
craneales del I al VI y su integración de la morfofisiología a
la clínica, a partir de la búsqueda de la información científica disponible en
la literatura
médica básica y complementaria así como en
los diferentes sitios de internet relacionados con
esta temática ; teniendo como objetivo
primordial la descripción de las técnicas
utilizadas , las características de los diferentes
elementos explorados en el examen físico así como
el registro de
cada uno de los datos recogidos
durante la exploración.
Palabras Claves: pares craneales del I al VI,
morfofisiología, Clínica.
Introducción
Los nervios craneales comúnmente denominados
pares craneales, clásicamente se han considerado
constituidos por doce pares de troncos nerviosos, que tienen sus
orígenes aparentes en la superficie encefálica y,
luego de trayectos más o menos largos en el interior de la
cavidad craneana abandonan esta por orificios situados en la base
craneana para alcanzar sus áreas de
inervación.(1)
El examen de los pares craneales es esencial en el
estudio del sistema nervioso.
La localización adecuada de las lesiones que afectan los
nervios craneales requieren: habilidad en el examen y conocimiento
de la neuroanatomía del tallo cerebral y de los nervios
craneales. (1)
Aunque estos pares reciben nombres particulares, existe
la tendencia a designarlos por números romanos que se
asignan atendiendo al orden cefalocaudal de implantación
encefálica de los mismos. Excepto el I par u olfatorio y
el II par u óptico (que no son verdaderos nervios, sino
prolongaciones del encéfalo, aunque se les siga
considerando entre los pares craneales), a los que
añadimos una parte del XI par o accesorio que se desprende
de la médula cervical alta, todos los pares craneales
restantes tienen su origen aparente a lo largo del tronco
encefálico. (1)
El origen aparente de un nervio craneal es aquella
área de la superficie encefálica en que se implanta
o fija dicho nervio. Las fibras motoras de los nervios craneales
tienen su origen real en acumulaciones de neuronas (masas de
sustancia gris que forman los núcleos motores) situadas
profundamente en el encéfalo, de las cuales parten los
axones que, formando sus nervios respectivos, conducen impulsos
nerviosos hacia los efectores (músculos o glándulas).
(1).
Atendiendo a si estos nervios contienen fibras
aferentes, fibras motoras o de ambos tipos, los nervios craneales
pueden ser sensitivos motores o mixtos, respectivamente. Los
nervios sensitivos tendrán ganglios craneales aferentes y
núcleos sensitivos; los nervios motores presentarán
solo núcleos motores y los nervios mixtos tendrán
ganglios craneales aferentes y núcleos sensitivos y
motores. Tanto los pares aferentes como los eferentes pueden ser
somáticos o viscerales, teniendo en cuenta su destino. Las
fibras viscerales pueden a su vez, pertenecer al sistema
simpático o al parasimpático. (1)
De acuerdo con estas consideraciones, los pares
craneales se clasifican en: (1)
1. Pares sensitivos o aferentes. El olfatorio (I par),
el óptico (II par) y el vestibulococlear o
estatoacústico (VIII par). Recordemos que los pares I y II
no son, verdaderos
Nervios, de aquí que sus características
se aparten de las consideraciones generales que estamos
exponiendo.
2. Pares motores o eferentes. El motor ocular
común u oculomotor (III par), el patético o
troclear (IV par), el motor ocular externo, abductor o abducens
(VI par), el espinal o accesorio (XI par) y el hipogloso (XII
par).
3. Pares mixtos. El trigémino (V par), el facial
(VII par), el glosofaríngeo (IX par) y el vago o
neumogástrico (X par).
Los núcleos de los pares craneales, en general,
se encuentran situados tanto más alto en el neuroeje
cuanto más bajo es el número de orden que le
corresponde al par craneal que consideramos. Así, por
ejemplo, los núcleos correspondientes al III y IV pares
están en los pedúnculos cerebrales
(mesencéfalo), los de los V y VII pares en la
protuberancia o puente y en la médula oblongada o bulbo
raquídeo, en tanto que los de los VI y VIII pares son
únicamente protuberanciales o pontinos; en fin, los de los
IX, X, XI y XII pares están situados en la médula
oblongada.(1)
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