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La globalización y sus efectos en Brasil (página 2)




Enviado por Sara Y. Ulloa Bonilla



Partes: 1, 2, 3

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La mayoría de los habitantes de Brasil viven
junto al océano Atlántico, especialmente en las
grandes ciudades de São Paulo y Río de
Janeiro. La capital,
situada en el interior, es Brasilia con una población (2004) estimada de 2.282.049
habitantes. El país, que fue una posesión
portuguesa, es el mayor productor de café en
el mundo y posee grandes recursos minerales; la
explotación de muchos de ellos se intensificó
durante la década de 1980. Desde mediados del siglo XX se
inició un importante proceso de
industrialización que llevó al país a
convertirse en la décima potencia
económica mundial

Características físico -geográficas
generales.

Una vasta región de tierras altas, conocidas como
tierras altas brasileñas o meseta Brasileña
(planalto Brasileiro), y la cuenca del río Amazonas son
los rasgos fisiográficos dominantes de Brasil. La meseta
es un altiplano erosionado que ocupa la mayor parte del
país. Con una altura que varía entre los 305 y los
915 m, está surcada irregularmente por cadenas
montañosas y por numerosos valles fluviales. Su borde
sureste, por lo general paralelo a la costa, se eleva
escarpadamente desde el océano en varias áreas,
concretamente al norte de los 10° de latitud y al sur de los
20° de latitud del hemisferio sur. Entre las principales
cordilleras de la meseta Brasileña están la sierra
da Mantiqueira, la sierra do Mar y la sierra Geral. Las
elevaciones en estas y otras cordilleras no suelen sobrepasar los
1.220 m, con excepciones como el pico da Bandeira (2.890 m), en
la sierra da Mantiqueira, y el Pedra Açu (2.232 m), en la
sierra do Mar. Gran parte del terreno de la meseta se compone de
llanuras onduladas (denominados cerrados) y amplias zonas
pobladas de árboles.

La cuenca del río Amazonas ocupa más de un
tercio de la superficie del país. En ella predominan las
tierras bajas; la altura raramente supera los 150 m y los
pantanos y llanuras inundadas ocupan vastas áreas de la
región. Grandes zonas de la cuenca están cubiertas
por selva lluviosa ecuatorial. Debido a la impenetrabilidad de
este territorio, amplias áreas de las tierras bajas
brasileñas sólo han sido exploradas recientemente.
En el borde norte de la cuenca del Amazonas se sitúa otra
área montañosa, parte de la elevación
conocida como macizo de las Guayanas; las cordilleras incluyen la
sierra de Tumucumaque, con alturas que superan los 700 m, la
sierra de Acaraí (con una altura máxima de 906 m) y
la sierra de Parima (con una altura máxima de 2.727 m). El
pico da Neblina (3.014 m), situado en la sierra do Imeri, en la
frontera con
Venezuela, es
el punto más elevado de Brasil. La línea de costa
brasileña, con una longitud total de 7.491 km, tiene un
contorno excepcionalmente regular, sobre todo en el norte, pero
varias hendiduras profundas proporcionan unos excelentes puertos
naturales. Son importantes los puertos de Río de Janeiro,
Salvador y Recife. La costa está bordeada por una estrecha
llanura costera, excepto algunas zonas en las que la meseta
Brasileña se introduce en el océano.

Más de dos tercios de Brasil están
drenados por las cuencas de los ríos Amazonas y
Tocantins-Araguaia, alrededor de un quinto por la cuenca del
Río de la Plata y el resto por el río
São Francisco y otros ríos pequeños.
El Amazonas, con sus grandes afluentes: al norte Iça,
Uatumã, Trombetas, Paru, Jari, Negro y
Japurá; al sur Javari, Purus, Juruá, Tefé,
Coari, Madeira, Tapajós y Xingu y el Tocantins, que es un
tributario del río Pará, distribuidor sur del
Amazonas, que posibilita la navegación interna. La
longitud del Amazonas desde Iquitos, en Perú, hasta su
desembocadura al noreste de la costa de Brasil es de 3.700 km,
todos navegables por barcos de cabotaje. La cuenca del Plata, que
corre a través del territorio brasileño, posee
ríos con cascadas (como el Iguazú, que forma las
cataratas del mismo nombre) de gran potencial
hidroeléctrico, que es aprovechado por el conjunto de las
represas-usinas hidroeléctricas de Itaipú,
Jupiá, Ilha Solteira y Foz do Areia, considerado como el
mayor del mundo, con 18.915 MW de potencia instalada. Este
complejo se extiende por los ríos Paraná, Paraguay y
Uruguay y se
adentra en los países vecinos Paraguay, Argentina y
Uruguay. La cuenca del São Francisco es la
única enteramente brasileña y atraviesa una
región caracterizada por un clima
semiárido, por lo que es muy útil para el riego. Su
potencial hidroeléctrico se utiliza bastante a
través del complejo de represas de Paulo
Afonso.

Las condiciones climáticas en Brasil
varían de climas tropicales a templados. Las temperaturas
medias de enero y julio en Brasilia son 22,3 °C y 19,8
°C, respectivamente. Para Río de Janeiro en los mismos
meses son 28,5 °C y 19,6 °C. Las precipitaciones medias
anuales son de 1.603 mm en Brasilia, y de 1.758 mm en Río
de Janeiro. Las condiciones tropicales prevalecen también
sobre la mayor parte de la llanura costera que se extiende al
norte del trópico de Capricornio, pero los vientos
oceánicos tienen un efecto moderador sobre las altas
temperaturas y la humedad. La pluviosidad media anual en esta
parte de la costa varía entre los 1.041 y los 2.286
mm.

En la región costera al sur del trópico de
Capricornio, las condiciones climáticas están
marcadas por fuertes variaciones estacionales. Las temperaturas
que se registran durante el invierno en el extremo sur llegan a
descender hasta -5,6 °C y las heladas son normales por toda
la región. Las precipitaciones medias anuales son
inferiores a 1.016 mm en la parte sur de la zona costera. En las
tierras altas de la parte centro-este de Brasil el clima es
subtropical pero, debido a su altitud, se dan grandes
oscilaciones diarias de temperatura,
siendo las noches frías. Esta región está
sujeta con frecuencia a fuertes sequías. En las tierras
altas del sur y el oeste, el nivel de las precipitaciones de
lluvia puede considerarse suficiente, y en ocasiones, abundante.
Las temperaturas alternan rasgos subtropicales y rasgos templados
en las tierras altas del sureste, que es la zona más
densamente poblada del país.

Hay diferentes tipos de suelo en las
áreas tropical y subtropical. La Amazonia, el valle del
Amazonas y sus afluentes, es una amplia llanura aluvial en la que
la inundación continuada limpia y rellena la capa
superficial del suelo. Algunas mesetas aluviales bajas, sin
embargo, sobresalen en el relieve. En el
interior de la región Nordeste predomina el
sertão semiárido. En las áreas de
tierras bajas, el suelo soporta una densa vegetación selvática. El estado de
São Paulo se caracteriza por la terra rosa
fértil, casi púrpura, debido a la
descomposición del basalto, acelerada por el calor y la
humedad.

La flora de Brasil es muy diversificada, particularmente
en la cuenca del Amazonas. En esta región pueden
encontrarse decenas de miles de especies vegetales, incluidas
bignonias, laureles, mirtos y mimosas. Palmeras y árboles
de madera dura
son abundantes, como lo son las plantas de
la familia de
las Euforbiáceas (una de las principales fuentes de
caucho
natural). Mangle, cacao, palmeras enanas y árboles de palo
de Brasil crecen en la región costera. Entre las frutas
autóctonas y ampliamente cultivadas están
piñas, higos, chirimoyas, mangos, bananas, guayabas, uvas
y naranjas.

La vegetación en los valles de los ríos
existentes en la región de la meseta es exuberante, pero
en las tierras altas los bosques, constituidos en su
mayoría por especies de hoja caduca, son mucho menos
densos. Esta zona también tiene extensas zonas de arbustos
y llanuras sin árboles. Las coníferas crecen en
aquellas áreas donde predominan las condiciones de clima
templado.

En las zonas áridas de la región de la
meseta, los cactus y otras plantas de espinos son habituales. La
fauna de Brasil
es también extremadamente variada y difiere en muchos
aspectos de la de Norteamérica.

Los animales
presentes de mayor tamaño son el puma, el jaguar, el
ocelote y el zorro. Pecarí, tapir, oso hormiguero gigante,
perezoso, oposum y armadillo son abundantes. Los ciervos son
numerosos en el sur y los monos de distintas especies abundan en
la selva. Muchas variedades de pájaros son
autóctonas del país. Entre los reptiles se incluyen
varias especies de caimanes y numerosas especies de serpientes,
en especial el surucucú, la cascabel y la boa. Los
peces y
tortugas abundan en las aguas de los ríos, lagos y costas
de Brasil. En 2004 se contabilizaron 697 especies
amenazadas.

Aunque la superficie de cultivo totaliza sólo
unos 67 millones de ha, menos del 8% de la superficie total,
Brasil es un importante país agrícola. Tiene
inmensos recursos madereros: las áreas boscosas cubren
cerca de 532 millones de ha, un 63% de la superficie total. Los
recursos minerales son numerosos e incluyen cristal de cuarzo,
diamantes, cromo, mineral de hierro,
fosfatos, carbón, manganeso, petróleo, mica, grafito, titanio, cobre,
oro, bauxita,
cinc, estaño
y mercurio.

Características socio – demográficas
generales.

La población de Brasil (según estimaciones
para 2005) es de 186.112.790 habitantes. La densidad de
población es de 22 hab/km². Alrededor del 83% de la
población es urbana.

La república se compone de 26 estados y un
distrito federal. Los estados son Acre, Alagoas, Amapá,
Amazonas, Bahía, Ceará, Espírito Santo,
Goiás, Maranhão, Mato Grosso, Mato Grosso do
Sul, Minas Gerais, Pará, Paraíba, Paraná,
Pernambuco, Piauí, Río de Janeiro, Rio Grande do
Norte, Rio Grande do Sul, Rondônia, Roraima, Santa
Catarina, São Paulo, Sergipe y Tocantins. El
Distrito Federal incluye Brasilia, que reemplazó a
Río de Janeiro como capital nacional en 1960.

El territorio brasileño ha sido dividido, con
fines eminentemente estadísticos, en cinco grandes
macrorregiones: Norte (que engloba los estados de
Rondônia, Acre, Amazonas, Roraima, Pará,
Amapá y Tocantins), Noreste (Maranhão,
Piauí, Ceará, Rio Grande do Norte, Paraíba,
Pernambuco, Alagoas, Sergipe y Bahía), Sureste (Minas
Gerais, Espírito Santo, Río de Janeiro y
São Paulo), Sul (Paraná, Santa Catarina y
Rio Grande do Sul) y Centro-Oeste (Mato Grosso do Sul, Mato
Grosso, Goiás y Distrito Federal).

La ciudad más grande es São Paulo,
centro de la industria
brasileña, con una población (según
estimaciones para 2004) de 10.838.581 habitantes. Otras ciudades
importantes en cuanto a número de habitantes (según
estimaciones para 2004) son: Río de Janeiro, la antigua
capital del país y destacado centro comercial (6.051.399
habitantes); Porto Alegre (1.416.363 habitantes); Salvador,
ciudad portuaria localizada en una región agrícola
fértil (2.631.831 habitantes); Belém, el principal
puerto en el bajo Amazonas (1.386.482 habitantes); Recife
(1.486.869 habitantes); Curitiba (1.727.010 habitantes); Belo
Horizonte (2.350.564 habitantes), y Manaus, un puerto en el
río Negro (1.592.555 habitantes).

Casi el 88% de los habitantes de Brasil son
católicos. No obstante, alrededor de veinte millones de
católicos también practican algún tipo de
culto ritual de origen africano. También hay al menos
cinco millones de protestantes, entre los que se incluyen un
número importante de luteranos, metodistas y
episcopalianos, y una pequeña comunidad de
judíos.
La mayoría de los indígenas americanos profesan
religiones
tradicionales. La separación de Iglesia y
Estado es
formal y completa.

El portugués es la lengua oficial
de Brasil. Muchos brasileños hablan el alemán y el
italiano, especialmente en las ciudades del sur.

La educación primaria en
Brasil es gratuita y obligatoria para los niños
entre los 7 y los 14 años de edad. Aproximadamente el 87%
de la población adulta está
alfabetizada.

Las condiciones sanitarias en Brasil varían de
una región a otra. Las ciudades más grandes cuentan
con suficiente infraestructura, pero las regiones del interior
sufren escasez de
médicos, enfermeras, hospitales, clínicas y
farmacéuticos. Brasil cuenta con más de 16.000
hospitales, clínicas y centros de salud local y unos 200.000
médicos. La Constitución de 1988 define la responsabilidad del Estado en la atención de la salud
pública. El Sistema
Único de Salud (SUS) coordina la red pública sanitaria
y las entidades privadas concertadas. Los trabajadores urbanos
reciben una amplia gama de beneficios, como el seguro por
enfermedad y las pensiones por jubilación. Estos servicios son
posibles gracias a las aportaciones de trabajadores, empleados y
el gobierno. Los
trabajadores rurales y los funcionarios federales reciben menos
beneficios, principalmente en la atención sanitaria. La
Constitución de 1988 estipula una jornada semanal de 40
horas, permiso por maternidad de 120 días y de paternidad
de 5 días.

La cultura del
Brasil moderno se ha configurado a partir de un rico pasado de
tradiciones étnicas. Los primeros colonos portugueses
tomaron muchas costumbres y palabras de la población
nativa de América. Durante el periodo de
colonización, millones de esclavos negros africanos que
fueron traídos a Brasil añadieron un elemento
africano a la vida cultural brasileña; sus ritos
religiosos se unieron a los del catolicismo para formar cultos
afro-brasileños singulares, notables por sus ceremonias.
El más influyente de ellos es el
candomblé.

Características generales de la economía brasileña.

Como se puede observar en el Anexo No. 1 Brasil es en
principio una nación
predominantemente agrícola, que experimentó un
rápido crecimiento industrial en las décadas de
1960 y 1970, hasta que en la década de 1980 logró
una economía moderna diversificada. Se extrajeron grandes
cantidades de mineral de hierro y carbón y la producción de acero, productos
químicos y vehículos de motor
creció sustancialmente. Al mismo tiempo, no
obstante, la inflación crónica y una deuda externa de
más de 100.000 millones de dólares, la más
alta de las naciones en vías de desarrollo,
provocó graves problemas
económicos. A comienzos de la década de 1980, el
presupuesto
nacional se componía de 15.700 millones de dólares
de ingresos y
25.100 millones de dólares de gastos. La deuda
del país fue reestructurada y reducida en abril de 1994
mediante un acuerdo con los bancos
acreedores. El producto
interior bruto (PIB)
aumentó de 369.000 millones de dólares en 1981 a
492.338 millones de dólares en 2003. El mayor incremento
del PIB se produjo durante el año 2004 con un valor superior
a 5.7, siendo de 4.2 per cápita, el más elevado de
la última década, muestra de la
recuperación económica este país. "Hoy
Brasil no tiene deuda alguna con el Fondo Monetario ni tampoco
con el Club de París, y dispone de 190 mil millones de USD
en sus reservas".
(Castro, 2008b)

"Cuentan con 850 millones de hectáreas de
tierra; de
estas, 360 millones es la parte del Amazonas; 400 millones de
buenas tierras para la agricultura, y
la caña de azúcar
ocupa solamente el uno por ciento… es por otro lado el
mayor exportador de café del mundo".
(Castro, 2008c).
Alrededor de la cuarta parte del café del mundo se cultiva
en las plantaciones de São Paulo, Paraná,
Espírito Santo y Minas Gerais. La producción
de café en 2004 fue de 2,45 millones de toneladas, de
las que la mayoría se exportaron. Brasil está entre
los principales productores mundiales de caña de
azúcar (411 millones de toneladas), que se utiliza para
producir azúcar refinada y alcohol para
combustible; ricino; cacao (177.219 t); maíz (41,9
millones de t); y naranjas. Otros importantes cultivos son:
soja, tabaco (928.332
t), patatas (2,88millones de t), algodón
(3,62 millones de t), arroz (13,4 millones de t), trigo (6,04
millones de t), mandioca y bananas.

El ganado se cría en casi todas las partes del
país, particularmente en São Paulo y otros
estados del sur, donde hay una abundante cantidad de ganado
vacuno, con un total de 192 millones de cabezas, cerdos (33
millones), aves de corral
(1.068 millones), ovejas (14,2 millones), cabras (9,09 millones),
caballos (5,90 millones), asnos (1,26 millones), mulas (1,35
millones) y bueyes (1,20 millones).

Entre los productos más valiosos de los bosques
brasileños se cuentan: aleurita, caucho, cera de carnauba,
fibra de algarrobo, hojas medicinales, aceites vegetales,
resinas, nueces y maderas para construcción y muebles. Constituyen
importantes recursos madereros el pino de Paraná, el
más importante comercialmente, y el pimentero. La
industria maderera se desarrolló rápidamente
durante las décadas de 1970 y 1980 al mismo tiempo que los
bosques eran entresacados para los asentamientos. La industria
pesquera, aunque obstaculizada al principio por la escasez de
capital, almacenes e
industrias
conserveras, creció considerablemente en la década
de 1960. En 2001 las capturas totales fueron de 980.000 toneladas
anuales, incluyendo camarones, langostas y sardinas.

Los recursos minerales de Brasil son amplios, pero la
escasez de capital y las inadecuadas infraestructuras de transporte
frenaron su desarrollo hasta la década de 1970. El
carbón se extrae en Río Grande do Sul, Santa
Catarina y en otras zonas. La fiebre del oro en
la jungla amazónica, constante desde 1979, ha hecho de
Brasil uno de los mayores productores mundiales. Los yacimientos
de mineral de hierro del país, localizados en Itabira y
otras áreas, están considerados entre los
más ricos del mundo. La producción de mineral de
hierro fue de 140 millones de toneladas en 2003. Los ricos
yacimientos de estaño han hecho de Brasil un productor
líder
de este metal (14.200 toneladas en 2003). También es un
gran exportador de cristales de cuarzo, monacita y berilio.
Manganeso, diamantes (500.000 quilates), cromo, circonio,
petróleo crudo, gas natural,
plata, bauxita y mica se extraen en grandes cantidades. Las
valiosas reservas de magnesita, grafito, titanio, cobre, cinc,
mercurio y platino no se explotan a gran escala.

Las industrias manufacturan una amplia gama de
artículos. Se producen grandes cantidades de bienes como
alimentos
procesados, hierro y acero, cemento,
tejidos,
confección, vehículos de motor, productos
químicos, papel, barcos y equipos eléctricos.
São Paulo es el principal estado industrial, con
factorías que producen alrededor de un tercio de la
cantidad total de las manufacturas de Brasil; las ciudades de
Río de Janeiro, Belo Horizonte, Porto Alegre y Fortaleza
también son grandes centros manufactureros."Brasil
posee 8 millones 534 mil kilómetros cuadrados y dispone
del 30 por ciento de las reservas de agua del
mundo".
(Castro, 2008b). En 2002 el 83% de la
producción anual de electricidad se
generó en centrales hidroeléctricas. Las grandes
plantas hidroeléctricas se situaban en los ríos
Paraná, São Francisco y Grande. En el
río Paraná el complejo hidroeléctrico de
Itaipu, Jupiá, Ilha Solteira y Foz do Areia tiene en total
18.915 MW de potencia instalada. En el São
Francisco el complejo Paulo Afonso-Sobradinho suma 3.510 MW, y en
el río Grande el complejo Embarcação,
Furnas y Marimbondo genera un total de 3.747 MW aproximadamente.
Brasil tenía una capacidad de producción
eléctrica cercana a los 50 millones de kW a comienzos de
la década de 1990 y de 339.046 millones de KWh en
2002.

La unidad monetaria de Brasil, introducida en julio de
1994 para reemplazar al cruzado, es el real, dividido en 100
centavos (3,08 reales equivalían a 1 dólar
estadounidense en 2003). El Banco Central de
Brasil (1965), con sede principal en Brasilia, emite la moneda
del país. Otras grandes instituciones
bancarias son el Banco de Brasil, un banco comercial con
más de 3.300 sucursales; el Banco Nacional de Desarrollo
Económico y Social, con sede principal en Río
de Janeiro; y el Banco de Descuento Brasileño, con
más de 1.700 sucursales. Los brasileños
también cuentan con numerosos bancos privados y
estatales.

En 2003 Brasil gastó 50.824 millones de
dólares en importaciones de
mercancías, mientras que sus exportaciones
ascendían a 73.084 millones de dólares. Los
principales compradores de los productos brasileños a
comienzos de esa década eran Estados Unidos
(un 20,3% del valor total de las exportaciones), Alemania,
Japón,
Italia,
Argentina, Francia,
Países Bajos y Gran Bretaña. Las mayores
exportaciones fueron de soja, café, mineral de hierro,
acero, equipos de transporte, alimentos animales, maquinaria,
zapatos y tejidos. Estados Unidos reemplazaron a Alemania como la
principal fuente de las importaciones brasileñas al inicio
de la II Guerra Mundial
(1939-1945) y continuaron manteniendo esa posición
después de la guerra.
Irak,
Alemania, Japón, Argentina, Francia y Canadá
también fueron grandes suministradores a comienzos de la
década de 1990. En 2003 se importaban, principalmente:
maquinaria y equipos (38%); productos químicos (15%);
combustibles (15,9%), entre ellos petróleo crudo y
refinado; minerales y metales (3,2%); y
trigo.

El sistema de ferrocarril de Brasil constaba en 2002 de
30.403 km de líneas, implantado principalmente al sur de
Bahía. El principal ferrocarril es la Corporación
de Ferrocarril Federal, bajo control del
gobierno federal, que explota siete redes regionales. Los
ferrocarriles del país son utilizados principalmente para
el transporte de mercancías. Las carreteras y autopistas,
concentradas en las zonas sur y noreste de Brasil, tenían
una longitud de 1.724.929 km en 2000; algo más del 6% de
las carreteras brasileñas estaban pavimentadas. Un sistema
de autopistas nacionales de 63.000 km conecta todas las regiones
y estados del país; esta red viaria sigue aumentando con
obras como la autopista transamazónica, una vía de
comunicación que, con dirección este-oeste, une las regiones
aisladas de Brasil y Perú. Las vías fluviales
interiores, que totalizan unos 35.400 km en torno al Amazonas
y sus afluentes, conectan Brasil con otros países de
Sudamérica y proveen importantes medios de
transporte dentro del país. En el interior de muchas
áreas de la cuenca del Amazonas, las vías fluviales
son el principal medio de transporte. Unos 40 puertos a lo largo
de la costa brasileña sirven al comercio de
cabotaje e internacional. Los principales puertos son Santos,
Río de Janeiro, Paranaguá, Recife y Vitória.
Las líneas aéreas nacionales son numerosas y varias
las compañías de transporte aéreo
internacional, incluida la compañía aérea
brasileña Varig, encargadas de enlazar el país con
los principales puntos del mundo.

El gobierno desempeña aún un destacado
papel en los servicios de telecomunicaciones, aunque en 1999 comenzó
la privatización de las
compañías de telefonía de los estados. En 2003
había 223 teléfonos por cada 1.000 habitantes.
Brasil también cuenta con 2.778 emisoras de radio y
más de 6 canales oficiales de televisión. El número de aparatos de
radio era de 71 millones y 58 millones de receptores de televisión
estaban en servicio. El
país cuenta con 372 periódicos diarios, con una
tirada de 7.163.000 ejemplares. Los diarios de mayor
circulación son O Globo y Jornal do Brasil en Río
de Janeiro; Folha de São Paulo, Gazeta Mercantil y
Estado de São Paulo en São Paulo;
Estado de Minas en Belo Horizonte; y Correio Brasiliense en
Brasilia. Los semanarios de información general de mayor tirada son
Veja e Isto é.

La mano de obra brasileña económicamente
activa se estima que está integrada por cerca de 82,3
millones de personas; las mujeres componen el 35%. Alrededor del
21% de los trabajadores están ocupados en la agricultura,
un 59% están empleados en los servicios y el resto trabaja
en la manufactura,
la construcción y otras actividades. Muchos de los
trabajadores son miembros de sindicatos
pertenecientes a una de las varias confederaciones nacionales;
las entidades sindicales más importantes son la
Confederación Nacional de Trabajadores de la Industria, la
Confederación Nacional de Trabajadores Agrícolas y
la Confederación Nacional de Trabajadores de Comunicaciones
y Publicidad, todas
ellas localizadas en Brasilia.

Gobernabilidad y democracia.

Brasil es una república federal integrada por 26
estados federados y un distrito federal, según recoge la
actual Constitución, promulgada en octubre de 1988. Los
estados federados tienen sus propios gobiernos, con competencias en
todas las materias no específicamente reservadas a la
Unión.

La Constitución de 1988 dispone la
elección del jefe del gobierno y del Estado, es decir, del
presidente, de forma directa para un periodo de cuatro
años renovables. En 1993, los brasileños votaron a
favor del mantenimiento
del sistema de república presidencialista.

El Congreso Nacional bicameral brasileño se
compone de un Senado Federal de 81 miembros elegidos para un
periodo de ocho años, y una Cámara de Diputados con
513 miembros elegidos para un periodo de cuatro años. Los
diputados son asignados a los estados según su
población. La votación se realiza mediante voto
secreto y es obligatoria para los ciudadanos alfabetizados
mayores de 16 años.

El Supremo Tribunal Federal, compuesto de once jueces,
tiene su sede en Brasilia. Las cortes federales se sitúan
en cada estado y en el Distrito Federal. Otros órganos
judiciales importantes son los tribunales electorales federales,
creados para garantizar los procesos
electorales, y los tribunales de trabajo. Los
jueces federales son designados de por vida. La justicia en
los estados se administra en tribunales
específicos.

Los principales partidos
políticos de Brasil son el Partido de los Trabajadores
(PT, socialista), el Partido del Frente Liberal (PFL, liberal
conservador), el Partido del Movimiento
Democrático Brasileño (PMDB, centrista), el Partido
Social Demócrata Brasileño (PSDB), el Partido
Progresista Brasileño (PPB, de carácter derechista y conservador), el
Partido Liberal (PL), el Partido Laborista Brasileño (PTB,
centrista), el Partido Socialista Brasileño (PSB), el
Partido Democrático del Trabajo (PDT, izquierdista), el
Partido Socialista Popular (PSP; hasta 1992, Partido Comunista
Brasileño) y el Partido Comunista de Brasil
(PCdoB).

Los 26 estados y el Distrito Federal tienen sus propios
órganos legislativos y ejecutivos, estos últimos
encarnados en la figura de los gobernadores, elegidos
democráticamente. Los prefectos o alcaldes, elegidos
asimismo por el pueblo, son las máximas autoridades
municipales, y su gestión
es fiscalizada por las cámaras de vereadores o
ayuntamientos, que actúan como un cuerpo legislativo de
ámbito local.

En 1985 Tancredo Neves fue nombrado primer presidente
civil de Brasil quien murió antes de tomar posesión
y José Sarney se convirtió entonces en presidente.
Sarney tuvo que enfrentar a una inflación renaciente y una
enorme deuda externa; impuso un programa de
austeridad que incluía una nueva unidad monetaria, el
cruzado.

Una nueva constitución que incluía la
elección presidencial directa fue promulgada en octubre de
1988, y Fernando Collor de Mello, del Partido de
Reconstrucción Nacional, de tendencia conservadora, fue
elegido presidente en diciembre de 1989. Su drástico
programa anti-inflacionista llevó a Brasil a la peor
recesión de la última década, y las
acusaciones de corrupción financiera desgastaron su
popularidad.

En septiembre de 1992 Collor fue acusado de corrupción
por la Cámara de los Diputados y el vicepresidente Itamar
Franco se convirtió en presidente en funciones. Collor
dimitió el 29 de diciembre, justo cuando el proceso contra
él en el Senado estaba comenzando, y Franco entonces
prestó juramento como su sucesor. En abril de 1994 se puso
en práctica un plan para
reestructurar y reducir la deuda externa de Brasil; conocido por
el nombre de Plan Real, fue diseñado por el entonces
ministro de Hacienda en el gobierno de Itamar Franco, el
socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso.

En las elecciones presidenciales celebradas en octubre
de 1994 resultó vencedor Cardoso, candidato del Partido
Social Democrático Brasileño, que se impuso a
Luís Inácio Lula da Silva, candidato presentado por
el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT). La
campaña electoral tuvo como ejes básicos las
promesas por parte de ambos políticos de promover una
mayor justicia social y el desarrollo de reformas
económicas y políticas
de gran envergadura.

Este proyecto
reformador se empezó a poner en marcha con la
presentación por parte de Cardoso ante el Congreso
brasileño, en febrero de 1995, de una serie de enmiendas
constitucionales, a las que se añadió, en 1996, el
intento de modificar la Constitución brasileña con
la finalidad de permitir la reelección en el cargo
presidencial; en enero del año siguiente, el Congreso
aprobó la enmienda constitucional que hacía
factible tal modificación. No obstante, las reformas
económicas iniciadas por el nuevo gobierno fueron
rechazadas (en forma de marchas, huelgas y manifestaciones) a lo
largo de 1997 por aquellos sectores productivos que resultaron
perjudicados con las mismas. En junio de ese año, Brasil
se adhirió al Tratado de No Proliferación de
Armas
Nucleares.

En septiembre de 1997, Cardoso aceleró su carrera
hacia la reelección presidencial respaldado por los
partidos que integraban la coalición de gobierno (Partido
Social Demócrata Brasileño, Partido del Frente
Liberal y Partido del Movimiento Democrático
Brasileño). La crisis
financiera que afectó seriamente a la economía
brasileña durante buena parte de 1998, y que tuvo su
continuación en la primera mitad de 1999, no supuso un
revés a las expectativas electorales del presidente
Fernando Henrique Cardoso ante los comicios presidenciales,
legislativos y estatales que se celebraron el 4 de octubre de ese
mismo año, y en los que se enfrentó de nuevo con
Lula da Silva, el candidato de buena parte de la izquierda
brasileña, así como con Ciro Gomes, cabeza de lista
del Partido Popular Socialista (PPS) y Eneas Carneiro, del
Partido de la Reedificación del Orden Nacional (Prona).
Antes al contrario, Cardoso venció de forma arrolladora en
la primera vuelta, sin necesidad de efectuar una segunda, con lo
que se convirtió, una vez que tomó posesión
del cargo en enero de 1999, en el primer presidente
brasileño que era reelegido democráticamente en la
historia de
Brasil. El nivel de abstención, votos nulos y en blanco
fue considerable, habida cuenta que en Brasil los electores
están obligados a votar. Los resultados en los comicios
para renovar los cargos de los 26 estados y el Distrito Federal
en que se divide Brasil, por contra, obligaron a una segunda
vuelta en 12 de ellos, pues ninguno de los candidatos obtuvo
mayoría absoluta. La importancia de los resultados en esta
consulta venía dada por el hecho de que el recién
reelegido presidente necesitaba el apoyo de los gobernadores para
llevar a cabo el ajuste fiscal
impuesto tras
el acuerdo firmado poco después con el Fondo Monetario
Internacional.

Concluida la legislatura,
el 6 de octubre de 2002 se celebraron nuevas elecciones
presidenciales, legislativas y estatales. Brasil vivía una
difícil situación social y económica,
motivada por la devaluación del real, la elevada deuda
pública, la dependencia del capital exterior, el
desempleo, los
bajos salarios y un
alto índice de pobreza. En este
contexto, el programa de políticas sociales de Lula da
Silva propició que su candidatura presidencial fuera la
más votada (46,4% de los sufragios emitidos), encontrando
apoyo, no ya sólo en los ámbitos más
desfavorecidos, sino también en determinados sectores
empresariales (José Alencar, empresario y
líder del conservador Partido Liberal, le
acompañaba como candidato vicepresidencial).

A mucha distancia del fundador del Partido de los
Trabajadores quedaron José Serra, presentado por el
Partido Social Demócrata Brasileño y respaldado por
el bloque gubernamental (23,2%); Anthony Garotinho, del Partido
Socialista Brasileño (17,9%), y Ciro Gomes, del Partido
Socialista Popular (12%). Dado que Lula da Silva no
alcanzó la mayoría absoluta, fue necesaria la
celebración de una segunda vuelta el día 27 de ese
mismo mes. En esta nueva cita con las urnas, Lula da Silva obtuvo
más del 60% de los votos y derrotó con claridad a
Serra. En calidad de
presidente electo (su investidura oficial se produjo el 1 de
enero de 2003), no tardó en hacer pública su
intención de promover un "pacto nacional", forjado en la
formación de un gobierno de coalición, que luchara
contra la inflación, la pobreza y la
deuda pública.

Por lo que respecta a la nueva Cámara de
Diputados emanada en aquel octubre de 2002, los grupos que
consiguieron mayor representación fueron el Partido de los
Trabajadores (91 escaños), el Partido del Frente Liberal
(84), el Partido del Movimiento Democrático
Brasileño (74), el Partido Social Demócrata
Brasileño (71), el Partido Progresista Brasileño
(49), el Partido Liberal (26), el Partido Laborista
Brasileño (26) y el Partido Socialista Brasileño
(22).Las primeras medidas de Lula da Silva, quien dio por
finalizadas las privatizaciones en Brasil, estuvieron destinadas
al cumplimiento inmediato de su programa electoral:
concesión de títulos de propiedad a
los habitantes de las favelas, promoción del Programa Hambre Cero y del
Plan Nacional de Erradicación del Trabajo Esclavo, y
creación del Consejo Nacional de Seguridad
Alimentaria y del Consejo de Desarrollo Económico y
Social. En ese orden de cosas, la Cámara de Diputados
aprobó, el 4 de septiembre de 2003, una ambiciosa reforma
fiscal promovida por el presidente de la
República. Un mes más tarde, el 16 de octubre,
Brasil y Argentina, presidida por Néstor Kirchner,
firmaron el denominado Consenso de Buenos Aires,
acuerdo que fortalecía las políticas activas de
ambos países frente al neoliberalismo
y afianzaba su alianza en el seno del Mercosur, del que
los dos eran miembros fundadores desde 1991. Brasil y Argentina
estrecharon aún más su relación
diplomática en diciembre de ese año, al pactar la
coordinación de decisiones conjuntas ante
el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
A comienzos de 2005, la gestión de Lula da Silva arrojaba
un innegable éxito
económico, si bien los avances sociales logrados
resultaban, para determinados sectores, insuficientes con
respecto a las expectativas suscitadas al iniciarse su mandato.
En cuanto a la política exterior, el
acceso a un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas se convirtió en el principal objetivo de su
gobierno.

Brasil y la
Globalización

Después de conocer las características
generales de este país referidas a sus recursos
naturales, aspectos socio – demográficos,
economía, gobierno y democracia es posible analizar el
proceso de globalización en Brasil, el que ha
atravesado por una serie de fases en las que los cambios
económicos han sido significativos e importantes. A
continuación se analizaran cada una de ellas.

  • A medidos de la década de los 30´ del
    pasado siglo XX el presidente Vargas desarrolló una
    estrategia de industrialización.

  • En la década de los 40´ el crecimiento
    del PIB era solo del 6%.

  • El proteccionismo y la inversión estatal
    directa originaron sectores industriales
    diversificados.

  • II. Primeros rasgos de globalización
    (1964 – 1994)

  • En el año 1964 se produce el golpe de estado
    respaldado por Washington.

  • Se establece una estrategia económica basada
    en la alianza entre estado – multinacionales –
    burguesía brasileña.

  • Se produce un giro en la producción,
    orientada a partir de este momento a la exportación y
    no a la satisfacción de las necesidades del mercado
    interno.

  • Aumenta el crecimiento de la industria automotriz y
    de metales.

  • En 1968 varias misiones religiosas comienzan a
    apoderarse de terrenos muy ricos en minerales radioactivos,
    oro y diamantes localizados en la selva
    amazónica.

  • III. Aplicación del modelo de
    Globalización Neoliberal. (1995 –
    2002)

  • Privatización de las industrias que
    más producían.

  • Apertura de los mercados a las importaciones de
    alimentos y tecnologías de la información
    barata lo que provocó el movimiento de millones de
    campesinos y socavamiento de las industrias
    locales.

  • Aumento de la deuda con los bancos
    extranjeros

  • Se hipotecan las ganancias de las futuras
    generaciones.

  • Desregularización de la economía,
    devastando la selva Amazónica no solo por la madera
    sino por los minerales.

  • El PIB creció 1%, el PIB medido en
    dólares decreció de 705 billones en 1995 a 504
    billones en 2001.

  • La tasa de crecimiento en los 90´ fue la
    más baja del siglo XX.

  • La deuda externa creció de 148 billones de
    dólares a 228.6 billones en 2001 y se aproxima a los
    250 billones en el 2002.

  • El pago de la deuda pública aumentó de
    24.9% a 55.1 % de 1995 al 2000

  • Reducción de los gastos
    públicos.

  • La fuga de capitales tomó valores de 20
    billones.

  • Las empresas públicas y las líneas de
    crédito externas desaparecieron.

  • Las inversiones domésticas y extranjeras
    retiraron sus capitales por la falta de seguridad.

  • Las actividades tradicionales perdieron importancia
    frente a las industrias modernas.

  • Las empresas trasnacionales insisten en convertir la
    selva en plantaciones agrícolas, ganaderas e
    industriales y la explotación de maderas.

  • Los países industrializados desplazaron sus
    industrias más contaminantes hacia paises del tercer
    mundo entre ellos se encuentra Brasil

  • Aumenta la importancia de las grandes ciudades
    producto a la aglomeración de actividades
    económicas y las ciudades interiores (excepto Manaus
    donde se encuentras asentadas multinacionales como la
    Gillette, Honda y Sony entre otras.) solo aportan materias
    primas.

  • Aumentan las migraciones del campo a la ciudad en
    busca de empleos y mejoras salariales. Ejemplo de ello es el
    aumento de la población urbana de 74.7 % a 81.2 %
    entre 1990 y 2000.

  • El parque industrial se encuentra concentrado
    principalmente en la Región Sudeste especialmente en
    Sao Paulo considerada como la capital industrial, comercial y
    financiera de Brasil, del MERCOSUR y de
    Latinoamérica.

IV. Después de Cardoso. Gobierno de Luis
Inácio Lula da Silva. (2002 – Hoy)

  • El PIB tuvo un alza de 3.7% en 2006.

  • El PIB debe presentar un aumento de un 4.5% en el
    2007.

  • La inflación acumulada se redujo a
    3.1%.

  • Las exportaciones y las importaciones de bienes
    aumento un 16% y un 24%.

  • Las reservas internacionales ascendían a 143
    millones de dólares.

  • Los salarios reales aumentaron.

  • La deuda pública se redujo a un 45 % del
    PIB.

  • La mejoría económica fue producto a la
    evolución de la economía internacional y la
    consolidación del mercado interno.

  • Se estima que el sector agrícola tenga una
    expansión del 4.5 % lo que representa una
    prolongación del proceso de recuperación
    iniciado en el 2006.

  • El sector de los servicios creció un 4.6%
    impulsado por el dinamismo del mercado interno,
    destacándose los relacionados con las
    tecnologías de la información y la actividad
    del sistema financiero y el comercio.

  • La minería y los servicios de utilidad
    pública también se expandieron un 4.1% y 3.9%
    respectivamente.

  • La industria manufacturera tuvo una expansión
    de solo un 2.8% lo que puede deberse al descenso de la
    competitividad de la industria, la desaceleración del
    crecimiento de las exportaciones de manufacturas mientras que
    el volumen importado aumento considerablemente.

  • La ocupación aumentó con la
    creación de 520 mil nuevos puestos de
    trabajo.

  • Este aumento se produjo en los sectores más
    dinámicos como los servicios, el comercio y la
    industria.

  • Las exportaciones sumaron 137 millones de
    dólares y las importaciones de bienes ascendieron a 91
    millones de dólares.

En los últimos cincuenta años la
globalización ha tenido en Brasil un considerable
impacto al afectar las políticas domésticas de este
país en el que han surgido nuevos actores, por ejemplo, en
el campo político – económico los actores
principales son las corporaciones multinacionales, las agencias
internacionales como el FMI y el BM, los
gobiernos y las inversiones
internacionales, así como algunos actores de la sociedad civil
(González Souza).

La globalización como proceso ha ejercido un
fuerte impacto en la
organización y funcionamiento del espacio
geográfico en este país, especialmente en el
espacio urbano y sus implicaciones abarcan las esferas de las
relaciones sociales, culturales, económicas y
políticas. Tiene además significativas
repercusiones en la organización del espacio y de los
territorios en sus formas y en sus procesos.

La nueva estructura
productiva que tiene lugar en Brasil, como en gran parte del
mundo subdesarrollado, durante estos últimos años
basada en el paradigma
tecnológico, tiene importantes repercusiones sociales,
económicas y espaciales. Una de las consecuencias
más resaltantes es la creciente sustitución de
trabajo no calificado y de recursos naturales por el capital, lo
cual ha afectado significativamente la economía nacional,
que históricamente ha fundamentado su desarrollo
económico en sus ventajas comparativas derivadas de la
disponibilidad de recursos naturales y de mano de obra
barata.

Ciertamente la globalización en Brasil ha
mostrado muchas anomalías, muchos signos de
crisis. Por un lado origina un crecimiento importante del
producto nacional bruto mientras se incrementa el desempleo
estructural, la deuda pública y las diferencias al
interior de este país, las cuales se expresan en el
crecimiento diferencial de las ciudades según sea su rol e
inserción en la red global, creando espacios luminosos
– aquellos que se insertan más apropiadamente en el
proceso globalizador – y espacios opacos – los excluidos del
proceso .

En el terreno económico, el actual proceso de
globalización es asimétrico e incompleto, y se
caracteriza por un importante déficit en materia de
gobernabilidad.

La integración progresiva de las
economías y las sociedades que
supone la globalización ha tenido varios momentos y
características muy particulares en este país. La
globalización está impulsada por las nuevas
tecnologías, las nuevas relaciones económicas y
las políticas de una amplia gama de actores, que van desde
los gobiernos y las organizaciones
internacionales hasta las empresas, las
organizaciones de trabajadores y la sociedad
civil, sin embargo en Brasil la característica fundamental
ha sido el uso intensivo de los recursos naturales (como en la
mayoría de los países de
Sudamérica).

Junto a la degradación del medio ambiente
la Globalización influye de forma negativa en la sociedad
y en las costumbres del país. Un ejemplo de los efectos
que tiene este proceso sobre la cultura es que producto al
desmonte de los bosques y la tala indiscriminada de partes de la
selva amazónica muchas de las tribus indígenas han
tenido que modificar sus patrones de vida y en muchos casos
mueren. La dimensión social de la globalización se
refiere al impacto que este proceso tiene en la vida y en
el trabajo de
las personas, así como en sus familias y sociedades.
Incluye las preocupaciones y los problemas relacionados con el
impacto de la globalización en el empleo, las
condiciones de trabajo, los ingresos y la protección
social. La dimensión social abarca las cuestiones
relativas a la seguridad, la cultura y la identidad, la
inclusión o exclusión
social y la cohesión de las familias y las
comunidades.

Algunos actores sostienen que el modelo de
globalización que predominó en Brasil durante la
última mitad del siglo XX agravó los problemas del
desempleo, de la desigualdad y de la pobreza, mientras otros
afirman que la globalización ha contribuido a reducir la
incidencia de dichos problemas. Por supuesto, estos problemas
existían antes de la globalización, pero es
evidente que, para que la globalización sea sostenible
tanto en el plano político como económico, debe
contribuir a resolverlos.

Sin embargo, como señalara el presidente cubano,
Fidel Castro:
"La globalización fue encerrada en la camisa de
fuerza del
neoliberalismo, y como tal tiende a globalizar no el desarrollo,
sino la pobreza; no el respeto a la
soberanía nacional de nuestros Estados,
sino su violación; no la solidaridad entre
los pueblos, sino el "sálvese quien pueda" en medio de
desigual competencia en el
mercado".

La globalización es un fenómeno objetivo,
inevitable, irreversible, inexorable y producto del desarrollo de
las fuerzas productivas que se caracteriza por la creciente
interrelación de todos los países, economías
y pueblos en virtud de los grandes avances científico
– técnicos, que han acortado las distancias y hecho
realidad las comunicaciones y la transmisión de
información entre países situados en cualquier
lugar del planeta, el reto de Brasil, como del resto de los
países del mundo, es aprovechar estas condiciones en
beneficio de sus pueblos.

Brasil, un país con grandes recursos naturales y
acentuadas disparidades sociales (superpuestas a desigualdades
regionales en los niveles de desarrollo) que puede desintegrarse
o bien deslizarse hacia regímenes autoritarios de tipo
fascista, en respuesta a las crecientes tensiones sociales, donde
la globalización contribuye a desestructurar los sistemas
productivos a favor de las empresas que planifican sus
inversiones a escala internacional, a concentrar el poder
político, a ampliar la brecha de productividad y a
introducir una desestructuración cultural. (Celso Furtado,
2000)

El tema ambiental en el contexto de la
globalización neoliberal en Brasil

El Amazonas nace en Brasil y la mayor parte de las
selvas tropicales que rodean a este río y a sus afluentes
se encuentran en territorio brasileño. En los bosques y
las sabanas de la Amazonia existe una de las concentraciones de
carbono
más altas del planeta y el exceso de este elemento se
convierte en tejido vegetal además de ejercer un gran
efecto en el clima mundial. Gracias a este antiguo procedimiento que
permite renovar los recursos cíclicamente, hoy en
día existe en la Amazonia la biodiversidad
más rica de la Tierra. El
20% de las especies vegetales conocidas existen en esta zona y
aún se desconoce el porcentaje de las especies animales
que habitan en este territorio.

Brasil se ha convertido en un importante país muy
interesado en vender sus recursos en el extranjero, ya que debe
hacer frente a las necesidades de su creciente población y
a las de sus cada vez más numerosas industrias. Los
bosques se han utilizado para la actividad ganadera con
cabaña vacuna, la minería y
la explotación forestal y han hecho posible que las
familias más modestas puedan salir de la pobreza. El
gobierno brasileño siempre ha fomentado estas actividades
y ha construido autopistas para acelerar el proceso.

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