Monografias.com > Educación
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La formación del valor altruismo en los estudiantes de secundaria básica



    La Educación Secundaria Básica tiene
    como fin la formación básica e integral del
    adolescente cubano, sobre la base de una cultura
    general que le permita estar plenamente identificado con su
    nacionalidad,
    dominar y entender su pasado, enfrentar su presente y garantizar
    su preparación futura para adoptar de manera consciente la
    opción del socialismo, y
    comprometerse con la defensa de las conquistas sociales y la
    continuidad de la obra de la Revolución, en sus formas de pensar, sentir
    y actuar.

    En este campo de investigación son diversos los criterios de
    psicólogo, sociólogos y pedagogos que distinguen la
    responsabilidad del seno familiar en la
    formación de la
    personalidad de sus hijos, al brindarles las primeras
    nociones morales; principios y
    valores. La
    escuela en tanto,
    dirige y desarrolla estos valores y forma otros mediante el trabajo
    sistemático en consonancia con los intereses de la
    sociedad y el
    sistema
    político. La educación en
    valores es el resultado del trabajo
    continuo y sistemático en el plano docente-educativo de la
    escuela.

    En el terreno educativo las investigaciones
    de los valores se
    han llevado a cabo de manera prolija por un gran número de
    investigadores. sin embargo, los estudios han sido para
    situaciones concretas y anteriores. En su mayoría estos
    han sido de corte filosófico, de ahí que estudios
    psicológicos y pedagógicos aun sean necesarios, y
    constituyan una prioridad investigativa de la comunidad
    científica educativa cubana[1]

    El altruismo es un valor que a
    criterio de los autores no debe ser menospreciado en su
    formación y fortalecimiento por parte de la escuela ya que
    este es un valor integrador, considerándose por los
    autores que el mismo lleva implícitos modos de
    actuación de otros valores reconocidos y estimados como
    esenciales en la formación y desarrollo de
    la personalidad
    de los alumnos y que integralmente se trabajan por el Ministerio
    de Educación bajo la certera guía del Partido
    Comunista de Cuba. Sin
    el
    conocimiento del concepto y
    significación del altruismo para la sociedad, los
    educadores, familia y
    estudiantes estarán exentos de un comportamiento
    consciente, comprometido, incondicional y responsable, en los
    cánones de un valor intrínseca y verdaderamente
    humano, acorde a los principios de la Revolución
    Socialista.

    El Materialismo
    Dialéctico y los valores.

    Dentro del desarrollo del pensamiento
    filosófico la dialéctica
    materialista constituye lo más avanzado a partir de
    una concepción integradora y cosmovisiva del mundo. Creada
    por los alemanes Carlos
    Marx(1818-1883) y Federico Engels(1828-1883) y posteriormente
    desarrollada y ampliada por el ruso Vladimir Ilich
    Lenin(1870-1924), en época del capitalismo
    imperial; aporta los fundamentos teóricos y los principios
    metodológicos para desarrollar del tratamiento de los
    valores en un nivel superior de profundidad tanto en su devenir
    histórico como un fenómeno de naturaleza
    histórico social, cuya complejidad se expresa en las
    leyes de la
    dinámica de su estructura
    conformada por la conciencia
    moral, las
    relaciones morales y la actividad moral así como en su
    función
    reguladora, orientadora, valorativa y educativa, presentes en
    toda la actividad y el sistema de
    relaciones y comunicación humanas, cuya
    manifestación o rasgos característicos, son parte
    consustancial de la cultura de cada época.

    Los clásicos del marxismo hacen
    aportes consustanciales para la comprensión
    dialéctico-materialista de los valores, en cuyas tesis se
    encuentran el fundamento de naturaleza social, histórica y
    clasista, a partir de la multifacético actividad del
    hombre que
    tiene como centro el trabajo y de sus relaciones en el tejido
    social, lo cual se concreta en una determinada actitud ante
    la propia vida, en una forma específica de actuar y de
    comportarse.

    Por primera vez al penetrar en la esencia social e
    histórica de los valores, no se hace depender a estos solo
    de de las ideas como algo independiente, ni de condición
    biológica, natural, hereditaria, innata de los seres
    humanos, ni de la voluntad de algún Dios, ni de la
    subjetividad interna de cada individuo
    aislado; sino que es entendida como un fenómeno social que
    forma parte de la vida espiritual e ideológica y del mundo
    interno de los individuos, por lo que se da en relación de
    lo social (plano objetivo) y lo
    individual con (plano subjetivo), en lo externo y en lo interno,
    en la relación dialéctica.

    Algunos antecedentes de carácter histórico de la
    formación de valores en la pedagogía cubana.

    Las raíces históricas de la educación en
    valores del país se encuentran en el pensamiento
    pedagógico cubano de avanzada del siglo XIX, generado por
    los máximos exponentes del pensamiento ético: el
    padre Félix Varela, José de la
    Luz y Caballero, Rafael Maria De Mendive, Enrique José
    Varona y José Martí,
    entre otros.

    Dentro de los valores que había que desarrollar estaban
    la precaución, la gratitud, la benevolencia, la
    conmiseración la prudencia, la alegría, la justicia y la
    fortaleza.

    Al percibir que este modelo
    debía perfeccionarse, Varela perfiló mejor su
    sistema
    educativo –instructivo centró su interés en
    la formación moral de la juventud. La
    experiencia pedagógica de Varela, su indiscutible estirpe
    de pedagogo, lo llevaron a defender presupuestos
    educativos que hoy son verdades probadas. Se aprecia
    también en su obra orientaciones metodológicas para
    enfrentar la formación en valores.

    El papel formativo y moralizador del trabajo no fue
    desconocido para Luz y Caballero:
    Él dio gran peso a la labor educativa en la escuela.
    Enfatizó la necesidad de desarrollar cualidades positivas
    de la personalidad, tanto a través del proceso de
    instrucción como mediante actividades programadas por la
    escuela.

    A fines del siglo XIX dos ilustres pedagogos se opusieron
    desde dos corrientes distintas, el positivismo
    cientifísta y el ideal educativo humanista, al ya
    deteriorado ideario hispano escolástico. Enrique
    José Varona (1849-1933) y José Martí
    (1853-1895). El primero desarrolló una teoría
    educativa basada en fundamentos positivistas. Estuvo siempre muy
    preocupado por la formación integral del estudiante y
    consideró a la educación de la parte moral
    preferencia, de ahí que para Varona el acto de educar es
    formativo en su esencia.

    Por su parte José Martí tiene un concepto muy
    claro de acerca de la formación integral del hombre,
    criterios que expuso a través de diferentes escritos en
    forma de artículos fundamentalmente. Martí
    defendía la conjunción dialéctica entre el
    conocer, pensar, y formar valores y su núcleo central es
    la formación del sentimiento estético. Para
    él debía mostrarse al niño relación
    indisoluble entre los conocimientos útiles, el pensamiento
    creador, la responsabilidad de actuar para transformar el medio
    natural y social y la formación de valores
    morales positivos. Con su pensamiento y accionar llegan a su
    grado máximo los conceptos de patriotismo e
    internacionalismo.

    La neocolonia no impidió el avance de ideas
    progresistas y revolucionarias en cuanto a la educación en
    valores. Ya en los años 30, sin embargo se introdujeron
    los postulados de la llamada Escuela Nueva. Esta a pesar de
    significar un avance pedagógico importante tuvo sus
    limitaciones. Los pedagogos cubanos asumieron las concepciones
    axiológicas del neokantismo, no satisfechos con los
    preceptos defendidos por el pragmatismo
    sobre formación de valores, proveniente de la Escuela
    Activa; lo que devino en un hecho inusitado y creativo al
    adaptarla a las condiciones específicas del
    país.

    A principios de la segunda mitad el pasado siglo, ilustres
    pedagogos asumieron el reto de no dejar caer las ideas más
    nobles y de vanguardia,
    propias de nuestra tradición martiana, principalmente;
    contra el espíritu conformista y existencialista del que
    se apoderó buena parte del devenir educativo de la
    época. Estos destacados educadores fueron capaces de de
    impregnar en su accionar educativo el sentido de la critica del
    buen hacer, la creatividad y
    esperanza, necesarios para un cambio en los
    horizontes patrios.

    Con el triunfo de la Revolución, el magisterio cubano
    ha sido fiel continuador y exponente de la ideología revolucionaria martiana, marxista
    y humanista, cuyo contenido de valores morales expresa los
    intereses y anhelos de las masas trabajadoras en el poder y en
    lucha permanente por la defensa del proyecto social
    socialista de independencia
    y soberanía nacional, de injusticia social y
    del culto a la dignidad plena
    del hombre. Sin duda la batalla por la educación masiva y
    gratuita, la eliminación del analfabetismo
    fueron de por sí el motor impulsor
    del proceso; siendo este a su vez fuente para la formación
    de los nuevos valores del nuevo sistema en construcción.

    En las difíciles condiciones del período
    especial, en la década 90, se ha agudizado la lucha
    ideológica que tiene como una de sus causas principales,
    el impacto de la situación económica de la vida
    ideológica y espiritual de la sociedad. Dentro de los
    efectos más evidentes en este contexto se encuentran
    contradicciones en la esfera de los valores, las actitudes y
    conductas de los individuos, las que en ocasiones son
    incompatibles con la ideología y la moral
    socialista y humanista de la Revolución, tales como el
    individualismo y egoísmo, la prostitución, el consumismo entre otros
    males sociales.

    La tradición histórica – pedagógica
    cubana permite un esbozo amplio de la educación en
    valores. De ahí que la educación y formación
    en valores constituyan la catarsis del
    devenir histórico y cultural de nuestro pueblo. Es
    así como la formación de valores debe continuar
    siendo una preocupación medular en la educación del
    país, variando solo las circunstancias que la hicieron
    necesaria no las causas.

    Tratamiento de los valores en el contexto
    educativo.

    La axiología es la rama del saber
    filosófico que estudia la naturaleza de los valores
    humanos (axia) valor – (lagos) estudio, tratado. La
    función valorativa se expresa en la regulación y
    orientación de la actividad humana sin que de ninguna
    manera excluya el conocimiento
    sino que lo presupone. Es evidente que lo axiológico se
    refiere a lo valorativo (el valor, la actividad) y las relaciones
    valorativas. La axiología no solo se ocupa de los valores
    positivos, sino también de los valores negativos,
    analizando los principios que permiten considerar que algo es o
    no valioso, y considerando los fundamentos de tal juicio.

    Dada la complejidad de los valores, existen distintas
    dimensiones en su tratamiento y conceptualización, de
    acuerdo al objeto de estudio que fundamentan las diferentes
    ciencias. Los
    valores morales tienen su base en las relaciones objetivas y
    materiales que
    se establecen entre los hombres en el proceso de producción material por lo que se puede
    afirmar que no son reflejo de una idea o espíritu
    absoluto, ni son inmovibles, sino que constituyen elaboraciones o
    productos de
    naturaleza y carácter clasista.

    La Dra. Nancy Chacón hace un análisis de los valores en su aspecto moral
    planteando que estos "constituyen la unidad de lo objetivo y lo
    subjetivo, de lo emocional y lo racional el cual se da sobre la
    base de exigencias y necesidades humanas concretas que se
    expresan en los en los valores a través que se expresan en
    los valores individuales y sociales, aspiraciones y anhelos por
    lo que constituyen una autoafirmación de la
    condición humana.

    Los valores morales expresan la significación social
    positiva, buena, en contraposición al mal, de un
    fenómeno (hecho, acto de conducta), en
    forma de principio, norma o representación del bien, lo
    justo, el deber., con un carácter valorativo y normativo
    al nivel de la conciencia, que regula y orienta la actitud de los
    individuos hacia la reafirmación del progreso moral, el
    crecimiento del humanismo y el
    perfeccionamiento humano.[2].

    Se refieren a los principios, que después de un
    complejo proceso psicosociológico son asimilados por la
    conciencia de las personas, grupos, clases
    sociales o masa en general, y se expresan en sus ideas,
    conductas y actitudes.[3]

    La formación del hombre que requiere nuestra sociedad
    va aparejado a la necesidad del desarrollo de la personalidad del
    estudiante para ello es imprescindible una atención diferenciada a la formación
    en valores.

    En psicología
    el concepto de valor centra su atención en el mundo
    subjetivo de la personalidad. Los valores se asocian a la esfera
    volitivo – emocional del individuo aunque es cierto que a esta
    ciencia
    también le interesa lo social por ser esta una de sus
    ramas de estudio como por la necesidad de prestar atención
    a los factores sociales que actúan sobre la
    formación de la personalidad.

    El psicólogo ruso Liev S. Vigotski, integra el
    desarrollo psíquico de manera sistemática y acabada
    apoyándose en una metodología dialéctico-materialista.
    Entiende la actividad social concebida por la orientación
    y dirección de los adultos en el contexto
    cultural como experiencia histórico- social actuando en y
    sobre la base del las funciones
    psíquicas superiores que constituyen el fundamento del
    desarrollo moral del individuo que se educa y forma. Esto
    significa en síntesis,
    que la psiquis es una entidad dinámica producto del
    desarrollo histórico de la sociedad y que se desarrolla
    individualmente a partir de transformaciones estructurales y
    funcionales. Para Vigotski, además, eran inseparables, el
    aspecto intelectual de la conciencia, de lo afectivo y lo
    volitivo.

    En este punto el tratamiento psicológico de los valores
    se intercepta con su abordaje pedagógico interesado este
    último por el proceso de formación de valores o
    formación de una conciencia valorativa. Tanto a la
    psicología como a la pedagogía les interesan los
    valores como elementos constitutivos de la conciencia subjetiva
    humana. Desde el ángulo estrictamente psicológico
    no es lo más importante en correspondencia o no de los
    valores subjetivos con algún referente objetivo que
    trascienda la subjetividad individual o colectiva.

    La pedagogía en cambio no puede prescindir de del
    reconocimiento implícito de una escala objetiva
    de valores que guíe y oriente la formación
    pedagógica. Para el pedagogo alemán Scholz, los
    valores son siempre una relación sujeto-objeto, son el
    resultado las valoraciones, de un proceso de reflejo
    específico de la conciencia. Según el Dr.
    José Ramón Fabelo Corzo, los valores son
    motivaciones que guían la actividad y conducta del ser
    humano y que a veces son contrapuestas entre determinados
    individuos o grupos
    sociales. Estos pueden ser: naturales, objetivos o
    subjetivos. Son además una expresión de la realidad
    viva y actuante de cada uno de los sectores constitutivos de la
    trama social y los mismos conforman un sistema. Los valores se
    asocian al bien en contraposición al mal, por ello existen
    en forma dicotómica con los antivalores, se forman en el
    seno familiar, la escuela y el medio social que rodean al
    niño, adolescente y/o joven, Son el conjunto de virtudes
    del individuo, orientan la actividad del hombre, por lo que
    asumen un carácter práctico.

    Existen valores económicos (valor y valor de uso)
    materiales estéticos, morales, jurídicos,
    políticos culturales e históricos. Según
    este mismo autor: "Por valor generalmente se entiende la
    capacidad que poseen determinados objetos y fenómenos de
    la realidad objetiva de satisfacer alguna necesidad humana, es
    decir, la determinación social de estos objetos y
    fenómenos consistentes en su función de servir a la
    actividad práctica del hombre"[4]

    Este punto de partida indica tener en cuenta en la
    práctica educativa al menos tres planos de análisis
    de los valores que son explicados por el mencionado autor:

    En el primero, el sistema objetivo de valores.
    Entendido… "como parte constitutiva de la realidad social,
    como una relación de significación entre los
    distintos procesos y
    acontecimientos de la vida social y las necesidades e intereses
    de la sociedad en su conjunto" [5]

    Este sistema es objetivo, cada objeto, fenómeno,
    suceso, tendencia, conducta, idea o concepción
    desempeña una determinada función al tener una
    significación social positiva, en el sentido que
    contribuye al progreso social. Es dinámico, cambiante,
    dependiente de las condiciones histórico concretas y se
    estructura de forma jerárquica.

    El segundo, sistema de valores subjetivos. Se refiere
    a la forma en que la significación social es reflejada en
    la conciencia individual o colectiva "Cada sujeto social como
    resultado de un proceso de valoración, conforma su propio
    sistema subjetivo de valores, en dependencia, ante todo, del
    nivel de coincidencia de los intereses particulares del sujeto
    dado con los intereses generales de la sociedad en su conjunto,
    pero también en dependencia de las influencias educativas
    y culturales que ese sujeto recibe y de las normas y
    principios que prevalecen en la sociedad en que vive"
    [6]

    El tercero, sistema de valores instituidos. "Se
    encuentran constituido por los valores instituidos y reconocidos
    oficialmente… y emanan de la ideología oficial, la
    política
    interna y externa, las normas jurídicas, el derecho, la
    educación formal"[7] y otras actividades
    sociales.

    Partiendo del criterio de que existen tres niveles para
    comprender la relación entre lo objetivo y lo subjetivo en
    los valores, como se apunta anteriormente, es oportuno destacar
    que entre los filósofos burgueses predomina la
    absolutización de la objetividad o de la subjetividad en
    el proceso de formación y fortalecimiento de los
    valores.

    Se puede apreciar, que existe un componente objetivo
    del valor y otro subjetivo.

    Otro de los autores que percibe dicha relación es
    Risieri Frondizi al explicar que… "en el concepto de
    valor se presenta la relación entre lo objetivo y lo
    subjetivo".[8] Como se ha dicho, se logra mediante
    la actividad práctica que desarrolla el sujeto para
    satisfacer sus necesidades.

    Es necesario esclarecer, que sin desconocer los planos de
    análisis anteriores, se ha considerado como objeto de este
    estudio, el sistema subjetivo de los valores a partir del
    presupuesto
    que la significación social del valor se asume por los
    individuos y conforman los valores espirituales relacionados con
    los niveles de desarrollo de la sociedad.

    Los autores, además de los criterios conceptuales antes
    mencionados, asume como válido el concepto de
    valor establecido por el colectivo de
    investigación sobre modelo pedagógico para la
    formación de valores del Instituto Superior
    Pedagógico: "Juan Marinello", el cual plantea que el
    valor:

    "Es una formación psicológica de la
    personalidad, predominantemente inductora , que expresa el grado
    de importancia significación o sentido personal
    consciente, que adquiere para el individuo, los objetos y
    fenómenos de la realidad en un contexto determinado, en
    dependencia de las posibilidades de satisfacción que
    éstos proporcionan para sus necesidades y que se
    manifiestan a través de las normas de relación que
    el individuo establece hacia los mismos y especialmente en sus
    relaciones
    interpersonales para la convivencia con los demás
    miembros de la sociedad."[9]

    Formar valores implica un sólido proceso de
    interiorización que transita por los siguientes
    componentes:

    1.- Componente cognitivo del contenido del valor,
    informativo y propiciador de convicciones. Hay que explicar en
    qué consiste el valor; el estudiante debe conocer el
    modelo del deber ser y su fundamentación, así como
    la significación social del valor.

    2.- Componente afectivo, creación de la
    necesidad de sensibilización motivacional e fomentador de
    ideales. Hay que lograr que el estudiante haga suyo el valor,
    sienta el deseo de alcanzarlo, logre emociones
    positivas y satisfacciones cuando se comporta acorde con los
    valores más altos de la sociedad; a la vez garantizar que
    lo nuevo conocido adquiera una significación positiva para
    él.

    3.- Componente volitivo de socialización, de compromiso de arribo a
    acuerdos y conclusiones: propiciador de principios morales.
    Comprende la toma de
    decisiones por el estudiante al asumir conscientemente el
    valor y defenderlo.

    4.- Componente comportamental, de cierre o de
    formación a aplicación a las normas de conductas
    (actitudinal). Es necesario que el estudiante se
    comporte en la práctica, acorde con el valor, ésta
    es la única forma de consolidarlo y hacerlo estable, por
    lo tanto, hay que dar la posibilidad de apreciar esos valores en
    la realidad, en su comportamiento cotidiano,
    recompensándolo cuando lo hace bien y criticarlo cuando lo
    hace mal, propiciando que ejercite la autocrítica cuando
    el comportamiento no es adecuado.

    En la formación de valores: lograr el adecuado
    vínculo entre lo cognitivo, afectivo, volitivo y
    conductual, implica atender distintos momentos: "motivar,
    conocer, admirar, amar y lograr el
    compromiso"[10]

    El contenido del valor, se practica en las actitudes y
    conductas del propio individuo, en sus relaciones con los
    demás y en la expresión de sus sentimientos y de
    sus convicciones. La mejor educación en valores es aquella
    que procure que la imagen subjetiva
    del valor tienda coincidir con el valor real objetivo de las
    cosas.

    La educación y formación de valores trasciende
    los horarios escolares y las asignaturas y comprende la actitud,
    conducta y sentimientos del hombre ante la vida, la sociedad, la
    naturaleza, el arte, el trabajo
    y el estudio. Los valores se forman en el seno familiar, la
    escuela y el medio social que rodean al, adolescente.

    La educación, formación y fortalecimiento de
    valores en los adolescentes.

    Se hace necesario, aún en forma breve, abordar los
    conceptos de Educación y
    Formación con este propósito se asume
    concepto de Educación que se encuentra en el diccionario de
    Ciencias de la
    Educación, el cual declara que éste es un
    principio, un proceso de inculcación y asimilación
    cultural, moral y conductual. Básicamente es el proceso
    por el cual las generaciones jóvenes incorporan o asimilan
    el patrimonio
    cultural de los adultos. Es una realidad histórica (no
    natural) producida por el hombre y
    vinculada a su contexto.

    Para conceptuar la significación de Formación
    los autores asume el dado por Esther Baxter en su libro:
    ¿Cuándo y cómo educar en valores? La cual
    plantea que la Formación de un sujeto (el estudiante) debe
    ser entendida como el resultado de la educación recibida,
    que se evidencia en una posición activa en su aprendizaje y
    desarrollo, así como en la actitud positiva que pone de
    manifiesto en aspectos fundamentales de su vida, entre ellos:
    la familia, el
    estudio, el trabajo, y la patria.

    Condiciones de vida y educación no pueden por sí
    solos determinar el desarrollo de la personalidad del adolescente
    ya que científicos, pedagogos y psicólogos tales
    como Scholz, Vigostki y Petrovski han demostrado que en
    condiciones sociales idénticas pueden formarse cualidades
    y personalidades diferentes en distintos sujetos, debido a que
    las influencias sociales y educativas actúan sobre un
    individuo con una historia singular de
    desarrollo anterior, con una experiencia única y donde se
    han formado ya algunas cualidades de su personalidad.

    Según la mayoría de la bibliografía consultada ,
    la adolescencia
    abarca un período de entre los 11 años hasta
    aproximadamente los 16 años, aunque esta etapa tiene
    límites
    muy poco precisos ya que muchos autores los extienden hasta los
    18 años dependiendo ya no solo de la edad
    cronológica del individuo sino de su desarrollo
    personal y social.

    En esta etapa suelen producirse cambios en la posición
    que ocupa el adolescente en el hogar y en la escuela, adquiriendo
    nuevas responsabilidades En el seno familiar se le asignan tareas
    de mayor complejidad, que implican una participación
    más activa e independiente, aunque aun esta supeditado a
    la tutela
    familiar.

    Por otro lado están los cambios
    anatomofisiológicos como psicológicos que han
    venido ocurriendo desde la etapa anterior y que ahora se hacen de
    manera más evidente.

    Desde el punto de vista psicológico las condiciones
    internas en los adolescentes se caracterizan por la necesidad de
    independencia y de autoafirmación, que se expresan en el
    deseo de ser tratados como
    adultos; es consciente del desarrollo alcanzado, por lo que
    siente que ya no es un niño. Se compara con el adulto y
    exige sus mismos derechos. Se incrementa, su
    vez la necesidad de ocupar un lugar en el grupo de sus
    contemporáneos, de conquistar el reconocimiento
    aceptación de sus compañeros.

    En la adolescencia el estudia condiciona al desarrollo
    cognitivo, ya que la asimilación del conocimiento
    científico exige el desarrollo de la percepción
    que se hace cada vez más racional, convirtiéndose
    en una observación dirigida a determinar nexos y
    relaciones entre objetos y fenómenos; la memoria
    adquiere un carácter más consciente, premeditado y
    lógico, vinculándose cada vez más al
    pensamiento, lo que hace al adolescente más apto para
    apropiarse de un cúmulo mayor de conocimientos, usando
    para ello procedimientos
    lógicos.

    El adolescente se identifica con un grupo en el que existen
    intereses, valores, puntos de vista comunes, propios de la edad,
    donde se siente comprendido, lo que no ocurre siempre en sus
    relaciones con los adultos. Por eso el grupo se erige en el
    fundamental objeto de la orientación y aprobación
    de su conducta, contribuyendo a la asimilación de normas
    morales que se establecen en el seno del propio grupo y que todos
    los miembros deben cumplir: el respeto, la ayuda
    mutua, la confianza, la fidelidad, etc. Las visiones morales que
    adopta dependen en gran medida de las exigencias morales vigentes
    en su grupo de coetáneos. No obstante aparecerán en
    él un conjunto de puntos de vista, juicios, y opiniones
    propios del carácter moral, que participan en la
    regulación de su comportamiento con relativa independencia
    de las influencias grupales.

    En la adolescencia el maestro debe continuar organizando la
    opinión grupal pero en forma indirecta: apoyándose
    en los adolescentes, y no tratar de lograr que asimilen
    determinadas exigencias bajo"presión"
    externa, ya que esta situación conduce a un formalismo
    moral en la enseñanza.

    Las orientaciones valorativas en los
    adolescentes.

    Las orientaciones valorativas se van conformando desde las
    primeras edades y dependen de la experiencia histórica
    social concreta, del tipo de sociedad y de clase a que
    pertenece el individuo. En ello influye el nivel educacional de
    la persona, su
    educación política-ideológica, sus
    relaciones familiares y la forma en que relaciona y valora, los
    objetos y fenómenos de su entorno. El conocimiento de las
    orientaciones valorativas de los adolescentes tiene importancia
    fundamental para los educadores, pues les permite conocer el
    resultado de su trabajo, obtener educación básica
    para orientar o reorientar su acción
    educativa y dirigir acertadamente la formación de los
    educandos. Para ello los docentes deben
    elevar su preparación para poder cumplir con estas
    responsabilidades.

    Es importante escoger las cualidades adecuadas para las
    distintas edades y hacer corresponder la cognoscitiva (que es
    cualidad) con lo afectivo (la satisfacción por alcanzarla)
    y lo volitivo (el esfuerzo para hacerlo bien, suficiente y
    sistemáticamente). En la adolescencia comienzan a
    desarrollarse aquellos procesos internos que, a finales de esta,
    conducen a la formación de puntos de vistas, orientaciones
    relativamente estables e independientes, y un sistema de
    aptitudes hacia lo que los rodea y hacia las valoraciones de si
    mismos que también resulta relativamente estable. Se hacen
    mucho más emancipados de la influencia directa del
    profesor. El
    trabajo por la cohesión y la calidad del
    colectivo debe estar dirigido a lograr la unidad de las
    orientaciones valorativas.

    Una tarea básica de la educación
    político-ideológica y moral es precisar los valores
    que debemos formar en adolescentes y jóvenes para
    convertirlos en orientaciones de valores estables. La
    formación de los valores debe ser el reflejo y la
    expresión de las relaciones verdaderas que constituyan
    reguladores en la vida futura de estos alumnos. Esta
    formación debe lograrse como parte de la educación
    general y científica que reciben los adolescentes, como
    conocimiento, como producto del reconocimiento de su
    significación y como conducta. En la Secundaria
    Básica existe una tendencia a la autodeterminación
    en relación con los significados sociales.

    Es conocido que no se nace con valores, estos no son heredados
    con los genes. Ellos son el resultado de una educación y
    formación en el contexto social, de ahí que para
    lograrlos se debe:

    Establecer modelos,
    aspiraciones a través de actividades que generalmente se
    producen en el desarrollo del proceso de enseñanza
    aprendizaje: diálogos, conferencias, talleres, debates,
    visualización y análisis de filmes, materiales
    audiovisuales y documentales, actos culturales, políticos,
    etc.

    Se deben considerar algunos elementos en la educación
    en valores: Evitar la transmisión fría y
    esquemática de valores, Pulsar permanentemente las
    dictadas valorativas de la realidad, las exigencias
    prácticas de la vida cotidiana para ofrecer con la mayor
    agilidad posible una respuesta política jurídica y
    pedagógica a las contradicciones, Mostrar que las reformas
    capitalistas que hoy se introducen son medidas absolutamente
    necesarias e inevitables y constituyen un factor instrumental que
    contribuirá a la recuperación económica de
    manera circunstancial.

    Reconceptualizar nuestra utopía, nuestro proyecto,
    nuestra imagen de la sociedad de llegada, de manera que se le
    otorgue un sentido estratégico Socialista a todo lo que
    hoy hacemos y evite la impresión de que nos movemos
    irremediablemente hacia el capitalismo. Rescatar los ideales
    marxistas, demostrar su cientificidad y credibilidad y renovarlo
    creadoramente, Poner permanentemente en evidencia el nexo
    histórico y genético existente entre los valores
    que hoy defendemos y los que se encuentran en el fundamento y
    origen de la nación
    cubana.[11]

    Educar la capacidad valorativa es preparar al individuo para
    adquirir nuevos valores y desarrollar habilidades, tales como:
    determinar si posee la información necesaria para hacer
    valoraciones, sobre el objeto o fenómeno a valorar,
    caracterizar los aspectos esenciales, establecer los criterios y
    patrones, comparar con los aspectos esenciales, elaborar y
    expresar los juicios de valor.

    A criterio de los autores, el docente debe, ser entonces, un
    conocedor cabal de la línea de nuestro Partido, la lucha
    de nuestro pueblo, por su liberación y de las concepciones
    marxistas-leninistas y su importancia para la construcción
    de la Sociedad Socialista en nuestro país. Ser un
    estudioso de los discursos de
    nuestro Comandante en Jefe y otros dirigentes de la
    Revolución y mantenerse informados del acontecer nacional
    y extranjero a través de los principales medios de
    difusión para de esta forma guiar, definir y encaminar el
    contenido ideológico de sus clases y su accionar en la
    educación del estudiante.

    Estos modelos deben luego llevarse a la práctica para
    que se conviertan en manifestaciones de la conducta, a
    través de juegos,
    asignación de responsabilidades y tareas, actividades
    productivas, recreativas y socialmente útiles.
    ¿Cómo definir formación?

    Cuando se habla de los objetivos formativos de
    aprendizaje
    , se refiriere a la formación intelectual,
    a la formación humana, a la formación social y a la
    formación específicamente profesional del
    estudiante, no obstante, se añade el criterio de que en
    Cuba, los objetivos también responden a la formación
    política e ideológica y cultural general que
    deben recibir nuestros educandos.

    La formación intelectual se refiere a la
    adquisición de métodos,
    habilidades, destrezas, actitudes y valores de tipo intelectual;
    se incluyen determinados objetivos, tales como: que el alumno
    aprenda a pensar, a razonar, a analizar, a expresar sus ideas por
    escrito y de forma oral, a investigar, que aprenda a estudiar,
    que tenga curiosidad intelectual a la vez que aprenda a discutir
    y a fundamentar lo que dice, aceptando las ideas de los
    demás.

    La formación humana entre otros aspectos
    incluye habilidades, actitudes y valores por parte de los
    alumnos, considerando a estos como personas, con una
    potencialidad en proceso de desarrollo que los maestros pueden
    ayudar a que se realicen. Aquí se deben potenciar valores
    tales como la honestidad, la
    honradez, la justicia, la solidaridad, el
    altruismo, la laboriosidad, la responsabilidad, la
    búsqueda continua de la verdad con espíritu de
    profesionalismo, que aprendan a conocerse a sí mismos y a
    aceptar limitaciones y capacidades en sus comportamientos.

    La formación social está dirigida al
    desarrollo de habilidades, actitudes y valores en los
    estudiantes, considerándolos como parte de un grupo,
    buscando que aprendan a convivir, a trabajar, a desarrollar su
    espíritu colectivista, a conocer y respetar las normas,
    identificarse con la política
    social cubana y a asumir una posición comprometida
    ante las tareas sociales.

    En la formación profesional se incluye el
    desarrollo de actitudes, valores y habilidades por parte del
    alumno, visto como un futuro profesional de la educación
    que en un corto tiempo
    adquiera la ética
    pedagógica y sea capaz de actuar con libertad e
    independencia en la toma de decisiones y de aportar a las
    transformaciones necesarias en su contexto de
    actuación.

    La formación política-ideológica
    incluye habilidades, actitudes y valores que le permiten al
    estudiante la utilización del instrumental
    dialéctico materialista en el análisis de los
    problemas de
    la contemporaneidad y de Cuba, de modo que asuma un estilo de
    pensamiento reflexivo y valorativo siendo capaz de traducirlo en
    una actitud humanista y revolucionaria en su labor profesional.
    Por otro lado debe estar preparado en este sentido porque a la
    vez de instruir tiene la responsabilidad de demostrar los
    valores, la ideología y defender políticamente el
    proyecto social cubano.

    La formación cultural general aporta al futuro
    egresado el desarrollo de habilidades, actitudes y valores que
    complementan e integran su formación profesional e
    individual, facilitando su papel como promotor cultural lo cual
    contribuye a elevar su calidad de
    vida y su desempeño social. Los de tipo formativo
    requieren más tiempo para lograrse cabalmente, así
    como el esfuerzo conjunto de toda la planta docente (o por lo
    menos de la mayoría).

    El proceso de formación de valores exige la
    consideración de un sin un número de aspectos que
    la condicionan tales como:

    – Ser susceptibles de ser pensado, proyectado y
    diseñado desde la escuela, como sistema de influencias
    externas y desde la labor del maestro primordialmente.

    – Formar parte de un proceso más complejo y más
    amplio: La formación de la personalidad y por tanto de la
    educación, al constituirse aquella en la finalidad
    esencial de esta.[12]

    Es necesario tener en cuenta estas premisas para que no se
    corra el riesgo de
    interpretarse la formación de valores de forma abstracta y
    ajena a la realidad en que se desarrolla

    Además debemos considerar los presupuestos
    histórico-culturales; los contextuales e individuales.
    Esto hace de la educación y formación de valores
    algo concreto,
    científico y sobre todo acorde a la realidad en que
    existimos y nos desarrollamos. Por lo que estos presupuestos
    devienen exigencias insoslayables a atender. La educación
    y formación en valores presenta un sin número de
    cuestionamientos a través de los cuales se expresan las
    relaciones entre lo deseado y lo real, su carácter
    multifactorial.

    Se requiere que en el proceso se transformen los mecanismos
    establecidos por la escuela en cuanto a sistema de relaciones,
    así como el propio trabajo de directivos y profesores.
    Tampoco deben obviarse, sino darle su justo valor a y
    protagonismo a las organizaciones
    estudiantiles, en este caso la
    Organización de Pioneros José Martí y la
    Federación Estudiantil Universitaria, (en los centro donde
    haya maestros en formación y exista una brigada
    universitaria). Estos serán capaces de cohesionar los
    colectivos estudiantiles, motivarlos y dirigir la propia
    actividad del grupo, además deben participar en la
    dirección del centro.

    La escuela demanda hoy de
    las estructuras de
    dirección en coordinación con las organizaciones
    políticas y de masas, así como la
    familia célula
    fundamental de la sociedad; la elevación constante del
    nivel de docentes y trabajadores del centro que garanticen una
    influencia activa y correcta en la formación de valores
    del estudiante.

    A la Pedagogía le interesan los valores como elementos
    constitutivos de la conciencia subjetiva humana. Ella no puede
    prescindir del reconocimiento implícito de una escala
    objetiva de valores que guíe y oriente la formación
    pedagógica. Pero esta no da un cuadro integral de los
    valores por sí misma.

    Las herramientas
    pedagógicas no son suficientes para enfrentar los
    problemas cardinales de la axiología y sus mayores aportes
    al igual que en la psicología, se refieren a la esfera de
    los valores subjetivos del individuo. La posición
    sociologista la que asume el valor como el resultado consensuado
    de la conciencia colectiva de la sociedad viene a calzar una
    parte de lo que no pueden la pedagogía y la
    psicología.

    Los agentes socializadores en la formación y
    fortalecimiento de valores.

    La sociología asocia los valores a las fuerzas
    motrices del funcionamiento de la sociedad, a la direccionalidad
    de su movimiento, a
    la finalidad de las conductas sociales. Los valores sólo
    pueden convertirse en fuentes
    motivacionales de los sujetos sociales y señalar una
    dirección y finalidad a su conducta sin son subjetivamente
    asumidos por ellos, es decir en tanto componentes de su
    conciencia.

    Cuba cuenta con una estructura a nivel social que potencia el
    trabajo con los adolescentes. Además cuenta con un enorme
    potencial profesional excelentemente capacitado y en constante
    superación. A su vez existen organizaciones sociales que
    se insertan desde la comunidad y aglutinan a todas las personas
    del barrio, bloque, comunidad y sociedad en su conjunto, las
    cuales son agentes que ejercen una influencia determinante en la
    solución de conflictos y
    problemáticas más puntuales, como también
    preparan y orientan en lo personal, social, profesional,
    científico, político e ideológico a toda la
    población.

    La familia es donde se desarrolla el estudiante desde su
    nacimiento y donde se manifiestan la gran parte de sus
    motivaciones psicológicas .La sociedad en que se mueve
    esta familia es determinante y a su vez, la familia condiciona en
    sus descendientes, cualidades imprescindibles de la personalidad
    esta tiene un papel mediador en la transición de lo
    personal a lo social.

    Cada familia es particular en lo que concierne a su modo de
    vida, depende en gran medida de sus condiciones de vida,
    actividades sociales, y relaciones sociales de sus miembros. Las
    condiciones de vida de esta tienen una significativa consecuencia
    subjetiva en cada uno de sus miembros.

    Las actividades y relaciones intrafamiliares de este
    pequeño grupo humano que es la familia tienen como fin
    satisfacer las necesidades de sus integrantes, de manera
    interdependiendiente, y no como individuos aislados. Por medio de
    estas actividades y en esta vida grupal, es que se produce la
    formación y desarrollo de la personalidad de sus miembros,
    posibilitan la transmisión de conocimientos iniciales y la
    formación de cualidades de la personalidad, condicionantes
    en la asimilación de posterior del resto de las relaciones
    sociales.

    El carácter estimulador que debe tener la escuela en
    las relaciones entre estudiante y familia para influir en el
    proceso docente- educativo intrafamiliar y lograr la convergencia
    de las acciones sobre
    quien es el centro de esta labor mancomunada es reconocido por
    ser un principio pedagógico.

    Familia y escuela inician los procesos de socialización
    de los seres humanos, ambas están siendo constantemente
    influenciadas recíprocamente por lo que deben cooperar
    entre sí. Los docentes son los profesionales más
    capacitados para estimular estas relaciones, por su
    preparación, tareas, que deben ejecutar en la
    institución, y por su prestigio en la comunidad. Por ello
    e que padres y vecinos ven en el docente el principal ejecutor de
    esta labor aunada.

    La caracterización de la familia por el Profesor
    general integral de Secundaria Básica es parte primordial
    de su desempeño. A partir de esta la escuela tiene la
    posibilidad de reconocer cuales son sus necesidades. Esta
    caracterización parte de la realización de un
    diagnóstico fino. Esta
    caracterización de la familia precisa de indicadores de
    evaluación bien establecidos. Hacer una
    definición de lo que es de interés evaluar y si se
    está claro en que se empleará esa
    información. Luego se considerarán métodos y
    procedimientos de evaluación referentes la familia.

    La escuela y el colectivo pedagógico deben analizar y
    preparar sus propios instrumentos para de esta forma
    además de profundizar en el conocimiento de los
    estudiantes y la familia permita a los docentes emplearlos
    correctamente, servirse de ellos e interpretar, por consiguiente,
    su verdadera naturaleza.

    De igual forma la relación escuela- comunidad es
    fundamental. Se deben establecer vínculos permanentes
    entre la escuela y la comunidad a través de las diferentes
    instituciones
    culturales, y organizaciones políticas y de masas, centros
    de trabajo, para contribuir a una orientación más
    profunda y especializada, desde el punto de vista educativo,
    formativo y preventivo. Se convocará a todas las familias
    para realizar actividades de la escuela en vínculo
    estrecho con los factores antes mencionados.

    En la comunidad, barrio o zona, se da un proceso educativo
    mucho más espontáneo, con características
    asistemáticas no formales, donde se pone énfasis en
    tradiciones y costumbres, formas de vida y normas de conducta
    (sobre todo en los municipios, y en algunos barrios en el caso de
    Cuba). Las relaciones que se establecen, por lo general resultan
    un tanto formales entre las instituciones y las afectivas van a
    estar determinadas por los vecinos y amigos del barrio.

    Una adecuada relación escuela –comunidad
    –familia es fundamental puesto que contribuye de manera
    efectiva a la educación y formación de la
    personalidad. Los educadores educan al estudiante, pero nada se
    logrará de manera optima si no se involucran en este
    empeño el medio familiar, y social (barrio, zona,
    comunidad) los que deben trabajar de manera mancomunada,
    integrada y cohesionada para posibilitar esa educación en
    valores.

    La relación coherente entre familia, escuela y
    comunidad contribuye de manera efectiva en la formación y
    educación de la personalidad, aún cuando el docente
    se erige como responsable de unificar a todos los factores del
    proceso de formación y fortalecimiento de valores y
    procurar el apoyo de los agentes sociales, según
    corresponda y de esta manera alcanzar los objetivos
    propuestos.

    El pueblo cubano mantiene irreductible su decisión de
    mantener el sistema político económico-social
    socialista en donde la actuación personal y colectiva es
    decisiva y esta, a pesar del evidente retroceso moral en algunos
    sectores o grupos sociales, se ha mantenido acorde a los
    principios más puros de la Revolución. Por otro
    lado se esta bien seguros de cuales
    son los valores a formar, desarrollar, mantener y fortalecer
    además de mantenerse una correspondencia entre los valores
    objetivos de la realidad social, los valores socialmente
    instituidos y los valores de la conciencia.

    Un mejor funcionamiento de la relación de la escuela
    con la familia y con la comunidad y una mejor atención a
    sus diferencias individuales; una partición
    armónica entre los sujetos participantes en el proceso
    pedagógico, y la interdisciplinariedad en el proceso de
    enseñanza aprendizaje; se asegurará a partir de la
    aplicación exitosa del modelo actual de Secundaria
    Básica.

    Formación y fortalecimiento de los valores en el
    contexto educativo de la Secundaria Básica en
    Cuba.

    La educación Secundaria Básica está en
    correspondencia con los actuales escenarios en que se desarrolla
    la educación cubana, matizada por los cambios
    socioeconómicos que se han ido desarrollando de manera
    vertiginosa en nuestro país y, fundamentalmente, a partir
    del denominado Periodo Especial en que nos encontramos. Refleja
    el nivel de concreción de la política educacional
    que traza el Partido y que necesita la sociedad cubana: formar
    nuevas generaciones de cubanos consecuentes con los principios de
    la sociedad socialista en Cuba.

    En el modelo actual de Secundaria Básica hay una nueva
    concepción del docente en este nivel de enseñanza,
    el Profesor General Integral el cual deberá estar
    capacitado para de desplegar actividades en cualquier área
    de trabajo educativo e impartir toda la asignaturas excepto
    Inglés
    y Educación
    Física. Ello redundará en una atención
    más diferenciada y personalizada al estudiante que
    promueva, esto que aprendan más a partir de un
    diagnóstico profundo y de un tratamiento individualizado,
    con el apoyo que le brindan los nuevos medios con que dispone la
    escuela: la
    televisión y el video, la
    computación y el resto de los programas
    priorizados de la Revolución.

    La Secundaria Básica en Cuba, a su vez es objeto de
    transformaciones debido a la necesidad de operar profundos
    cambios en su esencia[13]

    Esta educación integral que necesitan los adolescentes,
    que anhela la sociedad socialista y que deben ser portadores
    valores humanos y revolucionario, poseedores, además de
    una cultura general integral y básica que les permita ser
    responsables en la toma de decisiones en su vida futura y que se
    corresponda con las necesidades sociales de su comunidad y del
    país; requiere de un profesional de la educación
    formado en función de estos objetivos, que posea cultura
    política, métodos pedagógicos adecuados y
    dominio de los
    contenidos de los programas escolares en las distintas
    asignaturas y grados.

    Los objetivos formativos de cada grado y del nivel tienen como
    sustento esencial, la formación de valores en los
    estudiantes, con énfasis en la responsabilidad, la
    honestidad, la honradez, y el patriotismo, dentro del sistema de
    valores a los que se aspira.

    Para el logro de estos objetivos formativos en el grado deben
    cumplirse tres requisitos que son imprescindibles:

    – La ejemplaridad del profesor, que debe estar presente en
    cada momento de su actuación.

    La organización escolar, la cual debe
    propiciar un ambiente
    educativo donde prime la disciplina, el
    orden, la belleza, la organización y la tranquilidad.

    – La clase, con intencionalidad y un enfoque ideo-
    político adecuado.

    Se debe garantizar así el un trabajo con los
    adolescentes de manera más eficiente, al lograrse un mayor
    desarrollo de su conciencia, del espíritu profundamente
    solidario y humano, del sentido de identidad
    nacional y cultural de nuestro pueblo, del patriotismo
    socialista, creativo y transformador de la realidad en que vive.
    Valores tales como el humanismo, el sentido del deber, la
    responsabilidad, el altruismo, el patriotismo, la honestidad, la
    voluntariedad, la disciplina, incondicionalidad constituyen
    pilares en la formación integral del hombre que requiere
    nuestro país.

    El altruismo, valor de valores.

    El altruismo es un valor con referente teóricos algo
    limitados según el diccionario Aristos de la Lengua
    Española este no es más que el deseo del bienestar
    ajeno. Del latín altrui: de o para otros, en
    filosofía descubre una teoría de la
    conducta que consiste en desear el bien de los demás como
    último fin de todo acto humano. En cualquier teoría
    ética o de formación de valores morales, es la
    antítesis del egoísmo. Significa también:
    abnegación, esmero, complacencia en el bien ajeno.

    Para nuestro Apóstol, el altruismo se expresaba en la
    negación del individualismo. La actitud del hombre digno
    se concibe en el continuo hacer en función de los
    demás y vivir a espaldas de los intereses personales.

    ¿Por qué el altruismo?

    A partir de lo expresado en La Enciclopedia Encarta: Es la
    preocupación desinteresada por el bien de los
    demás, ajeno a sus propios intereses. El altruista se
    opone al egoísmo que antepone el interés personal
    al interés de los demás y de la sociedad. La
    ética burguesa limita la idea del altruismo a las
    relaciones entre individuos e ignora las bases sociales, las
    bases de clase de la moral. La moral socialista armoniza los
    intereses de los individuos con los de la sociedad.

    "Lo que unge grande al hombre es el desamor de sí
    por el beneficio ajeno" [14]

    El altruismo, además, está directamente
    vinculado a otros valores y principios éticos-morales
    tales como el patriotismo, justicia, conciencia del deber,
    responsabilidad, incondicionalidad, modestia, honradez,
    desinterés y fidelidad.

    La educación dentro de los cánones de altruismo,
    en opinión de los autores, es difícil de
    implementar, puesto que aquellos llamados a fomentarla y
    desarrollarla, no dominan con certeza su significación o
    la consideran una quimera. Padres y docentes no poseen ni los
    modos de actuación ni las herramientas para llevar a cabo
    la educación de un valor como el altruismo, el cual es
    considerado elitista, en algunas ocasiones, ingenuo en otras, sin
    propósito o incluso pasado de moda y hasta
    insensato. A criterio de los autores es ayudar a causas dignas y
    justas, comprometerse en proyectos que
    reclaman nuestro tiempo o medios en beneficio de los
    demás. Es el servicio
    desinteresado a la sociedad a la Patria y la humanidad en su
    conjunto. El trabajo en aras de la consolidación del
    bienestar social y colectivo por encima de lo personal e
    individual. A este modo de actuación le son afines, la
    solidaridad, la generosidad, el internacionalismo, la bondad, la
    dignidad, la disciplina, la responsabilidad, el desprendimiento,
    la honestidad y la honradez.

    En la estructura del modelo del deber – ser de
    los valores, fueron considerados y adaptados los resultados que
    en tal sentido se derivaron de la
    investigación titulada Modelo pedagógico
    para la formación de valores, desarrollada por el
    Instituto Superior Pedagógico
    "Juan Marinello."

    Los autores coinciden a su vez con el criterio de la Dra.
    Matilde Dinella Chirino Roque[15]El modelo deber-
    ser es: el sistema de conocimientos, ideas, convicciones que
    reflejan de manera adecuada la significación social de los
    valores y que pueden inducir al estudiante a las normas de
    conductas que se desean y que se corresponden con las exigencias
    del proyecto social cubano."

    Se tiene en cuenta la siguiente metodología para su
    implementación.

    • Redactar las definiciones del modelo del deber – ser
      y de los valores.

    • Precisar el contenido que expresa este valor.

    • Determinar los indicadores que caractericen el valor,
      concentrados en los criterios siguientes:

    – Un adolescente (estudiante) altruista debe: ser, demostrar,
    tener y rechazar.

    Un estudiante adolescente altruista Debe
    ser
    :

    Capaz de anteponer las necesidades, principios,
    fines, objetivos del colectivo y la sociedad a las propias.

    – Desprendido con absoluto desinterés.

    – Capaz de sentir mayor realización personal en tanto
    mayor sea su aporte social en la actividad que
    desempeñe.

    – Capaz de sentir los problemas de los demás como
    propios. Brindar afecto y comprensión; mostrar
    interés, preocupación, colaboración y
    entrega generosa hacia las personas.

    – Solidario con sus compañeros y demás personas
    que nos rodean.

    – Propiciador del ambiente de colaboración y trabajo en
    equipo.

    – Capaz de desarrollar la consulta colectiva, el debate, el
    diálogo
    para identificar los problemas y la unidad de acción en
    las posibles soluciones.

    – Socializador de los resultados del trabajo y del
    estudio.

    – Consciente de la importancia de su labor y ponerla en
    función del beneficio social y económico del
    país.

    – Activo combatiente de toda manifestación de
    egoísmo, individualismo, consumismo, y
    sumisión.

    – Participante activo en la solución de los problemas
    del colectivo o grupo y de la comunidad.

    – Promotor de un modo de participación
    democrática, donde los individuos se sientan implicados en
    los destinos de la familia, la comunidad, su colectivo
    estudiantil, laboral y el
    país.

    – Capaz de mantener el proyecto de vida individual
    indisolublemente ligado al proyecto social socialista y poner el
    talento al servicio de la Revolución.

    – Promotor de actitudes colectivas de austeridad y
    modestia.

    – Capaz de realizar acciones internacionalistas dentro y fuera
    del país, incluso al precio de
    elevados sacrificios materiales y espirituales.

    – Capaz de propiciar un clima de
    compromiso, consagración y nivel de respuesta a las tareas
    asignadas.

    – Capaz de identificarse con las causas justas y
    defenderlas.

    – Sincero en el discurso y
    consecuente en su acción.

    – Velador por que los recursos
    económicos se destinen hacia u objeto social.

    Un estudiante adolescente altruista Debe demostrar:

    – Satisfacción en el bienestar ajeno.

    – Realización plena en el servicio al
    prójimo.

    – Su humanismo y solidaridad con todos por igual.

    – El desinterés por lo netamente material.

    – Espíritu internacionalista.

    – Plena dedicación a la actividad laboral y social que
    realice.

    – Un comportamiento ejemplar en la actividad social y en la
    vida cotidiana.

    – Disciplina, consciencia, eficiencia,
    calidad y rigor en cada tarea asignada.

    – Una conducta consecuente con la ética y los valores
    de la Revolución
    Cubana.

    – Apego irrestricto a la verdad.

    Un estudiante adolescente altruista Debe tener:

    – Responsabilidad y firmes convicciones revolucionarias.

    – Interés, disposición y satisfacción por
    la tarea que realiza

    – Hábitos de asistencia y puntualidad ante las tareas
    productivas y ante el trabajo voluntario.

    – Participación en las actividades concretas que el
    individuo realiza en el centro al que pertenece (escolar,
    comunitario).

    – Voluntad para cumplir las metas con abnegación y
    sacrificio.

    Amor, respeto
    y sentido de pertenencia hacia el colectivo educacional, su
    comunidad, barrio y localidad y en un sentido más amplio
    por su país.

    – Sentido de justicia y dignidad.

    Estos elementos conforman al individuo en su formación
    con sus determinaciones cualitativas como personalidad e
    individualidad, determinan el tipo de interacción con la sociedad y revelan el
    grado de humanitarismo que se va produciendo en el sistema de
    relaciones sociales en cada etapa histórica concreta del
    desarrollo de la sociedad, así como el grado de altruismo
    contra egoísmo y de independencia en la
    autorregulación moral, como expresión de la
    correlación de la necesidad- libertad.

    Una vez asimilados los modos de actuación altruistas el
    estudiante debe rechazar:

    – Cualquier manifestación egoísta e
    individualista.

    – El interés material sin propósito noble,
    útil, o desmedido.

    – La deshumanización, abuso de cualquier
    índole.

    – La haraganería, indolencia, morosidad y falta de
    ocupación y preocupación ante las tareas y el
    trabajo de orden colectivo o individual.

    – La falta de ejemplaridad e indisciplinas.

    – La inmodestia, deshonestidad y la mentira.

    – El robo y cualquier asomo de contrarrevolución,
    corrupción, conductas negativas o
    comportamiento alejado de los patrones éticos o de la
    moral socialista.

    – La enajenación del individuo su desarraigo y
    la apatía.

    – La enajenación de la propiedad
    social en beneficio de la propiedad privada o individual.

    Ser altruistas lleva implícitos un alto nivel de
    entrega, compromiso, e incondicionalidad , no tanto de sacrificio
    como de cumplimiento del deber y amor por lo que se hace,
    optimismo, satisfacción y placer (alegría) ante el
    cumplimiento de los objetivos propuestos en el servicio al
    prójimo.

    La adolescencia es una edad clave para la formación
    intensiva de los valores en su conjunto y del altruismo en
    particular, aspecto a tener en cuenta por los educadores para el
    logro de este objetivo de manera más eficaz. A pesar de la
    complejidad de este estadío en el plano
    psico-pedagógico, este se presenta como momento
    óptimo para el logro de una formación y
    fortalecimiento de los valores.

    En esta etapa también la autovaloración adquiere
    un carácter consciente y generalizado aunque aún el
    adolescente no realiza una fundamentación adecuada de sus
    características personales como sistema, y en ocasiones
    las cualidades que destaca al autovalorarse son abstractas, no
    lográndose establecer un vínculo adecuado entre
    estas y su comportamiento diario.

    Los valores están intrínsicamente ligados a los
    preceptos ideológicos de cada sociedad en concordancia con
    un determinado ordenamiento jerárquico. La escuela tiene
    un papel rector en la labor de formación y fortalecimiento
    de los valores pero solo la comunión de las influencias y
    trabajo de esta con la familia, la comunidad y los medios y
    organizaciones políticas y de masas logrará
    resultados halagüeños en este empeño.

    Valores tales como patriotismo, la responsabilidad, la
    laboriosidad, la honestidad, la honradez, la justicia, la
    dignidad , la solidaridad y el altruismo tan caros a nuestro
    proyecto social poseen modos de actuación a fines con el
    altruismo, el cual es subestimado por ser considerado inaccesible
    e impracticable por lo que ha sido insuficientemente abordado y
    desarrollado en nuestros centros escolares; su formación y
    fortalecimiento debe ser parte del sistema de valores que
    actualmente se consideran rectores en nuestro sistema de
    enseñanza si se pretende la formar en lo adolescentes, el
    hombre nuevo
    que el país precisa.

    La formación del altruismo conjuntamente con otros
    valores que resultan esenciales para la consolidación y
    continuidad del proceso revolucionario cubano tienen una
    prioridad absoluta en la escuela transformada y revolucionaria
    que nuestro país requiere. En la actualidad el altruismo
    está afectado por cuanto en muchos hogares, comunidad y
    sectores sociales prosperan actitudes egoístas e
    individualistas y la escuela no siempre actúa de manera
    que haya un enfrentamiento efectivo ante las manifestaciones
    negativas patentes en los estudiantes, padres y en ocasiones por
    trabajadores y docentes.

    Este valor, aunque complejo y difícil de educar
    hará de la mayoría de nuestros adolescentes,
    hombres y mujeres íntegros y más humanos, que
    entiendan y actúen conforme a las necesidades de la
    comunidad y en una forma más general y amplia de su
    país en la que viven y se comprometan con la
    solución de la problemática que esta posee desde el
    punto de vista profesional, laboral, cultural, educacional,
    económico y humano.

    De lograrse la materialización de este proyecto
    nuestros docentes estarán más preparados para
    formar y fortalecer valores y los resultados positivos en
    materia
    educativa y pedagógica serán más elevados.
    También contribuirá a eliminar o disminuir lacras
    del proceso docente educativo en la Secundaria Básica
    como: el ausentismo, la deserción
    escolar y la no continuidad de estudio de los alumnos, una
    vez concluido el noveno grado.

    BIBLIOGRAFIA

    Barreras Hernández, Felicito. Los resultados de
    investigación en el área educacional. Conferencia
    presentada en el centro de estudios del ISP"Juan Marinello".
    Matanzas 22/4/2004.

    Baxter Pérez, Esther: "La Formación en Valores.
    Una tarea pedagógica" Combinado de Revistas y otros Medios
    de Propaganda
    Federico Engels. 1989. pp.4-24.

    Buxarrias .Mª Rosa: Educar para la solidaridad (s/a).
    Formato Digital 2002.

    Cañizares Cárdenas, José Luis,
    Conferencia "El valor de nuestros valores".1999.

    Castro Ruz, Fidel. Los Valores que defendemos: Discurso
    pronunciado el día 24 de febrero de 1998, en el Palacio de
    las Convenciones. Folleto. Villa Clara: Ed. Política
    [1998]. –48p.

    Chacón Arteaga, Nancy: "Educación Moral."Ed.
    Ciencias
    Sociales La Habana.1988. pp.1- 23.

    Chacón Arteaga, Nancy: Resultados Teóricos
    Metodológicos del Proyecto de
    Investigación de ética y profesionalidad.
    Formato Digital 2004.

    Chacón Arteaga, Nancy: Formación de valores
    morales: Proposiciones Metodológicas. – 1era Ed. La
    Habana: Ed. Academia, 1999. — 53 p.

    Chávez Rodríguez Justo: "Bosquejo
    histórico de las ideas educativas en Cuba". Editorial
    Pueblo y Educación, 1996, p.18

    Colectivo de Especialistas del Ministerio de Educación
    de Cuba. "Pedagogía". Ed. Pueblo y Educación. 1989.
    p.184

    Colectivo de Autores. Curso de Ética y Sociedad. Un
    acercamiento al estudio de la ética, la moral y los
    valores humanos. Universidad para
    Todos. Ed. Juventud Rebelde Tabloide.2005.pp1-36

    Colectivo de Autores: "La Formación de Valores en la
    Universidad. Exigencias teórico metodológicas".
    Universidad Matanzas, pp.11-62, 2000.

    Colectivo de Autores de la Dirección Nacional de
    Secundaria Básica y el Instituto Central de Ciencias
    Pedagógicas.: Modelo de Escuela Secundaria Básica.
    Molinos Trade S.A. 2007.pp. 58-63

    Fabelo Corzo, José Ramón: "Los Valores y sus
    desafíos actuales. ED. José
    Martí.2004.pp.73-264.

    Martí, Pérez. José."Antología
    Mínima" Tomo I."El Presidio Político en Cuba". ED
    .Ciencias Sociales, 1975. pp.28

    Martí, Pérez, José. Ob. Cit, t. 1, p.
    196.

    Material de Estudio. Escuelas del PCC. Curso de 60 horas. "Por
    más conciencia ética y una cultura económica
    para una mejor Obra Social."2007. pp14-16.

    Minná Gianni. Entrevista con
    Fidel. Editora Política. 1975. pp. 201-202.

    Nocedo Irma y otros: "Metodología de la
    Investigación Pedagógica y Psicológica". ED.
    Pueblo y Educación. Ciudad de la Habana.1989.

    Orientaciones Metodológicas para el desarrollo del
    programa
    dirigido a la formación de valores, la disciplina y la
    responsabilidad ciudadana desde la escuela". 1998.

    Pérez, Gastón y otros." Metodología de la
    Investigación Educativa". ED Pueblo y
    Educación. Ciudad. Ciudad de la Habana. 1996.

    Resolución Ministerial No 90/1998 Lineamientos para
    fortalecer la formación de valores, la disciplina, y la
    responsabilidad ciudadana en la escuela".1998.

    Rodríguez, Layra "La ciencia y
    el valor". Editorial Pueblo y Educación. La Habana,
    1986.

    Romero Pérez. C; Acosta Morales, H: La formación
    de valores a través de investigación en la
    acción. Formato Digital 1999.

    Romero Pérez. C; Acosta Morales. H: Algunas teorías
    y estrategias para
    la formación de valores. Formato Digital 2004.

    Sholz. G. Función educativa de la clase y
    formación de valores. Conferencia en eL Instituto Central
    de Ciencias Pedagógicas, Ciudad de la Habana. 1987.

    IV Seminario
    Nacional para Educadores". Ministerio de Educación.
    Noviembre2005.

    VII Seminario Nacional para Educadores". Ministerio de
    Educación. Noviembre. Editorial Pueblo y Educación.
    2006.

    VIII Seminario Nacional para Educadores". Primera Parte.
    Ministerio de Educación. Curso 2007-2008. Editorial Pueblo
    y Educación.

    Seminario Nacional para el Personal Docente". Editorial Pueblo
    y Educación.2000.

    Tabloide. Maestría en Ciencias de la Educación.
    MÓDULO II Primera parte. Tema 3 p. 7. Editorial Pueblo y
    Educación. 2006.

    Tabloide. Maestría en Ciencias de la Educación
    .MÓDULO II Segunda parte. Tema 3 pp. 7 y 8. Editorial
    Pueblo y Educación. 2006.

    Vázquez García, Humberto. Moral, ética y
    Eticidad cubana. Revista Cuba
    Socialista. No. 38 Enero Marzo 2006.pp12-16.

    VIgotsky, S. Interacción entre enseñanza y
    desarrollo. En Selección
    de Lecturas de Psicología infantil y del adolescente:
    Tercera Parte/ Oksana Kraptchenko Beoto, Leyda Cruz Tomás.
    La Habana: Ed. Pueblo y Educación, 1995. p. 11-21

    Vitier Bolaños, Cintio. Una Campaña de
    espiritualidad y de conciencia. p 20- 27. En La Formación
    de valores en las nuevas generaciones/ José R. Fabelo [et
    al.]. La Habana: Ed Ciencias Sociales; 1996.

    Zilberstein Toruncha, José. Aprendizaje y
    formación de valores.- / José Zilberstein T.
    Margarita Silvestre Oramas, Amelia Amador Martínez. En
    Seminario Nacional para el personal docente. La Habana,
    noviembre, 2000. P.5-8.

     

     

     

     

    Autor:

    MSc. Ritza Mercerón Aguila

    Dirección Municipal de Educación,
    Mesa # 108 e/ Gonzalo Quezada y Colón.Colón,
    Matanza, Cuba

    MSc. Aurelia Teresa Morales Acuña

    Dirección Municipal de Educación,
    Mesa # 108 e/ Gonzalo Quezada y Colón.Colón,
    Matanza, Cuba

    MSc. Modesto Hernández Vaillant

    Escuela de Formación deTrabajadores Sociales, Pelayo
    Villanueva # 249 e/ América
    Árias y Moncada.Colón, Matanza, Cuba

    MSc. Gladys Domínguez Silveira

    Sede Pedagógica Universitaria "Pelayo Villanueva".
    America Árias (final). Colón. Matanzas Cuba.

    Lic. Orestes Martín Castañeda

    Escuela de Formación deTrabajadores
    Sociales, Pelayo Villanueva # 249 e/ América Árias
    y Moncada.Colón, Matanza, Cuba

    [1] Pedagogos, psicólogos y
    sociólogos de renombre han dedicado gran parte de su
    quehacer investigativo al tema axiológico entre ellos:
    Esther Baxter, José R. Fabelo, Felipe Sánchez,
    Cintio Vitier, Justo Chávez Rodríguez,
    María Rosa Buxarrias, Josefina López, Nancy
    Chacón y Gilberto García, y más
    específicamente de la provincia de Matanzas, como
    Felicito Barreras, Bárbara Fierro, Matilde Chirino,
    entre otros.

    [2] (Chacón Arteaga, Nancy L. 1999
    Formación de valores morales. -2ed. -La Habana: Ed.
    Academia, p.1.)

    [3] (Ramos González, Evelio. 2004
    Compilación de conceptos operacionales
    básicos.-La Habana: Ed. Ediciones páginas de la
    Escuela Superior del PCC "Ñico López", abril del,
    p.1)

    [4] (Fabelo Corzo, José Ramón.
    2004. Los valores y sus desafíos actuales .Editorial
    José Martí. Santiago de Cuba., p. 35)

    [5] Ibidem. pp.50-51

    [6] (Fabelo Corzo, José Ramón.
    2004, Los valores y sus desafíos actuales .Editorial
    José Martí. Santiago de Cuba. pp.51-52)

    [7] Ibidem. p.53

    [8] (Risieri Frondizi, 1993: Pensamiento
    axiológico. Antología (selec, pról y epil.
    De José Ramón Fabelo) Instituto Cubano del Libro-
    Universidad del Valle, La Habana Cali, p.35)

    [9] (Barrera Hernández Felicito, 1999.
    Modelo Pedagógico para la formación de valores.
    Felicito Barrera Hdez. [et al] .Informe de
    investigación, ISP Juan Marinello, Matanzas.p-7).

    [10] (Martínez Llantada Marta. 1998
    Axiología y Educación. Conferencia 20h. Curso de
    Filosofía de la Educación en Maestría en
    Educación. La Habana: IPLAC oct.10.)

    [11] (Colectivo de Autores. Curso de
    Ética y Sociedad. 2005. Un acercamiento al estudio de la
    ética, la moral y los valores humanos. Universidad para
    Todos. Ed. Juventud Rebelde. Tabloide..pp).

    [12] (Colectivo de Autores. Curso de
    Ética y Sociedad. 2005 Un acercamiento al estudio de la
    ética, la moral y los valores humanos. Universidad para
    Todos. Ed. Juventud Rebelde. Tabloide..p.18).

    [13] (MINISTERIO DE EDUCACIÓN.
    SECUNDARIA BÁSICA. ORIENTACIONES SOBRE LAS
    MODIFICACIONES CURRICULARES EN SECUNDARIA BÁSICA A
    PARTIR DEL CURSO 2008- 2009).

    [14] José Martí.
    Antología Mínima. José Martí. Sobre
    Educación. Tomo II. ED. Ciencias Sociales, 1975
    p.293.

    [15] Profesora Titular. Departamento de
    Ciencia Socales del Instituto Superior Pedagógico "Juan
    Marinello" Matanzas.

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter