Las tres etapas en la vida de la mujer
- Los períodos
- La
Madre - El
control del instinto sexual - La
menopausia, no es una enfermedad - Bibliografía
Avances logrados en la salud general han extendido
la duración de la vida del ser humano, al doble de lo que
fuera hace unos cien años.
Por consecuencia, al final del año 2009,
las mujeres pos menopáusicas constituirán el mayor
grupo
demográfico en los EEUU.
Doncella nativa americana
Las divisiones antiguas de la vida de la mujer entre:
Doncella, Madre, y Vetusta han cambiado, a medida que realizamos
el hecho de que la fase de "vetusta" comprende una tercera parte
de la existencia de la mujer
moderna.
Cada etapa de la vida de la mujer está
organizada por lo que las "culturas de las diosas" llamaran "los
misterios de
la sangre".
Veamos:
La menarquía, que marca la
llegada de la primera menstruaciónEl parto, que
se acompaña por la sangre del proceso de
dar a luz, yLa menopausia, cuando la "sangre sabia" de la
mujer permanece en su cuerpo para darle sapiencia.
Estos cambios funcionan como portalones
biológicos para los cambios psicológicos requeridos
en cada período.
Todas las mujeres experimentaran los impactos
emocionales provocados por las fluctuaciones normales en sus
hormonas
femeninas.
Las emociones
sentidas por las mujeres, el significado psicológico que
ellas asignan a los eventos que, en
sus vidas, las inciden, y las experiencias transformadoras de
cada fase, son resultado de la cronología física inherente en
el cuerpo de toda mujer, a medida que progresa en su desarrollo
psicosexual.
Madre africana
Pero, asimismo, la psicología de la
mujer es influida por el condicionamiento cultural.
Desarrollando la intuición
La menstruación, la ovulación, el
embarazo, el
dar a luz a un bebé, y la peri-menopausia son experiencias
de tal intensidad física y psicológicas que obligan
a la mujer a enfocar en las actividades internas de sus
cuerpos.
Esta experiencia directa, resultado de estados
fisiológicos intensos, resulta en una perspicacia que se
basa en la "sabiduría del cuerpo".
La conexión, a través de sus
organismos, con los ritmos cósmicos yace las fundaciones
para que transformaciones profundas ocurran en la consciencia y
en la mente femenina.
Pero, si estas metamorfosis son tan naturales,
¿para qué analizarlas?
Veamos
Existen varias razones que nos motivan para
escribir esta tesis.
Revisando la literatura acerca de este
tema, y examinando los mensajes confusos que recibimos de los
medios de
comunicación y de información, parece ser que la tendencia
cultural ha sido estimar la sexualidad de
la mujer de manera equívoca y contradictoriamente.
Por los últimos 5,000 años, los
giros culturales para definirla hacen peligrar lo que pudiese
haber sido un estimado correcto de esta función.
Menopausia distinguida
Por ejemplo, los medios esperan que la mujer,
cuando es joven, luzca sexualmente atractiva, pero que se
abstenga de encuentros sexuales.
Mientras, que en el caso de la mujer madura, que
mantenga sus apariencias
lozanas o que se torne invisible para todos.
Los
períodos
La Doncella
La tarea del desarrollo para la joven doncella,
es el descubrir su potencial creativo individual.
En términos de la espiritualidad, puede
compararse a la novicia religiosa, en espera de ser iniciada.
Esta es una etapa excitante, porque permite a la
mujer el aprendizaje en
todos los respectos:
Preparándose profesionalmente,
experimentando las complejidades de las relaciones de todos los
tipos y a todos los niveles, disponiéndose para
responsabilidades maduras, y desarrollando una relación
consciente con sabiduría intuitiva de su cuerpo, que le
durará para el resto de la vida.
Esta etapa, actualmente conlleva la
implicación de la inocencia lo que resulta en una
distorsión desproporcionada del término.
Es así, porque connota una sexualidad
inmaculada: literalmente, ingenua y virgen en todo respecto.
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