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Los afrorisaraldenses: aportes a la historia contemporánea (página 4)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

También proceden del Valle del Cauca,
especialmente de Buenaventura, Dagua, Cartago, Cali y Buga; del
Departamento del Cauca de Municipios como Guapi, Puerto Tejada,
Caloto y Villa Rica; del Departamento de Nariño de
Municipios como Tumaco; del Departamento de Caldas especialmente
de La Dorada, Salamina, Neira y Pácora; y del Departamento
de Antioquia de Municipios como El Bagre, Piedra Honda,
Medellín, Ungía; y de otros Departamentos y
Ciudades como Tolima, Santamarta, Barranquilla y Barrancabermeja
y desde hace 40 años. Ver Tabla 5.

Tabla 5. Lugares de procedencia

Depto de
Procedencia

Número de
personas

Porcentaje

Risaralda

Chocó

Valle del Cauca

Cauca

Antioquia

Caldas

Región del Atlántico

Nariño

otros

295

181

35

10

9

4

4

2

14

53.25%

32.67%

6.32%

1.80%

1.62%

0.72%

0.72%

0.36%

2.53%

TOTAL

554

FUENTE: Trabajo de
campo

En la parte educativa, sobre la base de 400 personas que
respondieron (niños,
niñas, jóvenes, adultos y adultas), el 39.75%
apenas tiene educación primaria;
el 35.75% secundaria; el 15% estudios universitarios; el 5.5%
especialización y el 4% otros tipos de estudios. Ver Tabla
6.

Tabla 6. Nivel educativo.

Nivel de
escolaridad

Numero de
personas

Porcentaje

Primaria

159

39.75%

Secundaria

143

35.75%

Universitaria

60

15%

Especialización

22

5.5%

Otros

16

4%

TOTAL

400

100.00%

FUENTE: Trabajo de campo.

En lo que respecta a la profesión, al interior de
la Comunidad
Negra, va desde Obreros, Agricultores hasta Arquitectos,
Ingenieros y Abogados, estos últimos no sobrepasan el
0.42%, es decir, ni uno por cada 100 personas negras. Pero
constituyen la mayoría de Docentes,
Estudiantes, Servicio
Doméstico, Constructores, Comerciantes, Obreros y Oficios
Varios. Ver Tabla 7, sobre la base de 238 personas
económicamente activas que respondieron la encuesta:

Tabla 7.Profesión y ocupación
laboral

Profesión

Número de
personas

Porcentaje

Docente

Servicio doméstico

Constructor

Oficios varios

Estudiante universitario

Ama de casa

Comerciante

Obrero

Enfermería

Agricultor

Abogado, ingeniero, arquitecto, médico,
gerente,
comunicador social.

Otros como: Mecánico, panadero,
mecanógrafo, mensajero, conductor, policía,
etc.

49

39

25

22

20

15

|3

7

6

6

7

29

20.59%

16.39%

10.50%

9.24%

8.40%

6.30%

5.5%

2.94%

2.52%

2.52%

2.94%

12.18%

TOTAL

238

100%

Articulado al aspecto anterior se pueden mostrar las
condiciones de empleo obre la
base de las 122 encuestas
realizadas a las 122 familias. De las 106 familias que
contestaron la encuesta, 184 personas trabajan, y no trabajan 41
personas. Lo que quiere decir que la mayoría cuenta con
algunos ingresos
económicos que les garantiza la existencia en la ciudad.
Ver tabla 8.

Tabla 8

Nro. De familias

122

Respondieron

106

No respondieron

16

Trabajan

184 personas

Porcentaje (%)

86.86%

No trabaja

41 personas

Porcentaje (%)

18.14 %

En lo concerniente a los ingresos, 105 familias
respondieron la encuesta de 122, y los resultados muestran que el
promedio de las familias negras sobreviven con ingresos que van
desde menos de un salario
mínimo hasta dos salarios
mínimos, es decir, los ingresos oscilan entre los
$100.000.00 mensuales hasta los $560.000.00 Ver Tabla
9.

Tabla 9

Ingresos de acuerdo al
S.M.L.

Número de
familias

Porcentaje

Menos de un salario mínimo

Con uno y un poco más del S.M.L.

Con dos S.M.L.

Con más de dos S.M.L.

Con un poco más de tres S.M.L.

Con un poco más de cuatro S.M.L.

Con cinco S.M.L.

Con seis S.M.L.

Con más

20.59%

16.39%

10.50%

9.24%

8.40%

6.30%

5.5%

2.94%

2.52%

2.52%

2.94%

12.18%

TOTAL

100%

FUENTE; Trabajo de campo.

En lo relacionado a la vivienda, de la 122 familias, los
resultados de las encuestas arrojaron que 104 de ellas viven en
casa y 18 viven en cuartos, para el 85.25% de las primeras, y el
14.75% de las segundas. Y en cuanto a la tenencia de la vivienda,
el 25.41 % la ti %ene pagada; el 15.6% de las familias la tienen
en proceso de
pago; en arriendo el 44.26% y los cuartos en arriendo el 14.75%.
Ver Tabla 10.

Tabla 10. Tenencia de la vivienda

Tenencia de la
Vivienda

Número de
familias

Porcentaje

Casa pagada

Casa en proceso de pago

Casa en arriendo

Cuartos en arriendo

31

19

54

18

25.1%

15.6%

44.26%

14.75%

TOTAL

100%

FUENTE: TRABAJO DE CAMPO

Los datos nos
muestran con claridad que la mayoría de la Comunidad Negra
Afropereirana tiene serias necesidades de vivienda. No así
con respecto a los servicios
públicos que en un alto porcentaje tienen acceso a
ellos, hasta en la parte más humilde donde está
asentada, como lo muestra la Tabla
11.

Tabla 11.

Servicios
Públicos

Número de
familias

Porcentaje

Energía, Teléfono, acueducto, alcantarillado,
aseo y T.V.

Únicamente sin T.V.

Sin T.V. y sin teléfono

Sin teléfono

90

5

6

21

73.8%

4.1%

4.9%

17.21%

TOTAL

122

100%

FUENTE: TRABAJO DE CAMPO

Dentro del aspecto de acceso a los servicios
públicos, se tienen los contemporáneos, entre ellos
el Internet que
aún no llega al grueso de las comunidades en especial de
las afropereiranas. Sólo tres familias de las 122
encuestadas tienen acceso a este revolucionario
servicio.

Finalmente y en cuanto a identidad y
organización de las Comunidades Negras en
el Municipio de Pereira, sobre la base de estas 122 familias, 75
de ellas sabe que su ancestralidad proviene del continente
africano; 41 de ellas no saben y 6 familias no contestaron la
encuesta. Ver Tabla 12.

Tabla 12. Etnia e
identidad.

¿Sabe de dónde
proviene la oblación

Número de
familias

Porcentaje

Afrocolombiana?

Sí, del continente africano

75

61.5%

No sabe

41

33.60%

Sin contestar

6

4.92%

TOTAL

122

100.00%

FUENTE: Trabajo de campo.

Relacionado con este mismo orden de ideas, las 122
familias encuestadas, todas se encuentran orgullosas de ser
personas negras. 118 de ellas afirman que existe racismo en el
Departamento y la ciudad en particular. 67 de estas familias
afirman haber sido víctimas del racismo en la
región, más no para 46 de las familias encuestadas.
Igualmente 16 familias de las 122, están afiliadas a
organizaciones
que defienden sus derechos como el Movimiento
Nacional Cimarrón, la Corporación Diego Luis
Córdoba y la Asociación de Chocoanos Residentes en
Risaralda (ASOCHOR). Más no están afiliadas a
ninguna organización 101 de las familias encuestadas. Un
gran reto para estas organizaciones en lo que concierne a Pereira
en particular. Por otra parte la manera como demuestran y
argumentan la Comunidad, sobre la base de estas familias, es que
no han recibido, no se han beneficiado de ningún programa
gubernamental para el caso de 106 familias. Excepto para 16 de
ellas que afirman haber recibido beneficios gubernamentales a
través del SISBEN, el INURBE, el lCBF, el Programa de
Madres Comunitarias y el acceso a los créditos condonables para estudiantes de
Comunidades Negras deI ICETEX.

Culminando en lo que respecta a las encuestas, las
familias encuestadas ven como sus mejores dirigentes en la
defensa de sus intereses a JUAN DE DIOS MOSQUERA MOSQUERA,
ATILANO CÓRDOBA MATURANA, IVAN ALBERTO VERGARA SINISTERRA,
HILDEBRANDO MOSQUERA y a SIMÓN ELADIO PALACIOS.

De otra parte, en nuestro marco histórico
contemporáneo, como consecuencias de la apertura de la
carretera hacia el mar pacífico, las políticas
de ajustes neoliberales imperialistas, la pobreza
generalizada y el conflicto
social y armado entre paramilitares y el movimiento guerrillero,
ha generado severas migraciones afrocolombianas hacia el interior
del país y en particular hacia el Departamento de
Risaralda y el Municipio de Pereira desde hace 15 años, en
condiciones degradantes y acrecentando la población afrorisaraldense,
obligándola a reordenarse estratégicamente,
organizarse y a asumir el nuevo rol que le impone las condiciones
actuales del país y la región, como en gran parte
ya se demostró con los datos
estadísticos.

Violencia,
conflicto armado y desplazados

En lo que concierne a la violencia, el
conflicto armado y especialmente a los desplazados, que es el
drama más importante que tienen los afrocolombianos en el
Departamento de Risaralda y en la Ciudad de Pereira
concretamente; según datos de la Red de Solidaridad, se
tienen hasta la fecha, 764 familias desplazadas que dan un total
de 4.402 personas.

Como Departamento receptor, Risaralda tiene un acumulado
de familias procedentes de otras regiones así:

Tabla 13. Departamentos de procedencia de los
desplazados del Risaralda

Departamento de
procedencia

# de familias

Porcentaje,

registradas

Risaralda

233

31

Antioquia

167

22

Chocó

124

16

Tolima

47

6

Valle

40

5

Putumayo

28

4

Meta

14

2

Caquetá

18

2

Otros

93

12

TOTAL

764

100.00%

FUENTE: Red de Solidaridad. Informe Sobre
Desplazados. Pereira. 2001.

El grueso de esta población como se ve, es
afrocolombiana que constituye el 82% de los
desplazados.

Adicional a lo anterior, el Departamento de Risaralda ha
venido incrementando el fenómeno del desplazamiento
interno a raíz de los últimos acontecimientos en
los Municipios con presencia de grupos armados
como Pueblo Rico, Mistrató, Quinchía y
Guática. La procedencia de esta población es la
siguiente:

Tabla 14 Desplazados internos en el Departamento de
Risaralda

Municipio
Expulsor

Número de familias
registradas

Porcentaje

Belén de Umbría

Dosquebradas

Guática

La Celia

Marsella

Mistrató

Pereira

Pueblo Rico

Quinchía

Santa Rosa de Cabal

Santuario

18

2

22

15

2

46

10

1021

56

2

8

1.498

0.166

1.830

1.248

0.166

3.827

0.832

84.942

4.659

0.166

0.166

TOTAL

764

100.00%

FUENTE: Red de Solidaridad. Informe sobre desplazados.
Pereira 2001.

Como se observa también en esta Tabla, la
población más afectada es la afrorisaldense del
Municipio de Pueblo Rico, Corregimiento de Santa Cecilia con el
84.9% de desplazados como consecuencia de la toma de las FARC el 17 de
Marzo de 2000.

La población principalmente se ha ubicado en
Pereira y demás Municipios del Área Metropolitana
como en La Virginia con 37 familias, Dosquebradas con 60 familias
y Pereira con 262 familias.

En el caso de Pereira la población desplazada
afrorisaldense se encuentra mayormente concentrada en la zona de
El Plumón, detrás del Colegio Aquilino Bedoya con
un total 138 familias que constituyen 775 personas. Las
demás están ubicadas en los barrios Nacederos, La
Curva, San Nicolás y Caimalito fronteras con el Municipio
de La Virginia.

Esta población aún no posee
garantías, pero se está organizando sobre las bases
de apoyo de las organizaciones de base Afrorisaldenses que
constituyen la Consultiva Departamental de Comunidades Negras y
los esfuerzos que trata de hacer la Secretaría de Gobierno
Departamental que tiene en sus manos las políticas para
los desplazados.

Finalmente, queremos terminar el presente
capítulo con una entrevista del
Doctor Atilano Córdoba Maturana, Honorable Concejal del
Municipio de Pereira, donde hace un gran recorrido
histórico contemporáneo de la Comunidad Negra desde
Santa Cecilia, el Departamento de Risaralda y de Pereira en
particular, a través de su vida. (Ver Anexo B).

Conclusiones

Como se ha logrado demostrar y sustentar en el presente
trabajo, en las sociedades de
clases, la historia la impone quien
está en el poder, quien
ejerce el control del
Estado,
excluyendo a los otros sectores laboriosos y étnicos que
conforman la Nación
y es racista si se instala desde la concepción y el
discurso de un
grupo
étnico como el europeo blanco y el de las élites
dominantes de la Nación,
la región y la localidad como lo es el caso colombiano y
con respecto a las Comunidades Negras e Indígenas que han
sido invisibilizadas en la historia.

Esta manera de hacer historia ha impregnado, de alguna
manera, a las organizaciones populares, las organizaciones y
partidos progresistas, a los estudiosos, investigadores e
intelectuales
de avanzada bajo una concepción estrecha y economicista de
comprender la teoría
científica de Marx sobre la
lucha de clases.

Las teorías
y los discursos
sobre esta manera de hacer historia, desde el euroblanquismo han
impregnado todos los conductos de la sociedad
colombiana, desde lo nacional, hasta lo regional y lo
local.

Como respuesta a esta forma de construir la historia y
hacer visibles a las Comunidades Negras combatiendo el racismo y
la Discriminación Racial, muchos estudiosos,
historiadores, investigadores, antropólogos y
sociólogos, entre otros, durante el siglo XX y comienzos
del Siglo XXI, emprendieron una gigantesca tarea por reconstruir
la historia de los afroamericanos en general y de los
afrocolombianos en particular como Nina Rodríguez en.
Brasil,
Fernando Ortiz en Cuba, Meville
Herskovits, Roger Bastides, Norman Whitten, Gonzalo Aguirre
Beltrán en México,
Miguel Acosta en Venezuela e
IIdefonso Pereda Valdés en Uruguay.
Gilberto Freyre, Arthur Ramos y en Colombia
José Rafael Arboleda, Aquiles Escalante, Manuel Zapata
Olivella, Rogelio Velásquez, Nina de Friedmann, Jaime
Arocha, Michel Taussig, Juan De Dios Mosquera, Peter Wade, entre
tantos otros. Y últimamente los trabajos de investigación que se vienen desarrollando
al respecto en la Universidad
Tecnológica de Pereira bajo la orientación de los
Profesores Carlos Arnulfo Escobar Belálcazar, Gildardo
Rivera Galindo, Ramiro Bravo y otros.

Los resultados de esa nueva construcción histórica ha dilucidado
la presencia de la Comunidad Negra en América
y en Concreto de
Colombia desde el trasplante y secuestro forzado
desde África
hacia América, la explotación económica y la
inferiorización racial y cultural, las formas de
opresión hasta la respuesta aguerrida del cimarronaje de
diversas formas, contextos y niveles, y los aportes de los
pueblos negros a la construcción de la economía
mundial capitalista, la cultura, las
sociedades, la política y sus luchas
por la libertad en
cada Nación de América. Pero esta historia
aún tiene un largo trayecto de reconstrucción, que
apenas comienza.

Ahora bien, en lo que concierne a los afrorisaraldenses,
el presente trabajo de investigación nos demuestra que la
presencia de las Comunidades Negras de la región son el
resultado de la dinámica poblacional de la colonia
esclavista, los sucesivos levantamientos de los esclavizados por
su libertad, las fugas, el Cimarronaje y la implantación
de Palenques en la Región durante el Siglo XVIII y
XIX.

Que las Comunidades Afrorisaraldenses han hecho
presencia mucho antes de lo imaginado en la región,
contribuyendo en la fundación de los municipios y en la
propia creación y desarrollo del
departamento de Risaralda, en el contexto de las fugas, la
implantación de palenques, las colonizaciones
Antioqueña y Caucana, las migraciones de la Comunidad
Negra hacia el interior por la apertura de vías hacia el
Pacífico, por la atracción del proceso reciente de
industrialización de la región y en el presente
contemporáneo por la degradación económica,
social y el conflicto armado en los lugares de origen.

Que esas Comunidades en ese proceso y dinámica
antes referido, contribuyeron a fundar y desarrollar
económica, social, cultural, étnica y
políticamente, en concreto, los Municipios de Pueblo Rico,
La Virginia, Pereira e incluyendo el Municipio de
Dosquebradas.

Que esta verdad es evidenciada en lo referido al
municipio de Pueblo Rico, a través del Corregimiento de
Santa Cecilia, cuando los esclavizados mineros del Municipio de
Tadó se insurreccionaron en 1728 y como resultado de la
fuga, poblaron la zona; ampliándose ésta, cuando se
abrió la carretera en 1910 y tomando el nombre de Santa
Cecilia, patrona de los músicos, acordada entre la
Comunidad y el Padre Fermín que iba de pasada en 1924. La
construcción del Penal hizo otro tanto, al igual que toma
auge el corregimiento con la presencia del Padre Salvador Cruz
Santana y la creación de la Normal Pío XII que
daría como aportes cientos de normalistas y docentes en el
marco de la educación a nivel
Nacional y Departamental; y de políticos negros que
jugarían un rol importante no sólo para el conjunto
de la región sino también para el beneficio de sus
propias comunidades de origen. Que las Comunidades
Afrosantacecilianas, han sostenidos ancestral mente sus
territorios haciéndolos productivos en el campo
agrícola, minero, forestal, pesquero, artesanal y
ambiental en el marco de su complejo mundo cultural y que la
exigen en adjudicación colectiva al INCORA de acuerdo a
este contexto. Aportándoles también desarrollos
poblacionales, económicos, sociales y políticos a
los municipios vecinos del Departamento de Risaralda y una lucha
abierta y discreta a las élites dominantes en el proceso
de conquista de
sus derechos étnicos.

Igualmente esta verdad histórica se revela con la
también fundación y desarrollo del municipio de La
Virginia, con el mismo levantamiento de los cimarrones
Tadoceños de 1728, y la fuga y desplazamientos afrohumanos
de la región caucana y antioqueña en el marco de la
colonización durante el siglo XIX. Ese rol fundacional y
posteriores desarrollos del municipio lo ejercerán las
sopingas y de las cuales hacen parte dos grandes mujeres; las
afrodescendientes Francisca y Tránsito Durán.
Paralelamente la participación de la Comunidad Negra se
hará más amplia en la construcción moderna
del Municipio, con la instauración del Ingenio Risaralda,
la creación de los barrios y la participación política desde sus
miembros a través del Concejo Municipal y ahora con la
presencia de los desplazados negros, la mayoría
afrosantacecilianos por la toma insurgente del 17 de marzo de
2000.

Para terminar de demostrar la presencia histórica
y contemporánea de dichas comunidades, lo observamos en la
creación del Municipio de Pereira, Capital del
hoy Departamento de Risaralda, desde el levantamiento de
esclavizados en Cartago en 1781 donde fundaron un palenque en las
inmediaciones de la ciudad, posteriormente reprimido y destruido;
desde la fundación de Pereira en la cual participó
la afroantioqueña Guadalupe Zapata, hasta las migraciones
pasadas y presentes de los afrodescendientes a la capital en el
contexto de la apertura de las carreteras hacia la Región
del Pacífico, el desarrollo agroindustrial de la
región cafetera y de Pereira en particular, los anhelos de
mejores condiciones educativas universitarias y de mejores
niveles de vida por el conflicto armado y las condiciones
criticas socioeconómicas de los Municipios de la Costa
Pacífica en el marco de unas políticas
imperialistas neoliberales de las más agresivas y que las
golpean con la mayor severidad que al resto de la
población Colombiana. En la Ciudad, los afropereiranos han
aportado al desarrollo infraestructural, cultural, deportivo,
profesional, económico, étnico, educativo y
político, no sólo de Pereira, sino, del
Departamento y toda la Nación.

Es una realidad histórica y contemporánea
tan evidente que hoy ni los mayores historiadores incrustados en
las élites pueden soslayar los semejantes aportes
brindados por los afrodescendientes a la región. Una deuda
grande por cobrar dignamente y que no desmeritan en absoluto
lIamarles AFRORISARALDENSES a los que siempre han estado
allí, en las buenas y en las malas a pesar de haber sido o
queridos ser invisibilizados por la historia tradicional sesgada
por tanto racismo y que hoy, desde las organizaciones populares y
étnicas se, han comprometido en mirar el problema
étnico desde una óptica
más constructiva.

El ejercicio grande de este trabajo nos lleva a plantear
que se hace necesario y urgente:

Desarrollar un proceso serio de construir nuevas
teorías de la historia para hacer visible aquellos actores
y actoras en toda su magnitud que la historia tradicional ha
ocultado hasta el presente.

En lo que concierne a la Comunidad Negra y sus
organizaciones en pro de la conquista de sus derechos
históricos, humanos y culturales debe enfilar un proceso
de profesionalizar a sus miembros en el campo de la historia,
para rescatarla a través de trabajos investigativos en
prospección a la construcción de un Estado que
corresponda a la realidad de una Nación multiétnica
y pluriracial.

Esa reconstrucción histórica debe ser
militante y comprometida para el campo de la acción
política y la transformación social al servicio de
las mayorías invisibilizadas y desprovistas de sus
derechos legítimos.

Esa reconstrucción histórica debe ir
orientada a la deconstrucción del discurso
seudocientífico racista, la discriminación y el prejuicio
racial que imposibilita la democracia
real, la tolerancia
ética y
las relaciones interétnicas en la base de la
población en su lucha unitaria contra el poder y las
formas de explotación.

Esta nueva interpretación de la historia nos lleva a
revisar los contenidos curriculares de las instituciones
educativas en todos los niveles del departamento de Risaralda y
toda la Nación para que sean reconocidos los rostros de
los verdaderos constructores sociales, políticos,
culturales, económicos y étnicos del
país.

Y que el presente aporte histórico a
interpretación de la historia contemporánea de los
Afrorisaraldenses sea el comienzo de una reinterpretación
del conjunto de la historia en el Departamento y un arma
política y social para legitimar sus derechos e intereses
en el marco de la unidad popular de los oprimidos y explotados
por la presente sociedad capitalista posmoderna.

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Anexos

Anexo A. Entrevista realizada en el
Municipio de La Virginia

La presente entrevista fue realizada en el municipio de
La Virginia al aspirante al Concejo Municipal, Wenceslao (W). Ola
30 de Junio del al1o 2000. Intervención y
ambientación: IVÁN VERGARA (I)

W: En ese tiempo a la comunidad negra, no la
tenían siquiera en cuenta ni para escupir.

I: Correcto, eso es.

W- En ese entonces, era cuando uno salía a la
calle y era como si saliera una cosa rara.

I: Veían al mismo demonio pues.

W: A mi me tocó muy duro aquí en este
pueblo.

I: Don Wenceslao, nosotros estamos tratando de escribir
la historia de la comunidad negra; fundamentalmente ubicando tres
puntos básicos: la comunidad negra de Santa Cecilia, la
comunidad negra de aquí de La Virginia y la comunidad de
Pereira y hacer más o menos una historia
centrándonos en estos tres grupos fundamentales donde hay
población negra mayoritaria. ¿Cuéntenos
qué sabe usted de la historia de La Virginia y usted como
parte de esa historia, cómo nos puede explicar ese
trayecto histórico, a partir de su propia vida

W: Perdón, antes de grabar, yo no se, yo
sólo les cuento una
partecita por ahí muy somera porque cuando yo vine a La
Virginia, yo era muy campesino y yo
si tengo alguna cosas para contar, conocí a unas gentes
que eran de aquí y eran negros, de los pobladores que
hablan venido a fundar aquí, de por ahí yo
recuerdo, pero específicamente lo de Sopinga, no lo tengo
muy claro…no .

I: Cuéntenos de lo que usted sabe. Nuestros
pueblos negros no pueden llegar a perder los dirigentes, por
ejemplo, usted es un personaje de suma importancia en la
comunidad y hay que pensar en hacer una biografía porque uno
no es eterno, pero los hombres como usted tienen que quedar en la
histona nacional, de los que vienen; entonces es necesario
escribir su biografía, porque de este otro señor,
de él se sabe muy poquito, nadie escribió nada de
él.

W- ¿De don Arnulfo?

I: Sí, del que lo antecedió a usted. La
historia suya es una historia que tiene, que quedar en la
impronta de la historia de La Virginia y de las futuras
generaciones de la comunidad negra, tanto en el campo
político y como en el campo de la vida. Pero para eso ya
habrá oportunidad en otro momento de escribirla, porque es
una misión de
gente como nosotros recuperar la memoria
histórica de nuestros pueblos negros, de dónde
vienen y saber para dónde van. Entonces ahora si don
Wenceslao, después de toda esa introducción,
pasemos a la
entrevista.

W: Haber, yo empiezo a contar desde Santa Cecilia,
cómo vine a La Virginia porque no puedo empezar a caer en
un paracaídas, ¿Cómo vine?.

Resulta que mi pueblo natural es Santa Cecilia, yo
nací en Guaratos, pero en la parte que en ese entonces era
Caldas, hoy día Risaralda. Resulta que mi papá era
un agricultor, pues no era un acaudalado, pero tampoco era
demasiado pela gato; tenia fincas y tenia modo de vivir, resulta
que yo quedé huérfano muy pequeño, a la edad
de los 9 o 10 años; quedé a merced de un hermano y
ese hermano me tiraba muy duro, me ponía a trabajar en las
minas y él recogía todo el oro y se iba a
cambiarlo y, bueno, hasta que yo un día me agarré a
pensar cómo iba a construir mi vida, yo solo en el mundo;
la plata no valía nada; entonces opté por volarme
de la casa; él me habla dado una pela muy horrible y me
había tirado de un balcón, me había tirado
machete, pero como yo era liso me escurrí y el machete
cayó allá y esa noche no dormí, pensando que
me iba a ver.

Entonces decidí salir a andar… me vine con un
cuñado a utilizar la preferencia de él para que me
sacara; llegué acá a este pueblo, a La Virginia, me
ganaba 5 centavitos. Cuando digo que la plata no valla nada, era
que el trabajo de
uno no valía nada, porque yo me ganaba 5 centavos y
llegué acá trabajando en la finca, en una finca que
se llamaba Palermo, parte de los Arango, viejo Alberto Arango,
fundador de esta región. Allá me dieron trabajo y
me ganaba esos 5 centavitos; no salía del pueblo, me
quedaba tiempo hasta que recogía por ahí 50 o 70
centavos; cuando ya tenía mis 70 centavos, salía
por el pueblo a mecatear; de pronto… una vez me quedé
sin trabajo y me vine para el pueblo, allí, a un hotel que se llamaba Hotel Virginia, me
hospedé, ahí pagué una piecita y
empecé a conocer el pueblo. El pueblo eran dos calles,
pero yo no salía. Porque ni era mayor, ni podía
salir a las tertulias, porque yo no tomaba trago, nada, yo no
salía de donde tenia la comida y cuando empecé a
conocer el pueblo se me acabó el trabajo, pagué una
piecita y al otro día, fue un Domingo; al Lunes
madrugué así a andar la orilla del río,
todavía aquí llegaban barcos, me encontré
con un señor que se llama Alejandro Rafles, que por
ahí está, anda en unas muletas, ya acabado el
viejito; él me llamó con otro muchacho que
llamábamos el Patiquebrado a Palibeliarle: tenía
una arena en la parte de abajo en un cajón y por subirle
un metro nos daba los 5 centavitos, un jornal. Ya ese
señor me cogió y me enseñó y me
quedé con él trabajando; el señor me
enseñó a sacar arena. Yo me establecí en el
pueblo porque ya tenía mi trabajaderito;
madrugábamos a las tres de la mañana
trabajábamos el día; por la tarde tenía mi
platica, mi comidita, mi dormida; yo me volví pueblerino;
en esas y las otras me fui espigando, ya mi pantalón
larguito, ya me iba p' donde las muchachas a pasar bueno;
después me aburrí, me fui a trabajar a una finca, a
una hacienda que se llamaba San Francisco de un señor
llamado José Miguel Londoño, allá habla un
alimentador que llamaba Daniel Echeverry y la esposa se llamaba
Carolina Marulanda, yo trabajaba allá, me colocaron de
garitero; el garitero era el que se levantaba por la
mañana a moler, a pilar y a prevenir para cuando la
señora se levantara a asar las arepas y a cargarle la
comida a los trabajadores donde estuvieran trabajando. Estuve
trabajando mucho tiempo, ya yo estaba formado; volví otra
vez y me vine al pueblo.

I: ¿De qué edad llegó a La
Virginia?

W: Yo llegué a La Virginia por ahí a la
edad de unos que? Yo creo que yo tendría por ahí
unos que? no estoy muy seguro, pero yo
tenía… Yo jugué bolas aquí con Rafael Gil,
con un señor Caneco, con el finado Patiquebrado, con una
cantidad de gentes, un muchacho Miguel Caneco que éramos
más o menos contemporáneos, pues, andamos por
ahí por los 73, o sea que yo llegué aquí por
ahí de unos trece años, pero en ese entonces la
mayoría de edad era a los 21, hasta que uno tuviera 21
años no era un hombre, pues
de salida hasta a los padres de uno tenía que
escondérseles de muchas cosas mientras no tuviera los 21
años; bueno, yo ya seguí aquí en el pueblo,
iba y trabajaba las fincas y venía el día Domingo.
Cuando yo conocí los pantalones largos ya me iba para
donde las muchachas, era muy bailarín, tuve academia de
baile aquí, y así me estuve hasta que mataron al
finado Gregorio González, era el dirigente político
liberal de entonces, en esa época estaba recién
venido el finado Arnulfo Caicedo: cuando mataron al finado
Gregorio, entonces Arnulfo Caicedo empezó a coger la
bandera.

I: ¿Él era dirigente político
negro?

W: No, él era mestizo. Empezó el finado
Arnulfo a coger la bandera y ya nos fuimos algunos morenos, otros
de raza más negra como yo y nos hicimos al lado de
él y empezamos a apoyarlo y surgió, salió
concejal y surgió, ya era un político ya don Camilo
Mejía duque se vino de Salamina, ya estamos hablando de
los años 48', 46' más o menos porque en el 48' ya
don Camilo Mejía estaba establecido en Pereira, entonces
el finado Arnulfo se enganchó con don Camilo Mejía
Duque quien era su jefe político y él
surgió: vino la violencia y empezaron a extenderle la mano
a todos los liberales en Pereira.

Pereira también eran cuatro ranchos y se
expandió. El finado Arnulfo surgió. Fue aquí
el caudillo político, el jefe, entonces como yo lo ayudaba
a él, trabajaba con él, entonces me fue dando
largas para que yo me fuera para los barrios a hablar con la
gente, fui cogiendo cancha y consiguiendo amigos jóvenes y
de edad; opté por los 5 centavitos que me ganaba; una
parcelita me la echaba al bolsillo, iba y le daba cositas a la
gente y con lo otro subsistía. Fui cogiendo fuerza, la
gente me empezó a conocer, ya que el negrito por
aquí, el negrito Castillo por allí; de pronto
cuando se afinó la violencia, me tuve que ir de
aquí, volví y emigré, tuve que perder todo
lo que tenia: tenia unos alimentaderos, se desbarató,
tenía otro alimentadero por allá gorconda y yo
perdí todo eso porque tuve que salir de aquí mal
salido, me eché a perder, tuve que salir a las 5 de la
mañana y llegué a Santa Cecilia a las 4 de la tarde
a pie, atravesando cafetales. Llegué a Santa Cecilia y
tuve problemas porque cuando eso pertenecía a Caldas todo
esto y como a las dos de la noche llegó el Corregidor de
allá en ese entonces, la misma chulavita, llevaban la
orden de que… entonces la hermanita mía entró y
me movió y me dijo que …antes de que..yo… me
escondí y me fui, y anduve mucho tiempo, recorriendo mucha
montaña.

Por ahí en los años 53, 54, 55,
volví otra vez a La Virginia. Volví donde el finado
Arnulfo, ahora si ya criado, ya era un varoncito. Entonces me
metía, llegué, pusimos unas elecciones y él
metía, me metió en una lista de séptimo;
eran siete concejales y él me metió de
último; como tenía muchos amiguitos, para que los
amiguitos me arrastraran y él pudiera salir sin problema
porque él encabezaba.

Bueno ya seguimos trabajando, de pronto por algunas
circunstancia en una campaña policíaca, tenia un
amigo que por apodo lo llamábamos Chiqui y él se
habla comprometido que me llamaba a mí con el finado
Arnulfo pero que lo colocábamos porque él era
electricista, eso ya fue en la campaña del doctor
López, Alfonso López Michelsen, pero no en la
campaña cuando él perteneció al MRL, sino
cuando él se lanzó oficialmente que salió
presidente, "ahora me dijo que si", que él me cuidaba al
muchacho. Cuando ya se hizo la campaña, un día me
dijo: bueno compadre… uno para ser liberal no necesita los
puestos, le dije: ¿cómo así compadre y
entonces usted por qué los acapara todos?, yo tengo
derecho, yo también trabajo, tengo derecho a mi
plática, entonces me llamó a partir cobija y
partimos cobija, yo me quedé.

En esas y las otras me llamó el doctor Oscar
Vélez Marulanda a que trabajara con él, o a que me
le pusiera al frente a un movimiento que se llamaba Acción
Liberal que lo componían 12 personas, aquí no
votaban más de 12, y yo entré a trabajar en ese
movimiento, a hablar con la gente, a hacerle mandadito a la
gente, el doctor me traía en ese entonces como se habla?
Si treinta mil pesitos, para servicios, pues del directorio y fui
cogiendo una fuerza, me conocí con el señor
Ángel María Durango Bravo y él empezó
a ayudarme en el movimiento; una tarde le conté que yo no
podía votar, porque tenía los derechos
políticos perdidos, el señor empezó a
chuzarme que yo tenia que hacer algo en la vida. Algún
día ya tenía con que y le dije camine vamos, y me
dijo adonde? y le dije a Antioquia; llevé un memorial que
me sacó el finado Manuel Castro y llegué y lo
presenté y verdad que me hicieron mi papeleo y lo traje,
se lo presenté al señor Registrador; el Registrador
lo mandó a Bogotá; como ya había pagado, no
debía, ya había pagado mí arresto y llevaba
otro tiempo igual, me rescataron mis derechos y entonces
encabecé una lista para Concejo y salí Concejal por
primer vez.

I: ¿En que año don Wenceslao?

Más o menos si las cuentas me dan,
yo creo que llevo 23 anos de Concejal en este pueblo, si las
cuentas no me fallan, desde más o menos en 1974 o 1973,
una cosa así; salí concejal y empecé la
guerra con el
finado Arnulfo y empecé a quitarle, a restarle.

Cuando mataron al finado Arnulfo, ya tenía tres
concejales, hacía cuatro, después que él
tenia 7, ya ahí vino la fundación de mi vida
política, el doctor Vélez me colocó de
suplente de él en la Asamblea.

I: ¿Cuántos concejales negros hubo en esa
época, usted era el único o eran varios?

W: Eh, el finado Arnulfo y mi persona.

I: Ah, ustedes dos no más?

W: Sí, el finado Arnulfo y mi persona, no
más. Hablando de otra cosa, para el negro aquí era
muy difícil surgir y es muy difícil surgir, por
qué? para una muestra un botón: aquí han
aspirado otros negros, unos han sacado 7 votos, por ahí
están las listas, (aquí aspiró un
señor Vásquez), han aspirado varios negros y el
negro aquí no cala, entre otras cosas, y si va y surge, la
persecución es muy dura, porque usted debe haber oído
alguito de la persecución que me montaron a mi en La
Virginia, a mi me quemaban los carros, a mi me abaleaban en la
casa, a mi me perseguían a mi mujer,
!qué no me hicieron¡, en vista de eso… de esa
presión… yo también me tomé
ese trago de "resolveti" y también me paré como los
hombres, y me tienen que matar, !pero yo voy es par delante! pero
yo no le comía de cuento a nadie; y cuando el doctor
Vélez me invitó a ser Diputado, fui Diputado, pues
¿ cómo no iba salir Diputado siendo suplente de
él?, en ese entonces tenía todo el poder en el
Departamento.

Yo fui diputado 4 años, desde 1980 hasta el 1984;
hice dos periodos; en esa época los períodos eran
de dos años, pero resulta que ya habla creado, ya habla
formado otra juventud, y el
Doctor Vélez también había formado otra
juventud como Cesar Gaviria y otras y entonces vino el Gavirismo
y el Oscarismo y entonces ya, bayoneta ventiada al doctor
Vélez en el Departamento para acabar con él y
bayoneta ventiada en La Virginia para acabar conmigo. Un
día yo le dije al Doctor Vélez: Doctor
Vélez, esto esta muy verraco, usted no se está
dando cuenta de lo que está pasando en La Virginia, a
usted están por acabarlo. Me dijo: no, contra mi no hay
nada. Le digo Doctor Vélez: contra usted sí hay;
entonces él creyó que con echarle mano a un
señor Tangarife y tal, que con eso se acaba el problema,
entonces dijo que yo era el único candidato a la Asamblea,
pero no más, se bajó de la tarima, se llevó
a Tangarife a inscribirlo como Diputado a la Asamblea; como eso
era lo que ellos querían, entonces: cuando no podés
con el enemigo metete a la casa de él y acaban con el
Doctor Vélez; pero como yo me abrí, perdí la
Asamblea, pero no perdí el Concejo, así ha seguido
mi vida política, hoy día represento un grupito que
me ha apoyado, el partido liberal que me apoya todavía; he
logrado, pues salir adelante, digo yo, porque me he sostenido
contra muchas presiones, muy pobremente, porque lo que más
me enorgullece a mi de estar en esta vida política ha sido
mi comportamiento
y mi honradez, porque gracias a mi Dios, en esta plaza
pública me puedo subir a cualquier tarima y nadie me
señala con el dedo de corrupción o de alguna cosa mala,
manejé mucho lo del Departamento, como lo han manejado los
otros diputados; en ese entonces eran más poquitos pero
también lo manejaba uno, cuando sube uno con honestidad y de
ese mismo movimiento me arrastré yo la partecita que hoy
estoy representando. En la parte de la política, pues
hasta ahí tengo para contarles porque ya voy llegando casi
hasta el día de hoy.

I: SI, ¿qué beneficios sociales ha
aportado usted a la población de aquí de La
Virginia y en particular para la comunidad negra?

W: A mi me abriga la aspiración de haber hecho
bastante. ¿Por qué? Porque los barrios Alfonso
López, El Progreso, San Carlos, la parte baja de La Playa,
eran barrios deplorables, no tenían alcantarillados, no
gozaban de agua potable,
no gozaban de luz, eran
tugurios; usted sabe qué es un tugurio? casas techadas con
tejas de cartón y con hojitas; tengo para decirlo y no lo
puedo negar que esos barrios vinieron a tener servicios
públicos por la intervención que yo hice cuando
tuve fuerzas de llegar a una Alcaldía, de llegar a una
parte y hablar, el barrio Pío XII Nuevo, fue fundado por
mi, no con plata mía sino con plata del Estado, con un
jefe que me apoyaba por Bogotá y yo que me movía
aquí haciendo gestiones y así fue como entregamos
333 casas con vigas y amarre, sin costarle a las personas un
sólo peso.

I: ¿En qué año don
Wenceslao?

W: Eso fue en el año 82 al 83, cuando fui el
postor de la energía para los mismos barrios El Progreso,
San Carlos, 7 de Enero, Pío XII, Caimalito, La Playa, Los
Libertadores y el barrio Pedro Pablo Vélez.
¿Qué he aportado para las comunidades negras? Para
las comunidades negras, pues, lo mismo que he aportado para las
comunidades blancas: el desarrollo de los sitios donde ellos han
habitado y donde los están habitando; no he aportado
más para ellos, porque la comunidad negra a mí
nunca me ha apoyado. De pronto votará uno. La comunidad
negra es muy amante de ponerse la camiseta del Doctor
Benjamín o de Unidad Liberal, pero no para ponerse la
mía; sin embargo les he dado oportunidades a muchos de
tener puesticos por ahí, como fue esta muchacha Perea,
como Arnulfo Arango que es bombero, quizá en la forma de
subsistir, en eso les he dado la mano, a resolver problemas ya
muy minúsculos por ejemplo que se enfermaron, que tienen
un niño enfermo.

Al menos tuve buenos trabajos y esa es otra
satisfacción que me queda. Hoy vivo pobremente, pero
cuando tuve con qué le serví a la totalidad de la
gente de La Virginia, a la gente pobre. Que se le murió un
doliente, yo le compro el ataúd, yo le pago el entierro,
que tengo hambre, yo le doy de comer, que mi casa se está
mojando, yo le doy techo, en fin de todas esas cositas que he
hecho me queda una satisfacción. El único testigo
es Atilano; cuando yo saqué a Manuel Salvador Mosquera, lo
apoyé para el Concejo y salió Concejal, un negro de
Santa Cecilia, ya es jubilado y en seguida le conseguí
puesto en Rentas Departamentales, y no he podido hacer más
porque Santa Cecilia no me apoyó cuando yo fui Diputado,
apoyaban a Néstor Arango, así de
sencillo.

I: ¿Por qué cree usted que la comunidad
negra no tiene esa identidad de apoyo político a sus
dirigentes, como el caso suyo en concreto?

W: Haber, egoísmo y entiendo yo falta de conocimiento y
quizá falta de una cultura, porque tengo para contarle una
historia: En Santa Cecilia, en mi pueblo negro, no surge, no
existe, un negro acomodado con un negocio, pero el blanco
sí. El blanco llega a Santa Cecilia, coloca un negocio y
se va como espuma palo arriba; a mi me tocaba ver cuando yo
bajaba a hacer política en Santa Cecilia, un señor
Nicolás Maturana, era carnicero; el señor
Nicolás Maturana mataba un novillo, muy bonito, y no
recuerdo como se llamaba el paisa, otros paisas, no mataban sino
vacas, muy feas, y a las 11 del día estaban acabando la
carne y Nicolás tenia que salarla y guardarla; eso pasaba
en Santa Cecilia y eso mismo pasa acá en estos sectores,
que los negros te dirán: yo soy más bonito que
José Castillo, yo estoy más muchacho, yo hablo
más fino, yo ya pasé por un Colegio, yo ya estoy en
una universidad, yo ya soy más que él, pero no
hacen el recuento cuanto tuve yo que hacer para profesionalizarme
en esto que yo hago hoy en día, esto no lo consiguen en
una universidad, ni en un colegio, sino que eso lo consigue uno
en la universidad, pero en la universidad de la vida; yo creo que
falta alguien que lleve esa cultura, que tuviéramos la
cultura que tienen los japoneses, el primer japonés que
vino a Colombia, trabajó, se organizó y le dio la
mano a todos los que llegaron, pero nosotros no hacemos eso, y
usted lo sabe, usted vive en Pereira; hagamos una
comparación, tal vez que no la hago sino yo con mi poquito
nivel académico que tengo, los negros nos catalogamos de
1ª., de 2ª. y de 3ª., el de primera ya es
encopetado, algunos no todos, que de pronto ya tiene puesto que
es un profesor, que
es un intelectual, ya los otros pobres lo que debemos coger es
chontaduro y hacen arepitas por ahí y venden y andan por
ahí, esos ya son de tercera.

Cuando haya una cultura y haya un convencimiento para
nuestra raza y más aun aquí que estamos en un
pueblo que no es el nuestro, tal vez ahí podemos nosotros
también tener una unión y que nos guardemos la
espalda los unos a los otros, y yo le hago otra acotación:
¿por qué será que los indígenas
tienen unos derechos que nosotros no tenemos? Los
indígenas tienen un derecho adquirido, ellos tienen su
Senador, tienen su Representante a la Cámara y nosotros
no. ¿Qué pasará con eso? ¿No
será que nosotros vivimos muy espaciados? No nos unimos?
Yo reconozco y hay una palabra sabia y a usted no más se
la oí el Domingo, de que la unión hace la fuerza;
otros dicen que el pueblo unido nunca será vencido,
nosotros para salir adelante tenemos que unirnos, de resto no,
porque yo creo que a sabiendas los 20 los 15, los 40, los 50
negros en La Virginia como Abigail, como mucha gente que ya tiene
un conocimiento claro, y que luchó tanto para llegar al
poder, hombre pues vamos a apoyar nuestro paisano y hagamos que
se comprometa, en nosotros, no debe de haber liberal ni
conservador sino negros, la comunidad negra debería estar
respaldándonos, mejor dicho hablar un mismo lenguaje.
Porque eso del color
político no deja de ser añadidura, no nos sirve
para nosotros surgir porque ni al conservador lo apoyan ni al
liberal lo apoyan, a nosotros nos utilizan, nosotros las
comunidades negras por acá somos utilizados.

No hemos visto todavía, de pronto usted o Juan de
Dios o algunos otros más que ya tienen un nivel
académico, ya han leído muchos libros,
ustedes ya captaron eso, pero los que no tienen esa capacidad, no
han entendido que a nosotros nos utilizan; a nosotros nos llaman
para allí, para allá.

Como le parece en la elección pasada unos
señores morenos, el lunes madrugaron donde mi, que si les
sacaba a la mujer del
hospital que estaba muy enferma y que no tenían con
qué sacarla. Y por qué no vieron el día de
las elecciones para que me apoyaran a mí para y poder
tener más fuerza? ¿qué quiero decir con eso?
Lo que dije cuando empecé: falta de conocimiento y de
cultura.

I: ¿A qué se debe que nosotros no
aparezcamos en la historia del Departamento del Risaralda y de La
Virginia en particular?

W. A mi manera de ver y en mi poco conocimiento, yo le
atribuyo eso a la discriminación racial. Yo voy más
allá, o yo me quedo más acá, aquí hay
por ahí 120 empleados y no hay un negro. El único
negro en 120 empleados es Alfonso Arango que es de Bomberos, pues
yo lo metí hace tiempo, cuando estaba muy joven y se ha
quedado ahí, yo llamo a eso discriminación, pero
sí vota, sí apoya.

Aquí hay un negrito que se llama Juan, nosotros
le llamamos el Tumaqueño, ese hombre trabajó con
Benjamín como una mula, como un negro, y no ha cobrado
siquiera como limosnero. Yo lo conozco, se mantiene por
ahí vendiendo dulces hasta las 2, 3 de la mañana;
lo encontraba por ahí pegando propaganda.
Hombre hasta peleando con la gente por el doctor Benjamín
y por los dirigentes de allá y no han sido capaz de
colocarlo. Ahora menos, ¡no les conviene! Porque si a
nosotros nos vinculan, entonces sería el momento de
nosotros para podemos zafamos un poquito la nariguera y no ser
tan utilizados, entonces no nos dan participación para
podemos utilizar. (Esto no quisiera que quedara grabado, le iba a
manifestar algo de lo del domingo donde nos discriminamos hasta
entre los mismo negros).

1: Eso es verdad.

W: ¿Por qué yo no estuve haciendo parte,
por qué a mi no me pusieron a representar, siendo el
Concejal, siendo yo la máxima autoridad en
la comunidad negra aquí? ¿Por qué en el
encuentro del domingo, no me pusieron siquiera a representar, yo
podía, eso no me lo impedía a mí.
¿Por qué no me pusieron a representar a
mí?

I: Eso es extraño, eso estaba en el listado;
luego yo pregunté que si usted habla intervenido y me
dijeron que no le hablan dado el espacio, esa es una
discusión que yo tengo con los compañeros dentro
del movimiento.

W: No quisieron.

I: y eso no puede ser así, eso es un acto que
incluso no le hago comentarios aquí porque esa es una
discusión que tenemos interna.

W: Nosotros estuvimos reunidos en la Casa de la
Cultura.

I: Claro, cuando comenzamos la creación de
la
organización. Eso es una ofensa muy seria que no
podemos permitir, cuando estamos es construyendo un proceso
distinto y de reconocimiento de nuestra gente.

W: Gracias a un señor, no se quién es,
parece que es de los negros de Cartago, que estaba hablando
cuando se cayó la tarima, ese sí por su cuenta me
llamó, que camine, yo necesito que esté aquí
conmigo, pero no porque a mi me anunciaran en la programación. Yo me quedé ofendido.
Y si nosotros mismos nos discriminamos, cómo harán
para no discriminamos los blancos; ahora, siquiera ahora ya
nosotros, ya su novia debe ser blanca, el señor:
anteriormente era que no teníamos, si no que era una
burla, pero ya nos estamos discriminando entre nosotros mismos.
Usted no sabe que yo he criticado una cosa aquí, yo he
criticado algo: que la organización de las negritudes en
La Virginia, la organizó una sola familia, de una familia
es el presidente, el secretario, el otro y el otro… todo
quedó en una sola familia, yo eso lo veo raro y por eso es
que la gente casi no colabora.

Yo fui portador de una carta para
llevarla a la Alcaldía, fue idea mía, les dije:
manden una cartica, ahí les conseguí una ternerita,
ahí les pude colaborar; porque ante el Alcalde yo soy el
Concejal, yo soy la mano derecha del alcalde. Que siempre hay
cosas que uno debía tener en cuenta; si a mi me tienen en
cuenta, no se había pasado la vergüenza, todo el
mundo de pie, en ese resisterio de sol, ya ve que en un momentico
me conseguí dos carpas y me fui hasta Los Libertadores y
de allá me traje una carpa y me fui por allá y me
traje otra; me conseguí dos carpitas, en un momentico,
porque me daba vergüenza de ver a mis paisanos, mi raza, mi
sangre, mi
familia porque cuando yo veo un evento blanco consiguen 800,
1.000, 2.000 sillas pero todo el mundo está sentado. Yo
quedé con… el señor me invitó por la
tarde, ya no quise ni subir; y si me hubiera subido ahí me
hubiera tocado la caída de la tarima, en el momento que
él acabó de llamarme se desplomó la
tarima.

I: En otros espacios esas cosas, así sea delante
nuestro, hay que decirlas y denunciar esas situaciones. Cuando
regresé, porque yo salí para Cartago,
pregunté si le habían dado la palabra, me dijeron:
no don Wenceslao no habló, bueno entonces ¿
Qué pasó? Esas cosas públicamente usted,
directamente, tiene que denunciarlas, porque hay que educar a
nuestra gente que ponga una actitud
distinta y máximo cuando es una organización propia
de la comunidad negra, como va a ocurrir un fenómeno de
esos.

I: Eh!, cómo ve usted la participación de
la comunidad negra dentro de la
administración política del municipio? Es
equitativa o no?

W: No. Faltaría yo a la verdad, como a la
ética política, si dijera que es equitativa, pero
no es por la misma desunión, porque cuando hicimos la
reunión en la Casa de la Cultura se acordó damos
una oficinita, pero es que eso lo tengo que reclamar yo, que soy
el político, que soy el que estoy al lado del Alcalde y
que soy el que tengo el contacto con el Alcalde y esas cosas y a
así no digamos que yo sea pues el salvador,
pero sí deben ser canalizadas por el lado mío que
yo ya tengo un derecho adquirido o ganado o no se que como lo
pudiera decir, uno carece de la forma de expresarse muy
finamente, pero eso de la participación no es equitativa,
pues el compañero Abigail fue empleado, hasta ahora muy
poquito, mire: ni las hijas han podido colocarse aquí,
porque hay desunión y un solo palo no llama monte, pero si
se unen dirigentes de la comunidad negra, con el honorable
Concejal y … bueno, ¿ qué vamos a hacer? Como ve
usted al concejal? tiene algo abonado el campo de la
política, encamínenos y vámonos, porque en
la política y para uno tener parte en la administración tiene que colaborar con la
administración; pero si a uno lo utilizan
por casitas: le dan las cositas y no tiene derecho a
nada.

Vea yo con este señor, yo me comprometí a
trabajar con él para la Gobernación bajo una
cantidad de cosas: que yo tengo amigos universitarios, que yo
tengo amigos bachilleres, que yo tengo amigos que están
cursando sus estudios y que también tengo amigos verracos
de pala y pica y que vamos a hacer un trabajo y que de acuerdo a
los dividendos que yo aporte a la empresa, si
llegamos a ganar y llega a ser Gobernador, así mismo me
tiene que dar participación para mis amigos de acuerdo a
los votos que yo le ponga en La Virginia; pero si yo voy y le
digo señor Gobernador, señor Silvio: vea, yo soy el
verraco de guacas, yo le voy a poner tantos votos, pero me da
tanto ahora, tanto de aquí a dos meses y me da tanto,
ahí acabó. Él me da eso y me cumplió
y no tengo derecho a reclamar más, ¿o
no?

Entonces de pronto cada cual hace su negociacioncita,
después el Alcalde los visita a la casa, le deja 80
centavos, después le da 20 para los 100, entonces ya
después que él gana no tiene derecho a darle nada;
si nosotros nos paramos y nosotros llenamos este salón de
negros aquí en La Virginia, y somos capaces de llenar; vea
señor candidato a la Alcaldía: aquí hay 50,
60, 70 de mi raza, ellos quieren hablar con usted, ellos quieren
apoyar sus aspiraciones, pero tenga en cuenta que si usted es
Alcalde, nosotros también comemos, nuestros hijos
también estudian, nosotros también tenemos derecho
a la salud, a la
recreación, entonces para que nos tenga en
cuenta, ¿de acuerdo? Ah pues que si; y si es posible
firmemos aquí que nosotros somos una comunidad
responsable, también somos profesionales, para que no
tengan en cuenta a la comunidad negra.

Todavía muy aparte que yo sea Concejal, que me
llame; el señor trató de abismarse cuando yo le
dije que no había tenido apoyo de los negros y no lo he
tenido, no lo tuve ni en Santa Cecilia que es un pueblo negro.
¿Usted vive en Pereira? ¿Usted conoce a
Néstor Arango? ¿el Diputado? ¿Cuál
fue el que se quemó? ¿Adolfo Arturo fue el que se
quemó, cuál es el diputado ahora?
¿Néstor o Adolfo Arturo?

Adolfo Arturo Carvajal no está.

Ah, ese salió.

Néstor A rango sí esta está de
Diputado todavía.

Adolfo Arturo ayudaba a las hermanas de Juan de Dios,
ellos eran muy de la cuerda de él.

W: Ese era él que apoyaban a los negros de Santa
Cecilia. ¿Si vio? Adolfo Arturo Carvajal tenía un
bastión en Cuba, él hizo nombrar a Gladis, por
él nombraron a Gladis la hermana de Juan de
Dios.

W: Que ahora en este período no
salió.

I: Pero se va volver a lanzar.

W: Yo creo que ahí nos salimos del tema, pero
ahí está contestada la última pregunta que
me hizo. Hay un negrito que tiene un contrato, Lazo,
muy amigo suyo, me parece.

I: Si.

W: Es estudiante de la Universidad y sigue el nombre de
Alfonso Arango también; de pronto representando alguna
junta, en muchas está Abigail, pero él, pero sin
embargo, no estamos representados.

I: ¿De qué partes hay comunidad
negra?

W: Pues hasta donde yo conozco, hay gente de Santa
Cecilia, hay gente de Guaratos, hay gente de Agüita, hay
gente de Tadó

I: ¿Y de Cartago?

W: Pues de Cartago deben haber muy pocos, la otra
comunidad negra toda la traje yo, porque como yo fui el que
montó el Ingenio Risaralda.

I: Háblenos de esa historia del Ingenio
Risaralda, don Wenceslao

W: ¿Qué quiere que les diga del Ingenio
Risaralda?

I: ¿Cómo fue ese proceso del ingenio
Risaralda y cómo la comunidad negra llegó a ser
trabajadora de ese Ingenio?

W: Bueno, no hablemos de procesos
mientras midieron, mientras pelearon, mientras lo
diseñaron, hablemos cuando ya dijeron vamos a hacer el
Ingenio Risaralda: empezaron a trabajar, pero la gente de
aquí no sabían nada de eso, poco, pocón.
Entonces me dice un joven: hay un contrato, hay un canal para
hacer y necesitan un tipo, pero hay que ir a Pereira y yo no soy
capaz. En ese entonces yo trabajaba con la guadua, ¡ve! se
olvidó mencionar eso de que yo trabajé mucho tiempo
con la guadua; entonces me fui para Pereira, llegué
allí y habla un señor Vásquez, que ya
murió, y le dije: doctor Vásquez: yo vengo a pedir
un trabajo, y me dijo: ¿usted qué sabe hacer? Y le
dije: yo soy adecuador de tierra, yo trabajé con un
Ingeniero en el Valle que se llamaba el señor Leonidas
Galeano y aprendí eso, yo aprendí muchas cosas. Me
dijo: ¿usted sabe cubicar? Yo se cubicar y se tirar
trazos. Me dijo: ¿y quién te conoce a vos? Le dije,
me conoce el doctor Oscar Vélez y le menté un poco
de políticos, y me dijo: es que este no es un directorio
Político, esto es una empresa. Le
dije: no pero es que son los únicos que me conocen a mi
doctor, que pueden responder, que pueden hablar a bien mío
y que se les escuche, porque si yo te digo la gente de mi misma
clase, usted
aquí no les va a creer, pero como estos señores si
son, sí aportan plata para el Ingenio Risaralda entonces
yo por eso lo invito a que los llame a ellos y les pregunte si yo
soy una persona capacitada para eso. Bueno, él se puso a
reír, sacó una cartica y me mandó; me vine
para el Ingenio, me dieron el contrato, era para…una
maquina había hecho el canal pero quedaban…
había que pulirlo hice ese contratico, me llamaron a
limpiar un canal, bueno… ya yo me quedé, firmé
contrato individual y me dieron la facultad de ser casi gerente,
yo era cabo, yo era patrón de corte, yo buscaba los
trabajadores, yo les ponía precio, yo les
aumentaba, cómo contrato, para ellos no pagar nada de ya
ellos habían comprado el sitio donde está el
Ingenio, eso se llama Constanza, como yo era tan amigo de todos
los ricos, entonces me cogieron a mi de esclavo. Para entrarle a
los ricos yo ya andaba con ellos, yo llegaba donde los ricos,
donde los Arango, donde el viejo Guascas, etc.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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