- El conflicto
hobbesiano - El
estructural-funcionalismo: una necesidad social - Fallas del
sistema - Interacción estructural
y funcional - Fundamento de
punto de partida - Conclusiones
- Bibliografía
Un vistazo al estructural funcionalismo
Resumen
Latinoamérica pasa por momentos bastante
críticos en su historia. Dentro de los
esquemas varios en que la sociedad
latinoamericana se ha movido en cuanto a amalgamar una sociedad
basada en principios que
aseguren la supervivencia, mantenimiento
y dinámica de los estados, las doctrinas del
positivismo en
el siglo XIX, la liberal en el mismo tramo del tiempo y el
socialismo tan
infecundo del siglo XX, nos toca ahora asistir a los
enfrentamientos eternos entre la racionalidad económica y
la racionalidad política. Ahora nos
enfrentamos a dos opciones eternas entre las que se mueven toda
suerte de intereses pintados de democracia que
tratan de acomodarse a los movimientos ideológicos que en
este momento presentan muchas caras antagónicas, eso
sí, adornadas con una tendencia más o menos clara
del rumbo hacia dónde se dirigen.
Lo que menos se preguntan los actores
ideológicos y políticos es en verdad el hecho de
garantizar de manera científica las diversas partes del
sistema a
construir o a rediseñar cuando el antiguo régimen
caiga, en el caso del socialismo del siglo XXI o cómo
hacer los retoques que aseguren una mejor calidad de
vida (economicismo al fin y al cabo, ingente tarea en el
continente) como es el caso concreto de
las democracias alineadas de alguna manera, pasado o presente a
la órbita norteamericana. Pero antes de tocar los extremos
economicistas liberales o socialistas, se debe subrayar y
plantear qué se debe "esconder" detrás de un
proyecto
social cuando la responsabilidad teórica tiene y debe tener
un gran protagonismo. Aquí se asume el caso del
estructural-funcionalismo
como una opción de referencia teórica que puede
abonar a los países de América
Latina, a conformar sus sociedades.
Dentro de la teoría
sociológica, es frecuente la siguiente pregunta:
¿Cuál es la respuesta correcta para decidir sobre
el diseño
de un sistema social que asegure la estabilidad del sistema y la
adhesión de las mayorías a un proyecto
político, social y económico de una nación?
La respuesta está, naturalmente en definir qué
entendemos por proyecto de país, no a la manera de un
gerente que
planifica su empresa o de un
Socialismo del Siglo XXI que agenda su productividad
económica, sino la vía radical social que propone
una visión en diferentes plazos y que sea
sostenible en el tiempo según la jerga
desarrollista moderna.
Para efectos didácticos propondremos una visión
somera de la teoría denominada
Estructural-Funcionalista o simplemente "funcionalista"
que sugiere que la sociedad debe analizarse y tratarse a la
manera de un organismo vivo formado por partes funcionales e
interdependientes entre sí. La tesis del
organicismo no es nueva en realidad: es el producto
evolutivo de más de 300 años; pero el
estructural-funcionalismo apenas se remonta a los años
30´s del siglo XX en el seno de la Universidad de
Harvard, aunque tiene sus raíces ancestrales con los
trabajos de Emile Durkheim
sobre los hechos sociales en tanto fuerzas externas y coercitivas
que condicionan el actuar de los individuos frente al sistema.
Pues bien; bajo este esquema sociológico se estructura el
andamiaje de ciertas sociedades como la norteamericana y otras,
con pequeñas variables de
funcionamiento.
Más allá de esto, Herbert Spencer
promulgó la idea de que los individuos persiguen
diferentes intereses en una sociedad a medida que ésta se
vuelve más compleja y las diferenciaciones de ocupaciones
y tareas se vuelven más complicadas o cuando el trabajo se
divide en tantas aristas que requiere de una variabilidad y una
especialización a la vez. La pregunta esencial y tema
central es la de cómo hacen los individuos para
alcanzar sus objetivos sin
entrar en conflictos con
sus congéneres y sin atropellar los derechos más
elementales de toda la sociedad. El otro punto es el de
cómo garantizarle al individuo el
acceso a los recursos sin que
se apropie malévolamente de los medios de
subsistencia (digamos las riquezas), en detrimento de los
demás.
Durkheim apuntaba que en toda sociedad priman dos conceptos
muy importantes que son los de "Causa" y
"Funcionalidad". En el primer caso, las sociedades
están rodeadas de un entorno que modifica las condiciones
culturales, por ejemplo, los accidentes
geográficos; el clima, etc. Estas
condiciones tienen una amplia influencia sobre la
estructuración de la sociedad, en la visión que del
mundo tengan sus miembros, por ejemplo en sus instituciones
funcionales y en toda la
organización de la sociedad (Funcionalidad).
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