"Los jóvenes sintieron su pérdida
lo mismo que los literatos de La Habana"
Manuel García Garófalo 1
Nació Eligio Eulogio Federico Capirot Yera, el
día 1º de diciembre de 1825 y fue bautizado en la
iglesia
Parroquial Mayor el 26 de diciembre del propio año por el
Párroco Pedro Guillermo Gutiérrez según
consta en el folio 72 del Libro 19 de la
certificación de bautismo solicitada en el archivo de la
Diócesis Santa Clara de Asís. Fueron sus padres el
Cadete de Milicias Don Eulogio Capirot, y Antonia Josefa Yera,
naturales y vecinos de la villa de Santa Clara.
Eligio fue una de las figuras más destacadas y
extraordinarias en Santa Clara en su época hasta el
momento de su fallecimiento; es oportuno señalar
que gran parte de su obra periodística y poética
prácticamente resulta inexistente en nuestras bibliotecas y
archivos por
la acción
del tiempo, aunque
algunas de sus poesías
y datos sobre su
vida manuscritos e impresos se han podido rescatar en el Fondo
Personal
Manuel García Garófalo que se atesora en el Archivo
Histórico Provincial de Santa Clara el cual se encuentra
en regular estado de
conservación.
Su primera enseñanza la recibió en la Academia
Santa Clara, plantel que surgió el 31 de mayo de 1829 y
tuvo por director al instruido maestro Don Juan Bautista
Fernández, procedente de la capital,
posteriormente compartía con Fernández, la ardua
tarea del magisterio. Ya en 1849 abrió el instituto El
Buen Pastor situado en la actual calle Buenviaje entre Maceo y
Parque Vidal, lugar este donde vivió Eligio Eulogio muy
cercana a las viviendas de Gabriel de la Concepción
Valdés (Plácido) y de Andrés Sánchez
Capiró, sitio donde frecuentaban diferentes intelectuales
a efectuar sus tertulias. El referido centro lo dirigió
Eligio por un período de cuatro años, además
fue maestro del plantel y al propio tiempo en sus ratos de ocio
cultivaba las bellas letras escribiendo para los
periódicos de la localidad.
Desde muy temprana edad dio a conocer el inspirado bardo sus
primeras poesías en un periodiquillo que salía con
periodicidad semanal y manuscrito titulado: "El Tropical",
redactado por los alumnos de dicha Academia bajo la dirección de Juan Bautista
Fernández, que independientemente de darle publicidad a la
misma, desarrolló entre los estudiantes el gusto literario
y el interés
por el estudio.
Su personalidad
abarcó tres aspectos fundamentales: el de educador,
la de periodista y el de poeta.
En su faceta de periodista se inició y fue colaborador
del primer periódico
que tuvo Santa Clara "El Eco de Villaclara", instituido el
día 3 de diciembre de 1831 dejándose de editar el
1º. de agosto de 1856, este tuvo por director al
camagüeyano Manuel de Sed y Colón. En sus
páginas aparecían noticias
oficiales y de interés, copias de artículos de
periódicos de La Habana y Madrid. En
esta época ya…"sus redactores le cantaban al
Bélico.2. Además de Eligio, tuvo
colaboraciones de destacadas personalidades en las letras y la
cultura como
Francisco Poveda y Armenteros, el historiador Manuel Dionisio
González, Miguel Jerónimo Gutiérrez, el
Presbítero José Dionisio Veitía, Emilio
Pichardo, los hermanos Santos Suárez, Manuel Cecilio
Blanco y el reconocido e inspirado coterráneo y poeta
Gabriel de la Concepción Valdés
(Plácido);
Junto a Manuel Dionisio González y José de
Jesús Velis fue fundador del segundo órgano
periodístico local que tuvo la villa y de gran
interés para los habitantes de Villaclara "La Alborada"
fundado el 14 de febrero del año 1856. Contaba en sus
páginas con abundante contribución literaria, y en
el cual fue uno de sus redactores,…"donde dio pruebas de
constancia y actividad, siendo un asiduo y entusiasta redactor".
3. En sus páginas escribió artículos
relativos a la enseñanza y temas que resultaron de
interés en la ciudad que lo vio nacer.
En colaboración con el patriota Miguel Jerónimo
Gutiérrez y el historiador Manuel Dionisio González
escribió la comedia en tres actos y en verso titulada:
"Idealismo y
Realidad" en el año 1848.
Cuando apenas contaba con 15 años compuso su primera
poesía: "Languidez", dedicada a su amigo Pedro de
Hara; posteriormente, "A Cubanicay", "A José de
Jesús Véliz", "A Juan Bautista Fernández con
motivo del fallecimiento de su padre", A la Virgen del Carmen,
"Amar es vivir", "A Miguel Gerónimo Gutiérrez",
"Amor en la
gloria", "Año Nuevo", "A Rosa", "A una guitarra", "El
¡Ay! del corazón"
"El café",
"El crepúsculo del amor", "Lágrimas sobre la tumba
del Presbítero José Dionisio Veitía", "Las
Cubanas", "Memorias", "No
llores", "Piensa en mí", "Serenata campestre", "Tristes
momentos" ; algunas inéditas, y otras.
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