Los científicos antes creían
que muy pocas personas sufrían de deficiencias
vitamínicas B12. Esta asunción falsa puede que haya
tenido su origen en la creencia de que esta vitamina se produce
normalmente en el cuerpo por una población normal e eficiente de bacterias
intestinales.
Segundo, porque al contrario de las otras
vitaminas
hidrosolubles, la B12 se almacena en el hígado, los
riñones y otros tejidos.
Las deficiencias de esta vitamina — a
menudo — se manifiestan tan lentamente, que pasan
desapercibidas, y — más importantemente — los
exámenes de laboratorio,
de B12 fallan en detectar las deficiencias en, por lo menos, un
50% de los casos.
Entonces, la respuesta a la pregunta
lógica:
¿Quiénes están a riesgo de padecer
una deficiencia de esta vitamina?
Regulación de la
digestión
Estudios recientes, demuestran que un
segmento mayor de la población del que antes fuese
sospechada, padece de esta carencia.
Porque la asimilación de la vitamina
B12 requiere un complemento adecuado de ácido estomacal y
factor intrínseco, y porque la cantidad de ácido en
el estómago declina con el envejecimiento, las personas
sobre los cincuenta años se consideran la mayor
población a riesgo para esta insuficiencia.
Estudios previos, demostraron que de un 3 a
un 39% de las personas mayores de 50 años puede que tengan
deficiencias de B12, aunque estudios más recientes
sugieren que esa figura puede que sea muy posiblemente, tan alta
como de un 72% a un 78%.
Las personas vegetarianas y las
vegetarianas estrictas (vegan) son la otra
población que se considera a alto riesgo para esta
insuficiencia, parcialmente por la cantidad disminuida de
alimento de origen animal conteniendo vitamina B12 y, asimismo,
porque muchas comidas procedentes de fuentes
vegetales, como son las algas marinas, deben ser consumidas en
cantidades enormes para suministrar un complemento adecuado de la
vitamina B12.
Otros grupos a riesgo
para ser deficientes de vitamina B12 incluyen:
Aquéllos quienes usan drogas que
bloquean o neutralizan la acidez (como Prevacid, Nexium y
otras) o drogas que interfieren con la absorción
intestinal (como metformin, Questron y la
cloromicetina).Personas que ha tenido cirugías
gastroplásticas, yPersonas que sufren de enfermedades
crónicas, como son el síndrome de la fatiga
crónica y la fibromialgia (Véanse mis
artículos al respecto en psikis.cl y en
monografías.com).
El crecimiento excesivo bacterial en el
intestino delgado — ocurrencia frecuente en personas con poca
acidez estomacal — representa un factor que predispone a la
deficiencia B12, porque las bacterias mismas consumen la vitamina
B12.
Recientes estudios alarmantes, sugieren que
la deficiencia en la vitamina B12 es mucho más frecuente
en adultos jóvenes que lo que antes se
anticipara.
Un reporte reciente encontró que la
deficiencia de esta vitamina era similar en tres grupos
cronológicos: 26-49 años, 50-64 y 65 años y
mayores — pero que los síntomas adelantados eran menos
pronunciados en las edades tempranas.
Estructura química de la
cobalamina
Este último estudio asimismo
estableció que las personas que no tomaban un suplemento
conteniendo esta vitamina eran dos veces más propensas a
ser deficientes, sin que la edad importase.
Cobalamina
Cobalamina es el término colectivo
que aplica a cuatro formas muy similares de vitamina B12:
cianocobalamina, metilcobalamina, hidroxicobalamina y
adenosilcobalamina.
Existen cuatro formas de la vitamina:
¿cuál es la mejor?
Cianocobalamina, es la forma más
común de la vitamina B12 que se encuentra en los
suplementos nutricionales, posee la menor actividad
biológica de todos, y debe de ser convertida en el
hígado en metilcobalamina o adenosilcobalamina, antes
de que pueda ser utilizada.
Porque puede ser convertida en otras formas
de la vitamina B12, cianocobalamina puede ser considerada como la
"forma matriz" de la
B12. Sin embargo, esta conversión, a veces resulta
ineficiente y por ello, algunas personas puede que no se
beneficien de la cianocobalamina, debido a una asimilación
incompleta o conversión adecuada.
Metilcobalamina, se considera, por
muchos investigadores, como la forma más activa de la
vitamina B12. Protege el sistema nervioso por medio de la
regulación del daño inducido por el glutamato
— común en el envejecimiento — y por la
promoción de la regeneración
celular.
La metilcobalamina, es la única
forma de la vitamina B12 que participa en la regulación de
ritmos circadianos (estados de dormir/vigilia). Se ha constatado
que mejora el sueño en su calidad y
restauración, así como incrementa los sentimientos
de bienestar, concentración y vigilancia.
Adenosilcobalamina (dibencocide), es la
segunda de las formas activas de la vitamina B12. Ésta
es esencial para el metabolismo de la energía. Es
básica para la formación de la capa de mielina
y para la síntesis de las nucleoproteínas. Sus
deficiencias se asocian con la degeneración neural y
de la médula espinal.Hidroxicobalamina, es una forma
única de la vitamina B12 en que posee un rol en la
desintoxicación, especialmente en la
intoxicación con el cianuro.
Los niveles de cianuro, a menudo
están elevados en los fumadores, en personas que consumen
alimentos
altos en contenido de esta sustancia (como la mandioca), y en
personas que sufren de ciertos defectos
metabólicos.
La yuca y el tabaco son ricos
en cianuro…
El exceso de cianuro en los tejidos bloquea
la conversión de cianocobalamina a metilcobalamina o
adenosilcobalamina. En tales casos, hidroxicobalamina puede
resultar en la vitamina B12 de preferencia. Hidroxicobalamina ha
sido aprobada por el gobierno
norteamericano para el tratamiento del envenenamiento por
cianuro.
¿Cuál
es la ruta preferible: oral o inyectable?
Aunque, en la opinión de muchos, la
ruta parenteral es la mejor, otros mantienen que la oral es tan
efectiva.
En nuestra opinión, dependiendo de
la gravedad de la situación, el método que
combine ambas modalidades constituye el mejor para el tratamiento
de todas las situaciones que requieren el uso de esta
vitamina.
En síntesis,
y antes de proseguir con esta ponencia:
La deficiencia de la vitamina B12 es
más difundida de lo antes creído. Un 30% de la
población joven y un 78% de la población mayor la
sufren.
Personas que están a alto riego,
incluyen:
Adultos mayores de cincuenta
añosVegetarianos de todo tipo
Personas que toman antiácidos y
drogas neutralizantes de la acidez estomacalPersonas con trastornos cognitivos o
que sufren de enfermedades crónicas
El Instituto de Medicina
Norteamericano recomienda que adultos por encima de los cincuenta
años obtengan su vitamina B12 en forma de
suplementos.
Porque las pruebas de
laboratorio, a veces, no son precisas, se entiende que
deficiencias tempranas, muy a menudo, no se detectan.
Los síntomas y los efectos
secundarios de esta deficiencia, son muchos y variados, imitando
otras condiciones como la fibromialgia y el síndrome de la
fatiga crónica.
Si estas deficiencias no se descubren y se
corrigen a tiempo,
daños permanentes e irreversibles al sistema nervioso
central pueden ocurrir.
Dermatitis
psoriasiforme
Nuestra tesis, en esta
ponencia, es que la vitamina B12, usada en exceso, ha causado
muchos problemas que
no se reconocen porque existe una falsa creencia que esta
vitamina no se puede administrar en exceso.
El caso que aquí presentamos
desmiente esta creencia y se introduce para alertar al
clínico de los problemas, que potencialmente, pueden
resultar del uso de esta vitamina tan prescrita.
La paciente con la
locura megaloblástica y la "dermatitis
psoriasiforme"
Alba, fue la persona que
describiéramos en el artículo: La locura
megaloblástica, cuyo tratamiento concluyó
felizmente con el uso de la cobalamina.
Habiendo recibido solaz por el uso de la
medicina, y aconsejada por un amigo médico que continuara
usando la cianocobalamina, incorporando dosis diarias de 1.500
milígramos de la presentación inyectable y
oral.
Alba, nunca se apartó de
administrase sus medicamentos, con la convicción absoluta
de que: "ni la vitamina C ni la B12, en cualquier dosis, pueden
causar ningún daño"
se repetía a sí misma haciendo eco a la observación malentendida del galeno quien
— para ella — pronunciara.
Mujer bien educada y muy adepta a procurar
información en el internet para todo lo que a
la salud propia y de
su familia
incumbiera, acumuló una colección extensa de
artículos acerca del uso de la vitamina B12. La que
continuara usando con abandono total.
De hecho, la recetaba libremente a todos
quienes desearan escuchar sus disertaciones eruditas acerca de
esta "medicina milagrosa".
La pesadilla
comienza…
El despertar del
ensueño fue traumático…
Una mañana cuando fue a visitar su
pedicura, como hiciera rutinariamente, ésta le dijo en
shock: "doña Alba,
¡sus piernas lucen horribles!".
Alba, observó la reflexión en
el espejo, que le quedaba frente al sillón, percibiendo
bandas bilaterales de lesiones que cubrían las
extremidades desde los tobillos hasta la porción media de
la pierna.
No recordaba haberlas visto la noche
anterior.
Para una mujer
atlética y que disfrutaba de nadar en las playas y en su
piscina privada, esto constituyó una experiencia
traumática.
"Parece que tengo lepra", le expresó
al dermatólogo que la viera en consulta.
El médico, manifestó sus
dudas acerca del diagnóstico, por Alba ofrecido, y le
indicó que tenía psoriasis incipiente — a pesar
de que la distribución de las lesiones no era
típica. Le hizo varias biopsias de los tejidos afectados y
dio comienzo a un tratamiento vigoroso con pomadas, y anti
fungicidas por la vía oral.
Varios días después, el
médico compartió con su paciente las malas nuevas
de que sufría de una dermatitis
psoriasiforme, o peor, tal vez, de la psoriasis misma.
Entonces, añadió a la terapia
una crema basada en un compuesto de creosota, la que
provocó una reacción alérgica extrema, por
la que Alba tuvo que recibir dosis masivas de
esteroides.
Durante el mes que permaneció en el
tratamiento con los esteroides, varias cosas
sucedieron:
Las lesiones psoriasiformes
desaparecieron, pero una giba se desarrolló en la base
del cuello y una cara de luna comenzó a esbozarse con
la aparición de inflamación de las
glándulas parótidas.
Así lucían las
lesiones…
Con esta complicación, el
tratamiento hormonal se interrumpió, y el retorno de las
lesiones siguió en asunto de unos pocos días.
Sólo que esta vez, las lesiones eran más profusas,
escamosas, y, ahora, cubrían los brazos, los muslos y
áreas del rostro.
Las lesiones nunca hicieron su
aparición en el tronco.
Síntomas de comportamientos
paranoicos reaparecieron, resultando en una consulta, mientras se
esperaba terminar los trámites para que la paciente
viajara a los Estados
Unidos.
Se decidió en hacer un nivel de
vitamina B12, mientras los dermatólogos consideraban el
uso de Embrel.
Los resultados de todas las pruebas de
laboratorio eran normales, pero el de la vitamina B12 fue el
siguiente:
>2.000m con el ámbito normal
siendo 242-894 pg/ml.
Con este hallazgo, y, como las lesiones
típicas de la psoriasis nunca aparecieran, el tratamiento
con el dermatólogo cesó, a favor de un curso de
psicoterapia
de soporte y la interrupción total del uso de la vitamina
B12.
Tomaría más de un año
para el retorno de la apariencia de la piel a su
estado
normal.
Una revisión de la literatura no resultó
en conseguir reportes de complicaciones dermatológicas con
el uso excesivo de la cobalamina, hasta que fortuitamente
encontráramos una crónica breve en la que se
muestran las manos de un paciente cuyo uso de esta vitamina por
ocho meses resultó en un enrojecimiento de las palmas de
ambas manos.
El reporte no indica el sexo del
paciente, la dosis que se recetara, ni la duración de la
abstinencia del uso de la vitamina para que la piel retornara a
su condición normal.
Discusión
La vitamina B12 se vende con mucha libertad en el
internet y se receta sin titubeos como si ésta fuera el
"elíxir de la vida".
Como adjunto a muchas terapias posee un
lugar único en la farmacopea. Pero, debe de tenerse en
cuenta que sus usos deben de ser cuidadosamente
regulados.
Fin de la lección.
Bibliografía
Larocca, F: (2008) Medicina,
psiquiatría ortomolecular y vitamina B12 en
monografías.comLarocca, F: (2008) La enfermedad de
Lyme: La gran imitadora en psikis.cl y en
monografías.comLarocca, F: (2008) La locura
megaloblástica en
monografías.com
Autor:
Dr. Félix E. F.
Larocca
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