Comportamiento de las Parasitosis Intestinales en la edad pediátrica en el consultorio de Ocumarito
Periodo Junio/2007- Mayo/2008
Resumen
Se realizó un estudio observacional descriptivo de
corte longitudinal y prospectivo en la población perteneciente al consultorio del
Toquito en el municipio Zamora en el periodo comprendido entre
1ro de junio del 2007 hasta el 31 de mayo del 2008, con el
objetivo de
analizar el comportamiento
de las parasitosis intestinales en la edad pediátrica.
El universo
del trabajo estuvo
constituido por todos los pacientes de edad pediátrica que
asistieron a consulta en ese periodo (2040 en total) con 625
pacientes cuyo motivo de consulta fuera parasitosis intestinal.
Los principales resultados encontrados fueron que: el mayor
número de casos que asistieron a consulta por Parasitosis
fueron del sexo masculino
y correspondían a pacientes de la zona geográfica
de la frideña; las tasas de incidencia o riesgo de
contraer Parasitosis es mayor en el grupo de edad
de 1-4 años y de sexo masculino, también es mayor
en los pacientes que habitan en el área de la
frideña; el tipo de parásito que predominó
fue el Enterobius vermicularis y el principal
síntoma la anorexia.
Introducción
Ha sido ampliamente establecido que muchos de los
países en vías de desarrollo
están sufriendo un severo y sostenido deterioro
socioeconómico aumentando el número de familias en
situación de riesgo social. Numerosos estudios han
demostrado la asociación que existe entre la pobreza y las
condiciones higiénicas limitantes que se reflejan en la
alta frecuencia e intensidad de la infección por
parásitos intestinales (1)
Las enfermedades
infecciosas incluyendo a las parasitosis, están entre las
primeras causas de muerte a
escala mundial al
final del milenio, existiendo un promedio de 17 millones de
muertes por diarrea al
año. Las causadas por helmintos y protozoos,
están entre las más comunes alrededor del mundo
(2), afectando principalmente a la población infantil en
comunidades pobres, por el mayor tiempo que
están expuestas al contagio, debido a la carencia o
deficiencia de los servicios
públicos, y al bajo nivel cultural y educacional de la
población que allí reside.
Por los efectos nocivos que ocasionan en el desarrollo
físico y mental especialmente en el niño, y por la
forma negativa con que inciden en la economía de la población,
constituyen un importante e ineludible problema de salud
pública (3).
La epidemiología de estas parasitosis se encuentra
favorecida directamente por factores ecológicos,
socioeconómicos y culturales. Como se sabe, las
helmintiasis son utilizadas como indicadores de
pobreza
extrema así como de mal nutrición en
comunidades donde ambas situaciones coexisten (2)
Si bien la prevalencia de las principales parasitosis
intestinales del mundo no ha cambiado, ellas han aumentado en
términos absolutos debido al crecimiento de la
población y han mantenido sus índices a pesar de
los avances
tecnológicos y médicos (4; 5). Su incidencia
está en relación con las condiciones
socio-económicas y las tasas más altas de
infección ocurren en áreas poco higiénicas.
(6)
La dificultad para conocer la magnitud del problema de la
parasitosis intestinal no solo estriba en la gran masa de
población infectada sino que mientras en las enfermedades
trasmisibles agudas existen índices de medición bastante adecuados (tasa de
morbilidad y mortalidad) en las parasitosis intestinales no
sucede así ya que muchas de estas no producen una
mortalidad que refleje la magnitud del problema o no conducen a
la muerte como
causa especifica (7). Además, es una de las enfermedades
transmisibles más difíciles de controlar, no solo
por su gran difusión, sino por los diversos factores que
intervienen en su cadena de propagación (8).
Los parásitos intestinales constituyen, en la
época actual, un problema medico social que afecta no
solamente a los países del llamado tercer mundo, sino
también a los de más alto desarrollo. (9). Sin
embargo, es en los países tropicales donde se presenta con
mayor frecuencia y gravedad, sobre todo en la edad
pediátrica, debido a la coexistencia de condiciones
socioeconómicas precarias y climáticas para su
desarrollo. Venezuela como
país en vías de desarrollo no escapa de esta
realidad, debido a que en la practica diaria se observa con
preocupación la frecuencia con que acuden a consulta
pacientes infectados por parásitos, en especial helmintos
y protozoarios, que tienen efectos adversos sobre el crecimiento,
nutrición y desarrollo físico e intelectual,
además de diferentes cuadros diarreicos que provocan
síndromes de mala absorción que llevan a
adelgazamiento, desnutrición y anemia
crónica al individuo,
contribuyendo a aumentar entre otras cosas, las tasas de ausencia
a la escuela
(7).
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