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Alimentación antes, durante, y después del embarazo (página 2)



Partes: 1, 2, 3, 4

En cuanto al aumento de peso, se estima un promedio
de 9 a 11 kilogramos en los nueve meses de gestación,

entendiéndose por promedio a que una mujer puede
aumentar de 1 a 3 kilogramos más y otra de 1 a 2
kilogramos menos;
dependiendo esto de su condición
física,
del peso antes del embarazo, de
su estatura, etc. No existe una regla común a todas las
mujeres en lo que concierne al aumento de peso durante el
embarazo.

La importancia del período de vida interior
dentro del vientre materno, es manifestada por numerosas
creencias y prácticas desde la antigüedad. En
China, por
ejemplo, se la añaden nueve meses a la edad real; en la
India, desde
el primer día de embarazo, la mujer debe
intentar mantener la mente serena y el cuerpo limpio, llevar ropa
blanca y limpia, entretenerse en agradables pasatiempos y
realizar ritos propiciatorios. Así, pasando por diferentes
creencias, diferentes culturas y épocas.

Pero lo interesante es que estas antiguas
prácticas han sido revalorizadas en el presente por los
máximos expertos del mundo. Según esas opiniones,
el estado
anímico de la madre puede influir en la construcción celular del feto en
formación. Particularmente una situación de
estrés
originada por emociones
violentas o por malas costumbres, provoca la entrada en
funcionamiento de ciertas sustancias nocivas, tanto para la madre
como para su hijo. Estas sustancias repercuten en el sistema nervioso
central y en el cerebro del
embrión y le predisponen a tener ciertas disfunciones de
comportamiento
en los años siguientes.

La alimentación cobra un papel importante en
la preparación de un cuerpo sano –más de
cuarenta nutrientes están trabajando en la
formación, el desarrollo y
el crecimiento del bebé– pero además de esto,
no pueden perderse de vista la existencia de situaciones
peligrosas. Las enfermedades, más que
prevenir, se pueden prever. La prevención
consistirá en abstenerse de procrear si el riesgo fuera
demasiado.

El conocido dicho de que una mujer embarazada debe comer
por dos, es una de esas verdades a medias que ha producido
más mal que bien. La cantidad de alimentos que
consume la mujer en el período de gestación debe
ser la misma que acostumbraba comer cuando no estaba embarazada.
Esto se ve convalidado por el consejo del Buró de
Alimentos y Nutrición de la Academia Nacional de
Ciencias,
Consejo Nacional de Investigación,
que recomienda un
consumo de
2500 a 2750 calorías por día durante el embarazo;
esto es, apenas unas 300 a 450 calorías más, en el
caso de las mujeres embarazadas que realizan quehaceres
domésticos, (ver cuadro de gasto calórico,
en el apartado 5) que las recomendadas para una mujer
moderadamente activa no embarazada. Es de especial importancia el
hecho de que este Buró aconseja un aumento sustancial
de la cantidad de proteínas
consumidas durante el embarazo, aproximadamente de 20 a 30 gramos
adicionales por día, o un total de 80 gramos (variando
estas cantidades en 100 gr. en el segundo trimestre hasta llegar
a los 120 gramos en el tercero y en el período de lactancia).

Si la mujer está acostumbrada a una dieta
variada, rica en alimentos naturales como leche, huevos,
fruta, vegetales verdes y carne, requerirá pocas
alteraciones, o ninguna durante el embarazo.

Aspectos
socio-culturales del embarazo y la alimentación

"La mortalidad infantil es un síntoma del
estado de una
sociedad",
observa Joseph Dancis, médico y profesor de
pediatría en Nueva York. Si se puede describir de
algún modo, la atención médica que reciben los
pobres tiene poca regularidad. Muchas mujeres que viven
por debajo del nivel medio de subsistencia, nunca ven a un
médico en todo el transcurso del embarazo; en especial en
casos de ilegitimidad –más frecuentes entre los
pobres– en los que, además, pueden intervenir el
temor y la vergüenza.

En cambio, en
Suecia, con una de las tasas de mortalidad infantil más
baja del mundo,
(y donde las madres solteras no son relegadas
al ostracismo), toda mujer tiene derecho a tres consultas
gratuitas durante el embarazo. Estas se realizan respectivamente:
en los primeros meses del embarazo, a mitad de éste y un
mes antes de la fecha prevista para el parto.
También ve a su médico de seis a ocho semanas
después del mismo. Todas las visitas, así como la
atención hospitalaria, son gratuitas. Además
–lo que probablemente sea un factor clave en la baja tasa
sueca de mortalidad– todas las mujeres están bajo
supervisión constante de una partera
durante todo el embarazo.

El modo en que la pobreza
influye sobre los defectos de nacimiento y las muertes infantiles
es complejo y poco claro y lamentablemente no puede remediarse
con sólo brindar al pobre una atención
médica mejor y más barata. La pobreza durante
la infancia de
una niña produce daños irreparables antes de llegar
ella a la edad de procrear, con lo que se generaría una
suerte de cadena de partos y nacimientos por debajo de las
condiciones óptimas.

Evidentemente la deficiencia nutricional es un factor
clave en las altas tasas de mortalidad. Por más que se
aumente el número de visitas a un médico, es
imposible remediar la insuficiencia de la dieta durante la
gestación. Y una buena guía médica acerca
de la dieta tampoco asegurará una nutrición
adecuada, si faltan los fondos y el deseo –porque otros son
los problemas que
acucian – de alimentarse mejor.

Pese a la complejidad, quedan en pie ciertos hechos
definidos. Una mujer que vive en la pobreza es un caso de
embarazo de alto riesgo. Estos riesgos pueden
reducirse mediante nutrición adecuada, educación y
asesoramiento apropiados. Algunos factores de riesgo incluyen:
embarazo a una edad demasiado temprana, escaso peso del
niño al nacer, intervalo breve entre varios embarazos,
ilegitimidad, agotamiento, higiene
deficiente, enfermedades crónicas, etc.

Factores socio–económicos en la
desnutrición

En el cuadro que veremos más adelante, basado en
un estudio de la
Organización Mundial de la Salud, se describe en forma
gráfica la estrecha relación entre el bajo peso de
nacimiento y el nivel socioeconómico inferior.

Debe recordarse que también representan un papel
importante la calidad
higiénica de las condiciones de vida y las posibilidades
de infección. A mayor desnutrición, mayores posibilidades de
casos de infección.
Las sociedades muy
pobres cuentan con menos medios
complejos de eliminación de basura, menos
médicos para impedir el contagio de infecciones, menos
dinero para
medicación destinada a erradicar la enfermedad y
deficientes comunicaciones
con las zonas en las que podrían hallarse solución
para estos problemas. Hay, por lo tanto, un riesgo mayor de
enfermedades infecciosas que, como es sabido, interfieren en el
crecimiento y contribuyen a la alta frecuencia de enfermedades de
los niños
en estas sociedades.

En la mayor parte de los países occidentales
industrializados, en los que hay abundancia de alimentos de alto
valor
nutritivo y en especial proteico, el peso promedio estimativo
al nacer en Capital
Federal y en grandes ciudades de nuestro país es,
según estimaciones, de 3350 gramos.

La ingestión dietética durante el embarazo
o en el estado nutricional acumulativo durante la vida de la
mujer, es lo que produce estas diferencias de peso al nacer. La
conclusión es que el estado nutricional de la madre,
resultante de los hábitos alimenticios durante su vida,
tiene mayor influencia en la evolución del embarazo y en el peso del
bebé, que los alimentos que ingirió durante el
mismo.

Algunos de los inconvenientes que ocasionan los
nacimientos con bajo peso
son: un mayor índice de
mortalidad en el momento del parto; menores defensas que los
bebés grandes o con peso dentro de los límites de
lo normal; un crecimiento y un desarrollo físico y
psíquico pobres; mayores posibilidades de infecciones,
etc. Desde ya que hay que tener en cuenta las particularidades
raciales (por ejemplo de la raza oriental); el peso y la estatura
de los padres (en caso de que sean bajos); la edad (el caso de
padres adolescentes)
y demás factores condicionantes.

El caso de los niños holandeses nacidos durante
el hambre de la Segunda Guerra
Mundial, con un tamaño considerablemente más
pequeño que los nacidos antes y después, es
ejemplificador al respecto. Otro caso estudiado y revelador al
respecto (también durante la Segunda Guerra
Mundial) es el de los niños nacidos en el
período de 18 meses en el que Leningrado estuvo sitiada
por los alemanes. No sólo hubo niños muertos al
nacer, sino que también se registró un peso
promedio de 2,500 Kg. en los bebés nacidos con vida. Es
importante señalar que el peso de las criaturas estuvo
directamente relacionado con el momento en el que habían
sufrido carencias alimenticias. Los más pequeños
eran aquellos cuyas madres habían estado mal alimentadas
durante el embarazo.

A causa de que la nutrición y los factores
socioeconómicos
se encuentran en una estrecha
relación, resulta difícil determinar cuál es
el papel que juega la nutrición en forma independiente
dentro del embarazo. Pero se cuentan con numerosos datos
estadísticos que dan cuenta de la relación antes
mencionada.

En la tabla siguiente aparecen algunos datos que
informan acerca del peso promedio en ocho poblaciones
distintas.
La influencia que cobra el nivel
socioeconómico en los países consignados resulta
evidente. Las mujeres que viven en mejores condiciones
socioeconómicas tienen hijos mejor desarrollados que las
mujeres más pobres de la misma comunidad.
Cabe destacar que todos los pesos son inferiores a los observados
en la Capital Federal y ciudades del interior:

PESO MEDIO AL NACER SEGÚN EL NIVEL
SOCIOECONOMICO

Monografias.com

(Fuente: Organización Mundial de la
Salud)

No se sabe con certeza si cada uno de los ejemplos
señalados responden a la ingestión de alimentos
previa al embarazo o a la nutrición durante el mismo, pero
existen conclusiones que apuntan a determinar que el estado
nutricional de la madre, previo al embarazo y debido a sus
costumbres alimenticias, tuvo mayor influencia en la
evolución de la gestación que los alimentos
ingeridos durante el mismo.

Cuidados alimenticios antes y durante el
embarazo

El control
dietético todavía se detiene en la lectura de
la balanza, como si lo que ingiere el paciente fuera de una
importancia menor. Sin embargo, no sólo cuándo y
cuánto come la futura madre es esencial para el feto, sino
también qué come.

Es importante tener en cuenta que no existe una
dieta
para todas las mujeres embarazadas, ya que cada
organismo presenta sus particularidades, además del estado
de salud previo al embarazo que puede determinar necesidades
específicas.

Cuando una mujer descubre que está esperando un
hijo, lo que puede hacer es analizar cuáles son los
factores que pueden influir de forma negativa en su salud e
intentar modificarlos.

La alimentación materna incorrecta puede, por
ejemplo, provocar un desarrollo menor de las células
cerebrales del embrión. El período de
formación de las neuronas comienza en el quinto mes de
gestación y termina a los dieciocho meses de vida. Por lo
tanto, los hijos cuyas madres hayan tenido una dieta insuficiente
durante el embarazo, no recuperarán jamás el nivel
de desarrollo de las neuronas que no alcanzaron durante ese
período.

La desnutrición en los países occidentales
no ha desaparecido, sino que se presentan de una forma más
sutil. Esto ocurre porque, si bien hay gran cantidad y variedad
de alimentos disponibles en el mercado, nuestra
alimentación es deficiente; ya que estos alimentos son
cada vez más refinados, edulcorados, precocinados,
esterilizados, etc. Sacian el apetito, pero no nutren nuestro
organismo.

Después de una importante investigación se
descubrió que uno de cada diez niños nace con
poco peso debido a la incorrecta nutrición de la
madre;
fenómeno observado en toda la población, sin distinción de
diferencia de clases
sociales. Los recién nacidos con un peso inferior a la
media, tienen un 30 % más de posibilidades de morir
durante el primer mes y diez veces más de sufrir retraso
mental que los bebés con peso normal. También
pueden sufrir más problemas de tipo psicológico y,
según algunos expertos, son más lentos en el
aprendizaje.

Cuando el peso escaso del bebé es fruto de
desnutrición maternal
el tema cobra mayor gravedad, ya
que puede significar una relación entre su peso al nacer y
el futuro desarrollo de su vida.

Se considera, por lo general (existen casos individuales
excepcionales, en los que el peso bajo ni implica necesariamente
problemas futuros si no es consecuencia de una nutrición
materna deficiente, sino simplemente a la contextura
física de la mujer que da a luz), que los
bebés pequeños tienen menos defensa que los
grandes.

Además el nacimiento con peso bajo se relaciona
con la mortalidad infantil –como ya apuntamos– , con
la aparición de deformaciones congénitas,
crecimiento y desarrollo pobres y posibles retardos mentales. Sin
embargo, es necesario señalar que existen muchas opiniones
autorizadas al respecto que descartan la idea de que el peso de
nacimiento y la nutrición prenatal sean factores de tan
vital importancia.

Otro aspecto relacionado con el peso del nacimiento, la
nutrición previa al alumbramiento y el desarrollo futuro
del bebé es la circunferencia de la cabeza, que
indicaría el tamaño del cerebro del recién
nacido. Según ciertas teorías
–no absolutamente comprobadas– el tamaño
del cerebro está directamente relacionado con la capacidad
intelectual del niño.
Pero, por otra parte, una
deficiencia nutricional prenatal puede provocar una
pérdida irreversible de células cerebrales,
lo
que traería como consecuencia una reducción en
la capacidad intelectual futura.

Otros de los posibles responsables de esta casi epidemia
de bebés con poco peso (recordemos, uno de cada diez
bebés nace con poco peso en occidente), también
podrían ser: el tabaco
(más de diez cigarrillos por día producen partos
prematuros y el nacimiento de bebés con bajo peso), el
alcohol, la
cafeína, el contacto oral con raticidas, tomar
diuréticos, etc.

La importancia del riesgo en cuanto al alcohol es
proporcional al tipo de bebida alcohólica ingerida, al
momento del embarazo en que es ingerida, y a la cantidad. Debe
tenerse en cuenta que el feto es mucho más vulnerable
durante los tres primeros meses de gestación.

Calorías
básicas

Usted escucha y lee con asiduidad la palabra
calorías y seguramente tiene una idea aproximada de
lo que son y de lo que significan para el organismo. Pero
¿realmente las conoce?. Veamos ahora de qué se
trata, cuáles son sus aportes y cuál debe ser su
límite de consumo.

Usted sabe bien que nuestro cuerpo necesita
energías
permanentemente para poder
funcionar. Estas energías son proporcionadas por las
calorías que, por lo tanto, consumimos constantemente con
los alimentos y bebidas.

Durante el día el organismo gasta una determinada
cantidad de energía que, si desea seguir existiendo, debe
reponer. Esto se logra mediante la ingestión de alimentos,
los que al entrar en contacto con el oxígeno
del aire absorbido
por los pulmones, reaccionan. De esta combustión se desprende una cierta cantidad
de calor que se
mide con una unidad denominada caloría. Produciendo la
combustión de distintos alimentos en aparatos
adecuados, se ha llegado a establecer una escala de
calorías; no sólo de cada alimento en
relación con los demás, sino también de
acuerdo con la manera de ingerirlos, es decir: crudos, cocidos,
hervidos, fritos, etc.

Valor energético de las
calorías

El valor energético de los alimentos se
determina, entonces, en calorías. Por ejemplo:

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La energía liberada por los alimentos o de
los depósitos corporales, y traducida en calorías,
sirve para:

  • a) Mantener constante la temperatura
    corporal.

  • b) Hacer posibles los esfuerzos físicos,
    trabajos, estudios, etc.

  • c) Permitir el funcionamiento regular del
    organismo a través de la circulación
    sanguínea, la digestión, la respiración,
    etc.

Una dieta equilibrada y balanceada en un
régimen para una mujer no embarazada debe
tener:

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En el caso de una mujer en estado de gestación,
una dieta equilibrada y balanceada, debe tener:

1º trimestre

2º y 3º trimestre y
lactancia

Proteínas

15 %

17 %

Grasas

30 %

30 %

Hidratos de carbono

55 %

53 %

Estas cantidades son siempre estimativas, dependiendo
del peso, de la estatura, de la constitución física y de la edad de
la gestante.

Tabla de peso en la
mujer no embarazada

Llevar un control de este parámetro de la figura
es esencial. Algunas sugerencias:

  • a) Debe pesarse sin zapatos y con poca
    ropa.

  • b) Pesarse siempre en la misma balanza, con la
    misma ropa, a la misma hora y una vez por semana.

  • c) Tratar de mantener un horario fijo para
    pesarse, preferentemente por la mañana (a la tarde se
    puede pesar unos gramos más).

  • d) Tener en cuenta que las mujeres, en las
    variaciones del ciclo menstrual, pueden aumentar desde 500
    gramos hasta 1 y ½ kilogramo una semana antes, durante
    el ciclo y uno o dos días después de finalizado
    el mismo.

  • e) No pesarse después de haber hecho
    actividad física.

Incluimos ésta tabla a título informativo,
para que usted conozca su peso ideal antes de quedar embarazada o
bien el peso al que debe aspirar una vez que ha tenido a su
hijo.

Tabla de peso para
mujeres

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(Fuente: Instituto Argentino de
Nutrición)

Gasto calórico
normal y en el embarazo

No todos, ni en cualquier circunstancia, necesitamos de
la misma cantidad de calorías para poder
desempeñarnos con eficacia.

Las variaciones guardan relación directa con el
sexo, la edad,
el peso, la talla, la contextura óseo-muscular y la
naturaleza de
la actividad que desempeñe la persona de la que
se trate, desde una vida sedentaria hasta la actividad
física intensa, pasando por ejercicios leves y moderados.
Naturalmente en cada caso se necesitará un gasto
calórico proporcional
y, por lo tanto, diferente de lo
que pueda establecerse a partir de una única
tabla.

La demanda
calórica aumenta progresivamente a partir del segundo
trimestre del embarazo,
en forma paralela al aumento de peso,
y por lo tanto el aporte debe incrementarse durante ese
período.

Para un cálculo de
requerimiento calórico total acertado, es conveniente
tener en cuenta la edad, el peso, la talla, la superficie
corporal, la actividad, el momento biológico, el medio y
la alimentación de cada mujer.

Gasto calórico diario de la
mujer no embarazada (promedio)

Reposo

1950 calorías

Sin trabajo
muscular

2100 calorías

Que realiza quehaceres
domésticos

2400 calorías

Trabaja y no realiza quehaceres
domésticos

2550 calorías

Trabaja y realiza quehaceres
domésticos

2750 calorías

Gasto calórico diario de la mujer embarazada
(promedio)

1o

trimestre

2o / 3o

trimestre

Puerperio

Lactancia

Reposo

2100

2250

2400

Sin trabajo muscular

2250

2400

2550

Que realiza trabajos
domésticos

2550

2700

2850

Trabaja y no realiza quehaceres
domésticos

2700

2850

3000

Trabaja y realiza quehaceres
domésticos

2900

3050

3200

Esto significa que al gasto calórico diario de
una mujer no embarazada, se le agregan 150 calorías
durante el primer trimestre, 150 en el segundo y tercer trimestre
y 150 durante el período de lactancia.
Es importante
recordar que no importan tanto las cantidades de
calorías que se agregan como las calidades de los
alimentos incluidos en la dieta.
Durante el primer
trimestre,
sin embargo, puede comerse menos, igual o
más, según el estado de la embarazada; ya que se
trata de un período especial por los vómitos,
náuseas, salivación, etc.; siendo menos importante
aún la cantidad de calorías ingeridas. Ya en el
segundo y tercer trimestre es de mayor necesidad comer
todos los nutrientes,
especialmente durante el tercer
trimestre, que es cuando el feto realiza su pico de mayor
crecimiento.

Como puede observarse, no es lo sustancial el aumento
en número de calorías,
sino el agregado en
proteínas, hidratos de carbono,
grasas,
vitaminas y
sales minerales

como componentes esenciales de la alimentación diaria. No
se trata de comer más, sino mejor. Su dieta debe
proporcionarle el máximo de sustancias nutritivas sin
elevar demasiado el número de
calorías.

Según se ha comprobado, en la alimentación
media actual, muchos de esos componentes esenciales durante el
embarazo, son insuficientes. También debe tenerse en
cuenta la importancia de la distribución de las comidas a lo largo del
día.
Para el bebé es muy beneficioso que el
suministro de energía que necesita se realice del modo
más regular posible. Es preferible hacer
pequeñas comidas cada dos o tres horas que comer en forma
por demás espaciada.

Como vemos, el embarazo se divide en tres
trimestres:

1o trimestre: a) la madre: busca adaptarse al
embarazo. Etapa de náuseas, vómitos,
hipotensión, etc. Poco aumento de peso.

b) el embrión: importante período
por la aparición y desarrollo de
órganos.

2o trimestre: a) la madre: etapa de logro de la
adaptación al embarazo. Equilibrio total. Aumento
de peso.

b) el feto: período de crecimiento y
desarrollo de los órganos.

3o trimestre: a) la madre: evidente aumento de
peso. Preparación para el parto.

  • b) el bebé: crece a un ritmo que no
    igualará en el resto de su vida.

Alimentación
antes del embarazo

Actualmente las parejas están tomando conciencia de
hacer una consulta al médico para que le aconseje como
alimentarse antes de la concepción y así evitar
situaciones peligrosas para la salud materna y fetal.

Se supone (ya que en Argentina no hay estadísticas) que gran parte de la
población no come en forma adecuada y que más del
60 a 70% de las embarazadas no saben alimentarse correctamente.
Por ello se considera necesario a los meses previos a la
concepción tener en cuenta:

  • 1) PESO ADECUADO

  • 2) ACIDO FOLICO SUFICIENTE

  • 3) HIERRO NECESARIO

  • 1) PESO ADECUADO:

El momento de empezar una correcta alimentación
de la futura madre es varios meses antes de la concepción.
En caso de tener bajo peso, sobrepeso u obesidad, lo
ideal para normalizarlo es antes de la
gestación.

En general los especialistas recomiendan aumentar
durante el embarazo entre 9 y 11 Kgs
. (ver pág. 27).
Pero en el XVII Congreso Mundial de Ginecología y
Obstetricia Figo 2003, realizado en Noviembre en Santiago de
Chile, se debatió este aspecto, el cual varía si se
encuentra con bajo peso antes de la gestación o presenta
obesidad. Para ello es necesario saber el Indice de Masa
Corporal (IMC
), y en relación a este, ver
cuántos son los kilos que puede ganar la madre en el
embarazo.

La siguiente tabla puede servirle de orientación.
(para calcular el IMC se debe dividir el peso por la
altura elevada al cuadrado) :

Ejemplo: Peso = 55 Kg. Altura: 1,65 x 1,65 =
2,72

El cálculo es: 55 % 2,72 = 20 (Que es el Indice
de Masa Corporal)

IMC

Aumento total en
Kg.

Bajo peso (menor de 20)

12,5 a 18

Peso normal (entre 20 y 24,9)

11,5 a 16

Sobrepeso (entre 25 y 29,9)

7 a 11,5

Obesidad (más de 30)

6 a 7

  • 2) ACIDO FOLICO SUFICIENTE:

Agregar ácido fólico a los alimentos
diariamente tres meses antes de buscar un embarazo aumenta
el nivel de folatos en sangre en las
mujeres en edad de concebir, de ésta forma reduce
notablemente las fallas del tubo neural del embrión cuando
se está formando en las primeras semanas del
embarazo
, previniendo malformaciones congénitas en los
recién nacidos. Esto se puede prevenir consumiendo todos
los días alimentos con ácido fólico o bien
en comprimidos (de 1 a 5 mg.) para ayudar a formar el cerebro y
la columna vertebral del bebé. Es fundamental contar con
una adecuada prevención, aún cuando todavía
no se planee un embarazo (Ver Pág. 44 a 46).

  • 3) HIERRO NECESARIO:

El hierro es un
mineral que forma parte de los glóbulos rojos y es el
encargado de transportar el oxígeno hacia todas las
células del cuerpo. La mayor parte se encuentra alojada en
los glóbulos rojos. Tanto el crecimiento del bebé
como el aumento del volumen
sanguíneo en la gestante requerirán de
hierro.

Su deficiencia es el problema nutricional más
común en el mundo
. Si el hierro se encuentra por
debajo de los niveles normales al inicio del embarazo, el riesgo
de anemia es
severo. Si la embarazada comienza con un nivel normal de hierro
en su organismo, es probable que continúe así o que
tal vez desarrolle una anemia leve. Esto se debe a que el hierro
es el único nutriente cuyas cantidades necesarias durante
el embarazo son mayores de las que puede suministrarse
sólo a partir de una dieta.

Una de cada tres embarazadas presenta anemia por
falta de hierro durante el último trimestre. Es cuando el
bebé necesita y absorbe este mineral de los
depósitos maternos en mayor cantidad que lo habitual. (Ver
pag.37 a 39).

Aumento de peso durante
el embarazo

Todos los consejos en lo referente a la
alimentación de la embarazada están dirigidos
principalmente a lograr una nutrición ideal, tanto para la
madre como para el bebé. Pero no debe dejarse de lado la
conveniencia de restringir un excesivo aumento de peso
durante la gestación. Es aconsejable que el aumento de
peso oscile entre los 9 y los 11 kilos al final del
embarazo.

El aumento de peso era, hasta una década
atrás y aún hoy en algunos casos, un problema que
convertía al médico obstetra en una suerte de
doble: era a la vez el consejero amable de la embarazada y el
temible policía que tenía como deber impedir que el
aumento de peso durante el embarazo sobrepasara los 11
kilogramos. En cada visita prenatal, la paciente era solemnemente
pesada y el resultado de su peso registrado con tanta
expectación como si se estuviera en una bolsa de valores,
tanto por parte del médico como de la paciente. Un aumento
que sobrepasara la pequeña cantidad permitida,
producía un reto paternal exagerado, seguido de penas de
severas dietas y
restricciones que muchas veces rondaban lo
ridículo.

Pero ya en los últimos años algunos
científicos sugirieron que la cantidad de la dieta
dependía particularmente del contenido de
proteínas, que era mucho más importante que el
total de calorías.
Esto no significa la
resolución total del problema del aumento de peso durante
el embarazo. Es claro que un aumento insuficiente de peso resulta
nocivo para el bebé y las evidencias
muestran que tampoco se obtiene nada constructivo de un aumento
de más de 11 kilogramos; no ayuda al bebé y no es
conveniente para el curso del embarazo.

Es importante señalar que el aumento de peso
está repartido en varios componentes, según el
siguiente cuadro.

Aumento de peso al final del embarazo, discriminado en
tejidos
fetales y órganos maternos

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La placenta, el cordón umbilical, el
líquido amniótico y
la
alimentación del bebé

  • 1) La placenta: Es el único punto
    de contacto de la criatura con el mundo exterior. Cumple
    funciones esenciales en la alimentación del
    bebé, además de otras como intermediaria entre
    la madre y su criatura. Algunas de ellas son:

  • a) Circulatoria

  • b) Intercambio madre-bebé

  • c) Hormonal

  • a) Circulatoria: Es en la placenta en
    donde la sangre materna y del feto confluyen, existiendo
    entre ambas un espacio y una membrana finísima que los
    separa y en la cual se produce el intercambio de la sangre
    materna que lleva el oxígeno y alimentos y la
    sangre fetal que contiene sangre mal oxigenada y deshechos
    expulsados por la madre.

  • b) Intercambio madre-bebé: La
    placenta es un reservorio de alimentos. Pasan hacia el
    bebé los nutrientes esenciales para su vida,
    hidratos de carbono, proteínas, grasas, agua,
    minerales, etc. Otros alimentos deben transformarse antes de
    su pasaje, por esto el llamado "reservorio". Cuando existe
    abundancia de alguno de estos elementos, la placenta los
    "almacena" y el feto recurre a ella cuando los necesita.
    También la madre hace las veces de pulmón
    –como ya hemos mencionado– a través de la
    placenta envía oxígeno y el bebé manda
    el anhídrido carbónico para que ella lo
    elimine. Actúa también como barrera que
    detiene algunos microorganismos, toxinas y otros elementos
    nocivos;
    esta es su función protectora.
    Alrededor de la mitad del mes previa al nacimiento del
    bebé, la placenta deja de crecer y por ende el
    crecimiento fetal se hace más lento.

  • c) Hormonal: La placenta produce
    hormonas: la lactógena que indica el buen
    funcionamiento de la placenta. Cuando ésta se enferma
    se denomina insuficiencia placentaria, uno de los
    factores que provocan la disminución del crecimiento
    fetal por mala nutrición y falta de
    oxigenación.
    También produce los
    estrógenos y la progesterona, que aportan para un
    mejor crecimiento, desarrollo y mantenimiento del feto,
    además de informar acerca de la vitalidad del
    mismo.

  • 2) El cordón umbilical: Cumple la
    función de transportar la sangre de la placenta al
    feto y viceversa. Es un cordón que lleva esta sangre
    placentaria limpia, bien oxigenada y rica en nutrientes;
    trayendo sangre sin oxígeno y con grandes cantidades
    de productos de deshecho.

  • 3) El líquido amniótico:
    Sus funciones son: amortiguar los golpes en el feto, a modo
    de colchón; permitir el desplazamiento permanente del
    feto como si nadara; mantener constante la temperatura;
    aportar al feto discreta cantidad de agua y sales
    minerales;
    en el parto forma la "bolsa de las
    aguas".

El gráfico a continuación le
proporcionará un método
práctico para vigilar el aumento de peso y le
resultará útil para su dieta y para su progreso. Se
pretende que el mismo sea sólo eso: una guía
útil en la búsqueda de patrones nutricionales
durante su embarazo.
Obviamente (ver tabla de peso
guía) su peso antes de quedar embarazada impondrá
consideraciones obvias para determinar cuál es el aumento
de peso óptimo.

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Este gráfico muestra el
aumento de peso al final de cada mes de embarazo en una
embarazada tipo. Recuerde que el embarazo hasta el parto dura 280
días ó 40 semanas ó 10 meses lunares (cada
mes lunar tiene 28 días).

Durante la gestación, el aumento de peso
representa aproximadamente entre el 15 y el 18 % del peso normal
de la mujer (si comenzó su embarazo con 60 kilogramos, el
peso promedio al finalizar oscilaría entre los 69 y 71
kilogramos, es decir un aumento de 9 a 11
kilogramos
).

Como puede observarse en el cuadro de peso de la
embarazada,
es muy común que:

  • 1) En los primeros tres meses, el peso
    se estabilice o bien aumente poco, especialmente en las
    primeras semanas. La alimentación, durante este
    período, no reviste tanta importancia como en los
    subsiguientes.
    Incluso es posible que durante este
    período el apetito disminuya en lugar de
    incrementarse. Esto se debe, por lo general, a las
    alteraciones propias de las primeras semanas del
    embarazo.

  • 2) En los tres meses siguientes la curva
    realiza un moderado ascenso y la alimentación requiere
    especial atención. Puede ocurrir que en este momento
    el apetito aumente hasta volverse casi voraz. Por otra parte
    es el momento en el que la madre encuentra su equilibrio,
    debe estar controlada en su alimentación para prevenir
    trastornos posteriores y empieza a hacer reservas
    alimenticias
    para los últimos meses del embarazo,
    para el parto y la lactancia. Acumula energía y genera
    reserva de proteínas para la parte final de la
    gestación. Ya en esta época, la embarazada
    manifiesta avidez orgánica por el agua, la sal y por
    algunos alimentos en especial. De allí la importancia
    de una alimentación balanceada, moderada y equilibrada
    en todos sus nutrientes.

  • 3) En los últimos tres meses, la
    curva experimenta un fuerte ascenso, que se traduce en
    un aumento aproximado de 500 grs. por semana, lo cual
    indica una gran necesidad de aporte de sustancias nutritivas,
    en especial proteínas, ya que es el momento en el que
    el bebé experimenta su pico de crecimiento y
    desarrollo máximo.

Los últimos 15 días la curva
prácticamente se aplana, porque el peso sube poco y
luego se estabiliza,
ya que la placenta comienza a funcionar
menos ante la cercanía del momento del parto y del fin del
embarazo.

Aumento de peso de su bebé durante el
embarazo

  • a) Primer trimestre: Es el momento de la
    formación de los órganos del embrión. Se
    observa en la curva de aumento de peso del bebé que en
    el inicio de la misma es baja o casi chata. Esto se debe a
    que el embrión (llamado de este modo hasta los tres
    meses de embarazo, para pasar a llamarse feto hasta la
    finalización del mismo) se desarrolla muy lentamente
    y, por lo tanto, el problema de la alimentación
    todavía no reviste gran importancia. La curva puede
    experimentar también un leve descenso, lo cual indica
    una pérdida de peso, que puede ser causada por
    vómitos, náuseas, salivación, que
    provocan un descenso en el peso de la embarazada. Por este
    motivo hacemos hincapié en la buena base alimenticia
    que debe tener la mujer antes de comenzar su
    embarazo.

El peso del embrión es, al final del tercer
mes de gestación, de 20 gr.
aproximadamente.

  • b) Segundo trimestre: Empieza con un
    desarrollo lento al principio, para luego acelerarse. Es el
    momento en el que la alimentación comienza a cobrar
    gran importancia y los nutrientes a ser considerados de un
    modo vital. El peso del feto es, al final del sexto mes de
    entre 680 y 700 gramos aproximadamente.

  • c) Tercer trimestre: El crecimiento del
    bebé se acelera notablemente, a un ritmo que no
    igualará en el resto de su vida. La madre lo
    advertirá por el brusco aumento de su abdomen. Es el
    momento en el que se necesitan importantes calidades
    nutritivas, un poco más de calorías que en el
    segundo trimestre, más proteínas, vitaminas y
    minerales. No sólo para este último
    período del embarazo, sino también para el
    posterior al parto y para una mejor lactancia.

El peso estimativo del feto al finalizar el noveno
mes (es decir, al término del embarazo) es de 3,350
kilogramos.

Cabe aclarar que el gráfico del crecimiento
fetal es estimativo y que depende de la edad de la madre, de su
peso, su estatura, su contextura física, etc.,
etc.

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Formación y desarrollo de los órganos del
bebe

TIEMPO

APARICION Y
DESARROLLO

DE ORGANOS EN EL
BEBE

Días 1 al 5 del mes

Fecha de menstruación

Días 14 al 16 del mes

Fecundación

  • 1ª semana Después de la
    fecundación

Se forma un disco de 0,2 mm. de
diámetro

  • 2ª semana 

El disco se abre en forma ovoide pareciendo una
"C". Se forma la cavidad para el líquido
amniótico.

  • 3ª semana 

En cada extremo de la letra "C" se forma lo que
sería el polo cefálico y las extremidades.
Aparece el conducto cardíaco que late y envía
sangre.

  • 4ª semana 

Se forma el sistema
nervioso, la médula espinal, cabeza, ojos,
extremidades y cordón umbilical.

  • 5ª semana 

Aparece la cara, boca, labios, nariz, orejas,
aparato urinario y vasos sanguíneos.

  • 6ª semana 

Se forma el aparato
respiratorio, digestivo y genital. En las encías
nacen lo que serán los dientes de leche.

  • 7ª semana 

Osificación del diminuto
esqueleto.

  • 8ª semana 

Comienza el desarrollo.

  • 9ª semana 

Comienza a crecer en todas sus partes y ya es un
futuro ser humano.

Final del 3er mes

Ya se puede determinar el sexo por los
órganos genitales internos.

Final del 4to mes

Aparecieron los movimientos fetales, una fina capa
de vello en la frente, y pelusa en los brazos y
piernas.

Final del 5to mes

Aparece el unto sebáceo (grasa que cubre el
cuerpo). La frecuencia cardíaca es de 140 latidos
por minuto.

Final del 6to mes

La cara adquiere semejanza a la de un
niño.

Final del 7mo mes

Aumenta notablemente sus posibilidades de vida
fuera del vientre materno y tiene pelo en la
cabeza.

Final del 8vo mes

La piel es
rosada, tiene uñas en las manos y los
pies.

Final del 9no mes

Alcanzó su desarrollo completo y madurez
total y una nueva vida está lista para
nacer.

El bebé más grande del mundo

En febrero de 1916, la Sra. Rowe fue atendida por el Dr.
D. P. Belcher, en Sale City, Georgia, EE.UU., en la
situación del parto de una niña que pesó
11,337 kilogramos. Dadas las circunstancias de la
época, el médico no registró qué tipo
de balanza se había utilizado para verificar el peso de la
criatura.

Por este motivo, se considera récord, el
bebé cuyo peso fue cuidadosamente registrado en el
Hospital de Albershot, Inglaterra, en
1933. Fue comunicado por el Dr. Moss al British Medical Journal.
La madre tenía apenas 22 años y ya había
tenido un hijo con anterioridad, con un peso de 4,535 kilogramos.
Tanto ella como su marido tenían una altura que
excedía la media: 1,83 metros de estatura. El bebé
fue dado a luz cinco días antes de la fecha calculada, y
pesaba 10,843 kilogramos. Medía 88,5 cm. de
largo; más alto y más pesado que un niño
promedio de un año de edad.
La criatura nació
muerta.

Una curiosidad

Tabla de peso de nueve especies

Especie

Gestación
(días)

Peso al nacer
(gr.)

Ratón

21

2

Rata

21

5

Gato

63

100

Perro

63

200

Cerdo

120

1,500

Hombre

280

3,350

Elefante

600

114,000

Hipopótamo

240

500,000

Ballena azul

330

3,000,000

Fuente: E. M. Widdowson.

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Alimentación del
futuro bebé y de su madre

Una dieta sana, equilibrada y balanceada en cualquier
momento de la vida de una persona, debe ser completa en
calorías, proteínas, hidratos de carbono, vitaminas
y minerales. En el caso de la mujer en estado de
gestación, el cuidado de la dieta reviste una importancia
aún mayor. Para ver con mayor claridad este sistema que debe
ponerse en funcionamiento a partir del momento en el que una
mujer descubre que está esperando un hijo, lo graficaremos
de este modo:

Pentágono de los nutrientes en
el embarazo

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La alimentación cobra, durante el embarazo, una
importancia y una función
irreemplazables; ya que los alimentos deben cubrir las
necesidades energéticas, no sólo de la mujer sino
de la criatura y preparar, además, a la embarazada para el
momento de la lactancia.

En el período de gestación se imponen,
entonces, un nuevo equilibrio
biológico en el organismo de la mujer, que implica una
sobrecarga en la función de los principales órganos
y sistemas y exige,
por lo tanto, un aporte material y energético acorde a
este estado, para asegurar un desarrollo fetal normal e impedir
el consumo de las reservas maternas.

Las deficiencias alimenticias durante el
período de gestación, sean por las causas que
fueren (falta de información, carencia de recursos
económicos, temor de perder la línea)
producen comprobados efectos en el bebé; tales como
retardo en el crecimiento intrauterino, menor coeficiente
intelectual posterior, mayor índice de mortalidad
perinatal, abortos, partos prematuros, etc.

Como se observa en el pentágono de
nutrientes,
cinco son los elementos indispensables para la
buena alimentación durante el embarazo, garantizando de
este modo la salud de madre e hijos; a saber:
proteínas (entre un 15 – 17 % de la
alimentación); hidratos de carbono (53 %);
grasas (un 30 %); minerales (en pequeñas
cantidades) y vitaminas (también en pequeñas
cantidades).

  • 1) Las proteínas

Las proteínas están formadas por la
unión de numerosas unidades o "ladrillos": los
aminoácidos, que son 20 en total y sirven para la
"construcción" del nuevo bebé.

La necesidad de proteínas es uno de los factores
distintivos de la alimentación propia del embarazo y de la
lactancia; ya que el bebé crece dentro del útero
principalmente a base de proteínas, es decir, de los
aminoácidos.

Estudios realizados han puesto de manifiesto que el
peso de los recién nacidos depende del correcto contenido
proteico de la alimentación materna,
acompañado
de la ingesta de hidratos de carbono y de las grasas. Aumentar el
porcentaje de proteínas en la dieta juega un papel
decisivo para:

la madre: el desarrollo y crecimiento de los
órganos maternos durante el embarazo (útero, mamas,
placenta, etc.);

el bebé: para el desarrollo y crecimiento
normal de todo su cuerpo.

Se recomiendan al menos 80 gr. de proteínas al
día durante el primer trimestre,
mientras otros
expertos sugieren que el aporte aumente a 100 gr. diarios en
el segundo y en el tercer trimestre;
hasta llegar a los
120 gr. diarios durante el período de la
lactancia.

ALIMENTOS QUE PROVEEN
PROTEINAS

Queso

Carne vacuna

Pollo

Pescado

Hígado de vaca

Soja

Cordero

Huevos de gallina

Leche de vaca

Lentejas

Porotos

Jamón

  • 2) Los hidratos de carbono

La cantidad necesaria para la mujer embarazada es
prácticamente igual a la de la mujer no embarazada, si
bien puede variar según diversos factores, como el peso,
la actividad física y el estado de salud
general.

Los hidratos de carbono cumplen una función
energética predominante exteriorizada en la producción de actividad muscular y calor.
Además ayudan a la desintoxicación y a la
protección de todo el organismo. Deben proporcionar entre
el 50 y el 53 % del valor calórico total de la dieta, una
vez cubierta la cuota proteica y de grasa.

ALIMENTOS QUE PROVEEN HIDRATOS DE
CARBONO

Azúcar

Arroz

Pan

Pastas

Papa

Frutas

Verdura

Galletitas

Bombones

Leche

Harinas

Gaseosas

Contienen un elevado número de calorías
(un gramo contiene nueve calorías) y se aconseja que su
aporte no supere el 30 % del aporte calórico total. Las
grasas cumplen también la función de transportar
algunas vitaminas, como la A y la D. Es importante
que la cantidad de grasas no sufra grandes variaciones
cualitativas; la cantidad de grasas necesarias se
modificará según la época del año en
que se desarrolle el embarazo; por ejemplo en invierno, el
organismo requerirá una cantidad un poco superior que en
verano.

Las grasas desempeñan una doble
función: energética y, en menor medida que las
proteínas, interviene en la formación de los
tejidos.
En la embarazada deben proporcionar aproximadamente
el 30 % del valor calórico total de la dieta. La necesidad
diaria es de una cantidad variable entre los 80 y los 90 gramos
para una mujer tipo.

ALGUNOS ALIMENTOS QUE PROVEEN
GRASAS

Aceites

Manteca

Aceitunas

Mayonesa

Quesos

Cordero

Cerdo

Huevos (yema)

Jamón

Cacao

Galletitas

Margarina

  • 4) Minerales

Son sustancias inorgánicas que se encuentran en
el suelo y que,
por lo general, ingresan naturalmente al cuerpo humano
a través de la ingesta de los alimentos.

  • a) El hierro

Es un mineral de gran importancia para el organismo y
su deficiencia es el problema nutricional más
común en el mundo.
La mayor parte del hierro se
encuentra alojada en los glóbulos rojos mientras que el
resto se halla en los músculos.

Si el hierro se encuentra por debajo de los niveles
normales al inicio del embarazo, el riesgo de anemia es severo.
Si la embarazada comienza con un nivel normal de hierro en su
organismo, es probable que continúe así o que tal
vez desarrolle una anemia leve. Esto se debe a que el hierro es
el único nutriente cuyas cantidades necesarias durante el
embarazo son mayores de las que puede suministrarse sólo a
partir de una dieta. Por eso es conveniente –y hasta
imprescindible en algunos casos- dar a la madre un suplemento en
los alimentos (por ejemplo leche descremada con hierro) o bien
que los ingiera en forma de medicamento.

Una de cada tres embarazadas presenta anemia por
falta de hierro durante el último trimestre.
Es cuando
el bebé necesita y absorbe este mineral de los
depósitos maternos en mayor cantidad que lo habitual.
Algunos de los síntomas que pueden detectarse en una
embarazada con carencia de hierro son: cansancio, sueño,
calambres, etc. y al bebé le llega menor cantidad de
oxígeno, lo que puede generarle trastornos de diversa
gravedad.

El hierro puede encontrarse sólo en un porcentaje
del 10 ó 15 % del total de los alimentos que habitualmente
se ingiere. Para su buena absorción necesita de
estimulantes:

  • a) La carne

  • b) La vitamina C (por ejemplo un vaso de jugo
    de naranja con las comidas, que facilita la absorción
    del hierro y además le aporta vitamina C).

La deficiencia de hierro durante el embarazo es,
según el último Curso Internacional sobre Hierro
realizado en Argentina en 1997 un 10 % en Buenos Aires, de
un 18 % en Europa, de un 30
% en Costa Rica,
Guatemala y
Paraguay y del
50 % en Ecuador y
Perú, mientras que asciende al 60 % en la región
caribeña.

En la siguiente tabla se indican cuáles son los
alimentos ricos en hierro:

Fuentes de hierro (Fe)

ALIMENTOS

PORCION

Fe (mg)

Excelentes

Morcilla

50 gr.

22,5

Yogurt entero para beber (con hierro)

1 litro

18,0

Hígado de cerdo

100 gr.

17,9

Leche entera (con hierro)

1 litro

15,0

ALIMENTOS

PORCION

Fe (mg)

Ostras

100 gr.

13,4

Leche en polvo (con hierro)

100 gr.

12,0

Hígado vacuno

100 gr.

6,3

Muy buenas

Carne vacuna

100 gr.

3,2

Espinaca cocida

½ taza

3,2

Riñones vacunos

100 gr.

3,0

Pan de centeno

100 gr.

2,8

Camarones

100 gr.

2,4

Pan integral

100 gr.

2,3

Postre (reforzado con hierro)

100 gr.

2,25

Carne de ternera

100 gr.

2,0

Leche (normal)

1 litro

2,0

  • b) El calcio

El calcio es el mineral que más abunda en el
cuerpo.
El 99 % del calcio corporal está localizado en
los huesos y dientes.
Para que el organismo pueda absorber todo el calcio presente
en un alimento, es necesario que en ese mismo alimento haya
fósforo. La existencia de vitamina D es indispensable para
la absorción tanto del calcio como del
fósforo.

Es necesario para el crecimiento y desarrollo de los
huesos y dientes del bebé; para la coagulación de
la sangre, para las transmisiones nerviosas; etc.

En la tabla siguiente, podrá encontrar un listado
de los alimentos que contienen este mineral de modo más
abundante.

Fuentes de calcio

ALIMENTO

CANTIDAD

CALCIO (mg)

LECHES

  • En polvo descremada

100 cm3

1.220

  • Descremada con Simplesse

100 cm3

125

  • Parcialmente descremada

100 cm3

117

  • Entera

Pasteurizada, fortificada, A + D

100 cm3

105

YOGURES

  • Entero natural

100 gr.

135

  • Con crema saborizado

100 gr.

120

  • Descremado natural

100 gr.

135

QUESOS

  • Rallado

100 gr.

1.170

  • Por salut diet

100 gr.

700

Partes: 1, 2, 3, 4
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