Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La gordura: Terminable e interminable. Los métodos para adelgazar y el futuro de una ilusión (página 2)




Enviado por Felix Larocca



Partes: 1, 2

Monjes o prisioneros, fue la
respuesta

Pero, todo el tiempo,
prisioneros han sido más fáciles de obtener que
monjes, aunque, algunos los agruparían juntos.

En el 1964, Sims, abordó el asunto
con Robert G. Smith encargado de la prisión estatal de
Vermont, para el proyecto de la
sobrealimentación controlada.

Habiendo dispuesto de un área
especial dentro de la prisión para conducir la prueba,
Sims se puso manos a la obra.

Grupos de voluntarios encarcelados se
sometieron a un experimento, determinados a ganar entre veinte y
treinta libras en 200 días.

¡No, cuatro en un sólo
día, como Mario lograra!

Por los seis meses y medios
asignados, los participantes en el estudio comieron
"heroicamente", dijo Sims.

Desde el principio del estudio, y para
maximizar el aumento de peso, las actividades físicas de
los voluntarios fueron limitadas.

Ganar de peso, fue muy difícil de
lograr, pero, eventualmente, 20, de los 100 prisioneros en el
experimento, alcanzaron la
meta.

Para hacerlo, todos habían
más que doblado la cantidad de comida que, normalmente,
consumían.

Sólo dos de los voluntarios
encontraron que les fue fácil ganar de peso.

Monografias.com

Carnie Wilson posando
desnuda…

Pero, una vez que llegaron al objetivo
establecido, todos tenían que comer ferozmente, para no
perder el peso extra, que habían acumulado.

Se había estimado, de antemano, que
con sólo unas doscientas calorías extras, todos
podrían mantener el nuevo peso adicional.

En su lugar descubrieron que se
requerían unas 3,000 calorías suplementarias para
lograr hacerlo.

Pero, antes de alcanzarlo, para poder ganar de
peso, muchos de los voluntarios consumieron entre siete y diez
comidas al día.

Un prisionero que ganó
fácilmente las veinte libras, yendo de 118 a 138 libras de
peso, tuvo que consumir entre siete y diez mil calorías
adicionales al día para mantener su nuevo peso.

Aunque la salud, para todos, era
estable, muchos de los voluntarios, "sufrían angustia"
cuando pensaban en las comidas a ellos asignadas.

Todos contemplaban el desayuno
aprehensivamente — quizás por ser comida superflua —
muchos de ellos regurgitándolo de manera
espontánea. (Véanse mis artículos al
respecto).

Durante el punto más alto de su
sobrepeso, todos los participantes estaban letárgicos,
carentes de iniciativa y apáticos o deprimidos.

Cuando el experimento concluyó,
todos perdieron el peso acumulado, sin esfuerzo aparente, excepto
por los dos voluntarios que lo ganaron con facilidad.

Este experimento confirmó, una vez
más, que la fisiología humana está regida por
una tenacidad implacable, en lo que al peso concierne.

De día a día, el
hipotálamo ajusta el apetito y el metabolismo
para mantener la homeostasis
del cuerpo.

Existen algunos otros estudios
interesantes, como el de Sims, que demuestran —como hemos
expresado en otras ponencias — que es verdad, que existen
algunas personas para quienes les es difícil ganar de peso
y engordar.

Monografias.com

Niñas
bañándose
por Edvard Munch (¿Voyerismo
sublimado?)

¿Quiénes son esas
personas?

¡Sorpresa!

Esas personas somos usted y
yo…

La gordura, como todo incremento de peso
permanente, siendo una mal-adaptación, será opuesta
tenazmente por el organismo, vía sus centros regulatorios
hipotalámicos.

Pero, una vez que esos centros han sido
desorganizados por factores ancilares, la obesidad se
establece para ejercer su despótico control.

No hay que ser gordos, pero para no serlo,
hay que entender las "tácticas" que el "enemigo"
emplea.

El hipotálamo no es un malabarista,
todo lo que hace es balancear la cantidad de energía que
comemos con la cantidad de energía que utilizamos en
actividades físicas.

Dentro de ese equilibrio,
permanecemos estables.

La habilidad del apetito para compensar por
los cambios en la actividad física ha sido
demostrada reiteradamente.

En otro estudio más antiguo, una
docena de cadetes británicos fueron investigados durante
las dos primeras semanas de julio del 1953 por el
fisiólogo O. G. Edholm de la Universidad de
Cambridge.

Su grupo
trató de examinar todo lo que los cadetes comieron, y todo
lo que hicieron, para, entonces, comparar los dos valores
obtenidos, y, determinar, cómo todo se
balanceaba.

La vida militar estructurada,
permitió a los investigadores obtener determinaciones
precisas.

Todo lo que los cadetes comían se
pesaba, como asimismo eran pesados lo que dejaban en sus
platos.

Monografias.com

Jóvenes
bañándose
por Edvard Munch

Determinaciones precisas, entonces, se
hacían del número de calorías en todo lo que
habían consumido, y se archivaban.

Las energías físicas usadas
por los estudiantes, durante el día, fueron igualmente
registradas.

Los cadetes, por su parte, mantuvieron su
propio record de todo lo demás que hicieron durante el
día.

El resultado final fue que, por un periodo
de dos semanas, esos 20 hombres de peso normal consumieron
precisamente toda la energía necesaria para
balancear, la energía gastada.

Y, lo hicieron, sin pensarlo.

Así es cómo el
hipotálamo regulariza el balance energético de
nuestro cuerpo, y, como no tenemos que hacer decisiones
conscientes para mantener nuestras glicemias, ritmo
cardíaco y termorregulación estables.

Entonces, encontramos el oxímoron de
una vieja, palabra nueva:

Luxuskonsumption, que es un término
adaptado del latín para significar lujuria o
exceso.

Es un vocablo antiguo que hace referencia a
la desproporción de consumo de
grasa que resulta de la termogénesis inducida por las
dietas.

Retornando a las experiencias de Sims y de
tantos investigadores que han determinado que es muy
difícil, tanto perder, como ganar de peso bajo
circunstancias normales, porque nuestros mecanismos
homeostáticos lo oponen.

Pero, aquí estamos hablando de lo
que sucede cuando un animal, que vive sometido a los rigores y
demandas de una vida equilibrada — desde antes de su nacimiento
hasta la muerte
y a una vida en la que no existen razones para temer, de modo
perentorio, que la escasez de comida
y el hambre son, ni crónicos ni inminentes, como es el
caso de muchas de nuestras poblaciones indígenas o
residentes del mundo civilizado.

Un animal que no teme la muerte por la
inanición.

Estamos hablando de nosotros
mismos.

La Luxuskonsumption y el exceso de
calorías determinan que en nuestra situación
actual, el hipotálamo ha sido bombardeado con
calorías excedentes, no por unos varios meses, sino por
años, aún antes de que los individuos afectados
fueran concebidos.

Monografias.com

Sin comentario…

Sus abuelos y sus padres, fueron sujetos a
las presiones adaptivas de combatir la obesidad que empezara,
como tendencia — resultado de la alteración producida en
el cuerpo por los fast food y el azúcar
en exceso — después de la II Guerra
Mundial.

Nuestra sociedad
abandonó las actividades deportivas a favor de la
televisión, del Nintendo y de los otros
juegos de
arcada que tanto predominan.

Nuestros hábitos de comer perdieron
su selectividad natural a favor del consumo de cereales y
golosinas atiborradas de azúcares.

Las hembras, y los varones, alimentados de
esta manera, se desarrollaron más jóvenes llegando
a la pubertad a
edades muy avanzadas, con este fenómeno la obesidad
progresó.

Con el avance de la sexualidad
prematura, el "juego de
muñecas", se tornó en el juego de la
experimentación sexual con el abandono consecuente de las
actividades típicas del niño inmaduro.

De la pubertad avanzada nos recordamos de
las palabras proféticas del Rey Luis XIV, Après
moi, le déluge.

Comiendo como comemos, hemos logrado —
sin necesitarlo — hacer un spandrel epigenético de la
gordura, la que se transmite de manera memética, como,
posiblemente los insectos y las bacterias
adquieren y transmiten, a generaciones futuras, sus capacidades
adaptivas contra los venenos que los confrontan.

La metáfora de la Reina Roja, ya,
por nosotros, descrita.

El antropólogo Marvin Harris, en su
obra monumental Our Kind, nos alerta del hecho de que la
razón por la cual la gordura que nos azota persiste es
porque la Naturaleza no
ha gozado del tiempo requerido para lograr hacer las mutaciones
adaptivas por medio de la selección
natural para eliminarla.

De manera menos optimista, el
antropólogo y psiquiatra Melvin Konner, nos aconseja del
hecho de que, para no engordar, tenemos que aprender a pasar un
"poquito de hambre".

Monografias.com

Mujer desnuda delgada

En la selección natural, para
algunos animales y para
su supervivencia, aún en climas cálidos — como
sucede a los leones marinos y las focas en las Islas
Galápagos — la retención de cantidades abundantes
de grasa parece ser adaptivo, por esa razón mantienen sus
reservas adiposas, aún bajo el sol inclemente
del ecuador.

Pero no lo es así para nuestro
género.

Por esta razón es que hoy pagamos el
precio de la
globesidad epidémica de la que tanto hablamos,
porque poco hacemos y menos logramos para resolverla.

El tratamiento de la gordura, del modo como
actualmente lo concebimos, paralela la visión
profética de Freud que, si
bien puede que sea "terminable", nosotros, por nuestras propias
acciones,
hemos logrado hacer del mismo una proposición
"interminable".

Las razones para lo último son muy
obvias. Cuando no se sabe lo que se busca, no se entiende lo que
se encuentra.

¿Qué sucede cuando "creemos"
saber las causas de algo, sin, necesariamente
saberlas?

Leo Kanner concibió su hallazgo del
niño autista como un verdadero ejemplo de los estragos que
"madres refrigeradoras" — en su opinión —
podían infligir a sus recién nacidos, con quienes
no establecían contacto afectivo.

Esa noción — no tan inocente —
desató una avalancha de artículos en los que la
madre se consideraba "culpable" por ser causante de esta
condición.

Hacen años que hubo un
término en uso — cuyo significado es obvio — y que,
aquí recordamos: las "madres
esquizofrenogénicas".

En el último caso, de ser cierto,
pudiera hablarse de Nature plus
Nurture…

Monografias.com

Nuestros hijos reconocen estos
íconos antes de aprender a leer

Lo del autismo
será reservado para otra entrada.

Prosiguiendo

Freud concibió las neurosis como
contiendas instintivas entre agencias de la mente que
oponían la emergencia de impulsos reprimidos dentro de la
esfera de la consciencia.

El psicoanálisis se diseñó como
la única de las terapias capaz de resolver y hacer
aceptables esos conflictos
para quienes los sufren, por medio de sus técnicas
arraigadas en el desarrollo de
un fenómeno conocido como la neurosis de
transferencia.

Monografias.com

¿En qué
piensas?

Lo que permaneció
problemático fue que, muy a menudo, la cura ni era
completa ni permanente.

Aquí confrontamos una
situación bastante parecida con el tratamiento de la
obesidad, en la que los métodos
comunes recomendados: dieta y ejercicio no bastan.

Entonces tenemos formas extremas de esta
condición en la que hoy se aplican las cirugías
bariátricas.

En tiempos pasados fueron la
lobotomías, que, aparentado ser inocuas al principio,
terminaron siendo desastrosas.

Como antes dijéramos: el desparpajo
de cortar un órgano funcional y sano para remediar un
problema cuyas causas desconocemos.

La cura de la gordura — como la del
autismo y el Asperger — permanecerá tan posible como
elusiva, hasta que todos sus factores etiológicos sean
resueltos.

Mientras tanto, debemos de admitir que el
tratamiento permanente de la obesidad es asunto complejo que va
muy lejos de la simple manipulación dietética, o el
"examen del ADN", ya que aun
no entendemos la razón por la pérdida de peso que
ocurre en las cirugías bariátricas.

Bibliografía

Larocca, F: (2008) La oscuridad como
factor determinante, e inadvertido, en la obesidad

epidémica en monografías.com

Blair, D: (2006) Luxus Consumption:
Wasting food resources through overeating
en Agric &
Human Val
23: 2006 pp 63-74

Larocca, F: (2009) Órgano
fantasma, cinestesia, propiocepción: el drama del cerebro y del
estómago continúa
(en proceso de ser
publicado)

Larocca, F: (2009) El cerebro como
ecosistema:
Una síntesis
heterodoxa
en psikis.cl

Larocca, F: (2009) Gastroplastía
y lobotomía: La conexión entre el estómago y
el cerebro — La serotonina reexaminada
en
monografías.com

Larocca, F: (2009) La gordura: Instinto
desbocado, ¿o desregulación afectiva?
en
psikis.cl

Apéndice

¿Quién es Carnie
Wilson?

Es una actriz que ganó su peso
después de la cirugía bariátrica.

Su historia, presentada en
ABC-TV en los EEUU, forma parte de otra entrada.

 

 

 

 

 

 

Autor:

Dr. Félix E. F.
Larocca

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter