La concepción de la homosexualidad, posturas y valoraciones de estudiantes de la carrera Psicologia
La concepción de la homosexualidad, posturas y valoraciones de
estudiantes de segundo año de la carrera Psicologia de la
UCLV
Introducción
La temática del homosexualismo como
fenómeno social resulta abordada desde las ciencias
sociales desde una gran diversidad de enfoques.
La Psicología como
ciencia
particular ha estudiado esta problemática producto de la
representación social cargada de prejuicios que se tiene
sobre esta orientación sexual, la cual generalmente trae
consigo un rechazo, más o menos abierto, hacia los sujetos
con orientación homosexual.
En este sentido se hace necesario la asunción de
una postura flexible por parte del psicólogo; de manara
que produzca en él una aceptación que propicie la
descentralización de la atención en los problemas y la
consecuente centralización en los sujetos, lo cual
implicaría que el profesional pueda conocer (reconocer)
sus posibles tabúes en este sentido, de manera que estos
no entorpezcan su actuar en la
investigación.
Siguiendo estas consideraciones nos proponemos como
objetivo de
nuestra investigación:
Describir la concepción que de la
homosexualidad tienen los estudiantes de 2do año de la
carrera de Psicología, en la UCLV.
Desarrollo
Homosexualismo:
reflexiones teóricas
Si realizáramos una revisión
bibliográfica acerca de la sexualidad y
de los temas que han sido objeto de su estudio, de seguro que
encontraríamos numerosos artículos acerca de la
homosexualidad, fundamentalmente encaminados a criticar el
fenómeno, aunque se vislumbran otras posiciones que nos
arrojan otras aristas para el análisis y la comprensión del
fenómeno.
Centrarnos en la crítica
no es nuestra intención, más bien pretendemos
transitar por algunos de los puntos de vista que se manejan al
hablar de homosexualidad.
Existen especialistas que se han dedicado al estudio del
tema que sostienen que la conducta
homosexual ha existido desde tiempos inmemoriables, pero no es
hasta mediados del siglo XIX (1869) que se crea la
categoría homosexual, acuñada por
Benkert.
Ahora bien, detrás del término
están encerrados diversos y hasta contradictorios
significados. En un inicio, las prácticas homosexuales
para la iglesia eran
consideradas como pecaminosas[1]mientras que para
los científicos que se dedicaban al estudio de la psiquis,
eran tildadas de patológicas o perversas.
¿Sobre qué base se fundaban estos
criterios?
La conducta sexual era sometida a criterios de
comparación referidos a lo normal y anormal, considerando
normal toda la sexualidad que estuviera al servicio de la
reproducción, valorando como anormal y
antinatural las manifestaciones que quedasen fuera de esta
categorización. Encontramos aquí una postura
ampliamente difundida, que valora las relaciones
sexuales en función de
la reproducción, considerándolas a su
servicio.
Esta posición naturalista, si bien no es del todo
errada, si absolutiza, limitando por tanto el amplio espectro de
la sexualidad. Además, cómo es posible que en pleno
siglo XXI, presenciando a un hombre que ha
transformado la naturaleza a
su antojo y ha dirigido su acción
intelectual hacia el desarrollo de
productos
sociales que trascienden el marco de lo natural, aún
puedan existir posiciones de este tipo.
Para ilustrar más esta idea, centrándonos
en lo relacionado con la sexualidad y específicamente con
la reproducción, (porque de lo contrario la lista
sería interminable), podemos hablar de la
inseminación artificial(inseminación
intraóvulo, fertilización invitro), llegando hasta
la
clonación, que si bien no ha sobrepasado las barreras
de la reproducción animal, es muestra de
cómo el hombre ha
trascendido los marcos de lo natural, utilizándolo al
servicio de su inventiva.
No obstante, los parámetros de normalidad definen
la necesidad del objeto heterosexual como condición para
catalogarse así. Sin dudas, la comparación en
torno a una
norma, de la cual emana el criterio de normalidad, es una muestra
de lo internalizado que aún está el paradigma
positivista en la investigación y la cultura sexual
de manera general. Aún cuando el paradigma cualitativo
expande y "universaliza" sus postulados, la vigencia del positivismo es
notable.
Esta concepción que valora por tanto el
homosexualismo como una desviación con respecto a una
norma, considerada dentro de los marcos ideales, denota
sustentarse en un particularismo pues… ¿"ideal" para
quien?. Está claro que para un sector determinado que ha
convenido en asumir estos patrones.
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