Tratamiento defectológico en paciente con Síndrome Guillain Barré
Resumen
El Síndrome de Guillain Barré se define
como una polirradiculoneuropatía inflamatoria de origen
inmunológico, con afectación predominantemente
motora. Puede aparecer de forma brusca e inesperada.
Los primeros síntomas de esta enfermedad incluyen
distintos grados de debilidad que puede llegar a la
parálisis. Se disemina rápidamente y puede ascender
a los nervios craneales.
Tomando como punto de partida estos elementos, el
presente trabajo tiene
como objetivo
comprobar la efectividad de la terapia defectológica en
paciente con Síndrome de Guillain Barré a partir de
la presentación de un caso rehabilitado en la
Clínica de Atención a Pacientes Cubanos, durante el
período septiembre-octubre de 2008.
La muestra
está compuesta por un paciente de 26 años de edad,
sexo
masculino, atendido por el Departamento de Defectología de
la clínica, durante un ciclo de tratamiento (28
días), con 6 frecuencias semanales de una hora de
duración, para determinar el grado de mejoría de
los resultados finales obtenidos, luego de la
rehabilitación defectológica.
Como resultados significativos se obtuvieron notables
cambios en cuanto a aumento de la movilidad, amplitud articular y
de la fuerza
muscular en ambos miembros superiores, desde el nivel proximal al
distal.
Al comparar los resultados de las evaluaciones iniciales
con las finales, fueron evidentes las mejorías en hombro,
codo, muñeca, pinza distal y prueba de
dinamometría, todo lo cual fue posible por la
aplicación de la terapia defectológica.
Introducción
El Síndrome Guillain Barré es una
polirradiculoneuropatía desmielinizante, aguda,
inflamatoria, afebril, de carácter monofásico, que se presenta
en cualquier edad, potencialmente reversible; pero que en sus
formas graves puede llevar a la muerte,
caracterizada predominantemente por un déficit motor que
progresa en pocos días. En la actualidad se considera un
trastorno neurológico de causa autoinmune.
[1]
Se ha convertido en la primera causa de parálisis
flácida después de la erradicación de la
poliomielitis. [2]
Los primeros síntomas de esta enfermedad incluyen
distintos grados de debilidad o sensaciones de cosquilleo en las
piernas. Comienza con una debilidad muscular progresiva en las
extremidades que pueden llegar a la parálisis. Avanza
rápidamente, y puede ascender a los nervios craneales.
Comienza distalmente pero se disemina proximalmente y puede
involucrar a la región bulbar y al diafragma.
En muchos casos, la debilidad y las sensaciones
anormales se propagan a los brazos y al torso. Estos
síntomas pueden aumentar en intensidad hasta que los
músculos no pueden utilizarse en absoluto y
el paciente queda casi totalmente paralizado. Para los pacientes
con debilidades graves, las funciones
nerviosas del sistema y
órganos vitales como el corazón,
los vasos sanguíneos, los músculos y las
glándulas, pueden dejar de trabajar
correctamente.
Debe considerarse como una emergencia
médica y ser manejada en un hospital que posea una Unidad
de Cuidados Intensivos, ya que hasta un 20 % de los pacientes
podrían requerir ventilación
mecánica[3]Por esto es necesario ingresar a
una unidad de cuidados intensivos a todos los pacientes en
quienes se sospeche el Síndrome de Guillain Barré,
para una vigilancia ventilatoria y monitoreo cardiaco, por el
alto riesgo de
presentar insuficiencia respiratoria y arritmias
cardiacas[4]El dolor puede ser más intenso
al principio de la enfermedad en la parte posterior de los brazos
y piernas. Los reflejos pueden estar reducidos o
ausentes.
La mayoría de los pacientes se recuperan,
incluyendo a los casos más severos del Síndrome de
Guillain-Barré, aunque algunos continúan teniendo
un cierto grado de debilidad.
Aunque es una enfermedad que se presenta a cualquier
edad, la mayoría de las series la reportan con una
incidencia en dos picos, el primero en la adolescencia
tardía y adultos jóvenes, y el segundo en la
vejez. Es rara
en niños
menores de un año de edad.[5]
No existen diferencias entre zonas urbanas y rurales, ni
preponderancia genética
ni ocupacional. [6]
Es de distribución mundial y prácticamente
sin dependencia de variaciones estacionales como se ha demostrado
en la mayoría de las series estudiadas.
[7]
A menudo, aparece después de una infección
menor. Los signos de la
infección usualmente ya han desaparecido antes de que los
signos del síndrome de Guillain-Barré
comiencen.
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