- Producto
- Jabones
desodorantes - Análisis
de mercado - Mercado
meta - Promoción
de ventas - Fijación
de precios - Conclusión
Introducción
Después de analizar e investigar necesidades de un
mercado
determinado para la acogencia del producto que
presentaremos a continuación y que pretendemos posicionar
en la mente de cada consumidor meta.
A continuación encontraremos el cómo, el por
qué y el donde posicionar nuestro producto, como darlo a
conocer y el por qué vendérselo a un público
determinado.
Producto
La industria del
jabón en la cosmética es una de la que mejor auge a
tenido en los últimos tiempo, y
junto a esta también la versatilidad del producto, es por
esto que creemos en nuestra certera escogencia con el fin de
explotar un mercado con el fin de posicionar una marca, un
producto y de esta forma obtener un retorno de capital
convertido en ganancias.
Un gel de baño es nuestro invitado especial, en el cual
nos centraremos a continuación:
Historia del jabón.
El nacimiento del primer jabón se pierde en la noche de
los tiempos. Los egipcios ya utilizaban un producto jabonoso que
consistía en una mezcla de agua, aceite y ceras
vegetales o animales,
fórmula que fue utilizada también por los griegos y
los romanos.
En el siglo VII existía una potente industria en
España
e Italia y fue
precisamente en la ciudad italiana de Savona donde se
empezó a elaborar un jabón de aceite de
oliva que también hacían los musulmanes. En
el siglo XV aparece el jabón de Marsella, el precursor de
los jabones actuales, preparado con una mezcla de huesos (ricos en
potasio) y grasas
vegetales. La industria jabonera floreció en las ciudades
costeras del Mediterráneo, favorecidas por la abundante
presencia del aceite de oliva y la sosa natural. Durante la
2º Guerra Mundial,
los americanos desarrollaron un tipo de jabón que
podía utilizarse con agua del mar, pensando en los marines
destinados en el Pacífico: así nació el
jabón dermatológico, el menos agresivo de
todos los jabones.
Jabones
desodorantes
No es hasta el siglo XIX, cuando los científicos
descubren el papel de las bacterias en
el desarrollo del
mal olor, que aparecen los primeros desodorantes. El pionero lo
inventaron, cómo no, los americanos:(1888), una crema
bactericida que dio origen a una marca de desodorantes
todavía en pleno auge. Su éxito
fue espectacular, algo comprensible teniendo en cuenta que, hasta
ese momento, lo único efectivo para combatir el mal olor
consistía en frotar las axilas con amoníaco diluido
en un poco de agua o en impregnarse en perfume, que mezclado con
el sudor producía un olor bastante peor.
El jabón en el baño.
Pero lo más eficaz para luchar contra el mal olor,
desde que el mundo es mundo, ha sido y sigue siendo el
baño.
El baño tiene su origen en un rito purificador presente
en todas las culturas desde el bautismo cristiano hasta la
inmersión en las aguas del Ganges. Cada
civilización ha tenido sus ritos: en Grecia, el
baño precedía siempre cualquier ceremonia
importante; en Roma se
construyeron las temas, piscinas de mármol comunitarias
convertidas en lugar de reunión; los árabes
practicaban los baños más refinados y sibaritas e
inventaron el haman, el baño de vapor; en la Edad Media,
los baños públicos eran habituales para la plebe,
mientras la aristocracia se daba "baños turcos", costumbre
traída de Oriente por los cruzados, pero a finales del
siglo XIII se prohibió la mezcla de sexos. Durante
el
Renacimiento, se puso de moda,
impregnarse en de fuertes perfumes que anulaban el mal olor
corporal en lugar de lavarse.
Aunque se puede decir que la bañera como objeto es tan
antigua como el hombre, su
utilización masiva empieza en el siglo XIX, con el inicio
de la distribución de agua por
cañerías y la instalación de grifos. A
partir de ese momento la industria del jabón alcanza un
desarrollo sin precedentes. Los jabones fueron haciéndose
cada vez más cómodos de utilizar, y a la vez que se
convertían en objeto de consumo masivo
perdían totalmente su calidad,
cambiando su formulación natural por una
formulación química similar a la
de los detergentes industriales o domésticos.
Hoy existen jabones para todos los gustos, de todas las
calidades y para todos los bolsillos, jabones con aceites y
cremas hidratantes, jabones perfumados, jabones inodoros,
sólidos, con textura de gel o de crema, y hasta las
grandes marcas de la
cosmética y de perfumería hacen sus lanzamientos de
perfume acompañándolos de una línea de
baño con la misma fragancia.
Análisis
de mercado
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