- El
alimento - La
importancia de la Masticación y de los
líquidos - Desintoxicación
y pérdida de peso - El
ejercicio
La salud se ha definido como
el estado de
total bienestar corporal, anímico y social. Agregamos que
la salud además, significa armonía interior que
irradia hacia fuera en equilibrio
integral: cuerpomentespíritu. Practicar la metodología que aquí proponemos, nos
brindará una forma activa de tratamiento, porque
ésta incrementa nuestra fuerza vital y
nuestra inmunidad frente a las enfermedades. Esto es
así pero, es necesario desarrollar confianza –creer
que lo que hacemos aquí está bien-,
determinación –simplemente hacerlo- y perseverancia
–insistir hasta que se constituya en nuestro nuevo estilo de
vida-.
Las personas que deberían usar
esta metodología: Este método
está especialmente diseñado para las personas
adultas mayores, para quienes padecen de fatiga crónica,
para los enfermos con problemas
respiratorios, cardíacos, digestivos, del sistema nervioso,
de las articulaciones.
También está perfectamente adecuado para las
embarazadas y para quienes deseen reducir el sobrepeso. Por
último, para las personas perfectamente sanas que deseen
incrementar su sistema
inmunológico, reducir el estrés y
mantener su cuerpo y mente en forma.
Somos un ente integral: En el ser humano
deben considerarse inseparables tres contenidos. Primero: El
cuerpo físico material, cuya función
está en relación con el medio ambiente
del cual obtiene información por medio de los sentidos.
Segundo: Es la mente que se integra por pensamientos y recuerdos
acumulados mediante una memoria capaz de
establecer una relación afectiva permitiendo juzgar al
medio ambiente como
causante de beneficio o daño a
nuestro cuerpo. Tercero: El espíritu o fuerza vital por la
que establecemos una relación más profunda y
elevada o sea, la esencia misma del ser.
Por qué se produce la enfermedad:
Se produce la enfermedad cuando se perturba la fuerza vital por
la acción
de los agentes mórbidos físicos o mentales. Para
reestablecer la salud, todos estos sectores deben ser tratados de
adentro hacia fuera y al revés a como aparecieron los
síntomas en el cuerpo. Para cambiar a lo nuevo, tenemos
que llevar a cabo un proceso
retroactivo que involucra una remisión de nuestros males,
se sigue el mismo camino en reverso, empezando desde donde se
esté hoy.[1] Podemos hablar de
curación definitiva cuando se logra el bienestar y el
equilibrio físico, psíquico y vital,
permanentemente.[2] Porque es lo cierto que muchas
personas tienen la sensación de que la vida les acontece,
incluso hacen depender su valía personal del
exterior. Ellas, dedican muy poco o nada de atención a su propia personalidad,
cayendo en una inseguridad
interior que las hace aferrarse a cosas externas, acabando en
dependencias, la causa de todos sus malestares, la base de las
enfermedades. La salud es nuestro estado
natural, pero por causa de todas nuestras desarmonías se
pierde con facilidad. Para recuperarla, cuidarla y conservarla,
necesitamos dar pequeños pasos diarios. Necesitamos del
equilibrio, de la alegría y la armonía
anímicas, de las decisiones correctas en cuanto a los
alimentos que
tomamos y sobre los movimientos –ejercicios- que
realizamos.[3] Alcanzar y mantener la salud
requiere de energía y fuerza interior. Para reunir esta
fuerza se requiere una motivación sólida. Si nos falta esta
motivación
no desarrollamos la fuerza suficiente. Si nos falta la fuerza,
la
motivación a menudo tampoco aparece.
Cómo recuperar la salud perdida:
Son dos los aspectos que en mayor medida influyen para recuperar
y mantener la salud: la alimentación
equilibrada y el ejercicio. La primera, ajustada a lo de dentro y
afuera, lo de arriba y abajo, más todo el líquido
de las frutas y los vegetales que nos sea posible consumir. El
segundo, la revitalización surgida de alguna
práctica de técnicas
como el taichi, el chikong, yoga, o la meditación, que
ponen en contacto al cuerpo con el
espíritu.[4] Ante todo, es preciso
desarrollar una aceptación relajada de nuestra realidad
mental y corporal, para que se integre en nuestra realidad
trascendente, esta actitud
debemos sincronizarla con la respiración y el movimiento
corporal.[5] El ser humano no existe aislado, sino
como parte de un campo de información viviente más
grande que llamamos Tierra la que
forma parte de un sistema de
información mayor que comprende el Universo. La
naturaleza es
un todo y no es posible separar nuestro cuerpo humano
del cuerpo cósmico.[6]
El
alimento
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