Variada e indescriptible, así es la cocina
asiática. Dentro de toda la diversidad de las diferentes
regiones del continente asiático existen elementos comunes
que la identifica. La cocina asiática es colorista,
aromática y fresca.
En ella se emplean muchas especies que permiten
puntualizar sabores. Los métodos de
cocción más habituales suelen ser el saltear, el
hervir al vapor, y el freír.
Tras este tipo de cocina tan puesta de moda
últimamente, se esconde una tradición milenaria.
Una de las razones del porqué de esta tendencia en la
cocina-fusión,
se debe a que los especialistas en nutrición
están empezando a recomendar los ingredientes
básicos que este tipo de cocina utiliza y su sabor
intenso. No es coincidencia de que el plato más demandado
es el rollito primavera, una mezcla de ingredientes perfecta. Una
mezcla que se está imponiendo en los raviolis al vapor
rellenos de diferentes maneras y aderezados con una ligera, dulce
y deliciosa salsa de ostras. Unos ingredientes delicados que
aromatizan y exaltan los platos cocinados en el wok. Saltear es
rápido y los alimentos
mantienen su vivo color al cocerse
en poco tiempo.
El explosivo éxito
de la cocina asiática continúa en auge, y ya
podemos obtener sus principales ingredientes en cualquier
supermercado. A continuación vamos a descubrir brevemente
algunas de estas maravillas con las que los mejores chefs
asiáticos deleitan nuestros delicados paladares
europeos.
BROTES DE BAMBÚ. Parecidos a los
espárragos. Los brotes jóvenes de bambú
deben cocerse para ser consumidos, eliminando así su
amargor.
VAINAS DE TAMARINDO. Estas vainas poseen en su
interior unas semillas ácidas que se utilizan para
condimentar.
COCO. De él se utiliza la pulpa mezclada
con agua y otros
ingredientes. Su aroma y su consistencia espesa son utilizados
para suavizar el picante.
COL CHINA PAK
CHOI. De semblanza a la acelga europea. Posee un agradable
sabor tanto crudo como rehogado.
SALSA DE SOJA. Debemos tener en cuenta que no
todas son iguales. Existe una salsa oscura que cuenta con un
sabor más fuerte, mientras que si nos decantamos por la
más clara disfrutaremos de un sabor más
suave.
ALGAS. Son utilizadas en la comida oriental
como complemento. Existen diferentes tipos: Iziki, Kombu,
Agar-Agar, Nori. Todas ellas las puedes encontrar en los
supermercados orientales.
SETAS SHIITAKE. Setas desecadas de intenso
sabor. Utilizadas para complementar infinidad de platos por el
realce del sabor que añade a los ingredientes.
Pro y contras de la
cocina Asiática
La dieta oriental o asiática abarca la cocina
china, japonesa, india, y la
tailandesa, y aunque todas poseen su propia marca comparten
varias características.
En este tipo de cocina se destaca en general por la
fuerte base vegetal y la poca grasa y por eso en los
últimos años, en Occidente ha tomado auge, en una
búsqueda por comer más sano y aumentar la calidad de
vida.
Las legumbres, el arroz, poca carne, poco dulce y muchas
verduras son la clave en esta dieta oriental, aunque como
decíamos, cada una tiene sus rasgos propios, como el sushi
fundamental en la cocina japonesa, o el té verde y los
mariscos, en la comida cantonesa clásica de China, o los
granos y las especias en la India.
Este tipo de dieta tiene muchas ventajas como sabemos,
no en balde los países orientales tienen la mayor
esperanza de vida, y su índice de salud es muy alto. No
obstante, como todo en la vida también tiene varios
inconvenientes que es recomendable conocer para saber qué
no exponemos si optamos por este tipo de alimentación.
Así, es necesario mencionar que por ejemplo, si
bien la cocina oriental es baja en grasas, esto
no necesariamente se cumple en los países occidentales,
pues en nuestros restaurantes a veces se ignora o se pasa por
alto que en Oriente, la grasa es poco utilizada, y entonces
aunque estés comiendo sushi podría estar cocinado
con alto nivel de grasa y con alimentos de poca calidad, ya que
si bien los asiáticos ponen especial cuidado en la
procedencia y calidad de los alimentos que cocinan, esto no
sucede en Occidente con la frecuencia deseable.
De igual forma, es común que para aumentar el
sabor de las comidas, las recetas orientales incluyan un alto
contenido de sal, lo que ya sabemos no es muy recomendable para
las arterias, el corazón, y
la circulación. Los ingredientes utilizados son
difíciles de conseguir en Occidente, por lo que es
necesario sustituirlos con otros alimentos que no
producirán el mismo efecto beneficioso.
A veces, en ciertos países de Oriente, se consume
una alta cantidad de proteína animal que no tiene tan
buenos efectos en la salud y a la que se le adjudica permitir el
desarrollo de
células
cancerígenas, y además muchas de las
grasas utilizadas no son las recomendadas, como el aceite de
coco, la mantequilla desleída o aceites vegetales
refinados.
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