Ensayos con técnicas de bio-sustentabilidad en minifundios de la Provincia de Misiones. Argentina
Introducción
La Provincia de Misiones se caracteriza por
ser agrícolamente minifundista. Son parcelas que promedian
las veinticinco hectáreas por familia. De esta superficie solo
son utilizadas un promedio de tres. El resto es utilizado como
reserva de flora nativa, de donde se extraen maderas de valor comercial, leña o
se la tiene para desmontar y convertir ese suelo en parcelas agrícolas.
Basados en una cultura extractiva, suelen
desmontar y utilizar fuego para deshacerse de los excedentes.
Esto deriva en un rápido empobrecimiento del suelo. Lo que
motiva que, luego de no más de dos campañas, se vuelva
a desmontar. A esta costumbre hay que agregarle que es común
la utilización de arados a tracción animal, uso de
agroquímicos, y nula conciencia sobre la
preservación del suelo. Que es sometido a erosión solar, eólica e
hídrica. Esto ha derivado en un empobrecimiento de los
suelos y a la contaminación de los
cursos de agua de superficie y las napas
subterráneas. La conjunción de estos factores. La falta
de preservación del recurso suelo y agua respectivamente,
están vinculados directamente al empobrecimiento progresivo
de las familias agrícolas. Además de la ausencia del
Estado con políticas serias y a largo
plazo.
La aparición de plagas y
fitopatologías vinculadas a las producciones comerciales. Su
difícil manejo y en algunos casos, la inexistencia de
soluciones por parte de los
productos químicos
existentes en el mercado. Motivó, la
necesidad de experimentar con productos biológicos y
orgánicos tendientes a imitar lo que se realiza en otras
latitudes continentales con diversos resultados. Inicialmente se
investigó y desarrolló diversas técnicas para manejar la
marchites bacteriana que ataca y diezma las plantaciones de
tabaco. Costándole al
medio ambiente más de
cinco mil hectáreas de desmonte nativo por año.
Ocasionando cuantiosas pérdidas económicas entre los
14.000 productores tabacaleros de la provincia. Y expandiendo la
frontera
agrícola.
Esta situación derivó en la
producción artesanal de
bio degradadores de suelo, abonos foliares, sustratos
enriquecidos, cicatrizantes, enraizadores específicos,
hormigucidas e insecticidas varios. Todos mediante la
utilización de los recursos que existen en cada una
de las chacras y de productos biológicos y orgánicos
que existen en el mercado.
Cronología
La marchites bacteriana que ataca al tabaco
es causada por la bacteria Ralstonia solanacearum antes
Pseudomona. Si bien, es el agente causal identificado en
laboratorios de la Universidad Nacional de Misiones.
Se sospecha que es una conjunción de factores que derivan en
que esta fitopatología actúe. Entre estas, se pueden
mencionar el empobrecimiento del suelo, la erosión solar,
que eleva las temperaturas del mismo. A niveles inviables para
una biodiversidad adecuada. El
accionar de nemátodos que lastiman las raíces y
facilitarían la introducción de
patógenos a las plantas. La eliminación de
la biodiversidad, consecuencia de la utilización combinada
de técnicas de laboreo agresivas y agroquímicos sin
asesoramiento especifico.
Inicialmente se experimentó con
Trichoderma harzianum , presentación comercial en una
concentración 10 a la 9 UFC. Sobre suelo arado. Esta
técnica no resulto en la disminución de la
patología. Luego se hizo un lote experimental aporcando
estiércol vacuno inoculado con Trichoderma harzianum. Los
resultados fuero mínimos, ya que el índice de mortandad
era elevado aún. Esta situación generó un cambio en el análisis de la metodología a seguir. Se
estableció como hipótesis de trabajo la reconstitución
del suelo a partir de la utilización de cubiertas verdes.
Para ello se ensayaron distintas cubiertas. Se experimentó
con Maíz verde, mocuna y
finalmente con vegetación nativa,
denominada malezas. La que mayor biomasa aportó fue la
combinación de maíz sembrado al voleo consorciado con
mocuna. Pero la que demostró mayores niveles de durabilidad
como cubierta fue la vegetación nativa desvastada con moto
guadaña.
Paralelamente, se experimentó con un
biocorrector de suelos, inspirado en un producto comercial de
invención japonesa. Según la explicación del
fabricante este producto, fabricado a partir de fermentaciones
especificas de microorganismos de suelos, aceleraba la
degradación de la biomasa en suelo.
Se hicieron ensayos a campo y en cajones
de compostaje, con distintas dosis de este biodegradador. Los
resultados a campo fueron dispares, alentadores pero aun escasos
para las expectativas generadas. No ocurrió lo mismo con los
ensayos en los cajones de compostaje. En estos, la
degradación de la biomasa fue mucho mayor. Esto como
consecuencia de un "error" fortuito, que determinó que el
proceso se completaba mejor
con la presencia de agua en abundancia. Con esta expectativa se
ensayó en otro lote, aumentando la dosis del biodegradador y
aplicándolo sobre suelo antes de una lluvia. Los resultados
fueron cualitativamente mejores. En este lote la mortandad por
marchites disminuyo sensiblemente. De un total de 90% inicial a
un 40 %. Con este resultado se establecieron dos hipótesis
de trabajo a un mismo fin.
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