Hoy me gustaría hablar
de la historia de
Edipo…
La verdad y las formas
jurídicas – Michel Foucault
La segunda de las cinco conferencias ofrecidas por el
filósofo francés Michel Foucault, en la
Universidad de
Río de Janeiro, Brasil, en 1973,
que conocemos bajo el nombre "La verdad y las formas
jurídicas", usa la tragedia de Sófocles como
punto de partida.
Cuando el particular análisis expuesto por Foucault
llegó a mis manos, yo acababa de leer la obra "Edipo
rey". Me hizo sentir que debía releerla.
Dos circunstancias motivaron ese deseo: la primera, la
alegría de encontrar a alguien que exponía un punto
de vista coincidente con el que yo había tenido al
concluir la lectura:
"Edipo no sería pues una verdad de naturaleza
sino un instrumento de limitación y de coacción que
los psicoanalistas, a partir de Freud, utilizan
para contar el deseo y hacerlo entrar en una estructura
familiar que nuestra sociedad
definió en un determinado momento. En otras palabras,
Edipo, según Deleuze y Guattari, no es el contenido
secreto de nuestro inconsciente, sino la forma de coacción
que el psicoanálisis intenta imponer en la cura a
nuestro deseo y a nuestro inconsciente". Me sirvió
también para conocer la existencia de un libro que
espero poder leer
alguna vez, "Anti-Edipo", de Deleuze y Guattari. La segunda
razón era verificar algunas afirmaciones de Foucault,
vinculadas al tema del "poder" como: "lo que está en
cuestión, desde el comienzo de la obra, es el poder"
o "En Edipo rey,
Edipo no defiende en modo alguno su inocencia, su problema es el
poder y cómo hacer para conservarlo; esta es la
cuestión de fondo desde el comienzo hasta el final de la
obra".
No me pareció que esto último fuera
efectivamente así, al menos no de manera tan
categórica.
Era necesario que releyera "Edipo rey". Y me
resultó doblemente beneficioso: Pude desarrollar mis
propias conclusiones sobre las afirmaciones de Foucault y, a la
vez, apreciar y valorar con mayor detalle la enorme capacidad
creativa de Sófocles. También disfruté de la
lectura
adicional de "Edipo en Colono" y de
"Antígona".
Este escrito es el fruto ulterior de estas lecturas. No
conlleva, en modo alguno, un afán de oposición a
los dichos expuestos en la segunda conferencia
aludida. No es ese el motor que lo
mueve.
Sólo es el resultado de un volver a ver el
contenido de "Edipo rey" y exponer mis humildes
conclusiones sobre esta magnífica tragedia.
Inevitablemente, si se verá que no comparto la
opinión expuesta por Foucault en cuanto a que "lo que
está en cuestión, desde el comienzo de la obra, es
el poder". Me parece que este no es el asunto
central.
Considero que en "Edipo rey" el poder es lo
secundario de la trama; el eje central es la "Verdad", sus
consecuencias y la sujeción a los valores
éticos imperantes en una época. Las lecturas
adicionales de "Edipo en Colono" y de
"Antígona" ayudan a esta
conclusión.
Es oportuno tener presente que el mismo Foucault habla
de esto a poco de iniciar su exposición
cuando dice: "La tragedia de Edipo es… la historia de una
indagación de la verdad; un procedimiento de
investigación de la verdad que obedece
exactamente a las prácticas judiciales griegas de esa
época".
Como un documento comprobatorio de la validez de sus
propias primeras palabras, cuando dice: "Es probable que
estas conferencias contengan una cantidad de cosas inexactas,
falsas, erróneas", lo vemos luego centrar su
insistencia en el tema del poder, colocándolo en el centro
de la escena. Esto nos obliga a recordar también su
prudente consejo, muestra de gran
sensatez: "Prefiero exponerlas pues, a título de
hipótesis para un trabajo
futuro" –Primera conferencia-.
Procuraré mostrar que la defensa que Edipo
realiza no revela interés
por el "poder". Su comportamiento
es la respuesta previsible de cualquier persona honesta
que ve amenazada su forma de vida, que teme la alteración
de su entorno habitual. En tal sentido, esto lo torna un factor
secundario en la trama de la obra, en tanto que se trata de algo
inherente a cualquier individuo
más allá de su rango jerárquico.
No pasa lo mismo con la "Verdad" que es el elemento que,
durante todo "Edipo rey", ocupa el interés de
dioses, reyes, ciudadanos y esclavos.
En la tragedia de Sófocles, el deseo de alcanzar
el
conocimiento exacto de una "verdad" no es aquel que afecta al
filósofo o pensador interesado en profundizar su saber
respecto de la esencia de las cosas.
Se trata de una "verdad" sobre meros hechos
terrenales cuyo develamiento supone un inmediato efecto reparador
de las dolencias de la sociedad.
El autor nos muestra a los pobladores de Tebas
angustiados por la proliferación de una epidemia
mortífera que castiga al campo, a los rebaños y a
los niños.
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