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La universalización de la universidad pedagógica. Una experiencia cubana (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Desde 1964 se inicia la formación emergente de maestros
para dar respuesta a la revolución
educacional, y se crea la carrera de profesores de nivel medio
básico y superior.

La fundación de los Institutos Pedagógicos en
1964 y posteriormente, de los Institutos Superiores
Pedagógicos, en 1976 (actuales Universidades
Pedagógicas), tuvieron su momento de mayor reto en 1972
con la creación del Destacamento Pedagógico "Manuel
Ascunce Domenech," donde los cursos se desarrollaban a partir de
Filiales Pedagógicas y en las escuelas, con una
articulación del estudio con la práctica docente de
modo simultáneo; modelo que
sufrió algunas adecuaciones en la década de 1980
con incremento del espacio académico en detrimento de la
práctica.

A partir de 1992 los planes de Licenciatura en Educación sufren
transformaciones nuevamente, en los que la práctica
docente se retoma con mayor peso en los planes de estudio, hasta
que en el 2002 se produce una nueva revolución con la
denominada universalización en la formación del
personal
docente.

Dentro de esta concepción, la universalización
de la educación
superior se convierte hoy día en uno de los programas
más importantes de la revolución educacional, de la
que se hace imposible hablar en la etapa prerrevolucionaria en
Cuba, pues la
concepción elitista de la universidad
heredada de la época colonial, donde solo había
posibilidades de ingreso a ella de las clases privilegiadas, y se
impedía el acceso del verdadero talento del pueblo;
constituyó la antítesis de la concepción
esencial de la universalización de la universidad de
nuestros días en Cuba.

El proceso cubano
de universalización tiene sus raíces en el legado
histórico de ilustres pedagogos cubanos de otros siglos
como: Félix Varela y Morales, José de la
Luz y Caballero y José Martí
Pérez, que indistintamente coincidieron en la necesidad
del acceso a los estudios superiores para todos y encuentra sus
inicios tangibles desde hace más de cuatro décadas.
Su génesis tuvo lugar a principios de los
años 50 en los que dejó su impronta el alegato
¨ La Historia me Absolverá
¨ cuando el joven revolucionario Fidel Castro
Ruz siguiendo el legado de los justos propósitos sociales
de quienes le antecedieron, en su acto de autodefensa por el
asalto al Cuartel Moncada en 1953 proclama: El derecho del
pueblo de tener acceso a la educación
. Se inicia
con la revolución social en 1959,
expresado en la
concepción visionaria del liderazgo
cubano de incluir la educación superior
con un carácter popular:
se declara como un
objetivo
estratégico, desde entonces el pensamiento
revolucionario, popular y humanista de Fidel lo convierten en el
padre del proceso tangible de universalización cubano.

A las puertas del tercer milenio y tras la experiencia
cimentada, se concreta la vigencia del más genuino
pensamiento pedagógico cubano y universal en la
conceptualización actual de la educación superior
cubana de: Universidad para todos durante toda la vida,
que se proyecta en ser estratégicamente más
certeros en propiciar a los niveles requeridos de posibilidades
reales, el acceso de todos a las universidades, para hacer real
la premisa de la mayor inclusión social posible de todos
los sectores de la sociedad, con
interés
en los históricamente más desposeídos, lo
que conlleva a un mayor y mejor uso de las oportunidades
constitucionales.

La Universalización de la Universidad Pedagógica
Cubana tiene sus antecedentes en la formación
de maestros emergentes, en los cursos de habilitación,
en el proceso de ingreso municipalizado a carreras
pedagógicas y en la extensión de la práctica
docente responsable de los estudiantes desde el segundo
año de la carrera como elemento central de la
formación del docente, de la cual se estructuran los
planes de estudio.

La universalización de la universidad cubana, se da en
un proceso que se lleva a cabo en cada uno de los municipios con
que cuenta nuestro país, el cual permite, manteniendo la
vinculación con el clima de trabajo y con
la comunidad
donde vive y el estudiante labora, fomentar sentimientos de
pertenencia y aprender eficientemente. De igual forma, constituye
una expresión de justicia
social, de igualdad de
posibilidades con el objetivo de alcanzar la cultura
general integral de todo el pueblo.

Para comprender el concepto de
Universalización que empleamos es necesario retomar el de
Universidad. De este vocablo puede inferirse que es un
establecimiento de enseñanza superior donde se cursan todas o
varias carreras y se le confiere al individuo los
grados correspondientes. La Universidad es la institución
fundamental de la sociedad para la conservación y desarrollo de
su cultura y en ella se manifiestan todos los procesos que
acontecen en la sociedad.

En el momento actual, el avance de la ciencia y
la tecnología hace que las universidades
asuman la concepción de la "universidad extramuros", es
decir que las universidades se proyecten fuera del recinto
universitario, así tenemos la universidad virtual,
universidad abierta, muy utilizada en Cuba para la
superación a distancia y las bien llamadas
microuniversidades docentes, que
es la concepción de la universidad extramuros que debe
caracterizar el trabajo de
los Institutos Superiores Pedagógicos; es decir donde se
concreta la actividad formadora de maestros y estudiantes.

Esta etapa trasciende de una proyección de la
universidad hacia la comunidad para convertirse en una
universidad enclavada en la comunidad, de cada localidad, con lo
que se hace un uso más racional de la infraestructura y
recursos que la
Revolución ha creado en los 169 municipios del país
y en las localidades donde se han abierto sedes universitarias;
que extienden y multiplican, los conocimientos, la experiencia y
el saber hacer atesorados por valiosos profesores universitarios,
a la universidad de todo el país, mediante el uso de los
nuevos recursos de la información y la
comunicación que el progreso científico y
tecnológico ha puesto a favor de la extensión de
los conocimientos en nuestros días.

Precisamente, en el curso escolar 2002-2003 se inicia el
proceso de universalización en la educación
superior, que en el caso de las universidades pedagógicas
ha tendido un carácter masivo, ya que la formación
de profesores transcurre de manera intensiva en las universidades
durante el primer año y a partir del segundo los
estudiantes continúan sus estudios en el municipio de
residencia en las microuniversidades, donde realizan sus
prácticas profesionales bajo la dirección de un profesor
experimentado, denominado tutor.

Estas escuelas se convierten en microuniversidades donde la
docencia
laboral
responsable que se desarrolla en su práctica
pedagógica contextualizada deviene en la forma fundamental
de organización de su proceso de
formación, integrada a la actividad de una sede
pedagógica municipal, donde los estudiantes reciben
docencia en un espacio presencial, bajo la metodología del encuentro por medio de
cursos a distancia con el apoyo de materiales
formativos. Todo ello exige de la integración coordinada del sistema de
interrelaciones de dirección entre todas las estructuras y
funciones de
las diferentes instituciones,
figuras y niveles de educación en cada provincia.

La vigencia del sistema de interrelaciones de dirección
entre las instituciones y niveles de educación en el
Proceso de Universalización de la Universidad
Pedagógica, ha partido del fundamento político
–ideológico dado por el Comandante En Jefe Fidel
Castro al presentar los argumentos políticos que dieron
lugar a la actual etapa de la universalización, como
fueron los congresos de los Pioneros, de la Federación de
Estudiantes de La Enseñanza Media y el de la
Federación de Estudiantes Universitarios, así como
los Talleres Nacionales de Trabajo Político
Ideológico del Ministerio de Educación Superior, en
donde los estudiantes aportaron las principales ideas que
sustentan la universalización.

De manera que este proceso surge y se desarrolla en los
momentos actuales de la Batalla de Ideas en la lucha por
universalizar los estudios universitarios y lograr la verdadera
igualdad, de lo que se origina la necesidad de operar con nuevos
conceptos en nuevas situaciones del desarrollo educacional, como
es el de la integración del sistema de interrelaciones de
dirección entre las instituciones, figuras y niveles de
educación en el Proceso de Universalización de la
Universidad Pedagógica , que adquiere una nueva
dinámica
, reflejada en la dirección de las
funciones y responsabilidades que se deben asumir de forma
coherente por todos los involucrados en la formación de
docentes, sobre el particular, existen pocos antecedentes
investigativos, dado por su reciente incorporación a
nuestra realidad educacional.

Sin embargo, asociado a esta demanda
actual, se registra el importante legado de las experiencias de
la aplicación de la universalización en otros
países que aportan regularidades comunes relevantes para
la formación renovadora de docentes, pero no apuntan al
qué de la integración en las interrelaciones de
dirección y al cómo estructurarlas, dada la falta
de organización institucional de la mayoría de
estas sociedades
para asumir un proceso integrador. Por otra parte, son valiosas
las concepciones de la teoría
general de la dirección aplicable a las ciencias
pedagógicas, aunque ninguna alude a la particularidad de
nuestro objeto de estudio por su reciente incorporación a
la práctica social, se revela un vacío de
información sobre el particular en estas concepciones, que
a criterio del autor pueden trascender más de lo meramente
administrativo a lo científico-pedagógico.

Colateralmente valiosos resultan los aportes del Dr. Sergio
Alonso (2003) sobre el sistema de trabajo en el MINED, que no se
refiere a la Universalización por ser un proceso de
incipiente introducción y del Dr. Pedro Horruitiner
(2006) que apuntan desde los enfoques metodológicos a los
procesos sistemáticos de universalización de la
universidad, sin referir a la integración de las
interrelaciones de dirección.

Son de gran utilidad los
resultados del proyecto de
investigación: "La Integración Educacional"
(2004) al aportar sobre la integración como peldaño
previo y necesario para que el autor pueda trascender en las
condiciones actuales, a las pretendidas interrelaciones de
dirección. También resultan relevantes para abordar
nuestro objeto, los resultados de proyecto de
investigación: "Perfeccionamiento del
Proceso de Universalización e la Universidad
Pedagógica en Villa Clara" (2005), pues permitió
focalizar el problema científico y aportó un
sistema conceptual-metodológico útil para
comprender con precisión lo esencial de nuestro estudio.
Ambos proyectos
investigativos fueron realizados por el Centro de Estudio de
Ciencias Pedagógicas en Villa Clara.

Ante estos antecedentes investigativos y el vacío
teórico encontrado en el tema, en el que predomina la
proyección administrativa, se revela la necesidad de la
ocupación del autor para trascender a una
concepción científica sustentada
pedagógicamente en los nuevos y particulares retos del
desarrollo de la educación cubana, lo que impone que desde
la ciencia
pedagógica, se satisfaga la necesidad de conceptuar,
estructurar y contextualizar la integración de un sistema
de interrelaciones de dirección entre las instituciones,
figuras y niveles de educación en Villa Clara, para el
perfeccionamiento de la puesta en práctica del proceso de
universalización, en las condiciones históricas
concretas y cambiantes del sistema de educación
cubano.

Es necesario considerar que en particular a la
Universalización de la Universidad Pedagógica en
Cuba le asiste, en los últimos años, los
antecedentes de los importantes avances de la integración
entre el Universidades de Ciencias Pedagógicas y el
Ministerio de Educación (MINED), experimentada
inicialmente en Villa Clara, y la que ha ido en ascenso,
lográndose un acercamiento entre ambas instituciones, pero
en los inicios de la introducción del proceso de
universalización, donde la formación pregraduada
constituye un elemento común en ambas instituciones, se
presentan aún problemas en
su materialización, lo que advierte de la necesidad de su
perfeccionamiento en la práctica; es así que el
autor propone un modelo teórico-metodológico para
el perfeccionamiento de la integración en el sistema de
interrelaciones de dirección entre las instituciones,
figuras y niveles de educación en el proceso de la
universalización de la Universidad Pedagógica.

Condicionantes
actuales que favorecen el Proceso de Universalización de
la Universidad

Al iniciarse el siglo XXI, la educación universitaria
se enfrenta a retos sin precedentes que imponen los efectos
convergentes de la
globalización, la importancia cada vez mayor del
conocimiento
como principal motor de crecimiento
económico y la revolución de la
información y de la comunicación. Estos desafíos se
traducen también en nuevas oportunidades. La
educación en general, y la educación superior en
particular, ejercen hoy una influencia preponderante en la
constitución de la nueva sociedad y la
llamada sociedad del conocimiento. Es un hecho comprobado que la
educación universitaria es esencial para crear la
capacidad intelectual que permita producir y utilizar
conocimientos, y para promover las prácticas de aprendizaje
permanente que requiere la sociedad.

En estas circunstancias la educación superior sigue
siendo elitista en cuanto al acceso y la composición de su
estudiantado en la mayoría de los países; en un
estudio publicado por el Banco Mundial
se reconoce este panorama: "Entre los asuntos por resolver, los
más importantes son la ampliación sostenible de la
cobertura de la "Educación Universitaria", la
eliminación de las desigualdades tanto en términos
de acceso como de resultados académicos… al igual que la
implementación de estructuras y prácticas eficaces
de gestión
de las instituciones…(1)

La capacidad de una sociedad para producir, seleccionar,
adaptar, comercializar y usar el
conocimiento es crucial para lograr un crecimiento
económico sostenido y mejorar los estándares de la
vida de la población. El conocimiento se ha convertido
en el factor preponderante de desarrollo
económico.

Una especificidad del progreso científico y
tecnológico que ha producido un efecto significativo en el
sector de la educación en general, y la universitaria en
particular, es la revolución de la información y de
la comunicación. La creación de la imprenta en el
siglo XV, produjo la primera transformación de los tiempos
modernos sobre la forma de almacenar y compartir conocimientos.
Hoy las innovaciones tecnológicas en la informática y telecomunicaciones están una vez más
revolucionando la capacidad de archivar, transmitir, acceder y
utilizar la información. El acelerado proceso de la
electrónica, las comunicaciones
y las tecnologías satelitales, que fortalecen la capacidad
de transmisión de datos a muy bajos
costos.

Si bien esta transformación ofrece múltiples
beneficios potenciales para el desarrollo, se presenta el peligro
real de hoy, con una brecha que aumenta entre naciones e incluso
dentro de ellas provocando aumento en la marginación. Un
estudio de la
Organización Internacional del Trabajo así lo
confirma: ¨La brecha tecnológica entre los
países de altos y bajos ingresos se
evidencia en el número de computadoras
personales por cada mil habitantes, menos de una Burkina Faso, en
comparación con 27 en Sudáfrica, 38 en Chile, 172
en Singapur y 348 en Suiza. En los países del sub-sahara
africano tomados en su conjunto, se registra una relación
de un usuario INTERNET por cada cinco mil
habitantes; en Europa y
Norteamérica es de un usuario por cada seis habitantes"
(2)

Un nuevo marco de desarrollo que apoye el crecimiento, basado
en el conocimiento, exige sistemas de
educación incluyentes, a los cuales tengan acceso
segmentos más grandes de la población; así
como un nuevo enfoque de la educación durante toda la vida
o educación continua a lo largo de la vida, todo lo cual
le impone a la educación universitaria nuevos y más
ampliados escenarios. No es solo en la aplicación de las
nuevas
tecnologías y al conocimiento global en materia de
ciencia y gestión, que debe estimularse aspectos del
potencial intelectual humano, sino también reforzar la
riqueza de las culturas y los valores
locales, las humanidades y las ciencias
sociales, desarrollar la capacidad de la sociedad para
razonar acerca de los problemas cruciales de la humanidad y
contribuir mediante ella a su salvación.

En los procesos de socialización del conocimiento en diversos
países se han diversificado en las formas y vías
para la educación superior, la aparición de nuevas
instituciones han creado nuevas oportunidades, en muchos de los
casos, a partir de instituciones privadas. Se destacan
actualmente "instituciones" que trascienden las fronteras
institucionales y geográficas tradicionales y se han
convertido en lo que algunos le llaman "educación
terciaria sin fronteras.

Bajo esta denominación están las Universidades
Virtuales; que utilizando la INTERNET o enlaces de
comunicación satelital eliminan la barrera física de la
distancia para sus cursos, entran en contacto con estudiantes de
cualquier país por esta vía de comunicación.
Están las Universidades por franquicia en
muchas partes del mundo sobre todo en Asia del Sur y en
antiguos países socialistas de Europa Oriental donde se
desarrollan cursos en nombre de universidades extranjeras.
También están las Universidades corporativas
dedicadas fundamentalmente a la educación continuada o de
post-grado, en el mundo existen actualmente cerca de 1.600
universidades corporativas en comparación con unas 400 que
existían hace apenas diez años (Salmi, 2000).

Un variado y amplio grupo de
instituciones y empresas de
medios de
comunicación, casas editoriales, bibliotecas,
museos y escuelas han incursionado en el mundo de la
Educación Superior aprovechando las nuevas
tecnologías de la información y las comunicaciones.
Estos intermediarios académicos, operan como empresarios
virtuales, se especializan en reunir proveedores y
consumidores educativos, construyen, alquilan y administran
cursos y producen software educativos de
multimedia.

La introducción de nuevos métodos
pedagógicos sustentados en diferentes alternativas
está comenzando a revolucionar la enseñanza y
el aprendizaje
en la educación universitaria mundial. El uso de
multimedia, computadora,
INTERNET, videos, posibilitan experiencias de aprendizajes
más activas; la tutoría entre pares, aprendizaje
autodirigido, el aprendizaje por experiencias de la vida real, la
práctica reflexiva, entre otras. La tradicional
enseñanza presencial se puede reemplazar o combinar con la
enseñanza semipresencial, criterio que es compartido por
muchas universidades del mundo de hoy.

Universalizar el conocimiento significa crear condiciones para
el estudio a todos los miembros de la sociedad, durante toda su
vida, decía nuestro Héroe Nacional José
Martí:
"El mundo nuevo requiere la escuela nueva
(…) debe ajustarse un programa nuevo de
educación, que empiece en la escuela de primeras letras y
acabe en una Universidad brillante, útil en acuerdo con
los tiempos, estado y
aspiraciones de los países en que enseña" (3)

En otras épocas, las universidades tenían el
privilegio de atesorar todo el conocimiento de la sociedad, la
estabilidad de los conocimientos adquiridos aseguraba la
preparación para el desempeño laboral; hoy los conocimientos no
son patrimonio
exclusivo de las universidades, no es posible un desempeño
laboral exitoso si no se tiene una constante
actualización, pues los conocimientos envejecen con
rapidez y su renovación constante en las condiciones de la
revolución científico-técnica hacen que la
escuela se encuentre a la zaga del desarrollo científico
técnico.

La universalización de la Educación Superior
como parte del proceso de universalización del
conocimiento, se ha desarrollado en Cuba durante todos estos
años de revolución y constituye la extensión
de la universidad y sus procesos de socialización del
conocimiento a toda la sociedad, a través de su presencia
en todos los territorios de la geografía nacional
haciendo realidad los criterios de equidad y
justicia social en la elevación de la autoestima en
el nivel cultural integral de los ciudadanos.

En el año 2000 se inició lo que se ha llamado la
Batalla de Ideas, que ha definido la meta de lograr
verdadera justicia social mediante la igualdad de oportunidades y
posibilidades; propósito que ha abierto aún
más las puertas de la universidad con un acceso
prácticamente masivo, hoy se cuenta con 65 sedes centrales
con más de 3000 sedes universitarias locales distribuidas
en los 169 municipios del país.

En la actualidad tiene lugar una nueva etapa en la
universalización, cuantitativa y cualitativamente
superior, que redimensiona y amplía la misión de
la universidad. Esta nueva etapa se caracteriza por un profundo
proceso de cambio que
transforma las anteriores concepciones y a la vez incorpora todo
lo ya alcanzado; ha surgido una nueva universidad, más
acorde con los requerimientos del modelo de sociedad que
construimos, se abren nuevas oportunidades sin precedentes en
nuestro país, que se distingue por un proceso de masa y
verdaderamente popular, de inclusión para lograr la
verdadera justicia e igualdad social.

En el Informe
presentado a la Asamblea Nacional del Poder Popular
(Julio 2004) se identifica esta etapa con profundas
transformaciones en el interior de la comunidad universitaria y
un redimensionamiento de la vida social y cultural de los
municipios. El desarrollo de la estrategia de la
universalización de Educación Superior ha sido la
expresión más coherente de la aplicación del
pensamiento del líder
de la Revolución
Cubana en relación con los estudios; se inserta
orgánicamente en el contexto de la actual Batalla de Ideas
y desempeña un importante papel en la aspiración de
que todos los hombres y mujeres de nuestro país ejerzan a
plenitud, sin discriminación de ningún tipo, todos
sus derechos.

Como resultado directo del proceso de universalización
está el desarrollo de una conciencia mayor
en la participación de los profesionales universitarios en
la misma, a partir de motivación y compromisos, que han
propiciado incorporar más de cincuenta y nueve mil
profesores adjuntos; ello ha implicado a la producción y los servicios
tanto en su participación como en el desarrollo de sus
recursos
humanos.

El condicionamiento histórico y las actuales
circunstancias internacionales y nacionales valoradas, colocan a
Cuba en las condiciones para trascender a un nuevo y
revolucionario modelo de formación del profesional de la
educación, si comprendemos además el comportamiento
de otras experiencias de modelos de
universalización en el mundo.

Experiencias de
Modelos de la Universalización de la Educación
Superior Pedagógica en otras regiones del
mundo

En la búsqueda de información en torno a los
modelos que más se conocen en América
Latina para profundizar en elementos
teórico-metodológicos de este concepto y
fundamentar el de la Universalización de la Universidad
Pedagógica, se pudo hacer un estudio de cuatro
experiencias del continente: Universidad Pedagógica
Nacional (Colombia), la
formación de profesores de enseñanza básica
en la Universidad Arcis (Chile), la formación de
profesores en la Universidad Nacional General Sarmientos
(Argentina), modelos de formación de docentes en el estado de
Minas Gerais (Brasil)
así como cuatro modelos europeos; la formación
de maestros en las IUFM de Francia, la
formación inicial de docentes en la Universidad Fumbiolt
(Berlín Alemania), el
programa de formación inicial de docentes de secundaria en
la Universidad Profesional Stors (Países Bajos) y la
propuesta de formación de maestros de Educación
Primaria en la Universidad Autónoma de Madrid
(España). En este estudio resultó de
mucha utilidad la participación en el Congreso Mundial de
Alfabetización y Pedagogía Comparada (2005), Encuentro
Internacional de la Red de Formación de
Educadores KIPUS Colombia 2005 y en particular los trabajos del
español
Javier Murillo.

Como características globales de estos modelos se
pueden identificar en común el poseer una cultura
innovadora en el centro que enarbola o defiende por su comunidad
educativa, con una actitud
positiva hacia el cambio y determinados niveles de compromisos
con la mejora del proceso formativo; los propios centros se
reconocen como innovadores, dispuestos a transformar sus
prácticas, y planifican sus estrategias de
cambio.

Estos modelos están contextualizados en un entorno
social y geográfico concreto y sus
propuestas tratan de buscar respuestas a las expectativas de ese
entorno.

Sustentando todos los modelos, hay un marco
teórico que les sirve de orientación a las
decisiones, se definen conceptos de docente y sistema
educativo.

El estudio, comparado de estos modelos permite observar una
gran heterogeneidad en las soluciones
adoptadas por lo que no se puede hablar de convergencias entre
ellos, aunque sí se observan algunas regularidades comunes
que por su valor pueden
servir

como puntos de partida para cualquier reflexión que
busque elaborar un modelo de formación de docentes
más adecuado a las actuales necesidades.

Dentro de los elementos más comunes de estas propuestas
está la formación basada en competencias (lo
que se da con mayor fuerza en los
modelos europeos); vista la competencia como
una orientación a la adquisición de capacidades
específicas ligadas al papel profesional más que al
aprendizaje de contenidos; de manera que se orienten hacia el
aprendizaje
significativo, se ve al docente como facilitador del
aprendizaje; proceso desarrollado en grupos y
demostración de capacidades en la evaluación
de estos.

La formación se transforma de un lugar para asimilar
conocimientos en un espacio de encuentro entre Educando/ Educador
y Educador/ Educando, evaluación constante, motivación
y cambio.

En todos estos modelos se puede observar como algo distintivo
el hecho de que las prácticas tienen una mayor
significación en el plan de estudio;
llegan a superar el 50% del total de este.

De igual modo es común ver: la
investigación relacionada con la formación
docente. A los centros generadores de conocimiento, que
ayudan al desarrollo de la educación y a optimizar su
función
formadora, y también se introduce la investigación
en el plan de estudio como forma de ayudar a una reflexión
que contribuya a mejorar su práctica y transformar el
entorno que las rodea.

Otro elemento común que se encuentra en la
mayoría de estas propuestas; es una visión que
busca eliminar las fronteras de las disciplinas tradicionales; a
través de una mirada transdisciplinar de los contenidos;
se propone organizar la docencia a través de
núcleos de interés o talleres donde convergen las
diferentes disciplinas.

El estudio de las reformas aprobadas en la formación de
docentes en los distintos países, no nos aportan ideas
concluyentes en torno a la formación especializada o
integral, que tiene diversas aplicaciones en cada país,
aunque algunos han tomado la especialización y la
defienden mientras otros se han tornado hacia la tendencia poco
especializada.

A pesar de la diversidad de enfoques y planeamientos en torno
a la formación general o especializada, se observa una
tendencia a reconocer la necesidad de combinar ambas formas o
vías en la formación: una formación inicial,
de carácter básico y general, donde se aborden las
cuestiones claves comunes para el trabajo docente y que
posteriormente, se vaya diferenciando el plan de estudio para la
formación más especializada, acorde a las
necesidades.

En los modelos estudiados se observa la regularidad de definir
los centros formadores de maestros como organizadores del
aprendizaje, la organización de equipos de
trabajo, metas compartidas y una mayor implicación de
los colectivos con los modelos.

Las tecnologías de la información y la
comunicación abren nuevos espacios y posibilidades en esos
modelos; en este sentido, se inclinan algunos a la
formación semipresencial, como vía para ajustarse a
la escasez de
tiempo de
docentes en ejercicio que necesitan una titulación
superior.

El estudio integral de estos modelos permite definir seis
regularidades o elementos comunes más relevantes y
renovadores en la formación de docentes:

  • 1- Cambiar el enfoque de la enseñanza basada
    en el contenido por otra basada en competencias.

  • 2- Reforzar el papel de la práctica como
    elemento clave en la adquisición de competencias.

  • 3- Fomentar la investigación en la
    formación de docentes.

  • 4- Potenciar la visión transdisciplinar de la
    formación, reforzada por el trabajo interdisciplinar
    de los docentes.

  • 5- El empleo de las potencialidades de las
    tecnologías de la información y las
    comunicaciones.

  • 6- Convertir los centros docentes en organizaciones
    donde se aprende.

Los criterios antes referidos son el resultado del estudio
teórico de estos modelos, en el caso de América
Latina, su aplicación práctica tiene diferentes
matices y en muchos casos dista la voluntad de quienes lo
sustentan de la aplicación práctica, pues los
modelos socioeconómicos de estos países se
convierten en un obstáculo; los centros formadores se
encuentran con la contradicción de las políticas
de los empleadores, por lo que no es posible un sistema
articulado entre la teoría y la práctica en la
mayoría de los casos, de tal modo que los nuevos modelos
se vean como influencias foráneas, que resulta muy
difícil poder desarrollar en los contextos
latinoamericanos. Este modo de pensar tiene como representante a
Emilio Gautier Cruz (2005), él afirma "Hay un desfase
entre los modelos más actuales, resultado del conocimiento
alcanzado y el desarrollo de "la realidad" latinoamericana. Como
resultado del atraso no estamos aún preparados para la
modernidad
educativa…" (4)

La declaración de Colombia (2001) reconoció que
América Latina está necesitada de un modelo
revolucionador en la formación de sus docentes a tono con
la nueva escuela que demanda; tanto es así que se reconoce
la necesidad de un docente preparado y dispuesto para la
enseñanza. En ella se declara"… la formación
demanda ser reconceptualizada con un enfoque sistémico,
que integre la formación inicial con la formación
continua, la participación efectiva en proyectos de
mejoramiento"… (5)

El tema adquiere particular interés en un momento en el
que las políticas públicas en educación en
muchos países del continente latinoamericano parecen
moverse en forma semejante a favor de la circulación de
conocimientos científicos y técnicos, y no tanto en
la defensa de los valores y en
el fortalecimiento de las ideas de los pueblos.

Las tendencias de las últimas décadas se han
marcado entre los que consideran que la formación de
maestros debe hacerse fundamentada en un alto dominio de las
ciencias y por consiguiente, consideran que lo secundario en la
formación de maestros en el saber de la pedagogía y
la didáctica. Defienden el criterio sobre la
base de considerar que las disciplinas científicas poseen
en su estructura su
propia posibilidad de enseñarse, que el dominio de una
materia posibilita que se pueda enseñar. Aspecto que
limita el verdadero carácter revolucionador de la
pedagogía como ciencia y el de la Didáctica como una de sus ramas, si a fin
de formar un maestro se trata.

Por otra parte, existen los que consideran que la base
fundamental de la enseñanza es la Pedagogía y la
Didáctica como su discurso
práctico y que, por tanto, el solo dominio de un
conocimiento no determina las habilidades ni destrezas que provee
la Pedagogía en la práctica educativa. En tal
sentido, compartimos el criterio de (Ibarra 2005) cuando
expresa:

¨Para esto; se requiere un alto dominio de la
Pedagogía en sus vertientes Epistemológica,
Histórica, Didáctica y Tecnológica, que
busca lograr consolidar en los sujetos que enseñan la
capacidad de relacionarse con los sujetos que aprenden, dentro de
una perspectiva que integra el conocimiento profundo de los que
se enseña con un altísimo dominio de cómo
debe enseñar ¨

Estos criterios fueron ampliamente discutidos en el marco del
III Evento Internacional de la red docente KIPUS auspiciado por
la Oficina Regional
de Educación para América Latina y el Caribe,
UNESCO, donde el autor de este trabajo participó y pudo
derivar las consideraciones aquí expuestas, para
comprender, entonces, a diferencia de estos modelos, las bondades
del cubano en la formación de profesionales de la
educación, el que desde la ciencia pedagógica, se
distingue por un proceso de masas, verdaderamente popular y de
inclusión de los sectores históricamente más
desposeídos de la población, para lograr una real
justicia e igualdad social, del que referiremos en el
próximo epígrafe.

Sin embargo, en la contemporaneidad un nuevo suceso en materia
de la universalización en la formación de maestros
tiene lugar el la
República Bolivariana de Venezuela, que
por las transformaciones revolucionarias de este país
hacia el socialismo,
merecen ser estudiadas por distar un tanto de las imposibilidades
de aplicación de modelos necesarios para las realidades
del continente americano.

En el modelo de formación de docentes venezolano se
destacan regularidades o elementos comunes relevantes y
renovadores:

  • La universalización de la educación superior
    es una política de Estado. Interés del Estado
    para el desarrollo económico, político y social
    del país. Constituye un planteamiento de
    carácter estratégico por considerar la
    educación superior "un campo que decide".
    (Martín Hopenhayn y Ernesto Ottone 2000)

  • La universalización se introduce a partir de la
    concepción de una Misión Educativa la
    Misión Sucre presentada por el Presidente del
    Estado de la República Bolivariana de Venezuela (Hugo
    Rafael Chávez Frías.2003).

  • Garantizar la inclusión, la masividad. Asume como
    principio básico la justicia social para la
    eliminación de la exclusión. Diferencias
    notable con otros de los modelos presentados.

  • Insiste en la búsqueda de la calidad en la
    masividad. Reto demostrable, pero por demostrar.

  • Trasciende la formación del docente y se proyecta a
    24 Programas de formación.

  • Se basa en el logro del desarrollo humano, integral
    sustentable, la soberanía nacional y la
    construcción de una sociedad democrática y
    participativa. (Ministerio de Educación Superior de
    Venezuela. 2003).

  • Se universaliza la educación superior
    municipalizándola, dándole participación
    a las universidades para extender sus servicios a las
    localidades del país.

Las características que distinguen a este modelo son
las que más se acercan al modelo de
universalización cubano en su espíritu de justicia,
inclusión, interés del Estado, búsqueda de
la masividad y calidad, uso de
medios
audiovisuales en el proceso de aprender a aprender, entre otros,
con notables diferencias teóricas – conceptuales,
funcionales, estructurales y de la práctica
pedagógica (sostén filosófico, diversidad
teórica (muchas veces ecléctica no electiva),
diversidad y marcadas diferencias entre las regiones, en la
conciencia de la necesidad del cambio, en la formación del
personal capacitado. El apoyo de las instituciones al proceso de
universalización y municipalización no es uniforme
y coherente en todos los estados del país), entre las
principales generalizaciones que se advierten.

Breve esbozo de
la
evolución histórica del Proceso de
Universalización de la Universidad cubana como antecedente
del actual modelo cubano

La concepción elitista de la universidad heredada de la
época colonial, donde solo había posibilidades de
ingreso a ella de las clases privilegiadas, impidiendo el acceso
del verdadero talento, hace que se haga imposible hablar de un
Proceso de Universalización de la Universidad en Cuba en
la etapa prerrevolucionaria; lo que constituye la
antítesis de la concepción esencial de la
universalización de la universidad de nuestros días
en Cuba, al tener sus raíces en el pensamiento de ilustres
pedagogos cubanos de otros siglos como: Félix Varela y
Morales, José de la Luz y Caballero y
José Martí Pérez, que indistintamente
coincidieron en la necesidad del acceso de los estudios
superiores para todos.

Cada uno de estos eminentes educadores como expresara el Dr.
Rodolfo Gutiérrez (2005), aportaron en su época
valiosas ideas pedagógicas que fueron coincidentes y que
por su trascendencia tienen particular vigencia en el actual
Proceso de Universalización de la Universidad
Pedagógica, como uno de los más importantes
programas que lleva a cabo hoy día la
Revolución.

Entre sus ideas más preciadas, coinciden en plantear el
profundo sentido humanista de la educación, premisa que se
pondera en el actual proceso de universalización, al
colocar en su centro las necesidades, intereses y
particularidades del maestro en formación,
contextualizándolas a las condiciones y a las
posibilidades e cada alumno en su microuniversidad y
colocándolos como protagonistas de su propio
aprendizaje.

Afirmaron acerca del camino del método de
aprendizaje precisando sobre el principio que hoy se asume en la
universalización, de ir de lo concreto a lo abstracto, ir
desde la vivencia del alumno en la práctica
pedagógica contextualizada de la microuniversidad con la
asistencia del tutor, a la fundamentación
pedagógica que sustenta la mejor utilización de
esta práctica.

Condicionar el Proceso de Universalización de la
Universidad Pedagógica a las condiciones históricas
concretas por las que ha transcurrido en Cuba el proceso de
formación del profesional, considerando las tendencias
universales que se dan sobre el particular, fue aseverado por
estos ilustres como el condicionamiento histórico
específico de la educación, que hoy se constituye
en un principio en el que se sustenta el proceso cubano de
universalización.

La idea fecunda y de extraordinaria necesidad social en los
tiempos vividos por estos importantes y paradigmáticos
maestros cubanos de fomentar la Educación Popular, al
plantear la necesidad de la instrucción pública,
trasciende hoy en el proceso de universalización de los
conocimientos, no solo en la esfera pedagógica, sino en
todo el saber humano, está vigente en lo que conocemos hoy
como el programa de Universidad para todos.

Ubicar al profesional de la educación en
formación, en la microuniversidad desde los primeros
años de su carrera con la asistencia del tutor
permite:

  • Fomentar el desarrollo de conocimientos útiles a la
    profesión.

  • Desarrollar en el practicante un pensamiento creador.

  • Transformar la práctica educacional sobre la base
    de elevados valores humanos.

Esta concepción tiene como fundamento las ideas de
Varela, quien le dio peso al pensar y a lo moral. De
José de la Luz quien privilegia lo ético y de
José Martí que tributa a la formación
integral. "No se sabe bien sino lo que se descubre" (6)

Varela le concedió gran importancia a la
observación, elaboró y publicó cuadernos
para el estudio de sus alumnos, así como recomendaciones
para estudiar.

José de la Luz fue el precursor del trabajo
independiente y de la idea de hacer del alumno un sujeto activo
del aprendizaje,
por su parte la obra martiana toda es de
infinito aprendizaje.

Hoy día esta vigencia se concreta en la
elaboración de recursos didácticos que forman parte
del proceso de universalización, como lo son las
guías formativas que se le orienta al alumno para su
autoaprendizaje en la microuniversidad, mediante el trabajo
independiente que desarrolla con la atención del tutor, la observación sistemática y guiada de
los eventos del
proceso pedagógico contextualizado que transcurre en su
docencia laboral responsable cotidiana, como principal forma de
organización que se asume en este particular proceso,
ayudado con el diseño
de actividades que para la formación del profesional,
elabora la carrera y pone en manos de la guía del
tutor

La metodología de la clase
encuentro empleada como forma de organización del espacio
presencial que se desarrolla en la universalización,
coloca en el centro de sus fundamentos metodológicos la
síntesis de estas valiosas ideas
pedagógicas legadas de estos maestros.

Varela expresó: "La instrucción pública
gana más con la multitud de escuelas que con la
perfección de una sola" (7). La concepción
socio-política de la educación planteada
por Martí al afirmar que tiene que ser para todos
sin distinción de clase social, raza, ni sexo,
así como la idea de la educación conforme a la
vida
, de la vinculación del estudio y el trabajo y
la teoría con la práctica
, constituyen premisas
esenciales del proceso de universalización de la
universidad que hoy desarrolla la sociedad cubana, tras el fuerte
legado heredado de maestros de la sociedad cubana de ayer de hoy
y de siempre.

Como expresara el Dr. Rodolfo Gutiérrez (2005), el
proceso cubano de universalización tiene sus raíces
en el legado histórico referido y encuentra sus inicios
tangibles desde hace más de cuatro décadas, su
génesis tuvo lugar a principios de los años 50
dejando su impronta en el alegato ¨La Historia me
Absolverá ¨ cuando el joven revolucionario Fidel
Castro Ruz siguiendo el legado de los justos propósitos
sociales de quienes le antecedieron, en su acto de autodefensa
por el asalto al Cuartel Moncada en 1953 declarara: El derecho
del pueblo de tener acceso a la educación,

convirtiéndose en un objetivo estratégico; desde
entonces, el pensamiento revolucionario, popular y humanista de
Fidel lo convierten en el padre del proceso tangible de
universalización cubano.

Con el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, la
concepción visionaria del liderazgo cubano de incluir la
Educación Superior con un carácter popular,
va
confirmando la posibilidad de convertir en realidad el proceso de
universalización de la universidad.

Es evidente que el proceso de universalización de los
conocimientos en la enseñanza general y universitaria en
Cuba, se inicia con la revolución social en 1959,
evolucionando en cada década de su desarrollo para dejar
atrás el viejo legado de una sola Universidad de la Habana
en 1728 por más de 200 años, para que en 1947 se
fundara la Universidad Oriental y en 1952 la de Las Villas. Todas
con la exclusión de las grandes masas y estructuras de
carreras no centradas hacia el desarrollo nacional, carentes de
investigaciones que fortalecieran el desarrollo de
la ciencia.

La década de 60 abrió con la creación de
un cuerpo de leyes y
disposiciones legales revolucionarias, que precisaron conceptos
académicos y funciones sociales de la universidad. Es
así que se concretó la nacionalización y
gratuidad de toda la enseñanza, se amplió el
sistema de becas universitarias favoreciendo la inclusión
social, se promulga la reforma universitaria propiciando la
apertura a nuevos cursos tributarios a las necesidades del
desarrollo sociocultural del país. (1962). Se crea por la
Federación Estudiantil Universitaria (FEU) el movimiento de
alumnos ayudantes para satisfacer el déficit de
profesores, tiene lugar la institución de la
comisión de investigación para promover el
desarrollo científico y la investigación científica en la
universidad. (1962).

En esta década se inaugura por Fidel Castro la
universidad José A. Echeverría (CUJAE) de La
Habana, que amplió el desarrollo de carreras de ciencia y
técnica. (1964), son instrumentados los cursos de
nivelación para facilitar el acceso a la universidad a
quienes alcanzando el título de bachiller habían
sido excluidos de la posibilidad de continuar estudios
universitarios, se abre la oportunidad de acceso a estudios
universitarios desde el puesto de trabajo mediante cursos para
trabajadores vespertinos, nocturnos y por encuentros y se funda
el Instituto Técnico Militar (ITM) en La Habana y la
Universidad de Camagüey, con lo que se amplían las
posibilidades de la universalización a estudiantes de las
regiones central y oriental del país.

La década del 70 inicia con la creación de
Filiales Universitarias en varias cabeceras del país
ofreciendo mayores y nuevos espacios para facilitar el acceso a
la universidad y tiene lugar la fundación del Ministerio
de Educación Superior. (MES) (1976), se amplía la
red nacional de centros de Educación Superior, se
llegó a crear hasta 1977, veintisiete centros en las
distintas provincias del país y se crea el Sistema
Nacional de Educación Posgraduada. También se
iniciaron los primeros cursos universitarios de Educación a
Distancia a finales de 1979, lo que propició un
incremento considerable de la matrícula universitaria.

En la década del 80 y el 90 se consolida la red de
universidades del país. Se multiplica el número de
profesionales formados por la Revolución
asegurándose la existencia de un valioso capital humano
como recurso importante de la nación.
Mientras que hacia los finales de esta década y comienzos
de los 90 se marca el
principio del Período Especial que provoca una
reducción de la matrícula universitaria, aun cuando
no se cerró una sola aula.

En tales condiciones, la prioridad fundamental universitaria
se direcciona hacia la defensa de un modelo científico,
tecnológico y humanista que se identifica por un fuerte
vínculo docencia-postgrado
académico-investigación-producción. El
perfeccionamiento de los principios básicos de la
formación del profesional en Cuba La formación del
perfil amplio en dos ideas principales. La unidad entre la
instrucción y la educación y la de la
vinculación del estudio y el trabajo. Lo identifica
también, la investigación científica y la
extensión universitaria.

En los finales de los años 90 se vislumbra una etapa
mejorada de vida de la sociedad, alcanzada por el ingenio y
esfuerzo de la mayoría del pueblo al que le había
llegado una cultura universalizada que le posibilitó
resistir, crear y vencer.

En el año 2000 se conceptualiza la actual
Educación Superior Cubana en la

"Universidad para todos durante toda la vida" que
concreta en los nuevos tiempos y de forma certera el acceso a la
universidad de sectores históricamente desfavorecidos de
la población, donde se trasciende de una proyección
de la universidad en la comunidad hacia una universidad enclavada
en la comunidad de los 169 municipios del país y de otras
localidades, haciendo un uso más racional de la
infraestructura y recursos creados por la Revolución.

A partir de este año, se incorpora a la universidad una
gran masa de jóvenes directamente involucrados en diversos
programas de la Revolución, con los que se debe asegurar
su continuidad de estudio y graduación universitaria.
También se amplían las posibilidades de estudio al
adulto mayor, y la experiencia atesorada por valiosos
profesionales universitarios se extiende a las localidades del
país a través de los nuevos y valiosos recursos de
comunicación e información.

Es igualmente significativa la ampliación del claustro
universitario con profesionales graduados por la universidad,
residentes en cada localidad del país, los que ahora
funcionan como profesores adjuntos en las sedes universitarias o
tutores en las microuniversidades.

Es así como la misión y estructura de la nueva
universidad se hace mucho más integradora de todos sus
procesos, con una dinámica más ágil, humanista,
democrática y contextualizada que garantice la mayor
inclusión social posible, haciendo que esta se realice con
lo que la sociedad espera de ella, enfrentándose de manera
consciente y creciente al desafío de elevar la calidad con
la masividad y alcanzar la excelencia académica en el
proceso de evaluación institucional en toda la
extensión de la universidad universalizada, expresadas en
el modelo cubano actual que explicitaremos a
continuación.

Modelo cubano
actual de Universalización de la Universidad
Pedagógica

En el nuevo modelo de universidad cubana, en respuesta a las
condiciones universales y nacionales en que se mueve el mundo de
hoy, hace que la universalización de la universidad
democratice realmente los estudios superiores y rompa con la idea
inicial de su surgimiento en el siglo XVIII como
institución generadora de conocimientos al servicio de la
clase dominante, la cual ha estado influida durante muchos
años de modelos elitistas, a pesar, incluso, de los
grandes cambios que en ellos han ocurrido después de la
Revolución triunfante.

Elevar la calidad de la educación en Cuba significa
lograr transformaciones importantes desde el nivel de aula; por
lo que en consecuencia, los cambios más profundos tienen
que lograrse en la formación de los docentes y en su
desempeño en la escuela. Por ello, un aspecto esencial lo
constituye el análisis de la competencia profesional de
sus principales ejecutores los maestros y profesores , en cuyas
manos se pone la misión principal de la escuela, que es
preparar al hombre para la
vida.

Consecuentemente con esta premisa, la formación inicial
y permanente del personal docente constituye un eslabón
fundamental en la sociedad, por lo que hay que trabajar para
lograr una educación que garantice en las generaciones
futuras, la formación en una totalidad no dividida de
conocimientos, habilidades, valores y rasgos de la actividad
creadora acorde con los principios de nuestra sociedad.

Lograr maestros que tengan una actitud creativa hacia la
profesión, que relacionen mucho más la
enseñanza con la vida, sean verdaderos educadores o
preceptores de sus alumnos, y los preparen para responder ante
los retos que impone el desarrollo social
y económico de nuestros tiempos y perspectivo, así
como que sean capaces de hacer un uso efectivo de todos los
recursos tecnológicos que hoy están a
disposición del trabajo docente, le plantean a la
formación del profesional la necesidad de garantizar una
eficiente preparación del personal docente que satisfaga
las necesidades y las exigencias de la escuela
contemporánea.

Para alcanzar este objetivo se requiere desarrollar un sistema
de interrelaciones de dirección entre las estructuras,
figuras y niveles de educación involucrados en la
preparación del personal docente, tanto en su etapa
inicial como en la superación sistemática a lo
largo de todo el ejercicio de la profesión, la cual debe
partir, ante todo, de una profunda comprensión del lugar
que esta ocupa en la sociedad y que responda a la
vinculación permanente con la realidad escolar.

En el informe de seguimiento de Educación Para Todos en
el mundo publicado por la (UNESCO 2004), se expresa: "En muchos
países sería necesario revisar los modelos de
formación, ya que la formación inicial y permanente
durante el servicio en las escuelas es más eficaz que la
formación inicial prolongada, tradicionalmente dispensada
en los centros de formación de docentes"

En Cuba aun cuando se ha defendido el criterio de tener
centros especializados para cumplir todas las tareas relacionadas
con la preparación eficiente de los maestros, ha sido
sobre la base de que a la par de su carácter
universitario, mantengan el sentido humanista de esta
profesión, como parte de la herencia cultural
legada, su carácter netamente pedagógico y social,
y sobre todo, un vínculo permanente con la realidad
escolar de los niveles para los cuales forma el personal
docente.

Tal decisión permite su integración con las
estructuras educacionales, lo que les confiere un papel
protagónico en el perfeccionamiento de los restantes
niveles de enseñanza.

El ingreso a toda la formación profesional
pedagógica en Cuba se realiza con bachilleres o nivel
equivalente, en todos los casos mediante un proceso selectivo,
alcanzan nivel superior universitario luego de cinco años
de cursar la carrera, por lo que se les otorga el título
de Licenciado en Educación en la especialidad
correspondiente.

La formación de maestros y profesores en nuestro
país está sustentada en las ideas siguientes:

  • 1. Responsabilidad del Estado en la
    preparación del personal docente con garantía
    absoluta de ubicación laboral, una vez graduado, y
    derecho a la formación continua permanente.

  • 2. Existencia de instituciones universitarias
    especializadas en formación pedagógica.

  • 3. Coherente sistema de influencias de la
    institución universitaria y de la escuela en el
    proceso de formación del maestro.

Existen 16 instituciones especializadas de nivel universitario
que conforman una red, se les denomina
Universidades de Ciencias Pedagógicas, que tienen la
responsabilidad tanto de la formación
inicial en cursos regulares como de todo el sistema de
superación continua, ellas garantizan la cobertura
territorial de todas las provincias. Como centros universitarios
asumen la formación de los profesionales, la
educación postgraduada, la investigación
científica y la extensión universitaria. Existe
además a nivel de país el Instituto
Pedagógico Latinoamericano y Caribeño cuya
función esencial es la actividad postgraduada con
proyección internacional.

Los estudios pedagógicos se basan en la armonía
de las disciplinas académicas con la labor de
investigación y con una temprana inserción en un
sistema de práctica pre-profesional, que pone al
estudiante en contacto con la escuelas y con el asesoramiento de
los maestros de la mismas integrados con los profesores de las
facultades.

Así, la unidad de lo académico, lo investigativo
y lo laboral se logra a partir del principio que se defiende como
médula de toda la formación profesional: el
maestro se forma en la escuela, desde la escuela y para la
escuela
. En la concepción del plan están
presentes simultáneamente los componentes definidos para
toda la Educación Superior en nuestro país:

  • El componente académico a través del cual
    los estudiantes adquieren los conocimientos y habilidades
    requeridos para su futura actuación profesional. Su
    concreción, se produce fundamentalmente a
    través de las clases.

  • El componente laboral–su columna vertebral, como ya
    se ha señalado, y donde mejor se concreta el principio
    rector del estudio-trabajo, tiene como fin que el estudiante
    se apropie de las habilidades generales y específicas
    de la actividad profesional, y se manifiesta fundamentalmente
    a través de la práctica pre profesional, como
    forma organizativa principal.

  • La concepción del trabajo investigativo de los
    estudiantes se desarrolla en función de solucionar
    problemas profesionales concretos tomados de la escuela en
    que se desempeñan, lo que identifica cada vez
    más al componente laboral con el investigativo.

La disminución a 20 alumnos o menos en las aulas de la
Enseñanza Primaria y a 15 en Secundaria Básica, las
transformaiones previstas para este nivel, así como la
introducción masiva de la Computación en todos los niveles, por poner
solo algunos ejemplos que han llevado a formar aceleradamente la
cantidad de maestros necesarios para hacer realidad los objetivos
propuestos en un corto plazo, sin afectar su calidad.

Si nueva y sustancialmente distinta es la escuela en la
realidad cubana de hoy y para la cual debe prepararse el futuro
maestro, también novedosos son los métodos a
través de los cuales transcurre su formación
inicial, por lo que se ha ido transformando el modo de preparar a
los maestros y profesores en las condiciones del acelerado
desarrollo educacional que vive el país.

Toda la concepción en la formación universitaria
de los maestros y profesores tiene como base la
integración entre los centros formadores y el resto del
sistema educativo, lo cual permite disponer de toda su
infraestructura. Ello garantiza también la interacción directa en la
transformación cualitativa de la escuela, contando con el
potencial científico de profesores y estudiantes de los
centros pedagógicos, de conjunto con los maestros y
profesores de los diferentes niveles de enseñanza,
vía de retroalimentación directa y permanente para
el perfeccionamiento continuo de los planes de formación,
así como de la superación del personal docente en
ejercicio.

Los cambios que se han introducido en la formación
docente en los últimos años, como parte de la
revolución educacional que han impulsado numerosos
Programas de la Revolución, y más recientemente la
universalización de la Educación Superior,
significan algo mucho más trascendente que ha penetrado en
las concepciones pedagógicas que sustentan esta
formación profesional en nuestro país.

Las condiciones actuales, asi como los recursos disponibles,
permiten fortalecer conceptos que han estado presentes en la
Política Educacional de la Revolución desde sus
inicios, pero que hoy alcanzan nuevas dimensiones. La
aplicación de la universalización de la universidad
se refiere tanto al acceso a los estudios de nivel superior, como
en la forma de ejecutar la preparación de los
profesionales.

Es por eso que, a partir del curso 2002-2003, se aplica un
nuevo modelo de formación docente que, en lo esencial,
consiste en:

  • Un primer año con carácter intensivo, donde
    se garantice una preparación inicial que permita: la
    incorporación laboral en la escuela a partir del
    2º año, con una adecuada formación
    psicológica, pedagógica y sociológica;
    elevar su cultura general y fomentar la autodisciplina para
    continuar sus estudios universitarios e iniciar su actividad
    docente responsable.

  • A partir del segundo año y para el resto de la
    carrera: se ubicarán los estudiantes en una escuela de
    su municipio de residencia, con la concepción de
    considerar la misma como microuniversidad, en la que docentes
    de experiencia se convierten en tutores de cada uno de los
    estudiantes, y se responsabilizan no solo con su
    preparación profesional, sino también con la
    ayuda en sus estudios universitarios y su formación
    integral, a la vez que reciben la preparación
    académica en sedes universitarias creadas en todos los
    municipios, atendidas por profesores del ISP o adjuntos.

La escuela adquiere una mayor participación en el
proceso de formación de los docentes, que trasciende del
ya importante papel de servir de espacio donde realice su
práctica pre-profesional.

La preparación de las nuevas generaciones de maestros
en Cuba, que cuenta con una rica experiencia acumulada en su
formación inicial muy vinculada a la escuela donde ha de
desempeñarse profesionalmente el maestro, adquiere en la
actualidad una nueva dimensión que acerca aún
más al joven que estudia la carrera pedagógica a la
institución docente y asigna mayor responsabilidad a esta
en todo el proceso de formación inicial.

No se trata de una modificación curricular o de un
simple cambio estructural, sino de dar la posibilidad real a la
institución docente donde se va a desempeñar, de
participar en el proceso de formación, a través, no
solo del componente laboral o investigativo, sino también
de manera muy armónica en el componente académico.
Se trata, en fin, de potenciar la institución docente
donde se inserta el estudiante de una carrera pedagógica
como micro universidad en la que un profesor de experiencia
actúa como tutor de este estudiante.

La escuela es el espacio ideal donde tiene lugar la
interacción de los que se forman como maestros con los
docentes de experiencia ya en ejercicio, y como resultado de la
cual el futuro maestro se nutre del rico caudal de experiencias
acumuladas, en primer lugar, de su tutor, así como del
colectivo pedagógico en general. Por otra parte, en la
escuela también el maestro en preparación conoce
las características reales de los alumnos, la familia y
la comunidad en la que está enclavado el centro docente
donde se desempeñará profesionalmente.

En fin, la escuela permite integrar todas las influencias
educativas y desarrollar las potencialidades del maestro que se
forma bajo la dirección de la Universidad
Pedagógica.

La actividad docente presencial que recibe el estudiante de
carreras pedagógicas se realiza en una sede universitaria
enclavada en su propio municipio de residencia y se hace con la
participación de profesores de la Universidad
Pedagógica y los mejores maestros y profesores de las
instituciones docentes que se incorporan al claustro de dicha
Universidad como profesores adjuntos, a partir de un proceso de
validación de sus condiciones como profesor
universitario.

Este mismo proceso ocurre con los tutores en las escuelas, que
se seleccionan dentro de los docentes de más experiencia,
ya graduados de la Licenciatura y que reciben una
preparación sistemática de la Universidad
Pedagógica, para el desarrollo de sus funciones como
guías y preceptores de los estudiantes y que se mantienen
como tales durante todos los años de estudio de la
carrera.

Las características del proceso docente en estas sedes
permiten la adecuada combinación de encuentros
presenciales con los profesores universitarios, la
utilización de materiales grabados en video y de la
computación para el trabajo independiente, con un sistema
evaluativo que toma en cuenta fundamentalmente el
desempeño de los estudiantes en la actividad profesional
para la cual se forman.

La nueva concepción de la formación docente
permite acercarla a los lugares donde viven y desarrollan su
labor los estudiantes, ofrecer mayores posibilidades para el
acceso a esta formación de nuevas fuentes de
ingreso, así como fortalecer la misión de que se
conviertan en verdaderos educadores.

La presencia directa de las universidades pedagógicas
en cada municipio constituye una importante contribución
al desarrollo cultural y social de cada uno de los territorios
del país, y propician una mayor igualdad en el acceso a
los servicios educacionales y culturales.

En el curso escolar 2005-2006 (tomando este curso como
referencia de partida) la universalización de la
educación superior pedagógica se concreta en 209
sedes, distribuidas en todos los 169 municipios del país,
la participación de 7 111 escuelas que asumen funciones
como microuniversidad y que representa el 40 % de los centros
educacionales del país. El 96 % de los estudiantes de
carreras pedagógicas, 108 847, lo hacen a través
del modelo de la universalización. La cifra de profesores
adjuntos, docentes a tiempo parcial, que son profesores de las
sedes o tutores en las microuniversidades asciende a 57 241.

La preparación de todos estos profesores es tarea
prioritaria de los más de 6 000 docentes de
dedicación completa de las universidades
pedagógicas y el control y
asesoramiento que estas ejercen sobre las sedes municipales,
así como la preparación de las escuelas para su
función como microuniversidades constituyen la base para
mantener el rigor y la calidad alcanzada en la formación
de las nuevas generaciones de docentes en nuestro
país.

La superación o formación permanente del
personal docente en ejercicio, es también responsabilidad
de cada Universidad Pedagógica en su respectiva provincia
y la posibilidad de diseñar la superación
según las necesidades reales y su carácter
descentralizado, permiten estructurar simultáneamente
cursos diferentes.

La propia evolución de nuestra realidad educacional
ha ido transformando progresivamente los propósitos y
prioridades de la formación continua del personal docente.
En la actualidad, dada la estabilidad en la formación
inicial en cursos regulares, el énfasis fundamental va
dirigido, a elevar la competencia de este profesional, por la
vía de la superación postgraduada.

El sistema abarca a todo el personal docente en ejercicio, es
decir, tanto a los maestros y profesores como a los cuadros
técnicos y de dirección. Su ejecución es
responsabilidad de las universidades pedagógicas, quienes,
de conjunto con las estructuras educacionales de cada territorio,
proyectan, diseñan, ejecutan, controlan y evalúan
el sistema de actividades. El contenido de la superación
está determinado por las necesidades individuales y por
las exigencias institucionales.

Las modalidades que se desarrollan abarcan dos grandes
categorías: la superación profesional y la
formación académica de postgrado. En el primer caso
el objetivo esencial es contribuir a elevar la efectividad y
calidad del trabajo. Su forma principal la constituye la
autosuperación, que deviene base de todas las
demás, y que se realiza simultáneamente el
ejercicio de la docencia.

Existen también los entrenamientos, especialmente
dirigidos a la adquisición de habilidades o a la
asimilación de nuevas técnicas y
procedimientos
de trabajo. Los cursos están dirigidos fundamentalmente a
la profundización, actualización o capacitación que resulte necesario. Pueden
tener diferentes modalidades y duración, que incluyen la
ampliación de los conocimientos y habilidades adquiridos,
e incluso a la recalificación a tiempo completo hasta un
curso escolar, sin afectar salarialmente al docente ni perder su
vínculo laboral.

La formación académica de postgrado permite
alcanzar un nivel cualitativamente superior desde el punto de
vista profesional y científico y se reconoce con un
título oficial o con un grado científico. Se
desarrollan como formas fundamentales las maestrías y el
doctorado.

Las profundas transformaciones que se efectúan en
nuestra educación sitúan a los educadores cubanos
ante el reto de lograr que todos nuestros niños,
adolescentes y
jóvenes aprendan mucho más y adquieran la cultura
general integral que nos hará alcanzar toda la justicia
social, como objetivo fundamental de la gran Batalla de Ideas
emprendida por nuestro pueblo.

En ese empeño resulta fundamental elevar el nivel
científico-pedagógico de nuestros docentes y
encontrar por vías científicas las soluciones a los
problemas que enfrentan y adecuarlas a las características
del medio en que se desarrollan.

La fortaleza de contar en las filas del magisterio cubano con
alrededor de 120 mil profesionales universitarios en las
diferentes enseñanzas, nos pone en condiciones favorables
para que, a través de la educación postgraduada, se
pueda concretar esa superación continua que garantice
perfeccionar su desempeño para elevar la calidad de la
educación en todos los niveles y enseñanzas.

A ello se une, como una condición esencial, la
posibilidad que nos brinda el tener sedes municipales
pedagógicas en todos los municipios del país, que
desde hace tres cursos han permitido la universalización
de la educación superior pedagógica en la
formación inicial, y hacen posible ampliar hacia todos los
territorios, con mayor efectividad, la educación de
postgrado incluida la formación académica y la
investigación pedagógica.

En correspondencia con ello, y con el propósito de
garantizar una incorporación masiva de los educadores
cubanos, se ha iniciado en el curso escolar 2005-2006 la
Maestría en Ciencias de la
Educación, cuyo objetivo fundamental está
dirigido a lograr que los educadores resuelvan por vías
científicas los problemas que se les presentan en el
desarrollo, el aprendizaje y la formación integral de sus
alumnos, y perfeccionen sus métodos y modo de
actuación, en correspondencia con el nivel en que
trabajan.

La incorporación masiva a estudios de maestría
se inscribe en esas transformaciones encaminadas a incrementar la
calidad de la educación cubana y amplía las
posibilidades de que accedan a la obtención de este
título académico de postgrado, todos los docentes
cubanos licenciados y, consecuentemente, eleven su
preparación teórico – metodológica e
investigativa en el campo de las ciencias de la educación,
con lo que se multiplica su incidencia directa en la
solución científica de los principales problemas
educacionales. La concepción de la universalización
de la universidad pedagógica con su extensión hasta
la educación de postgrado, aporta nuevas facilidades para
que los educadores puedan desarrollar sin límites
todas sus potencialidades científico –
pedagógicas y favorecer el desarrollo pleno de su
desempeño profesional y su eficiencia en la
solución de los problemas que se les presentan, a la vez
que constituye una vía para incrementar aún
más el reconocimiento social a su labor. Los claustros de
los centros formadores están integrados por personal
propio con dedicación a tiempo completo y con elevada
exigencia en su selección
y evaluación. Aunque hay diversas vías para su
actualización sistemática, resulta fundamental la
del entrenamiento
como profesor en una escuela u ocupando un cargo técnico
de dirección de la enseñanza para la cual forma al
personal docente, conservando el status y salario de
profesor universitario.

Otro elemento novedoso lo constituye la selección de
los mejores graduados de cada año, atendiendo a su calidad
humana y preparación científico-pedagógica,
los que reciben atención especial con vista a su futura
ocupación en funciones técnicas y de
dirección en las diferentes esferas y niveles del sector
educacional, lo que incluye también la formación
del relevo del claustro de los propios centros formadores.

La integración funcional de los centros
pedagógicos a las estructuras educacionales propicia que
su potencial científico-pedagógico, generalmente el
de mayor desarrollo en su territorio, se ponga en función
de resolver los problemas educacionales existentes en el mismo,
mediante su acción
directa, y de conjunto con maestros y profesores de los otros
niveles de enseñanza y con los estudiantes de la
formación inicial, en la determinación de esos
problemas, la aplicación de métodos
científicos para su solución.

El modelo pedagógico que se ha desarrollado es
flexible; adecuándose a las diversas situaciones laborales
y territoriales, así como al ritmo de aprovechamiento
académico del estudiante. Se estructura para favorecer la
organización y desarrollo del aprendizaje; centrado en el
estudiante, para propiciar su actuación consciente en su
propia formación, se organiza a partir de actividades
presenciales sistemáticas que posibiliten guiar al
estudiante.

El proceso de formación está concebido para ser
desarrollado en las localidades donde residen los estudiantes,
por los que las sedes universitarias municipales resultan
decisivas para la organización de este masivo proceso, al
tiempo que los municipios asumen un papel más activo en la
gestión de los profesionales que necesitan para su
desarrollo.

El modelo cubano actual, precisa el Dr. Rodolfo
Gutiérrez (2005), concibe el aprendizaje sobre la base de
cuatro componentes principales, criterio que comparte el autor de
esta tesis y que
difiere del expresado por Dr. Horruitiner (2006) que hace
alusión a tres, contentivos en el primero, segundo y
cuarto que relacionamos a continuación:

  • 1- El sistema de actividades de aprendizaje en el
    espacio presencial bajo la dirección del profesor
    adjunto.

  • 2- El estudio independiente y el autoaprendizaje del
    profesional en formación.

  • 3- La docencia laboral responsable en la
    práctica pedagógica contextualizada en la
    microuniversidad en el espacio interpresencial bajo la
    guía del tutor.

  • 4- El uso de los servicios de comunicación e
    Información científico y docente.

Comprender lo que se entiende por Universalización de
la Universidad Pedagógica Cubana, es esencial para
trascender al cómo lograr perfeccionar la
integración en las interrelaciones de dirección
entre las diferentes figuras, instituciones y niveles de
educación de la provincia en la puesta en práctica
de este modelo.

Al decir del Dr. Rodolfo B. Gutiérrez Moreno (2005),
cuando hablamos del término de Universidad nos estamos
refiriendo a una institución que dirige los estudios de la
educación superior, donde se cursan todas o varias
carreras en las diferentes ramas del saber y le confiere al
graduado el título correspondiente para el cumplimiento de
su función social.

Esta institución juega un importante rol en la
sociedad, dado que permite la conservación y desarrollo de
la cultura en la que se manifiesta toda la huella del saber
atesorado por el hombre en
su paso por la sociedad, y los procesos que acontecen en ella en
cada momento histórico concreto.

La Universalización de la Universidad refiere a dar
mayor extensión a la universidad para facilitar los
estudios universitarios con la mayor inclusión social
posible. La Universalización de la Universidad
Pedagógica, al decir del referido doctor en su citada
obra, es la extensión de la universidad dirigida a cursar
estudios pedagógicos para formar profesionales de la
educación en las diferentes carreras que se ofertan en la
institución.

La Universalización de la Universidad Pedagógica
Cubana tiene sus antecedentes en la formación de maestros
emergentes, en los cursos de habilitación, en el proceso
de ingreso municipalizado a carreras pedagógicas y en la
extensión de la práctica docente responsable de los
estudiantes desde el segundo año de la carrera como
elemento central de la formación del docente, a partir de
estos criterios se estructuran los nuevos planes de estudio.

El Proceso de Universalización de la Universidad
Pedagógica (PUUP) tiene a las puertas del nuevo milenio
entre sus máximas aspiraciones, la transformación y
reconceptualización de la formación del profesional
de la educación acorde a las exigencias
histórico-sociales concretas que se dan a la luz de los
actuales Programas de la Revolución.

Los propósitos más generales a alcanzar en el
Proceso de Universalización de la Universidad
Pedagógica (PUUP), direccionados en el modelo de
formación del profesional, están intencionados
hacia:

  • Lograr la formación de un patriota
    revolucionario.

  • Llegar a dominar los contenidos objeto de
    enseñanza-aprendizaje.

  • Dominar el proceso educativo de las nuevas
    generaciones.

  • Alcanzar una cultura general e integral.

Todo lo cual está sustentado desde la ciencia
pedagógica a partir de una voluntad política del
Estado cubano de convertir en un hecho la plena igualdad social
en materia educacional, para lo que es esencial trascender desde
la referida ciencia, al cómo lograr perfeccionar la
integración en las interrelaciones de dirección
entre las diferentes instituciones, figuras y niveles de
educación en la puesta en práctica de este
modelo.

La Ciencia
Pedagógica para la integración de las
interrelaciones de dirección en el Proceso de
Universalización de la Universidad
Pedagógica

La teoría de la dirección científica,
surge a principios del siglo XX, a partir de las contribuciones
hechas por hombres de negocios del
mundo empresarial capitalista como resultado del crecimiento de
la gran industria, de
la necesidad del uso eficiente del personal y de equipos, y
máquinas cada vez más costosas para
el trabajo. Acerca de la misma, la literatura recoge para su
estudio la existencia de varias escuelas, como son: el enfoque
operacional, la escuela empírica, teoría de las
decisiones, el criterio del centro de comunicaciones y otras;
pero son cinco las escuelas que se consideran de mayor incidencia
en la teoría de la dirección científica: la
clásica, de relaciones
humanas, los sistemas sociales, neoclásica y matemática
o management science.

Según aparece en la literatura revisada, la
teoría de la dirección moderna desde la
época de Fayol y
Taylor se ha
venido desarrollando a pasos acelerados, y si bien ha tomado como
base las cinco escuelas anteriormente referidas, es necesario
destacar el amplio proceso de enriquecimiento que ha
experimentado, sobre todo, en los últimos años,
tomando en consideración la experiencia y los resultados
investigativos de sus principales teóricos y
directivos.

Es importante señalar que, desde sus inicios, los
científicos de la dirección han trabajado en la
determinación de los principios que la rigen, pero no
existe una clasificación única de los mismos,
teniendo en cuenta que se han abordado a partir de enfoques
diferentes, es por ello que se conocen los 13 principios
definidos por Frederick Taylor, los 14 del francés
Henry Fayol,
así como otros que surgieron con posterioridad, pero es
imprescindible destacar los principios de dirección de la
sociedad socialista que son aplicados en Cuba, elaborados por
Lenin, V. I. y que son tratados por
Muguerzia Muguerzia, P. (1986) en su libro
"Teoría General de la Dirección Socialista":

Partes: 1, 2, 3
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