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Policía comunal como modelo para el control de los factores criminógenos en el Estado Aragua (página 3)



Partes: 1, 2, 3

Precisamente el tratamiento adecuado del delito depende en
primer término de la efectividad y precisión en el
diagnóstico de los factores negativos que
serán neutralizados con el quehacer preventivo. Este
diagnóstico criminológico debe ser entendido como
la localización y caracterización de los problemas
más acuciantes y de incidencia más significativa en
el desarrollo de
la criminalidad, localización que debe realizarse a
través de instrumentos investigativos de entidad
socio-criminológica, tales como: entrevistas a
expertos, encuestas
opináticas, encuestas a sujetos preventivos, observación participante y no participante,
entre otros. El Diagnóstico Criminológico
también puede ser conceptualizado como el conjunto de
factores criminógenos que van a permitir una
definición exacta de la situación
criminógena en un territorio determinado y en un
específico período de tiempo.

Los factores criminógenos en sí mismos no
producen criminalidad; su influencia se expresa en que facilitan
la existencia de la delincuencia,
contribuyen a su auge. El conjunto de factores
(criminógenos y anticriminógenos) constituye un
peculiar fondo del desarrollo social
que afecta a la delincuencia. Sin este resulta difícil
imaginarse un análisis profundo y múltiple de este
fenómeno. Por eso el
conocimiento de todo el entramado de factores sociales, a
través del diagnóstico criminológico,
constituye la piedra angular de la prevención, el punto de
partida que permite conocer para después
actuar.

Precisamente las Estrategias
Preventivas de Intervención Social solo podrán ser
elaboradas y llevadas a término con perspectivas exitosas,
sobre la base del conocimiento
científico de la realidad criminógena
comunitaria. Si contrariamente a lo que se propugna, se parte
para la prevención, de supuestos falsos basados en
valoraciones subjetivas desprovistas de sustento
científico o se estructura a
partir de acercamientos intuitivos a la realidad; se puede
afirmar que la acción
preventiva será ineficaz y contraproducente, pues
desconocerá la realidad criminógena, solo
caracterizable a tenor con estudios científicos de
diagnóstico.

El diagnóstico criminológico como
instrumento de conocimiento
de la realidad puede ser concebido para su utilización en
diferentes niveles de valoración, desde el más
general (macro-sociedad)
hasta el más singularizado (la
personalidad o individuo);
precisamente en un nivel intermedio entre los arriba citados se
encuentran la valoración particularizada del microambiente
o comunidad. Sin
pretender desvalorizar la importancia innegable del nivel
societal y el nivel individual, se dirige la atención al micro-medio social en el que
interactúan los grupos formales e
informales que rodean al individuo, por cuanto es en este entorno
social donde debe desarrollarse con más énfasis el
trabajo social,
como variante indispensable de la prevención primaria de
la delincuencia, la antisocialidad y la marginalidad.

La comunidad (microambiente) es el escenario natural y
sociocultural más inmediato donde se desarrolla el hombre, es
una agrupación o conjunto de personas que interaccionan
entre sí más intensamente que en otro contexto,
operando en redes de comunicación, intereses y apoyo mutuo.
Todas las características de este medio, desde las
materiales
hasta las espirituales, y especialmente las instituciones
que lo integran (familia, escuela, grupos
informales, entre otros) matizarán de manera indeleble la
formación de los individuos que en ella
habitan.

Esta concepción responde al enfoque
histórico-social de desarrollo de la personalidad,
que explica a esta última, como un concepto
socio-histórico individual sujeto al medio social que lo
engendra y desarrolla. De lo anterior se deduce que la
personalidad no puede ser comprendida al margen de la realidad
social que caracteriza sus condiciones histórico-concretas
de existencia.

La personalidad como fenómeno basa su proceso
formativo en la cantidad y en la calidad de la
información y en el ejemplo de quienes la
transmiten, por lo que la
comunicación socio-psicológica es uno de los
aspectos más importantes en las relaciones sociales entre
las personas. Esta comunicación, por su forma, está
constituida por las relaciones
interpersonales y sus vínculos con las más
variadas actividades y costumbres; lo que indica la importancia
de dirigir la atención al microambiente del individuo.
Así como a su dinámica para descubrir y neutralizar los
factores negativos o perniciosos que en el ámbito
comunitario pueden incidir en la desfavorable formación de
la personalidad, factor determinante en la comisión de
conductas criminales.

En el marco del microambiente social transcurre la mayor
parte de la vida del ser humano y de hecho este entorno puede
determinar, a partir de su mal funcionamiento, la introducción de valores, cuyo
contenido hace que se vaya conformando un proceso diametralmente
opuesto a la correcta socialización, proceso que generará
una malformación social, traducida en una actitud
antisocial del individuo. Esta situación se produce por
una disfuncionalidad del micromedio o comunidad, que posee
problemas en sí mismo y en su estructuración,
generando la aparición de elementos negativos de la
personalidad (características criminológicas) de
sus miembros; elementos que en determinado grado de profundidad y
firmeza, pueden configurar una psicología
antisocial.

A tenor con lo anterior es enorme la relevancia que
adquiere el diagnóstico criminológico en el nivel
comunitario, por cuanto permite detectar los factores
criminógenos que atentan contra el desarrollo armonioso y
la sana formación de la personalidad. Esos elementos
negativos del funcionamiento microambiental deben buscarse en los
grupos
sociales que estructuran este nivel y funcionan como
entidades socializadoras de la personalidad; por ejemplo:
la familia, la
escuela, las relaciones de grupos informales, entre otros. Todos
los que de una manera u otra interactúan con el individuo
influyendo en su educación. De estos
factores uno de los más importantes suele ser la familia,
institución social que es el mediatizador inicial y
más duradero de la relación
sociedad-individuo.

Las relaciones familia-comunidad poseen carácter interactivo. Con el cumplimiento
de su función
formadora de los nuevos miembros, la familia interactúa
con el medio social, haciendo aportes o generando problemas que
se reflejarán socialmente a largo o mediano plazo. En una
visualización negativa del funcionamiento familiar se
pueden referir a dos aspectos negativos fundamentales, tales
como: el ejemplo de los padres y la educación. En
ambos casos los miembros menores de la familia sufren graves
consecuencias formativas, se tornan pesimistas, agresivos,
inseguros, indiferentes. Sus necesidades, intereses, sentimientos
e ideales se resquebrajan y deforman, entorpeciendo la influencia
positiva y constructiva que otros componentes del micromedio
pueden ejercer sobre ellos.

Los padres funcionando como modelos de
conducta, poseen
una amplia significación en la formación de los
hijos. Las relaciones inadecuadas de los miembros adultos del
núcleo familiar, tales como: discordias, antagonismos,
celos, agresividad, generan males incalculables en los futuros
ciudadanos; pues de hecho sobreviene la ruptura afectiva, la
degradación moral y el
entronizamiento de la violencia como
medio expresivo.

De otra parte una educación inadecuada en el seno
familiar puede llevar al desarrollo de rasgos negativos, como
consecuencia por ejemplo, de la satisfacción inmediata y
desmedida de las necesidades y demandas materiales de los
niños y
adolescentes o
su insuficiente satisfacción, o de la liberación de
funciones en
el colectivo doméstico, entre otras.

La familia constituye así el factor primario e
inicial más importante del microambiente social, aunque se
rechaza la posición consistente en absolutizar el factor
familiar como determinante en la formación o
deformación de la personalidad; pues el nivel y celeridad
de los cambios sociales actuales inclinan a considerar
también muy importantes otras agencias socializadoras,
como por ejemplo, la escuela.

En el presente análisis merece mención
especial el contexto escolar. Con el desarrollo físico y
psicológico del menor se amplían sus
vínculos con otras personas, ya las relaciones salen del
estrecho marco familiar y se extienden al grupo de
compañeros de aula, entre otros. El trabajo
escolar juega un rol importante en la formación del
individuo, pero resulta imprescindible que en estrecha
combinación con la enseñanza, la escuela logre educar;
entendiéndose esta educación como la
formación en los alumnos de cualidades morales
indispensables para el logro de una adecuada conducta que fluya a
favor de los principios e
intereses de la sociedad que les correspondió
vivir.

El inadecuado funcionamiento de la escuela como entidad
socializadora en el nivel microambiental, resulta un aspecto
primordial a caracterizar por el diagnóstico
criminológico comunitario, por la relevancia de este
factor en la formación de los individuos y en la posible
configuración de una orientación antisocial de la
personalidad. Este significado expresado con anterioridad, lleva
a atribuirle a la escuela la importancia preventiva que merece, y
por ende la existencia de una imperiosa necesidad de diagnosticar
perennemente esta institución, en la búsqueda de
elementos disfuncionales que afecten la dinámica
comunitaria.

El rol del maestro y la escuela resulta vital en el
desarrollo
comunitario, ya que participan activamente en la
formación de valores, ideales y normas de
conducta, al igual que la familia; influyendo ambos en el
establecimiento de aspiraciones y proyectos vitales
del futuro adulto. Lo que debe cuidarse es la coherencia,
complementación y reforzamiento de esas influencias
educativas de ambos factores (familia y escuela), porque de
entrar en contradicción, el conflicto de
influencias desmejoraría la estabilidad del proceso
formativo personológico.

Por tanto, el contexto comunitario representa el entorno
inmediato donde el hombre se
desarrolla; y en consecuencia su correcto funcionamiento o no,
posee una profunda significación preventiva, pues sus
factores estructurales y funcionales (familia, escuela, grupos
informales.) representan las entidades socializadoras más
importantes en la formación de los seres humanos. De
funcionar negativamente alguno de ellos, deformará a esas
personalidades, posibilitando una afectación conductual de
esos individuos en su comportamiento
futuro dentro de la comunidad.

De ahí, la relevancia de la detección de
esos elementos microambientales negativos, pues estructuran la
cadena causal delictiva y antisocial; en este sentido pueden ser
situaciones criminógenas: (a) modelos inadecuados en la
familia, (b) degradación moral familiar, (c) agresividad
familiar, (d) deficiente y permisiva educación de
niños y jóvenes, (e) abandono o pobre
atención material a los niños y jóvenes, (f)
problemas organizativos de la escuela, (g) carencia o
deficiencias en la formación moral y cívica de la
escuela, (h) existencia y fuerte influencia de grupos informales
negativos, (i) predominio del clima de
violencia en el barrio, (j) altos índices de alcoholismo en
la comunidad, (k) carencia de vida cultural en la
comunidad.

Con la información que brinda un correcto
diagnóstico criminológico salen a la luz los
principales problemas, aparece la información
empírica fiable sobre la comunidad y personas objeto de
estudio, información que funciona como herramienta
imprescindible en la elaboración de los programas de
prevención social del delito y la
antisocialidad.

Afirma Antilla (2006) que los años recientes han
sido marcados por el advenimiento de la crisis de
inseguridad.
El crecimiento cuantitativo del delito arribando hasta cotas
desconocidas en el país. Agravado aún más
por sus transformaciones cualitativas en una criminalidad
oportunista.

Por su parte, Romero (2006) señala que la
violencia en el caso venezolano se ha convertido en uno de los
principales problemas
sociales. Se observa un notable aumento de la tasa de
homicidios y
el relativamente bajo incremento de la tasa de lesiones y entre
el aumento de la tasa de robo, y el descenso de la tasa de
hurtos, evidenciándose el carácter violento de la
acción delictiva. La alta prevalencia de los delitos
violentos condiciona la vida pública y privada.

En este contexto de anomia social caracterizado por las
profundas contradicciones sociales y la crisis económica y
política,
constituye el factor propiciatorio de respuestas alternativas y
particulares frente a la delincuencia. La población se arma, se socializa en
precauciones rutinarias de carácter individual o
actúa colectivamente. Cada persona o grupo
responde según sus condiciones sociales,
económicas, y culturales porque estas definen la percepción
del riesgo, del
impacto real o potencial de la violencia delictiva, e igualmente
como vivirla y enfrentarla en la cotidianidad.

En este sentido, el cierre o amurallamiento de espacios
residenciales, la contratación de vigilancia privada
formal o informal, el porte de armas, las
conductas de inhibición, los comités de seguridad
vecinales, no son sino respuestas de autodefensa desarrolladas en
forma individual o colectiva. Así las respuestas
están relacionadas con fines particulares y no
societarios, referidos a propósitos más concretos:
la protección contra el delito. En consecuencia,
corresponden a un tipo de control social
instrumental, que por otra parte, no consigue asidero
teórico dentro de las concepciones
tradicionales.

Al respecto, Romero (2006) expresa que tal conducta de
involucramiento de la población a motus propio en tareas
de autoprotección, no hace posible lograr verdaderas
alternativas de organización, por cuanto en ausencia de un
proceso de construcción de ciudadanía, se reproduce la
fragmentación, mediante la acción arbitraria y
violenta hacia cualquier otro considerado peligroso. De
allí, que se hace necesario sumar esfuerzos entre la
policía y la comunidad, realizando un trabajo
organizado y coordinado, y es en este contexto que nace la
policía comunal, la cual en el Estado
Aragua está arrancando con un plan piloto en
seis comunidades, aspecto a desarrollar en el siguiente
capítulo.

CAPITULO III

LA POLICÍA
COMUNAL COMO
MODELO PARA EL CONTROL DE LOS FACTORES
CRIMINÓGENOS EN EL ESTADO ARAGUA

Este capítulo que constituye el cierre de esta
investigación
documental relaciona los dos aspectos desarrollados
precedentemente como lo son: la policía comunal y los
factores criminógenos, y los estudia bajo la perspectiva
que el primero, es decir, la policía comunal sea un
modelo para el
control, de los segundos, es decir, los factores
criminógenos, en el Estado
Aragua.

Al respecto, Portugal (2005) señala que no existe
una taxonomía
general que permita identificar rasgos uniformes vinculados a las
características que asume la inseguridad o distinguir
tipos de sociedades que
presenten el problema en forma exclusiva, siendo en definitiva
una condición que comparten cada vez más un gran
número de países en todo el mundo.

En ese sentido se abre una nueva dimensión frente
al tema de la delincuencia, que incluyen procesos
sociales distintos a los que determinan la actividad delictiva,
lo cual implica revertir la noción de una sociedad vista
como víctima pasiva del azote criminal y pasar a observar
los procesos y capacidades de la sociedad civil
para efectuar acciones
preventivas.

Asimismo, las sociedades contemporáneas que han
tematizado las condiciones sociales de incremento de las tasas de
criminalidad, la elevación de la tasa de temor, en
términos de inseguridad colectiva han planteado la
necesidad de enfrentarla, son todas sociedades complejas y
urbanas, lo cual obliga a adoptar puntos de observación
suficientemente amplios y relacionales que permitan incorporar
una diversidad de variables y
considerar simultáneamente la multiplicidad de
interacciones entre las diferentes estructuras de
la sociedad actual.

Todo parece indicar que la sociedad contemporánea
ha alcanzado un estado donde más que nunca la
construcción social de la realidad y la acción
colectiva poseen una creciente multiplicidad de puntos de
emergencia y estructuración. Por cuanto, la sociedad sigue
incrementando su nivel interno de complejidad, mediante el
desarrollo de la autonomía funcional de los diversos
sistemas
parciales que la constituyen.

Al mismo tiempo que se multiplican y diversifican las
demandas sociales, haciendo necesario superar las tradicionales
formas de coordinación social, pues no
existiría ya ninguna estructura o dispositivo, que en
forma centralizada, pueda elaborar respuestas con sentido
único y generalizables en todo el sistema social, y
menos aún proveer soluciones
integrales
concebidas, planificadas, implementadas y controladas por un
sólo agente, institución o grupo social.

Como consecuencia de lo anterior, ya no es posible
encarar los problemas que afectan a la sociedad compleja desde
una sola estructura de toma de
decisiones, o de intercambio económico en el mercado, o
exclusivamente desde un punto de vista educativo o
religioso.

En este sentido, la policía comunal propugna una
prevención situacional, es decir, un conjunto de medidas
no penales tendientes a eliminar o reducir las ocasiones que en
numerosos casos propician la comisión de un delito, tales
como la instalación de cerraduras, alarmas, entre otros,
teniendo como base que el delito resulta en gran medida de
elecciones influenciadas por aspectos concretos e inmediatos de
las situaciones en que puede encontrarse un infractor potencial y
sus efectos puedan apreciarse en el corto plazo.

Asimismo, el modelo de policía comunal propicia
la prevención social, a través de intervenciones no
penales sobre delincuentes potenciales orientadas a suprimir o
atenuar su propensión criminal. Según, Rico (2008)
este enfoque se basa en las clásicas teorías
etiológicas del delito, según las cuales la
acción criminal se explica por la existencia de diversos
factores anteriores a su perpetración: familia, escuela,
empleo,
frecuentación de otros delincuentes, pertenencias a bandas
criminales, papel de los medios de
comunicación, consumo
excesivo de alcohol y
otras drogas, y sus
resultados, aunque sólo se pueden apreciar en el mediano y
largo plazo, ofrecen perspectivas más sólidas y
duraderas.

En este sentido, Rico (ob cit) señala que a
menudo los resultados obtenidos mediante la actividad policial
son de difícil medida. Especialmente, en cuanto a las
funciones policiales, por su variedad (prevención mediante
el patrullaje, represión gracias a la investigación criminal, control de
tráfico, presentación de numerosos servicios a la
comunidad). En general, los resultados obtenidos por la
intervención policial, sobre todo en materia de
prevención, son a menudo invisibles y consisten en que
ciertos hechos no ocurran.

Si se conoce la realidad de cada barrio o sector donde
el clamor público demanda
reiteradamente seguridad y mejoras de la convivencia vecinal, en
este sentido, la Policía del Estado Aragua cuenta con un
grupo de profesionales formados como policías comunales,
que se encargaran de realizar, primeramente el diagnóstico
comunitario, la articulación con los Consejos Comunales y
la puesta en marcha del plan de acción en
prevención a la criminalidad y a la violencia.

El epicentro de violencia conocido en este, como el
lugar espiral de homicidios, lesiones, ventas de
drogas, robos, entre otros, extendiéndose a otros
sectores. Se pretende intervenir a través de la puesta en
práctica de la policía comunal, con la finalidad de
minimizar sus expresiones a través de acciones
cívicas, charlas dirigidas para prevenir la violencia
intrafamiliar, las drogas y
cualquiera otra manifestación delictual. Todo aunado a
talleres de capacitación encaminado a conocer el
proceso de la responsabilidad penal del adolescente,
conjuntamente con la comunidad. También se debe impulsar
los proyectos presentados por las comunidades a través de
los consejos comunales.

El servicio de
policía comunal es un modelo que propugna el afianzamiento
de los valores
comunitarios de organización y compromiso que le haga
partícipe en la conformación de una comunidad
modelo. Así como la concientización al ciudadano
sobre la importancia de adoptar comportamiento con bases en
principios y valores cívicos, éticos y sociales. Al
igual, que el fomento de mecanismos de interacción social entre el sector
público y privado con el fin de unificar esfuerzos que
beneficien la comunidad en el logro de su propia seguridad, a la
par de estrechar los vínculos de amistad, solidaridad,
participación y compromiso de la comunidad con su
policía.

Hasta ahora la policía de Aragua se había
limitado solamente a cumplir funciones de seguridad,
prevención y orden público, y algunos intentos de
estrategias para el acercamiento con las comunidades en
municipios y parroquias, utilizando para ello lo tradicional del
patrullaje vehicular y a pie. Pero sin la existencia de una
política de verdadero acercamiento hacía las
comunidades, donde los vecinos participen tanto en las políticas
de prevención como de actuación.

Países como Nicaragua, Costa Rica,
Guatemala,
Perú y Brasil, entre
otros han constituido unidades dentro de la Policía
denominadas Policía Vecinal que permite que la sociedad
organizada contribuya en el suministro de la información,
y por ende la prevención y control delincuencial, siempre
bajo los lineamientos y supervisión de la
organización.

Estas experiencias incipientes de acercamiento
comunitario pueden venir acompañadas de actividades de
protección familiar hacia la ciudadanía. Es por
ello, que la Policía del Estado Aragua ha implementado de
conformidad con lo previsto en las leyes, la
Policía Comunal, a través de un plan piloto en seis
(06) comunidades, según se muestra en el
cuadro 5, a continuación:

Cuadro 5

Distribución Plan Piloto Policía
Comunal estado Aragua

Municipio

Parroquia

Comunidades

No. Funcionarios

Girardot

Los Tacarigua

San Vicente

64

Mariño

Saman de Guere

Saman de Guere

16

Costa de Oro

Ocumare de la Costa

Ocumare de la Costa

10

Ribas

Las Mercedes

La Mora

10

Zamora

Los Bagres

Valles de Tucutunemo

10

Camatagua

Carmen de Cura

Carmen de Cura

8

Fuente: Elaborado por el Investigador
(Ramírez, 2009) con base a información suministrada
por la División de Participación Comunitaria de la
Policía de Aragua

Este plan piloto conlleva la implementación de la
Policía Comunal en el estado Aragua, como un servicio
policial orientado a servir a la comunidad y dentro de los
principios de participación, transparencia y
corresponsabilidad, el cuál está fundamentado en un
modelo de policía donde ésta debe interactuar con
la comunidad para crear estrechos lazos con la misma, lograr la
confianza necesaria para generar una retro-alimentación e
implique la prestación de un servicio policial efectivo,
transparente, oportuno, y el manejo de
información.

Este plan piloto actualmente en ejecución
realizará las siguientes actividades: (a)
diagnóstico comunitario, encuesta
victimización y percepción policial local:
coordinado con (INE – UNEFA – GN –
C.S.O.P.E.A). Dicho plan piloto tendrá una evaluación
de los resultados que permitirá verificar la efectividad
de la trilogía a construirse entre la comunidad, las
instituciones y la policía.

Lo que se persigue con este plan piloto de
policía comunal en el estado Aragua es la seguridad
comunitaria, lo cuál se aspira se vea reflejado en la
reducción de crímenes, reducción del miedo
por el crimen, y reducción en el comportamiento
anti-social. En la medida en que la policía contribuya con
la seguridad de la comunidad y la comunidad se involucre en su
propia seguridad, conformando un binomio en que ambos actores
sean parte del proceso.

En virtud de ello, y tal como se señaló en
los capítulos precedentes, una de las herramientas
bases del modelo de servicio de policía comunal para el
control de los factores criminógenos, está centrada
en el diagnóstico, en el cual se tendrá en
cuenta, los aspectos mencionados en el Cuadro No.6 a
continuación.

Cuadro No. 6

Diagnóstico

Aspectos

A

diagnosticar

• Extensión territorial.

• Cantidad de población residente y
foránea. Registrando personas que han sido
víctimas de delitos.

• Miembros y participación de los
consejos comunales: comité de seguridad integral y
comité de prevención integral.

Registro de
grupos.

• Delitos que afectan a la comunidad, incluye
información sobre los días de la semana y
horarios de mayor incidencia delictiva, objetivos y lugares mayormente afectados por
la delincuencia.

Delitos pendientes a esclarecer o por determinar
en los cuerpos investigativos.

• Posibles autores y organismos de seguridad
participantes.

• Registro de Bandas / pandillas,
líderes delictivos y familias involucradas en hechos
delictivos.

• Causas y condiciones que generan y
facilitan las actividades delictivas, conductas desviadas e
infracciones de la disciplina social.

• Centros turísticos y de gran
afluencia de personas.

• Instituciones donde estudien o trabajen
personas que gocen del beneficio penal.

• Otros lugares de interés (instituciones educativas,
licorerías, parques, bancos,
etc.)

• Objetivos económicos y sociales,
como agencias de protección privadas o estatales.
Sistemas de circuitos cerrados de televisión u otros medios
técnicos de vigilancia, fundamentalmente con alcance
al entorno.

• Viviendas, depósitos, galpones u
otros donde se posean antecedentes de actividades
delictivas como: drogas, contrabando, depósito ilegal de armas
de fuego, etc.

• Situación del tránsito y
orden público en general.

• Deben agregarse todas las
problemáticas que afecten el orden y la tranquilidad
de la comunidad.

Fuente: Elaborado por el investigador (Ramírez,
2009)

Los datos e
informaciones que recopila la policía comunal requieren de
una observación sistemática, y constituirán
la base esencial para formular los planes o medidas
periódicas que logren enfrentar con efectividad y eficiencia la
situación de seguridad
ciudadana del área de responsabilidad. Aunado a esto,
el servicio de policía comunal cuenta con un Red de Información
Primaria, cuyas funciones se observan en el cuadro 7, a
continuación:

Cuadro 7

Red Información Primaria

Funciones

• Observar las áreas y lugares
determinados para detectar causas y condiciones que
facilitan la ocurrencia de los delitos y faltas.

• Recabar información sobre las
personas o grupos de riesgo delictivo de la
comunidad.

• Detectar tempranamente los asuntos que
requieren de alguna intervención social y
policial.

• Ubicar a los ciudadanos que son
interés de aprehensión por cuerpos de
policía.

Fuente: Rico (2008)

El Servicio de La Policía Comunal y el trabajo
de prevención

En función de la prevención, el trabajo
del servicio de la policía comunal esta encaminado en
cuatro aspectos fundamentales: (a) garantizar el cumplimiento de
la ley y de las
políticas públicas que rigen la labor de
prevención, (b) realizar acciones encaminadas a evitar la
ocurrencia de conductas inadecuadas en las personas y de otras
expresiones que afecten la tranquilidad y seguridad de la
comunidad, (c) contribuir a la educación y
formación de la población, fomentándoles
hábitos adecuados de convivencia social, y (d) mantener
una interacción oportuna, respetuosa y de
corresponsabilidad con la población y las
instituciones.

La prevención policial en la comunidad tiene dos
formas principales de expresarse, las cuales están en
concordancia con el grado de aparición o desarrollo de las
manifestaciones negativas de las personas y estas son, la
prevención temprana o anticipada y la prevención
inmediata, las cuales se explican el en el cuadro 8 a
continuación.

Cuadro 8

Tipos y Métodos de
Prevención

Tipos

Prevención anticipada: Es la que se
realiza ante la aparición de indicios primarios que
pueden conducir a la persona a manifestaciones de conductas
negativas. Estos indicios pueden presentarse de diversas
formas; deserción escolar, deserción
laboral
de jóvenes y adultos aptos para ello, alteraciones
leves del orden, deambular a cualquier hora del día,
violencia intrafamiliar, entre otros.

Prevención inmediata: Es la que se
realiza ante el conocimiento de una manifestación de
conducta negativa de la persona, con el objetivo
de impedir o evitar que adquiera una connotación
agravada. Para cada una de las situaciones antes
mencionadas se aplicarán diferentes métodos
de control y vigilancia con la participación de
todos los entes que se requieran para influir positivamente
en la conducta y evolución de las personas. Es
importante detectar debidamente las causas y condiciones
que provocaron las irregularidades en el comportamiento de
los ciudadanos o ciudadanas. Juega un papel determinante en
esta labor de prevención integral en las
comunidades, el Comité de Prevención
Integral, las escuelas, los centros laborales, las
instituciones, la Policía comunal y la propia
población.

A todos les corresponde ejercer la influencia
educativa suficiente, capaz de transformar los patrones de
conducta adquiridos por las personas, que ocasionaron la
aparición de comportamientos negativos e
incorrectos.

Métodos

El Servicio de la Policía Comunal en su
labor de prevención utilizará cuatro
métodos fundamentales:

Observación: Persigue el objetivo de
registrar y conocer de forma clara y objetiva el
comportamiento de la persona y dominar con oportunidad las
causas que pueden estar influyendo en la
modificación de su comportamiento.

Persuasión: Esta dirigido a
convencer y disuadir a la persona sobre cuestiones
relacionadas con la conducta. Resulta importante la
conformidad o admisión por el ciudadano o ciudadana
de los asuntos que se le plantee. Puede desarrollarse
mediante conversaciones de forma individual o con la
presencia de familiares o personas que pueden tener una
influencia positiva sobre el individuo en
cuestión.

La realización de charlas o conversaciones
en el seno del Comité de Prevención puede ser
un método a emplear de cierto compromiso
social.

Coerción: Se aplica a la persona que
por sus características tengan una mayor proclividad
a la comisión de delitos y por lo general, ha sido
persuadida con anterioridad en una o dos oportunidades, sin
apreciarse una asimilación positiva en el resultado
de esas acciones.

Este método podría ejecutarse
mediante las formas siguientes: realizarle por parte de la
policía una llamada de alerta, sostener una
conversación educativa.

Estimulación: Consiste en estimular
de forma individual la evolución positiva de la
persona en cuanto a su comportamiento.

El Servicio de la Policía Comunal debe
tener una observación planificada sobre las personas
que por sus características y circunstancias son de
riesgo delictivo y por lo tanto, pueden crear un ambiente
de conflictividad en la comunidad. El objetivo esencial de
este trabajo, es contribuir a que las personas con
algún nivel de riesgo, mantengan un adecuado
comportamiento social, y facilitar su reinserción a
los principales valores de convivencia, como son el
humanismo, la solidaridad, la paz y el bien,
entre otros.

Fuente: Rico (2008) modificado por Ramírez
(2009)

Pueden existir en la comunidad, lugares o zonas que por
sus características requieran de una atención
priorizada por parte del servicio de la policía comunal.
En estos casos, la actuación debe ejecutarse de forma
planificada, apoyándose en la labor permanente del
núcleo policial o comunal, y cuando la situación
creada pueda rebasar su capacidad, solicitará – por el
canal de mando que corresponda – apoyo a otros órganos
especializados o de mayor posibilidad de intervención. En
el caso del plan piloto de policía comunal del estado
Aragua, apoya su plan de acción, siguiendo los pasos
señalados en la figura 1, a
continuación:

La División de Participación Comunitaria
de la Policía de Aragua (2009) señala que a
través de la implementación del Plan Piloto de
Policía Comunal en el estado Aragua, se tiene como meta a
mediano y a largo plazo lograr los efectos sobre el contexto
social en el que opera la policía, que se muestra en el
Cuadro 9 a continuación:

Cuadro 9

Efectos de la Policía Comunal sobre el
Contexto Social

1. Disminución de los índices de
crímenes violentos en las seis comunidades donde se
lleva a cabo el plan piloto.

1. Aumentar la efectividad policial en materia
preventiva e investigativa con respeto
de dichos crímenes, en las zonas consideradas de
mayor conflictividad, razón por la cual se
escogieron para el desarrollo del plan piloto.

2. Disminución de los niveles de temor al
delito por parte de los ciudadanos integrantes de las seis
comunidades donde se lleva a cabo el plan
piloto.

2. Dichos resultados se intentan obtener a
través de la mejora en las políticas de
seguridad y el acceso a los servicios de atención a
las víctimas, dando a conocer información
precisa respeto a los riesgos
existentes.

3. Que se incremente el nivel de confianza en la
policía del estado Aragua, y en las demás
instituciones del estado que cooperan en las acciones de
este plan piloto, arriba mencionadas.

3. Se pretende incrementar el nivel de confianza
público sobre la base de una investigación severa de situaciones
de corrupción, la ejecución de
programas de acercamiento a la población que
consultan consultas y cooperación entre la
policía y la población.

Fuente: Rico (2008) modificado por (Ramírez,
2009)

En este sentido, la División de
Participación Comunitaria de la Policía de Aragua
(2009) manifiesta que el plan de acción de la
Policía Comunal está constituido por tres
líneas: prevención, disuasión y
atención a la comunidad. En cuanto a la prevención,
se distinguen cuatro ámbitos específicos de
acción: tratamiento de factores criminógenos,
gestión
comunitaria, gestión interinstitucional para la
resolución de problemas y educación para la
convivencia. De estos los más significativos para el
presente estudio lo constituyen: el tratamiento de factores de
riesgo y la gestión comunitaria.

-El tratamiento de los factores criminógenos
implica la necesidad de identificar los problemas de orden
físico y social de las comunidades, a tal fin se
llevará a cabo un levantamiento de información a
través de un censo puerta a puerta en las jurisdicciones
donde se lleva a cabo el plan piloto de la policía comunal
en el Estado Aragua.

-La gestión comunitaria está sustentada
sobre la noción de movilización comunitaria, que es
promovida desde la policía comunal para la
generación de alianzas que permitan potenciar la capacidad
de asociatividad entre comunidad y policía. Algunas de
estas estrategias orientadas hacia la gestión comunitaria,
han sido los frentes de seguridad local y la formación y
capacitación de líderes comunitarios a
través de talleres.

-Los primeros, orientados a potenciar la
colaboración y autoprotección de los vecinos a
través de alarmas vecinales e intercambio de
números telefónicos; los talleres, en tanto, se han
centrado en la formación de líderes en materia de
seguridad, con conocimiento de las funciones de la policía
y de las acciones preventivas que pueden tomar los
ciudadanos.

La segunda línea del Plan de Acción, la
disuasión, comprende dos ámbitos específicos
de acción: mediación de conflictos,
para promover mecanismos de conciliación entre los vecinos
y disuasión al infractor, basada en el patrullaje policial
permanente.

La tercera línea del plan, procura la
atención de la comunidad, a través de la
recepción de quejas, reclamos y sugerencias, como partes
de los servicios que presta la policía comunal. Para el
logro cabal de tales líneas plasmadas en el plan de
acción de la policía comunal requiere de una
presencia significativa en el territorio, que le permita a la
policía el conocimiento efectivo de las necesidades de la
comunidad, lo cual supone incrementar a mediano y a corto plazo,
el número de efectivos policiales que hacen vida en la
comunidad.

De allí, que se puede sintetizar que la
implementación del modelo de policía comunal para
el control de los factores criminógenos en el Estado
Aragua, se llevará a cabo a través de tres ejes
centrales: (a) transformar el cuerpo policial en una
organización abierta a la consulta y colaboración
con la comunidad, (b) mejorar la eficiencia y efectividad del
servicio policial, respetando los derechos ciudadano y del
estado de
derecho, (c) mejorar la seguridad pública mediante la
reducción de los niveles de la delincuencia, del desorden
y de la inseguridad.

CONCLUSIONES Y
RECOMENDACIONES

Conclusiones

De la
investigación realizada, en respuesta a los objetivos
específicos de la misma, se pudo concluir lo
siguiente:

En cuanto al primer objetivo específico: Indagar
sobre los fundamentos teóricos y legales de la
Policía Comunal. Existen fundamentos teóricos de la
Policía Comunal, entre los cuales destacan:

-Que el servicio de policía comunal puede ser
entendido como una modalidad preventiva enfocada en la
educación, que desde un nivel político territorial
primario busca coordinar los planes o programas de seguridad en
conjunto con la comunidad, además de contrarrestar los
factores sociales generadores de violencia, y transformar la
percepción de seguridad en el espacio geohumano comunal en
función de la participación ciudadana.

-Que la policía comunal, a los fines de brindar
respuesta novedosa a los ciudadanos, atendiendo permanentemente
las necesidades individuales y colectivas en materia de seguridad
ciudadana, mediante la prevención, disuasión y la
articulación de estrategias institucionales y socio
comunales. Su vínculo con los consejos comunales
constituye el lazo primario para fomentar la confianza y aumentar
la cooperación y la participación ciudadana, para
así disminuir el problema de la inseguridad. Su
propósito fundamental es atender la seguridad de las
comunidades y resolver las problemáticas delictuales, bajo
un criterio de anticipación a todos aquellos factores que
generan el delito en cualquiera de sus manifestaciones, tanto en
el contexto rural como urbano.

Igualmente, existen fundamentos legales de la
Policía Comunal en Venezuela, la
cual está establecida en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (1999), y son
desarrollados en las siguientes leyes: Ley Orgánica para
la Seguridad de la Nación
(2002), Ley de Coordinación de Seguridad Ciudadana (2003)
Ley Orgánica del Poder
Público Municipal. (2005), Ley de los Consejos Comunales
(2006) y el Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley
Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de
Policía Nacional (2008), cuyas normas dejan claramente
establecida la intención del legislador en cuanto a las
características de la policía comunal, entre las
cuales destacan: (a) enfocada al servicio a la población
con mejor capacidad de atender la demanda local de seguridad, (b)
mayores niveles de participación y control social, (c)
capacidad y eficacia para dar
respuesta a nuevas, complejas y más peligrosas formas de
la delincuencia organizada mediante grupos pequeños
especializados, coordinados y con sistemas de inteligencia y
(d) promoción de soluciones alternativas a los
problemas de convivencia social mediante la participación
local.

Con respecto al segundo objetivo específico:
Definir los factores criminógenos en el contexto
jurídico, se pudo concluir que estos son el caldo de
cultivo en el que se ve inmerso el sujeto a través del
tiempo, el lugar y las circunstancias hasta que en un momento
dado uno o varios de ellos, bajo la decisión de la
voluntad y libertad
individual, producen el paso al acto delictivo, y que a
más factores acumulados sobre un individuo o una sociedad,
mayores posibilidades de incremento de la criminalidad individual
o colectiva.

En este sentido, con base a lo investigado, y a la
experiencia policial del autor, se puede señalar que los
factores criminógenos más resaltantes en el estado
Aragua, específicamente en las zonas donde se adelante el
plan piloto de policía comunal son: (a) (b)
desintegración familiar, (c) falta de valores, (d)
educación deficiente, (e) alcoholismo, (f) drogas, (g)
tráfico de armas, (h) prostitución, (i) pobreza, (j) mala
vivienda, y (k) medios de
comunicación.

Por último, en cuanto al tercer objetivo
específico: Estudiar la importancia de la Policía
Comunal como modelo para el control de los factores
criminógenos en el Estado Aragua, se puede concluir que
con bases al estudio de los fundamentos teóricos y legales
de la policía comunal, y la definición de los
factores criminógenos en el contexto jurídico, que
se considera a la policía comunal un modelo viable y
novedoso para el control de los factores criminógenos en
el estado Aragua, y como tal se implementó un plan piloto,
que permitirá conocer la efectividad del
modelo.

Recomendaciones

Con base a las conclusiones establecidas se presentan
las siguientes recomendaciones:

A la Asamblea Nacional

Realizar acciones para que se promulgue la Ley del
Estatuto de la Función Policial, la cuál
permitirá complementar y desarrollar los principios
previsto en Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley
Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de
Policía Nacional (2008), que contempla entre otros
aspectos, el Servicio de Policía Comunal, objeto de la
presente investigación.

A los Cuerpos de Policía de
Venezuela

Para que den fiel cumplimiento a lo establecido en el
Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica del
Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía
Nacional (2008) implementando el Servicio de Policía
Comunal en su jurisdicción.

A la Policía de
Aragua

Para que haga seguimiento y evaluación del plan
piloto de Policía Comunal, y asimismo extienda su
aplicación a otras comunidades.

A los estudiantes de Derechos, Abogados,
Investigadores

A realizar estudios, investigaciones
complementarias sobre esta temática de actualidad y de
importancia e interés para todo el colectivo.

Establecer una línea de investigación en
el área de seguridad ciudadana.

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Autor:

Frank Ramírez V.

Nohelia Yaneth Alfonzo
Villegas

Maracay, Junio 2009

Trabajo Especial de Grado para optar al
título de Abogado

Republica Bolivariana De
Venezuela

Universidad Bicentenaria De
Aragua

Vicerrectorado Academico

Facultad De Ciencias
Politicas Y Juridicas

Escuela De Derecho

San Joaquin De Turmero – Estado
Aragua

Partes: 1, 2, 3
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