- La
verdad: valor superior del estado en democracia - La
libertad - La
seguridad jurídica - La
solidaridad - Conclusiones
Introducción
El presente trabajo,
está basado en la búsqueda de hacer una verdadera
reflexión de aquellos históricamente olvidados, es
así que en el desarrollo de
aquellos que hemos denominados Valores
superiores de los derechos humanos,
entre los cuales tenemos a la libertad como
eje principal al cual, la seguridad,
solidaridad,
igualdad, y
bajo mi perspectiva verdad, van a generar producto de su
interrelación un catalogo de derechos conocidos como
Derechos Humanos.
Para demostrar mi posición respecto al valor verdad,
he visto necesario primero hacer un desarrollo, que si bien es
cierto no es a profundidad, va a dar al lector algunas nociones
básicas respecto a los valores
que vengo mencionando, para posteriormente, hacer un desarrollo
un poco más elaborado de la Verdad como valor,
señalando fundamentaciones históricas y racionales,
de este dentro de la sociedad, y
el Estado
Democrático. Asimismo reflexionar sobre las posturas que
actualmente existen respecto a la verdad, como un valor dentro de
un contexto social, su importancia y su aporte junto con los
demás valores para fundamentar moral y
jurídicamente la ya mencionada carta de
derechos.
El autor.
La Verdad: Valor
superior del Estado en Democracia.
"La verdad, en cuyas filas debemos estar
alineados, no pertenece a uno sino que es patrimonio de
la colectividad"
Juan Luis Vives.
Alcanzar una vida digna o el establecer el respeto a la
dignidad
humana, viene a ser el objetivo al
cual se busca llegar con los derechos fundamentales, para ello la
filosofía del derecho parte de cuatro
valores, libertad, igualdad, seguridad y solidaridad, a los
cuales desde mi perspectiva se debe añadir el valor
verdad.
Los valores superiores de los derechos humanos se prolongan en
la vida social, a través de los derechos fundamentales. Es
así que el sustento filosófico de los derechos,
pertenece a una dimensión orientada a la búsqueda
de la realización integral, del <<hombre>> o
para un grupo
determinado de personas como <<discapacitados>>,
dentro de la sociedad; los cuales vienen a ser aquellos
argumentos que han de servir para la búsqueda de la
felicidad[1]e independencia;
vistos desde la óptica
de la cultura
moderna, influida por el liberalismo,
el socialismo y las
tendencias democráticas. Por consiguiente, los derechos
fundamentales vienen a ser una pretensión moral
justificada, tendente a facilitar la autonomía y la
independencia personal,
arraigada en las ideas de libertad e igualdad. Construida por una
reflexión racional en la historia del mundo moderno,
con las aportaciones de la filosofía moral y política liberal,
democrática y socialista.
Si asumimos una postura reduccionista de los Derechos,
tendremos como resultado que la libertad y la igualdad, son la
base para la elaboración del catálogo de derechos,
motivo por el cual estos, –libertad e igualdad- deben ser
situados dentro del plano de principios
rectores de los Derechos. De acuerdo a ello, para quienes acepten
esta teoría,
la raíz o el fundamento de los derechos humanos o los
derechos fundamentales -según sea la corriente doctrinaria
que asuma el lector- los denominaré, utilizando la
terminología usada en el texto
constitucional español
<<valores superiores>>[2].
Los derechos humanos son una realidad cultural de la vida
social, y por consiguiente se pretende la eficacia de
estos, para la realización de sus objetivos; lo
cual vincula la realidad con el poder, un
poder institucionalizado; capaz de asumir estos valores
morales, que fundamentan la idea de los derechos y
convertirlos en valores políticos.
En la mayoría de casos el consenso moral se convierte
en valores políticos, por diversos agentes, –presión
social, reflexión de sus teóricos y por la acción
práctica de legisladores, jueces, funcionarios- lo que
supone un acto de voluntad.
Antes de desarrollar los siguientes capítulos, debo
añadir que la reflexión que hago, se mantiene en el
plano de la moralidad,
pero no podemos negar que solo va tener relevancia cuando se le
concedan dimensiones políticas
y jurídicas y el poder va ser el elemento de
conexión entre la moralidad y la juricidad. Dicho en
términos del profesor
Peces Barba,
se va dar explicación al ¿por qué y para
qué?
Conviene aclarar que los valores o principios que fundamentan
los derechos humanos cumplen también otros objetivos.
Contrariamente a lo que piensa Dworkin, no están
exclusivamente en la raíz de los derechos, sino que son a
la vez principios de organización, de interpretación o de producción normativa, son valores que
fundamentan derechos[3]El profesor Laporta, se
refiere a ellos, dándoles la denominación de
derechos morales, pero son también valores que fundamentan
formas de organización constitucional o más,
genéricamente, en el ordenamiento
jurídico[4]Así la llamada igualdad
formal está en la raíz de instituciones,
como el proceso, y la
libertad, en el principio de las mayorías o en la
separación de poderes. Los principios de
interpretación o de producción normativa,
intervienen, en la dinámica del Derecho, en su
aplicación para ayudar a aclarar el sentido de normas, reglas, o
de otros principios más concretos en el primer caso, y
para acortar la producción de otras normas en el segundo.
Podemos señalar entre ellos, el principio de abuso del
derecho, del fraude a la
ley, in dubio
pro reo, de la buena fe, etc.
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