Introducción
El uso de remedios de origen vegetal se remonta a la
época prehistórica, y es una de las formas
más extendidas de medicina
presentes en virtualmente todas las culturas conocidas. La
industria
farmacéutica actual se ha basado en los conocimientos
tradicionales para la síntesis y
elaboración de fármacos, y el proceso de
verificación científica de estas tradiciones
continúa hoy en día, con el descubrimiento
constante de nuevas aplicaciones. Muchos de los fármacos
empleados hoy en día- como el opio, la quinina, la
aspirina o la digital- replican sintéticamente o
aíslan los principios
activos de
remedios vegetales tradicionales. Su origen persiste en las
etimologías como el ácido salicílico,
así llamado por extraerse de la corteza del Sauce (Salix
ssp.) o la Digital de la planta del mismo nombre.
En la antigua Grecia se
conocían las plantas y el
valor
terapéutico o tóxico de algunas de ellas, y eran
muchos los jardines o huertos en los que se cultivaron
determinadas especies medicinales. Aquí se destacan
figuras que contribuyen de forma especial a la medicina botánica tales como: Hipócrates
(460-377a.n.e.) llamado el "Padre de la Medicina" y Aristóteles (384-287a.n.e.) que
asignó a cada planta las propiedades y virtudes entonces
conocidas.
En el año 2001, un grupo de
arqueólogos descubrió restos de la
civilización del Valle del Indo, en Mehrgarh
(Paquistán), aproximadamente del año 3300 a. C. En
ellos se encontraron indicios de conocimientos de Medicina y de
Odontología que avalan, dentro de la civilización
hindú, la Ayurveda (la ciencia de
vivir) como principio de sanación. Considerado como un
sistema
védico de medicina nacido hace 3000 años, reconoce
la salud como la
armonía entre cuerpo, mente y espíritu. Los dos
textos más famosos de este sistema pertenecen a las
escuelas de Characa y Sushruta. Según la Characa, ni la
salud ni la enfermedad están predeterminadas, y la vida
puede ser alargada con algo de esfuerzo. Por otra parte, la
Sushruta entiende la medicina como el sistema de librar de
enfermedades a
quienes las padecen, de proteger la salud y alegrar la vida.
Además del aprendizaje de
ocho disciplinas, la Ayurveda exigía del conocimiento
de diez artes indispensables para la preparación y
aplicación de las medicinas, a saber: destilación, habilidades operativas,
cocina, horticultura, metalurgia,
manufactura
del azúcar,
farmacia, análisis y separación de minerales,
composición de metales y
preparación de álcalis. Las enseñanzas de
determinadas materias se realizaban durante la instrucción
de las materias clínicas más
importantes.
En el continente americano la práctica de la
medicina tiene su mayor expresión a través del
Chamanismo. Muchos chamanes tienen experiencia en el uso de
plantas de su zona, y prescriben un régimen herbario como
tratamiento. En muchos lugares, aseguran aprender directamente de
las plantas, y ser capaces de comprender sus efectos y
características curativas solamente después de
obtener el permiso de su espíritu- patrón. En
Suramérica, se convoca a los espíritus individuales
al cantar los llamados ícaros; antes de que cada
espíritu pueda ser convocado, debe enseñar el
chaman su canción. Es corriente el uso de objetos
totémicos, como ciertas rocas, los cuales
son necesarios para obtener poderes especiales y un
espíritu guía según la tradición.
Tales prácticas son probablemente muy antiguas; cerca del
368 a. C.
Las culturas precolombinas de América, ofrecen además a Europa un rico
legado y muchas de las especies utilizadas como medicinales por
los indígenas americanos, constituyen verdaderas
revelaciones para los colonizadores europeos.
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