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¿Qué es ser latino americano? (página 2)




Enviado por Eduard Pe�a



Partes: 1, 2, 3

Barbados: su jefe de estado es la
reina Isabel quien delega su primer ministro owen seymaour Arthur
su idioma oficial es el ingles y su moneda El dólar de
Barbados, símbolo "$" o "Bds$", es la moneda nacional de
Barbados. Su código
ISO 4217 es
"BBD´´.

Cuba: La República de Cuba es un
país asentado en un
archipiélago del mar
de las Antillas, también conocido como mar
Caribe. Su isla principal, conocida como Isla de
Cuba, es la más grande de las Antillas Mayores.
También forman parte del archipiélago la
Isla
de la Juventud (antiguamente llamada Isla de
Pinos) y una multitud de cayos o pequeñas islas
que rodean a las antes mencionadas, entre estos cayos destacan:
Cayo Coco, Cayo Guillermo, Cayo Largo del Sur, Cayo Jutía,
entre otros. Al norte se encuentran
Estados Unidos y
Bahamas, al oeste México, al sur las Islas
Caimán y Jamaica y al sudeste la isla La
Española su presidente Raúl castro La moneda
oficial del país es el peso cubano. De esta
denominación existen billetes de 1 peso, 5 pesos, 10
pesos, 20 pesos y 50 pesos,

Dominica: la Mancomunidad de Dominica es una isla y un Estado
del Mar Caribe, específicamente entre los territorios
franceses de ultramar de Guadalupe al norte y Martinica al sur;
pertenece a la Mancomunidad Británica de Naciones. No debe
ser confundida con la República
Dominicana, otra nación
caribeña, Nicholas Liverpooly su moneda oficial es el
dólar de Caribe Oriental

Granada: a veces referida en español
como Grenada, su nombre inglés,
para diferenciarse de otras regiones de igual
denominación, es una isla país en el mar Caribe que
incluye a las Granadinas del sur. Es el segundo país
independiente más pequeño del hemisferio occidental
(después de San Cristóbal y Nieves). Se encuentra
en la zona sureste del mar Caribe, al norte de Trinidad y Tobago,
al Nordeste de Venezuela y al
sur de San Vicente y las Granadinas. Su moneda oficial es el
dólar

Haití: La
República de Haiti o Haití', es un país
del Caribe, en la parte occidental de la isla La Española,
limitando, al este, con la República Dominicana. Su
área total es de 27.750 km² y su capital es
Puerto Príncipe. Haití es una antigua colonia
francesa, fue el segundo país americano en declarar su
independencia,
en 1804, le antecede Estados
Unidos.

Haití es recordada en los anales de la Historia de la Humanidad por
ser el primer caso en que los esclavizados abolieron el sistema
esclavista de forma autónoma y perdurable en el tiempo,
sentando un precedente definitivo para el fin de la esclavitud en el
Mundo. Moneda oficial: La Gourde. El término proviene del
afrancesamiento de la palabra española "gordo" con la que
se denominaba al peso, el presidente de este país es el
señor David preval.

Islas Vírgenes: es un Territorio Británico de
Ultramar localizado en el canal de Francis Drake, al este de
Puerto Rico, en
aguas del Mar Caribe.

El archipiélago está constituido por unas
cuarenta islas, de las cuales once están habitadas. Las
más grandes son Tórtola, Virgen Gorda, su idioma
oficial es el ingles y el jefe de estado es la reina Isabel de
Inglaterra quien
designa la autoridad
local y su moneda oficial es el dólar

Jamaica: es una isla y país de las Grandes Antillas, de
240 km de largo y un máximo de 80 km de ancho, situado en
el mar Caribe. Está a 630 km del continente
centroamericano, a 150 km al sur de Cuba y a 180 km al oeste de
la isla de La Española, en la que están
Haití y la República Dominicana. La Constitución jamaicana, promulgada en 1962,
establece un sistema de gobierno
parlamentario, según el modelo del
Reino Unido. El primer ministro es el jefe del gobierno. El
monarca británico es el jefe del Estado y está
representado por un gobernador general, que se nombra
según el consejo del primer ministro y su moneda locales
el dólar.

Martinica: La isla de la Martinica es un departamento de
ultramar francés ubicado al norte de Santa Lucía,
en aguas del Mar Caribe (como tal, constituye una región
ultraperiférica de la Unión
Europea). Esta isla pertenece al grupo de las
llamadas Antillas Menores y dentro de éste pertenece al
grupo de las llamadas Islas de Barlovento. Es montañosa y
de origen volcánico la Moneda El euro se introdujo en
enero de 2002 como la moneda oficial, el Jefe de Gobierno: Claude
Lise (desde 1992), electo por el Partido Progresista
Martiniqués (PPM).

Puerto Rico: oficialmente Estado Libre Asociado de Puerto
Rico, es un territorio no incorporado de los Estados Unidos con
estatus de autogobierno, situado al noreste del Caribe, al este
de la República Dominicana y al oeste de las Islas
Vírgenes. Su costa oeste se sitúa, además, a
aproximadamente 2.000 kilómetros (1.280 millas) de la
costa de Florida, la más cercana del continente. El
archipiélago de Puerto Rico incluye la isla principal de
Puerto Rico, la más pequeña de las Antillas
Mayores, y un número de islas y cayos más
pequeñas, de las cuales las más grandes son: Mona,
Vieques y Culebra.

Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses
desde 1917, cuando el Congreso de Estados Unidos aprobó la
Ley Jones[1].
Aunque su relación con Estados Unidos es similar a la de
un estado de la Unión[1] y se le permitió la
redacción de una constitución para
el manejo de asuntos internos, está sujeto a los poderes
plenos del Congreso estadounidense mediante la Cláusula
Territorial. Esto significa que los poderes existentes en las
islas, al no gozar de protección en la constitución
estadounidense, son revocables. Su idioma oficial es el
español y su moneda.

República Dominicana: Es un país que ocupa algo
más de los dos tercios orientales de la isla de Santo
Domingo, en el Archipiélago de las Antillas. Esta isla
también tuvo antiguamente los nombres de La Hispaniola, La
Española y Quisqueya. Limita al norte con el Océano
Atlántico, al sur con el Mar Caribe o Mar de las Antillas,
al este con el Canal de la Mona, que la separa de Puerto Rico, y
al oeste con la República de Haití. Tiene una
superficie territorial de 48.442 km² y una población de más de nueve millones
de habitantes. La sede del gobierno y capital del país es
Domingo. su idioma oficial es el español y su presidente
es Leonel Fernández. El Peso es la Moneda Oficial de la
República Dominicana

San Cristóbal y Nieves: San Cristóbal y Nieves
(en inglés Saint Kitts and Nevis) son dos islas unidas en
la Federación de San Cristóbal y Nieves que forman
un país del norte antillano, en concreto de
las Islas de Barlovento. Cristóbal Colón
descubrió estas islas en su segundo viaje a América, llamando a la mayor San
Cristóbal en honor al legendario mártir y Nieves a
la segunda por el ampo de su cumbre (causado en realidad por las
nubes). Es el país más pequeño del
continente americano, tanto en tamaño como en
población. Inglés – Moneda: Dólar

San Vicente y las Granadinas: es un país isleño
situado al norte de Venezuela y de la isla de Granada, en la
cadena de las Antillas Menores del Mar Caribe. Su territorio de
389 km² comprende la isla principal de San Vicente y las dos
terceras partes de las Granadinas del norte. El país tiene
una historia colonial británica y ahora es parte de la
Mancomunidad Británica de Naciones y de la CARICOM. La
moneda oficiales el dólar y el idioma el inglés el
jefe de gobierno es la reina Isabel de Inglaterra

Santa Lucía: es un pequeño país ubicado
al norte de San Vicente y las Granadinas y al sur de la isla de
la Martinica, en el mar Caribe. Es miembro de la Comunidad del
Caribe, de la
Organización de Estados Americanos y de la
Mancomunidad Británica de Naciones. Santa Lucía es
una de las Islas de Barlovento, el nombre de Santa Lucía
de Siracusa la moneda oficial es el dólar y el jefe de
gobierno la monarquía de Inglaterra.

Trinidad y Tobago: es un estado independiente ubicado en el
sur del mar Caribe, sobre la plataforma continental de la costa
oriental de Venezuela. Consiste en dos islas principales, la isla
Trinidad -la mayor y más poblada-, la isla Tobago, de
mucho menor tamaño y población, además de
varias islas más pequeñas El presidente George
Maxwell y su idioma es el inglés su moneda el
dólar.

Cultura pre hispana:

LOS INCAS: fueron
una cultura andina
que partiendo como una etnia
organizada en un curacazgo cusqueño hacia el siglo XII
logró desarrollar una importante civilización que
controló
casi por completo el sur de la América
prehispánica, pues la influencia inca llegó a
articular totalmente los actuales territorios del Perú,
Bolivia y
Ecuador,
además del norte de Chile, el noroeste de la Argentina, y
la zona sur de Colombia.

Desde la ciudad sagrada del Cuzco, los incas consolidaron un
estado que, por su extraordinaria capacidad organizadora,
logró sintetizar y difundir los múltiples
conocimientos artísticos, científicos y
tecnológicos de sus antecesores. Basados en un concepto de
expansión del estado, el Tahuantinsuyo (Imperio Inca)
recogió aquellos conocimientos y los potenció.

Tras la conquista de
Francisco Pizarro durante la década comprendida entre 1530
y 1540, el total sometimiento de la población articulada
por el Tahuantinsuyo demoró hasta 1572, debido a la
resistencia que
organizaron los incas desde Vilcabamba. Actualmente, algunas
costumbres y tradiciones de la desaparecida civilización
inca prevalecen en etnias andinas como los quechuas y
aymaras.

Expansión del
imperio Inca

Desde aproximadamente 1450 a 1530 dC, la costa occidental de
América del Sur prosperó bajo el Imperio Inca. A su
altura, se podía comparar a los incas con la antigua
sociedad
romana.

Los éxitos de los incas les ayudaron a dominar una zona
enorme de América del Sur. Construyeron caminos entre el
Reino de Quito (actual
República del Ecuador) hasta la frontera sur
de Argentina y Chile, creando un extenso sistema de comunicación. A lo largo de cada camino
había mensajeros o "chasquis" para llevar mensajes de un
lado al otro.

El gobierno era muy organizado y eficiente. Aunque los Inca no
tenían un sistema de escritura,
tenían un complejo método de
cuentas y
archivo
llamado quipu." El quipu era un sistema para grabar datos usando
cordones con nudos. Los nudos indicaban las unidades de diez y,
por ejemplo, un cordón amarillo significaba oro, uno
blanco plata y uno rojo soldados.

El comienzo de los Inca se basa principalmente en la mitología aunque son pocos los documentos
españoles en los que se menciona. Por ejemplo, una
teoría
cuenta que empezó con Manco Cápac y su esposa Mama
Ocllo, los cuales eran hijos del Sol, que venían a traer
cultura y tecnología a los
pueblos primitivos de las comarcas cercanas. Manco Cápac
fue el primer gobernador de los Inca, pero el término
"Inca" recién llego con su nieto Inca Roca.

La piedra fue muy importante en la historia de la
creación de los Inca. Dentro de la piedra vivía el
espíritu o poder que
tenía la capacidad de convertirse en hombre o
viceversa. Por esta razón los Inca adoraban las piedras y
apreciaban su propia sustancia en vez de lo que se podría
construir con piedras. Este respeto por la
piedra y sus poderes dio lugar a su dominio. La
superficie era tallada lisa y sin ángulos rectos para que
parecieran que estaban vivas. Este detallado se puede ver en
Machu Picchu, "La ciudad perdida de los Incas." Esta antigua
ciudad está situada encima de una montaña de 2.438
metros de altura sobre el nivel del mar, Por causa de su altura y
localización, los conquistadores españoles nunca
encontraron Machu Picchu.

Los Incas planificaron la ciudad del Cuzco con la forma de un
puma con Sacsayhuamán como su cabeza. En esta antigua
fortaleza del Cuzco uno podía encontrar armas, ropa, y
grandes cantidades de joyas, oro y plata.

Cultivaban en terrazas a lo largo de las montañas,
llamadas "Andenes". Desarrollaron un sistema de riego mediante el
cual cambiaban la ruta de los ríos para proveer canales
para las terrazas, esto a su vez le daba un control casi total a
las poblaciones costeras ya que eran grandes ingenieros
hidráulicos, llegando a cortar el suministro de agua si
así lo querían.

El tejido era otro arte con mucho
significado para los Inca. Usando diseños
geométricos y colores
brillantes como decoración, los tejidos
valían mucho. Además, el comercio se
basaba en el intercambio de tejidos. Una teoría
señala que estos símbolos geométricos bien pudieron
ser letras de algún alfabeto, descartando con esto de que
era una cultura sin escritura. La poca información que se tiene se debe
principalmente a los conquistadores, ya que estos en su
mentalidad medieval consideraron al arte Inca como
herejía, quemando hermosas obras textiles de gran formato
que colgaban de las paredes de los templos reales. Sin embargo,
según sus propios escritos algunas de ellas estaban tan
bellamente acabadas y eran comparables con las de los grandes
maestros de la época, que algunas fueron a parar a la
corte española.

Aunque el imperio Inca era grande y avanzado, floreció
sólo por un corto plazo. Empezando alrededor de 1450,
duró menos que un siglo. En 1532, Francisco Pizarro y sus
hombres llegaron de Panamá
durante una época de inquietud civil para los Incas, fue
después de dos viajes de
espionaje cuando se aventuraron a la conquista del llamado Reino
del Perú, para el cual habían secuestrado a dos
hombres de las costas norteñas del actual Perú para
que aprendieran el idioma español y así les
sirviera de traductor.

Aprovechando la debilidad de una cultura en guerra civil,
Pizarro atacó y mató a Atahualpa, significando el
fin del imperio Inca.

La cultura Inca era muy sofisticada pero la mayoría de
la información sobre ellos fue perdida durante la
época de la conquista.

Características

Eran un imperio muy extenso. Abarcaba los actuales territorios
de: Perú, Bolivia, gran parte de Ecuador, el noroeste de
Argentina y el norte de Chile.

Habitaban más de 10.000.000 personas

El imperio incaico y
sus atribuciones a la sociedad

El imperio incaico tuvo algunas invenciones y descubrió
cosas, al igual que adoptó técnicas
de uso y realización de labores.

Los caminos fueron una gran idea de parte de los incas pero
fue adoptada de culturas preincaicas.

Los tampus fueron una gran idea, esta tienda, cobraba a los
viajeros y le daba comida y ropa a los funcionarios del estado y
a los chasquis.

Los quipus fueron un sistema de contabilidad
muy útil para la cobranza de impuestos y eran
utilizados por los sabios (llamados quipu kamayoc).

El ayllu como municipio sirvió, a la cobranza de
impuestos, a la distribución de tierras y a ser una
sociedad y comunidad.

Los chasquis fueron muy buenos mensajeros que recorrían
grandes distancias corriendo.

Desarrollo Económico

Desarrollaron la agricultura en
las regiones montañosas gracias al método de
siembra escalonada o de terrazas de cultivo. De igual manera la
ganadería.
Ellos aplicaron el sistema de reciprocidad y complementariedad
económica en su imperio, o sea era un imperio
monárquico socialista.

El imperio inca fue viable económicamente gracias a la
profusión de caminos de las que hizo gala. En este aspecto
fue similar al imperio romano
posteriormente los españoles aprovecharon estas
vías para desarrollar su propio imperio haciendo del
Perú el virreinato más importante de América
del Sur emparejado en importancia con México en
el Norte o con el virreinato del Río de La Plata.

Por los caminos incas transitaban todo tipo de
mercancías desde pescado y conchas del pacifico hasta sal
y artesanías del interior. Para controlar el comercio en
un imperio que desde el sur de Colombia hasta Chile los incas
recurrieron a un ingenioso sistema de numeración con
cuerdas llamado quipu en las que hacían nudos y de esta
manera controlaban la contabilidad de sus mercancías.

la economía inca se basó en la producción agrícola mediante
técnicas avanzadas, como terrazas y sistemas de
riego. los incas cultivaron maíz,
yuca, papa, frijoles, algodón,tabaco, coca,
etc. las tierras eran propiedad
comunal y se trabajaban en forma colectiva.

Arquitectura

Machu Picchu

Los Incas desarrollaron un estilo altamente funcional de
arquitectura
pública que se distinguió principalmente por sus
técnicas avanzadas de ingeniería y de trabajo fino
de la piedra. El plano de sus ciudades estaba basado en un
sistema de avenidas que convergían en una plaza abierta
rodeada de edificios municipales y templos, también se
usaban ladrillos de adobe y paja en las regiones costeras, la
construcción de grandes monumentos tales
como la gran fortaleza de Sacsayhuamán cerca de Cuzco.

Religión

Inti (Dios
sol)

La religión del estado estaba basada en la
adoración del Sol (Inti). Los emperadores Incas eran
considerados como descendientes del dios Sol y eran adorados como
divinidades. El oro, símbolo del Sol, era muy explotado
para el uso de los dirigentes y miembros de la élite; no
como moneda de intercambio, sino principalmente con objetivos
decorativos y rituales. La religión dominaba toda la
estructura
política.
Desde el Templo del Sol en el centro de Cuzco, se podían
trazar líneas imaginarias en dirección de los lugares de culto de las
diferentes clases
sociales de la ciudad.

Las prácticas religiosas consistían en consultas
de oráculos, sacrificios como ofrenda, trances religiosos
y confesiones públicas. El ciclo anual de fiestas
religiosas estaba regulado por el calendario Inca, extremadamente
preciso, así como el año agrícola.

Básicamente la adoración al sol no es el punto
básico de la religión Andina, sino más bien
este era un símbolo de un Dios profundamente más
arraigado en la cosmovisión Andina. El Dios principal era
el Dios del agua, los Incas conocían bien el ciclo del
agua y veían al Sol como una fuerza motriz
representativa del Dios del Agua, mas no era este el principal,
si bien era llamado "taytaInti" o Padre Sol, su devoción
era más profunda hacia el Dios del Agua, el que da el
anima a todas la cosas, el creador del universo conocido
como Kon Tiqqi Wiracocha, aun así, este nombre se
encuentra en muchas de las culturas prehispánicas que
precedieron a la cultura Inca, que más que un imperio se
orienta a ser un estado confederado.

Azteca

En este tiempo la entidad política de mayor complejidad
fue el Imperio Azteca, cuyo origen histórico se remonta a
una coalición militar conocida como la Triple Alianza, que
vinculó a tres estados emergentes: los mexicas, cuya
ciudad capital fue México-Tenochtitlan, famosa urbe de su
época; los Acolhua con Texcoco como ciudad primordial,
considerada el centro cultural por excelencia; y Tlacopan, que
reunió a los sobrevivientes del antiguo
señorío que alguna vez dominó el valle de
México. Los aztecas
impusieron con astucia su jerarquía sobre sus aliados, y
extendieron su dominio hasta las costas del Océano
Pacífico y del Golfo de México. Adquirieron riqueza
y poder a partir de la imposición de un estricto sistema
de tributación, de tal manera que a la llegada de los
españoles en los inicios del siglo XVI, su capital era
considerada la urbe más importante y magnificente de su
época. La lengua
dominante entre los aliados fue el náhuatl, que se
convirtió en la "lingua franca" de gran parte de
Mesoamérica, utilizada para nombrar la geografía del
México antiguo, sustituyendo inclusive las voces de otros
ancestrales idiomas. En cuanto al otro estado indígena, el
Imperio Tarasco, conocido también como Purépecha,
cuya ciudad principal fue Tzintzuntzan, que al final de su
periodo histórico funcionó como su capital
política, impuso su dominio militar en una amplia zona que
comprendió el centro-norte y occidente de México.
El idioma de este pueblo era el Porhe o Tarasco, fundamentalmente
diferente al Náhuatl y que no se vincula con ninguna otra
lengua del México antiguo.

La expansión de los Aztecas coincidió con el
florecimiento de un estilo artístico de carácter internacional que vinculó a
pueblos que hablaban lenguas e
idiomas diferentes, Este lenguaje
artístico comunicó historias, deidades y ritos en
los que coincidieron ancestrales mitos y
tradiciones.

Ubicación Geográfica del Imperio
Azteca

El Imperio Azteca se estableció en el Valle de
México. Se ubico principalmente en los estados de
México, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Guerrero, la costa de
Chiapas,
Hidalgo, y parte de Guatemala. El
territorio que se conquistó no fue de un monótono
clima, sino
que el imperio abarcó climas tan variados como el clima
polar de alta montaña hasta los climas cálidos.
Hubo una gran variedad de ecosistemas
desde bosques de coníferas, mixtos, caducifolios hasta los
ecosistemas cálidos como lo son las selvas tropicales,
desiertos rocosos, selva caducifolia, manglares, bosque tropical,
entre otros ecosistemas que abarcó el Imperio Azteca.

Gobierno

El estado azteca era una teocracia
encabezada por el tlatoani, especia de monarca elegido por un
consejo integrado por representantes de los veinte grupos de
personas emparentadas o clanes en que se dividía la
sociedad azteca. Cuando el tlatoni, debía tomar decisiones
fundamentales, por ejemplo la declaración de la guerra,
deliberaba con algunos asesores. El más importante era el
cihuacóatl, quien colaboraba con él en el gobierno
y lo reemplazaba en caso de ausencias. En los niveles inferiores
había muchos funcionarios; entre ellos, los jueces
encargados de vigilar el cumplimiento de las normas y los
guardianes de los depósitos de armas.

Forma de gobierno

La forma de gobierno de los Aztecas, era en su
comparación europea una monarquía parlamentaria. El
Tlatoani era el supremo gobernante de los Aztecas y era elegido
por un consejo de nobles, los cuales escogían de la familia
gobernante a una persona con
capacidad guerrera para gobernarlos así los Aztecas
elegían a sus gobernantes. Además de ser el
gobernante se convertía en el supremo sacerdote liderando
no solo por los ejércitos y el gobierno, sino
también por la religión a ser como el papa en la
cristiandad.

Cultura y Artes

Arquitectura

Poco queda de la arquitectura azteca Sin embargo, nos podemos
dar una idea a través de los relatos de los cronistas.
Sahagún nos dice que el recinto sagrado estaba compuesto
por 78 edificios, y que la pirámide central tenía
dos templos en la parte superior, uno dedicado a Tláloc,
el otro a Huitzilopochtli. Podemos pensar que las casas de los
clanes pobres eran de adobe y bajareque, mientras que las casas
de los señores importantes eran espléndidas y
espaciosas: también construyeron templos en forma de
pirámide escalonada y que representaban cada una a un dios
(el del sol…)

Arquitectura religiosa

La arquitectura religiosa se desarrolla siguiendo las pautas
de la tradición mesoamericana, aunque existen aportaciones
importantes. El tipo de construcción más original
es el de los templos gemelos, con doble escalinata de acceso.
Aunque el mejor conocido es el de Tenayuca, a ese modelo
responden también los templos principales de Tlatelolco y
Tenochtitlan. Se trata de una representación dual de las
divinidades que existía en Mesoamérica desde
épocas remotas. La colocación de parejas de dioses,
como la de Huitzilopochtli–Tláloc del templo mayor
de Tenochtitlan, sobre una sola plataforma piramidal, hace que su
estructura sea alargada y presente una doble escalinata de
acceso. En este caso, las excavaciones realizadas por el doctor
Eduardo Matos Moctezuma pusieron de manifiesto una serie de hasta
siete periodos o reconstrucciones sucesivas entre 1375 y
1520.

Otro modelo arquitectónico relativamente frecuente es
la pirámide de planta circular que tradicionalmente se ha
atribuido a santuarios del dios Ehécatl, deidad del
viento, que en su aspecto de remolino o huracán
podría hacer lógica
esta forma. Las más conocidas son la de Calixtlahuaca y la
de la estación de metro de Pino Suárez. Otra
construcción muy característica de los aztecas es
un tipo de plataforma decorada con calaveras, que
constituían la base del tzompantli, estructura donde se
acumulaban los cráneos de los sacrificados. Sólo se
conserva un pequeño altar que se encuentra en el Museo
Nacional de Antropología de México y el
descubierto recientemente en las excavaciones del templo
mayor.

Entre los tipos arquitectónicos más comunes no
podemos dejar de mencionar los templos piramidales de planta
cuadrada o rectangular con una sola escalinata de acceso en la
parte frontal, delimitada por dos alfardas lisas. Muchas de las
pirámides de Tenochtitlan seguían este modelo.

Dos de las más extraordinarias creaciones
arquitectónicas de los aztecas fueron Tepoztlán y
Malinalco, ambas excavadas en la roca y terminadas con
construcciones de mampostería. El templo de
Tepoztlán es de planta rectangular y tiene dos salas: a la
primera se accede por una puerta dividida por dos pilastras,
mientras que en la del fondo hay un banco corrido
decorado con relieves que muy bien pudieran ser insignias
funerarias. El conjunto del templo descansa sobre una plataforma
piramidal con escalinatas limitadas por alfardas. Malinalco, por
su parte, es un conjunto irregular de construcciones templarias
excavadas en la roca madre, compuesto por seis unidades de las
que cuatro al menos presentan una forma circular. La estructura I
es la más elaborada del yacimiento y representa un
conjunto escultórico de una impresionante belleza. En
ambos caso nos encontramos ante un tipo de construcción
religiosa que tiene la función de
expresar el poder militar y religioso de los aztecas.

Mitología Azteca

La mitología Azteca es muy rica al igual que todas las
culturas del mundo. Pero lo que la destacan son sus sacrificios
que aterrorizarón a los conquistadores españoles,
pero esto se justifica pensando desde su punto de vista en el
cual, si estos no se hiciesen el mundo se acabaría.

Los Maya

La civilización maya habitó una vasta
región ubicada geográficamente en el territorio del
sur-sureste de México, específicamente en los cinco
estados de Campeche, Chiapas (lugar donde se ubica la ciudad
principal), Quintana Roo, Tabasco y Yucatán; y en los
territorios de América Central de los actuales Belice,
Guatemala, Honduras y El Salvador,
con una historia de aproximadamente 3.000 años.

Durante ese largo tiempo, en ese territorio se hablaron
cientos de dialectos que generan hoy cerca de 44 lenguas mayas diferentes.
Hablar de los "antiguos mayas" es referirse a la historia de una
de las culturas mesoamericanas precolombinas más
importantes, pues su legado científico y
astronómico es mundial. Contrariamente a la creencia
popular, la civilización maya nunca "desapareció".
Por lo menos, no por completo, pues sus descendientes aún
viven en la región y muchos de ellos hablan alguno de los
idiomas de la familia

Alimentación

El maíz fue la base de la alimentación de
los mayas.

La base de su alimentación fue el maíz (en maya
ixim) que les sirvió para hacer bebidas (como el atole),
usando su pasta (nixtamal, palabra azteca para una masa de
maíz hecha con cal) cocinaban alimentos como
los tamales y tortillas. En cuanto a los tamales, están
compuestos por una pasta de maíz que contiene una mezcla
de carne, vegetales o ambos. Todo lo anterior se envuelve dentro
de hojas de maíz u otra planta. Entre las técnicas
gastronómicas para cocinar los alimentos predominó
el pibil, que es el horneado bajo tierra.

Otros alimentos importantes fueron los derivados del cacao: de
su semilla se obtiene una pasta para elaborar una bebida
(chocolate o xocolatl en náhuatl) preparada con agua, pues
no había ganado que pudieran dar leche. No
acostumbraban beber agua sola, el agua se
mezclaba con derivados del maíz, frutas y otros
ingredientes.

El balché (bebida alcohólica fermentada) usado
en las ceremonias se elaboraba con la corteza del árbol
balché (Lonchocarpus violaceus), agua y miel. El sakab,
que era también ceremonial, se elaboraba con maíz y
se endulzaba con miel. De las variantes y diversas formas de
preparación de las bebidas del maíz encontramos el
origen del pozole, el atole y el pinole. Todas esas bebidas se
tomaban en jícaras y se transportaban en guajes o
calabazos (en maya chú).

Organización política

En el período Clásico (290 al 909 dC), los
gobernantes supremos recibían el título de K"inich
(Rostro solar), Ahaw Te" (señor Árbol), Ch"ul Ahaw
(Señor Sagrado) o Bakab (Sostenedor del Mundo). Otros
nobles emparentados con él se llamaban Ahaw
(Señor).

También había gobernantes de centros o ciudades
secundarios, quienes eran llamados Sahl (Sahalo"ob en plural) y
le rendían fidelidad al Ahaw Te".

Durante el clásico terminal (800 al
1000 d. C.) y posclásico temprano (909 al 1451
dc) hubo otra forma de gobierno en la península de
Yucatán: el Multepal o gobierno confederado, cuyas
ciudades hegemónicas fueron primero Chichén
Itzá y después Mayapán. En el Multepal no
hubo un solo gobernante, sino que el gobierno se ejecutaba por
medio de varias personas a la vez, quienes se consideraban
"hermanos". Cada uno de los integrantes del consejo de gobierno
(Multepal) recibía el título de Ah Tepal.

Después de la destrucción de Mayapán
(1451) la península de Yucatán se fragmentó
en 16 ó 17 provincias independientes llamadas Kuchkabal.
Cada Kuchkabal tenía su capital, donde residía el
Halach Wíinik ó Halach Uinik (Hombre verdadero),
quien tenía autoridad militar, judicial y política.
Cada Kuchkabal se dividía en Batabilo "ob (Batabil en
singular) que estaban regidas por funcionarios de alto rango.
Llamados Batabo "ob (Batab en singular). Los Batab le
rendían fidelidad al Halach Wíinik y a veces eran
sus familiares. A su vez, Batabil estaba dividido en varias
Kuchkteel o unidades residenciales. Esta unidad organizativa
residía en un pueblo y estaba dividido en familias
extensas. Sus líderes se reunían en un consejo para
solucionar los asuntos de gobierno y, según parece, el
Batab también formaba parte de ese consejo. Los consejos
de cada Batabil estaban integrados por los representantes de los
intereses de las familias: ah k" ulo "ub (ah k" ul en singular) y
los representantes nombrados por el Batab: ah kuch cabo "ob (ah
kuch kob en singular). Los kuchtabal de Hocaba y Calotmul no
tenían Batabes, sino que el segundo nivel de gobierno era
ejercido por los Holpop, funcionarios nombrados por las cabezas
familiares de las

Organización económica

Las semillas del cacao (Theobroma cacao) fueron utilizadas
como monedas por los mayas.

Siendo la agricultura una actividad central en la vida de los
mayas, se ha especulado mucho sobre las técnicas
agrícolas que utilizaban con más frecuencia en la
época prehispánica; si las de tipo extensivo, como
el sistema de roza-tumba-quema, o las de tipo intensivo, como el
riego y las terrazas. Hay evidencias de
que combinaban ambas técnicas con otras alternativas, como
la recolección, las huertas domésticas, los
camellones o campos levantados, la arboricultura, la caza y la
pesca. Es
importante recordar que fue principalmente la selva tropical el
tipo de ecosistema en
el que los mayas vivieron y del cual obtuvieron su alimento. Sin
embargo, las características del trópico
varían mucho y es posible que las diferencias en clima,
suelo y
vegetación determinaran la
explotación de los recursos
naturales y el tipo de sistema agrícola utilizado. Las
técnicas debieron, pues, adaptarse a la cantidad y
calidad de
la tierra
disponible, al tipo de cultivos y a diversos factores
socioeconómicos.

Comercio

El comercio fue indispensable para la economía, ya que
en el área geográfica maya proveía grandes
productos,
pero los limitaba de otros. Durante el clásico se
desarrollaron grandes mercados en las
urbes que se llamaban p'polom. Tras la reorganización
social de finales del postclásico no se desarrollaron los
tianguis. Entre los mayas, los comerciantes hacían largos
y exhaustivos recorridos para poder abastecer a pequeños
comerciantes quienes distribuían de casa en casa los
artículos exclusivos de ciertas zonas como el Jade, del
Valle del Motagua en Guatemala, la indipensable Obsidiana de las
fuentes del
altiplano de Guatemala como El Chayal e Ixtepeque, las
prestigiosas plumas del Quetzal, de los bosques nubosos de
Guatemala, algodón del noreste, las conchas y el pescado
de las costas. También la sal del norte, y de fuentes del
río Chixoy en Alta Verapaz, el cacao de Tabasco, Guatemala
y Honduras y el pedernal de la zona Puuc. El Arte también
se convirtió en un objeto apreciado entre los nobles, y
las Cerámicas Policromas de lugares como Chamá y
Nebaj en el altiplano de Guatemala se distinguieron por sus finas
obras que se han enconrado en muchos sitios distantes. Los
grandes comerciantes adquirían gran prestigio y fama entre
la nobleza maya y en algunas ocasiones eran reclutados como
espías del rey.

Organización social

La vida en los grandes centros urbanos del prehispánico
debía ser tan compleja como lo es en las modernas ciudades
de la actualidad. Lo que se sabe de los mayas nos hace pensar
así. En el artículo "Los mayas" de Howard LaFay se
puede leer que:

"Desapareció la imagen del hombre
maya como primitivo agricultor pacífico practicando ritos
religiosos esotéricos en la quietud de la selva. El
resultado es un pueblo guerrero lleno de vida, en numeroso
insospechado anteriormente, que usó técnicas
agrícolas muy avanzadas. Y al igual que los vikingos a
medio mundo de distancia, comerciaban e invadían con
brío".

La sociedad maya estaba organizada sobre la base de una
marcada estratificación social, a la cabeza de la cual se
encontraba la nobleza, los almenehoob ("los que tienen padres y
madres"). Este grupo privilegiado monopolizaba el poder y la
autoridad al ostentar los puestos políticos y religiosos.
El gobernante supremo de la provincia era, como ya vimos, el
Halach Uinik (o Halach Wíinik) en quien residía el
poder absoluto sobre los asuntos terrenales y espirituales. Se le
llamaba también Ahau; sus emblemas eran el escudo redondo
y el cetro en forma de figura antropomorfa con cabeza de
serpiente. El cargo de Halach Uinik era hereditario dentro de una
sola familia, y pasaba
del padre al hijo mayor.

El Halach Uinik era, al mismo tiempo, el Batab o jefe local de
la ciudad en la que vivía, y tenía bajo su mando al
resto de los bataboob o jefes locales de las poblaciones que
conformaban la provincia. Como jefe supremo, recibía
tributo, convocaba a los guerreros y formulaba la
política.

En la guerra cada Batab comandaba a sus soldados, pero
existía un comandante militar supremo llamado Nacom, que
desempeñaba el cargo durante tres años y
respondía directamente ante el Halach Uinik.

Después de los bataboob estaban los Ah Cuch Caboob,
quienes administraban los barrios en los que se encontraba
dividida la ciudad. Un cargo similar era el de los Ah Kuleloob,
delegados que acompañaban al Batab, sirviéndole de
ayudantes, portavoces y mensajero. Encontramos también a
los funcionarios encargados de las cuestiones sociales y
ceremoniales, llamados Popolna y Ah Holpop. Finalmente, la
categoría más baja de funcionarios era la de los
Tupiles, que hacían las veces de "alguaciles" o
policías, manteniendo el orden y vigilando el cumplimiento
de la ley.

El grupo de los sacerdotes, llamados genéricamente
ahkincob (singular: Ahkin), tenía la misma
categoría que los jefes o Bataboob. El "sacerdocio"
también era hereditario y privativo de unas cuantas
familias de la nobleza. El supremo sacerdote recibía el
nombre de Ahuacán, que significa "señor serpiente".
Sus actividades se relacionaban con el ritual, los sacrificios,
la adivinación, la astronomía, los cálculos
cronológicos, la escritura jeroglífica, la educación religiosa y
la
administración de los templos.

Caciques de Venezuela

Breve historia de los Aborígenes de
Venezuela

Nuestros aborígenes de la época del descubrimiento de
América era una población escasa y dispersa.
Estos grupos habitaban en las zonas montañosas, los Llanos
y Guayana. Los indígenas se organizaban en tribus
independientes unas de otras, sin mantener una unidad social ni
política, es decir, no poseían una uniformidad
cultural, por lo cual, algunas de estas tribus se dedicaban a la
pesca, a la caza y recolección de frutos, es decir, eran
nómadas; mientras otras obtenían su alimento
gracias a  la agricultura, ya que se habían
establecido en una zona determinada del país.

Familias Indígenas venezolanas

Se destacan básicamente tres familias entre los
aborígenes de Venezuela:

LOS ARAWACOS: se ubicaron en la región sur y
norte-occidental de nuestro país, en donde se destacan las
tribus de Baniba, Guaipunabis y Caberres en el sur (Guayana); los
Caquetíos desde las costas de Falcón hasta los
Llanos occidentales y por último, los Guajiros en la
península Guajira.

LOS CARIBES: este grupo ocupó la región
montañosa del norte del país, la cual comprende
desde el golfo de Paria hasta Yaracuy, así como los
alrededores del Lago de Maracaibo y parte de Guayana. Este fue el
último grupo que se estableció en Venezuela,
llegando presumiblemente por el sur y el oriente, arrastrando asi
a los Arawacos hacia el oeste. Las tribus que más se
detacaron fueron: Pariagotos, Chaimas, Cumanagotos, Palenques,
Píritus, Mariches, Tamanacos, Caracas, Teques,
Quiriquires, Ciparicotos, Bobures, Pemones y Motilones.

LOS TIMOTO-CUICAS: estas tribus se asentaron en el
región occidental del país, ocupando, a diferencia
de los Caribes y Arawacos, la región de los Andes
Merideños. Las más importantes fueron: Timotos,
Mucuchíes, Cuicas, Migures y Mucuñuques.

Cultura de los aborígenes venezolanos

Ante todo, es importante definir el término "Cultura".
Este término se refiere a todo lo que ha hecho el hombre
durante su existencia en la Tierra. Por eso, la cultura refleja
las obras provenientes de la inteligencia
del hombre para transformar y aprovechar lo que la naturaleza le
ofrece para satisfacer sus necesidades propias, de lo cual se
deriva el avance, el progreso y el desarrollo a
través del tiempo, gracias a los descubrimientos que va
realizando el hombre.

En la época de la Prehistoria, se
realizaron varios descubrimientos importantes para la
época, como fueron el lenguaje,
el empleo del
fuego, la fabricación del hacha de piedra, la
invención del arco y la flecha, el descubrimiento de la
agricultura, domesticación de animales,
creación de piezas artesanales, como la cerámica, entre otros. Estos fueron los
descubrimientos de los pueblos primitivos, originando cambios en
sus hábitos de vida, como la alimentación, las
costumbres e incluso la organización política y social.
Cuando un pueblo conoce mayor o menor número de estos
avances, podemos apreciar su nivel de cultura, es decir, de los
grados de desarrollo logrados. Por ejemplo, un pueblo que vive de
la caza, la pesca y recolección de frutas, tendrá
un nivel de cultura inferior comparado  con otro que
practica la agricultura.

Población indígena del siglo XV

Monografias.com

1.- Guajiros, Onotos, Motilones, Pemones.

2.- Bobures, Quiriquires, Timotes, Mucuchies,
Migures, Cuicas.

3.- Caquetios, Gayones, Ciparicotos, Jirajaras,
Cuibas.

4.- Guamonteyes, Betoyes, Otomacos, Yaruros,
Taparitas, Guahibos, Guamos, Achaguas, Chiricoas.

5.- Caracas, Mariches, Teques, Palenques,
Tamanacos.

6.- Guaiqueries, Cumanagotos, Píritus,
Pariagotos, Chaimas.

7.- Guaraunos, Guapaunos.

Manifiesto de
Cartagena

En este manifiesto, Bolívar
expone sus consideraciones sobre la situación actual de la
guerra de independencia, en especial las causas que llevaron al
fracaso la primera república.

Así, Bolívar destaca la adopción
de un gobierno que adoptó un sistema federal con sus
consecuencias fatales para los intereses de unificación de
la república; por otra parte la orientación que
tuvieron los magistrados para procurar el orden social quienes
consideraron que el mismo se conformaba y construía con la
promulgación de leyes. De manera
tal, que tuvimos filósofos por gobernantes y
filantropía por legislación, lo que
contribuyó a la disolución total de la primera
república.

Por ello, a cada conspiración y acto de corrupción y desobediencia sucedía
el perdón que no hacía más que mandar a
hacer el crimen, más aún cuando la república
se encontraba en construcción social y
política.

Contrarios a levantar tropas disciplinadas y fuertes, el
gobierno procuró la instalación de soldados y
demás burócratas que contrarios a defender los
intereses de una república que perseguía su
fortificación, contribuyeron al agotamiento del erario
público.

El sistema federal adoptado por el gobierno exacerbó el
caudillismo que
terminó dando como resultado la rivalidad entre las
provincias y ciudades de Venezuela, más aún cuando
la unificación de la patria se encontraba en
gestación.

Por otra parte, la adopción de una nueva y desconocida
moneda que pretendía mediar la relaciones comerciales
generó una gran incertidumbre que aún la
población no se encontraba en capacidad de comprender como
la expresión abstracta del valor de los
bienes y
servicios. De
manera tal que, la población percibía que con la
moneda se les estaba despojando del valor intrínseco
(valor de uso) que poseían los bienes y servicios,
aumentando así el descontento de la población ante
el nuevo sistema
político independiente de la corona
española.

Además de todo ello, lo que más debilitó
a la república fue el sistema federal que adoptó,
que siguiendo las máximas exageradas de los derechos del hombre
promovió la anarquía. Debido que a pesar de las
bondades del sistema federal, es el más inadecuado para
nuestros pueblos, dado su oposición a los intereses de
unificación de una república que recién
nacía.

En síntesis,
Bolívar resume las causas principales que dieron al traste
con la primera república expresando que en primer lugar
debe colocarse la constitución federal que era tan
contraria a los intereses de la república como favorable a
las intenciones de los enemigos. En segundo lugar, el
espíritu de repugnancia que se apoderó de nuestros
gobernantes. Tercero, la oposición de conformar un cuerpo
de soldados con cuya fuerza pudieran replegar los ataques de los
enemigos y por último, el terremoto que fue explotado por
el fanatismos de la iglesia
católica la cual lo utilizó para infundir miedos a
la población difundiendo la creencia de que el mismo era
la respuesta de dios ante los intentos de independencia de la
corona española

Discurso de
instalación de Congreso de Angostura

En este discurso
Bolívar dirige sus apreciaciones y sugerencias humildes a
los nuevos magistrados a quienes les transfiere el poder
político. Durante el mismo, Bolívar acepta y
reconoce que fuerzas irresistibles han dirigido tanto los
fracasos como los aciertos de sus actos por cual sería
injusto atribuírselos a él.

En este discurso, en Bolívar se evidencia la influencia
del pensamiento de
Aristóteles en su visión
política y social, por cuanto efectúa un conjunto
de apreciaciones sociológica, históricas y
antropológicas sobre la conformación de esta nueva
raza de hombres que constituyen las naciones americanas.
Así Bolívar, expone su visión situacional
que los gobiernos deben considerar al momento de decidir sus
formas e instituciones
políticas.

Los pueblos bolivarianos poseen características
étnicas y climáticas que los diferencian en su
carácter de otros pueblos, así como otras razones
históricas, invitando a los legisladores a que estas sean
tomadas en cuenta al construir la forma de gobierno que procure
la mayor suma de felicidad posible. "… no somos europeos,
no somos indios, sino una especie media entre los
aborígenes y españoles".

Así, quiere evidenciar que es inapropiado pretender
imponer sistemas políticos a pueblos que ni siquiera han
sido soberanos para instaurar su tiranía, la cual habiendo
quedado en manos de la colonia española, nos ha
imposibilitado el
conocimiento sobre el negocio y manejo de los asuntos
públicos. De manera tal que, mal podríamos
pretender que un pueblo en tales condiciones signadas
históricamente por la usurpación de sus más
básicos derechos, pudiera alcanzar la capacidad de
procurarse las instituciones y su instauración en las
mejores condiciones favorables para él. Así
Bolívar expresa que "…un pueblo ignorante es
instrumento ciego de su propia destrucción", aunado al
pensamiento de que "…un pueblo uncido al triple yugo de la
ignorancia, de la tiranía, y del vicio, no ha podido
adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud".

Por último, en este discurso Bolívar denuncia lo
pernicioso de que los legisladores se hayan preocupado más
por tomar modelos
políticos foráneos que por promover la
unificación de la república, lo que contribuyen a
su disolución, por cuanto los legisladores olvidan las
consideraciones sociológicas, históricas y
antropológicas de nuestros pueblos. De esta manera, se
evidencia una vez más el carácter situacional de la
visión política y social de Bolívar.

Por último, Bolívar expresa que no crean los
legisladores que las repúblicas se construyen con leyes e
instituciones que nada pudieran parecerse a la idiosincrasia de
los pueblos y por ende representar los sentimientos de la
nación
y la visión sólida política sobre la
unificación del república.

La Carta de
Jamaica

es un texto escrito
por Simón Bolívar el 6 de septiembre de 1815 en
Kingston, en respuesta a una misiva de Henry Cullen donde expone
las razones que provocaron la caída La República
Colombiana en el contexto de la Independencia de Venezuela.

Al llegar Bolívar a Kingston en 1815, contaba con 32
años. Para este momento llevaba apenas 3 años de
plena responsabilidad en la lucha para poder ganarle de
la independencia a partir de la declaración del Manifiesto
de Cartagena el 15 de diciembre de 1812 una intensa actividad
militar.

Primero, en 1813, con la Campaña Admirable, que lo
llevó vertiginosamente en pocos meses a Caracas el 6 de
agosto de 1813 para intentar la refundación de la
República, empresa que
termina en 1814, en fracaso frente a las huestes de José
Tomás Boves. Luego de este fracaso regresa a la Nueva
Granada, para intentar repetir la hazaña de la
Campaña Admirable, acción
que es rechazada por sus partidarios. Sintiéndose
incomprendido en Cartagena de Indias, decide tomar el 9 de mayo
de 1815 el camino del destierro hacia Jamaica, animado por la
idea de llegar al mundo inglés y convencerlo de su
cooperación con el ideal de la independencia
Hispanoamericana. En Kingston vivirá desde mayo hasta
diciembre de 1815, tiempo que dedicó a la
meditación y cavilación acerca del porvenir del
continente Americano ante la situación sobre el destino de
México, Centroamérica, la Nueva Granada, Venezuela,
Argentina, Chile y Perú.

Finalmente, culmina Bolívar su reflexión con una
imprecación que repetirá hasta su muerte de la
unión entre los países americanos.

Aunque la Carta estaba
originalmente dirigida a Henry Cullen, está claro que su
objetivo
fundamental era llamar la atención de la nación liberal
más poderosa del siglo XIX, Gran Bretaña, a fin de
que se decidiera a involucrarse en la independencia americana. No
obstante, cuando los británicos finalmente accedieron al
llamado de Bolívar, este prefirió la ayuda de
Haití.

Señor. ¡Dichoso el ciudadano que
bajo el escudo de las armas de su mando ha convocado la soberanía nacional para que ejerza su
voluntad absoluta! Yo, pues, me cuento entre
los seres más favorecidos de la Divina Providencia, ya que
he tenido el honor de reunir a los representantes del pueblo de
Venezuela en este augusto Congreso, fuente de la autoridad
legítima, depósito de la voluntad soberana y
árbitro del destino de la nación.

Al trasmitir a los representantes del pueblo el
Poder Supremo que se me había confiado, colmo los votos de
mi corazón,
los de mis conciudadanos y los de nuestras futuras generaciones,
que todo lo esperan de vuestra sabiduría, rectitud y
prudencia. Cuando cumplo con este dulce deber, me liberto de la
inmensa autoridad que me agobiaba , como de la responsabilidad
ilimitada que pesaba sobre mis débiles fuerzas. Solamente
una necesidad forzosa, unida a la voluntad imperiosa del pueblo,
me habría sometido al terrible y peligroso encargo de
Dictador Jefe Supremo de la República. ¡Pero ya
respiro devolviéndoos esta autoridad, que con tanto
riesgo,
dificultad y pena he logrado mantener en medio de las
tribulaciones más horrorosas que pueden afligir a un
cuerpo social!

No ha sido la época de la
República, que he presidido, una mera tempestad
política, ni una guerra sangrienta, ni una anarquía
popular, ha sido, sí, el desarrollo de todos los elementos
desorganizadores; ha sido la inundación de un torrente
infernal que ha sumergido la tierra de Venezuela. Un hombre,
¡y un hombre como yo!, ¿qué diques
podría oponer al ímpetu de estas devastaciones? En
medio de este piélago de angustias no he sido más
que un vil juguete del huracán revolucionario que me
arrebataba como una débil paja. Yo no he podido hacer ni
bien ni mal; fuerzas irresistibles han dirigido la marcha de
nuestros sucesos; atribuírmelos no sería justo y
sería darme una importancia que no merezco.
¿Queréis conocer los autores de los acontecimientos
pasados y del orden actual? Consultad los anales de España, de
América, de Venezuela; examinad las Leyes de Indias, el
régimen de los antiguos mandatarios, la influencia de la
religión y del dominio extranjero; observad los primeros
actos del gobierno republicano, la ferocidad de nuestros enemigos
y el carácter nacional. No me preguntéis sobre los
efectos de estos trastornos para siempre lamentables; apenas se
me puede suponer simple instrumento de los grandes móviles
que han obrado sobre Venezuela; sin embargo, mi vida, mi conducta, todas
mis acciones
públicas y privadas están sujetas a la censura del
pueblo. ¡Representantes! Vosotros debéis juzgarlas.
Yo someto la historia de mi mando a vuestra imparcial
decisión; nada añadiré para excusarla; ya he
dicho cuanto puede hacer mi apología. Si merezco vuestra
aprobación, habré alcanzado el sublime
título de buen ciudadano, preferible para mí al de
Libertador que me dio Venezuela, al de Pacificador que me dio
Cundinamarca, y a los que el mundo entero puede dar.

¡Legisladores!

Yo deposito en vuestras manos el mando supremo de
Venezuela. Vuestro es ahora el augusto deber de consagraros a la
felicidad de la República; en vuestras manos está
la balanza de nuestros destinos, la medida de nuestra gloria,
ellas sellarán los decretos que fijen nuestra libertad. En
este momento el Jefe Supremo de la República no es
más que un simple ciudadano; y tal quiere quedar hasta
la muerte.
Serviré, sin embargo, en la carrera de las armas mientras
haya enemigos en Venezuela. Multitud de beneméritos hijos
tiene la patria capaces de dirigirla, talentos, virtudes,
experiencia y cuanto se requiere para mandar a hombres libres,
son el patrimonio de
muchos de los que aquí representan el pueblo; y fuera de
este Soberano Cuerpo se encuentran ciudadanos que en todas
épocas han mostrado valor para arrostrar los peligros,
prudencia para evitarlos, y el arte, en fin, de gobernarse y de
gobernar a otros. Estos ilustres varones merecerán, sin
duda, los sufragios del Congreso y a ellos se encargará
del gobierno, que tan cordial y sinceramente acabo de renunciar
para siempre.

La continuación de la autoridad en un
mismo individuo
frecuentemente ha sido el término de los gobiernos
democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en
los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar
permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo
se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo;
de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un
justo celo es la garantía de la libertad republicana, y
nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que
el mismo magistrado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande
perpetuamente.

Ya, pues, que por este acto de mi adhesión
a la libertad de Venezuela puedo aspirar a la gloria de ser
contado entre sus más fieles amantes, permitidme,
señor, que exponga con la franqueza de un verdadero
republicano mi respetuoso dictamen en este Proyecto de
Constitución que me tomo la libertad de ofreceros en
testimonio de la sinceridad y del candor de mis sentimientos.
Como se trata de la salud de todos, me atrevo a
creer que tengo derecho para ser oído por
los representantes del pueblo. Yo se muy bien que vuestra
sabiduría no ha menester de consejos, y sé
también que mi proyecto acaso, os parecerá
erróneo, impracticable. Pero, señor, aceptad con
benignidad este trabajo, que más bien es el tributo de mi
sincera sumisión al Congreso que el efecto de una levedad
presuntuosa. Por otra parte, siendo vuestras funciones la
creación de un cuerpo político y aun se
podría decir la creación de un sociedad entera,
rodeada de todos los inconvenientes que presenta una
situación la más singular y difícil,
quizás el grito de un ciudadano puede advertir la
presencia de un peligro encubierto o desconocido.

Echando una ojeada sobre lo pasado, veremos
cuál es la base de la República de Venezuela.

Al desprenderse América de la
Monarquía Española, se ha encontrado, semejante al
Imperio Romano, cuando aquella enorme masa, cayó dispersa
en medio del antiguo mundo. Cada desmembración
formó entonces una nación independiente con forme a
su situación o a sus intereses; pero con la diferencia de
que aquellos miembros volvían a restablecer sus primeras
asociaciones. Nosotros ni aun conservamos los vestigios de lo que
fue en otro tiempo; no somos europeos, no somos indios, sino una
especie media entre los aborígenes y los españoles.
Americanos por nacimiento y europeos por derechos, nos hallamos
en el conflicto de
disputar a los naturales los títulos de posesión y
de mantenernos en el país que nos vio nacer, contra la
oposición de los invasores; así nuestro caso es el
más extraordinario y complicado. Todavía hay
más; nuestra suerte ha sido siempre puramente pasiva,
nuestra existencia política ha sido siempre nula y nos
hallamos en tanta más dificultad para alcanzar la
libertad, cuanto que estábamos colocados en un grado
inferior al de la servidumbre; porque no solamente se nos
había robado la libertad, sino también la
tiranía activa y doméstica. Permítaseme
explicar esta paradoja. En el régimen absoluto, el poder
autorizado no admite límites.
La voluntad del déspota, es la ley suprema ejecutada
arbitrariamente por los subalternos que participan de la
opresión organizada en razón de la autoridad de que
gozan. Ellos están encargados de las funciones civiles,
políticas, militares y religiosas, pero al fin son persas
los sátrapas de Persia, son turcos los bajáes del
gran señor, son tártaros los sultanes de la
Tartaria. China no
envía a buscar mandarines a la cuna de Gengis Kan que la
conquistó. Por el contrario, América, todo lo
recibía de España que realmente la había
privado del goce y ejercicio de la tiranía activa; no
permitiéndonos sus funciones en nuestros asuntos
domésticos y administración interior. Esta
abnegación nos había puesto en la imposibilidad de
conocer el curso de los negocios
públicos; tampoco gozábamos de la
consideración personal que
inspira el brillo del poder a los ojos de la multitud, y que es
de tanta importancia en las grandes revoluciones. Lo diré
de una vez, estábamos abstraídos, ausentes del
universo, en cuanto era relativo a la ciencia del
gobierno.

Uncido el pueblo americano al triple yugo de la
ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido
adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud. Discípulos de tan
perniciosos maestros las lecciones que hemos recibido, y los
ejemplos que hemos estudiado, son los más destructores.
Por el engaño se nos ha dominado más que por la
fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que
por la superstición. La esclavitud es la hija de las
tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su
propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan
de la credulidad y de la inexperiencia, de hombres ajenos de todo
conocimiento
político, económico o civil; adoptan como
realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la
libertad; la traición por el patriotismo; la venganza por
la justicia. Semejante a un robusto ciego que, instigado por el
sentimiento de sus fuerzas, marcha con la seguridad del
hombre más perspicaz, y dando en todos los escollos no
puede rectificar sus pasos. Un pueblo pervertido si alcanza su
libertad, muy pronto vuelve a perderla; porque en vano se
esforzarán en mostrarle que la felicidad consiste en la
práctica de la virtud; que el imperio de las leyes es
más poderoso que el de los tiranos, porque son más
inflexibles, y todo debe someterse a su benéfico rigor;
que las buenas costumbres, y no la fuerza, son las columnas de
las leyes; que el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la
libertad. Así, legisladores, vuestra empresa es tanto
más ímproba cuanto que tenéis que constituir
a hombres pervertidos por las ilusiones del error, y por incentivos
nocivos. «La libertad-dice Rousseau es un
alimento suculento, pero de difícil
digestión». Nuestros débiles conciudadanos
tendrán que enrobustecer su espíritu mucho antes
que logren digerir el saludable nutritivo de la libertad.
Entumidos sus miembros por las cadenas, debilitada su vista en
las sombras de las mazmorras, y aniquilados por las pestilencias
serviles, ¿eran capaces de marchar con pasos firmes hacia
el augusto templo de la libertad? ¿Serán capaces de
admirar de cerca sus espléndidos rayos y respirar sin
opresión el éter puro que allí reina?

Meditad bien vuestra elección,
legisladores. No olvidéis que vais a echar los fundamentos
a un pueblo naciente que podrá elevarse a la grandeza que
la naturaleza le ha señalado, si vosotros
proporcionáis su base al eminente rango que le espera. Si
vuestra elección no está presidida por el genio tutelar
de Venezuela que debe inspiraros el acierto de escoger la
naturaleza y la forma de gobierno que vais a adoptar para la
felicidad del pueblo; si no acertáis, repito, la
esclavitud será el término de nuestra
transformación.

Los anales de los tiempos pasados os
presentarán millares de gobiernos. Traed a la
imaginación las naciones que han brillado sobre la tierra,
y contemplaréis afligidos que casi toda la tierra ha sido,
y aún es, víctima de sus gobiernos.
Observaréis muchos sistemas de manejar hombres, mas todos
para oprimirlos; y si la costumbre de mirar al género
humano conducido por pastores de pueblos, no disminuyese el
horror de tan chocante espectáculo, nos pasmaríamos
al ver nuestra dócil especie pacer sobre la superficie del
globo como viles rebaños destinados a alimentar a sus
crueles conductores. La naturaleza, a la verdad, nos dota al
nacer del incentivo de la libertad; mas sea pereza, sea
propensión inherente a la humanidad, lo cierto es que ella
reposa tranquila aunque ligada con las trabas que le imponen. Al
contemplarla en este estado de prostitución, parece que tenemos
razón para persuadirnos que, los más de los hombres
tienen por verdadera aquella humillante máxima, que
más cuesta mantener el equilibrio de
la libertad que soportar el peso de la tiranía.

¡Ojalá que esta máxima
contraria a la moral de la
naturaleza, fuese falsa! ¡Ojalá que esta
máxima no estuviese sancionada por la indolencia de los
hombres con respecto a sus derechos más sagrados!

Muchas naciones antiguas y modernas han sacudido
la opresión; pero son rarísimas las que han sabido
gozar de algunos preciosos momentos de libertad; muy luego han
recaído en sus antiguos vicios políticos; porque
son los pueblos, más bien que los gobiernos, los que
arrastran tras sí la tiranía. El hábito de
la dominación, los hace insensibles a los encantos del
honor y de la prosperidad nacional; y miran con indolencia la
gloria de vivir en el movimiento de
la libertad, bajo la tutela de leyes
dictadas por su propia voluntad. Los fastos del universo
proclaman esta espantosa verdad.

Sólo la democracia, en
mi concepto, es susceptible de una absoluta libertad; pero
¿cuál es el gobierno democrático que ha
reunido a un tiempo, poder, prosperidad y permanencia? ¿Y
no se ha visto por el contrario la aristocracia, la
monarquía cimentar grandes y poderosos imperios por siglos
y siglos? ¿Qué gobierno más antiguo que el
de China? ¿Qué República ha excedido en
duración a la de Esparta, a la de Venecia? ¿El
Imperio Romano no conquistó la tierra? ¿No tiene
Francia
catorce siglos de monarquía? ¿Quién es
más grande que Inglaterra? Estas naciones, sin embargo,
han sido o son aristocracias y monarquías.

A pesar de tan crueles reflexiones, yo me siento
arrebatado de gozo por los grandes pasos que ha dado nuestra
República al entrar en su noble carrera. Amando lo
más útil, animada de lo más justo, y
aspirando a lo más perfecto al separarse Venezuela de la
nación española, ha recobrado su independencia, su
libertad, su igualdad, su
soberanía nacional. Constituyéndose en una
República democrática, proscribió la
monarquía, las distinciones, la nobleza, los fueros, los
privilegios; declaró los derechos del hombre, la libertad
de obrar, de pensar, de hablar y de escribir. Estos actos
eminentemente liberales jamás serán demasiado
admirados por la pureza que los ha dictado. El primer Congreso de
Venezuela ha estampado en los anales de nuestra
legislación con caracteres indelebles, la majestad del
pueblo dignamente expresada, al sellar el acto social más
capaz de formar la dicha de una nación. Necesito de
recoger todas mis fuerzas para sentir con toda la vehemencia de
que soy susceptible, el supremo bien que encierra en sí
este Código inmortal de nuestros derechos y de nuestras
leyes. ¡Pero cómo osaré decirlo! ¿Me
atreveré yo a profanar, con mi censura las tablas sagradas
de nuestras leyes?… Hay sentimientos que no se pueden contener
en el pecho de un amante de la patria; ellos rebosan agitados por
su propia violencia, y a
pesar del mismo que los abriga, una fuerza imperiosa los
comunica. Estoy penetrado de la idea de que el gobierno de
Venezuela debe reformarse; y que aunque muchos ilustres
ciudadanos piensan como yo, no todos tienen el arrojo necesario
para profesar públicamente la adopción de nuevos
principios.
Esta consideración me insta a tomar la iniciativa en un
asunto de la mayor gravedad, y en que hay sobrada audacia en dar
avisos a los consejeros del pueblo.

Cuanto más admiro la excelencia de la
Constitución federal de Venezuela, tanto más me
persuado de la imposibilidad de su aplicación a nuestro
estado. Y, según mi modo de ver, es un prodigio que su
modelo en el Norte de América subsista tan
prósperamente y no se trastorne al aspecto del primer
embarazo o
peligro. A pesar de que aquel pueblo es un modelo singular de
virtudes políticas y de ilustración moral; no
obstante que la libertad ha sido su cuna, se ha criado en la
libertad, y se alimenta de pura libertad; lo diré todo,
aunque Bajo de muchos respectos, este pueblo es único en
la historia del género humano es un prodigio, repito, que
un sistema tan débil y complicado como el federal haya
podido regirlo en circunstancias tan difíciles y delicadas
como las pasadas. Pero sea lo que fuere de este gobierno con
respecto a la nación norteamericana, debo decir, que ni
remotamente ha entrado en mi idea asimilar la situación y
naturaleza de los Estados tan distintos como el inglés
americano y el americano español. ¿No sería
muy difícil aplicar a España el Código de
libertad política, civil y religiosa de Inglaterra? Pues
aun es más difícil adaptar en Venezuela las leyes
de Norteamérica. ¿No dice el Espíritu de
las Leyes
que éstas deben ser propias para el pueblo
que se hacen? ¿Que es una gran casualidad que las de una
nación puedan convenir a otra? ¿Que las leyes deben
ser relativas a lo físico del país, al clima, a la
calidad del terreno, a su situación, a su
extensión, al género de vida de los pueblos?
¿Referirse al grado de libertad que la Constitución
puede sufrir, a la religión de los habitantes, a sus
inclinaciones, a sus riquezas, a su número, a su comercio,
a sus costumbres, a sus modales? ¡He aquí el
Código que debíamos consultar, y no el de
Washington!

La Constitución venezolana sin embargo de
haber tomado sus bases de la más perfecta, si se atiende a
la corrección de los principios y a los efectos
benéficos de su administración, difirió
esencialmente de la americana en un punto cardinal y, sin duda,
el más importante. EL Congreso de Venezuela como el
americano participa de algunas de las atribuciones del Poder
Ejecutivo. Nosotros, además, subdividimos este Poder
habiéndolo sometido a un cuerpo colectivo sujeto, por
consiguiente, a los inconvenientes de hacer periódica la
existencia del gobierno, de suspenderla y disolverla siempre que
se separan sus miembros. Nuestro triunvirato carece, por decirlo,
de unidad, de continuación y de responsabilidad
individual; está privado de acción
momentánea, de vida continua, de uniformidad real, de
responsabilidad inmediata y un gobierno que no posee cuanto
constituye su moralidad,
debe llamarse nulo.

Aunque las facultades del Presidente de los
Estados Unidos están limitadas con restricciones
excesivas, ejerce por sí solo todas las funciones
gubernativas que la Constitución le atribuye, y es
indudable que su administración debe ser más
uniforme, constante y verdaderamente propia, que la de un poder
diseminado entre varios individuos cuyo compuesto no puede ser
sernos menos que monstruoso.

El poder judicial en
Venezuela es semejante al americano, indefinido en
duración, temporal y no vitalicio, goza de toda la
independencia que le corresponde.

El Primer Congreso en su Constitución
federal más consultó el espíritu de las
provincias, que la idea sólida de formar una
República indivisible y central. Aquí cedieron
nuestros legisladores al empeño inconsiderado de aquellos
provinciales seducidos por el deslumbrante brillo de la felicidad
del pueblo americano, pensando que, las bendiciones de que goza
son debidas exclusivamente a la forma de gobierno y no al
carácter y costumbres de los ciudadanos. Y, en efecto, el
ejemplo de los Estados Unidos, por su peregrina prosperidad, era
demasiado lisonjero para que no fuese seguido.
¿Quién puede resistir al atractivo victorioso del
goce pleno y absoluto de la soberanía, de la
independencia, de la libertad? ¿Quién puede
resistir al amor que
inspira un gobierno inteligente que liga a un mismo tiempo, los
derechos particulares a los derechos generales; que forma de la
voluntad común la ley suprema de la voluntad individual?
¿Quién puede resistir al imperio de un gobierno
bienhechor que con una mano hábil, activa, y poderosa
dirige siempre, y en todas partes, todos sus resortes hacia la
perfección social, que es el fin único de las
instituciones humanas?

Mas por halagüeño que parezca, y sea
en efecto este magnifico sistema federativo, no era dado a los
venezolanos gozarlo repentinamente al salir de las cadenas. No
estábamos preparados para tanto bien; el bien, como el
mal, da la muerte cuando es súbito y excesivo. Nuestra
constitución moral no tenía todavía La
consistencia necesaria para recibir el beneficio de un gobierno
completamente representativo, y tan sublime que podía ser
adaptado a una república de santos.

¡Representantes del Pueblo!
Vosotros estáis llamados para consagrar, o suprimir cuanto
os parezca digno de ser conservado, reformado, o desechado en
nuestro pacto social. A vosotros pertenece el corregir la obra de
nuestros primeros legisladores; yo querría decir, que a
vosotros toca cubrir una parte de la belleza que contiene nuestro
Código político; porque no todos los corazones
están formados para amar a todas las beldades; ni todos
los ojos, son capaces de soportar la luz celestial de
la perfección. EL libro de los
Apóstoles, la moral de Jesús, la obra Divina que
nos ha enviado la Providencia para mejorar a los hombres, tan
sublime, tan santa, es un diluvio de fuego en Constantinopla, y
el Asia entera
ardería en vivas llamas, si este libro de paz se le
impusiese repentinamente por código de religión, de
leyes y de costumbres.

Séame permitido llamar la atención
del Congreso sobre una materia que
puede ser de una importancia vital. Tengamos presente que nuestro
pueblo no es el europeo, ni el americano del norte, que
más bien es un compuesto de África y
de América, que una emanación de Europa, pues que
hasta España misma, deja de ser Europa por su sangre africana,
por sus instituciones y por su carácter. Es imposible
asignar con propiedad a qué familia humana pertenecemos.
La mayor parte del indígena se ha aniquilado, el europeo
se ha mezclado con el americano y con el africano, y éste
se ha mezclado con el indio y con el europeo. Nacidos todos del
seno de una misma madre, nuestros padres, diferentes en origen y
en sangre, son extranjeros, y todos difieren visiblemente en la
epidermis; esta desemejanza trae un reato de la mayor
trascendencia.

Los ciudadanos de Venezuela gozan todos por la
Constitución, intérprete de la naturaleza, de una
perfecta igualdad política. Cuando esta igualdad no
hubiese sido un dogma en Atenas, en Francia y en América,
deberíamos nosotros consagrarlo para corregir la
diferencia que aparentemente existe. Mi opinión es,
legisladores, que el principio fundamental de nuestro sistema,
depende inmediata y exclusivamente de la igualdad establecida y
practicada en Venezuela. Que los hombres nacen todos con derechos
iguales a los bienes de la sociedad, está sancionado por
la pluralidad de los sabios; como también lo está
que no todos los hombres nacen igualmente aptos a la
obtención de todos los rangos; pues todos deben practicar
la virtud y no todos la practican; todos deben ser valerosos, y
todos no lo son; todos deben poseer talentos, y todos no lo
poseen. De aquí viene la distinción efectiva que se
observa entre los individuos de la sociedad más
liberalmente establecida. Si el principio de la igualdad
política es generalmente reconocido, no lo es menos el de
la desigualdad física y moral. La
naturaleza hace a los hombres desiguales, en genio, temperamento,
fuerzas y caracteres. Las leyes corrigen esta diferencia porque
colocan al individuo en la sociedad para que la educación, la
industria, las
artes, los servicios, las virtudes, le den una igualdad ficticia,
propiamente llamada política y social. Es una
inspiración eminentemente benéfica, la
reunión de todas las clases en un estado, en que la
diversidad se multiplicaba en razón de la
propagación de la especie. Por este solo paso se ha
arrancado de raíz la cruel discordia.
¡Cuántos celos, rivalidades y odios se han
evitado!

Habiendo ya cumplido con la justicia, con la
humanidad, cumplamos ahora con la política, con la
sociedad, allanando las dificultades que opone un sistema tan
sencillo y natural, mas tan débil que el menor tropiezo lo
trastorna, lo arruina. La diversidad de origen requiere un pulso
infinitamente firme, un tacto infinitamente delicado para manejar
esta sociedad heterogénea cuyo complicado artificio se
disloca, se divide, se disuelve con la más ligera
alteración.

El sistema de gobierno más perfecto es
aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de
seguridad
social y mayor suma de estabilidad política. Por las
leyes que dictó el primer Congreso tenemos derecho de
esperar que la dicha sea el dote de Venezuela; y por las
vuestras, debemos lisonjearnos que la seguridad y la estabilidad
eternizarán esta dicha. A vosotros toca resolver el
problema. ¿Cómo, después de haber roto todas
las trabas de nuestra antigua opresión podemos hacer la
obra maravillosa de evitar que los restos de nuestros duros
hierros no se cambien en armas liberticidas? Las reliquias de la
dominación española permanecerán largo
tiempo antes que lleguemos a anonadarlas; el contagio del
despotismo ha impregnado nuestra atmósfera, y ni el
fuego de la guerra, ni el específico de nuestras
saludables leyes han purificado el aire que
respiramos. Nuestras manos ya están libres, y
todavía nuestros corazones padecen de las dolencias de la
servidumbre. EL hombre, al perder la libertad, decía
Homero, pierde
la mitad de su espíritu.

Un gobierno republicano ha sido, es, y debe ser
el de Venezuela; sus bases deben ser la soberanía del
pueblo, la división de los poderes, la libertad civil, la
proscripción de la esclavitud, la abolición de la
monarquía y de los privilegios. Necesitamos de la igualdad
para refundir, digámoslo así, en un todo, la
especie de los hombres, las opiniones políticas y las
costumbres públicas. Luego, extendiendo la vista sobre el
vasto campo que nos falta por recorrer, fijemos la
atención sobre los peligros que debemos evitar. Que la
historia nos sirva de guía en esta carrera. Atenas, la
primera, nos da el ejemplo más brillante de una democracia
absoluta, y al instante, la misma Atenas, nos ofrece el ejemplo
más melancólico de la extrema debilidad de esta
especie de gobierno. El más sabio legislador de Grecia no vio
conservar su República diez años, y sufrió
la humillación de reconocer la insuficiencia de la
democracia absoluta para regir ninguna especie de sociedad, ni
con la más cuita, morígera y limitada, porque
sólo brilla con relámpagos de libertad.
Reconozcamos, pues, que Solón ha desengañado al
mundo; y le ha enseñado cuán difícil es
dirigir por simples leyes a los hombres.

La República de Esparta, que
parecía una invención quimérica, produjo
más efectos reales que la obra ingeniosa de Solón.
Gloria, virtud moral, y, por consiguiente, la felicidad nacional,
fue el resultado de la legislación de Licurgo. Aunque dos
reyes en un Estado son dos monstruos para devorarlo, Esparta poco
tuvo que sentir de su doble trono, en tanto que Atenas se
prometía la suerte más espléndida, con una
soberanía absoluta, libre elección de magistrados,
frecuentemente renovados. Leyes suaves, sabias y
políticas. Pisístrato, usurpador y tirano fue
más saludable a Atenas que sus leyes; y Pericles, aunque
también usurpador, fue el más útil
ciudadano. La República de Tebas no tuvo más vida
que la de Pelópidas y Epaminondas; porque a veces son los
hombres, no los principios, los que forman los gobiernos. Los
códigos, los sistemas, los estatutos por sabios que sean
son obras muertas que poco influyen sobre las sociedades:
¡hombres virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados
constituyen las repúblicas

Guevara 2003

Daniel Campione

Pensamos que a la hora de preguntarse por la
vigencia actual del Che, por lo más valioso que puede
extraerse de su trayectoria como hombre de pensamiento y
acción, no basta con dirigirse a su biografía, a su
camino de guerrillero heroico, sino examinar su forma de ver el
mundo, la particular praxis que desarrolló, en
una conjunción de pensamiento y acción de una
solidez como pocas veces se ha visto. Y en ese sentido, cabe
destacar a Guevara como un estudioso de los problemas de
la transición al comunismo,
entendido por él en el sentido radical de
construcción de una humanidad nueva.

Partes: 1, 2, 3
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