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Las movilizaciones campesinas en el Caquet (página 4)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

"Desde los años 80 el M-19 ya tenia contacto con
nosotros, ellos a veces ayudaban a las cosas de organización, de trabajos políticos.
Dejaron mucha gente formada y lista para defenderse. Luego
vinieron las Farc, ellos si
fueron más estrictos. Lo que decían se hace y
punto… que yo sepa no ha habido problemas con
ellos. Hasta controlan a los ladrones; además eso ya
desapareció. Usted puede dormir con las puertas abiertas,
que nada le va a pasar. Cuando se organizó la marcha cada
uno debía colocar una vaquita, unos plátanos,
yucas… cada cual iba diciendo con cuantas personas se
comprometía a salir a la marcha. Desde la junta de
acción
comunal y las juntas de colonos, se hablaba de la necesidad de
llegar hasta Florencia, de ir a protesta y que si era necesario
hasta Bogotá iríamos. Así que lo que se
presentó fue que deseábamos lo mismo. Protestar en
contra de este gobierno que
siempre nos ha tenido abandonados, y que nos manda es veneno y
muerte al
Caquetá…"
[110]

No es entonces especulativo pensar que hubiesen existido en
este caso la iniciativa e inclusive presión de
las organizaciones
guerrilleras o de los narcotraficantes. Respecto a las
implicaciones de la guerrilla, bien pudieron constituirse en
actores sociales participantes al momento de la
movilización. A juzgar por el diario El Tiempo y por
algunas declaraciones de diversos estudiosos sobre tales hechos,
sí fue lógica
la inclusión de un segundo actor -bien sea buscando la
no-erradicación de la cual se "sostienen" o por la cual
producen numerosas personas vinculadas a la guerrilla-. De otra
parte se puede encontrar que también puede ser estrategia para
"macartizar" cualquier intento de rebeldía o de
"movilización social", y colocarla "en la mira " de los
aparatos de control
nacionales e internacionales".

El papel de la guerrilla en la zona de colonización
puede ser el de catalizador, de control, de para- estado, o de
ente partícipe en el cobro del gramaje a los compradores
de la coca ya procesada. Pero no se debe olvidar que
históricamente el Estado
colombiano ha sido bastante fuerte en reprimir, en penalizar la
lucha popular, en macartizar o "satanizarla", y en intentar
desvirtuarla asociándola con la guerrilla y sus acciones de
destrucción, o "atentar contra la seguridad
nacional".

Sobre el papel de los "narcos", se han hecho presentes en
algunos momentos financiando parte de la marcha, facilitando
medios de
transporte, y
gestionando contactos por fuera de la zona. Puede ser complicado
describir hasta donde llega la influencia de los
narcotraficantes, y hasta donde la de los comerciantes de la zona
del Bajo Caguán. Además, actualizando la información a estos momentos (2002), se
puede afirmar que la palabra "narco" es parte de esa intentona de
lado y lado por desvirtuar al oponente. Se usan por ejemplo, las
palabras "narco- Estado", "narco- guerrilla", "narco-terrorista",
entre otras, logrando entrar a formar un lugar común en
los análisis de muchos gremios e instituciones.
Ni qué decir de esta influencia sobre los medios de
comunicación y de los artículos sobre la coca,
la guerrilla y el Estado. Sobre este punto, se actualizan las
palabras, pero de fondo se esconde algo similar a la anterior
"macartización" y ahora "asociación de
términos"[111]

Si cobra mayor fuerza el
argumento sobre la presencia de un segundo actor, puede ser
posible afirmar que fueron los mismos productores de las matas de
coca que pidieron tal servicio (de
protección), o que en gesto instrumental invierten en sus
"amigos revolucionarios". Cabría a estas alturas
preguntarnos si el problema es también hablar y
categorizar a los actores sociales sin importar su "legalidad", o
si por el contrario se debe instigar hacia su pérdida de
referente ideológico. Por ello, se argumenta que si a la
guerrilla se le asocia a la palabra "narco"[112],
se busca despolitizarla desde el universo del
lenguaje penal
y ético-político. Por ello se debe recurrir a la
historia y a
algunos de los estudios que afirman posiciones ideológicas
frente al Estado que las ha llevado a conformarse y a sostenerse
en tiempos en que no necesariamente existía tal negocio.
De otra parte se hace relación al crecimiento de sus
frentes y a su número de combatientes desde la llegada de
la coca.

Para finalizar este aparte, el papel de los
"narcotraficantes", bien puede estar intermediado por la defensa
de su modo de producción y acumulación capitalista
(ilegal), y por la defensa de grandes extensiones de tierra que
poseen en la actualidad. El papel de estos dos actores (guerrilla
y narcotraficantes), puede ser de cooperación o de mutua
asociación racional de corte instrumental, cuestión
que merece un análisis detallado en otro trabajo sobre
las interrelaciones entre estos dos "enemigos" -puesto que a
estos últimos se les incrimina ser los auxiliadores de las
autodefensas y propietarios recientes de grandes extensiones y
capitales económicos. Se invertiría entonces la
relación amigo- enemigo.

Se puede decir que las relaciones en estas movilizaciones
pudieron estar constituidas como una muestra de
"reacción en bloque en la que campesinos, raspachines,
guerrilla, narcos y oportunistas se identifican con una lucha que
a todos les generaba un "resaltado interés".
Sin embargo, no se debe perder de vista que estamos hablando de
la movilización del "eslabón más
débil de la producción del
narcotráfico
"[113] ; y que es
sumamente lesivo hacer silogismos sin análisis como
relacionar por igual a los "grandes capos" con los campesinos y
colonos. Además las grandes ganancias se las toman los
intermediarios o los carteles internacionales de la droga.
Manú Dornbierer así lo reafirma:

"Es un error creer que los dólares del narcotráfico son recursos para el
desarrollo. En
primer lugar porque a los países andinos entra una
mínima parte de la ganancia global. Si el valor al
menudeo en los Estados Unidos es
de 100 mil millones, el precio al
mayoreo es de 25 mil millones, pero de éstos se calcula
que solo unos 6 mil millones ingresan a América
Latina…"
[114]

4.2. Los factores de la lucha:

Durante los momentos previos a la marcha se articularon
diferentes organizaciones, líderes, comités,
asociaciones, que dieron como resultado la salida en masa hacia
la protesta. Durante la marcha estas redes se sostuvieron.

A continuación se han extractado algunos apartes de las
entrevistas,
para reconstruir los factores principales que incitaron y
produjeron los principales conflictos
durante el desarrollo de las marchas en el Bajo Caguán
caqueteño: [115]

CUADRO 13: LOS PREPARATIVOS Y ACCIONES EN LA
MARCHA DEL BAJO CAGUÁN

FECHAS

DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS Y
ACTORES IMPLICADOS

OBJETIVOS

ACCIONES DE ORGANIZACIÓN Y
PROTESTA

5 de Mayo de 1996

Declaratoria de Zonas de orden público.
Estado-habitantes de la zona.

 

El Ejército asegura las conexiones entre la coca
y la guerrilla, dicen acatar únicamente las
órdenes Presidenciales

 

Detener los avances de la guerrilla y prevenir
revueltas

Gobierno Nacional,

Militarización de caseríos y
Municipios.

 

Inconformidad expresada en agitación social:
Escenario de Confrontación ante el Estado

Julio

Se reúnen los aprovisionamientos, se crean las
diferentes comisiones, con campesinos, colonos,
raspachines, líderes comunales, maestros, y algunos
comerciantes.

Protestas en Guaviare e inician en el Putumayo

Articular las diferentes zonas de colonización.
Se inicia el desplazamiento sobre el Río
Caguán. Llegan campesinos a San Vicente.

 

El gobierno hace realidad las fumigaciones

Caseríos, juntas, las vertientes de los
Ríos Caguán y Sunciya.

Organización y lucha efectiva contra el gobierno
nacional.

 

Se formaliza la lucha por las reivindicaciones. Las
Juntas de Acción Comunal lideran el proceso.

Continúa…

Agosto

Recrudecimiento de las protestas en el Putumayo.

Los campesinos inician la larga marcha desde Las riberas
del Río Caguán hacia Cartagena, y desde
Cartagena hacia El Paujil. Primeros bloqueos

 

Marchan por la no-erradicación de cultivos
ilícitos a través de las fumigaciones
aéreas.

Lucha frontal contra las políticas de Estado en materia
de represión, fumigaciones y de abandono hacia la
zona.

 

Se unen cerca de 30.000 campesinos en el sector de El
Paujil, llegados desde la selva.

Sep.

Refriegas en Morelia y El Retorno.

Radicalización hacia las negociaciones

Retorno

Cotidianidad de la marcha campesina.

Se comunica lo sucedido en el ámbito nacional e
internacional.

Confrontación radical, máxima
represión, violación a los Derechos
Humanos. Solución final de la marcha a
través del pliego

Octubre

Denuncias de algunos casos de desapariciones. Inicia el
redesplazamiento debido al abandono de las propiedades en
los meses dedicados a la marcha.

Los acuerdos, seguimiento

Tensa calma

FUENTE: Elaborado a partir de las informaciones del Diario El
Tiempo y Diario del Huila. Mayo- Octubre de 1996, mas ficheros
del autor.

En la base de conformación campesina de la marcha, se
ha constatado que en ningún momento la gente habitante de
estos sectores se ha encontrado sin organización propia.
Por el contrario, y así como lo señala Fernando
Cubides, citando a Ernesto Suárez:

"Desde el punto de vista de la guerra, la
guerrilla no puede extender su manto protector sobre la población. La única forma de que
haya esa cobertura es en el grado de organización que haya
en las masas… La guerrilla llega a las zonas de
colonización, y no al revés: llega la guerrilla y
después la
colonización…"
[116]

Sin embargo, la presencia de la guerrilla ha sido determinante
al momento de crear los escenarios de organización y vida
política
en la región, al respecto Cubides agrega:

"..Lo que he venido constatando a medida que reconstruimos
la historia de la región, y lo que se desprende de las
entrevistas a las diversas fuentes, es
que aun en el efectivo dominio de
éste territorio detentado por la guerrilla… el Estado en
sentido amplio, ha mostrado su presencia desde el mismo inicio de
la colonización; presente en las formas de
organización adoptadas por los primeros colonos, en el
tipo de legalidad a la que se ajustan en modo
espontáneo… presencia no desvirtuada por el poder militar
de la guerrilla, a la vez que no es refrendada por la
acción de agencias
gubernamentales."
[117]

De estos dos párrafos, se puede extractar que ha
existido una cierta maniobrabilidad del actor campesino y
colono en su designio de la forma de organización local.
En el instante previo a la marcha, según uno de los
entrevistados, estas formas de decisión y
participación local salieron a flote, de ahí que lo
que afirme sea de una…

…"Coincidencia de objetivos y de
sentimientos frente a la marcha campesina. Eso quedó
claro. De ahí que la presencia fuera masiva. Acaso se
puede llevar a tanta gente detrás de un fusil, o de las
amenazas?… es que se debe entender que aquí
también pensamos, compartimos luchas, y en eso, cuando
estamos del mismo lado, pues debemos caminar. Por ello fue un
éxito
la jornada. fatigosa y lo demás, pero exitosa.
.."[118]

En esta primera descripción de este factor también
se tomó en cuenta la rápida gestión
de alimentos,
víveres en general, materiales de
salud, que los
Comités de Colonización y las Juntas de
Acción Comunal habían acopiado con
anterioridad.

En cuanto a la organización se puede homologar con lo
anterior, agregándole cierto interés hacia un
conflicto en
particular, demostrando el planteamiento de Coser sobre la unidad
de acción de los grupos frente a
los conflictos sociales;

"Proposición 7: … La contradicción y el
conflicto no solamente preceden a la unidad, sino que operan en
ella en todos los momentos de su existencia… El conflicto
está destinado a resolver dualismos divergentes; es un
modo de lograr una cierta clase de
unidad… Viene a ser algo aproximadamente paralelo al hecho de
que es el síntoma más agudo de una enfermedad lo
que materializa el esfuerzo del organismo por liberarse de los
trastornos y perjuicios que aquellos le causan…"

Más adelante, citando la
proposición 13, agrega:

"uno se unifica para luchar, y lucha bajo el control
mutuamente reconocido de normas y
reglas"…[119]

5. La Posición del Estado

Desde 1964, se hablaba de la existencia de las
"Repúblicas Independientes", cuyo desenlace se
comentó en el capítulo 1. Sin embargo, se puede
afirmar que las medidas tomadas por el Estado en su parte de
control hacia la sociedad, fue
de un carácter similar para este caso de las
marchas, por los siguientes aspectos:

1. Las declaraciones fueron recurrentes en señalar como
los responsables de las marchas a la
guerrilla[120]y a los grandes narcotraficantes,
elementos que polarizaron el conflicto.

2. La forma más efectiva de demostrar presencia en el
lugar fue a través de su ala militar, con las fuerzas
armadas. Llegando hasta las zonas a donde nunca antes
habían hecho presencia, como en caseríos alejados
de las zonas colonizadas, en la Laguna del Chairá, y otros
sitios similares.

3. Desconocieron la forma autónoma en el sentido de
vida económica y social desarrollada con escasa presencia
directa del Estado, para ser acusados de promotores de revueltas,
mítines y azonadas.

4. En lugar de reconocer abiertamente su error
histórico hacia esta masa de colombianos civiles, con
apoyos en iniciativas socioeconómicas, de empleo y
demás; se penalizó de entrada a estas
gentes.[121]

A este propósito de argumentar sobre el papel de
Estado, textualmente, Ricardo Vargas señala:

"El proceder pragmático obedece también a la
ausencia de alternativas de empleo rural más allá
de los cultivos ilícitos en las zonas de
colonización, en donde su erradicación conduce
finalmente a que la guerrilla sea también una alternativa
económica para la masa de jóvenes desempleados y
sin futuro en estas áreas."
[122]

Una sola declaración de cierta "mea culpa", se
escuchó de la boca del entonces ministro de Defensa
nacional, Juan Carlos Esguerra Portocarrero un: "El Estado ha
sido cómplice del narcotráfico
", a la cual el
almirante Holman Delgado se sumó agregando "esta
guerra debió iniciarse hace quince años, cuando el
problema comenzaba" [123]

Aunque sea este mismo Estado el que se ha comprometido a
apoyar los proyectos de
colonización, con préstamos ante la Caja Agraria,
INCORA y demás, ha quedado corto, en una zona en donde
"todo hace falta", como lo expresa Rangel.

5.1. Uso de la represión

El manejo de la marcha de parte del Estado fue
preponderantemente de intervención militar, para luego
acatar la necesidad del diálogo y
del acuerdo. En este aparte se hace importante tener en cuenta
un día a día de las situaciones vividas
dentro de la marcha, que la hacen algo anecdótica para los
que "sobrevivieron" a su desenlace.

Tal vez se pueda afirmar que el uso de dicha represión
es uno de los principales recursos que utilizan los Estados
cuando sus políticas son impopulares, para este caso en el
contexto del neoliberalismo. Ante un modelo que
acaba con los derechos fundamentales, es
necesario aumentar el pie de fuerza para aplacar el descontento
popular.

CUADRO 14: MES A MES DE LAS MARCHAS
CAMPESINAS EN COLOMBIA
1996

FECHA

ACONTECIMIENTO

ACCIÓN DEL ESTADO A TRAVÉS DEL
EJÉRCITO

REACCIÓN DE LOS MARCHANTES

9 de abril

 

 

16 de abril

Paro armado de la guerrilla, 22 muertos, 25 heridos.
Presionan la salida de Samper.[antecedentes de las marchas
campesinas]

29 soldados incinerados en Puerres, Nariño

Operativos militares.

 

 

Exigencia de otras formas de tratamiento hacia la
guerra. Intensificación

 

14 Mayo

Aplicación de las Zonas Especiales de Orden
Público

Zonas de operaciones
militares "zonas rojas"

Protestas e inicio de la
organización de las marchas

 

28 de mayo

Inicio del juicio a Samper.

Se profundiza el problema de la coca, se revelan cifras
escandalosas sobre financiación de la campaña
presidencial

Algunos altos mandos militares rompen la
discrecionalidad y deliberan sobre el tema

Ampliación de los motivos, sustento de la
marcha

06 de julio

Se definen las zonas de orden público

Los militares se quejan del recorte sobre el presupuesto de defensa en 8000 millones

Llegan a Miraflores [Guaviare] los cocaleros. Tensiones
en el aeropuerto

16 de julio

 

 

18 de julio

Protestan 15 mil campesinos por la
fumigación.

Dinamitan carretera para impedir avance de los
marchistas, vienen 30 camiones hacia San José

"Las Farc quieren obligar a los campesinos a generar un
paro
regional, supuestamente por las operaciones de las
autoridades" Vocero militar

Choques en el Guaviare

28 de julio

 

 

Siguen las acusaciones a la incitación de la
guerrilla sobre los campesinos marchantes [Min.Defensa y
medios]

"Se necesitan nuevas leyes
para operar en contra de los frentes que operan en la
zona". Afirma Harold Bedoya

120 mil personas protestan en el área del
Guaviare. Crecen las protestas, se irradian hacia el
Putumayo

30 de Julio

Refriegas: 4 heridos en el Putumayo

Control y represión sobre las protestas
cívicas

Denuncias ante Derechos Humanos

31 de Julio

Campesinos del Orteguaza también se movilizan,
algunos llegan hacia Florencia

Se prepara la contención y seguridad en las
vías del Caquetá

Organización y decisión de salir a
protestar

2 De agosto

 

3 de agosto

El Presidente de Francia,
Jacques Chirac, plantea compra de
´narcocultivos´, como solución.

3 muertos en Puerto Asís

"Aseguran haber visto a civiles disparando contra el
ejército" [cita115]

Se intensifican las refriegas en el Putumayo

15 de agosto

Firman acuerdos en el Putumayo.

70 mil campesinos se toman 8 Municipios del
Caquetá

"Guerrilleros de las Farc habrían firmado los
acuerdos", dice el gobierno. [Constante de asedio y
persecución]

Choques en el Doncello dejan más heridos.

24 Agosto

Toque de queda en Florencia, luego de disturbios durante
2 días en solidaridad con los campesinos
marchistas

Implantan el toque de queda

Los campesinos de Belén de los Andaquíes
se toman la plaza central en Florencia

28 de agosto

Las tropas no saldrán del Caquetá, a pesar
del fallo de Tutela
otorgada por Juez de Albania

Harold Bedoya , comandante de las Fuerzas Militares
afirma que no se retirará del Caquetá.
continua la "Operación Conquista"

5 mil soldados contienen a los marchistas. Denuncian
violaciones y desapariciones.

 

Continúa…

 

 

 

30 agosto

Refriegas en Morelia, Caquetá, heridos 2
camarógrafos.

Enfrentamiento con gases
lacrimógenos

La gente asegura que se disparó
indiscriminadamente sobre ellos. "si me muero, me muero
peleando", dicen algunos

Los marchistas se quejan del abandono, de la
muerte, y denuncian a francotiradores apostados en los
puentes electrificados.

12 de Sep. 96-

Octubre 96…

Firma de acuerdos en el Caquetá.

Reconteo de la gente, censo de raspachines.
Militarización y regreso a las regiones

El balance es desolador. Las fincas y plantaciones se
encuentran abandonadas. Algunos redesplazamientos

FUENTE: Cuadro elaborado por el autor, a partir del Diario El
Tiempo y Diario del Huila. Abril- Octubre de 1996

 

Por último, basta con transcribir, siguiendo a Ricardo
Vargas, cuando afirma:

.." La actitud del
Estado de revertir por la fuerza y en pocos meses el resultado de
un proceso histórico de crisis de la
colonización, llevó necesariamente a la
explosión de una crisis que, manejada inadecuadamente,
podía llevar a sentar las bases de una profunda
diferenciación social, económica, política,
y geográfica frente al resto del país… El
desgaste político corrió por parte de la fuerza
pública en los intentos de contención de la
arremetida campesina" [124]

5.2. Salidas Institucionales:

"La coca es, en primer lugar, una cosecha especulativa
pero incierta, que no tiene competencia en lo
relativo a ganancias o al salario que puede
obtenerse por recolectarla" [125]

Este es un planteamiento que seguramente se acepta en las
clases dirigentes, en los sectores del gobierno que intentan
controlar este negocio. De tal forma que lograr acuerdos sobre su
control no ha sido tarea fácil a través de las
diferentes estrategias
adelantadas. Se reconoce así mismo su alto poder
corruptor, asesino y desestabilizador para cualquier
Estado[126]La pregunta puede ser: ¿por
qué a mayor represión, mayor aumento de la
producción de este producto?

Es innegable que a través de este producto se han
realizado algunas transformaciones que superando la moral de
ciertos sectores, han desarrollado la economía, y que han permitido, al menos en
esta zona, que algunos campesinos lleguen a ser propietarios de
sus animales, de
pastos y del futuro de su familia.[127]

Las salidas institucionales contemplan programas hacia
la ciudad como el programa Rumbos,
el aumento de la interdicción, campañas a
través de los medios de
comunicación, y en la zona agraria con el naciente
PLANTE con la erradicación de cultivos.

Hacia el campo, se ha manejado la política de guerra
integral hacia el pequeño sembrador, productor, y
recolector. Así lo describe Juan Gabriel Tokatlian:

"Atacar con vehemencia el eslabón más
débil y menos estratégico de la cadena del negocio
de los narcóticos es pueril, inconsistente y
perverso.

Mientras los capos de las drogas
disfrutan en los centros urbanos, los campesinos son el epicentro
de la política punitiva oficial. Como otras fumigaciones,
la próxima reforzará el traslado físico y la
expansión geográfica de las
cosechas…"[128]

La alta asignación de los presupuestos
recibidos de los Estados Unidos brilla por su poca
aplicación hacia la captura de los grandes "barones de la
droga". La unión de conflictos como la presencia de la
guerrilla superpuesta a las zonas de pobreza,
más la marginalidad
donde hay cultivos de coca, hacen que sean las fuerzas del Estado
en lo social las primeras que deberían llegar, como arriba
se enuncia.

Adicionalmente, el conflicto se ve robustecido por un serio
cambio en los
productos
básicos de la zona en particular:

"Durante más de quince años el cultivo de la
hoja de coca ha ido avanzando en número de
hectáreas y cultivadores, hasta convertirse en la fuente
económica más importante del departamento. El
arroz, el maíz, el
plátano, la yuca, cultivos tradicionales de los colonos,
dejaron de serlo ante la imposibilidad técnica y
económica de mejorar la calidad de la
producción, por el bajo precio de las cosechas, el alto
costo de los
transportes, la falta de vías de comunicación y a la ausencia de
alternativas de comercialización…"

[129]

El papel del gobierno se puede describir en las siguiente
líneas:

."Desde el inicio de las conversaciones entre los voceros
del gobierno y los representantes de los campesinos hay
dificultades de parte y parte. Por un lado, el gobierno trae un
preacuerdo listo para ser firmado por los campesinos y su
posición intransigente de no negociar las fumigaciones,
causa inmediata del conflicto. Por otro, los campesinos,
representantes de las diferentes regiones del Caquetá,
traen varios pliegos de peticiones y entre ellos hay diferentes
prioridades."[130]

Es claro que en la posición del gobierno no estaba la
palabra sustitución, que es bien diferente a la
erradicación. Aunque se diga que "la ley no se
negocia"; porque además el gobierno los ve como
narcotraficantes y los campesinos se ven a sí mismos como
cultivadores de coca. Puntos que hacen difícil la salida,
y discusiones desde lo cultural e histórico que han
quedado pendientes.

El gobierno hace una propuesta de pagar 40 jornales por
hectárea a razón de $12.000 pesos diarios. En un
total de $480.000 pesos y jornales para el sostenimiento mientras
dure la erradicación durante 2 meses y medio a
razón de $360.000 pesos mensuales por familia, para un
total de $900.000 pesos. Pero los campesinos piden el pago de 50
jornales por hectárea a razón de $12.000 pesos
diarios, para un total de $600.000 pesos; 40 jornales para
adecuación de suelos, puesto
que una vez arrancada la coca el suelo queda
estéril, a razón de $12.000 pesos diarios, para un
total de $480.000 pesos mas jornales para sostenimiento, $360.000
mensuales por familia hasta que se produzca el desembolso de los
créditos. Puntos a los que no se
llegó a algún acuerdo.

6. La posición de los marchantes:

6.1.El pliego de peticiones

De los puntos que resaltan en las actas, es importante el
referente al deseo de lograr la erradicación concertada,
de manera manual y
acompañada de subsidios a los nuevos cultivos. El primer
punto dice textualmente:

"Suspender de manera inmediata la fumigación
indiscriminada y selectiva de los cultivos ilícitos y
reemplazarla por métodos
manuales de
sustitución y concertados con la comunidad en
forma gradual, y de acuerdo con el tiempo requerido para el
inicio de la producción de los nuevos cultivos elegidos
por las comunidades de cada región para efectuar dicha
sustitución.

Teniendo en cuenta que el problema no solamente es la coca
sino la contaminación ambiental y la
terminación de la biodiversidad
amazónica…"[131]

Se insiste a continuación sobre la necesidad de
concertar con la comunidad tales procedimientos,
incluida la necesidad del acceso al crédito
y a las garantías de comercialización para los
nuevos productos agropecuarios.

Así mismo se amplían los puntos hacia la
necesidad de solucionar las deudas adquiridas ante la Caja
Agraria y sus intereses a través de la condonación;
acompañado de adjudicación de tierra para los
campesinos que actualmente no la poseen. Así mismo, exigen
que se aplique la Ley 160 de 1994 en su capítulo IV sobre
entrega de tierras a los trabajadores del campo asalariados que
no la poseen.

Respecto a la problemática indígena,
solicitan:

 

"Legalización, ampliación, constitución y saneamiento de los
resguardos de tal manera que todos los municipios del
Caquetá sean beneficiarios… Adóptese proyectos
especiales de manera inmediata para el buen funcionamiento y
progreso de las comunidades"
[132]

Otros puntos que pueden certificar el desbordamiento de una
protesta sobre un conflicto puntual -las fumigaciones-;
están contenidas en el mismo documento citado, desde el
quinto hasta el onceavo punto sobre temas estructurales tan
diversos como transferencia de tecnología,
carreteras, educación, salud,
saneamiento básico, vivienda, deportes, electrificación
medio
ambiente, telefonía, generación de empleo,
modificaciones a la Ley 30 de 1986, erogación de la ley
0817 del 13 de Mayo de 1996 sobre zonas especiales de orden
público y en su reemplazo sean declaradas como "zonas
de mayor inversión y rehabilitación social en
Colombia";
para finalizar con los puntos sobre derechos
humanos, exoneración de impuestos y la
creación de nuevas reservas naturales.
[133]

Durante la marcha, y de manera interna, se estipularon varias
subdivisiones del territorio que hicieron viables la
creación de subcomisiones. Estas fueron las zonas sur,
centro, cordillerana, norte, Bota Caucana, Bajo Caguán,
cada una con representación de 7 personas que
harían parte de la comisión central y
trabajarían en las diferentes subcomisiones [agropecuaria,
tecnológica, infraestructura, educación y cultura, salud
y saneamiento básico, derechos humanos, y convivencia
ciudadana]. Paralelas a estas mesas se creó la
subcomisión de asuntos
indígenas.[134] En cada Subcomisión
participaba un Alcalde.

Los campesinos describen su participación en estas
líneas:

"Este puñado de líderes y dirigentes
comunitarios que cursaron sus estudios en la Universidad de la
Vida, con mínima experiencia, conocimiento
sencillo y altruista, pero con tenacidad, esmero, conciencia y
convicción de progreso, afrontaron aquella responsabilidad histórica, aunque con
hambre, dificultades económicas, acusaciones mal
intencionadas, lograron comprometer al Gobierno en una mayor
asignación de recursos destinados a diversos proyectos de
desarrollo Departamental…"

Seguidamente expresan:

"Aquellos líderes campesinos, electos
democráticamente estaban compuestos por 45 personas
quienes actuaban como interlocutores de los campesinos
marchistas, pero las mismas dificultades y las exigencias de los
delegados del Gobierno Nacional, hicieron reducir el
número de negociadores campesinos a 15 personas, quienes
representaban a todos los municipios del Departamento"

[135]

La fatiga de cerca de dos meses intensos de caminatas y
constantes refriegas, sumadas a las continuas acciones de asedio
sobre los marchistas, ocasionaron que el gobierno se levantara
finalmente con un acuerdo producto del cansancio, y que aunque
bien elaborado, no se revirtió en sus alcances
esperados.

Uno de los actores campesinos participantes en la marcha
comenta:

"Luego de tener que pasar hambre, de ir a la cárcel
de Florencia diariamente a sacar a los presos y de visitar a los
heridos en los hospitales, llegábamos a preguntar
cómo iban las noticias, si
el gobierno ya había aceptado la conformación de
las comisiones. La gente nos comentaba que el agua
escaseaba, las enfermedades, todo estaba al
bordo del acabose. Nos daba dolor mirar a las mujeres, a los
viejos llorar, curar heridas, preguntar por sus hijos o
esposos… no queríamos colocar más muertos. Los
del ejército nos gritaban que éramos puros
guerrilleros, narcotraficantes, y se lanzaban sobre nosotros con
gases, bayonetas y balas de verdad… Finalmente nos sentamos
desde el 10 de septiembre a intentar acercarnos, apoyados por la
iglesia, el
Obispo de Florencia y los maestros de los pueblos. Se
avanzó en que el país y el mundo -pues hubo de
todas las naciones, de España.,
Francia, Brasil,
Perú, alemanes, y otros-, se dieran cuenta que no somos
gente mala, que trabajamos y queremos vivir en paz, eso era
todo…" [136]

No se han querido presentar en detalle punto por punto los
acuerdos y desacuerdos entre el Gobierno Nacional y los
campesinos marchistas, sin embargo, se han tomado algunos ejes
centrales que bien pueden sustentar las principales exigencias
contenidas en las demandas de los actores sociales movilizados. A
continuación se han extractado los puntos centrales
teniendo en cuenta los que pudieron convertirse en puntos de
conflicto al momento de la negociación:

CUADRO 15: PROPUESTAS DE LOS CAMPESINOS Y
DEL GOBIERNO NACIONAL

PROPUESTAS DE LOS CAMPESINOS

PROPUESTAS DEL GOBIERNO NACIONAL

Plan de inversiones para el desarrollo regional

Aporte de 20 mil millones a través del PLANTE
para financiar el estudio del plan de
desarrollo productivo para el Caquetá

Desarrollo agrícola y tecnológico

Comercialización de productos agrícolas, a
través del IDEMA. Compensación de los
gastos
de desplazamiento sobre los productos, pagos por el
gobierno

Adjudicación de tierras gratuitas e
implementación de programas de
parcelación.

 

Inclusión de todos los Municipios en el programa
PLANTE

Reforma Agraria. El INCORA adelantará unos
programas de mercadeo
de tierras, acompañados de subsidios para su
adquisición; reestudio de la UAF[Unidad
Agrícola Familiar], ajustándola a las
condiciones particulares; reestudio de las zonas
sustraídas de reserva forestal

Educación: Nombramiento de profesores, 1.000
nuevas plazas, construcción de 500 nuevos
establecimientos educativos; reparación de 250
escuelas y colegios, construcción y dotación
de 120 restaurantes y residencias estudiantiles

Inventario de necesidades reales, capacitación a profesores del
área rural; partida por 200 millones para la
adecuación de algunas instituciones; 200 plazas
docentes; convenios con la Universidad de la
Amazonia; aumento de cobertura en los programas del
ICBF

Salud: Construcción y dotación de treinta
centros de salud; 120 puestos de salud; nombramiento de 60
médicos; 180 enfermeras; ampliación del
régimen subsidiado.

En saneamiento Básico: 90 acueductos, rellenos
sanitarios, mataderos municipales

Realización de foros sobre el régimen
subsidiado; 10 puestos de salud; capacitación de 30
promotoras de salud; bienestarina para los niños, asesoría técnica
sobre programas de medicina
tradicional, e inducción de personal
médico;

se acoge el plan de saneamiento adoptado por el CORPES
de la Amazonia

Continúa…

Red Vial: terminación con la mayor brevedad
posible de las carreteras troncales que comunican con el
interior del país y otros Departamentos vecinos.
Vías secundarias y terciarias

Diagnóstico ambiental para la construcción
de la carretera marginal de la selva; aumento del ritmo de
trabajo, aumento del presupuesto en 31.140. millones;
mantenimiento de vías,

FUENTE: Elaborado a partir de las actas oficiales de acuerdo
entre los campesinos marchistas del Caquetá y el Gobierno
Nacional. Florencia, Caquetá, 12 de septiembre de
1996.

Los campesinos firmantes definen algunos de los puntos de su
lucha y sus logros en el párrafo
siguiente:

"Quizá la disparidad de criterios expresada por las
comunidades, la lista demarcada sobre necesidades, la falta de
una propuesta clara y precisa, hizo postergar la
negociación, creando incertidumbre, pérdida de
vidas, mutilados, huérfanos, procesados y múltiples
heridos, situación bien aprovechada por el Gobierno para
imponer sus criterios" [137]

6.2. Las refriegas. Situaciones de Derechos
Humanos:

Durante el desarrollo de la marcha se vivieron diversas
situaciones que colocaron en constante asedio a los marchantes,
bajo la política de control y militarización total
desplegada luego de la expedición del decreto de Zonas
Especiales de Orden Público. Es así como desde la
salida de las comunidades de los caseríos y veredas ya se
encontraban controlados los ríos, como el caso del
Caguán.

…"Luego de la conformación de los comités
de seguridad, alimentos, salud, y desplazamientos, nos dirigimos
en familias a reunirnos en las cabeceras de los caseríos,
Río abajo [hacia la desembocadura del Caguán en el
Caquetá], no había problema porque los soldados
llegaban cerca a Remolinos, pero de ahí hacia abajo les
daba miedo… La gente bajaba en deslizadores, algunos
venían hasta a pie, pues habían caminado desde el
Sunciya, a encontrarse con la marcha. Llegábamos a los
pueblos y nos impedían salir, entonces cada cual se
salía de a poquitos[en grupos pequeños], hasta que
no podían controlar a tanta gente, no parábamos en
los poblados, algunos se quedaban en los recodos y el resto
continuaban en la caminata. Desde ahí los soldados nos
perseguían, ya sabían de las protestas…"

[138]

 

Constantemente los retenes militares y controles en Cartagena
del Chairá y en la vía hacia el Paujil
hacían devolver a la gente. Estos a su vez pasaban los
controles por los montes o bordes de quebradas cercanas, de tal
forma que para los soldados y militares se constituyó
desde un inicio en una situación difícil de
controlar. La decisión de concentrar la tropa hacia las
cercanías de Florencia se toma en esa dirección, puesto que algunos campesinos
habían llegado al centro de la capital del
Caquetá demandando la atención del Estado. Algunos de los
marchantes, afirman sobre los desenlaces:

"Luego de caminar casi un mes, aguantando sed, pues casi
no había tiempo para preparar la comida, llegamos a la
entrada de El Paujil. También nos encontramos con la
marcha que venía de San Vicente y de la montaña
[Cordillera Oriental]. Venían por ahí unas treinta
mil personas, mas nosotros, cerca de 50.000. Las vacas para
alimentarnos las traíamos al lado, algunas gallinas,
cerdos, plátanos, y todo… Al llegar a la vía
principal que lleva hacia Florencia, los problemas aumentaron…
venían los soldados a golpearnos, a darnos palazos, a
muchas señoras y amigos míos los garrotearon. Las
balas sonaban día y noche. Cuando dormimos frente al
puente electrificado se escuchaban disparos sobre la gente, luego
al otro día había que llevar a cinco, diez heridos
a diario. Algunos morían, dicen que había
francotiradores en los árboles
altos y en las torres de los puentes del río San Pedro, a
quince minutos de Florencia…"
[139]

 

Las denuncias han quedado en materiales de video, algunos
reportajes y las denuncias de las comisiones de Derechos humanos.
Desde los mismos momentos del inicio de la marcha se
conocía de tales actos de penalización y
persecución sobre los campesinos movilizados; sobre tal
aspecto, se denuncia:

"En el desarrollo de las marchas campesinas, las fuerzas
militares a través de los Batallones adscritos a la
Brigada XII reiteradamente distribuyeron, en los retenes y por
intermedio de helicópteros, panfletos, en la cual
ofrecían recompensas a quien delatara a los promotores de
marchas o líderes campesinos y guerrilleros, coartando la
libre expresión de las comunidades campesinas y
penalizando la movilización social, como plena
violación al acuerdo con relación a la
Declaración de garantías del Gobierno
Nacional"
[140]

Los diarios le dieron especial cubrimiento a las acciones
desarrolladas en Morelia, en El Doncello y en Santuario. El
clima de
violencia
reaparece en las muestras de exceso y utilización
desbordada de la fuerza, tal como se reporta en El Tiempo:

"Mientras en Morelia (Caquetá) una comisión
del Gobierno se sentó a negociar con los líderes
del paro campesino sobre la erradicación de los cultivos
ilícitos y los programas para desarrollar la
región; en Morelia el Ejército se enfrentó a
bala con los manifestantes…"[141]

En ocasiones, se acusa a los marchistas como lo incitadores de
las acciones de fuerza:

" Con hondas y caucheras unos mil raspachines (cogedores
de coca) hirieron a 22 soldados de la Policía Militar que
impedía el avance de los marchantes en el puente sobre el
río Bodoquero, a 18 kilómetros de Florencia
(Caquetá)…" [142]

Sin embargo el balance es de seis muertos y unos 100 heridos,
informan en el mismo diario; al momento de acordar los balances
generales.[143]

Atendiendo a las sucesivas muestras de acusaciones de lado y
lado, el Diario del Huila le otorga cierto detalle a las
declaraciones de las fuerzas militares, quienes insisten en
llamar la atención sobre el "paro guerrillero" adelantado
sobre las vías que conducen del Caquetá al interior
del país. En la edición
del primero de septiembre se informa:

"Las empresas de
transportes públicos que operan en el Caquetá, no
podrán prestar sus servicios
durante unos quince días hacia el interior del país
debido a las amenazas de la guerrilla de las Farc, de quemar
vehículos si hacen caso omiso a la recomendación…
Este paro de transporte obligado por las Farc, estaba anunciado a
los mismos conductores que en varias ocasiones fueron retenidos
por células
armadas para advertirles que si el gobierno no arreglaba pronto y
los campesinos no podían llegar a Florencia, se
hacía necesario taponar la vía para que la misma
capital no pueda abastecerse de alimentos y combustibles, los
cuales han ingresado sin problemas, mientras que los campesinos y
otros municipios padecen los rigores de la escasez."

[144]

Documentos como los anteriores fueron los que indudablemente
ocasionaron la reacción de las Fuerzas Militares,
ordenando intensificar aún más las operaciones
sobre Florencia; reforzar las entradas, y llegar a declarar que
inclusive la guerrilla estaba a punto de tomarse la
ciudad.[145]

Similares afirmaciones de advertencia había realizado
el Ministro del Interior, Horacio Serpa Uribe, quien en visita de
emergencia a la zona, aconsejó a los campesinos a "no
dejarse manipular por fuerzas extrañas ", así como
advierte:

"En las marchas hay muchos protagonismos como los grandes
narcotraficantes de la droga y la subversión armada, pero
insistió en que el gran protagonista no es otro que el
campesino honesto y trabajador…"
[146]

La interrelación de estos dos actores es recurrente
[guerrilla-campesinos]. Las acciones de violación sobre
los Derechos Humanos bien se podrán amparar sobre estas
valoraciones. Luego, en el texto de
acuerdo final se insistirá de parte de los campesinos
marchistas en que se reconozca el papel autónomo y
protagónico de los campesinos sin presiones algunas.

El valor de las expresiones representadas en la siguiente
caricatura
sintetizan la posición férrea del ministro Serpa en
la visita a Florencia y sus respectivas declaraciones:

Diario del Huila, Septiembre 3 de 1996, 4A

Otro aspecto que contribuye a la sumatoria de violaciones de
los Derechos Humanos, lo constituye las detenciones de los
heridos que se aplica en el momento mismo de su entrada a los
hospitales; sumadas a la utilización de vehículos
de organismos internacionales como la Cruz Roja para transportar
lacrimógenos y detenidos durante las
refriegas.[147]

Por último, y antes de cerrar el presente aparte, la
principal consideración sobre las violaciones a los DD.HH
de los campesinos la constituyen la falta de vivienda digna, de
salud oportuna, de asistencia social, de desarrollo, de respeto al buen
nombre y por el asedio sistemático. Llegan a tan elevado
grado las violaciones, que en un fallo proferido por el Juez
Único Promiscuo de Albania, a favor del desbloqueo de las
vías del Caquetá bloqueadas por el Ejército
para impedir el paso de los campesinos marchistas, el entonces
general Harold Bedoya Pizarro se sostuvo en no acatar la
sentencia de la justicia a
través de la acción de tutela. Negativa que fue
igualmente reforzada por el Ministro de Defensa Juan Carlos
Esguerra. [148]

A continuación se presenta el mapa de las marchas
campesinas en el Bajo Caguán caqueteño:

Mapa de las marchas

CAPITULO IV

"TODO O NADA! . YO
VENGO POR LO MIO"

LA SALIDA.

1. Puntos de negociación:

Fueron necesarias las sucesivas visitas de los representantes
del gobierno central, como Horacio Serpa, los entonces
parlamentarios Carlos Alonso Lucio, y Fernado Almario Rojas;
sumado a las intervenciones del Obispo de Florencia,
Monseñor Fabián Marulanda López y los
representantes del Gobierno en las negociaciones como el
Viceministro de Agricultura
Rafael Echeverri, para que se facilitaran algunas de las
propuestas que inicialmente "sorprendieron a los representantes
del Estado", y que invitan a calcular al menos inicialmente la
convocatoria de los campesinos movilizados.

Seguidamente un punto final que no permitió el
ágil regreso de los campesinos a sus zonas de
orígen fue la exigencia de parte de estos de lograr un
acuerdo firmado en el cual se reconociera el respeto por la vida
de todos los participantes y voceros. Los desenlaces de este
punto no fueron tan convincentes. Las denuncias posteriores no se
hicieron esperar. Raúl Gratz, delegado del Ministerio del
Interior comenta sobre el particular:

"De las personas firmantes del acuerdo del Caquetá,
sobre los campesinos, indígenas y colonos ha habido una
constante persecución. Algunos han venido hasta las
oficinas del Ministerio a solicitar que los apoyemos en ubicarlos
dentro de los planes de protección y de seguridad que para
ello tiene el Estado. De algunos de ellos recuerdo que hasta
hemos tenido que facilitarles alimentación, pues
han tenido que salir desplazados desde sus lugares hasta esta
ciudad [Bogotá]… recientemente me informaron que a
varios de ellos los ha asesinado la misma guerrilla en muestras
de retaliaciones, y a otros, los paramilitares. Es difícil
que esto quede claro. La información nos llega de manera
lenta… además algunos de ellos no quieren solicitar
apoyo por no considerar de seguridad este apoyo
institucional…"
[149]

Aunque los medios no reportaron, algunos campesinos comentan
sobre la destrucción de sus casas, el hundimiento de sus
embarcaciones, el hurto a sus pertenencias por miembros del
Ejército; que los llegó a inculpar por exigir
gasolina para su retorno, asegurando que dicha gasolina era para
el procesamiento de la hoja de coca.

Otra posición en la salida de este conflicto se
aportó también desde la Universidad; como fue el
caso de una carta enviada al
presidente Samper, contenida en cinco puntos a manera de
propuesta y de llamado de atención sobre el olvido del
Estado sobre la Universidad, en este caso de la Amazonia.

"Nuestra institución [La Universidad de la
Amazonia] puede y debe participar en el proceso. La norma que la
creó (Ley 60 de 1982) estableció que su radio de
influencia sería la región amazónica y le
fijó claras obligaciones
en lo relacionado con las actividades de docencia,
investigación y extensión…. La
decisión del gobierno nacional de erradicar los cultivos
ilícitos , si bien ha dado lugar para una
radicalización de los productores de defensa de su
única fuente de ingresos en las
áreas más lejanas y de difícil acceso, ha
llevado también al establecimiento de un diálogo
que debe llevar a concertar con la comunidad las acciones
más convenientes para cumplir dicho
propósito…"
[150]

La esperanza fijada en los diversos sectores de la vida
regional implicados en las acciones hacia una salida pronta,
pacífica, y que diera como resultado la apertura de
vías de acceso, la desmilitarización, y la
posibilidad de disfrutar de los acuerdos que para nada se
presentaban como indecorosas. Así lo recuerda uno de los
negociadores por los campesinos:

"Arrebatarle al Gobierno unos miles de millones nos ha
costado de nuevo decenas de muertes. Cientos de heridos, pero es
que no nos han dejado otro camino. Ahora nos vamos más
preocupados que antes, pues ellos tienen nuestros datos, y eso nos
hace temer por nuestras vidas y las de nuestras familias… si se
logra lo de las escuelitas para los niños, la salud, las
vías, con eso quedamos contentos…con lo de la coca ellos
saben que no tiene salida, que la solución está en
otra parte… De todas formas no fue en vano la
marcha…seguiremos preparando muchas más, cuando sea
necesario…"
[151]

¿Qué sería normalidad? Al juzgar por los
años transcurridos desde el acuerdo y al ver sus pocos
cambios, se debe decir que entonces el tan anhelado "regreso a la
normalidad" es seguir con la coca, la penalización, los
negocios
secretos, los cultivos aumentando, la misma pobreza, los
desplazados y colonos que terminan invadiendo a la fuerza la
selva aún virgen del Amazonas.

Otro de los llamados desde las instituciones sociales
–en este caso de los medios de comunicación-, lo
realizó el Diario del Huila. A continuación se
transcribe parte del texto redactado en su editorial:

"Este departamento Hermano, forjado inicialmente por
huilenses, que se desplazaron a la tarea colonizadora, y luego
poblado por migraciones de familias que huían de la
violencia política en sus territorios de origen y
encontraron allí el oasis de paz en donde consagrarse al
laboreo pacífico y honrado en esta crisis
profunda.(sic)

Víctima de un secular aislamiento ha visto poco a
poco, ir afectándose con la violencia, combinada en las
últimas dos décadas con el narcotráfico, el
que desplazó en un gran porcentaje el extraordinario
potencial ganadero y agrícola que venía afianzando
su incipiente estructura
económica y administrativa… (sic)

Todo ese episodio venturoso comenzó a cambiar con
los narcocultivos, que desplazaron los cultivos tradicionales y
las actividades lícitas bajo el espectro de una aparente
bonanza económica, el mejoramiento salarial y el
enriquecimiento indudable de muchos, pero hoy, al descorrerse el
telón, solo aparece el conflicto social y la
depresión
."[152]

Ligado a lo anterior, la posición de los campesinos no
distaba en sus reivindicaciones en mucho. Producto de su
cansancio, temor y ganas de volver a sus hogares y
plantíos, abandonados por algunos desde hacía dos,
tres o más meses, aceptaron negociar. Sin embargo, se
evidenció de nuevo la fortaleza de la organización
campesina en la elaboración del pliego final unificado que
no contó con mayores tropiezos. Así entonces se
articuló la efectividad de la participación en las
Juntas de Acción Comunal, de los Comités de
Colonización y de las mesas de coordinación de las marchas al momento de
sentarse en Florencia a hablar sus representantes.

"Dormíamos, cuando se podía y por turnos,
entre el lodo. No todos llevamos buenas toldas o plásticos,
la ropa estaba mojada casi siempre. Había enfermedades,
falta de agua limpia,
de baños… Eso si nos habíamos puesto de acuerdo
en la necesidad de llevarnos en la negociación los puntos
de las vías, los maestros y de la asistencia social. Ante
estos propósitos no importaba si comíamos o no, si
estábamos enfermos o no. Al fin y al cabo estamos
enseñados en estas tierras. Cuando escuchábamos las
noticias nos sentíamos aunque temerosos fuertes porque a
nivel nacional éramos protagonistas. La fuerza viene de la
lucha grupal…. Las dolencias quedaban atrás…
."[153]

2. Implicaciones sociológicas de la marcha campesina
del Bajo Caguán

2.1. Alcances inmediatos y mediatos:

Luego de realizar una descripción de los diferentes
rasgos de esta muestra de acción colectiva que conduce a
la conformación de movimientos de protesta dentro de los
campesinos marchistas del Bajo Caguán, puede ser un buen
ejercicio dentro de esta tesis avanzar
hacia una posible interpretación de los alcances, al menos
los inmediatos y que luego de seis años de haberse
presentado se puede realizar.

1.El hecho de presentarse una movilización organizada
con sus puntos de negociación, movilización de
recursos, amplia participación y concreción del
propósito central -que era la suspensión de las
fumigaciones sobre los plantíos de coca-, puede otorgar un
buen indicador de la magnitud de esta jornada de
organización social en este grupo humano.
Así mismo, puede representar la invitación a
reconsiderar el papel del actor social[154]como
aquellos grupos o individuos que pueden adelantar de manera
consciente, intencionada y organizada una articulación
entre su identidad
colectiva – ser campesinos cultivadores de coca en este caso-,
que adelantan demandas hasta exigir la tierra, el
desarrollo, entre otros puntos.

2. Las políticas sin concertar hacia estos campesinos
pueden dejar más pérdidas que ganancias. Esto se
demuestra en la posición autoritaria de los delegados del
Estado quienes intervinieron caótica e improvisadamente
exagerando el conflicto, utilizando un despliegue de fuerza
mayúsculo en un momento en el que las condiciones eran de
negociación antes que de represión. Sobre este
respecto, no se vio en el Estado una política seria de
previsión sobre las protestas que se presentaron
seguidamente de una región a otra, exceptuando la
declaratoria de Zonas Especiales de Orden Público. Se
evidenció la presencia del estado autoritario, y a veces
enceguecido por la necesidad de ocultar otros problemas mayores
como el caso del juicio al Presidente Samper, que por el mismo
momento tomaba su punto más alto. Recordemos que es
Maquiavelo
quien aconseja al Príncipe "inventarse guerras contra
enemigos inclusive ficticios" [155]para distraer a
sus contradictores y opositores internos.

3.La Sociología se hace relevante en estos
momentos, pues no son los campesinos cocaleros actores sociales
traídos desde otras partes a protestar únicamente;
son los habitantes de las tierras que han llegado desde inicios
de siglo, desde los años 50 y 80, los que ahora siembran
la coca y exigen soluciones de
fondo a sus demandas. Por ello puede aparecer ciertamente
irresponsable la categorización de "marchas cocaleras",
como se les denominó en el argot popular y hasta
intelectual del país, por cuanto estos campesinos no son
solo cocaleros; son productores de otras actividades
económicas lícitas; además se invita de
entrada, en cuestión de análisis del discurso y de
la teoría
de la argumentación como acciones que deben esperar una
respuesta inmediata así:

Monografias.com

Sobre las consecuencias inmediatas también se logra que
el poder estatal tenga en cuenta esta realidad, que se incluya en
otro capítulo de la vida nacional. Las iniciativas de
inversión social y de reasignación de recursos se
ven reactivadas en unas zonas en donde no deberían
debilitarse. Es cierto que algunas obras como
electrificación rural, arreglo de vías y algunas
nuevas escuelas y centros de salud se han construido; pero
aún estas zonas del país están sumidas en la
marginalidad social, al seguir siendo desconocidas y poco
integradas a la sociedad nacional.

4. Cerrando la posibilidad de una reforma
agraria con inversiones sociales, asistencia técnica y
créditos oportunos, ha ocasionado que los cultivos
ilícitos y no ilícitos se desborden hacia las zonas
de reserva forestal, de parques nacionales y de resguardos
indígenas. Por la misma ineficacia de las iniciativas
estatales, se ha dejado a la iniciativa espontánea la
colonización y adecuación de recursos
naturales. Detrás de cada colono está toda una
familia, y unas necesidades de ocupar tierras que aunque nunca
logre explotar y beneficiarse de ellas, en su mente está
ser un gran propietario. Una Reforma Agraria bien pensada
seguramente contribuiría a la solución de fondo no
solo en estas zonas, sino en el país en general. Alfredo
Molano comenta al respecto:

"Cada persona [colono]
equivale a una hectárea, o sea, dicho de otra manera las
parcelas tienen en promedio 5 hectáreas y una familia
tiene en promedio 5 miembros, digamos que no es loco decir que
hay 120 mil personas directamente vinculadas al cultivo… de
todas maneras, cualquiera que sea el daño
ecológico que haya hecho la coca y la amapola es
infinitamente menor al que han hecho la ganadería
y la papa en los páramos, para no hablar del trigo, que
acaba no solo con el bosque sino también con la
tierra…"
[156]

5. Las movilizaciones de los campesinos se vieron nutridas en
sus partes de convocatoria y resistencia con
un nuevo grupo social bastante heterogéneo: "los
raspachines", estos actores son generalmente jóvenes
venidos de las ciudades o del mismo campo, con la ilusión
de ahorrar algunos dineros. También pueden ser personas
con ambición de establecerse en la zona. Sobre su papel
protagónico también se habla en los acuerdos, en
donde es el mismo Gobierno quien les ofrece retorno a sus lugares
originarios, inclusión en capacitaciones y apoyo de
instituciones estatales. El afloramiento de este nuevo actor
social invita a reflexionar sobre el mundo del trabajo, de las
relaciones globalizadas de la economía en su
manifestación capitalista. De nuevo Molano detalla sobre
este aspecto:

"…Pero hay una tercera parte de manifestantes que vemos
ahora que es población flotante. Además de los
rebuscadores, ellos son otra cosa. El es el raspachin que es el
que jala la coca, que cosecha propiamente y vende por costaladas
al dueño de la finca. Son muchachos entre los 14 y 20
años, pelados de las ciudades normalmente o chinos del
campo. La misma edad de reclutamiento
de la guerrilla, chinos desmoralizados que se van a rebuscarse.
Muchos terminan haciendo chagras y otros terminan de mulas. Hay
un paso intermedio y es que muchos terminan traqueteando,
llevando gasolina o comprando la merca, negociando en este
mercado. Y
también hay unos que terminan de mulas, inclusive haciendo
pequeños embarques. Pero ese es otro tipo de
personas."
[157]

Al momento de describir las acciones colectivas, a este grupo
social se le debe dedicar un análisis pormenorizado, pues
la reconstrucción de su entorno, de su historia y de sus
expresiones hacia la acción social son bastantes
heterogéneos. Por una parte, se trata ciertamente de
jóvenes que en algunos casos recorren el país de un
lado a otro detrás de las cosechas de café,
algodón, sorgo, arroz, y finalmente de la
coca. En esta encuentran una remuneración más
amplia y permanente, en un entorno de aventura ante la bravura
del sector y de la presencia de otro tipo de autoridad. En
lo individual se sospecha la constante posibilidad de acrecentar
su capital, de convertirse en el "señor", como en la
historia de los "grandes barones de la droga", tipo Carlos
Lehder, Gacha, Escobar, entre otros. Definitivamente este tema
queda por abordar

6.La presencia de la coerción de parte de la guerrilla
hacia el campesinado al momento de actuar se pudo presentar. Como
lo señala Elster, este tipo de acción social puede
desbordarse por los cálculos bajo presión, en el
cual el "dilema del prisionero"[158] cobra su
mayor punto al tener el campesinado que ineludiblemente
participar en las acciones colectivas. Al mismo tiempo se
entroncan las relaciones jugosas de protección y defensa
con la trilogía campesino-guerrilla-narcotraficante. De
todas formas, como lo señala Weber, la
relación de poder es asimétrica, no necesariamente
concertada; debido a la posibilidad de encontrar obediencia a
través de las tres formas clásicas de
dominación: legal, por tradición y por carisma.
Daniel Pecaut aporta a la
reflexión:[159]

"Desde la perspectiva de los grandes productores (los
empresarios de las grandes transacciones), este es un lucrativo
negocio que atrae un buen número de comerciantes,
desempleados y a todo tipo de aventureros que reclamarán
en recompensa de su riesgo una
considerable suma de pago. Si es necesario intercambiar las
alianzas, se hace, si es necesario desestabilizar el poder, se
hace."
[160]

Sin embargo estas interrelaciones de cálculos de
interés-beneficio, se ven ampliadas. Siguiendo a Pecaut
tenemos que:

"En las zonas de cultivo y de transformación de
droga, es imprescindible cierta cooperación entre
guerrillas y narcotraficantes, pero se necesita también de
la cooperación implícita de otros actores locales
como militares, policías y políticos. Obviamente
estas transacciones también generan conflictos."

[161]

7.Las ganancias que según las declaraciones del
Departamento de Estado norteamericano, y de los diferentes
gremios y representantes del Gobierno nacional son la causa de la
represión y la interdicción en primera instancia,
continúan quedándose en las manos de los que nada
tiene que ver con los oficios agrícolas: es decir, los
empresarios, comerciantes, inversionistas, narcotraficantes,
actores armados, políticos y otros actores que en el
ámbito internacional financian guerras y planes de
intervenciones contra otras naciones a partir del negocio de
las
drogas.

2.2. Compromisos:

A nivel del gobierno nacional se ha dicho que se
invertirían dineros hacia el proyecto de
desarrollo presentado por la comunidad del Caquetá.

Algunas de las asignaciones fueron distribuidas así:
[162]

CUADRO 17: DISTRIBUCIÓN DE INVERSIONES Y
COMPROMISOS. GOBIERNO NACIONAL Y CAMPESINOS MARCHISTAS DEL
CAQUETÁ.

INVERSIONES

 

DESTINO

MONTO

Jornales para erradicación y sostenimiento

Campesinos y colonos

480.000+900.000/hectárea para erradicar

Plan de acción agropecuario

Financiar estudio del plan de desarrollo productivo en
el Caquetá

20 mil millones

Puestos de salud

Puerto Valdivia, Curillo; La Esperanza, Puerto
Rico; Diamante y la Ilusión, Milán; Los
Cristales; Cartagena del Chairá

120 millones

Energía eléctrica

Central eléctrica del río San Pedro y
Termoeléctrica

60 millones para estudios + 140 millones de
interconexión

Vías

Carreteras Florencia-Orrapihuasi; Florencia-San Vicente
del Caguán; San José de Fragua-Florencia;
puentes y otras vías

31.140,38 millones

Educación

Nuevas plazas docentes

200 millones+60 millones para educación ambiental.

Financiación y prestamos

Vivienda, microempresas

Sin datos Exactos.

FUENTE: Acta de acuerdo entre el Gobierno Nacional y los
campesinos e indígenas marchistas del Departamento del
Caquetá suscrito en la cuidad de Florencia el día
12 de septiembre de 1996.

Del cuadro anterior se puede concluir que las necesidades de
los campesinos y marchistas indígenas traspasaron lo
coyuntural, pasando hacia todo un plan de desarrollo
regional.

La voluntad del Gobierno en el documento expresa de entrada lo
siguiente, haciendo prever un feliz desenlace de los hechos:

"La comisión del Gobierno Nacional y la
comisión de representantes de los campesinos e
indígenas marchistas del Departamento del Caquetá
acuerdan que:

Estando plenamente convencidos de la importancia de
sustituir y erradicar voluntariamente los cultivos
ilícitos, a través de un programa especial dirigido
a los pequeños cultivadores y recolectores del
Departamento del Caquetá y la Bota Caucana, mediante el
esfuerzo conjunto de campesinos, indígenas, jornaleros,
las organizaciones que los representan, las ONG´s,
el Gobierno y la cooperación internacional, y que se debe
implementar un plan de inversión social y agropecuario con
sistemas de
producción amazónicos sostenibles, en los
términos que se detallan en el presente
documento…."
[163]

De parte de los marchistas, se acuerda inmediatamente cesar la
movilización, y regresar a las zonas de procedencia, como
lo detalla el documento:

"Los voceros campesinos e indígenas marchistas se
comprometen a desmovilizar las marchas y las concentraciones a
partir de la firma del presente acuerdo regresando a sus sitios
de origen"
[164]

Uno de los compromisos suscritos que puede significar una
nueva relación y por consiguiente un nuevo actor social
que se ganó su representación autónoma en
las comisiones de negociación, fueron los raspachines. en
el acuerdo se describe:

"Las comisiones identificaron tres tipos de jornaleros
recolectores de hoja de coca (raspachines), para darle a cada uno
de ellos un tratamiento específico:

Aquellas personas con tradición
campesina que por diversas circunstancias terminaron trabajando
como raspachines, pero que conservan su vocación campesina
y de permanencía en el sector rural…

– Aquellas personas con tradición jornalera
agraria, hoy raspachines, quienes han trabajado en diversas
áreas agrícolas y en todo el territorio nacional
con el carácter de asalariados rurales y que aspiran a
continuar viviendo en el sector rural del
Departamento

-Raspachines itinerantes o andariegos, en donde se
incluyen a los menores de edad…"
[165]

Dentro de estos acuerdos no se incluye la reflexión
sobre la cultura, en especial sobre la identidad de los pueblos
indígenas y su consumo
ancestral de la coca. No se hace una valoración hacia la
producción de cultivos alternativos, como se realiza en
Bolivia y
Perú. Solamente se enuncia la peligrosidad, el contenido
penal -ilícito, según la ley 30 de 1986-. Mucho
menos se acuerda realizar una campaña de
sensibilización amplia hacia las otras capas de la
población donde se realiza el consumo. Tampoco se
menciona, por ejemplo, el papel de las naciones consumidoras en
el proceso. Quizá se pueda afirmar que se trata en estos
acuerdos de una población que no exige aclaraciones
inmediatas, ni discusiones de contenidos. Se elimina entonces la
posibilidad de ampliar la base de las discusiones y por ende de
las propuestas finales. Sobre este respecto, Eugenio Guerrero nos
recuerda:

"Por qué será que en Bolivia y Perú
se pueden extraer de la coca cerca de 150 productos
lícitos, que van desde gaseosas hasta perfumes, y desde
galletas hasta medicamentos?. Porqué será que en
Colombia no se puede hacer lo mismo?."
[166]

No es de sorprender que los campesinos participantes se hayan
quedado con la misma imagen sobre el
gobierno, como el que no escucha, el que solo reprime, y lo peor
el que engaña a través de sus acuerdos que son poco
reales.

Una de estas muestras es la denuncia sobre la
implementación de nuevas fumigaciones, rompiendo los
acuerdos firmados en las marchas campesinas:

" El Gobierno desconoce los acuerdos y rompe la
concertación con las comunidades campesinas e
indígenas, al implementar la fumigación en nuestro
Departamento, iniciando por los municipios de Solita,
Valparaíso, Milán, Montañita y luego se hizo
extensiva a otros. No estamos en contra de las fumigaciones para
defender al narcotráfico, sino por la defensa del ecosistema de
la Región Amazónica y las Comunidades Campesinas.
Conscientes del valor intrínseco de la diversidad
biológica y de los valores
ecológicos, genéticos, sociales, económicos,
científicos, educativos, culturales, recreativos,
estéticos y sus componentes; así mismo de su
importancia para la evolución y el mantenimiento de los
sistemas
óptimos para la vida de la biosfera. Tal
conservación debe ser interés común de toda
la humanidad y responsabilidad del Estado en la
preservación de la diversidad y del manejo sostenible de
sus recursos biológicos…"
[167]

Estos campesinos parecen estar debidamente documentados, al
menos al mirar las declaraciones de sus reivindicaciones y
proyectos. Su nivel de discurso puede hacer pensar que el viejo
pensamiento
del campesino como el "iletrado" puede tener sus serias
excepciones.

2.3. El regreso hacia las zonas de procedencia.

Una vez terminadas las largas faenas de las marchas que se
produjeron entre los meses de mayo a septiembre de 1996, y en
acato a los acuerdos firmados, se inicia el regreso, penoso por
cierto, hacia las zonas de origen.

Los acuerdos finales se suscribieron entre el Gobierno
Nacional representado en el Ministro del Interior, Horacio Serpa
Uribe, y una comisión avalada por los campesinos
marchistas. El Gobierno se vio representado por la gobernadora
del Caquetá María Amparo Ossa
Suárez, el Obispo de Florencia Fabián Marulanda
López, el director regional del PLANTE Juan Carlos Claros
y los representantes a la Cámara por el Caquetá
Luis Fernando Almario Rojas y Jorge Olaya Lucena. De parte de los
campesinos, esta forma de negociación puede sugerir la
debilidad nacional de la representación de la lucha
campesina en la actualidad, producto del debilitamiento y
atomización de los diferentes gremios del sector. La
presencia de la ANUC como organización, por ejemplo fue de
intermediaria, o en veces de facilitadora. Similar gestión
adelantó la ONIC [Organización Nacional
Indígena de Colombia], del lado de los indígenas.
Se llegó a este acuerdo luego de superar como se dijo
antes, los obstáculos sobre inversiones en vías
terciarias y las plazas docentes.

De todas maneras, la aceptación de los acuerdos fue
total y la desmovilización se presentó desde el
día viernes 13 de septiembre de 1996. El Diario del Huila
lo reseña así:

"Mientras los campesinos se comprometen a desmovilizar las
marchas y a erradicar y sustituir los cultivos de coca por
cultivos lícitos, el Gobierno se compromete en invertir
más de diez mil millones de pesos en proyectos de
desarrollo agropecuario, obras de infraestructura vial,
educación, salud y apoyo a la industria y a
la microempresa…
se ha calificado este [la movilización] como uno de los
conflictos sociales más trascendentales en la historia del
Caquetá…" [168]

El día sábado 14 de septiembre, el Presidente
Samper hizo presencia en el Departamento del Caquetá y
avaló formalmente los acuerdos, y de paso asistió a
una misa en memoria de los
soldados que perdieron la vida en el ataque a las Delicias [30 de
agosto de 1996]. Se refirió a los acuerdos como "El
Caquetá en paz y sin coca", y al mismo tiempo
invitó a los caqueteños a aprovechar el buen
momento a partir de las inversiones sociales que se avecinaban
[169]

La larga marcha se inicia. El Gobierno apoya con algunos buses
y volquetas, inicia el conteo de la gente de acuerdo a sus
comunidades y el balance del caso. La subcomisión de
Derechos Humanos y convivencia ciudadana recalca antes de iniciar
el retorno que:

"El Gobierno Nacional, sus instituciones, las Fuerzas
Armadas, y demás autoridades reiteran sus
propósitos de garantizar los Derechos y las
pacíficas expresiones de los campesinos marchistas del
Caquetá y no promoverá ninguna acción de
tipo laboral,
administrativo, disciplinario y judicial en contra de estos sus
voceros, por la participación en las marchas… Las
indemnizaciones a que haya lugar se establecerán en
consideración con la ley y a las decisiones
jurisdiccionales. Igualmente las investigaciones
determinarán los grados de responsabilidad sobre los
hechos…"
[170]

Reseñan en el mismo documento su preocupación
sobre los volantes que las Fuerzas Armadas repartieron entre los
campesinos marchantes y habitantes de la zona con el fin de
procurar la delación de los impulsores de las marchas.
Aquí se reproduce uno de estos volantes. Es pertinente
hacer énfasis en la imagen de un individuo
ocultando su rostro, con un inmenso sombrero que lo presenta como
un ser temible y enigmático. Las imágenes
son parte de la estrategia del Plan Conquista, adelantado por las
Fuerzas Militares acatando la orden del Gobierno Nacional.

[Volante de Denuncia]

Los campesinos realizan una serie de denuncias acaecidas luego
de la marcha, a continuación se transcribe uno de los
textos sobre las violaciones a los Derechos Humanos:

"Poco tiempo después de finalizar las
movilizaciones campesinas llegó desdichadamente para los
habitantes del Departamento del Caquetá, un nuevo factor
generador de violencia, sumándose a la presencia de la
guerrilla de las Farc, ensombreciendo aún más el ya
por sí gris panorama de orden público; las
autodenominadas "autodefensa de Córdoba y Urabá "
más conocidos como grupos paramilitares; situación
que tiene en ascuas a la población civil en general y
particularmente dirigentes campesinos, cívicos y
comunales…"Los numerosos grupos paramilitares aumentaron su
ofensiva contra la guerrilla, perpetrando muchas matanzas
deliberadas, masacres y desplazamientos forzados entre los
civiles, supuestamente aliados de la guerrilla… Los asesinatos
perpetrados por los grupos paramilitares aumentaron de manera
notoria, muchas veces la complicidad de soldados o de unidades
militares, con el reconocimiento y la aprobación
táctica de algunos de los altos oficiales del
ejército…" [171]

Paso seguido enuncian la lista de asesinados desde el
día 5 de enero de 1997, hasta el 14 de junio de 1998. La
lista es larga e incluye el asesinato de algunos de los
dirigentes asociados con la organización de las marchas
campesinas. La lista completa está disponible como
material de denuncia en el texto referido en el pie de
página.

Otras de las graves situaciones posmarcha, las constituyen las
denuncias presentadas por el Personero de Cartagena del
Chairá:

"En Colombia para conseguir la paz se necesita voluntad
para sentarse a dialogar y solucionar diferencias y así
conseguir la convivencia pacífica. No puede existir Paz
cuando se penaliza la protesta popular; no puede haber paz cuando
cada día abundan colombianos analfabetas, porque se les ha
negado el derecho fundamental del acceso a la educación; no
puede haber Paz cuando por la privatización de empresas del Estado lanzan
a la calle a miles de trabajadores para que se sumen a la
cantidad de colombianos que aguantan hambre; no puede existir Paz
cuando a los dirigentes campesinos, cívicos y comunitarios
los persiguen con recompensas para capturarlos y posteriormente
procesarlos por infinidad de delitos; no
puede haber Paz, cuando los organismos del Estado creados para
los Derechos Humanos no funcionan y son inoperantes…"

Seguidamente agrega:

"…Ante todos estos hechos no se ha dado ninguna
respuesta o ningún resultado contribuyendo así a
que la impunidad
reine cada día en nuestra querida Colombia; por eso desde
ya invito a todo el pueblo de Cartagena y de Colombia a apoyar y
respaldar a los organismos no gubernamentales, defensores de los
derechos Humanos, como son Amnistía Internacional y
otros… La Paz de Colombia no se consigue armando a la
población civil, impulsando las Autodefensas o Convivir,
ni tampoco la justicia se construye donde no exista la Justicia
Social, es importante hacer llegar el clamor al presidente de
la
República para que de una vez, por todas, inicien los
diálogos de Paz con todos los sectores en conflicto"

[172]

Al poco tiempo y por los días de la campaña
presidencial de 1998, el entonces candidato presidencial y hoy
presidente de la República, Andrés Pastrana se
entrevista con
Manuel Marulanda para comprometerse a proponer un diálogo
de paz que iniciaría desde el 7 de enero de 1999.

3.De nuevo al contexto: Últimas reflexiones.

"Al reconocimiento de las múltiples vicisitudes que
se presentaron en esta época en donde la FUMIGACIÓN
y el arrasamiento de los cultivos de coca como los de pancoger,
nos hizo crear la unidad en torno a la
problemática social que se extiende en nuestro
departamento por el abandono total en el que nos han sumergido,
tanto la clase dirigente de la región , como la del
país, donde el Estado Centralista, ciego y absoluto en
todas sus estructuras,
como expresión del colonialismo que aún no ha sido
erradicado, en la actualidad se vive con otros personajes, y que
los legados
españoles siguen siendo esquemas subyugantes y
explotadores de los recursos económicos, ahora utilizando
el fundamento del neoliberalismo rampante que agota y destruye la
economía de nuestras regiones y el país.."
[173]

Algunos analistas como Tokatlian, Vargas, Thoumi, Molano,
Guerrero, convergen analíticamente en planteamientos como
los siguientes:

Por un lado se está atacando el problema de una forma
equivocada, descuidando las acciones de control y
educación en la masa de consumidores, especialmente de los
Estados Unidos, en donde se calcula entre 30 y 40 millones el
número de personas consumidoras de drogas
"ilícitas". Sumado a la inefectividad de los grandes
operativos de persecución que han redundado en sostener
unos precios
elevados, unas estrategias cada vez más criminales y
elaboradas, que hacen aumentar a su vez los presupuestos
necesarios para su posible control y eliminación.
Además las políticas en materia de lucha
antinarcóticos se imparten desde las naciones
industrializadas, en un acción casi de "lavado de manos",
ocasionando las guerras y persecuciones fuera de sus territorios.
Las cifras de muertes violentas en Colombia hablan por si solas.
[174]

Por el lado de la discusión sobre la rentabilidad
del "lucrativo" negocio de las drogas ilícitas, se tiene
que:

"El comercio
mundial de las drogas mueve anualmente entre 400 y 500 millones
de dólares, que en su gran mayoría circulan en el
sistema
financiero internacional y en las empresas productoras de
precursores químicos. A Colombia tan solo ingresa entre un
2 y 3 por ciento de lo que se queda en los Estados Unidos, en
donde está el verdadero negocio del narcotráfico.
Mientras en Colombia un kilo de pasta de coca cuesta
aproximadamente US 1.500, ese mismo kilo puesto en EE.UU. vale US
25.000 y llevada a la nariz del consumidor puede
alcanzar los US 200.000…"

Las cifras pueden cambiar de autor a autor. Sin embargo, la
problemática se sigue perpetuando en las zonas de
producción y los campesinos del Bajo Caguán pueden
certificar que los grandes ingresos nunca se han visto por estos
lados, en palabras coloquiales. Se agrede a la masa asalariada,
en sus domicilios. Fácil tarea para mostrar resultados
dentro de una política dependentista, moralista y criminal
hacia las clases bajas en Colombia. La inclemencia desatada en
los años de fumigaciones y persecuciones, fueron aunque
bastante publicitadas, de muy poca efectividad hacia las
ciudades. En el caso de Cali, por ejemplo, la construcción
se detiene, los capitales se esfuman, la especulación
aumenta y muchas empresas prefieren cerrar o cambiar su
domicilio. Recién en los últimos dos años
[1999-2001] se ha visto un relativo repunte de las actividades
que por tradición ocupan a los habitantes de las clases
bajas de Cali: la construcción y el comercio.

En el campo la situación no deja de ser menos
dramática, y es la apertura económica de Gaviria la
que hace rematar el débil desempeño del sector agrícola en el
PIB,
aumentando inclusive los índices de importaciones de
alimentos propios como los son el maíz, arroz, entre
otros. [175]

Por otra parte, se puede afirmar que la influencia decisiva de
los Estados Unidos de ubicar un pretexto para seguir su
interferencia en las naciones dominadas es evidente. Así
lo confirma entre otros, Rosa del Olmo, notable investigadora de
este tipo de temas, propone una explicación de lo que
acontece desde lo general hacia lo particular:

"La guerra a las drogas -aunque con estrategias muy
diferentes- ha sido una constante del gobierno norteamericano a
lo largo del siglo veinte. Si bien fue el presidente Richard
Nixon el promotor de la actual estrategia, al sostener que la
eliminación de la oferta en la
fuente de producción en el exterior era la forma de
reducir el consumo de drogas dentro de Estados Unidos,
sería el presidente Ronald Reagan, quien, por medio de la
Directiva Secreta No. 221, firmada en abril de 1986,
calificaría formalmente al narcotráfico como
amenaza a la seguridad nacional, autorizando a su vez, la
participación de las Fuerzas Armadas en el extranjero…"
[176]

Similar tesis se detalla en los diarios nacionales que
certifican tales textos:

"El tema de los cultivos ilícitos ha pasado hoy al
primer lugar de las prioridades del gobierno norteamericano,
incluso por encima de la captura de grandes capos del
narcotráfico…Según fuentes del gobierno
colombiano, desde cuando el presidente Bill Clinton llegó
al poder, en materia de lucha antidrogas ya no se habla tanto de
poner tras las rejas a los delincuentes o de capturar
automóviles cargados de narcotráfico…"
[177]

Regresando al lenguaje del conflicto utilizado por Del Olmo,
propone como explicación de fondo al tema sobre la lucha
contra las drogas dentro de los conflictos de baja
intensidad
; puesto que, según los análisis, la
guerra ahora se ha desplazado de lo militar netamente hacia la
opinión
pública, en los medios de comunicación, y en el
público, especialmente el norteamericano. Sobre los cuales
propone:

"Ante todo hay que recordar la definición misma del
llamado "Conflicto de Baja Intensidad" cuando señala que
"se libra entre una combinación de medios y la
utilización de instrumental político,
económico, informativo y militar" . Además es
necesario señalar la creciente importancia para la
Doctrina de los aspectos no militares, es decir la
dimensión política, expresada, por ejemplo, en
palabras de J. Michael Kelly, subsecretario Adjunto de las
Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, cuando decía "Yo
creo que la operación especial más crítica
de nuestros días es persuadir al pueblo americano… si
podemos ganar esta guerra de ideas, podemos ganar todo lo
demás".
[178]

Es de notar que puede ser una explicación viable,
más cuando en Estados Unidos existe un consenso que hasta
el momento es relativamente fuerte que es de no realizar otra
guerra similar a la del Vietnam, que desencadenaría el
repudio de la comunidad norteamericana. Pareciera simple el tema:
se reprime y se realiza una guerra sin colocar ellos los
cadáveres, ni a sus bajas, ni sus desplazados y mutilados;
eso sí, cuidando al mismo tiempo su intachable
reputación ante los organismos internacionales de Derechos
Humanos; mientras en los campos, como es el caso del Bajo
Caguán, se persigue con una justicia propia de tiempos de
guerra, basada en los años del estado de sitio Acorde con
lo anterior se cierra la posibilidad de lograr comprender el
conflicto al momento de reportar los grandes cocales cuando no se
hace el debido contexto sobre sus interpretaciones sociales,
culturales y político-económicas; puesto que si se
analizan todos estos factores se puede caer en el peligro de ser
interpretados como "parte de los auxiliadores del cartel".

Seguramente en un análisis detallado sobre la
influencia de los medios de comunicación en este tipo de
conflictos se pueda avanzar sobre estos aspectos. Por el momento,
se puede incluir la decisiva participación de la parte
cultural en el desenlace de los hechos de la Marcha de los
campesinos del Bajo Caguán:

"Nosotros sabíamos de lo difícil que era
proponer una marcha tan gigantesca. Pero lo hicimos. Las gentes
de todas las veredas, caseríos y asentamientos nos
apoyaban. Más cuando se les decía que esta marcha
era en contra del gobierno, en contra de los gringos, que son los
que nos llenan de plagas y enfermedades. En eso sí la
gente está de acuerdo: en su sentimiento de no hacerle
caso al gobierno que además es corrupto, y menos cuando
los que mandan son los de Estados Unidos. Las avionetas, los
helicópteros, los dineros para la policía son de
ellos… Por eso los colonos, campesinos e indígenas
marcharon en una sola voz. Otra cosa fue la pelea por no dejarse
morir de hambre y de sed en las marchas. Pero a nivel interno nos
sentimos como uno solo. Todos pegamos para un mismo lado. Eso es
lo bonito de estas tierras. Todos somos de una raza
bravía. Así fue, para que lo vayan
sabiendo…"
[179]

Es indudable que las expresiones propia de los pueblos, sus
esperanzas, su identidad colectiva, forman un amalgama de
diversas redes y simbologías que pueden condicionar las
especificidades de las marchas en las zonas de
colonización: se comparte un ethos de aventura,
de liderazgo
innato producto de la duras condiciones del espacio físico
que se ve reforzado por la escasa presencia del Estado,
reforzando con ello un sentimiento latente de inconformidad y
acción social .

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