El ajedrez ha
sido definido de muchas y diferentes formas: ¿es un
juego?,
¿es una ciencia?,
¿es un deporte?, ¿es una estrategia?,
¿es una técnica educativa actitudinal, conceptual y
procedimental?, ¿es un modo de ver la vida y la guerra?,
¿es una actividad puramente intelectual?, ¿es un
ejercicio de razonamiento y concentración? ¿O
es todas esas cosas juntas?
Ante el dilema sin dirimir, lo agregamos a esta
historia de los
deportes, sin
desconocer que puede ser incluido en muchas otras
disciplinas. Este deporte-ciencia-juego de ingenio simboliza
la guerra, y ha adquirido gran popularidad, se juega entre dos
oponentes, en que no interviene para nada el azar, sino la
rapidez intelectual de los competidores.
Cada jugador cuenta con dieciséis piezas (8
peones, 2 torres, 2 caballos, 2 alfiles, el Rey y la Reina); y se
desplazan estas piezas por un tablero de 64 casillas blancas y
negras alternadas, llamadas escaques. El juego concluye cuando
uno de los Reyes es vencido, en la terminología
ajedrecística, cuando está en Jaque
Mate.
El ajedrez se originó en el Valle del Indo,
y sus comienzos datan del siglo VI de la era cristiana. En sus
orígenes se lo denominó Chaturanga o juego del
ejército. Fue difundiéndose a través de las
rutas comerciales de aquel tiempo,
llegó a Persia y al Imperio
Bizantino, extendiéndose por toda Asia.
Los árabes estudiaron profundamente el
juego, analizaron sus movimientos y escribieron varios tratados sobre
ajedrez. Con la invasión de los árabes a
España,
llega alrededor del año 700 a la península y se
comienza a difundir en Europa, aunque
hay datos de que ya
lo jugaban los vikingos y los cruzados que habían visitado
Tierra
Santa.
La historia y el desarrollo del
Ajedrez son fruto de la historia de las civilizaciones. Su
evolución se fue dando gracias a las
migraciones, invasiones y avances de los pueblos de Oriente y de
Occidente.
El conjunto del juego de ajedrez con el tablero y las
piezas colocadas en posición inicial nos hace recordar un
campo de batalla, definido por unos límites en
el cual se enfrentan dos ejércitos claramente
diferenciados prestos a entrar en combate.
Las 64 casillas por donde ha de discurrir la
confrontación están bien diferenciadas, siendo de
color claro la
mitad de ellas y la otra mitad, de color oscuro. Nos puede correr
la imaginación con multitud de batallas disputadas en este
mundo claramente definido, haciéndonos retroceder en el
tiempo donde la caballerosidad y las reglas estrictas de lucha
marcaban las pautas de la batalla.
A través del mismo nos llega un modelo de
sociedad
militar donde se reflejan las grandes gestas (la heroica
coronación del peón y su transformación
después de todas las penalidades pasadas) y miserias que
se producen (la perdición de un gran ejercito debido a la
rápida acción
de un comando suicida).
El rey es la pieza más importante del
juego de ajedrez. El objetivo del
juego es atrapar al rey enemigo, pues no se permite la captura de
éste (jaque mate). Si un rey se encuentra en amenaza de
ser capturado se dice que está en jaque, y el
jugador debe librarse de la amenaza. Si no es posible esto
último el rey se encuentra en jaque mate y ese jugador
pierde la partida. Cada bando dispone de un rey al comienzo de la
partida, que debe proteger. En notación algebraica el rey
blanco comienza la partida en la casilla e1 y el negro en e8. El
rey puede mover en todas las direcciones una sola casilla
además de un movimiento
especial, llamado enroqué.
La Dama, también conocida popularmente
como Reina, es la pieza más poderosa en el juego de
ajedrez debido a la amplitud de movimientos que puede llegar a
realizar, y en el juego vino a sustituir a fines del sigo XV a
otra pieza menos poderosa y más antigua llamada Alferza.
Cada jugador comienza el juego con una sola Dama, colocada en el
centro de la correspondiente primera fila al lado de su Rey. Los
principiantes intercambian a menudo accidentalmente la
colocación de la Dama y el Rey, por lo que se ha creado la
siguiente regla mnemónica: "la Dama en su color".
Significa que la Dama blanca comienza en una casilla blanca, y la
Dama negra en una casilla negra. En la notación algebraica
del ajedrez, la Dama blanca comienza en d1 y la Dama negra
en d8. En el shatranj, antepasado histórico del
ajedrez, la pieza antecesora de la Dama, llamada Fers o
Visir, era mucho más débil que su correspondiente
actual, pues sus movimientos eran similares a los del
Rey.
La torre, antiguamente llamada roque, es una
pieza del juego del ajedrez. Al comienzo de la partida cada
jugador dispone de dos, que se sitúan en las esquinas del
tablero más cercanas a su posición. En
notación algebraica, las torres blancas empiezan en A1 y
H1, mientras que las torres negras comienzan en A8 y
H8.
La torre se mueve tanto horizontal como verticalmente,
hacia delante y hacia detrás, sin límite de
casillas, tal y como muestra el
diagrama. Al
igual que casi todas las piezas de ajedrez, capturan ocupando una
casilla en la que se encuentra una pieza enemiga. La torre
también participa, junto con el rey, en un movimiento
especial llamado enroqué.
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