El trabajo político-ideológico en las actuales condiciones de la educación superior municipalizada en Venezuela
Desarrollo
El trabajo político-ideológico en la
Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (CRBV)
Las nuevas condiciones de la Educación Superior
municipalizada en el estado Aragua, Venezuela y el desarrollo
del trabajo político-ideológico.
Generalidades
Conclusiones
Bibliografía
Anexos
Algunas consideraciones sobre el trabajo
político-ideológico, en las actuales condiciones de
la educación
superior municipalizada en Venezuela
INTRODUCCIÓN
". Estamos dándoles a los pobres
algo que les habían quitado, y es el primer poder:
el
conocimiento, la
ilustración, el camino de la luz…"
[1]
Dr. (Tcnel.) Hugo Rafael Chávez
Frías.
El Libertador Simón Bolívar
tuvo claro que el triunfo dependía de la educación de su
pueblo, y en esto el Presidente de la
República Bolivariana de Venezuela
Hugo
Chávez Frías, ha basado la Revolución
Bolivariana, por eso comenzó a inculcarle al pueblo
que el primer poder, como lo sentenció el Libertador,
tenía que ser el conocimiento;
y le dio poder a los pobres en las aulas y en el barrio.
Fundamentado filosóficamente en la obra de
Bolívar y específicamente en su intervención
ante el Congreso de Angostura el 15 de mayo de 1819 donde
considera la igualdad y la
educación
popular, el Ministerio del Poder Popular para la Educación
en Venezuela (encargado de las políticas
educativas desde la etapa inicial hasta la media diversificada),
diseñó el nuevo currículo Bolivariano desde el Tercer
Motor "Moral y Luces"
y garantiza educación en todos los espacios, asegurando el
acceso a la educación e impulsando los principios
educativos bolivarianos, por lo que el 2007 fue considerado el
año de la educación popular, el año de la
gran jornada nacional Moral y Luces.
En materia de
Educación Superior, se destaca que durante el 2003-2004,
se generaron la Fundación Misión
Sucre, a fin de dar cumplimiento a la universalización de
la Educación Superior y municipalizarla en toda la
geografía
nacional. Sin embargo, junto con el éxito
alcanzado hay metas difíciles de lograr si
responsablemente no se asumen conductas y acciones con
matiz ideológico y político que garanticen la
sustentabilidad, sostenibilidad y calidad de la
Educación Superior, obligada a contribuir al desarrollo e
independencia
social, económica, científica, técnica y
cultural del país y del continente.
Todo ello da cumplimiento a los objetivos de
desarrollo del milenio establecidos por la
Organización de las Naciones Unidas
(ONU) para el
2015, que además de envolver las aspiraciones para el
desarrollo del mundo en su conjunto, incluyen los valores y
derechos
humanos universalmente aceptados, entre ellos, la
disminución de la pobreza, el
derecho a la salud, el derecho a la
educación y la responsabilidad universal frente a generaciones
futuras.
Estos objetivos acogidos por la
UNESCO[2]destacan esencialmente que todos los
sistemas de
Educación Superior al determinar su propia misión
tengan en mente esta nueva visión que podría
llamarse de "la universidad
dinámica" o "proactiva". Lo que significa
que, la Educación Superior a nivel mundial debe adoptar
medidas adicionales para convertir las universidades en un lugar
de formación de alta calidad, con la responsabilidad de
poner sus conocimientos al servicio de la
sociedad, para
buscar soluciones a
problemas
sociales y locales, para fomentar la participación de
los ciudadanos en los debates sobre el progreso social, cultural
e intelectual en el examen de la verdad, la defensa y el fomento
de los derechos
humanos, la democracia, la
justicia
social, la tolerancia y para
la formación de una cultura de
paz.
Al jerarquizar las fortalezas de la Educación Superior
venezolana se encuentra en la cúspide, la llegada de la
Revolución
Bolivariana, con ella la universalización como política de estado y la
municipalización como estrategia
política, consolidada a lo largo y ancho del territorio
nacional, mediante la Misión Sucre, con distintos Programas de
Formación de Grado que se hicieron realidad y cuentan con
el aval académico de diversas instituciones
venezolanas de Educación Superior. Otra fortaleza es que
se trata de un proceso
educativo refrendado por un marco jurídico en toda la
plenitud de la jerarquía de las leyes.
Merece especial referencia dentro de las potencialidades, la
aplicación de una educación emancipadora
establecida mediante un currículo emancipador, libertario,
enmarcado en la flexibilización, transdisciplinariedad e
interdisciplinariedad, en un proceso educativo
social que desde la pedagogía critica, la emancipadora o la
radical coinciden en asumir lo multiétnico, pluricultural,
democrático, participativo y protagónico, que
procura la formación integral del hombre desde
la sociedad de manera continua y participativa en todas sus
etapas. Enmarcado dentro de principios y valores
Bolivarianos y Socialistas consagrados en el Preámbulo y
en el artículo 2 de la Constitución de República
Bolivariana de Venezuela (CRBV) los cuales se erigen como la
plataforma del trabajo político-ideológico (TPI)
del docente.
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