Diagnóstico de plagas insectiles y su incidencia en dos pedestales de la zona central de Cuba
- Introducción
Materiales y métodos
Resultados y discusión
Identificación de los insectos asociados a los pedestales
evaluados
Incidencia poblacional de las principales plagas
evaluadas
Conclusiones
Bibliografía
RESUMEN
Las pasturas tropicales son fuente tradicional de
alimento para el ganado, sin embargo los insectos plagas, pueden
deteriorar su rendimiento y valor nutritivo es por esto
que en este trabajo se hace un estudio de
las principales plagas que inciden en los pedestales. Se tomaron
dos parcelas formadas por veintiocho pedestales los que
representan una hectárea. Las asociaciones utilizadas
fueron: Neonotonia wightii (Wight & ARN.) Lackey y
Brachiaria hibrido cv. Mulato, CIAT-36061;
Neonotonia wightii (Wight & ARN) Lackey y
Pennisetum purpureum.
Se evaluó un período desde septiembre del 2006
hasta noviembre del 2007. Las muestras fueron analizadas en la
Universidad Central de Las Villas
y el Laboratorio de Indio
Hatuey.
Los principales insectos plagas identificados durante el
período experimental fueron: en Neonotonia wightii:
Andrector ruficornis, (Oliv.), Diabrotica
balteata, (Le Conte), Colaspis brunnea (Fab.) y
Hedylepta indicata (L.) en Brachiaria hibrido
cv. Mulato (CIAT-306162): Mocis sp. y Prosapia
bicincta fraterna, (Fab). En Pennisetum purpureum
no se detectaron plagas.
SUMMARY
INTRODUCCIÓN
Quienes se dedican a los pastos consideran que estos son
la sal de la tierra y una nación sin pasto no es
una nación fuerte. Se conoce
que las mezclas de gramíneas y
leguminosas ofrecen al animal no solo un alimento de mayor
calidad nutricional sino
también desde el punto de vista económico un alimento
más barato, lo que resulta ideal en los momentos actuales
para el sector ganadero cubano (Whyte, Moir y Cooper,
1964).
Desde el punto de vista ecológico, también las
asociaciones de gramíneas y leguminosas favorecen el
ecosistema ganadero, pues
controlan la erosión y la
escorrentía de los suelos y mejoran su fertilidad.
Sin embargo, a pesar de la importancia que poseen su uso e
intercalamiento en los sistemas ganaderos no ha sido lo
suficientemente explotado, representando uno de los problemas más
críticos que afronta dicho sector en las regiones
tropicales, a los que también se suman el desbalance de
minerales (deficiencias o
excesos) en los suelos y la baja disponibilidad de forraje
durante la época de seca (Preston y Leng, 1989), lo
que indudablemente afecta la producción de rumiantes
en el trópico (Rosero, 1990).
Cuba no ha estado exenta a estos
problemas, más aún cuando la base alimentaría de
la masa ganadera lo constituye el empleo de los pastos y
forrajes (Hernández, Carballo y Reyes, 2000;
González, Fernández, Bu, Polanco, Aguilar, Dresdner
y Tansini, 2004 y Olivera, Machado y del Pozo, 2006),
plantas cuyas producciones
dependen de las diferentes estaciones del año.
Por tanto, la búsqueda de medidas para la
recuperación de la base alimentaría del ganado, con el
empleo de diferentes prácticas y la aplicación de
sistemas de producción
animal sostenible, fue un objetivo primordial trazado
para llevar a cabo aumentos en las producciones, aún con
pocos recursos (Navas, 1999; Robert,
1999 y Reinoso, 2000).
En este sentido, la inserción de la leguminosa
unida al pasto y otras variantes, constituyeron unas de las
tecnologías más aplicadas en Cuba para enfrentar la
escasez de alimento
(Martín, 2002) y la inclusión de los sistemas
silvopastoriles y dentro de estos a los pedestales fue
considerado como una de las opciones más importante en la
producción pecuaria.
Los pedestales como sistema se basan en la
utilización de leguminosas rastreras y gramíneas
mejoradas los cuales posibilitan obtener una alta disponibilidad
de masa verde (leguminosas más gramíneas) y soportar
elevadas cargas por área (Sánchez, Lamela,
Valdés y López, 2005). Por otra parte, permiten el
hábitat de diversos
organismos, su biodiversidad y la
conectividad entre ecosistemas estables
(Harvey, 2006; Ibrahim y Mora, 2006; Rois, Mosquero y
Rigueiro, 2006).
En los últimos años, la introducción continuada
de nuevas especies de pastos y forrajes ha creado una nueva
problemática en la producción: el enfrentamiento a un
alto número de plagas, las cuales limitan considerablemente
el rendimiento y el desarrollo de algunos de estos
nuevos cultivos que debido a que son el resultado de un largo
proceso de mejoramiento
genético, han perdido algunos factores de resistencia fundamentalmente a la
incidencia de plagas y enfermedades (Martínez-Mojena,
Medina y Villena, 1989); lo que ha ocasionado una
disminución en la disponibilidad de alimentos para el ganado, y por
ende pérdidas considerables en la producción de
leche y carne.
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