La responsabilidad de los participantes de una unión temporal de empresas en la legislación salvadoreña
El Contrato de Joint Venture
La libertad contractual en el contexto de la legislación
salvadoreña
La celebración del Contrato de Joint
Venture
El Contrato de asocio en el contexto de la tipicidad social en
El Salvador y comparación con las legislaciones
argentina y española
La responsabilidad de los participantes de un Contrato de Joint
Venture o asocio
Conclusiones y recomendaciones
Bibliografía
Anexos
La responsabilidad de los participantes de una
unión temporal de empresas en el
contexto de la legislación
salvadoreña
La evolución del Mercado Mundial
ha demostrado tendencias a mejorar o innovar procesos,
servicios y
productos, y a
la vez esto ha tenido su repercusión en el ámbito
jurídico; por lo que han ido apareciendo nuevos contratos que
poseen sus propias características o aportan elementos a
los ya existentes. Uno entre tantos es la que nace de la
práctica y costumbre social del comercio.
La regla general o principio de la libertad
contractual, otorga a las partes la posibilidad de que se
celebren Contratos Atípicos tales como la Unión
Temporal de Empresas y la ley regula que
cuando la pauta legal no es suficiente la voluntad de los
contratantes determinará el contenido del contrato, ya que
este es ley para estos.
La importancia práctica de este tipo de
contratos, establece la posibilidad reconocida a los sujetos de
crear contratos fuera de los limites establecidos por la ley, lo
cual representa una mejor concesión a la autonomía
privada en cuanto a la libertad contractual, de la cual el
Contrato Atípico constituye la manifestación
máxima.
El contrato de Joint Venture o Unión temporal de
empresas, aún no se encuentra regulado en la
Legislación Salvadoreña, al igual que en muchos
países, ya que el contrato, como tal, no es más que
el resultado del acuerdo de voluntades entre dos o más
partes para crear derechos y obligaciones
específicas, resultado de los avances acelerados que sufre
la industria y el
comercio dentro de la sociedad, y
por tanto, es víctima del atraso de los Legisladores que
van un paso atrás de la inventiva constante de los
comerciantes, que crean estrategias
mercantiles por el uso y la costumbre, las que posteriormente en
el mejor de los casos, llegan a convertirse en ley.
Pero, ¿Que es una UTE o Unión Temporal de
Empresas, cual es su importancia y para que sirven? Era una
pregunta que merecía una respuesta, y al iniciar esta
investigación me encontré con esta
la dificultad.
Farina J. M., lo define como "un acuerdo que se celebra
entre dos o mas empresas que mantienen sus respectivas
autonomías jurídicas, con el fin de realizar un
objetivo
común mediante la aportación de recursos y
la
administración compartida de ellos".
La inserción a nuevos mercados o
aumentar el grado de satisfacción a su mercado activo,
requiere de una gran inversión de recursos de desarrollo
tecnológico, financieros, físicos y de talento
humano, y lo que se quiere es amortiguar un poco el esfuerzo
necesario para logra el objetivo que se quiere. Es por eso, que
se conocen varias técnicas
de modalidad asociativa empresarial.
Por consiguiente, estas formas asociativas, son
utilizadas en general, por empresas que tienen intereses en
común, y que por presentar carencias o dificultades para
lograr un fin específico, no pueden encarar
individualmente el proyecto. Otra
razón de peso sería que se ha entendido que
el trabajo
compartido hace más eficiente el uso de los
recursos.
Según datos de
FUNDAPYME, expuestos por su Director Ejecutivo
Carlos Enrique Romero:
Los últimos veinticinco años constituyen
uno de los períodos de más grandes transformaciones
económicas y culturales del último siglo, las
cuales han sido el resultado de profundas innovaciones
tecnológicas y de la apertura de los mercados a la
competencia.
Esto ha generado cambios profundos en la estructura de
las empresas y en la manera de ser administradas, así como
en la selección
de sus mercados objetivos y
las interacciones con los mismos. Este nuevo entorno, el cual
cuenta con dos características, la
globalización de los mercados y la presencia de
crisis
económica interna en la mayoría de países de
la región, es un desafío que deben afrontar los
distintos sectores empresariales.
Los retos que este entorno económico presenta
reclaman la necesidad de un replanteamiento de las acciones de
los principales actores de la economía.
A manera de ejemplo, debemos considerar que las
Pequeñas y medianas empresas (PYMES),
representan en promedio en los países latinoamericanos un
90% de las empresas, emplean alrededor del 70% de la mano de obra
y contribuyen con un 20- 30% del PIB.
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