Principios éticos universales como fundamento de los Derechos Humanos (página 2)
El iusnaturalismo sostiene que el origen de los
derechos
humanos no reside en la ley positiva,
sino que parte de la naturaleza
propia del ser humano, una naturaleza que es superior y
precedente a cualquier ley positiva. En el caso de las
tradiciones religiosas, los derechos naturales son una
de las características con las que Dios dota a los seres
humanos
El positivismo.
La ley positiva afirma que sólo es derecho aquello que
está escrito en un ordenamiento jurídico. Como
plantea Jesús Mosterín en forma precisa:
"Los derechos no son algo que exista ya dado en la
naturaleza y que nosotros nos limitemos a descubrir, como los
cromosomas o los
continentes. Los derechos los creamos nosotros mediante nuestras
convenciones. Así que la pregunta relevante no es
'¿qué derechos tiene tal criatura?', sino
'¿qué derechos queremos que tenga?'."
(Jesús Mosterín. Creando derechos. El País,
29-8-1999)
Aunque ambas posturas tengan sus razones, acertadamente
Benedicto XVI nos advierte de los riesgos de una
interpretación meramente positiva de los
derechos:
"Sólo si están arraigados en bases
objetivas de la naturaleza que el Creador ha dado al hombre, los
derechos que se le han atribuido pueden ser afirmados sin temor
de ser desmentidos (…) Por tanto, es importante que los
organismos internacionales no pierdan de vista el fundamento
natural de los derechos del hombre. Eso los pondría a
salvo del riesgo, por
desgracia siempre al acecho, de ir cayendo hacia una
interpretación meramente positivista de los mismos."
– Benedicto XVI. Mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la
Paz, 1-1-2007
Mi opinión es que la protección del
amor y la
vida, la libertad de
conciencia y la
responsabilidad, así como la propiedad y
muchos otros derechos inalienables, no existen meramente porque
alguien los haya descubierto o reconocido, o porque se hayan
decretado leyes sobre
ellos. Al contrario, es el hecho de que el amor y la
vida, la libertad de conciencia y la responsabilidad, así
como la propiedad ya existían de antemano, es este hecho
lo que causó en las personas la necesidad de hacer leyes
para su protección.
Dicho esto, también reconozco la necesidad de la
existencia de declaraciones, leyes y constituciones escritas que
expresen la voluntad soberana de las personas y sus familias en
términos de los principios de
justicia y de
la ley natural. Por que esto constituye la protección
más eficaz contra el abuso del poder, la
destrucción de la libertad y las flaquezas humanas de los
que gobiernen.
Tres Principios
que fundamentan los Derechos Humanos
1. Principio de la dignidad e
igualdad
humana – "Todos y cada uno de los seres humanos,
sin distinción de género,
raza, etnia,
clase o
condición social, son poseedores de una misma dignidad
especial, por naturaleza o porque Dios se la ha conferido, que
les distingue del resto de las criaturas, y son portadores de un
mismo valor sagrado,
cósmico, único y eterno, que es innato e
intrínseco a su condición humana, y por lo tanto
todos merecen la misma exquisita consideración y sumo
respeto"
(Dr. Miguel Angel Cano – Fundamentos de una Educación para la paz
III – Etica y Paz – Hergue Editorial)
Todo fundamento ético de derechos debe contemplar
NUESTRO VALOR ORIGINAL como seres humanos, como personas.
¿Qué nos hace humanos? ¿Cuál es la
fuente u origen de nuestra razón y conciencia?
Cada persona es una
realidad singular, inabarcable, incognoscible, irrepetible,
insustituible, impredecible, inconmensurable, única, libre
y con una dignidad irrenunciable; por eso las personas no son un
medio, son un fin en si mismas.
Cada persona tiene originalmente un valor divino,
eterno, único y cósmico, me explico:
1. Un valor divino. Tenemos la dignidad
intrínseca e inalienable de ser hijos e hijas de
Dios.2. Un valor eterno. Somos seres eternos
que viviremos para siempre en el mundo espiritual con
Dios.3. Un valor único. No hubo, no
hay y no habrá nunca alguien igual a cada uno de
nosotros. Somos únicos, irrepetibles e
irremplazables.4. Un valor cósmico. Somos la
manifestación visible del creador invisible, imagen y
semejanza de Dios. Somos un microcosmos del
macrocosmos.
Cada persona, por tanto es portadora de todos estos
valores
transcendentes y esto constituye el fundamento de la dignidad y
de los Derechos Humanos Universales. (2)
LA LEY EN EL CORAZON Y EN LA CONCIENCIA – Es muy
alentador que en las Escrituras la esperanza para el futuro de la
humanidad estará marcado por la transformación del
corazón
humano. Seguir las leyes naturales o divinas será algo
natural como muestran estos pasajes de Ezequiel y
Jeremías:
"… Pondré mi Espíritu dentro de
vosotros y haré que andéis según mis leyes,
que guardéis mis decretos y que los pongáis por
obra." (Ezequiel 36:26-27)
"Pondré mis leyes en su mente y las
escribiré en su corazón. Yo seré su
Dios, y ellos serán mi pueblo." (Jeremías
31:33-34 – Hebreos 8: 10-12)
"La boca del honrado susurra sabiduría, su
lengua habla
con rectitud; la ley de su Dios está en su corazón,
sus pasos nunca vacilan". (Salmo 37, 30-31)
2. Principio de la universalidad de las relaciones de
intercambios recíprocos, o principio de dar y
recibir:
"Los seres humanos —igual que el resto de las
criaturas y cosas— no están hechos para existir o
vivir solos, aislados o completamente independientes, sino que
están configurados por la naturaleza o por Dios para
mantener múltiples interacciones fisiológicas
dentro de sí mismo y con su ambiente,
así como para establecer —de forma voluntaria,
responsable y creativa— una serie fluidas, armoniosas y
estables relaciones de intercambios recíprocos de amor,
afectos, cuidados, ideas, conocimientos, bienes y
servicios con
otros seres humanos y el resto de las criaturas de la naturaleza,
que son vitales para la preservación de su existencia y
multiplicación, para el desarrollo del
carácter y cultivo de sus talentos, y para
poder experimentar el más alto grado de alegría o
felicidad compartida." (Dr. Miguel Angel Cano –
Fundamentos de una Educación para la paz III – Etica y Paz
– Hergue Editorial)
Este principio de dar y recibir es el fundamento de la
ética y
los valores
comunes a todas las religiones y
culturas, en las que encontramos:
Las cuatro prescripciones morales de: Piedad
filial, fidelidad conyugal, fraternidad y lealtad.
Son necesarias porque promueven el buen dar y recibir
entre padres e hijos, marido y esposa, entre hermanos y hermanas
y entre todas las personas
Las cuatro prohibiciones de: no robar, no mentir,
no matar y no tener relaciones
sexuales ilícitas, que también son necesarias
porque evitan un mal dar y recibir entre las personas.
Encontramos los principios de Justicia cósmica
– retribución divina – ley natural – ley del karma
expresados en forma compleja o sencilla:
lo que se da, se recibe
quien mal hace, mal recibe
según sean las acciones de los hombres,
así será la recompensalo que uno siembra, eso
cosechará.
El clásico principio de la equidad o
justicia: – dar a cada uno lo suyo – La
equivalencia entre lo que se da y se recibe y la ley de la
reciprocidad de corresponder en la misma medida que se
recibe.
La Regla de Oro –
trata a los demás como queréis que os traten a
vosotros
La Regla de Plata (lo mismo pero dicho en forma
de negación) – no hagas a los demás lo que no
quisieras para ti.
El principio de la prioridad de dar sobre recibir, que
fundamentan los valores y virtudes de la generosidad, el
altruismo, el desinterés, la caridad y la
solidaridad:
más vale dar que recibir
no des esperando ganancias
nadie busque su interés sino el del
prójimocuando tú hagas limosna, no sepa la
izquierda lo que hace la derecha
EL principio del valor absoluto o supremo del amor
incondicional:
amémonos unos a otros
si no tengo amor, no soy nada
tened benevolencia hacia todos los seres
vivientestenéis que mostrar compasión por
todosved a todos los seres como unos padres ven a su
único hijoinvierte la ira con
perdónamad a los enemigos (3)
3. Principio del progreso y desarrollo
humano a través de la cooperación centrada en
un propósito común:
"El progreso o desarrollo de la humanidad, ya sea en
el campo económico, científico, tecnológico,
artístico, social y humano se produce, principalmente, a
través de la
comunicación, el entendimiento, el diálogo,
el consenso, la cooperación armoniosa y la
interdependencia mutua entre individuos, familias, comunidades,
naciones y civilizaciones, centrado en propósitos comunes
y fines compartidos, y no a través de la lucha, el
conflicto o la
destrucción mutua." (Dr. Miguel Angel Cano –
Fundamentos de una Educación para la paz III – Etica y Paz
– Hergue Editorial)
Este principio nos lleva a la búsqueda del
BIEN COMUN y el SERVICIO
PUBLICO. Vivir por el bien de los demás es también
el criterio de un buen liderazgo.
Expresado en el consejo que recoge la escritura:
"…el que quiera llegar a ser grande entre vosotros,
será vuestro servidor…
el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a
servir…" (Mat. 20: 26-28)
La centralidad de
la familia
"La familia es
el elemento natural y fundamental de la sociedad y
tiene derecho a la protección de la sociedad y del
Estado" Apartado 3º Artículo
16 -Declaración Universal de Derechos Humanos –
1948.
La familia es la
sociedad primordial, patrimonio
común de la humanidad, indispensable en la construcción de cualquier sociedad. Si no
podemos lograr paz, amor y felicidad en nuestros hogares, no
existirá esperanza de crear paz, amor y felicidad en la
sociedad, la nación
o el mundo.
La familia es soberana. El amor original
y eterno diseñado y bendecido por Dios entre marido y
esposa es un don sagrado y absoluto. La familia es titular de
derechos propios fundamentales e innatos, derechos que surgen de
un fondo propio y autónomo de poder (no le son concedidos
por el Estado, ni
por ninguna otra autoridad), de
hecho, la familia soberana es anterior al Estado o cualquier otra
institución y constituye el fundamento de toda autoridad.
Esta potestad soberana es la única capaz de generar la
primera de todas las demás instituciones
jurídicas y sociales: la familia fundada en el matrimonio, que
es la sociedad primordial y patrimonio común de la
humanidad.
Conclusión: Cuatro principios
básicos para lograr la Paz y los Derechos
Humanos
1. El bien común – (Vivir
por los demás)2. La familia – Escuela del amor y
la paz – Garantizar su protección ética y
moral mediante el fomento de los valores
familiares.3. Practicar la cooperación y
reconciliación entre religiones y
naciones.4. Promover un liderazgo espiritual,
moral y unificador acorde a valores
universales.
¡Muchas gracias por su atención!
—————-
(1) Reflexiones sobre la falta de referencia a Dios en
la Carta de
las Naciones Unidas y
en la DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS – Por
Jesús González Losada –
(2) Principios para la vida y el buen gobierno –
Jesús González Losada – http://principios-vida.blogspot.com/
(3) Dr. Miguel Angel Cano – Fundamentos de una
Educación para la paz III – Etica y Paz – Hergue
Editorial
Anexo: Algunos
elementos complementarios
VALORES NO NEGOCIABLES, según documentos
oficiales de la Iglesia
Católica:
"… tiene una importancia particular para quienes,
por la posición social o política que ocupan,
han de tomar decisiones sobre valores fundamentales, como
• el respeto y la defensa de la vida humana, desde su
concepción hasta su fin natural, • la familia fundada
en el matrimonio entre hombre y mujer, • la
libertad de educación de los hijos y • la promoción del bien común en todas
sus formas. [1] Estos valores no son negociables.
[2]"
– Benedicto XVI EXHORTACIÓN APOSTÓLICA
POSTSINODAL SACRAMENTUM CARITATIS – Roma, 22 de
febrero de 2007 – Papa Benedicto XVI – [1] Cf. Juan Pablo II,
Carta enc.
Evangelium vitae (25 marzo 1995): AAS 87 (1995),
401-522; Benedicto XVI, Discurso a un
congreso organizado por la Academia Pontificia para la
vida (27 febrero 2006): AAS 98 (2006), 264-265.
[2] Cf. Congregación para la Doctrina de la
Fe, Nota doctrinal acerca de algunas cuestiones con respecto
al comportamiento
de los católicos en la vida política (24 noviembre
2002): AAS 95 (2004), 359-370.
PRINCIPIOS NO NEGOCIABLES
1. VIDA – La persona es sagrada e
inviolable, desde la concepción hasta la muerte
natural.2. FAMILIA – La familia nace del
compromiso conyugal. El matrimonio es un voto, en el que un
hombre y una mujer hacen donación de sí mismos
y se comprometen a la procreación y el cuidado de los
hijos.3. LIBERTAD DE ENSEÑANZA – Los
padres tienen el derecho y el deber de educar a sus hijos.
Son ellos -no el Estado, ni los empresarios educativos, ni
los profesores- los titulares de ese derecho.4. BIEN COMUN – El Estado está al
servicio de la sociedad y no al revés. El papel de la
autoridad es ordenar la comunidad política no
según la voluntad del partido mayoritario sino
atendiendo a los fines de la misma, buscando la
perfección de cada persona, aplicando el principio de
subsidiariedad y protegiendo al más débil del
más fuerte".
Las tradiciones espirituales y religiosas tienen la
dimensión vertical que busca la relación con Dios,
el Creador; y la dimensión horizontal que busca aceptar,
respetar y amar a las demás personas.
"Amarás a Dios sobre todas las cosas y al
prójimo como a tí mismo" Mt. 22:37-40, Deut.
6:5, Lev. 19:18
LA REGLA DE ORO de la conducta moral es el
amor a los demás y es el patrimonio doctrinal de todas las
grandes religiones del
mundo:
Cristianismo: "Todo cuanto queráis que
os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a
ellos: porque esta es la Ley y los profetas." (Mateo 7,
12)
Hinduismo: "El deber supremo es no hacer a
los demás lo que te causa dolor cuando te lo hacen a
ti" (Mahabharata 5, 15, 17).
Budismo: "No hieras a los demás, para
que no te encuentres herido tú también"
(Udanavarga 5, 18).
Confucianismo: "La benevolencia máxima
consiste en no hacer a los demás lo que no quieras que te
hagan a ti" (Analectas Rongo, 15, 23).
Judaísmo: "Lo que para ti es odioso,
no lo hagas a tu prójimo. En esto consiste toda la Ley;
todo lo demás es un comentario" (Talmud, Shabbat
31a).
Islam: "Ninguno de vosotros es creyente si no
ama a su hermano como a sí mismo" (Las 42 tradiciones
de An-Nawawi).
Religión tradicional africana: "Lo que
das -o haces- a los demás, eso te darán -o
harán- a ti" (Proverbio ruandés).
Dios es la fuente del amor, la vida y
la paz.
Los que provocan conflictos,
odio, violencia y
terrorismo
deben saber que en la medida en que lo hacen no son buenos
miembros de ninguna religión.
Autor:
Jesús González
Losada
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