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Dolarización: El Ecuador como estudio de caso (página 2)



Partes: 1, 2

La dolarización en Ecuador como
estudio de caso:

El Ecuador está situado en la costa pacífica del
continente sudamericano, entre Perú y Colombia. La
Cordillera Andina atraviesa el país de norte a sur, y de
este a oeste, la línea imaginaria del Ecuador, que separa
los hemisferios norte y sur del planeta. Es el país andino
de menor superficie —283 600 km2—  pero uno de
los mayores centros de biodiversidad
del mundo, gracias a la variedad de ecosistemas
presentes en su territorio: la región tropical de la
costa, el altiplano andino, la selva amazónica y las Islas
Galápagos, de origen volcánico.

Ecuador también es rico cultural y étnicamente.
Los pueblos indígenas representan entre el 15% y el 25% de
la población total, y los afroecuatorianos el
5% aproximadamente. Mestizos y descendientes de europeos
completan el mosaico racial del país. En 2005, la
población alcanzaba los 13,2 millones de habitantes de los
cuales, aproximadamente el 40% vive en las áreas rurales.
 

Economía

Ecuador es un país rico en materias primas. Las
exportaciones
de petróleo y de cultivos básicos como
el banano han sido el principal motor de la
economía ecuatoriana de las últimas
décadas. Sin embargo, la caída de los precios de
dichas materias primas en los mercados
internacionales, combinadas con una serie de deficiencias
estructurales del país —como el escaso desarrollo de
otros sectores productivos y los bajos niveles de desarrollo
humano y e institucional— llevaron al país al
colapso a finales de los años noventa. La inflación
y el desempleo se
dispararon; las cifras de pobreza se
duplicaron y buena parte de los bancos cayeron en
bancarrota. A empeorar la situación vino el ciclón
El Niño, que arrasó las áreas rurales pobres
de la costa del país. La migración
hacia Europa y Estados Unidos se
dibujó como la única salida posible para cientos de
miles de ecuatorianos.

Para poner freno a esta situación, el gobierno
ecuatoriano adoptó la dolarización de la
economía en 2000, que sigue vigente en la actualidad. Esta
medida marcó el inicio de un periodo de
recuperación económica, a la que contribuyó
en gran medida el aumento del precio del
petróleo y
el tipo de cambio
al que se adoptó la dolarización, que
favoreció las exportaciones.

Los datos más
recientes disponibles muestran que el sector petrolero sigue
liderando el capítulo de exportaciones, suponiendo el 50%
del valor total de
ventas al
exterior en 2004. Sin embargo, el crecimiento del sector parece
haberse estancado  —apenas creció un 1% en
2005, en contraste con el dinamismo del año
anterior— a causa de problemas en
la empresa
estatal de petróleos, la limitada inversión de las compañías
petroleras privadas y la creciente oposición de
comunidades indígenas locales a las actividades
extractivistas. En compensación, aumentaron
significativamente las exportaciones de camarones,
vehículos y atún en lata, y en menor medida, la de
bananos.

El Producto Interno
Bruto (PIB) del
país alcanzó en 2005 los 36 200 millones de
dólares y su ritmo de crecimiento fue del 3,9 por ciento,
entre los más bajos de la región. Por sectores, fue
el sector servicios el
que aportó un mayor porcentaje del PIB en 2005, un 66,2
por ciento, seguido de la industria, con
un 27,5 % y en tercer lugar por la agricultura,
que supuso el 6,3 por ciento. Las remesas enviadas por los
emigrantes —estimadas en 1 604 millones de dólares
en 2004— son hoy día la segunda fuente de divisas del
país, después del petróleo, y contribuyen
con un 5,3 % a la renta nacional, un porcentaje equivalente a la
suma de todas las exportaciones tradicionales no petroleras.

Según el Informe de
Desarrollo Humano del PNUD de 2006, Ecuador alcanzó en
2004 una renta per capita de 2 322 dólares
—o 3 963 dólares en términos de paridad
de poder
adquisitivo—, la cifra más alta de su historia. La distribución de la renta sigue siendo muy
desigual pero las diferencias entre ricos y pobres también
se han reducido en los últimos años según el
informe del PNUD, que asigna a Ecuador un coeficiente de Gini del
43,7 uno de los más favorables de la región
latinoamericana.

Estadísticas

INP per capita, método (en dólares)
2004:

2 210,0

Población total (millones),
2005:

13,2

Población rural (millones),
2004:

4,9

Cifras de pobreza rural (en
millones de personas, aprox.), 1998:

3,4

Población rural bajo la
línea de la
pobreza (%), 1998:

69,0

Población que vive con
menos de 1 dólar al día (%), 1998:

15,8

Población que vive con
menos de 2 dólares al día (%),
1998:

37,2

Población por debajo de la
línea nacional de pobreza (%), 1998:

46,0

Proporción de ingresos
del quintil más pobre, 1998:

3,3

Fuente: Banco
Mundial

http://www.ruralpovertyportal.org/spanish/regions/americas/ecu/geography.htm

En Ecuador la dolarización comenzó a debatirse
en septiembre de 1998. La propuesta vino de diversos sectores
productivos del país. Desde esa fecha se comenzaron a
sumar adeptos a la propuesta, pues el sucre se había
depreciado en 355% desde que asumió el poder el nuevo
gobierno.

Para Ecuador, el 9 de enero del 2000 es una fecha
histórica. Ese día, el ex Presidente de Ecuador,
Jamil Mahuad, anunció a los habitantes su decisión
de implantar un programa de
dolarización económica.

A partir de ahí los ojos del mundo se volcaron a este
pequeño país sudamericano. Análisis, estudios e informes
provenientes de diferentes rincones del planeta, empezaron a
hablar sobre las perspectivas de la nación
con el nuevo modelo.
También desde esa época en América
Latina se comenzó a debatir la posibilidad

de que en la región se instaure una moneda única
(el dólar estadounidense), al estilo del euro en la
Unión
Europea.

Con la aprobación de la Ley Fundamental
para la Transformación Económica del Ecuador, a la
que se denominó trolebús (en alusión a
Mahuad, quien previamente fue Alcalde de Quito y puso
en marcha ese vehículo como alternativa de transporte),
el nuevo mandatario, Gustavo Noboa Bejarano (quien asumió
el

poder en febrero del 2000 tras la destitución de
Mahuad), ratificó y puso en marcha la
dolarización.

Desde la vigencia de la
República en 1830, Ecuador ha experimentado diversos
sistemas
cambiarios. La incautación de divisas, devaluaciones
graduales, macro devaluaciones, bandas cambiarias o
flotación sucia y la libre flotación del
dólar, son algunos de ellos.

Al margen de los esquemas que aplicaran los gobiernos de
turno, la dolarización informal de la economía era
un hecho. Transacciones de bienes y
servicios se realizaban tomando en cuenta a la divisa
estadounidense como referencia, es decir la dolarización
era tácita.

Su incidencia en las diversas actividades privadas y
públicas se profundizó a raíz de la
aprobación de la Ley de Instituciones
del Sistema
Financiero y Banco del
Estado en
1995, durante el régimen de Sixto
Durán-Ballén.

Ella trajo de la mano la posibilidad de abrir cuentas bancarias
en dólares y las operaciones en
esa divisa se hicieron cotidianas en la vida de los ecuatorianos.
Únicamente los salarios, no se
pagaban en dólares.

Ecuador en menos de diez años pasó de ser una
economía poco dolarizada a otra altamente dolarizada.
Frente a esa situación, en septiembre de 1998, Joyce de
Ginatta, titular de la Cámara de la Pequeña
Industria, planteó al régimen la alternativa de la
dolarización para enfrentar la debacle de la
economía e impedir que los salarios de los trabajadores
continuaran pulverizándose. Durante 9 meses había
portado un crespón en su vestimenta como símbolo de
luto por el mal manejo económico del gobierno. Desde ese
día utiliza el tricolor nacional. Hecho que reflejaba la
inconformidad de los diversos sectores económicos del
país con este manejo. Con su propuesta pretendía
mitigar la desesperación ciudadana. Incrementos
desmesurados en un mismo día en el precio del
dólar, el congelamiento de los depósitos, la fuga
de capitales al exterior, la desconfianza en la
administración de Jamil Mahuad, fueron los causantes
de ese estado de ánimo en los ecuatorianos. La diaria
devaluación del sucre mantenía en
vilo a los habitantes. Pese a las intervenciones del Banco
Central y al drenaje de la Reserva Monetaria Internacional, el
sucre se depreció en 355,53%, desde que Mahuad

asumió el poder. Es decir que los salarios al 9 de
enero del 2000, se habían reducido a la tercera parte de
lo que valían en dólares en agosto de 1998.

Desde el anuncio de la dolarización se
estabilizó el mercado cambiario
y se frenó el alza del dólar. La tranquilidad
volvió a los habitantes, quienes empezaron a adaptarse al
nuevo modelo. Una muestra de la
creatividad y
esfuerzo de la sociedad civil es
la comercialización de las tablitas de
conversión, que han sido de gran ayuda para la comunidad.
Bancos, industrias,
comercios y el ciudadano

común son los clientes del
lucrativo negocio.

EVOLUCIÓN DEL TIPO DE CAMBIO DEL
DÓLAR EN ECUADOR

AÑOS PRECIO EN SUCRES

Diciembre 1990 899,50

Diciembre 1991 1.301,50

Diciembre 1992 1.846,94

Diciembre 1993 2.043,78

Diciembre 1994 2.279,69

Diciembre 1995 2.926,05

Diciembre 1996 3.633,85

Diciembre 1997 4.437,44

Diciembre 1998 6.770,42

Diciembre 1999 19.917,14

Enero 2000 25.000

En Ecuador lo más destacable es la reducción
significativa de la inflación en los últimos meses,
esto es debido a que se han internacionalizado los precios de los
productos, una
de las previsiones que se tenían al implementar la
dolarización. La inflación paso de un 7% en enero a
un 0.2% en mayo, y la inflación acumulada en los
últimos 12 meses paso de un 78,7% en enero a un 39,6% en
mayo, lo que refleja una tendencia al control de esta,
dejando las perspectivas de inflación para finales de este
año en un 25%, y algunos la sitúan en 14%, para
alcanzar inflación de un dígito a partir del 2002.
Por otro lado esta la reducción considerable de las
tasas de
interés, en diciembre de 1999 la tasa activa
referencial, que es la que cobraban los bancos por los
préstamos se ubicaba en 74,97 % para sucres y 15,81% para
dólares, actualmente esta se ubica en 16,14%. Esto muestra
una tendencia a la baja de las tasas de interés,
lo cual esta contribuyendo a la reactivación de la
economía. Se espera que la economía crezca a una
tasa del 3,6% en el 2001, lo cual podría estar aun
más favorecido por la reciente aprobación para la
construcción del oleoducto de crudos
pesado, lo cual ve a generar alrededor de 50.000 plazas de
trabajo en los
próximos 2 años y representa una inversión
de alrededor de 600 millones de dólares.

Por otro lado se esta haciendo cierta inversión en
educación
y salud, se esta
reestructurando el seguro social,
lo cual de llevarse a cabo presentaría beneficios de largo
plazo para los ecuatorianos.

Los peligros que enfrentan los procesos
integracionistas en América
Latina con la introducción de la dolarización,
fueron expuestos hoy por el experto salvadoreño
Raúl Rodríguez, al intervenir en un foro de economistas en esta
capital.

La dolarización va a facilitar un proceso de
unificación económica y comercial con Estados
Unidos como centro hegemónico, que evitaría los
mercados regionales y presionaría para desintegrar los
existentes, advirtió el ponente ante el III Encuentro
Internacional sobre Globalización y Problemas del
Desarrollo.

Rodríguez, del Instituto para el Avance y la
Consolidación de la Democracia
(IADES), explicó que ese fenómeno conlleva a un
hundimiento aún más grave de los países
latinoamericanos y a entregar lo último que nos queda de
soberanos: la moneda. Este nuevo orden económico mundial
se mueve hacia la formación de un banco central global en
Estados Unidos, con Europa como sucursal.

Muchos países latinoamericanos verán desaparecer
su banca central, lo
cual significa, poner sus políticas
económicas en manos de la Reserva Federal de Estados
Unidos. La dolarización, en tanto no fue diseñada
por los sectores más pobres, no solucionará los
problemas económicos, sociales y políticos en
América Latina.

Las altas tasas inflacionarias del Ecuador no han sido
resueltas por la dolarización. Tampoco ha podido reducir
su enorme deuda externa que
alcanza el 46% de su presupuesto, a
pesar de ser un país productor y exportador de
petróleo cuyos altos precios en el mercado mundial se han
mantenido desde el año 1999. Todo esto significa que ni la
dolarización de la economía latinoamericana ni
mundial constituye la panacea que va a resolver los problemas
estructurales de

nuestras economías. No obstante a esto, se cree que al
final, las economías latinoamericanas y caribeñas
terminarán dolarizadas a mediano y largo plazo. Todas
estas propuestas de dolarización responden a una política muy bien
definida de los Estados Unidos que necesitan mantener la
hegemonía política, económica, monetaria y
militar en toda la región como forma de contrarrestar los
efectos de una Unión Europea cada vez más
sólida, con una marcada tendencia a diferenciarse de
manera decidida de Estados Unidos, que incluso ha diseñado
y puesto en operación una ofensiva política
comercial que le ha llevado a negociar firmemente con el MERCOSUR de
manera general y con Brasil y México en
forma particular. Estas negociaciones se encuentran en etapas
avanzadas.

Las economías dolarizadas traen como consecuencia la
pérdida del control del gobierno sobre la economía,
ya que se pierde la política
monetaria; y la política
fiscal estaría atada totalmente a la estricta disciplina
fiscal que
exigiría EE.UU.

Es decir los países perderían la posibilidad de
expandir la base monetaria para remontar una coyuntura
económica adversa.

CONCLUSIONES

. La importancia de hablar de dolarización, está
en que no se debe de implementar esta política como salida
a crisis
económicas, políticas y sociales de los distintos
países; sino que se tiene que pugnar a una
dolarización global en América siempre y cuando
esta conlleve a un mejoramiento en el intercambio comercial de
bienes y servicios.

Desde un punto de vista técnico, la economía de
Ecuador está irremediablemente atada al dólar. Los
picos de liquidez y de endeudamiento externo asociados con la
elevación de los precios de los activos son
acompañados por crisis de confianza, fugas de capitales y
profundos procesos de ajustes recesivos. La economía queda
sujeta, entonces, a violentas fluctuaciones del producto y del
empleo. Lo que
demuestra una vez más que la dolarización
implementada sin fundamentos económicos, sociales y
políticos claves; continuaría con la inestabilidad
en todo sentido; pues se ve afectada la capacidad de implementar
políticas monetarias, cambiarias y crediticias
autónomas, por parte del país.

Este proceso de unificación monetaria se
complementaría con la postura de la liberación del
comercio a
nivel regional, programada para el año 2005, cuando se
haga efectiva la liberalización prevista en los acuerdos
del Área de Libre Comercio de
las América (ALCA), que
puede resultar en la formación de un sistema
neocolonial; vale decir, América latina podría
constituirse en un conjunto de protectorados de los EE. UU de no
darse antes una unión entre los países
latinoamericanos para negociar los acuerdos como bloque.
Finalmente, la tarea ardua de seguir investigando y
pormenorizando en el tema de la dolarización, implica
según lo observado hasta el momento; que no hay alguna
forma de resistir tales tendencias. La política
alternativa necesariamente debería pasar por una centralización de los movimientos
cambiarios que posibilitaría retomar los controles sobre
el dinero y el
crédito
doméstico, dado que el mantenimiento
de una cuenta de capitales relativamente abierta
implicaría alto riesgo cambiario
y tasas de interés extremadamente elevadas. Además,
los países latinoamericanos deberían adoptar
políticas activas de exportaciones y de sustitución
de importaciones a
fin de que el superávit comercial sea capaz de financiar
los flujos de servicios de la cuenta de transacciones
corrientes.

Ahora nos vamos a referir al caso ecuatoriano, ya que el
proceso de dolarización está plenamente
implementado, para describir lo que ha significado y lo que
entonces podría significar en otros países.

Ecuador ha recuperado la estabilidad en los últimos
meses, ha bajado la inflación significativamente y con
todo esto esta regresando a la senda del crecimiento. Uno de los
principales cambios que se han notado es la conciencia en los
empresarios por la eficiencia, ya
que en dólares no se puede exigir una alta tasa de retorno
a un proyecto, estos
se han visto en la obligación de mejorar sus sistemas
productivos, lo que es un punto a favor del nuevo esquema ya que
esta haciendo que por su propio peso haya una mejora en la
mentalidad empresarial, factor fundamental para iniciar el
desarrollo. ¿Por qué el desarrollo? Porque al tener
una mayor exigencia en la eficiencia de los procesos productivos,
se va a requerir de un recurso humano mejor capacitado,
más apto, más saludable, con lo que esperamos que
esto influya en una mayor exigencia al sistema
educativo, la salud, etc.

De forma negativa podemos referirnos a que este proceso de
dolarización ha incrementado el empobrecimiento social
debido a que los salarios habían sido reducido a mas de la
mitad. El prejuicio que
sufrirían las exportaciones al no disponer de la
devaluación para abaratar el precio de los productos
locales; la sobredevaluación que se llevo a cabo ha
resultado en un superávit en la cuenta corriente por lo
que en este momento no es imposible evaluar hasta que punto las
exportaciones ecuatorianas han perdido competitividad. Pero aun así los
empresarios ecuatorianos han iniciado el experimento de las
competencias
de productos del exterior los que tienen precios en
dólares mas baratos, esta inflación local ha hecho
que muchos de los productores subieran el precio por encima del
precio en países vecinos; debido a la importación los empresarios ecuatorianos se
vieron en la obligación de de reducir sus precios, lo que
nos hace ver que el efecto de la dolarización sin la
protección de la devaluación ha sido inmediata
sobre el comportamiento
de muchos de los empresarios ecuatorianos.

Si bien esto no cae por su propio peso, el hecho de que exista
la conciencia de esta nueva necesidad puede impulsar estos
cambios tan fundamentales, pero para esto es necesario que los
gobiernos que apliquen este esquema estén al tanto de
estos requerimientos, si no puede pasar lo que pasa en Panamá,
que a pesar de tener índices macroeconómicos
excelentes, no ha traducido esto en desarrollo, apenas el 21% de
los panameños alcanzan educación
superior, y definitivamente no es eso lo que se busca, lo que
se quiere es darle estabilidad Macroeconómica al
país para que tenga un crecimiento sostenible y esto
produzca desarrollo.

Bibliografía

http://www.iade.org.ar/esp/articulos/articulo%20175.html#C3 ??

Banco Mundial http://www.worldbank.org ??

Banco Central de Reserva de El Salvador
http://www.bcr.gob.sv ??

Banco Central del Ecuador http://www.bce.fin.ec ??

Banco Central de la República de Argentina
http://www.bcra.gov.ar ??

Superintendencia de Bancos, República de Panamá
http://www.superbancos.gob.pa ??

http://www.dolarizacionecuador.com ??

http://www.ladolarizacion.com ??

Fondo Monetario Internacional http://www.imf.org ??

Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Argentina
http://www.indec.mecon.gov.ar/default.htm ??

ANEXOS

Algunos conceptos referenciales:

En la sustitución de moneda los activos
externos se utilizan como dinero,
esencialmente como medio de pago y unidad de cuenta; esta
sustitución suele presentarse en condiciones de
inflación elevada o de hiperinflación cuando el alto costo de utilizar
la moneda nacional en las transacciones lleva a que el
público busque otras opciones disponibles.

Una vez que pasa a aceptarse la utilización de moneda
extranjera en las transacciones, puede que ese uso no se abandone
rápidamente. Es de señalar que el crecimiento de la
dolarización en algunos países de América
Latina y de Asia ha
continuado y se ha acelerado en los últimos años
incluso después de la estabilización de las
condiciones.

La sustitución de activos se produce
debido a consideraciones sobre riesgo y rendimiento de los
activos nacionales y extranjeros. Históricamente, los
activos expresados en moneda extranjera han ofrecido la
oportunidad de protección contra los riesgos
macroeconómicos, como la inestabilidad de los precios y
las depresiones económicas prolongadas en muchos
países en desarrollo. Incluso en condiciones de
estabilidad coyuntural, los activos expresados en moneda
extranjera pueden servir a esos fines si los residentes de un
país consideran que hay una pequeña probabilidad
de que vuelva la inflación.

Hay diferencias importantes entre dolarización
extraoficial y plena dolarización, que presentan problemas
de transición para los gobiernos que estudian dar el
paso.

Con la plena dolarización, toda la deuda
pública y privada se expresa en dólares, y
tanto las cuentas públicas como las privadas tienen que
convertirse en dólares de EE.UU. Para hacer la
conversión, los países tienen que fijar el tipo de
cambio al que se convertirán deudas, contratos y
activos financieros en vigor.

Por último, la estabilidad que promete la
dolarización es en sí misma relativa, pues el valor
del dólar de EE.UU. como el de cualquier otra moneda
fuerte que un país elija como suya fluctuará frente
al conjunto de otras monedas ampliamente negociadas. En el
período que ha seguido a Bretton Woods, las variaciones
han sido a veces considerables.

Vamos ahora a mencionar algunas de las ventajas y desventajas
más importantes de la dolarización:

La prima de riesgo.

Una ventaja inmediata que produce la eliminación del
riesgo de devaluación es que reduce la prima de riesgo que
paga el país sobre los empréstitos del exterior, y
tanto el gobierno como los inversores privados pagarán
tasas de interés más bajas. Con tasas de
interés más bajas y mayor estabilidad de los
movimientos internacionales de capital se reducen el costo del
servicio de la
deuda pública y se alienta que la inversión y el
crecimiento
económico sean más elevados. La magnitud de
esta ventaja potencial es difícil de medir.

Señoreaje.

El país que adopta una moneda extranjera para que tenga
curso legal sacrifica el derecho de señoreaje, es decir,
las utilidades que percibe la autoridad
monetaria por el derecho de emisión de moneda. El costo
inmediato de perder ese derecho de emisión puede ser
considerable y continúa con carácter anual. La dolarización
afecta a dos tipos de pérdida de señoreaje. La
primera es el costo inmediato sobre la masa de moneda pues, a
medida que se introduce el dólar de EE.UU. y se retira de
la circulación la moneda nacional, las autoridades
monetarias bancos, devolviéndoles de hecho el
señoreaje que se ha ido acumulando con el tiempo.
Segundo, las autoridades monetarias pierden las utilidades del
señoreaje futuro que produce la circulación de
nueva moneda emitida cada año para satisfacer el
incremento de la demanda de
efectivo.

Los países que no dispongan de suficientes reservas
sobre el exterior para comprar la moneda nacional y dolarizar,
enfrentarían costos indirectos
adicionales para poder efectuar la operación inicial de
compra. Si el país carece de crédito para tomar en
préstamo las reservas, se vería obligado a
acumularlas mediante los correspondientes superávit de la
balanza en cuenta corriente. El costo podría ser
considerable en términos de inversión perdida si,
como suele ocurrir en los países en desarrollo, la mejor
política fuera aceptar un nivel sostenible de
déficit en esa balanza.

Estados Unidos obtendría un mayor señoreaje con
la dolarización de otros países. En consecuencia,
se plantearía la cuestión de que las autoridades
estadounidenses compartieran todo o parte de ese ingreso
adicional por señoreaje con los países que
adoptasen la moneda estadounidense.

Existe un precedente en los acuerdos suscritos entre
Sudáfrica y otros tres estados que utilizan el rand
(Lesotho, Namibia y Swazilandia).

Aunque Estados Unidos no ha suscrito ningún acuerdo con
Panamá ni con ninguna otra economía legalmente
dolarizada, en el Senado de Estados Unidos se han presentado
algunas propuestas que prevén legislar el reembolso del
señoreaje.

Estabilidad.

Por importantes que sean los márgenes de riesgo y el
señoreaje, puede que la dolarización ofrezca
ventajas que, si bien no serán observables de inmediato,
quizás lo sean a más largo plazo. Además de
elevar el costo de los empréstitos para los países
en desarrollo, las crisis monetarias perturban gravemente la
economía de un país.

La dolarización no elimina el riesgo de una crisis
externa, pues los inversores podrían huir debido a
deficiencias en la posición fiscal del país o a la
debilidad del sistema financiero. Este tipo de crisis de la deuda
puede ser tan perjudicial como cualquier otro y, de hecho,
Panamá ha sufrido más de una.

Con todo, la dolarización ofrece la promesa de que el
sentir del mercado sea más estable, pues
eliminándose el riesgo cambiario se tiende a limitar la
incidencia y la magnitud de las crisis y los casos de contagio.
Además, las grandes oscilaciones de las corrientes
internacionales de capital causan fuertes fluctuaciones del
ciclo

Económico en las economías con mercado emergente
incluso en ausencia de una crisis de la balanza de
pagos.

 

 

Autora:

Gleydis Vázquez Barrios

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