La importancia del juego en edad preescolar y su correcta dirección pedagógica
Resumen
El presente trabajo aborda
el estudio de la adecuada dirección pedagógica del juego en el
tercer ciclo del círculo infantil "Los Pollitos" del
municipio de Quivicán para contribuir a una mejor capacitación de las auxiliares
pedagógicas. El mismo basado en observaciones, entrevistas y
encuestas
demostró la falta de orientación del personal docente
sobre el juego teniendo en cuenta las características de
los niños
en estas edades.
En esta investigación se elaboró una
propuesta de actividades mediante reuniones metodológicas,
actividades demostrativas y técnicas
participativas para capacitar a las auxiliares pedagógicas
logrando una mejor calidad y
efectividad en la dirección del juego.
Título: La importancia del juego en edad preescolar y
su correcta dirección pedagógica.
Desarrollo
En la infancia, el
juego es una actividad del niño, que reviste una
extraordinaria importancia lo mismo para su desarrollo
físico y psíquico como para el establecimiento de
su individualidad además es el medio ideal para la
formación del niño en estas edades.
El contenido de los juegos ejerce
una gran influencia en el desarrollo de la
personalidad desde la edad infantil, por eso es preciso
motivar a los niños para que representen en sus juegos los
aspectos positivos de la vida, de la actividad, de lo que les
rodea (padre, hermanos mayores, familiares allegados, conocidos,
miembros de la sociedad).
Por medio del juego se posibilita el
conocimiento sobre la
organización de la vida de los niños, porque al
jugar, la educadora y auxiliares pedagógicas observan el
comportamiento
y las relaciones reales entre ellos.
El juego tiene gran valor
educativo, acostumbra a los niños a realizar esfuerzos
físicos y psíquicos que son necesarios para
el trabajo,
por lo que se hace tan importante dirigirlo bien para que en
ellos se formen y eduquen las cualidades del futuro estudiante,
del trabajador, del ciudadano y del hombre nuevo
que tanto necesita nuestra sociedad.
El juego es una actividad propiamente de la infancia.
Reviste una gran influencia en el desarrollo multifacético
en los diferentes años de vida por donde transcurre los
niños, en el reflejan las experiencias vividas que
adquieren de los adultos, objetos y fenómenos del mundo
circundante, a través del juego los niños
desarrollan cualidades morales de conducta para
vivir en sociedad, se forman hábitos, habilidades
además de ser la actividad fundamental en la edad
preescolar, por ello dirigirlo correctamente es tan importante
para el desarrollo de los niños y esto implica un gran
compromiso para la formación del personal
pedagógico.
Indudablemente el juego contiene en sí grandes
posibilidades de influencia educativa sobre los niños en
la edad preescolar. El juego correctamente organizado conduce a
los niños a las acciones
laborales y a las actividades didácticas.
Se considera que el juego en edad preescolar se
convierte en el tipo principal de actividad, pero esto no quiere
decir que el niño de nuestros días no tenga
algún tipo de independencia
ni que pase por lo general la mayor parte del tiempo ocupado
en juegos que distraigan.
El juego provoca variaciones cuantitativas en el
psiquismo del niño porque mediante el juego los
pequeños aprenden a regular su conducta, amar a todo
cuanto les rodea, desarrollar su personalidad,
imitar acciones laborales y se desarrolla la actividad mental, la
voluntad, el pensamiento,
el
lenguaje…
Se opina que el juego es la actividad propiamente
infantil en la que el niño refleja la vida circundante,
pone de manifiesto su conocimiento,
los intercambio con sus coetáneos, contribuye a
desarrollar en los niños las normas de
conducta para vivir en sociedad. Durante el juego se comienza a
desarrollar en los niños la atención, la memoria y
la voluntad.
La educadora y las auxiliares pedagógicas deben
aumentar la efectividad del desarrollo físico y
psíquico de los preescolares utilizando un sistema preciso
del juego que se desarrolla gradualmente. Ellas deben crear en
los niños un estado de
ánimo alegre y activo esto puede garantizar un completo
desarrollo físico y neuropsíquico que al mismo
tiempo los educa con un carácter alegre y bondadoso.
Para el desarrollo de la actividad lúdicra y su
influencia cada vez mayor en la formación de la
personalidad del niño son imprescindible la
dirección de las educadoras y auxiliares
pedagógicas y la iniciativa infantil dentro de los
juegos.
El dominio de la
educadora sobre el niño, se lleva a cabo en la vida
cotidiana, en los juegos, en todas las actividades. Ella debe
estudiar atentamente a cada niño, conocer sus
particularidades individuales, relacionarse objetivamente con
todos los niños, tener tacto pedagógico, valorar
justamente su conducta y los resultados de la actividad, saber
ayudarlos oportunamente, interesarse por su vida en la familia.
Solo entonces podrá ejercer una influencia consecuente
sobre el desarrollo de la personalidad del
niño.
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