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El nombre divino del amor (página 3)



Partes: 1, 2, 3, 4

por las olas del tiempo sin
llaves

y esparzo por tu cuerpo

de continente y de peligro

esas frutas sin nombre

esas maduras estrellas animales.

Así te quiero a veces

mojada y temblorosa

como un mar malherido

que tirita y se deshoja

Algo antártico en el fondo de tus
huesos

un poco de cal de luz dormida,
adormecida

de miedo a las ventanas solas

Un poco de rincón en tus
pupilas

mojada y entregada

entre el aire y la
sábana

que te sostienen

como una voraz corola.

Por quererte,

te quiero de mil formas

pero a veces quiero hacer

caminos

y como tendiendo entre las
estrellas

al azar algunos hilos

con astronómico delirio

trazo rumbos de besos por la
tibieza

de tu cuerpo infinito

y dejo los pasos de mi lengua

con pisadas de esmeraldas

de diamantes latiendo

de ópalos y perlas

y así condecorada

con el agua
primaria de mi boca

con el sudor que emerge

de mi carne espolar que te
tripula

con algunas lágrimas

que son parte del rito que nos
vive

parte de esta vertiginosa locura

te dejo hecha de cielo

princesa boreal collar de aurora

mojada con el agua

enamorada de la hondura.

LOS PÉTALOS DE LA
POESÍA

Como las primeras hojas del
otoño

jugando a haber sido mariposas

los pétalos de la poesía
planean

Y caen a mi corazón.

Allí reposan, y se hunden

por densos hormigueros

y recorren mil vetas laboriosas

relámpagos de hondura que las
llevan

hasta una desembocadura de rosas

Yo andaba como un túnel
escapándose

tenía la mirada fragorosa

Se han volado de mí aquellos
acechos

se han volado con tantas otras
cosas

Ya sé tu nombre y un culto de
labriego

me empuja por las cosas más
hermosas.

EL TELÉFONO

Tiene algo de buda o

perro echado, de tintero

de cabeza de toro

o zapato abandonado

misterioso caracol

si está callado

contiene en silencio todos los
senderos

A veces se despierta con voz de grillo
austero

y entre venas atmosféricas y magia
tamizado

me trae el sonido más
amado

la canción vegetal que yo más
quiero.

En esta soledad él es mi
compañero

cueva del silencio y corazón
alado

a veces por el aire me lleva hasta tu
lado

como un instantáneo y ferviente
mensajero.

Él, que toca tu voz con quieto
aliento

que contiene en palomar tu
melodía

en su boca la anuda con la
mía

y nos lanza hechos aire por el
viento

Yo amo a este teléfono profundo

a su prolijo intestino casi vena

a su cráneo carbónico que
drena

que me lleva por las glándulas del
mundo

Es el único antídoto del
tiempo

único cerrojo del
silencio

TERRESTRE ANATOMÍA

Creo que podría ser
profesor

de geografía

Conozco cada río del aire
quieto

cada costa cada labio

cada abismo del silencio

Mis alumnos no usarían

anteojos.

Tal vez calandrias

en las manos líquidas

tal vez mirada de mordaza

Todos lloraríamos juntos

al empezar la clase.

Hoy por ejemplo

enseñaría los desiertos
atroces

con esqueletos blancos

de luminosos caminantes

Allí han establecido

sus cadáveres titilantes

algunos poetas que nacieron
ciegos.

Dejaríamos para nunca

los oasis

Alguien habría inventado

la palabra teléfono

Si no fuera por esta hora

en que todo el mundo duerme.

Creo de verdad que podría

ser un mal profesor

tengo todo que decir

podría asustar a mis
alumnos

Dibujar en un pizarrón de
lágrimas

cordilleras de besos

cordilleras con diamantes

que se quedan atrapados

en la boca

ay los volcanes

ay la nieve y la llamarada

y la lava en soledad.

Conozco este planeta de callar

con manos de viento

con garganta tormentosa

con huracanes de cuadernos.

Les aconsejo que no se inscriban

en mi curso

Podrían hacerse adeptos

a la poesía

y en alguna última
página

a un primer suicidio.

UNA FLAUTA PERFECTA ENTRE TUS
LABIOS

El amor me
condecoró la boca

con esta urgencia de versos

no quiero suicidarme de silencio

puedo besarte eso sí,

permanecer callado

como una flauta perfecta entre tus
labios

la canción nos crece por
adentro

y la escribimos con galope de
relámpagos.

LAS FOSFORESCENTES
TROMPETAS

La música desordena
manantiales

en mi pecho

desata relinchos

sopla los molinos de mi sangre

y hace saltar tu rostro

como candente

mineral eyaculado

amo su rastro de gases
derramándose

su lacio paso de pez o de
gaviota

amo sus manos de tules y de
oxígeno

su cuerpo gaseoso y llamarada

amo las trompetas de
metálico

vuelo

cóndores de oro
transparente

flechas huecas de cristal
fosforescente

CADÁVER GENERAL

Dónde han dejado el resto

de estos cadáveres

el expoliado cuerpo del
alquitrán

esta sangre tenebrosa
de planeta?

Miro en estas calles

el pedregullo engarzado

un poco como un desmentido cielo

constelado de las
pequeñas

y las múltiples muertes de los
hombres

tapas de botella

cristales de choques
irrecuperables

cigarrillos retorcidos

indescifrables gotas de
café

orina o sangre.

Esta selva para gatos

y vientos invernales

estos jardines para que paseen
Dioses

de hielo

estos cementerios para que nadie
llore

me recuerdan que nunca he pedido

auxilio

No quiero que los restos

las plumas los párpados

los rotos dedos de mi grito
mutilado

se queden enredados

a este cadáver general
desatrapado.

Mejor me voy

hay una plaza a la vuelta de la
esquina.

EL NOMBRE DIVINO DEL AMOR

Quiero apostar con todos los
poetas

con todos los juglares y todos
los

mentirosos de la tierra con
todas

las bocas suburbanas de la
historia

con todos los tinteros
trasnochados

con todos los suicidas y los
gatos

con los conejos las moscas y los
peces

con todo lo que ha estado
enamorado

quiero jugar contra ellos mano a
mano

boca a boca, solo contra todos

a quién ha dicho más veces la
palabra

el nombre divino del amor.

Y luego quiero llevarte el trofeo
hasta

tus manos, para ti, la hembra

más amada de la tierra.

ES EL AMOR

Empieza en los dedos de tus pies

deltas de pan y de firmeza

el continente donde desembarcan

mis besos como exploradores y

suben por las dunas perfectas

de tus piernas de subterráneos océanos

Empieza en cualquier poro

en cualquier centímetro de piel
enamorada

en el agua vegetal
de tu cabeza

en tus párpados donde no hay nada
escondido.

Empieza en tus manos a veces

en tu aliento donde vive la
sospecha

en el olor melodioso que dejas cuando
pasas

en tu nombre si no estás, cuando te
nombran

empieza, empieza y sigue

empieza en mí, porque te
traía conmigo

como un hambre de milagro antes de
hallarte

antes de que hubieras sido
siempre

como una cueva sagrada.

Empieza y es la primera gaviota de la
tierra

el primer amanecer sobre la
nieve

y mi corazón reconoce su demorado
nombre

desde su hondo trayecto de
extravíos

como un ciego de manos luminosas

Empieza constantemente, siempre

como empezaba antes de llegarnos

igual que una exhaustiva
geología

que preparaba la fertilidad para la
rosa

Empieza en cualquier cosa, a la
mañana

en el cuaderno que me llama
blancamente

en tu imagen que es el
primer recuerdo

como un faro en la niebla

Empieza siempre
interminablemente

como toda el agua de la tierra

de innumerables raíces en la
atmósfera

de infinitas arterias hasta el
mar.

Empieza y me lleva hasta las
vetas

de tu cuerpo templario de altares y
escondrijo

allí enumero la redondez de las
naranjas

mido el olor total de los
jardines

y escondo todas las espuelas de la
luna

en la marea envainada entre tus
piernas.

Es el amor ya lo
sabías

que lleva las infinitesimales
cosas

de mi vida a tu nombre y tu
recuerdo

como a un continente de eterna
subsistencia.

UN SUEÑO DE DIOS

Cuando tú y yo hacemos el
amor

nos asisten todas las flores de la
tierra

los ingrávidos besos de los
cardos

el cardíaco semen del
manzano

las rosas que
elegí para tu nombre

y los alelíes que no sé
cómo se besan

Pero cuando somos el amor

cuando lo éramos y cuando lo
seremos

Dios se acuesta con la eternidad

para engendrar la primavera

que trae una ofrenda de
canciones

para ti que fuiste un sueño en
demasía

de Dios cuando duraba solo.

MUJER ANTE CUALQUIER
INVASIÓN

A veces, de tu vientre caen
jaurías

de renunciados aerolitos

por venas de derrota

y desocupación

Es el otoño, tu éxodo de
sangre

es cuando la seda vuelve a la
tierra

y el gusano se hace mariposa

es la hora en que tu vientre
terrestre

mastica la hojarasca humedecida,

con rumbo de nube

con instinto eterno de
clorofila.

Amo tu menstruación, la
lava

de tu vientre volcánico

los encendidos despojos de
enterradas

atmósferas, tu galáctica
savia

desmoronada, nieve herida

desatada cúpula.

Amo esa camisa de fuego

que tus íntimas ramas se
desvisten

amo tu ejército de hijos

cayendo postergados

con algo de vencida hiedra

con campanada de ceniza

con escombros de paloma.

Amo ese innumerable
cadáver

que te desorbita y duele

ese turbio deshielo de pan
cenagoso

ese río de alas rotas

ese derrocado follaje de veranos
sumergidos

esa dimitida cabellera mineral

ese dolor de destitución

que te tirita y te proclama

huerto de todas las rosas

mujer ante cualquier
invasión

morada de la primavera.

ESTAS VENTANAS ATROCES

Estas ventanas, amor

con el múltiple beso de la
lluvia

mordiéndolas con desesperada
impotencia

amor, esta mañana

se enhebra por mis venas

como el olor de los
árboles

nos habitaba a veces

cuando caminábamos por tu
vereda.

Quisiera contarte

cada cosa que toco

cada desolación que mis ojos van
creciendo

pero no tengo versos suficientes

ni suficientes palomas en mis
versos

y esta lluvia que late

con diseminado corazón el
techo…

Es entonces ésta la
soledad?

esa que se demora en los espejos

esa que hincha el silencio

en los desmantelados muros

de los destituidos templos?

Estoy solo y no

pero estoy solo

llevo tantos destierros en la
boca

y mi verso te busca amor

entre las cosas amor que me
aniquilan

y a veces te toca, amor, te toca

te besa te ama te moja

y a veces me muere

como una paloma, aquella

en medio del océano
infartada.

y esta luz y este aire

que me manipulan

Es la hora

amor de estas ventanas atroces

de esta mañana sin
palomas

sólo barcos

con sirenas lejanas

y esas otras

amor, esas otras que nos
nombran.

Cómo es tu mañana?

aquella de doradas piernas

un poco demorada

entre las demoradas sábanas del
alba.

Cómo van los pasos de tus
ojos

por esos pasillos venales

y las fotografías

en los muros que yo no miraba

pero que ahora
reconocería?

Cómo son los silencios que me
nombran?

y las palabras que me olvidan

cuáles son las manos

que acarician el plumaje del
aire

que ya no me reconoce

La muerte es la
única distancia

sin partida.

Y por nombrar cosas idiotas

la guitarra del aire

sin dedos

o tal vez mi corazón

que tañe

y este cuaderno amor

que me sostiene

como tu nombre

como un escudo

pedestal terrestre de mi boca

y la ventana donde

rebota

la lluvia que también está
sola.

MUJER FUNDAMENTAL

Mujer fundamental, veta de
gacelas

mina donde surge la
mañana

guitarra genital del alba

telar profundo de la primavera

Mujer, hondo cuerpo de flauta

donde vivía la música
primera

tus ojos son frutas de lejanas
tierras

tu alma tiene
soledades de otra raza

En ti vinieron a abrevarse las
estrellas

A ti bajaron en manada las
galaxias

y en tu vientre pusieron una
lámpara

y pintaron tu sonrisa con
espera.

Se te hincharon de pétalos las
venas

tu corazón se transformó en
campana

y todo tu cuerpo era una casa

tu mágico cuerpo de
alfarera.

De ti salió como la luna
llena

era un pan de arco iris una
espiga

era el número total de las
vendimias

era el cuerpo de todas las
cosechas

Tú le diste a beber cada
paloma

tú sembraste la música en sus
dedos

Y ahora tiene el corazón de
vuelo

y mirada de mansas mariposas

Sostenida de latidos
atmosféricos

pasó por mi lado como una flor de
atmósfera

urgente salto de mi memoria

en ella descansaba un viaje
eterno

Por eso mujer, madre del
agua

quiero dejarte mi flor hecha de
frío

un poco de equipaje de caminos

como el alba lamiendo tu ventana

para que a la hora total horas
afuera

tengas aún mi corazón de
página

como un humilde altar que te
consagra

desde lejos mi madre verdadera

porque pasé a buscar la vida por tu
casa.

EL AMOR

No hay

una sola quebradura en mis ojos

una sola ruptura del aire

no hay un solo momento en mi
día

que interrumpa la catedral
pujante

de mi memoria
levantada

No hay un tajo en el silencio

por donde no se escapen ráfagas de
canto

buscándote tu cabeza lejana,
continente de mujer y de niña

No hay una palabra donde no capulle
tu

nombre

una habitación donde yo
entro

que no se ilumine de tiniebla
viva

de silencio palpitante

de distancia encinta.

El amor viene (vienes) conmigo

como un arco iris para mi cabeza

como un halo de luciérnagas para
mi

sonrisa.

Ya te he dicho todo (ya toda mi
boca)

pero mi voz no quiere reposo

quiere trompetas calladas

y silencios que gritan

el sonido de las islas solas

el sonido del incendio en una
isla

todo para construirle casas a tus
ojos

chozas de saliva

trincheras a tu boca nocturna

donde encontrarse en sueños con la
mía.

El amor va conmigo

es mi bastón, mi linterna
incansable

y mi guarida.

ABECEDARIOS DE SILENCIO

Voy a tratar de ser amigo
mío

voy a tratar de preguntarme
cosas

me voy a regalar un montón de
termómetros

un kilo de balanzas

un litro de espejos

todos los barómetros que sean
necesarios

un alambique si hace falta

y voy a romper ese reloj
insobornable.

Y me quedaré conmigo a pasar la
noche

el día la semana

el año el siglo,

la eternidad completa

sumergiendo instrumentos

analizando piedras

tomándole la fiebre a mi
sonrisa

leyendo abecedarios de silencio

hasta responderme

hasta saber quién soy.

POZO DESPARRAMADO

Voy estas fosforescencias

por la orilla de la vida

a veces un poco horario

tantas veces nunca

tanto siempre nada.

Me parezco a las
luciérnagas

pero cuando no me enciendo

es que no existo

no tengo otra estadía que la
luz

otra palabra que el beso

Sáquenme de encima estos
nombres

como muebles antiguos

esos baúles
incógnitos

y los pequeños cajoncitos

de hacer cosas útiles

como entrar en las
peluquerías.

Yo no me corto nada

tengo demasiado poco

me dejo crecer la sombra

admito cada habitante

Sonrío al que me
sonríe

después me apago

soy noche

existo tiniebla

pozo desparramado.

Y en invierno no hay

luciérnagas.

ESTRELLAS DE TINIEBLA

Ahora son las guitarras
lloviendo

escalofríos

cuerdas tiritando

aire aterido de
canciones-silencio

párpados temblando

un poco de grillos
derramándose

espumosa madera

y tú surges de todo

como un vapor de fotografías
ausente

y poemas no
escritos. Y tú

y yo escribo

Tú y estas guitarras.

Follaje de aire

hojas que chocan y titilan

estrellas de tiniebla,

la soledad es terrible

voy a escribir esa frase

la soledad es terrible

Y estas guitarras
apuñalándome

con pétalos.

NUESTRAS
FOTOGRAFÍAS

Entre la nieve ordenada de estas
páginas

guardaba como el secreto hondo de las
flores

nuestras fotografías
(polen)

Y mientras soltaba barcos de papel
cargados

con mensajes anhelantes hacia mi
memoria

tu imagen se caía

llovía escondidamente sobre las
frías baldosas.

Alguien las recogió y me las
entregó reconocién-

dome

Estaban frías

Pero somos los mismos sobre el papel que
nunca

pierde la memoria.
Qué miedo tengo de la tuya

y de la mía.

Porque si caemos los sueños sobre
las baldosas del tiempo

nadie recogerá nuestras almas. sin
imágenes

vacías.

LOS VERSOS QUE NO ESCRIBO A
RATOS

Yo no sé qué me pasa esta
mañana

que no puedo mirar
fotografías

que no puedo asomarme a la
ventana

ni leer siquiera una
poesía

Yo no sé qué me pasa esta
ventana

yo no sé qué me duele esta
poesía

qué oculto puñal en las
fotografías

¿es que voy a suicidarme esta
mañana?

Yo no sé de esta pieza qué me
ahoga

¿serán esos implacables
espejos?

hay algo que en mi alma se
deroga

hay algo que me estoy volviendo
lejos

Me parece que el aire me
interroga

que se me clavan a fondo los
espejos

Hay algo esta mañana que me
ahoga

Hay algo que estoy mucho más
viejo

Tal vez la inmovilidad de los
retratos

la mirada total de la
mañana

los versos que no escribo a
ratos

me voy a volcar por la ventana

TODO EL INVENTARIO DE MI
VIDA

Cada día supero una
medida

Cada hora derroto algo
definitivo

Cada instante te quiero más que
nunca

hasta dónde

ojalá esta primavera me
acumule

en un eterno domingo de campanas

y de flores

yo no quiero que hayas sido otra
historia

cualquier otro milagro forastero

otra cara

Siento el útero de una inmemorial
astrología

pesando en mi memoria y en mi
cuerpo

y en mi alma

algo me traía eternamente hacia este
encuentro

me arrastraba hacia tus ojos me
decía

que aquí estabas

Y ahora todo el inventario de mi
vida

todas las alas de mi eterna
travesía

echan anclas

en tu vida.

CUERPO DE UNIVERSO

Quiero llamarme con el oro de la
abeja

con el nombre del telar de la
mañana

quiero mi nombre con los remos de la
nieve

quiero ser parecido a una
manzana

Quiero estar hecho de greda
planetaria

que se peinen cataratas en mis
dedos

tener ruido de luna
en el perfume

parecerme un poco a cualquier
templo

Quiero tener mil ríos en el
cuerpo

y mirada de cueva
derramándose

ser todo fuera, no tener adentro

como el aire y el silencio
amándose

quiero aprender a ser
fosforescente

tener algo de mosca, carne de
agua

y poder
sumergirme entre la gente

y emanar del silencio de una
caña

Ser total como la música que
mana

entre el cráneo colosal de los
planetas

y el oceánico pecho del
espacio

frotando sus incalculables
cabelleras

Quiero tener cabellera de cometa

ser vertiginoso cayendo cielo
abajo

parecerme a una fogata bajo un
lago

que mi nombre se escriba con
estrellas.

Quiero tener uñas como un mar que
late

que me confundan fácilmente con un
clavo

caber en la copa de un estambre

que no basta para mí todo el
espacio

Y después, con este cuerpo de
universo

poner mi existencia hecha de
canto

en el momento de entregarte el
verso.

al ponerlo como un beso entre tus
manos

CON LLAMAS ESPUMOSAS

Me gustan los lugares espumosos

esos rincones con monstruos de
pelusas

los bolsillos inefables de los
pordioseros

la melena de las palmeras que se han ido a
otro planeta

la boca de un Dios muerto
comiéndose

una nube

algunas tardes tristes, grises

con manadas oceánicas de
lana

el cuello de las palomas que se
evaporaron

los cadáveres de las fogatas en la
tierra

la llama de los candiles

las habitaciones donde aún no ha
muerto nadie

las entrañas aéreas del
pan.

Me he hecho amigo de las
alfombras

de la ropa vieja que nunca se
regala

de los diarios con historia
arrepentida

del nido lunar de las gallinas

Y hasta casi del blanco pubis de las
olas.

A veces he llegado a ponerme las manos en
el pelo,

Buscando lugares espumosos

BUSCO ENTRE MIS ADENTROS

Nunca tuve algo contra mí

siempre quise apoderarme de todo

no sé por qué ahora
sucedo

que me miro de frente

me busco en los espejos

me envío sonrisas

y me las devuelvo

Será que desde que nos
encontramos

y en la soledad soy mucho más
solitario

Busco entre mis adentros

quiero tener lo más tuyo

Y cuando me encuentro

Ya no me siento tan solo

Con algo de tus recuerdos.

COSAS DEFINITIVAS

Alguna vez me empecé a quedar sin
dios

culpa de las cucarachas tal vez

que eran demasiadas

y había que ponerles los mismos
venenos

que se usan en las iglesias.

El caso es que me empecé a quedar
sin dios

se evaporó como un útero
oceánico.

Esta cicatriz que tengo no me
gusta

Es demasiada

A veces le echo puñados de
arena

me desaforo con cosas menos
minerales

me quedo despierto por la noche

doy vuelta los espejos

para descubrirlos in fraganti

leo libros
empezando por

el modo de olvidarlos

Es inútil

Quedarse sin dios es algo
irremediable

Es como de repente

haber nacido muerto.

Por eso miro los astros
inexplicables

con ingenuidad esperanzada

y le pido a mis sueños

que imaginen

que me vivan

que me sean

una nave que se acerca

un bote fosforescente

un gondolero con alas

De repente una memoria completa

de cosas definitivas

Un abuelo de diamante

que me seca

la intemperie del tiempo

con una túnica de
música.

Porque de repente me empecé a quedar
sin dios

y me di cuenta

que mi memoria

es un oscuro pasadizo

Una puerta de llaves
caprichosas.

Qué pena que hubiera

tantas cucarachas, de verdad.

QUE LA VIDA NO SEA
IMAGINARIA

Desde que te conozco me fijo siempre en
las

florerías

Me miro pasar en los cristales

Y me da ganas de cortarme el
pelo

Amo al inventor de la
fotografía

Me parecen mariposas los sellos
postales

Y a veces acaricio a los
teléfonos

Desde que te conozco hago cosas
sencillas

No tomo más café
con el sepulturero

Me olvido de revisar el
almanaque

Dejo siempre abiertas las
canillas

Me dejo encerrado en las
fotografías

Y nunca me doy cuenta de que tengo
hambre.

Desde que te conozco lo que más me
gusta,

es que todo me parece milagroso:

Recordar quién soy por la
mañana

mirar relojes que ya no me
asustan

estar adentro de mis ojos

que la vida no sea imaginaria

De verdad todo es mejor desde
Nosotros

empiezo a entender ciertas
palabras

y me he hecho cliente de las
florerías

progreso enormemente con el
sonambulismo

Me han echado hace poco de la
fábrica

me he comprado un libro de
poesías.

Ah! y desde que te conozco

todo el mundo me dice que estoy
loco

Que de dónde saco esta cara de
alegría.

LLÉVENSE ESTOS NÚMEROS
URGENTES

no quiero tratar de ser
inteligente

de haber podido inventar cosas
feroces

prefiero que me dejen con las
flores

llévense estos números
urgentes

no quiero que me hagan usar
lentes

no quiero ir a discursos ni a
reuniones

no me regalen ni fusiles ni
relojes

no me recuerden la palabra
muerte

¿No se dan cuenta de que estoy
enamorado

que no tengo nada de teorema

que ya nunca voy a envenenarme?

el que quiera sentarse aquí, a mi
lado

tiene que dejarse crecer la
primavera

y olvidarse para siempre de
olvidarse.

ALGO MÁGICO QUE ME HACE SER
MÁS VIVO

Hoy tengo el corazón hecho un
nudo.

del subsuelo de mi alma emergen

como en un remanso que devora

manos que se agitan, gritos
urgentes.

Amanecí como arrasado,
roto,

como un campamento devastado.

como una iglesia
profanada

como una tumba después de un
terremoto

Como a una cruz o a un timón, los
dos,

como a un bastón o a un
mediodía

quise atrapar tu nombre que
pasaba

pero las manos de quedarte no eran
mías

La vida arrecia con rosas o
puñales:

o como el pan de trigo o como el de
veneno.

No me importa una muerte
equivocada

yo sé cuál es el pan que
quiero

si el pan de despertar no es morir
sueños

Pero no quiero que mueras con mi
muerte

no quiero inundarte con suicidio

Yo te invito a mi mesa, está
servida

pero el pan, amor, es sólo
mío.

En mi vida verás
fotografías

y unos viejos floreros atendidos

Hay un sótano de rito
inaccesible

sin embargo no hay nada
prohibido.

En mi vida no hay puertas para
abrirte

puedes pasar con sólo una
mirada

pero antes de entrar, quiero
decirte

algunas cosas que ya están
gastadas.

Si te bastan estas pocas herramientas,

el poco combustible de mi
lámpara,

mis manos un poco enronquecidas,

y mis ojos con restos de
batallas,

Ya puedes pasar y acomodarte

Descálzate, si quieres, todo es
tuyo.

Tengo sólo otra cosa que
contarte:

entre estas sillas y estos muebles
sucios

Hay algo nuevo que he encontrado

algo que entró recién junto
contigo

que no tiene nada viejo ni
gastado

Algo que soy de verdad mucho más
niño

Algo que nunca había
cultivado

Algo mágico que me hace ser
más vivo

Es que nunca he estado
enamorado.

ESTA DERIVA CIEGA

Hoy he amanecido con el alma
enredada

con la voz que pierde su camino

con la memoria como desorientada

me parece que ni siquiera he
amanecido

Una rosa me regala una promesa

una esquina me unta con delito

me asesta el vacío una
ventana

Tal vez lo que más duele es el
vacío

Es una cosa de verdad
incalculable

esta deriva ciega, sin destino.

Esta zozobra de todos los
altares

esta prisión de todo mi
albedrío

He sentido que tiraba de un
cadáver

un lastre acusatorio detrás de

era mi sombra, todo mi equipaje

mi rastro, las manos de mi hijo.

Quisiera arrancarme el corazón de
cuajo

extricar este nudo a cuchilladas

y llevarlo lejos y enterrarlo

y dejar todas mis huellas
enterradas.

ABREVÉMONOS DE
BESOS

Con manos clamorosas te
busqué

como un ciego

como un gusano clandestino por
el

cieno

recorrí cada poro suburbano del
te-

rreno,

con lámparas de lluvia
exploré cada

hormiguero,

Luego fue la desesperación
identifi-

cando el veneno

El otoño me exilió a vivir
en

sueños

Y vino la resignación del ciego que
sabe

su destierro:

(Yo quería pintar el alba sin
conocer los

colores del cielo)

Me eché entonces a dormir en un
vino

amargo y lento.

Y ahora algo me sacude, me llama
y

me despierto,

es la madrugada, la reconozco,
la

estoy viendo.

Esto que siento está fuera pero ya
estaba

adentro

no nos enamoramos, nos
identificamos

nada más con vernos

nos reconocimos, el amor ya lo
traíamos

de lejos

lo traíamos puesto como a un milagro
o a un

instinto profético.

Qué me importan ya los dientes
del

desierto

La sequía asediante la
implacabilidad

del tiempo,

Dame tu mano de escudo
abrevémonos

de besos

Entre arenas y cenizas siento que
somos

eternos.

INUNDACIONES DE
LÁMPARAS

En cada hueco blanco de este
cuaderno

se detuvo mi alma y mi deseo a

reclamarte, y te busqué en el
aire

para completar mis besos

para lavar el silencio de mis

manos en tu pelo tibio, para

despavorir mis miedos con tus
ojos

como inundaciones de
lámparas.

EL NOMBRE DEL AMOR
DESESPERADO

Te quiero.

Tenía ganas de
decírtelo

era la habitual paloma que se

ordenaba dentro mío y tramaba
ese

dolor de aire que nos ahoga de

anticipadas libertades

Por eso vine hasta la tinta

a volar a indefinirme a sentir

mi galáctica
explosión

mi dimensión de alba
enamorada.

Te quiero.

tú no estás a la orilla de mi
boca

para oírlo, para deletrear
el

oleaje de mi aliento

por eso te lo escribo ahora

en este sitio donde tu ausencia

hincha el espacio

donde tu cuerpo es una urgente

escapatoria donde tus ojos son

el embarcadero de mi alma.

En este sitio donde el amor se
reparte

con absurda geometría

donde cada uno extrae de entre
páginas

feroces un nombre y una historia

para jugar al tiempo,
enmascarados

para jugar a ser o a haber sido

aquí, donde me toca el
nombre

del amor desesperado

el sitio de la pregunta
irrespondida

la raíz erradicada

el trasplante total de la
existencia

aquí, beso las páginas donde
me

embarco, me ato al nombre
desbocado

de mi personaje y digo a un
nadie

que tiene tu cara imaginada

toda la música que me
toca.

Digo amor y amo y muero en esta

vida muerta, muero de vida y
escenario

con tu ausencia puesta

recubriéndome como una bandera
de

besos. Aquí decido lo que
soy

broto, desatrapado como el agua

que desorbita la tierra

y una vez más tú eres la
meta

el público testimonial, la
mano

que pasa a recogerme.

Ya ves, sólo quería decirte
que te

quiero.

Son tan copiosos los cimientos
del

amor, que abro mi boca para
caber

tu nombre y arrecio un pantano
de

alas luminosas que me vives
dentro.

UN GESTO CONTIENE LA
ETERNIDAD

Estábamos predestinados

pero no quiero que seamos
destino

quiero algo más
mágico

una abeja que elige una flor en la
pradera

y eras tú

dios que escribía una
poesía

y éramos nosotros.

Tú que te bañabas en un
océano total

y eran mis besos.

Un gesto tuyo contiene la
eternidad

pero a mi amor no le bastan las

palabras

quiero comerte, beberte al
tiempo

que me respiras y masticas

los dos con dimensión de
atmósfera

humo en la niebla

silencio y canción

lámpara y sombra

mezclados infinitesimalmente en

el vientre de un átomo

infinitamente unidos.

Tal vez es nuestro amor que
escribe

la poesía. y es dios.

UN DÍA

Un día estaremos sentados

a la sombra del tiempo

de la mano

leyendo tus versos y los
míos

los dos como una sola flor

la que hubiera sido el infinito

si no se hubiera derramado.

Un día, amor.

RUINAS DEL ALIENTO

Entre palmeras de multiplicadas
manos

inmóviles alas de
abanicos

sobre la hierba cómplice

entre el aroma sonoro de los
eucaliptos

sobre la tierra desvestida

sobre algunas piedras
huérfanas

contra la tumultuosa cabellera
oceánica

recogíamos piedras o
caracoles

cazábamos canciones en el
aire

y atrapábamos las
palabras

con que ahora edifico estos
recuerdos.

CLICK

Ya está la foto.

No puedo entender que
fuéramos

que ese tiempo de beso

tiempo de nosotros

en que atrapábamos la
vida

se haya vuelto papel de
fotografía

y yo la mire solo.

SIN DESTINO

Esta zozobra de todos los
altares

esta prisión de todo mi
albedrío

Es una cosa de verdad
incalculable

esta deriva ciega, sin destino.

No te asustes de esas cicatrices

son parte de mis gestos, son
sonrisas

—No entiendo bien lo que me
dices.

¿Que de quién son esas
fotografías?

Me parece que son de una
película

me las traje puestas desde el cine.

Ahora mientras te quitas los
zapatos

voy a echar al fuego alguna
leña

de paso tiro esos retratos.

Podrías abrir esa
botella?

CORRO POR LA
INCERTIDUMBRE

¿Sabes que a veces se me
esfuma

tu perfil? corro por la
incertidumbre

desesperadamente como queriendo

atrapar un perfume en el aire y
cuando

lo logro, como un buzo que
emerge

por el polo salgo de los misterios de
mi

memoria con mi tesoro en la
boca.

DEMASIADAMENTE HERIBLE

Hace poquito, apenas diez
minutos

estaba en la habitación escribiendo
un poema

y tenía la voz algo nublada,
casi

como callos de callar en el aliento. Y
no

podía dibujar, la música se
me caía del

pincel, el aire estaba lastimado (se
han

muerto demasiadas palomas en el
mundo).

Entonces cazando con mi arco sin
flechas

ante un público fantasma Me
sentí

vulnerable demasiadamente herible
por

afuera y me metí en tus ojos
que

estaban dentro de los míos y
dejé

que mi voz rodara como un tronco
usado

sin miedo del espacio ni de la

ausencia de las golondrinas.

Te llevo como un escudo por
dentro

emperatriz de mis dientes.

EL MAPA DE LA FELICIDAD

El mapa de la felicidad es
cualquier

parte

tu mano ecuatorial es la partida

si tú caminas conmigo

puedo fundar rosas con mi pie

puedo enseñarle a adorar a las
avispas

averiguar el secreto melodioso

de la cola musical de las
ardillas

y si la dibujo con mi
dedo y tú sonríes

toda la tierra me regala su
sonrisa

contigo puedo ir a cualquier
parte

hay un solo país que me
intimida

es un sitio cualquiera en que me
encuentre

y esté solo con tu
lejanía.

ME RECONOCE PERO NO ME
CONOCE

Hay alguien que no lo sabe aún. Que
pasa

tranquilo por delante del espejo

Hay alguien que no sabe que
está

muerto

que no sabe que no es ésa su
mirada

(que no sabe que le sobra un sueño
una

ignorancia)

Hay alguien que puede abrir la
puerta

con la misma mano cotidiana

Hay alguien que no sabe la
sorpresa

que camina con olor a
puñalada.

Hay alguien que lleva entre la
carne

una atroz herida hospitalaria

hay alguien que aún no ve la
sangre

cayéndosele de las
entrañas.

Hay alguien que me mira como
siempre

que no entiende mis manos a la
espalda

que sospecha unas rosas o
claveles

en lugar de la honda cuchillada

Me reconoce pero no me conoce

Sabe que me ha visto cuándo y
dónde

Hay alguien que no sabe nada

Yo traigo detenido su reloj en mi
bolsillo

Yo traigo su mirada ya apagada

Y un retrato en la mano del
cuchillo.

(Es el tuyo, dime cómo he de
matarla)

DOSIS DE AMOR

Quisiera que fuéramos los
dos

tomados de las manos

tomados de la saliva

atados del aliento

enredados por la mirada

sin haber sabido contar nunca

sólo guardando el número
1000

para decir estrellas

para numerar palomas

para saber que ése es el
número

uno de los besos

la mínima dosis de amor entre los
dos.

ESTA SOLEDAD…

De repente siento que me he
vaciado

que soy un vertedero de una

destituida ciudad del aire

siento que soy una sentina de
despojos

donde se pudren las carcasas

de algunos monstruos
descartados.

Todo género de
criaturas

se demora a exagerar mi
podredumbre.

Esta soledad me ha desmesurado
tanto…

Espero cualquier milagro

una ventana que mire hacia otros

sitios

podría pasar a hacer un
nido

en mi nariz.

Estoy harto de mis sienes

que no inspiran ni la más

elemental arquitectura

ni una gaviota ha querido

refugiarse en mis orejas

Los escarabajos creen que soy

el mueble donde se guarda

el demoníaco insecticida.

Y se van por supuesto.

Tal vez fuera mejor ser ese
mueble

así tendría el veneno por
adentro.

Estoy harto de esta coraza

de kilómetros hacia cualquier
parte

Voy siempre empapado de meses

huelo a moho

de eterna postergación.

NO SÉ POR
QUÉ

No sé por qué no puedo
quedarme

con el aburrimiento

con la tranquilidad

con la paz de las ventanas

—algunas—

con un copo de tedio

y un amainado vapor

de besos colgando de mi boca

No sé por qué no
puedo

morir de tiempo

y debo suicidarme

vivir de súbitas
lámparas

de relámpagos agachados

que me asaltan

de emboscados fervores que me

iluminan de repente.

No sé por qué.

Dejo mi cama al alba

Dejo mi hambre

clavado en un pan manso

como un furioso cuchillo

y cierro mis ojos sin

portazos

Despidiéndome a mordiscos

de cada lentitud

cada amansado abismo

cada espejo de lenguaje
cotidiano

cada nombre que he sido

obedientemente.

No sé por qué.

TIRAR LA CARTA Y UN
POCO DE TU VIDA

Escribiré una historia para no
contarte nunca:

Era una desnuda casi tímida
mañana.

Por una calle tímida y
desnuda

un poco trigo y otro poco
llamarada

tú llegabas enumerando las
esquinas.

Y bajo un árbol para el que
faltó palabras

como un pájaro cualquiera tú
te detenías.

De un bolsillo donde viven con
veranos

a veces unas lacias golondrinas

tú extraías una carta entre tus
manos

y despacio silenciosa la
leías.

Aún no era la hora de
encontrarnos

faltaba un poco para el
mediodía.

Sacaste tu cuaderno de jardines

y acariciaste con tu boca algunos
pájaros

yo nunca habré sabido qué
escribiste.

Era una plaza tranquila como un
lago

como aquella donde deletreábamos la
menta

el cielo estaba quieto como un
barco.

Era tan fácil que fuera como
aquélla.

A lo lejos alguien se acercaba

te peinaste con la sonrisa
alerta.

Eran más las mariposas en las
plantas.

A lo lejos… Se cerraba la
promesa.

Y tus ojos en azul se
evaporaban.

Querías esconderte, transformarte en
amapola

y asaltarme al pasar bajo las
ramas.

De repente se incendiaba cada
cosa

todo el día en tu mirada que
temblaba.

En tu alma remontaba una gaviota

y diluvios de ausencia se
secaban.

Era la hora en que los sueños se
cumplían

era el momento en que tus vidas se
juntaban

y en que se besaban los astros y las
profecías.

Era el mismo tiempo que en las cartas.

De repente algo en ti que se
encogía

algo extraño en la figura que
llegaba.

Pusiste tu cara entre las manos

tu clara cara enamorada.

Como cualquier hombre
siniestro pasa

no era yo, esperas
todavía

con la paciencia quieta de una
casa.

El mediodía ya te da la
espalda

la tarde remonta su rostro
solitario.

Tal vez ya no vendré, tal vez
mañana.

Por la misma calle de sonido
lánguido

todavía espiga pero ya
apagada

te vuelves sueño atrás, con
roto paso.

Vas goteando mi carta por el
aire

hay algo atrozmente desolado

de repente mi nombre es: nadie.

El tiempo llama a un sueño
largo

Partes: 1, 2, 3, 4
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