1ª PARTE
Calidad
La calidad de una
gema tallada (lapidada) depende de tres factores:
1) Pureza del material y
color.2) Peso (quilates)
3) El brillo que se obtiene en la
talla.
Pureza del material: es la calidad del cristal de la
gema. No debe tener imperfecciones y quebraduras, inclusiones,
manchas, impurezas visibles y en piedras de calidad deben ser
certificadas por un gemólogo. Como curiosidad, las
esmeraldas naturales, para ser buenas, deben tener "jardines" que
son fracturas generalmente rellenadas con aceite de
cedro canadiense que tiene un IR muy similar al de la esmeralda y
que al solidificarse, por aplicación de calor suave,
no se lo percibe en el interior de la piedra.
Peso (quilate): el quilate de
joyería es la unidad de masa de las perlas y piedras
preciosas: en la práctica se lo toma como equivalente a
200 miligramos. Un quilate está dividido en cien puntos.
Un diamante de 75 puntos pesa 0,75 quilate.
Brillo.- tallar la gema de forma que su
aspecto sea muy espectacular y de gran belleza
Para conocer las condiciones de talla para obtener el
mejor brillo de la gema, seguimos el criterio que encontramos en
la separata del artículo publicado en la Revista
"Gemología" números 19 y 20, de los Sres.: Prof. J.
Mª. Bosch Figueroa y Prof. L. Monés Roberdeau. Esta
separata se llama "Procesos de la
talla brillante del diamante", de EDICIONES CEDEL de José
Oriol Ávila Montesó, Viladrau (Gerona) del
año 1978.
En la Figura 25 de la página
16 se lee: "La totalidad de los rayos de luz incidentes
sufren el fenómeno de la reflexión total en la masa
del brillante."
Observamos que los vectores
indican los recorridos de luz en la entrada y en la salida de las
facetas superiores y mesa de la gema, considerando una
dirección de luz paralela al eje de la pieza. Los
rayos paralelos al eje de la pieza que entran por la corona salen
por la mesa; y los que entran por la mesa salen por la corona.
Se presentan tres propuestas como buenas relaciones de
los ángulos superior e inferior de las facetas
principales.
Las propuestas son, por su orden, de
Tolkowsky, Eppler y Tillander.
Estos tres modelos de
talla son los que se consideran perfectos. Si son tres, es que
habría que analizarlos uno a uno.
Para lograr estas formas se ensayaron distintas
angulaciones y proporciones, aplicando un dibujo
geométrico cuidadoso.
Las anotaciones se hicieron a propósito del
estudio del brillo de las gemas. He escaneado las páginas
de la separata nombrada.
En este trabajo
propongo un cálculo
matemático de los ángulos de las facetas
principales y proporciones de la pieza, para obtener el mejor
brillo de la gema.
La
optimización del brillo
Conseguir el mejor brillo es la meta de todo
facetador.
Llegamos, analíticamente, a la única
relación de proporciones y ángulos para obtener el
mejor brillo, ya que la luz que entra en la gema por su
corona o su mesa, es devuelta en su totalidad por su mesa o su
corona.
Las imágenes
de abajo son del programa
"Brillogemas 1.0", de mi autoría, que se puede bajar desde
el sitio http://odrio.tripod.com
Estas son las proporciones y
ángulos de una talla optimizada en el
diamante
REFLEXIÓN TOTAL
Marcamos 100 mm de diámetro para que
los valores de
las partes puedan ser leídos como porcentajes: es decir,
leer una mesa del 56,09 % del diámetro. Los valores de los
ángulos i y alfa no cambian para cualquier
diámetro.
En páginas posteriores explicamos en detalle el
origen de todos los valores que aparecen en estas
imágenes.
Las facetas principales se oponen: una en la corona o
parte superior de la gema y la otra en la culata o parte inferior
y son las que presentan mayor superficie en la forma final de la
talla brillante. Hay dieciséis facetas principales: ocho
arriba (corona) y ocho abajo (culata). Es necesario que
estén colocadas en la relación indicada de
ángulos, para optimizar el recorrido de la luz dentro de
la gema.
Cálculos para optimizar el
brillo
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