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El pragmatismo lingüístico y su efecto en la comunicación oral en los alumnos de NB3 (página 2)



Partes: 1, 2, 3, 4

¿Inciden en la comunicación oral los distintos contextos
sociales en los que se desenvuelven los niños y
niñas de NB3?

¿Utilizan adecuadamente los registros y
niveles del habla los niños y niñas de NB3 para
establecer diálogos con sus compañeros, para
expresar sus ideas, sentimientos y puntos de
vista?

OBJETIVOS GENERALES:

  • Comprender la relevancia del lenguaje oral como
    medio efectivo de comunicación, mediante el
    conocimiento de las definiciones y conceptualizaciones
    vinculadas al mismo.

  • Conocer las características biopsicosociales
    de niños y niñas que cursan NB3, con el
    propósito de comprender el uso del lenguaje oral en
    sus formas de relacionarse y comunicarse.

  • Reconocer a la Sociolingüística como una
    rama de la Lingüística relacionada con la
    sociedad y su impacto en el lenguaje y la
    comunicación, a través de definiciones
    pertinentes a esta ciencia.

  • Profundizar el conocimiento de la teoría del
    discurso como factor fundamental en la adquisición de
    las funciones del lenguaje que favorecen las relaciones
    interpersonales, mediante la presentación de los
    distintos tipos de textos y de estrategias
    metodológicas que favorecen la comunicación
    oral.

CAPÍTULO I

El Lenguaje
Oral

Para hablar del Lenguaje oral
en sí, debemos conocer en primer lugar las
conceptualizaciones básicas para el correcto entendimiento
de aquellos factores que influyen en la
comunicación, estos factores son de suma importancia
aún cuando no nos adentraremos en terminologías
profundas de la materia, sino
más bien, una vista general de ellos con el
propósito de utilizar un lenguaje conceptual relacionado
con el argumento del capítulo en pos de la
obtención de un nivel lingüístico aplicable al
tema general de la monografía.

1. Definiciones de Conceptos Básicos del
Lenguaje Oral

Para comprender la importancia que el lenguaje
oral tiene en la comunicación entre las personas y
esencialmente entre los alumnos y alumnas que cursan el Quinto
Año Básico, es que definiremos los conceptos que
permitirán orientar nuestra monografía.

  • El Lenguaje

El lenguaje es una capacidad o facultad extremadamente
desarrollada en el ser humano, condición básica
para comprender el mundo que nos rodea y expresar nuestro mundo
interior. Comprender es apropiarse de la realidad,
clasificándola ordenadamente según las palabras
comunicadas. Expresar es hacer eficaz nuestra voluntad, actuando
sobre los demás para dejar constancia de nuestra
presencia. En este proceso, el
lenguaje actúa como cauce y medio. No existe tribu,
pueblo, ni raza, por primitivo que sea, que no disponga de un
lenguaje como medio de comunicación. Pero como con tantas
otras palabras, también el lenguaje es un vocablo que se
emplea en varios ambitos. En un sentido amplio y hasta
metafórico se habla del lenguaje de las flores, de las
señales
de tránsito, entre otros; pero, principalmente, entendemos
por lenguaje, el conjunto de signos
articulados por medio de los cuales se comunican las personas; o
sea, un conjunto sistemático de signos que permiten un
cierto tipo de comunicación.

La palabra lenguaje se aplica a la manera de comunicarse
y expresarse en los animales; pero
sus procedimientos
comunicativos, aunque sean de gran sutileza, como sucede con las
abejas o las hormigas, no es lenguaje en sentido estricto o, al
menos, no se poseen estudios ni conocimientos muy seguros de este
tipo de lenguaje.

El lenguaje es una actividad humana que nace con
el hombre, que
sólo a él pertenece y que le permite comunicarse y
relacionarse al poder
comprender y expresar mensajes. El mismo se ha formado en el seno
de la sociedad. Es
el hecho social por excelencia. Podemos decir que es la capacidad
que toda persona tiene de
comunicarse con los demás, mediante signos orales o
escritos. Conocemos que los animales por una actuación
instintiva conservan las costumbres y las realizan de la misma
forma que sus antepasados. Por el contrario, el hombre,
precisamente gracias al lenguaje, conoce su pasado; puede
comprender su presente y puede organizar su futuro de la forma
que libremente elige. El lenguaje es una facultad humana,
independientemente de que empleemos un idioma u otro. El lenguaje
comunicante es hablado, pero puede ser escrito,
pictográfico o mímico. Casi todo se reduce al
primero, es decir, al lenguaje hablado. La ciencia que
estudia al lenguaje, es la lingüística. Esta ciencia
considera que el lenguaje es un sistema de
signos, es decir, un sistema de oraciones articuladas con
significado, que sirven para que los seres humanos se
comuniquen.

  • El Habla

El habla es el uso particular e individual que hace un
hablante de una lengua. Desde
esta perspectiva, como acto individual, se opone a la lengua, que
es social. Además de ser un acto voluntario de
fono-articulación que se llevará a cabo para
iniciar el recorrido de la lengua.

Se define también como la conducta
lingüística de un hablante individual, por lo tanto,
es el acto de emitir un mensaje basado en el
conocimiento y experiencias de cada individuo, de
acuerdo con su estilo personal.

El habla y el lenguaje son las herramientas
que los seres humanos usan para comunicar o intercambiar
pensamientos, ideas y emociones.

  • Lengua

Es un modelo general
y constante para todos los miembros de una colectividad
lingüística. Los humanos creamos un número
infinito de comunicaciones
a partir de un número finito de elementos, por ejemplo a
través de esquemas o mapas
conceptuales. La representación de dicha capacidad es
lo que conocemos como lengua, es decir el código
con el cual esa comunidad se
comunica. Por tanto la lengua, es el conjunto de reglas,
compartida por los individuos que se están comunicando,
que les permite intercambiar esos pensamientos, ideas o
emociones. Así también se podría decir que
la lengua es un sistema de signos lingüísticos 
que se combinan conforme a ciertas características del
receptor. Por ejemplo, la lengua española posee un
código formado por las 28 letras del alfabeto. No podemos
usar este código si deseamos comunicarnos con un
alemán o un inglés
porque ellos dominan otro código lingüístico,
a menos que la persona hable también el español.
Así como las lenguas, hay
también otros medios de
comunicación que poseen código. Ejemplo:
Sistema Braile, Sistema Morse, Sistema de Semáforos; todos
estos medios
comunicación poseen un código. 

  • La Comunicación

La comunicación humana es la actividad que le
permite al hombre vivir en sociedad. Dando una mirada
rápida a la historia de la
comunicación, veremos que desde que el hombre existe
hay  comunicación. El hombre primitivo debió
tener un día la necesidad de expresar algo.

El hombre primitivo expresó lo que quería
decir ayudándose con señas, gestos, movimientos del
cuerpo y manos. Luego descubrió que era capaz de emitir
sonidos inarticulados, que no eran más que
gruñidos. También se dio cuenta de que podía
comunicarse a través de dibujos donde
se representaba a sí mismo y al mundo que lo rodeaba.
Más tarde comprendió  que estas formas de
comunicación no servían para comunicarse de un
lugar a otro más lejano. Entonces empezó a
comunicarse a través de sonidos producidos haciendo chocar
dos piedras o con toque de tambores. Además, usó
señales de humo. Por fin un día fue capaz de
hablar, es decir, producir sonidos articulados con la boca, que
generaban conceptos a la mente del oyente. Así creó
el lenguaje oral. Creó entonces también la escritura. A
medida que el hombre ha avanzado culturalmente ha ido mejorando
su comunicación. En los tiempos actuales, los métodos de
comunicación permiten la transmisión de mensajes a
millones de personas. A través de la
televisión, vía satélite, podemos
informarnos de los acontecimientos que están ocurriendo en
el mundo, en el mismo momento que estos suceden.

Con el propósito de profundizar en este concepto
presentamos la siguiente situación: Un pescador
está preparado para salir a pescar. En su
embarcación, con todos sus implementos de pesca, se
interna en el mar. De improviso, el cielo se oscurece, densos
nubarrones se aproximan a la costa, el mar se agita y grandes
olas mueven la embarcación. El  pescador decide no
salir a pescar y regresa rápidamente a la playa".
¿Podemos decir que en esta situación hubo
comunicación? La respuesta es no. Los densos nubarrones,
el mar agitado, el cielo oscuro son solamente indicios; indicios
o señales que carecen de intención comunicativa.
Entonces, ¿qué es la comunicación? A modo de
resumen podríamos inferir que "la
comunicación"
es la acción
de transmitir un  mensaje, un pensamiento
y/o una idea a alguien. También podríamos definirla
como la transmisión de ideas para modificar la actitud de las
personas a quienes dirigimos un mensaje.

Elementos que intervienen en la Comunicación

Aunque la comunicación es un proceso complejo,
para efectos didácticos, podemos descomponerlo en las
siguientes unidades que lo integran.

  • El mensaje

Formado por las diferentes ideas o informaciones, que se
trasmiten mediante códigos, claves, imágenes,
señas, cuyo significado interpretará el
receptor.

  • El emisor y el receptor

El emisor es el sujeto que comunica en primer lugar o
toma la iniciativa de ese acto de comunicación, mientras
que el receptor es el que recibe el mensaje.

  • El código

Es el conjunto de claves, imágenes, lenguaje, que
sirven para trasmitir el mensaje. Debe ser compartido, conocido
por emisor y receptor.

  • El canal

Es el medio a través del cual se emite el
mensaje. Habitualmente se utiliza el oral-auditivo y el
gráfico-visual complementándose para producir la
comunicación.

  • El contexto:

Se refiere a la situación concreta donde se
desarrolla la comunicación. De él dependerá
en gran parte la forma de ejercer los roles por parte de emisor y
receptor.

Elementos que Influyen Externamente en el Proceso
Comunicativo:

  • Los ruidos:

Son todas las alteraciones de origen físico que
se producen durante la trasmisión del mensaje.

  • Los filtros:

Son las barreras mentales, que surgen de los valores,
experiencias, conocimientos, expectativas, prejuicios, que poseen
emisor y receptor.

Es la información que devuelve el receptor al
emisor sobre su propia comunicación, tanto en lo que se
refiere a su contenido como a la interpretación del mismo o sus
consecuencias en el comportamiento
de los interlocutores.

En consecuencia de los antecedentes antes nombrados
podemos decir que por medio de estos elementos internos y
externos logramos concretar el proceso comunicativo del que
hablaremos a continuación.

  • El Proceso Comunicativo

Supone la intervención activa y dinámica, de todos los elementos descritos
anteriormente, creando una secuencia organizada en la que todos
intervienen en mayor o menor grado, en uno o varios momentos de
esa secuencia. Este proceso se desarrolla en un contexto concreto y con
un código específico, utilizando al menos un canal
determinado, con la intervención de emisor y receptor, de
forma que el primero trasmita un mensaje al segundo. En primer
lugar, el emisor debe tener unos objetivos
definidos con claridad, y a partir de ellos, codificar las ideas,
sentimientos o pensamientos que quiera transmitir,
adaptándolos al código que se haya previsto
utilizar. Al instante de codificar el mensaje, ya se han activado
los filtros, o incluso antes, cuando el emisor se plantea los
objetivos de la comunicación. Para la transmisión
se emplea el canal que se considere más adecuado,
utilizando un código común con el receptor, para
facilitar la comunicación. A partir de la retroalimentación que el receptor devuelve
al emisor, se comprobará si se está utilizando el
código adecuado. Una vez que se transmite el mensaje, van
a entrar en escena los ruidos, dificultando que el mensaje llegue
al receptor en las mejores condiciones. La recepción
supone la llegada del mensaje al receptor, y en ella las
dificultades pueden venir provocadas por los ruidos. Tras
recibirlo, el receptor decodifica el mensaje y lo interpreta a
través de un proceso interno, sobre la base de sus
experiencias y conocimientos.

En este período entran en acción sus
filtros, así como posibles problemas con
relación al conocimiento y
el uso adecuado del código. Cuando se recibe el mensaje se
pone en marcha lo que denominamos  "intención", que
se refiere a la pregunta que se hace el receptor sobre el
significado real del mensaje, a partir de la utilización
de todos los elementos y componentes que hemos visto que
intervienen en este proceso de comunicación. Esta
intención sería el equivalente a los objetivos del
emisor. El mensaje original o los objetivos que pretendía
el emisor estarán distorsionados o, al menos, reducidos y
sesgados, respecto al acogido por el receptor. El último
paso del proceso es la utilización de la
retroalimentación, con lo que el receptor se asegura que
el contenido del mensaje que le llega, es el que el emisor
pretendía transmitir.

Teniendo en claro estos factores y el proceso interno
que se efectúa para producir la comunicación,
revisaremos los componentes conductuales del lenguaje oral, entre
los que definen se aquellos de mayor relevancia.

2. Componentes del Lenguaje Oral

  • Los componentes conductuales

Los componentes conductuales son aquéllos que
pueden ser directamente observados por cualquier persona, pese a
que ésta no participe para nada en el proceso de
comunicación. Se denominan no verbales, paraverbales y
verbales. Su utilización, en todos los casos, se produce a
lo largo de un continuo, pudiendo ser empleados desde nada hasta
mucho.

  • Componentes no verbales

Son aquellos en los que no interviene para nada la
palabra, resultando prácticamente inevitable su uso
siempre que la comunicación se produzca de forma
presencial.

La utilización de elementos no verbales presenta
diversas funciones. Por un
lado, puede reemplazar a las palabras cuando se utilizan
códigos reconocidos y comúnmente compartidos a
mayor o menor escala, por
ejemplo, signo de la victoria o mirada de padre a
hijo.

Los componentes no verbales pueden repetir lo que
estamos diciendo, por ejemplo, representamos el signo de
victoria, mientras verbalizamos que hemos ganado,
representación que se utilizará para enfatizar ese
mensaje o también puede contradecir el mensaje verbal,
aunque en este caso se trate de una conducta
inintencionada.

Los principales elementos conductuales no verbales de la
comunicación son: la mirada, la sonrisa, la
expresión facial, la orientación, la postura, la
distancia, los gestos, la apariencia personal, las auto
manipulaciones y los movimientos con manos y piernas.

  • Componentes Paraverbales

Se refieren a la forma de decir las cosas en lugar del
contenido. Son aquéllos componentes cuya
utilización no altera las palabras pese a que haga variar
el significado.

Este tipo de elementos puede afectar totalmente al
significado de lo que se expresa. Por ejemplo, el uso de distinto
volumen puede
hacer cambiar totalmente el significado del mensaje, pese a que
las palabras sean exactamente las mismas.

Los principales elementos paraverbales de la
comunicación son: el volumen, el tono, la velocidad del
habla, la fluidez verbal, la claridad, el timbre, el tiempo de
habla, las pausas y silencios.

  • Componentes verbales

El habla es el componente por excelencia de la
comunicación, y el que tradicionalmente ha recibido
más atención. Se emplea para una gran variedad
de propósitos, tantos como los motivos que tienen las
personas para comunicarse: transmitir ideas, describir
sentimientos, argumentar, razonar, debatir, rebatir, dependiendo
fundamentalmente de las  situaciones en que se produzcan, el
papel que la persona en cuestión juegue en esa determinada
situación y los objetivos que se pretenda alcanzar. Los
elementos verbales más importantes de la
comunicación son: el contenido, el humor, la
atención personal, las preguntas y las respuestas a
preguntas.

Además de los componentes mencionados
anteriormente, consideramos de gran relevancia analizar y
profundizar en otros elementos fundamentales en el proceso de la
comunicación como lo son, los Registros y Niveles del
Habla, que se definen a continuación.

3. Registros y Niveles del Habla

Los distintos usos que hacemos de nuestra lengua o
idioma, originan los diferentes niveles del habla y sus
registros, dependiendo de la formación sociocultural del
hablante, de los hábitos lingüísticos de la
comunidad y de la situación en que se produce. El registro se
define en el Diccionario de
la Real Academia Española de la Lengua (DRAE) como
"modo de expresarse en función de
las circunstancias
". No hablamos igual con un amigo que con
el médico, con nuestra madre que con un profesor; no
es igual escribir una carta y escribir
en un examen, ni siquiera se presenta una historia de la misma
manera hablando que escribiendo. También cambiamos de
registro dentro de la clase y en el
recreo, no se dicen las mismas cosas a un bebé a una
mujer o un
hombre. Estas formas son lo que se denominan registros. Todas
estas situaciones son compartidas por la mayoría de las
personas incluidas los alumnos que hablan de manera distinta en
el aula y en el recreo. Pero el registro tiene otra
dimensión: el aspecto individual. Así, en el
recreo, cada alumno da un tono propio a su narración de lo
ocurrido en la visita a un museo. Pero, el lenguaje no
sólo sirve para describir el mundo, sino también
para actuar en él. En efecto, un enunciado
lingüístico es también un acto de habla,
dependiendo del contenido.

Con el objeto de ahondar en esta temática, hemos
ordenado los diferentes modos idiomáticos de
expresión en tres niveles dentro de los cuales existen
diferentes registros, estos son:

Nivel Formal que considera los registros Culto
formal y Supraformal.

Nivel Informal que considera los registros
Coloquial y Jergal.

Nivel Vulgar que considera los registros Coa y
Vulgar

En los apartados siguientes se definen los registros que
componen cada nivel.

  • Culto formal.

Utilizado por personas cultas, que conocen y manejan
adecuadamente las unidades de la lengua, lo que les permite
expresar cualquier contenido con corrección.
Vocalización precisa, entonación correcta,
coherencia y riqueza de vocabulario. La lengua culta permite dar
unidad al idioma.

  • Supraformal.

Se identifica con las situaciones caracterizadas por un
alto grado de formalidad o restricción, como ocurre con
las ceremonias oficiales de instituciones
de alto nivel y las protocolares en general. El alto grado de
formalización de estas situaciones habitualmente impide al
usuario desempeñarse con desenvoltura, por lo que la
lengua allí utilizada tiende a hacerse muy dependiente del
contexto; de allí que el medio de comunicación
primario sea el escrito, y cuando no es así, se lee lo que
ya está escrito. Resulta de todo ello un lenguaje muy poco
creativo y abundante en expresiones estereotipadas. Responde a
una necesidad social de confirmación, por medio de la
palabra, de un hecho solemne, siempre ritualizado.

Entre las particularidades de nivel culto de la lengua,
a modo de ejemplo citamos el siguiente texto. El
siguiente texto de Blas de Otero[1]es un buen
ejemplo de lenguaje culto:

Poesía y palabra:

"Sabido es que hay dos tipos de escritura, la
hablada y la libresca. Si no se debe escribir como se habla,
tampoco resulta conveniente escribir como no se habla. El
Góngora de las Soledades nos lleva a los dictados de
Teresa de Cepeda. Sin ir tan lejos, la palabra necesita respiro,
y la imprenta se
torna de pronto el alguacil que emprisiona las palabras entre
rejas de líneas. Porque el poeta es un juglar o no es
nada. Un artesano de lindas jaulas para jilgueros
disecados".

"El disco, la cinta magnetofónica, la
guitarra o la radio y la
televisión pueden-podrían: y
más la propia voz directa- rescatar al verso de la galera
del libro y hacer
que las palabras suenen libres, vivas, con dispuesta
espontaneidad. Mientras haya en el mundo una palabra cualquiera,
habrá poesía.
Que los temas son cada día más ricos y acuciantes".
(Blas de Otero: Historias fingidas y verdaderas. Barcelona,
ediciones Alfaguara, 1970. Colección Alfaguara literaria,
núm. 28).

El nivel culto tiende a limitar a un "no conocedor" del
tema determinado, con relación al entendimiento del texto
sea este hablado o escrito, puesto que lo obliga a estudiar y a
reflexionar lo escuchado o leído, cortando la fluidez de
una conversación.

Nivel Informal; dentro del cual distinguimos dos
registros:

  • Coloquial

Surge de forma espontánea en una
conversación, la utilizan las personas en situaciones
comunicativas de confianza para establecer vínculos de
cercanía. La espontaneidad es imprescindible para explicar
el subjetísmo, el registro coloquial es contundente e
incluso se usan palabrotas. La fonética tiende a la
relajación, de modo que hablar sea más fácil
para los interlocutores. La sintaxis está menos cuidada
que en la lengua escrita y, a menudo las frases no las acabamos.
Se titubea mucho y la contradicción es otra de sus
características. El léxico es muy impreciso.
Abundan las muletillas, frases hechas o simples, abundan
diminutivos y aumentativos así como las comparaciones,
exageraciones, ironía. Lenguaje jergal (dentro del
lenguaje coloquial) ejemplo: rallando la pintura,
peinando la muñeca.

  • Jergal

Se caracteriza tanto por su imaginación creadora
como por su escaso vocabulario, se utilizan sufijos deformadores
del vocabulario. También se utilizan prefijos
innecesarios, se utilizan términos de los grupos
marginales: cachai, bacán. Muchos jóvenes utilizan
una jerga como señal de identidad.

Teniendo en cuenta que el nivel coloquial y sus
registros no se limitan a un vocabulario en específico, la
naturalidad es lo que más caracteriza a este nivel. El
siguiente es un buen ejemplo de la fluidez en una
conversación.

Carta personal a Chabe:

Chabe:

Hola! Te mando esta postal desde
Valdivia.

Muérete! Lo estoy pasando chancho mientras
tú, te asas en santiago. La ciudad es increíble,
precioooosa! y hay puras cuestiones linda "pa" hacer". Me lo paso
yendo a niebla a tomar solcito y después tomo esas onces
sureñas con todo, como kuchenes como enferma. ¡voy a
llegar como una bola! Pero igual estoy matando. Estoy pololeando
con un gayo supertierno es puro "amol".

Bueno, tengo que irme a carretear!!!! (Sorry), que
lo pases bien " x" allá. Ah, se me olvidaba, mi
mamá me dijo que nos vamos a quedar acá todo marzo
así que nos vemos en abril. Saludos a la Tere y al Pepe
(avívate Chiquilla!) un besito, Sonia la
linda.

P.D. por fa: dile a la profe de castellano que
llego en abril, pero que me lo estoy leyendo todo. En
serio.

Valdivia, 13 de febrero del 2000

Sonia:

Que bueno que lo estés pasando bien.
Acá se hace lo que se puede. La Tere me manda decirte que
le devuelvas el casette de La Ley. El Pepe me
dijo que no estaba ni ahí contigo (¿por qué
será?). Bueno, te cuento que
seguí tu consejo y estoy atinando con el gayo que te
gustaba. Espero que no te importe, comadre. No habrá playa
ni ríos, pero si hay mucho "amol".

Ah, no voy a poder hablar con los profes, así
que dile a tu mamá que te mande un
justificativo.

Un besito, Chabe.

Santiago, 25 de febrero, 2000 (2:39)

Nivel Vulgar en donde tienen parte dos registros:

  • Coa.

Es atribuible al dialecto creado en las cárceles
de Chile, y se diseminó a la urbe una vez que los
presidiarios que lo hablan, lo compartieron en su entorno.
Está compuesto mayoritariamente de garabatos y palabras
cuyo significado son de exclusiva dependencia del contexto en el
que las utilicen. No existe una fecha clara de sus principios, al
igual que en el resto de los dialectos e idiomas del mundo, sin
embargo tiene códigos que son solamente reconocibles
según el contexto lingüístico, como
"Perkins", refiriéndose a una persona utilizada para
obedecer órdenes de otros reos. Es considerado un dialecto
puesto que deriva de un mismo sistema lingüístico (el
español).

  • Vulgar o Antinorma.

El que utilizan los hablantes en algunas ocasiones, el
cual puede transgredir las normas de buena
convivencia y "educación" con
términos y expresiones impropias (garabatos).
Evidentemente, no es recomendable el abuso de este registro,
aunque desde el punto de vista de su expresividad, muchas veces
cumple cabalmente con la intención del mensaje que se
quiere comunicar.

No es valorado socialmente, el léxico es escaso y
se suple con gestos y palabras jergales. Usa palabras concretas,
altera fonética y morfológicamente las palabras no
se ciñe a las normas gramaticales y es usado por las
personas que no han accedido a la norma
lingüística.

Consideramos innecesario hacer una
ejemplificación de este nivel y sus registros, con el
propósito de mantener un lenguaje escrito acorde con el
nivel que esta monografía pretende entregar. Aún
cuando se dispone de la información necesaria tanto por
estudios realizados como por lo que es posible encontrar en
sitios de Internet, sin embargo no
dejaremos de lado la resignificación de la importancia del
lenguaje oral, aspecto que revisaremos a
continuación.

4.- Resignificación de la importancia del
Lenguaje Oral.

La actual conciencia de la
importancia del lenguaje oral y por ende, de la lengua materna
de los alumnos, en el aprendizaje en
general, y en el aprendizaje de
la lectura y
escritura en especial, tiene fundamentos suficientemente
sólidos.

En primer lugar, hoy se sabe que el lenguaje cumple una
doble función: es un modo de comunicación y un modo
de representación del mundo dentro del cual nosotros nos
comunicamos. Jerome Bruner (1986) al referirse a las relaciones
entre habla y la cognición, plantea que las palabras
conforman el pensamiento.

Dice al respecto: lo que uno habla muestra lo que
uno se representa cuando está hablando.

En segundo lugar, se sabe que los niños llegan al
mundo con un potencial para pensar simbólicamente y para
producir símbolos sonoros y encuentran una estructura
simbólica ya instalada, el producto final
de miles de años de evolución esperando que lo asimilen. Su
potencial le hace posible aprender naturalmente su lengua materna
y la necesidad de comunicarse les hace necesario aprenderla.
Ellos la aprenden no porque sea el único medio disponible
para comprender y actuar sobre su mundo, sino porque es el
único medio que les hace posible la comunicación
con las personas que los rodean. (En el hecho, si un niño
necesita aprender dos lenguas para comunicarse, él
aprenderá las dos como lo demuestran los niños
provenientes de hogares bilingües). Dado que el aprendizaje
del lenguaje es siempre social y colaborativo, toda la riqueza de
la lengua materna que el niño adquiere, la ha obtenido a
través de las interacciones significativas con su familia, con sus
pares y con la intervención de otros mediadores de su
comunidad (incluyendo los comentaristas y otros actores radiales
o televisivos). Las experiencias con el lenguaje dentro de
la familia y
del entorno pueden variar, pero el proceso de aprendizaje del
lenguaje a través de compartir significados e interactuar,
es siempre el mismo para todos los niños y
niñas.

En tercer lugar, al asumir su lengua materna el
niño también asume, progresivamente, las
distinciones lingüísticas específicas que le
permiten percibir y apropiarse del mundo específico que le
rodea. El comienza a ver las cosas de la manera que los otros de
su entorno las ven. Su habilidad para comunicarse con otros se ve
así incrementada; él no sólo habla la misma
lengua, sino también ve las cosas de la misma manera. Si
el niño ha nacido dentro de una familia gaucha argentina,
él irá adquiriendo paulatinamente las
aproximadamente 200 palabras con que los gauchos se
refieren a las diferentes clases de pelaje de sus caballos. Esto,
reflejará que percibe 200 diferencias significativas de
pelaje. La naturaleza
vegetal no merecerá tanto su atención. Con pasto y
paja denominará lo que le sirve de alimento y lecho a sus
animales, cardo serán las plantas que le
sirvan para hacer fogatas y el resto de la vegetación, por carecer de valor para
él, la denominará sin diferenciarla más:
yuyo.

En cambio, si ha
nacido en un mundo árabe centrado en el camello,
irá manejando, y por lo tanto percibiendo, unas seis mil
palabras relacionadas con la precedencia, años de edad,
capacidad de movimiento y
carga, estado y
tiempo de preñez, servicios que
presta este animal y otros pormenores (Schulte- Herbruggen,
1963). Si es lapón, reflejará su propio ambiente y sus
intereses mediante sus numerosas clasificaciones de la nieve,
desconocidas para los habitantes de las zonas temperadas; y si es
indígena brasileño amazónico, poseerá
cientos de palabras para identificar los pájaros de su
entorno, sin poseer una palabra genérica que los designe.
Así, la lengua materna no está nunca totalmente
separada de los objetos y de las situaciones comunicativas donde
se produce, de manera que la percepción
de éstos está en parte condicionada por el bagaje
de palabras en la cual la percepción se anida. La
particular aprehensión de la realidad de parte del
niño, está determinada por la estructura de su
lengua materna, así como por su referencia léxica.
Tal como plantea Bruner (1978), la estructura y sintaxis del
lenguaje son prolongaciones de la estructura de la
acción.

En cuarto lugar, la lengua materna nunca existe en un
simple contexto verbal, su expresión es siempre una
modificación de una situación existencial global,
la que compromete al yo en su totalidad cognitiva y afectiva.
Justamente por ser materna tiene un alto valor emocional,
está ligada al calor
maternal, a la interioridad no sólo del propio organismo
del cual proviene la resonancia de la voz, sino a la interioridad
de la familia, de la vecindad, de su propia conciencia. Para el
niño la mayoría de sus experiencias fueron
nombradas, descritas y clasificadas a través de su lengua
materna. Sus temores ante lo desconocido se calmaron cuando se le
dieron explicaciones, su curiosidad se vio satisfecha gracias a
las mismas.

Así, la lengua materna, al internalizarse
profundamente, es parte constitutiva del yo, de la propia
identidad, tal como lo son el color del la
piel, la
textura del pelo, el timbre de la voz, la pertenencia a una
familia específica. Brooks, Goodman y Meredith (1970),
dicen al respecto:

La lengua materna del niño pasa ser parte de
él como su propia piel…El rechazo a su lengua puede
alterarlo más profundamente que el rechazo a su propia
piel. Este último es un insulto, mientras que aquél
lo golpea en su habilidad para comunicar y expresar sus
necesidades, sentimientos, en suma, golpea su yo…

(4:21).

Esta interioridad de la lengua materna le proporciona al
niño el proceso de registrar y entender su entorno
sociocultural. A través de ella el niño aprende a
pensar, a plantear y resolver problemas, a expresar sus emociones
y fantasías, a recibir y dar instrucciones, a conocer su
historia, a apropiarse de los saberes y valores de su
comunidad. Es posible aprender otras lenguas, incluyendo sus
matices y refinamientos, pero la profundidad psicológica y
compromiso total que el individuo ha establecido consigo mismo y
con su entorno, a través de la lengua materna, siempre
estará ausente en algún grado cuando se aprende
otra.

Cuando la escuela no
incorpora la lengua materna de sus alumnos, no sólo limita
el desarrollo de
su lenguaje construcción del mundo y de sus
múltiples inteligencias, sino que daña seriamente
su autoestima, su
identidad y su sentido de pertenencia, ya que en el habla materna
de los alumnos están involucrados sus familias, sus pares
y los adultos de su comunidad. Obvia decir que esta
función se limita seriamente si el educador, principal
mediador de los aprendizajes dentro del contexto escolar, no
domina la lengua materna de sus alumnos.

  • Los estudiantes aprenden a través del
    hablar:

La apropiación de las ideas implica decirlas con
las propias palabras. Los estudiantes (y toda persona en proceso
de aprendizaje) formalizan los conceptos confusos cuando pueden
traducirlos y expresarlos en palabras. Esta expresión de
los conceptos en palabras facilita su retención en
la memoria.
Los rótulos de los conceptos proporcionan asideros para
poder manejarlos con fluidez.

  • El habla apoya la clarificación de los
    pensamientos:

Douglas Barnes (1976) plantea al respecto: Hablar es el
principal medio mediante el cual los estudiantes exploran las
relaciones entre lo que ya saben y las nuevas observaciones o
interpretaciones de la realidad que enfrentan. En el hecho cada
uno de nosotros se habla a sí mismo para explicarnos
nuestros pensamientos.

  • El habla ayuda a la comprensión:

Los alumnos que hablan acerca de un tópico lo
entienden mejor que los que no lo hacen. Generalmente, cuando se
termina de leer un buen libro, se siente la necesidad de
comentarlo. Estos comentarios reviven el agrado producido por una
buena historia y aumentan la comprensión de ella, gracias
a las oportunidades de expresar las propias ideas y de escuchar
otras. Así, el habla mejora y profundiza la
comprensión.

  • Los estudiantes necesitan hablar antes de
    escribir:

Las investigaciones
sobre los procesos de
escritura, muestran que los estudiantes mejoran su escritura
cuando previamente comentan sus contenidos con sus profesores o
con sus pares. Los estudiantes que comentan con otro lo que ellos
desean decir, escriben más efectivamente que los que
comienzan a escribir sin hacerlo.

  • Tomar la palabra frente a un grupo desarrolla la
    confianza del estudiante en sí mismo:

El hecho de expresar sus ideas frente a un grupo de
compañeros interesados en escucharlo, es un poderoso medio
para que el estudiante aumente progresivamente su confianza en
sí mismo.

  • El habla abre una ventana al pensamiento de los
    estudiantes:

Cuando los estudiantes hablan sobre lo que ellos
piensan, el profesor puede desarrollar estrategias
más efectivas para ayudarlos a desarrollar sus destrezas
de pensamiento. Sus palabras pueden ser utilizadas como base para
preparar sus subsiguientes experiencias de aprendizaje; es decir,
pueden ser usadas como un andamiaje hacia su próximo nivel
de pensamiento. Los adultos pueden facilitar el desarrollo del
lenguaje oral de los niños conversando con ellos y
dándoles oportunidades para que se expresen libremente.
Gordon Wells (1985) sugiere las siguientes cuatro pautas para los
adultos:

  • Hacer sentir a los alumnos que lo que dicen es digno
    de la más cuidadosa atención.

  • Empeñarse en entender lo que ellos
    dicen.

  • Considerar los significados expresados por el alumno
    como una base para lo que se le enseñará a
    continuación.

  • Al seleccionar y transmitirle información,
    tomar en cuenta su habilidad para entender; es decir, para
    construir una interpretación apropiada sobre esa
    información.

  • Comprendiendo la Oralidad:

Para profundizar en la comprensión del lenguaje
oral es importante analizar en mayor extensión el concepto
de la oralidad (Ong, 1982).
Entender con mayor profundidad sus características ayuda a
los educadores a utilizarla como una "cantera" para estimular a
los alumnos a hablar dentro del contexto escolar, a expandir su
lenguaje y a leer y producir textos.

Una buena partida para entender el concepto de oralidad,
es analizar los principales recursos
mnemotécnicos que caracterizan el discurso de
las culturas orales y que les permiten transmitir, de
generación en generación, sus productos
verbales de valor artístico y humano, pese a que en ellas
no se toman apuntes o notas, ni se consultan libros o
agendas computacionales. Son los siguientes (Cf. :
Condemarín, 1996) :

  • Uso de patrones rítmicos de apoyo, tanto para
    el recuerdo de letras de canciones, adivinanzas,
    fórmulas de juego, brindis, saludos, como para los
    poemas, incluyendo los homéricos y otros escritos en
    hexámetros o en ritmos similares.

  • Uso de aliteraciones (tres tristes tigres trigo
    trillaron en un trigal).

  • Manejo de patrones repetitivos (a la una mi fortuna,
    a las dos mi reloj…) o repetitivos acumulativos como
    "La tenquita" o "El nabo" de Tolstoi.

  • Uso de frases memorables ("Al abordaje
    muchachos"…"Gobernar es educar") y de alusión a
    personajes "de peso" que han realizado hazañas
    históricas, deportivas o de otro tipo. Las frases y
    las personas descoloridas no sobreviven en la memoria
    oral.

  • Abundante uso de epítetos: el discurso oral
    no habla de la azúcar sino de la dulce azúcar,
    no del tigre sino del vigoroso tigre; y también de
    antítesis (es hielo abrasador; es fuego
    helado).

  • Uso de la redundancia y la práctica
    constante, como es el caso de los rezos, las leyendas,
    historias familiares o anécdotas escuchados
    repetidamente.

  • Apoyo de la música para fijar letras de
    canciones, prosas o poemas.

  • Asociación a un alto componente
    somático o gestual. Las palabras habladas son siempre
    modificaciones de una situación existencial total, la
    que siempre compromete el cuerpo.

  • Utilización de macroestructuras narrativas
    como apoyo para la retención y recuperación,
    como por ejemplo, la estructura de la fábula o los
    matutines: Había una vez…Un
    día…De repente…Sin
    embargo…Finalmente, típicos de los cuento
    tradicionales.

  • Utilización de proverbios, máximas,
    refranes, dichos y otras fórmulas
    lingüísticas que circulan a través de boca
    y oído, de generación en generación,
    siempre en situaciones comunicativas que le otorgan sentido y
    que constituyen una forma de acuñar y sintetizar la
    sabiduría , generalmente, en breves agrupaciones
    binarias: De tal palo, tal astilla. Estas fórmulas
    están formadas, generalmente, por una
    proposición o condición y una conclusión
    (tanto va el cántaro al agua, que al fin se rompe;
    cuando el río suena, es porque piedras trae); otras
    veces, por dos ideas antitéticas: Errar es humano,
    perdonar es divino. Las fórmulas
    lingüísticas tienen tanto poder en la oralidad,
    que algunas veces sus leyes se estructuran sobre ellas; es
    decir, no son simples decoraciones jurídicas si no que
    en sí mismas constituyen la ley (como es el caso del
    ojo por ojo, diente por diente).

El conocimiento de estos recursos mnemotécnicos
que le otorgan identidad y fuerza a la
expresión oral por parte del profesor, constituyen una
cantera para el desarrollo del lenguaje por las siguientes
razones:

  • El profesor puede convencer a los alumnos reticentes
    a expresarse en voz alta, que son poseedores de una rica
    "cultura oral", haciéndoles recordar las letras de
    canciones, adivinanzas y otras formas literarias menores
    basadas en patrones rítmicos, que tienen guardadas en
    su memoria. También los puede incitar a recordar
    historias, leyendas, fábulas, anécdotas
    familiares y otras narraciones, gracias a su conocimiento de
    los recursos mnemotécnicos de la oralidad.

  • Sobre la base de esos recuerdos los alumnos pueden
    interactuar entre ellos para compararlos, transformarlos o
    registrarlos en textos destinados a ser
    leídos.

  • La valoración de la cultura oral de los
    alumnos, implícita en el hecho de incorporarla a la
    clase, también implica valorar el entorno (familia,
    vecindad, comunidad) donde fue generada. Esta
    valoración se evidencia aún más cuando
    los alumnos son estimulados a interactuar con su familia y
    con los hombres y mujeres sabios de la comunidad, para
    enriquecer su repertorio oral.

Ahora bien, al entender la conciencia que el alumno puede
tener sobre el lenguaje oral, es muy elemental conocer la
importancia que se le entrega a la comunicación oral

5.- La Importancia de la Comunicación
Oral.

Tradicionalmente, en las escuelas se ha valorado la sala
de clases silenciosa, porque se ha tendido a asociar el silencio
con el pensamiento, el trabajo
productivo y la buena conducta (disciplina).
Sin embargo, investigaciones educacionales desmienten esta
creencia, al demostrar que los estudiantes efectivamente
necesitan hablar para aprender y llegar a ser usuarios
competentes del lenguaje. Es indudable que cuando dos personas
logran comunicarse, existe la posibilidad de que ambas, sumando y
compartiendo sus experiencias, lleguen a un nivel más alto
de comprensión que aquel que tenían en el momento
de iniciar dicha comunicación. Todo conocimiento se
mediatiza a través del lenguaje oral. La unión que
existe entre el lenguaje y el pensamiento es indisoluble. El gran
desafío del docente consiste en descubrir y conocer los
saberes y significados previos que tienen sus alumnos, para que
los puedan resignificar y transformar en un nuevo conocimiento.
Esto es posible a través de la comunicación y es
por ello que debemos tener presente que ésta surge a
partir de la mediación que hace el docente. Nuestra forma
de comunicarnos adquiere distintas características de
acuerdo con el propósito que se persiga; por lo tanto, es
necesario otorgarle un papel relevante al desarrollo de la
comunicación oral en nuestras prácticas docentes. Uno
puede comunicarse para pedir algo, para que otro se entere de lo
que sentimos, para preguntar, enseñar o aprender, entre
otras. Como profesores tenemos que tomar conciencia de que los
alumnos utilizan más la lengua informal o coloquial, la
que debe ser reconocida y aceptada en todas sus variantes y que
es tarea de la escuela ampliarla. Para esto es necesario proveer
instancias permanentes de aprendizaje, donde los alumnos puedan
acceder a registros más formales. Ser un hablante
eficiente no es producto de la casualidad, ya que existen reglas
pragmáticas que se enseñan y se aprenden, a las que
deben atenerse quienes participan en una interacción, si se pretende hacerla
productiva. Algunas de estas reglas son las
siguientes:

  • El principio de
    cooperación
    :

Consiste en tener en cuenta lo que cada interlocutor
espera del otro en el momento en que se produce un intercambio
oral. Para que esto suceda es necesario que se cumpla lo
siguiente: "No te refieras a nada si no tienes como fundamentar
lo que dices". Nuestro rol sería erradicar respuestas
como: "porque sí… no sé… no pude hacerlo… me
cuesta… no soy bueno para…", pidiendo a los alumnos que den
razones del porqué de sus palabras. Sería muy
provechoso invertir tiempo en esta tarea de argumentar y
fundamentar, ya que es lo que hace demostrable la coherencia y
desarrollo del pensamiento.

  • Principio de cantidad:

Consiste en entregar sólo la información
necesaria que se requiere para un intercambio, sin excederse en
datos que no
aportan. Por ejemplo, si alguien llegó atrasado por perder
la micro, no es necesario valerse de una sobreabundancia de datos
desordenados que pretenden, posiblemente, crear un efecto
determinado y que más bien aburren al interlocutor con una
infinidad de detalles que explican el atraso, lo que
pensó, el nombre de las calles, lo que
evocó.

  • Principio de relevancia:

Consiste en concentrarse en que los aportes que se hacen
a una conversación, de verdad la enriquezcan. Está
muy relacionado con lo anterior y, como docentes, debemos ayudar
a los alumnos a que adviertan cuando aquello que se dice es
importante para hacer crecer una conversación y
cuándo no lo es y por qué.

  • Principio de claridad:

Consiste en utilizar ciertos recursos para conseguir ser
comprendido. Como maestros, tenemos la tarea de ayudar al uso
correcto de un vocabulario cada vez más específico
y preciso; a contribuir en la búsqueda de estrategias para
que se apropien del uso de variados conectores y de referentes
semánticos más amplios. Es importante comprender
que todos estos aspectos del lenguaje deben ser motivo de
enseñanza para los estudiantes, quienes
tienen que reflexionar para descubrir que cuando no se respetan
estas reglas se dificulta el logro de sus propósitos
comunicativos y, cuando se respetan, además, se despeja la
ambigüedad que puede caracterizar la comunicación
oral. Es importante también, que tomen conciencia de que
las distintas percepciones e interpretaciones que pueden hacer
los que escuchan son, en la mayoría de los casos, las que
traen como consecuencia los malentendidos y conflictos.

En este sentido, no es posible dejar fuera un factor
esencial dentro de la comunicación; el
contexto.

Al hablar de contexto, nos referimos a todo aquello que
comprenden los que participan en una conversación (que va
mucho más allá de lo que se dice) y que contribuye
a dar sentido amplio a lo expresado, es decir, a las
circunstancias. Existen diversos contextos
lingüísticos y no lingüísticos, por
ejemplo, al decir: "Te felicito por lo que hiciste",
aparentemente es un elogio, pero si se acompaña con un
gesto de enojo o con una risa irónica se transforma en
todo lo contrario. El contexto físico en que ocurre una
comunicación es relevante para la efectividad de
ésta, así como también el contexto mental,
ya que tiene estrecha relación con la posibilidad de
comunicarse. Por ejemplo, que los alumnos estén
distribuidos en la sala uno detrás de otro puede afectar
la interacción. Igualmente si el alumno no tiene referente
sobre algún concepto que se está empleando, altera
la comunicación, ya que no tiene ninguna red referencial donde
enmarcar lo dicho. Es fundamental propiciar ambientes adecuados
para que los estudiantes se motiven a hablar con distintos
propósitos. La narración de experiencias
relacionadas con su vida extraescolar debe tener más
cabida en la escuela y ganar espacio curricular, porque da a los
estudiantes la posibilidad de enriquecerse y desarrollar sus
competencias
comunicativas. De acuerdo a lo expuesto, queda demostrado que
el habla utilizada en el aula tiene diferencias del habla usada
en otros contextos, debemos eliminar la falsa creencia de que no
es relevante y necesario destinar tiempo a actividades que
intencionen la comunicación oral como aprendizaje esperado
en nuestras clases. Por lo tanto, lo que se requiere son
estrategias concretas y apropiadas para enfrentar este eje de los
programas de
estudio de Segundo Ciclo Básico, siendo rigurosos en su
tratamiento. En este sentido, en los programas de estudio no
sólo se releva la expresión oral de los
estudiantes, sino que también su capacidad de escuchar
como una manera de aprender, de adquirir nuevos conocimientos, de
interactuar positivamente con los demás. El mejor manejo y
dominio de
estos aspectos conducirá a los alumnos a escuchar
respetuosamente los distintos puntos de vista, los juicios
diferentes u opuestos al propio, pudiendo rescatar en las
discusiones la posibilidad de diálogo
reflexivo y negociador de acuerdos. Asimismo, les
permitirá llegar a ser receptores activos y
críticos de los variados mensajes recibidos desde diversas
fuentes de
información y persuasión; y reconocer
intenciones comunicativas explícitas e implícitas
de diferentes emisores, especialmente de los medios de
comunicación masiva, a los cuales se ven enfrentados
constantemente.

Los principios declaran normas a seguir para la correcta
comunicación pero, ¿En qué se diferencia la
comunicación oral de la expresión oral?

6.- Diferencias entre Comunicación Oral y
Expresión Oral.

A continuación se mencionan las siguientes:

  • Características de la Comunicación
    Oral.

Requiere de al menos dos interlocutores – un emisor y un
receptor, roles que generalmente se irán
intercambiando constantemente durante el acto mismo de la
comunicación (en la lengua escrita ambos proceso son
sucesivos y en la mayor parte de los casos separados en el
tiempo). Se apoya de signos complementarios que favorecen una
mejor comprensión por parte del receptor, tales como los
tonos de la voz, gestos del rostro, manos y cuerpo: movemos la
cabeza hacia ambos lados para decir que no; subimos y bajamos la
cabeza para asentir. Posee una transmisión irradiada y
recepción dirigida, ya que la emisión de la
señal sonora está orientada hacia el oyente situado
en un espacio físico determinado y por consiguiente, la
recepción auditiva se dirige hacia la fuente sonora, de
todo lo cual derivan fenómenos gramaticales típicos
como el empleo de
adverbios (aquí, ahora) pronombres en función
vocativa (tú, ustedes) entre otros.

También podemos nombrar las siguientes
características:

  • El emisor posee más libertad
    expresiva.

  • Se disculpan más fácilmente que en la
    comunicación escrita los errores (repeticiones, frases
    inconclusas, titubeos, correcciones sobre la
    marcha)

  • Admite pausas y vacilaciones o que la
    expresión no sea tan fluida como en la
    comunicación escrita.

  • Posee una evanescencia rápida, pues a
    diferencia del lenguaje escrito que permite dejar un
    registro, el lenguaje oral se pierde rápidamente,
    hecho que genera por parte del emisor recursos y formas
    lingüísticas especiales para compensar y
    prolongar el mensaje en la memoria del oyente (tonos y
    volumen de voz, figuras estilísticas). Los sonidos no
    solamente acompañan y distinguen unas formas de otras,
    sino que también cumplen una función
    significativa, fenómeno que no ocurre en la lengua
    escrita. Todo hablante de una lengua se oye a sí
    mismo, recibe las reacciones de su audiencia, de manera que
    su mensaje puede ser variado, adaptado o corregido durante el
    acto de la comunicación misma, circunstancia que no
    sobreviene con los mensajes escritos

  • La expresión oral

Es el conjunto de técnicas
que determinan las pautas generales que deben seguirse para
comunicarse oralmente con efectividad, es decir, la forma de
expresar sin barreras lo que uno quiere, claro sin excederse ni
hablar tonterías o con mal vocabulario.

Saber expresarse oralmente ha sido desde la
antigüedad una de las actividades centrales de la vida en
sociedad. En los regímenes democráticos, sobre
todo, hablar en público es primordial para dar a conocer
nuestras ideas y opiniones. Gran parte de la efectividad de la
democracia
radica en que grandes masas de la población tengan las destrezas necesarias
para comunicarse. Por eso, debemos aprender cómo
expresarnos con propiedad en
público. La expresión oral sirve como instrumento
para comunicar sobre procesos u objetos externos a él. Se
debe tener en cuenta que la expresión oral en determinadas
circunstancias es más amplia que el habla, ya que requiere
de elementos paralingüísticos para completar su
significación final. Por eso, ésta no sólo
implica un conocimiento adecuado del idioma, sino que abarca
también varios componentes no verbales. La importancia de
estos últimos es crucial. Mehrabian, un psicólogo
social, identificó que el impacto total de un mensaje es
55% no verbal.

Además de mencionar las diferencias de la
comunicación oral y expresión oral, también
hemos querido tomar en cuenta algunas de las competencias para
la producción de textos orales.

Competencias para la producción de textos
orales.

En cuanto al eje de la comunicación oral, la
función de la escuela es desarrollar las competencias
comunicativas de los estudiantes, éstas han sido definidas
por Carlos Lomas como: "el conjunto de conocimientos
lingüísticos y de habilidades
comunicativas que se van adquiriendo a lo largo del proceso
de socialización de las personas tanto en la
vida escolar como extraescolar".

El desarrollo de competencias comunicativas les
permitirá a los estudiantes producir e interpretar
mensajes que se adecuen a las diferentes situaciones en las que
participen, usar la lengua con diferentes propósitos y
saber adaptar el lenguaje a las situaciones, para comprender
mejor y hacer distinciones más precisas sobre qué
es una competencia
comunicativa, M. Canale plantea que está conformada
por:

  • Competencia Lingüística

Es la capacidad innata para hablar una lengua,
así como el conocimiento de la gramática de esa lengua. Lo que implica no
sólo la facultad de comprender y de producir oraciones
acordes con las reglas del lenguaje, sino también la
capacidad de reconocer las oraciones mal formadas y eventualmente
interpretarlas. Esta competencia está relacionada con el
conocimiento de la lengua en sus aspectos fonológicos,
morfológicos, sintácticos y
léxicos.

  • Competencia Sociolingüística

Se refiere al conocimiento de las normas socioculturales
que regulan un comportamiento comunicativo según los
diferentes ámbitos del uso lingüístico. Esto
implica la adecuación de las personas a las
características del contexto y de la situación
comunicativa.

  • Competencia Discursiva o Textual

Son los conocimientos y habilidades que se precisan para
comprender y producir diferentes tipos de discursos de
acuerdo con los principios de cohesión y
coherencia.

  • Competencia Estratégica

Involucra al dominio de los recursos que se pueden
utilizar para resolver los diversos problemas que se producen en
el intercambio comunicativo. Esto implica aplicar estrategias y
recursos tanto verbales como no verbales para adecuarse a las
expectativas del destinatario; por ejemplo, un mal entendido, un
lapsus en la memoria, entre
otros.

La comunicación oral integra cada una de estas
competencias. Mauriel Sauville.

Troike, las ejemplifica planteando:

"La competencia oral incluye el conocimiento sobre
las expectativas respecto a quién puede o no puede hablar
en determinados contextos, cuándo hay que hablar y
cuándo hay que guardar silencio, a quién se puede
hablar, como se puede hablar a personas de diferentes status y
roles y cuáles son los comportamientos verbales adecuados
en diferentes contextos".

7.- Recomendaciones generales para el Lenguaje
Oral

Con el fin de fortalecer y expandir el lenguaje oral de
los alumnos, es importante que el educador considere las
siguientes recomendaciones:

  • No descalificar la acción de hablar ante los
    alumnos:

Con refranes tales como: "Quien mucho habla, mucho
yerra, "En boca cerrada no entran moscas", "Quien mucho habla,
poco piensa" o "El silencio es oro", "A buen
entendedor pocas palabras", etc. Estos refranes, dichos dentro
del contexto educativo, implícitamente valorizan la clase
silenciosa.

  • No interrumpir las comunicaciones espontáneas
    de los alumnos, con correcciones referidas al registro de
    habla culto formal; Dado que las conversaciones siempre se
    efectúan a través de un registro de habla
    informal. Los estudiantes tienen numerosas oportunidades de
    hablar formalmente cuando toman la palabra ante sus
    compañeros para presentar un tema, dar un informe o
    una exposición de otro tipo.

  • Interesarse y aprender de las experiencias reales de
    los alumnos:

Especialmente cuando ellos pertenecen a grupos
socioeconómicos o étnicos diferentes a los del
educador.

  • Construir un ambiente que favorezca las
    interacciones dialógicas:

Conversar implica hablar y escuchar, darse a conocer,
indagar, descubrir, informar a los pares, expresar su amor y su
divergencia, contar noticias,
echar a volar la fantasía y la imaginación.
Obviamente, dado el carácter intencionado de las acciones
educativas, estas conversaciones no siempre tienen un
carácter informal y requieren ser estimuladas dentro de
contextos significativos para los alumnos.

  • Apoyarse en los recursos mnemotécnicos de la
    oralidad:

Ya señalados, estimulando y expandiendo sus
adivinanzas, trabalenguas, chistes,
poemas,
cuentos, etc.,
utilizando recursos musicales y de expresión
corporal.

  • Enriquecer el vocabulario de los alumnos:

A través de la audición de la
versión escrita de textos narrativos o expositivos,
propios o ajenos, que correspondan a sus conocimientos e
intereses. Apoyarse con ilustraciones o medios audiovisuales
cuando se requiera ampliar usos restringidos e introducir, en
contexto, terminología científica, literaria o
tecnológica, universalmente válida.

  • Estimularlos a tomar la palabra para expresar ante
    auditores sus discursos de tipo descriptivo y
    narrativo:

Que les son familiares y que vinculan saberes ligados a
tópicos recurrentes; especialmente, historias de acciones
humanas o mágicas, leyendas y
mitos.

  • Estimular su manejo flexible de otros tipos de
    organización del discurso:

Tales como tema comentario, argumentativo o
cronológico. Esto se facilita, por ejemplo, a
través de la discusión; de los debates, de las
exposiciones de temas específicos.

  • Crear situaciones que requieran efectuar
    entrevistas:

Las entrevistas,
ya descritas bajo el rubro de valoración del patrimonio
cultural, constituyen una actividad de tipo
periodístico que permite que los alumnos establezcan una
conversación con una persona para informarse sobre ella o
la situación o institución que representa. La entrevista
debe realizarse con un propósito claro para el
entrevistador y el entrevistado.

  • Estimular el pensamiento creativo o
    divergente:

Invitarlos a desarrollar diferentes operaciones
mentales relacionadas con la resolución de problemas,
guiándolos a través de definir el problema, generar
posibles soluciones
(torbellino de ideas), evaluar las distintas salidas o soluciones
planteadas, decidir cuál solución es la mejor o
cómo poner en práctica la solución
encontrada.

  • Apoyar a los alumnos a desarrollar ciertas
    competencias metacognitivas:

Que les permitan convertir su propia experiencia de
auditores y hablantes, en ocasión de aprendizaje,
desarrollando la capacidad de reflexionarla críticamente.
La cognición se refiere al funcionamiento intelectual de
la mente humana referida a recordar, comprender, focalizar la
atención y procesar la información. La metacognición generalmente se refiere al
propio conocimiento de esa cognición. Es decir, el
conocimiento que tiene una persona de sus propios procesos
cognitivos y de sus intentos para controlarlo.

Al respecto Bruner (1996) al ser entrevistado dice lo
siguiente:

"Al asistir a la escuela, los alumnos aprenden una
técnica que les sirve para integrarse en una comunidad de
personas involucradas en el uso de la mente. Al aludir al uso de
la mente no me refiero sólo a aprender cómo hacer
las cosas, sino a ser capaces de razonar sobre la manera de
realizarlas y saber comunicar a los demás ese
razonamiento. Los niños están, continuamente,
haciendo una especie de bucles anteriores; adquiriendo
conocimientos sobre sus propios conocimientos; es decir
metaconocimientos o metabucles".

A nivel de ejemplo de estrategia
metacognitivas, cuando los niños emplean distintos niveles
de habla durante sus juegos
sociodramáticos o sus dramatizaciones, el educador puede
invitarlos a reflexionar sobre cómo variaron su
vocabulario y sintaxis, cuando se dirigieron a un par o a una
persona de mayor edad o jerarquía.

Al poner en práctica las sugerencias
señaladas, es importante considerar que los estudiantes
exploran más sus posibilidades de hablar cuando
interactúan en pequeños grupos, que cuando los
comentarios o las conversaciones son conducidos por el
profesor.

Reflexión final del
Capítulo

Al término de este capítulo, concluimos
que el conocimiento de estos conceptos es fundamental para el
desarrollo de la Comunicación Oral, y es ponderable en
términos lingüísticos a la importancia del
motor en un auto,
en cuanto a que éstos son considerados como la base sobre
la cual se sienta el conocimiento
lingüístico.

Habiéndonos apropiado de los conceptos
básicos de la comunicación oral, y que constituyen
parte de los conocimientos adquiridos, es necesario considerar la
totalidad de los factores que se involucran en el proceso de la
comunicación oral, (habla, lengua, comunicación)
necesitan en su esencia un "Emisor y un Receptor", y que sin
éstos sería prácticamente imposible
completar el proceso comunicativo. En voces de la
lingüística prescriptiva[2]Dentro del
vínculo Emisor – Receptor existen ciertas relaciones que a
la hora de establecer la conexión comunicativa
(conversación) son sumamente importantes, en la que sin
duda, influyen factores como los registros y niveles del habla, y
la resignificación del lenguaje oral que se refiere a la
conciencia que el hablante tiene del lenguaje oral, así
como también los principios que nos muestran las normas
por las cuales debemos regirnos al momento de tratar de entender
la comunicación oral. Las competencias para desarrollar la
producción de textos orales nos aportan el tipo de
aptitudes que debemos dominar para la producción de una
conexión oral, por otro lado, el contexto, juega
también un papel fundamental en el uso del lenguaje oral.
Teniendo en claro esta base lingüística podremos
abocarnos ahora en un tema un tanto más científico
que la conceptualización lingüística en
sí, hablamos de la psicología, ya que
nuestra monografía está enfocada a los niños
y niñas del Segundo Ciclo Básico,
específicamente NB3, consideramos de trascendencia conocer
los aspectos biosicosociales que influyen directamente en la
generalidad de los niños y niñas de esa edad,
puesto que existe un choque social asociado a la edad que se
dirige a tratar de dejar de ser niños para comenzar a ser
adolescentes y
según este proceso optan por un tipo de uso
lingüístico distinto del que ya tenían,
comienzan a forjar su propio dialecto (ver capítulo III).
En el siguiente capítulo hablaremos de los niños y
niñas de NB3 y sus características desde el punto
de vista de la psicología.

CAPÍTULO II

Características Físicas,
Psicológicas y Sociales de los Niños y Niñas
de NB3, Quinto Año Básico

Luego del análisis de conceptos y componentes
relevantes del lenguaje oral, en este capítulo
profundizaremos en el conocimiento e importancia de muchos de los
factores que influyen en la comunicación que establecen
los niños y niñas de NB3, cuyas edades
fluctúan entre los 10 y 11 años. Siendo estos
conceptos fundamentales en el proceso comunicativo de ese
nivel.

  • 1. Características del Desarrollo
    Físico y Motor

En algunos alumnos se manifestará una
consolidación del equilibrio
motor alcanzado y otros comenzarán los procesos
característicos de la pubertad que
se materializan en los cambios morfológicos como
consecuencia de la actividad hormonal:

  • Crecimiento.

  • Aumento de la musculatura.

  • Redondeamiento de la figura.

  • Primeros signos de vello.

En cuanto a las habilidades motoras, los niños y
niñas son prácticamente iguales en sus aptitudes
físicas, excepto en la mayor fuerza que tienen los
niños en el antebrazo y la mayor flexibilidad general que
tienen las niñas. En la mayoría de las actividades
físicas que se realizan durante la preadolescencia el
sexo no es tan
importante como la edad y la experiencia. Por lo tanto, las
diferencias individuales se derivan de la experiencia, del
entrenamiento,
así como de la herencia de cada
persona. En lo que sí hay diferencia es en la
aparición de los cambios anatómicos y
fisiológicos, que al final de la etapa empiezan a
aparecer. El ritmo evolutivo hace que las niñas comiencen
a dar el "estirón" a los 11 años y se
extienda hasta los 13-14. El desarrollo de glándulas
mamarias también se inicia sobre los 11 años
así como los primeros signos de aparición de vello
pubiano. En los niños, sin embargo, el "estirón" no
tendrá lugar hasta los 13 años, así como el
aumento del tamaño del pene. Los testículos y la
aparición del vello pubiano tendrá lugar sobre los
12 años. Considerando que el ser humano es un ser social e
histórico y de interacción con otros, resulta
importante conocer las características de las habilidades
que le permite establecer relaciones
interpersonales efectivas, adecuadas y satisfactorias, es por
esto que a continuación conoceremos algunas de ellas, que
son propias en los niños y niñas de NB3 (Quinto
Año Básico).

  • 2. Características del Desarrollo
    Social

Desde una perspectiva sistémica, se considera a
la escuela como un ecosistema en
cuyo contexto se producen todo tipo de interacciones: entre
estudiantes de un mismo grupo curso y de otros niveles, entre
éstos y los docentes, directivos, paradocentes, auxiliares
de servicio, con
las familias y la comunidad en general. El comportamiento social
constituye un aprendizaje continuo de patrones cada vez
más complejos que incluyen aspectos cognitivos, afectivos,
sociales y morales que se van adquiriendo a través de un
proceso de desarrollo y aprendizaje en permanente
interacción con el medio social. El proceso de
socialización en el sistema escolar permite a niños
y niñas de este nivel de educación básica,
desarrollar ciertas habilidades sociales más complejas y
extendidas, ya que deberá adaptarse a otras exigencias de
parte de sus profesores y profesoras, nuevas reglas, diversos
contextos y también tener una gama más amplia de
conductas sociales.

El preadolescente y los adolescentes, por otra parte,
también deben lograr desarrollar ciertas conductas
interpersonales específicas que le impone el medio social,
tales como las competencias sociales heterosexuales, conseguir
relaciones interpersonales afectivas cercanas con el otro sexo,
ampliar sus habilidades sociales a contextos más abiertos
como el barrio, otros grupos de pares fuera de la escuela y, en
muchos casos, incorporarse a la vida del trabajo. En
general, la conducta social se entiende como la conducta de
acercarse y relacionarse con los demás o como la
interacción en sí. A la vez implica aquellos
comportamientos que se adecuan a las normas sociales y el
respeto por
las personas y sus derechos.

"La conducta social en cuanto se desarrolla en
interacción con el contexto social está fuertemente
determinada por las características de dicho contexto:
valores, normas y roles que definen una determinada cultura. Por
tanto, el comportamiento social tiene características
idiosincráticas propias del grupo social y de la
cultura".

La relación con los adultos: padres y profesores
pueden ser juzgados críticamente. Esto es debido en parte
a las nuevas adquisiciones cognitivas que comienzan a
manifestarse (cierta apertura al pensamiento formal). Ello les
permite establecer algunas hipótesis sencillas y así mismo
contrastarlas.

En casa ya no son tan condescendientes y dóciles
a la hora de echar una mano y colaborar. Los padres deben
derrochar comprensión, paciencia y actitudes de
diálogo, ofreciendo razones y explicaciones, pero siendo a
la vez exigentes con los hijos para que cada cual asuma su parte
de responsabilidad.

La relación con los compañeros tiene un
gran protagonismo, los grupos comenzarán a hacerse mixtos,
pues se han dominado las normas del grupo homogéneo y,
además, van apareciendo los intereses sexuales.

Los niños tienden a compararse entre sí y
el desarrollo físico durante este período puede
afectar al tema de las amistades, que en parte se basan en la
apariencia y en la competencia física. Sea como
fuere, el grupo de compañeros es probablemente el sistema
que mayor influencia ejerce sobre los niños en esta edad.
Cada vez se hacen más dependientes de sus
compañeros, no sólo para disfrutar de su
compañía, sino también para la
autovalidación y para recibir consejos. Progresivamente
consideran más la amistad como un
foro en el que es posible
abrirse al otro y esperan que esa intimidad sea correspondida.
Exigen más de sus amigos, cambian menos a menudo de amigos
y encuentran mayores dificultades para hacer nuevas amistades,
además de afectarse más cuando ésta rompe.
Se van volviendo más exigentes para buscar amigos y sus
grupos se reducen. A la edad de 10 años los niños
muchas veces tienen un "mejor amigo" a quién le son
bastante leales; esto suele ser más aparente en las
chicas. Cada vez se preocupan más por las personas a las
que no conocen personalmente, lo que les lleva a participar en
conductas Pro-sociales como las de recoger dinero para
ayudar a los menos afortunados.

  • Conocimiento Social

Se producen muchas modificaciones que son consecuencia
de su mayor capacidad cognitiva, sus cambios físicos y
emocionales y del aumento de experiencias que van teniendo con
las distintas realidades sociales que los rodean: los
niños empiezan a comprender a la conducta humana
como un conjunto de acciones que están influidas al mismo
tiempo por necesidades y emociones diversas, y por las relaciones
y motivos humanos complejos.

Son conscientes también de los resultados que
pueden provocar ciertas acciones que puedan realizar. Controlan
cada vez mejor sus emociones y se dan cuenta de que alguien puede
sentir al mismo tiempo diferentes emociones. Significa que los
preadolescentes adquieren cada vez mayor sensibilidad y mayor
comprensión con relación a las experiencias
emocionales de los demás. Son más capaces de
reconocer y reformular, o evitar afirmaciones potencialmente
ofensivas para respetar los sentimientos de los demás, el
niño de once años tiene muchas menos probabilidades
de decirnos, comparado con el niño de seis, que nuestra
barriga es demasiado gorda, o comentar en voz alta lo feo que
parece el abrigo que lleva una persona.

El cómo se adquiere esta conducta social o
conocimiento de ésta difiere de acuerdo a diferentes
teorías del
aprendizaje humano. El modelo de aprendizaje social, plantea
que el comportamiento social está relacionado con
múltiples factores ambientales, individuales y de conducta
personal, que a través del aprendizaje de modelos
permiten este desarrollo. Piaget postula
una estrecha relación entre lo cognitivo y lo social,
siendo lo primero una condición necesaria, aunque no
suficiente, para alcanzar las metas que plantea el desarrollo
social.

Por otra parte, Vigotsky pone
de manifiesto que estas competencias sociales se interiorizan a
través de la interacción social, destacando la
influencia de la cultura, la cual tiene sus propios sistemas de
símbolos y significados que, en el caso de la educación escolar
son aprendidos a través del proceso de mediación de
dicha cultura que realizan, aún sin proponérselo
manifiestamente, los docentes, los pares y otros adultos. (Ver
pozo, Juan Ignacio-"Teorías
Cognitivas del Aprendizaje")

Gardner (1983) autor de la teoría
de las inteligencias
múltiples, señala que existiría una
inteligencia
interpersonal, que permite la captación del sutil lenguaje
de los otros. Este se fusiona con la inteligencia intrapersonal
para generar el "sentido del yo", postulando que esta
inteligencia personal está fuertemente influida por cada
cultura. Así, la inteligencia social formaría parte
del repertorio intelectual humano.

El conocimiento y desarrollo social requieren de un
factor muchas veces contado de manera errónea hablamos de
la
personalidad, que a continuación
detallaremos.

  • 3. Características de la
    Personalidad

Cada niño construye su perfil evolutivo de una
manera peculiar y como fruto de la interacción entre su
programa
madurativo propio, que en unos niños se desarrolla
más aprisa y en otros más despacio, y el medio ambiente
concreto en que tal programa se desarrolla, como por ejemplo el
medio ambiente que para unos es estimulante, mientras que para
otros es pobre en estímulos.

Un alumno o una alumna es más competente en unas
cosas que en otras, hace antes algunas adquisiciones que otras, y
otro niño de su misma edad y de aproximadamente su mismo
nivel de desarrollo puede destacar más en otro
àmbito y adquirir con más precocidad o destreza
características desiguales.

Las diferencias se hacen aún más evidentes
cuando nos fijamos en las distintas facetas de la personalidad
del niño, sus destrezas sociales. Podemos encontrarnos con
niños muy avanzados en lo que a inteligencia se refiere,
pero sin embargo presentan unas características de
personalidad infantilizadas o pocas habilidades sociales; en otro
niño esta combinación puede aparecer a la inversa.
Los cambios que se producen afectan a todos los ámbitos:
al modo en que comprenden las características de los
demás y de sí mismos como seres sociales, a su
concepción de las relaciones y, a su representación
de las instituciones y sistemas sociales en que se hallan
inmersos.

A los 10 años el niño se muestra
complaciente y sereno. Sobre los 11 años va afianzando
cada vez más su personalidad. Se hace más curioso,
charlatán, investigador e inquieto. El hambre
física de alimento se despierta con la misma fuerza que el
hambre por saberlo todo, escudriñarlo todo y preguntar
incansablemente.

Se desarrolla la comprensión de sí mismos.
Se reconocen a sí mismos desde varias competencias al
mismo tiempo. Se pueden reconocer a sí mismos como flojos
en el deporte, y buenos
para tocar un instrumento musical. Pueden sentirse hábiles
para hacer amistades y ser considerados por los demás,
pero como persona de mal genio, lo que
a veces les obliga a hacer cosas que ponen en riesgo a sus
amistades. Se van haciendo más autocríticos y su
autoestima se resiente en cuanto empiezan a verse de forma
más realista, con fortalezas y debilidades. Normalmente se
evalúan comparando sus habilidades y sus destrezas con los
de los demás. Suelen sentirse más responsables de
sus limitaciones. La acción, la apertura al mundo y, como
consecuencia, el adiós a la infancia
conquistando la propia autonomía frente al adulto, es lo
más característico que, al final, termina
consiguiéndose finalizando esta etapa.

Entre los diez y doce años el niño
protesta si le tratan como a un niño y siente que ha
crecido bastante como para sentirse más grande, fuerte y
responsable de lo que se entiende por un niño. Hay que
enseñarle a descubrirse a sí mismo y su vida como
principal valor para que entre con fuerza, con equilibrio y
confiadamente en la adolescencia.

La Personalidad es de vital importancia al momento de la
comunicación oral, ya que por medio del lenguaje
desarrollamos y demostramos nuestra personalidad, sin embargo, no
en menos importancia y en completa unión con lo visto a
continuación conoceremos las características de la
Autoestima.

  • 4. Características de la
    Autoestima

En la medida en que el niño de entre once y doce
años se valore, estime y se considere capaz y competente,
habrá más esperanzas de una maduración
psicológica, mental y social adecuada, propia de un ser
humano feliz, capacitado para hacer felices a los demás.
Los problemas de talla, debido al adelanto en el desarrollo de
algunos compañeros como así mismo la obesidad
pueden ser problemas que afecten seriamente la autoestima y el
bienestar emocional.

El desarrollo de la autoestima es el resultado de un
proceso conformado por las experiencias personales, sociales de
niños y niñas en su interacción con los
otros. Los éxitos, fracasos, las valoraciones y
críticas de los adultos, de los pares significativos para
el niño o niña, el ambiente humano en que crece, el
estilo educativo de padres y profesores, los valores y modelos
que la sociedad ofrece, tienen influencia en la
elaboración del autoconcepto y la autoestima. Es
importante considerar que el proceso de desarrollo de la
autoestima es complejo y se relaciona a la vez con otras variables que
conforman la personalidad. Del mismo modo, que existe
variabilidad en la conformación del autoestima de una
persona a otra, aún viviendo en condiciones
similares.

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