Los campos de la sociología jurídica

1. Premisa
2. Sociedad
4. Sociología
   jurídica
5. Los campos de la
   sociología jurídica
6. Conclusiones
7. Referencia
   bibliográfica

A San Marcos, en cuyas aulas
encontré la inspiración necesaria para comprender
cual es el sentido y la razón de ser de mi
existencia.

Premisa

El fenómeno de la
globalización ha permitido conocer que en los
últimos años, diferentes especialistas y
Sociólogos de Europa y América
han venido desarrollando múltiples estudios de Sociología
Jurídica ocupándose de tal cantidad de temas y
variedad de problemas
relativos al Derecho y el entorno social que lo rodea, originando
divisiones y subdivisiones que si bien han enriquecido la
Sociología aplicada al Derecho,
también le dan un carácter provisional a cualquier intento de
explicar sus contenidos; sin embargo, conviene destacar que para
el mejor conocimiento
de estos temas es necesario sistematizar su estudio.

Partiendo de las investigaciones
sobre los problemas característicos abordados por la
Sociología Jurídica, el presente trabajo tiene
por objeto, introducirnos en sus campos de aplicación a
fin de examinar sus contenidos.

En efecto, primero, analizaré el problema de la
subdivisión de las investigaciones y de la coincidencia de
las investigaciones de Sociología Jurídica con
otras disciplinas humanas, luego, me ocuparé de las
investigaciones sobre la producción, la aplicación y la no
aplicación de las normas,
trataré de los Jueces, los Abogados y los Operadores del
Derecho, el problema del encuentro entre Sistemas
Jurídicos distintos y el de la solución de los
conflictos, la
Racionalización de la Sociedad, la
Transformación social, la
organización del poder y la
violencia, la
producción del poder, la legitimación del poder, la creación
de la función
pública y de los funcionarios, la producción del
Estado, y
finalmente, quiero demostrar que las investigaciones de opinión
pública están presentes en buena parte de las
investigaciones anteriormente citadas tratadas por especialistas,
enfatizando el hecho de que cuando se considera la opinión
de las personas en general se puede captar mejor en su globalidad
la imagen del
Derecho vivo, latente y en formación.

Sociedad

Sociedad es el sistema o
conjunto de relaciones que se establecen entre los individuos y
grupos con la
finalidad de constituir cierto tipo de colectividad, estructurada
en campos definidos de actuación en los que se regulan los
procesos de
pertenencia, adaptación, participación, comportamiento, autoridad,
burocracia,
conflicto y
otros.

Por su parte, Ignacio Crego considera que la palabra
Sociedad tiene en Sociología tres significados principales
vinculados entre sí: 1) Como expresión de lo que
podría denominarse la sociabilidad o condición
social del individuo
humano, 2) La Sociedad en cuanto sistemas de interacción; y, 3) La Sociedad en cuanto
grupo.[1] El hombre es
un "zoon politikón", animal social, según la
conocida frase de Aristóteles, por lo tanto el individuo
humano sólo puede desarrollar su personalidad y
tomar conciencia de
sí en la Sociedad, a través de un proceso de
interacción con los otros individuos del
grupo.[2]

Por su lado, Mario Bunge
distingue la Sociedad de tres maneras: individualizada,
globalista y sistémica. Individualizada: es una
colección de individuos, y toda propiedad de
la misma es resultante o agregación de propiedades de sus
miembros; globalista (o colectivismo teórico):
totalidad que trasciende a sus miembros y posee propiedades que
no tienen sus raíces en propiedades de aquellos. Y
sistémica: sistema de individuos interrelacionados,
y en tanto que algunas de sus propiedades son resultantes de
propiedades de sus miembros, otras derivan de relaciones entre
éstos.[3]

El concepto de
Sociedad se ha empleado en las Ciencias
Sociales de todas las épocas con significado y
fundamentación diferente: en Roma se utilizaba
para definir un grupo constituido por decisión voluntaria
con finalidad compartida. Aristóteles consideró a
la Sociedad como organismo vivo, concepción que el
teólogo italiano Santo Tomás de
Aquino completó y desarrolló como totalidad
orgánica propia, base del pensamiento
social cristiano: los individuos que la componen son partes de un
todo, regulado por fuerzas trascendentes.

A partir del siglo XVI se formuló una
concepción contractualista que ve en la Sociedad la
construcción de un orden artificial fundado
en una asociación de individuos que ceden su derecho a un
ente social capaz de garantizar el orden y la seguridad en sus
relaciones (véase El Contrato Social
de Juan Jacobo Rousseau[4]Con el inicio de la
industrialización, la Sociedad, desde el punto de vista
económico, se entendía como conjunto de los
productores frente a los no productores. El teórico social
inglés
Herbert Spencer vio en la Sociedad una forma superior de
organismo, cuyas partes aparecen integradas y coordinadas
mediante leyes naturales,
oponiéndose a sus compatriotas Thomas Hobbes y
John Locke,
quienes cuestionaban la Sociedad como un hecho
natural.