La batalla de Cúcuta no fue tan importante
como jornada militar, pero sí por la trascendencia
moral que
aprovechó Bolívar
para liberar a Venezuela. La
Batalla comenzó a las 9 de mañana del 28 de febrero
de 1813 y terminó al medio día. Los combatientes:
400 hombres al mando de Simón Bolívar y 800 a
órdenes del General Español
Ramón Correa. Dos muertos y 14 heridos de las tropas
libertadoras y 20 muertos y 40 heridos de las tropas
realistas.Así comenzó este importante episodio:El
Coronel Simón Bolívar, emprende una gran ofensiva
contra las fuerzas españolas de la margen oriental del
Río Magdalena y rápidamente logra resonantes
triunfos que le llevar a realizar una feliz jornada para liberar
los Valles de Cúcuta en poder de los
realistas a mando del Coronel D. Ramón Correa.El 28 de
febrero de 1813, domingo de carnaval, Correa asiste a misa muy de
mañana, mientras las tropas de Bolívar, desde el
alba de este
histórico día, se movilizaban por las colinas
occidentales que dominan la Villa de San José de
Cúcuta.
Avisado Correa parte al encuentro de los
patriotas con más de 800 hombres bien provistos. Se
sitúa a tiro de fusil de las colinas que ocupan los
insurgentes y comienza la acción
guerrera. Una partida de 100 Fusileros del Rey intenta dominar el
flanco derecho del ejército de Bolívar, pero un
cambio
rápido de posición deja sin efecto el movimiento. La
lucha es encarnizada y reñida. Lleva cuatro horas sin
decidirse, pues el combate ha comenzado a las nueve de la
mañana y solo a la una de la tarde de aquel glorioso
día, 28 de febrero de 1813, una carga a la bayoneta
ordenada por Bolívar dio la victoria a los patriotas.
Correa con sus diezmadas tropas emprende la retirada hacia
San Antonio
del Táchira y luego a la Grita. Bolívar y sus
tropas entran a Cúcuta vencedores y en el cuartel general
de Cúcuta liberada, a las tres de la tarde del mismo
día triunfal 28 de febrero de 1813, el valiente caudillo
de la Independencia
da el parte de la victoria.
Los patriotas y simpatizantes de la causa de la
Emancipación llenos de regocijo, celebran entusiasmados y
felices la liberación de Cúcuta, cooperando
abiertamente con Bolívar. Dña. Mercedes Reyes,
decidida partidaria de la libertad de su
patria, al tener noticias del
triunfo de Bolívar, se apresura a manifestarle su
complacencia por tan señalada victoria. Como habitualmente
residía en su predio de Urimaco, prontamente se traslada a
la Villa y ofrece al Coronel Bolívar bordar le una casaca
para lucirla en sus acciones
guerreras de la Campaña Admirable que liberará del
yugo español a Venezuela.El Coronel Simón
Bolívar narra así aquella acción:
"Después de haber llegado a mi cuartel general de San
Cayetano los pertrechos y retaguardia y ciento veintiséis
hombres de la Unión, al mando de los Capitanes
Uscátegui y Ramírez, pasamos ayer tarde el
río Zulia, y al amanecer de este día nos pusimos en
marcha hacia esta Villa Capital de
Cúcuta, y cuartel general del enemigo.
Aún no eran las nueve de la mañana
cuando nos encontramos posesionados de la altura que dominaba el
Valle, desde donde empezamos a batir al enemigo acampado fuera de
la Villa, a tiro de fusil de la cima del monte. Inmediatamente
que nos presentamos, una partida de 100 hombres quiso tomarnos la
espalda por nuestra derecha, pero en vano porque nuestros
movimientos los hicieron desistir de su proyecto.
Entonces varió su tentativa y se apoderó de las
alturas que estaban a nuestra izquierda de donde fue desalojado
violentamente y bien a su costa. Mientras tanto mi centro, al
mando del Coronel José Rivas, sostenía un fuego
horrible contra el enemigo que se defendía con una ciega
obstinación, ganándole palmo a palmo el terreno y
obligándolo a tomar cada instante nuevas posiciones que
él sostenía con el grueso de sus tropas y toda su
artillería y caballería. Viendo que nuestros
soldados se llenaban de tanto más ardor cuando era mayor
el peligro, dí orden al Coronel Rivas y al resto de las
tropas que tomasen al asalto la Villa y el campo.
Así lo ejecutaron a pesar del vivo fuego
que por todas partes nos llovía, así de
artillería como de fusilería, avanzando paso a
paso; y cansado ya de 4 horas de combate, entramos a la bayoneta,
por habérsenos casi acabado las municiones de
caballería. El enemigo sobrecogido en este momento de un
terror pánico,
se escapó precipitadamente, dejando a nuestro poder plaza,
artillería, pertrechos, fusiles, víveres y cuantos
efectos pertenecían al gobierno
español y sus cómplices. Hemos alcanzado la
más completa victoria, apoderándonos de sus fuertes
posiciones y de estos floridos valles que ellos oprimían
matándoles o hiriéndoles una multitud de soldados y
oficiales, inclusive el mismo Comandante Correa, que lo han
recogido del campo de batalla gravemente herido en la cabeza,
siendo por nuestra parte la pérdida tan desproporcionada
que solo tenemos que deplorar dos hombres muertos y 14 heridos,
entre ellos el valeroso Teniente de las tropas de la
Unión, ciudadano Concha.
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