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Historia de la psicopatología (página 2)



Partes: 1, 2

Por parte la Cultura Griega se distingue varias
concepciones sobre la locura, entre ellas: la opinión
popular, literaria, médica y filosófica. Para el
vulgo las alteraciones mentales son debidas a causas
sobrenaturales. Se destacaba que las personas que sufrían
de ciertas alteraciones mentales estaban poseías por los
espíritus malignos, asignando personificaciones. Los casos
ligeros eran abandonados a su propia iniciativa y eran objeto de
burla. Los considerados violentos eran confinados en casa, a
menudo atados con cadenas, por la asunción de que los
mismos dioses que habían vuelto locos a la gente
podían igualmente curarlos de acuerdo a la técnica
homeopática.

Para entender y poder explicar
el proceso
histórico de la cultura
griega, partiremos de las aseveraciones de distintos autores,
entre ellos: Homero (s. X y IX
a. de. C.), en su obra Iliada, se encuentra que el trastorno
(ate) enviado por un dios se utiliza para explicar la conducta
aberrante y los pensamientos de los héroes. Por su parte,
Hipócrates (460-335 a. de C.) desde el punto de vista
médico, es considerado el fundador de la Medicina
mental, parece que tomó de la tradición
homérica las palabras manía, melancolía y
mal sagrado. Se centró en los cuatro humores corporales
(sangre, bilis
negra, bilis amarilla y flema) que, a su vez, resultaban de la
combinación de las cuatro cualidades básicas de la
naturaleza, a
saber: el calor, el
frío, la humedad y la sequedad. Las personas se clasifican
según cuatro temperamentos diferentes: sanguíneo,
colérico, melancólico y flemático, cuya
clasificación se consideraba como un índice de
orientación emocional. Platón
(428-348 a. de C.) en el Fedro distingue cuatro clases de locura:
profética (locura temporal), teléstica o ritual
(libertad de
las necesidades instintivas), poética (posesión por
las musas por un estado de
inspiración particular) y la erótica (asociada con
el amor
humano, la cultura griega
incluía las relaciones homosexuales y heterosexuales); y
Aristóteles (348-322 a. de C.) el padre de
la Psicología, defendía el punto de
vista de que la bilis negra (en griego, mélaina chole, de
donde procede la palabra "melancolía") podía causar
ciertas alteraciones de la percepción
sensorial y alucinaciones.

Encontramos que en la Cultura Romana se repetía
la experiencia de Grecia, pero
con variaciones muy pequeñas, las nociones de locura (La
opinión popular, médica y
literario-filosófica). En lo que respecta a la
noción popular, la locura es relacionada como un
éxtasis frenético. Desde la visión
médica, Ascleopiades (s. I. de C.) describe la frenitis
como una fiebre
acompañada de excitación mental, y la manía,
como una excitación continua sin fiebre. También
diferenció las ilusiones de las alucinaciones y
prescribía el tratamiento en habitaciones iluminadas para
aquellos pacientes afectos a las alucinaciones debido a su
característico miedo a la oscuridad. Aulo Conerlio Celso
(s. I. de C.), por su parte, emplea la palabra insania, de la que
se admite dos acepciones, la insania alucinatoria y la insania
que se refiere al mentecato, dividiéndola en tristeza y
alegría. Galeno (130-200 d. C.) influido por la doctrina
de los cuatro humores. Consideró que la salud era debida a una
proporción correcta de sangre, flema, bilis amarilla y
bilis negra; la discrasia, que conducía a la enfermedad,
se debía a una mezcla inadecuada. Así, la
melancolía se producía por un exceso de bilis
negra, las aberraciones melancólicas (paranoia)
procedentes en parte de impresiones sensoriales falsas
(phantasis); sin embargo, eran comunes a todas ellas el miedo y
la desesperación (dysthymia). El tratamiento para ello
consistía en eliminar el exceso de bilis a través
de las flebotomías o utilizando agentes catárticos.
También señalaba que la retención del
esperma masculino o el retraso de la descarga uterina
contribuían al desequilibrio psíquico de las
manifestaciones de la ansiedad.

Áreas del Medio Oriente en el
transcurso de la EDAD DE PIEDRA.

Se encuentra que en el Oriente Medio,
específicamente en las culturas egipcias e india, la vida
se consideraba como un equilibrio
entre la experiencia estática
del hombre y su
relación con el universo. Este
equilibrio daba lugar a sucesos rítmicos y cíclicos
desde el nacimiento hasta la muerte,
probablemente relacionados con las cosechas cíclicas
causadas por del Nilo. En la cultura india se tenía la
creencia que el alma es
inmortal. Se creía también que los sueños
llevaban indicaciones de gran importancia pronostica.

En la zona Asiática, es decir la cultura China,
se publico un libro de
Medicina interna clásica, por el Emperador Amarillo
(aprox. 1000 años a. de J.C.) donde se hace referencia a
la locura, la demencia, la conducta violenta y las convulsiones.
Es probable que las personas mentalmente enfermas, cuando no eran
violentas, fueran abandonadas en el campo. La creencia de que el
yin (fuerza
femenina) y el yang (fuerza masculina), los portadores del
equilibrio psíquico, se hallaban igualmente distribuidos
por todo el cuerpo ofrecía la base racional para las
practicas de la acupuntura y la moxibustión, es decir, la
aplicación de agujas y de sustancias ígneas en
determinadas áreas del cuerpo, puesto que ambas intentaban
facilitar el flujo correcto del yin y yang a través de los
canales del cuerpo.

Por su parte en Babilonia y Jerusalén, que
conforman en el área Judaica, se observa que el
reconocimiento de la enfermedad mental como algo distinto de la
deficiencia mental y de las enfermedades físicas
que producen síntomas psiquiátricos, como delirio,
se encuentran presentes en el Antiguo y el Nuevo Testamento, en
el Talmud de Babilonia y de Jerusalén. De las diversas
palabras que se refieren a características mentales,
shiggayon significa locura, y etimológicamente se
encuentra relacionado con meshuggai, que quiere decir hombre
loco. Los Hebreos, traen el concepto de
religión
monoteísta, se oponen, por falsos, al politeísmo y
la magia. La enfermedad es para ellos un castigo por los pecados
cometidos, y los sacerdotes aparecen como curanderos. Se observa
que los sueños son interpretados. Cristo cura a los
«poseídos». Los Hebreos con el tiempo se
impregnan de la cultura griega y forman el puente en la
transmisión a los árabes.

EDAD
MEDIA

En la Edad Media
este modelo
hipocrático-galénico dominaría buena parte
de las reflexiones sobre la salud y la enfermedad, época
en la cual Alberto el Grande y Tomas de Aquino mantuvieron una
posición marcadamente organicistas acerca de los
trastornos mentales (ya que el alma no podía estar enferma
debido a su origen cuasi divino). En este momento de la historia la locura era una
enfermedad somática, atribuida a un uso deficiente de la
razón, o bien a pasiones que interferían con la
razón o de un peculiar aparato físico en estado de
intoxicación o sueño, etc.

Encontramos que en este periodo de la historia, los individuos
aceptaban que el origen de las enfermedades mentales era la
posesión de la mente de los enfermos por un
espíritu maligno sin importar la voluntad del sujeto
afectado; el pensar de está manera era común y
aceptado por el común de la gente. Es decir, se aceptada
la locura como una alienación.; que a su vez posee dos
significados: por un lado, representaba el fracaso del amor de Dios y
el rechazo al orden previamente establecido; por el otro, la
falta de involucrarse en el mundo con el fin de ser premiado en
el otro.

La Iglesia. Como sabemos la iglesia fue un
sistema o una
institución de gran importancia y transcendencia en la
Edad Media, por tanto, es de esperarse que realizase alguna
aseveración en relación a la misma. La Iglesia tuvo
que hacer frente al dilema de determinar si el individuo que
mostraba una conducta desviada era un santo o un enviado del
diablo. Ya a fines del s. VII la locura se clasificaba perversa
en tanto era una acción
contra Dios provocada por el demonio. La causa no era atribuible
al individuo, sino que era causa de una trasgresión a la
voluntad del individuo por arte de un ser
superior; por lo tanto, éstos individuos debían ser
puestos bajo el control de las
autoridades religiosas porque sólo ellos estaban
legitimados a luchar contra el mal. Estas ideas
demonológicas prevalecieron en los albores del
Renacimiento

Otro de los grandes factores de la Edad Media además de
la iglesia, se encuentra la actividad popular llamada la
Brujería, que Russell definió como
".fenómeno complejo derivado del folklore, la
superchería, la demonología, la herejía y la
teología cristiana" (c. p. Freedman y col, 1982, p.35). Se
observaba la ejecución de fiestas en honor a dioses, en su
mayoría en horario nocturno, en sitios solos, y realizados
por mujeres en homenaje a la diosa Diana (la diosa que cuidaba a
las jóvenes y mujeres durante el parto y
quizá fue confundido con la diosa Hecate, la diosa de los
brujos y de los espíritus), probablemente con
propósitos innocuos. Frente a está realidad social
la iglesia toma medidas para erradicarlo y aceptar su poder,
entre las estrategias se
destaca el aplicar sanciones, denominadas religiosas de acuerdo
al Canon Episcopi (aprox. Año 906).

Luego nos encontramos con una de las acciones
más imponentes de la iglesia, como fue la
Inquisición; establecida por el Papa Inocencio III en
1199, con el fin de exterminar la herejía, poco tiempo
después, el crimen de la herejía se castigó
con la muerte,
realizaron cruzadas y mataron a gran cantidad de personas que no
practicaran de manera correcta las practicas de la Iglesia
Católica. Creando miedos, entre otras circunstancias que
no son relevantes desarrollar en está investigación.

Por su parte la cultura Árabe, encontramos que los
médicos árabes se preocupaban de las causas:
creían que la explicación estaba en la inflamación del cerebro, la
mezcla de los humores. Los antiguos conceptos como el
frenesí, la manía y la melancolía son
retomados, descritos y completados. Se observa el trabajo de
Avicena (980-1037 d.C.) quien consideró la existencia de
cuatro tipos de melancolía (sanguínea,
colérica, flemática y natural) distinguiendo un
tipo de enfermedad que podría traducirse como "mal de
amor", para curar tal enfermedad era conveniente conocer el
nombre de la persona amada. Si
el paciente se resistía a revelarlo, el médico le
tomará el pulso e irá pronunciando distintos
nombres, por la alteración del pulso que observará
a pronunciar el verdadero, conocerá como se llama la
persona. Luego, mediante el mismo procedimiento,
podrá averiguar más detalle: dónde vive, a
qué familia
pertenece. Dicho método es
una versión rudimentaria de los métodos
esfigmográficos y pletismográficos.

Para la Europa del
siglo XIII nos encontramos con la época de
Tomás de Aquino (1225) quien concibió que las
causas de los trastornos psíquicos se conveniente
buscarlas en las perturbaciones de los órganos. Este autor
también describió la manía (ira
patológica), la psicosis
orgánica (pérdida de memoria) y la
epilepsia, atribuidas a un aumento de la formación de
vapores en el cerebro. De igual manera en la época de
Alberto Magno (aprox. año 1206) se cree que los rasgos
patológicos como la timidez, arrogancia, resentimiento e
impulsividad eran atribuidos a factores somáticos. En
Italia se
desarrolla un fenómeno llamado tarantismo, una espacie de
posesión por fuerzas extrañas que se
extendió por toda Europa. Supuestamente la mordedura de
una tarántula durante la etapa cálida del verano
hacia que las personas salieran corriendo de sus casas a ponerse
a saltar y a bailar en forma extraña. No tardaron en
unírseles otros individuos otros individuos quienes
también habían sido mordidos por arañas. El
tarantarismo y otros brotes de conducta aparentemente
maníaca que afectaron a grupos de
personas, probablemente fueron reacciones contra la terrible
opresión social, el hambre y la peste, comunes en Europa
occidental desde el siglo XIII hasta el XVI.

Edad
Moderna

En este periodo se destaca el movimiento del
Renacimiento, que
se caracterizó por el retorno a la cultura greco-romana,
el nacimiento del Humanismo y el
Racionalismo y
el Positivismo,
donde se cree que todo conocimiento
que pretenda ser científico debe ser demostrado
empíricamente. A continuación se pretende encontrar
en cada uno de estos movimientos aportes significativos en la
formación histórica de la
Psicopatología.

Entre los autores humanista se destacan Juan Luis Vives,
Johann Weyer, Paracelso, y Cardano, quienes enfatizaron en el
papel de la mujer y de los
enfermos mentales. Encontramos que Juan Luis Vives (1492),
realizo un tratado sobre la educación de las
mujeres, otra obra Alivio de los pobres subrayó que se
debería prestar atención particular aquellos que estaban
enfermos de la mente. Se considera como el primer psiquiatra a
Johann Weyer (1515), quien describe un amplio número de
afecciones y síntomas asociados, tales como la psicosis
tóxica, la epilepsia, la psicosis senil, las pesadillas,
la histeria, las convicciones delirantes, la paranoia y la
depresión. Por su parte Paracelso
(1493-1541), presentó una visión dinámica de la
personalidad y subrayaba su total relación con la
enfermedad mental; intentó clarificar cuadros
clínicos definidos de las enfermedades mentales (psicosis
maniacodepresivo, la personalidad
psicopática y los contagios masivos), concibió a la
enfermedad mental como una desviación de la normalidad,
por lo tanto, era necesario buscar los factores causales y hallar
los métodos terapéuticos capaces de reintegrar al
paciente a su estado original de salud. Por ultimo Jerolamo
Cardano (1501-1576), quien en su autobiografía
describió en detalle las alteraciones emocionales que
padeció durante su infancia
(pesadillas, tartamudez que él atribuyó a la
influencia patológica de su padre) y en adolescencia
(impotencia sexual, alucinaciones e ideas grandiosas).

Se denomina a los siglos XVII y XVIII aquellos llenos
de luces y de razón, debido a la decadencia del
Renacimiento, se destaca la defensa de planteamientos
anatomoneurológico y fisiopatológico. Se destaca
que el problema fisiopatológico se ha complicado en tanto
se compruebe en la clínica psiquiátrica el
principio inespecificidad etiológica de las psicosis,
distintas infecciones, intoxicaciones
o traumatismos cerebrales originan idénticas clase de
alteración mental patológica, mientras la misma
causa produce, a veces, diversos síntomas. También
en este momento encontramos que existe un descubrimiento de las
localizaciones cerebrales por Gall (1758-1828), quien sostiene
que en el cerebro existen regiones de la sustancia gris
particularmente destinadas a ser asiento de determinadas funciones
intelectuales,
y que nuestro cerebro está compuesto de una serie de
pequeños órganos aislados y relacionados entre
sí. En está época se intentó probar
que existen lesiones cerebrales especificas para cada una de las
psicosis, comprendiéndose éstas como el resultado
de lesiones anatómicas, existiendo intimas relaciones
entre las enfermedades neurológicas y las mentales, por
cual fue planteado por Griesinger (1817-1868). Mientras que
Haller (1708-1777) establece los cimientos de la Fisiología experimental, se inicia una
nueva Era de la Psiquiatría con el estudio de la
fisiología del sistema nervioso
y el atribuirse a este sistema el asiento de las combinaciones
temperamentales, antes relacionadas con la composición de
la sangre; esta tendencia pretende hallar ciertas correlaciones
entre las enfermedades mentales y los trastornos de las funciones
fisiológicas generales y los varios grados de
irritabilidad de los órganos.

Edad
Contemporánea

En desarrollo de
la presente investigación nos hemos paseado por diferentes
momentos de la historia de la humanidad, ahora pasamos al
desarrollo de la Revolución
Francesa, la Declaración de los Derechos Universales del
Hombre, al surgimiento de paradigmas
emergentes en el campo de las ciencias
naturales y sociales (final del siglo XX e inicio del siglo
XXI), lo que corresponde a la Edad
Contemporánea.

Para los inicios del siglo XIX, entre los
representantes de la Psiquiatría de la época se
destacan: Phileppe Pinel, Vincenzo Chiarugi y Wuilliam Tuke.

Vincenzo Chiarugi (1759-1820), en el Regolamento Leopoldino,
Chiarugi estableció los principios de la
reforma del tratamiento de los enfermos mentales.
Distinguió tres categorías generales de las
enfermedades mentales: melancolía (locura parcial),
manía (locura general) y amencia (funcionamiento anormal
del intelecto y de la Etiología de la enfermedad mental se
discutía ampliamente y entre sus causas se citaban las
congénitas y las ambientales. Los principios prescritos
para el tratamiento consistían en la especial importancia
de tratar a los pacientes con tacto, comprensión, con un
enfoque autoritario y firme al mismo tiempo fuera agradable e
individualizado. Por su parte, Phileppe Pinel (1745-1826),
intentó analizar y categorizar los síntomas y su
aplicación del tratamiento moral; en su
obra Traité Médico-Philosophique sur la Manie,
describía cuatro tipos de locura: melancolía
(alteración de las funciones intelectuales); manía
(excitación nerviosa excesiva con delirio o sin
él); demencia (alteración de los procesos de
pensamiento); e idiocia (obliteración de las
facultades intelectuales y de los afectos). La dirección de Retreat en York (Inglaterra) fue
Wuilliam Tuke (1732-1819) para atender a unos 30 pacientes que
eran tratados como
huéspedes, con amabilidad y comprensión, libre de
cualquier método de contención mecánico y
también de cualquier influencia médica directa, lo
cual le interesaba.

Entre los aspectos más significativos del siglo XIX,
encontramos la prevalecía de los conceptos
orgánicos; siendo unos de los exponentes Wilhelm
Griesinger (1817-1868), quien mantuvo que las enfermedades
mentales podían explicarse sólo sobre la base de
los cambios físicos del sistema nervioso, sin embargo,
adelantó ciertos elementos que anticiparon la
psicología del ego.

Por su parte las entidades clínicas del siglo XIX se
tienen: la hebefrenia llevada a cabo por Hecker (1871); la
catatonia, por Kahlbaum (1874); y la polineuritis causada por el
alcoholismo y
la grave deficiencia de ingesta de alimento (síndrome de
Korsakoff) por Korsakoff (1887). La estigma degenerativa,
encontró su mayor expresión en Francia a
través de los trabajos de Benedict Morel (1809-1873) y
Valentin Magnan (1835-1916), quienes postularon que la enfermedad
mental era una prueba de una tendencia hereditaria degenerativa
que se iría haciendo progresivamente más grave en
las generaciones venideras causando su extinción. Por su
parte Karl Jasper (1883-1969) realizó un estudio
fenomenológico de la mente humana. Influyó
notablemente en la Psicopatología y en la psicoterapia
en general.

En el siglo XIX el punto de vista psiquiátrico
también se ha estudiado la correlación entre
constitución física y el tipo de
personalidad, temperamento y alteración emocional. Entre
las correlaciones más destacadas se tienen la de
kretschmer y Sheldon. Encontrándose que kretschmer
correlacionó al individuo bajo y gordo (pícnico)
con la extroversión, ciclotimia (cicloide) y la psicosis
maniacodepresiva; la constitución del individuo
asténica delgada, leptosomática, la
correlacionó con la introversión, tendencias
esquizoides y la esquizofrenia; y
al individuo displásico, con alteraciones endocrinas e
hipofisarias. Otros autores consideraron que la
constitución atlética (muscular y proporcionado) es
un variación de la constitución
asténica.

Se destaca que Sheldon por su parte, aplicó la metodología de la antropometría, el
endomorfo de temperamento viscerotónico (sociable,
relajado); el ectomorfo de temperamento cerebrotónico
(hipersensible, retraído, poco sociable); y el mesomorfo
es somatotónico (enérgico, competitivo).

Ocurre un factor importante en el siglo XIX atribuido
primariamente al movimiento romántico del siglo XIX el
interés
por el inconsciente, es decir, se habla de
Psicogénesis, se halló la mayor
expresión en cinco corrientes principales del pensamiento,
Conceptos metafísicos (el inconsciente comparado con la
voluntad por los filósofos Schelling y Schopenhauer).
Conceptos biológicos (inconsciente fisiológico de
von Hartmann). Conceptos basados en la psicología profunda
(de carácter místico, mesmeriano y
parapsicológico Por su parte, Schuber destaco en su
trabajo sobre
los sueños (1837) el simbolismo del inconsciente,
anticipando a ciertos puntos de vista freudianos y jungiano).
Conceptos precientíficos (Herbart destacó "las
representaciones inconscientes" como fundamento del consciente).
Concepto del inconsciente dinámico (se desarrollo como
algo concomitante con la hipnosis por un grupo de
médicos de la escuela
francesa.

 

A su vez, el estudio científico de la hipnosis se
inicio por el neurólogo Jean Martin Charcot (1825-1893).
Él empezó a reconocer que los traumas de naturaleza
sobre todo sexual a menudo hacían olvidar las ideas y
sentimientos que se hacía inconsciente. Síntomas
similares a la histeria, como la idea de parálisis,
podían reproducirse experimentalmente mediante la
hipnosis. También creía que la histeria
podía curarse mediante la hipnosis, que él
dividió en tres etapas sucesivas: letargia, catalepsia y
el sonambulismo. Por su parte, Pierre Janet (1859-1947)
desarrolló la noción de automatismo
psicológico, consiste en la aparición de funciones
psicológicas inferiores cuando las funciones superiores se
encuentran alteradas. Entre sus descripciones clínicas
están la histeria, la amnesia, las fugas, la anorexia, los
tics y otros síndromes. Lo común de la
mayoría de estos síndromes es la aparición
de los contenidos subconscientes relacionados con dimensiones
olvidadas de la psique, con los cuales era posible establecer
contacto en situaciones particulares de sugestionabilidad. Dentro
de esta teoría
psicopatológica el concepto de psicoastenia, que se
describía como una perdida de la "función de
lo real" como una disociación parcial de la capacidad para
mantener las ideas en su plena conciencia debido
a la debilidad de las actividades integradoras superiores.

Es importante señalar la escuela de Suiza, que tuvo
lugar en el hospital mental Burgholzli. Eugen Bleuler
(1857-1939), quien dirigió dicho hospital, acuño la
palabra esquizofrenia (palabras griegas schidsein, dividir;
phren, mente, es decir, disociación entre los pensamientos
y los afectos). Clasificó esta alteración en
hebefrenia, catatonía y paranoia; diferenció las
alteraciones primarias de las secundarais como el autismo y las
alucinaciones. Bajo la influencia del psicoanálisis, se centró en el
contenido del síndrome, como el desplazamiento y la
condensación.

Dentro de la llamada Edad Contemporánea, surge el
Psicoanálisis, siendo su máximo creador,
defensor, investigador Sigmund Freud
(1856-1939), en su obra planta la utilización de la
interpretación de los sueños (1900),
la cual representó el mayor progreso en el entendimiento
de la mente humana en tres aspectos: el primero, introdujo una
técnica metodológica estricta en el estudio de los
sueños (tema de estudio durante siglos); el segundo,
confiaba en el estudio introspectivo del Yo, en contraste con la
psicología objetiva de la época; y el tercero,
colocó las bases para la fundación de la
psicología en la que la normalidad y la patología
se concebían como un continuum, abriendo así el
camino para una actitud
más comprensiva hacia cualquier alteración
emocional. El llamado padre del psicoanálisis,
descubrió el método de la asociación libre y
renunció completamente a la hipnosis. Denominó a
este método "psicoanálisis" por primera vez en
1896. Este autor también propuso los fundamentos de la
teoría de la libido en Tres ensayos sobre
la teoría de la Sexualidad
(1905). De acuerdo con los procesos
evolutivos, describía una fase oral, una fase anal y otra
fase fálica, precedentes todas ellas a la fase genital,
propia de la madurez. En su escrito más allá del
principio del placer (1920) Freud
diferenció entre los impulsos del Yo y la libido sexual,
proponiendo una teoría de los instintos primarios, el
instinto de la vida (eros), se refiere a la preservación
del individuo y el instinto de la muerte (thanatos), se refiere a
la preservación de la raza. Posteriormente escribió
el libro el Yo y el Ello (1923) –teoría de la
personalidad–, el Ello es la matriz
común del inconsciente desde el que cada persona, desde el
nacimiento en adelante, desarrolla su propio ego progresivamente
sustituyendo el principio de realidad por el principio del
placer. Esta sustitución tiene lugar bajo la influencia
del Superyó y consiste en las costumbres y reglas
inconscientes transmitidas por la familia y
la sociedad, y la
función del Yo consiste en armonizar las necesidades de
los instintos con las reglas externas. Otra de sus obras de
interés clínico Síntomas de
inhibición y ansiedad (1925), en ella Freud
reemplazó su primitiva noción de ansiedad como
producto de
una libido sexual frustrada por un nuevo concepto de ansiedad
como señal de acercamiento de un peligro externo. La
ansiedad, más que la sexualidad, se transforma en el punto
nuclear de la patogénesis de las neurosis, y la
importancia del Yo, empieza a superar el primitivo énfasis
sobre el inconsciente.

Además de Freud se encuentra otros autores en la rama
psicoanalítica, entre ellos: Adler, Jung, Rank, Horney,
Fromm, Kelin y Lacan. Alfred Adler (1870) en su libro El
Carácter nervioso, destacó que las neurosis
proceden de sentimientos de inferioridad puestos de manifiesto
por factores sociales y que la atención médica debe
basarse en la individualidad de la persona considerada desde el
punto de vista de su dimensión temporal. Mientras que Carl
Gustav Jung (1875) la energía psíquica procede de
los instintos; el inconsciente colectivo procede de los
arquetipos universales, independientemente de los períodos
culturales e históricos; la estructura de
la psique humana, compuesta por la persona (mascara social), la
sombra (características personales escondidas), el
ánima (identificación femenina en el hombre), el
animus (identificación masculina en la mujer) y el Yo
(el centro más importante de la personalidad). Otto Rank
(1884) en su obra El Trauma del nacimiento minimiza la
importancia del complejo de Edipo y considera la ansiedad propia
de la separación relacionada con el nacimiento (ansiedad
primaria) como el elemento más importante en el futuro
desarrollo de la persona y también como la fuente de la
neurosis. Karen Horney (1885-1952), consideró que
debía asignar un mayor papal a los factores culturales en
el desarrollo de la neurosis. Erich Fromm (1900-1980),
enfatizó que la sociedad ejerce su influencia sobre el
individuo. Melanie Klein (1882-1960), defendió los
mecanismos proyectivos e introyectivos basados en la
internalización por el niño de las partes de la
madre (el pecho, la cara, las manos) y de la división de
los impulsos y los objetos en sus aspectos buenos y malos, son
esenciales para construcción del mundo interno del
niño y del Superyo. Finalmente, Jean Lacan (1901-1981)
concede gran importancia al juego de los
significantes que estructuran cadenas en el inconsciente; desde
el plano de la lingüística estructural precisa: "el
discurso del
inconsciente está estructurado como un lenguaje".

En contraparte del psicoanálisis de Freud, surge la
Reflexología y Conductismo, que se infiltraron en
la Psiquiatría moderna, al aceptarse sus principios por
los psiquiatras, para la interpretación aislada de los
comportamientos. Siendo sus principales representantes se
encuentran Iván Pavlov (1849-1936) y Bechterew. El
descubrimiento del condicionamiento de reacciones
orgánicas se le atribuye a Pavlov a través de un
mediante un procedimiento experimental objetivo. Se
conoce el conductismo
ideado por Watson (1878-1958) quien investigó las leyes a que
obedecen las reacciones externas, y la conducta se encuentra
constituida por las reacciones del individuo a los
estímulos del medio, cuyas reacciones han de entenderse
fisiológicamente.

El funcionalismo
americano, la reflexología soviética, el movimiento
gestaltico y la escuela de Wüsburgo, marcando sus
divergencias con respecto a la propuesta de Wundt, aportan su
propia interpretación sobre cuáles son los
métodos y los datos adecuados
para el desarrollo de una psicología verdaderamente
científica. Por su parte, la psicología
dinámica, heredera del sonambulismo artificial y
desarrollado sobre todo en el ámbito psiquiátrico,
realizará su propia aportación a la nueva ciencia.

Dentro de está Edad Contemporánea, observamos
que la Psiquiatría desde mediados de la década de
1950 ha estado ligado históricamente a la corriente
psicoanalítica progresivamente mezclada con la
psicología del Yo seguía siendo predominante. Para
el año 1956, Erikson introdujo los conceptos de la
identidad del
Yo, difusión del Yo y crisis de
identidad para explicar el desarrollo complejo de la personalidad
al pasar por la niñez a la edad adulta. Es importante el
desarrollo psicofarmacológico permitió que gran
cantidad de enfermos mentales fueran capaces de funcionar de una
manera más integrable y aceptable en las instituciones,
y más importante aún que muchos de los enfermos
permaneciera menos tiempo en hospitalización o pudiera
volver más pronto con sus familiares.

En la actualidad de la Psicopatología encontramos que
según Vallejo (1981) existen seis puntos de la investigación científica
tradicional: 1.- Determinación científica de la
existencia de elementos psíquicos patológicos:
Psicopatología subjetiva y objetiva. 2.-
Investigación de las propiedades y leyes a que está
sometido el funcionamiento de los fenómenos
psíquicos patológicos: Fenomenología psicopatológica. 3.-
investigación de la naturaleza de cada uno de los
elementos que constituyen la vida psíquica
patológica: Psicopatología compresiva. 4.-
Investigación de la explicación causal
última de las leyes y propiedades descubiertas a
través de la experiencia: Psicopatología
explicativa. 5.- Estudio del aspecto dinámico de las
funciones en estado patológico: Psicofísica
patológica. 6.- Investigación del desarrollo de las
funciones psíquicas, lo mismo en las fases
ontogénicas que en las filogénicas y alteraciones
patológicas: Psicopatología genética.

Métodos de investigación en la
Psiquiatría

En los procedimientos de
la
investigación psiquiátrica, se observa la
utilización de métodos de
investigación de la Fisiología y de la
Psicología experimental, utiliza modos de pensar, medios de
conocimiento y modos de ver. Al lado de la observación y de la introspección,
la Psicopatología ha generado maneras especiales, a pesar
que no permiten una exploración sistemática, sirven
para precisar las relaciones causalidad. De las observaciones
incidentales se siguen de un período de historia
clínica, biografías y
observaciones sistemáticas, de las cuales pasan a la
aplicación de los experimentos,
pruebas y
medios de valoración, tests, cuestionarios y valoraciones
estadísticas. Para Pinel, la
observación de los enfermos mentales se efectúa en
intima convivencia con ellos: "El vivir siempre entre locos,
estudiar sus acciones, sus diversos caracteres, los objetos que
les gustan o fastidian, la utilidad que se
saca de seguir el camino de sus desórdenes, de noche, de
día y en todas las estaciones del año; la habilidad
en gobernarlos sin violencia, de
evitar sus arrebatos y quejas, el talento de tomar con ellos,
según conviene, el tono de benevolencia o un aspecto
grave, sujetarlos con la fuerza cuando no alcanza la dulzura, en
fin, el mirar incesantemente todos los fenómenos de la
enajenación del alma y el estar destinado a
cuidar de ellos". (c. p. Vallejo Nágera, 1981, p. 51).

Para culminar se destaca la coyuntura de la normalidad o
anormalidad de las relaciones psicosociales del enfermo mental,
la cual no depende de la naturaleza de la psicosis que padece,
sino de la posición psíquica que adopta ante la
sociedad, a consecuencia de la multitud de factores que
intervienen.

Los objetos de estudio de la Psicopatología social son:
1.- desórdenes de la visa social directamente determinados
por la enfermedad psíquica que padece el sujeto. A la
Psicopatología social se ve interesada por los efectos
sociales de la conducta psicopática, que entraña el
problema de reeducación y readaptabilidad social de las
personalidades psíquicamente anormales. En cambio, le
compete a la psiquiatría forense, rama de la Medicina
legal, el estudio de la criminalidad directamente derivada de
la enfermedad psíquica, y determinar acerca del grado de
responsabilidad en los crímenes perpetrados
por los epilépticos, melancólicos, paranoicos y
otros enfermos mentales. 2.- Dificultad que tiene el sujeto para
la adaptación social. Ciertos síntomas
psíquicos condicionan la adaptabilidad social del sujeto,
de manera especial el autismo y el negativismo. Los trastornos en
la asociación de ideas, las representaciones mentales
delirantes, las alucinaciones, son también síntomas
psíquicos patológicos que perturban las relaciones
interpersonales del psicótico. 3.- Influencia de los
trastornos psicopatológicos en la utilidad social del
propio enfermo.

Se observa luego de está narración, que la
psiquiatría se funda en el marco de las ideas
filosófico-políticas
de los llamados sensualistas o ideólogos. De acuerdo a
Parot, la psicopatología es el "estudio de las dolencias
del alma, puede definirse como una ciencia que toma su objeto de
la psiquiatría y su espíritu de la
psicología, y asume la misión de
elaborar la observación psiquiátrica en teoría del
conocimiento del hecho psiquiátrico".

Referencias
Bibliográficas

Davison, G. y Neale, J. (1983). Psicología de la
conducta anormal
. México:
Limusa.

Freedman, A., Kaplan, H. y Sadock, B. (1982). Tratado de
Psiquiatría
. Tomo I, Edit. Salvat.

Vallejo Nágera, J. (1981). Tratado de
Psiquiatría
. (3era. ed.). Edit. Salvat.

 

 

 

 

Autor:

Ingrid Dayana Hernández Esteves

Caracas, Junio 2008

Universidad Central de Venezuela

Facultad de Humanidades y Educación

Escuela de Psicología

Cátedra: Psicopatología

Partes: 1, 2
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