Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Boves a su paso por San Joaquín. Narración Histórica ficticia (página 3)



Partes: 1, 2, 3, 4

Al paso por las calles de la comarca, se iban deteniendo
en algunos sitios, se bajaban del caballo y el corneta de una
forma chocante y desafiante, imprimía notas mas fuertes a
el clarín, cuando era al frente de la casa de un gran
señor, este se levantaba de su lecho, donde placidamente
dormía su siesta cumpliendo así con el sagrado
deber de la misma, le interesaba averiguar cual era el
escándalo al frente de su casa, salía a la puerta
de su casa en actitud violenta, el ánimo que le
invadía era el de reclamar con derecho,… ¿el
por que le perturbaban su siesta?…pero al darse cuenta de la
situación en ese momento en el pueblo, así como las
caras de terror de los ocupantes de su casa, calmaba sus
ímpetu y procedía a recogerse en el mas profundo de
los silencios, solo lo acompañaban en su soledad las
premoniciones y sus pensamientos.

Los extraños y tenebrosos actores se dieron a la
tarea de recorrer con una libertad absoluta y a todas sus anchas
el área de la población, anunciando casa por casa,
una invitación que les hacía su jefe, que de paso
no lo mencionaron, para que todos los habitantes el poblado,
cayendo la tarde, se concentraran al frente de la iglesia,
específicamente la plaza, el propósito que todo el
pueblo se diera cita en el sitio, deberían asistir todo el
grupo familiar, incluso los enfermos, paralíticos,
niños, viejos y ancianos…dicha concentración
era de carácter obligatorio, nadie ni por ninguna
razón deberían quedarse en la casa, de paso las
puertas de las casa deberían quedar abiertas para la
requisa obligada por parte de los soldados, la información
dada fue muy clara y tajante, …nadie en absoluto se debe
quedar en casa…muchos dueños y familias, mostraron
su indignación otros mas osados reclamaron airadamente,
pero el soldado de una manera cínica, se coloca
verticalmente el dedo en la boca ordenándole con su
actitud, que guardara silencio y cero cuestionamiento, cuando se
montaban en su caballo para retirarse la despedida era…no
dejen de asistir para que se eviten lamentaciones y
arrepentimientos innecesarios…Nunca estos cabezas de hogar
recibieron información de quien era el anfitrión
que hacia la invitación y cual era el propósito de
la reunión o concentración, a la vez se
preguntaban, ¿…por que tenían que cumplir
con una invitación de alguien que no conocían, y de
paso había que cumplir con ella, conociendo solo su
obligatoriedad…?

Como a las cinco de la tarde los habitantes del pueblo
presenciaban algo nunca visto, muchos quedaron boquiabiertos, a
otros se le desorbitaban los ojos por lo que estaban
presenciando, era un espectáculo jamás visto ni
imaginado en la mente de un mortal, ¿…será
un espejismo un sueño o una pesadilla…? Era lo que
revoleteaba en el cerebro de los presentes, cuando se dieron
cuenta que los cerros que circundan a San Joaquín, se
vieron eclipsado por miles de banderolas negras con unas
calaveras en el centro y otras roja, escoltadas por la bandera de
España., la entrada del pueblo presentaba el mismo
espectáculo, era una policromía que a la vista no
dejaba de ser algo llamativo, pero en el fondo lo que presagiaba
era terror, las calles de la población retumbaban por la
presencia de unos diez mil jinetes, con el mismo aspecto de los
que recorrieron la población horas antes, en tal
montoneras se podía apreciar algunas mujeres y
niños que a lo sumo tendrían doce años, pero
con un odio hacia los presentes y una actitud agresiva,
venían bien apertrechados y con una personalidad bastante
recia, al frente de esas hordas, hacía acto de presencia
un hombre de estatura normal, pelo rubio ensortijado, nariz
aguileña, muy quemados por los rayos del sol, su
vestimenta pobre con algunas insignias militares de oficial
realista, su mirada fija en el horizonte, dando muestra que no le
importaba el ambiente que lo rodeaba ni los actores presentes,
hombre y cabalgadura parecían uno solo, el caballo muy
alto y bastante brioso, era de color bayo cabo negro,
parecía haber copiado al carbón la personalidad del
jinete (este caballo remplazó al caballo mas querido por
Boves llamado el ATINOO, caballo negro imponente, muerto en el
ataque que este guerrero efectuó al Ingenio Bolívar
en San Mateo).

De repente resonó el clarín de ordenes del
rubio comandante y a paso lento y calculador avanzó en
dirección este oeste, mas atrás iba seguido muy de
cerca por los miles de jinetes que lo acompañaban, una vez
que efectuó el recorrido por la terrosa calle principal
del pueblo, se detuvo al frente de la plaza, haciéndolo
también la descomunal fuerza de caballería que lo
secundaba, y procedió a penetrar solo a la iglesia y
siguió a caballo por la nave central hasta el fondo de la
edificación, allí se bajó del caballo lo
amarró de unos de los reclinatorios y se poso al frente
del altar mayor.

Mientras tanto la soldadesca lo esperaban pacientemente
y el público presente comentaba en voz baja todo tipo de
comentarios referente a la impresión que causó la
acción de penetrar solo al recinto de Dios.

San Joaquín, pueblo pequeño en
extensión no se daba abasto para alojar tantos jinetes,
por todas partes se veía el ondear de las banderas negras,
rojas y la de España, pero lo que causaba mas terror eran
las enseñas negras y en particular la calavera en el
centro, sinónimo de muerte.

Al fin los habitantes de San Joaquín se dieron
cuenta, quien era el personaje que había hecho la
invitación a la concentración en la plaza, y
conociendo por boca de otros, lo sanguinario sin piedad, del
anfitrión, había que asistir por obligación.
Las hordas o soldadescas, las banderolas y la figura del
líder o comandante del grupo, era la presentación
que el hacía a los sanjoaquineros, era en persona el ser
mas temido de la guerra de independencia, el mismito, sin mas ni
menos, el asturiano José Tomas Boves (a) el
Taita.

C A P I T U L O VII

Boves en San
Joaquín a su paso hacia Valencia

"…Después de la victoria de Calabozo
sus partidas invadían los pueblos y villorrios y
levantaban nuevas facciones. Mataban a cuantas personas
calificaban de patriotas o tenían algunos bienes para
robarlos. Lo que no se podían llevar como muebles y
enseres de trabajo lo hacían pedazos. Cada cual mataba a
su arbitrio. Cuando Boves estaba presente le llevaban a
empellones viejos, mujeres y niños y les pedían sus
cabezas. El tirano de ordinario las concedía, y las
victimas perecían a lanzazos o arrastradas a la cola de
los caballos, como objeto de irrisión. Estos
bárbaros forzaban a las señoras y a las
niñas, luego las azotaban o les quitaban la vida cuando no
las guardaban para repetir los ultrajes. Solo se salvaron las
familias de Ortiz, El Sombrero y de algunos otros pueblos del
alto llano, huyendo a los territorios republicanos o refugiados
en los montes, mientras se ponían al amparo de jefes
amigos o de deudos influyentes…"

Boves, antes de llegar a San Joaquín,
después de la victoria obtenida en la Puerta y la
Victoria, se unió al Coronel Francisco Tomas Morales en la
Cabrera de allí se dirigió a Valencia y en San
Joaquín incorporó a sus huestes al bandolero
José Ruiz con 800 hombres provenientes de San Carlos y sus
alrededores, en la plaza del pueblo fusiló al Comandante
patriota Pedro del Castillo.

A todas estas los habitantes de de San Joaquín,
estaban concientes de que el pueblo era muy apacible el cual no
representaba un objetivo estratégico para ninguno de los
dos bandos, de todas formas estaban a la expectativa por si algo
anormal sucediera y por eso habían tomado las previsiones
requeridas, dentro de ellas, estaba la constitución de un
comité de recepción, para recibir como se
merecía a cualquier jefe militar realista o
patriota.

Tan pronto el asturiano entró a la iglesia, un
grupo de señoras encopetadas de la población
estaban a la espera de que hiciera acto de presencia en la calle,
para presentarles sus saludos y formularle una invitación
a una cena que en su honor darían esa noche y demostrarle
la hospitalidad pueblerina, Boves oyó sin balbucear
palabras, lo que las señoras le manifestaban, una vez
aceptada la invitación, les agradeció el gesto y
les comunicó que haría extensiva esta
invitación al cuerpo de oficiales que le
acompañaban, a las siete de la noche, se reunió lo
mas selecto y refinado para asistir a la cena en honor a Boves, a
la vez, brindar por los permanentes triunfos del caudillo sobre
los patriotas, Boves, se presentó a la cena con unos doce
negros y zambos ex esclavos y los presentó como su Estado
Mayor, los mismos se presentaron harapientos, con la misma ropa
que habían mostrado a la entrada de la población,
muchos de los anfitriones consideraron esta actitud de los
oficiales, como una afrenta por la actitud de mal gusto, se
notaba la gran diferencia entre esos soldados y los
señores que habían formulado la invitación,
ya que estos últimos vestían las mejores galas para
eventos de esta naturaleza. Antes de iniciarse la cena se llevo a
cabo el brindis, desde ese momento se puso de manifiesto la falta
de educación y cultura así como los mas elementales
modales de comportamiento por parte de los ex esclavos, que Boves
llamaba o hacía llamar su Estado Mayor , dentro del mal
comportamiento de estos actores, estaba el hablar con la boca
llena de comida, sacarse con las manos las hebras de carne que
les había quedado entre las muelas, embuchaban las bebidas
cuando tenían comida dentro de la boca, algo que todos
aceptaron por conveniencia, se reían de sus expresiones
fuera de lugar y chistes de muy mal gusto para el momento y en
particular al frente de las damas.

Una vez finalizada la cena, se volvió a brindar,
Boves, aprovecho para agradecer tan bonito gesto de la sociedad
del pueblo, inmediatamente un lugar teniente del caudillo,
habló en nombre de todos los oficiales y soldados del
ejercito realista presentes para ese momento en la
población, en su intervención, hizo mucho
hincapié a la concentración de toda la comunidad en
la plaza al frente de la iglesia, no había excusa para no
asistir porque aquí todos están bien hartos y a la
vez es de carácter mandatarios para todos los presentes,
decía el oficial en su disertación.

La gran mayoría, de los comensales deseaban
retirarse a sus casas de habitación, una vez terminada la
cena vieron sus deseos frustrados y a regañadientes se
levantaron de su sitio y se dirigieron al lugar de la
concentración.

Tal cual las hordas del asturiano José Tomas
Boves, habían informado a los habitantes de la
población de concentrarse en la plaza al frente de la
Iglesia, empezó el lugar a colmarse de personas de una
forma muy heterogénea, nunca visto en el pueblo,
notándose la diferencia en los sexos y edades, pero lo mas
impactante era la vecindad entre el mas poderoso
económicamente y el esclavo o el peón y unos que
otros negros y mulatos, compartiendo el terror con el gran
señor de la casa, las casas de habitación, de
acuerdo a las instrucciones dadas por los soldados, fueron
paulatinamente quedándose solas, la soldadesca era la
encargada de inspeccionar y revisar el interior de las
residencias, a fin de constatar que la orden se había
cumplido y que nadie permanecía dentro de la morada, por
supuesto todos sin excepción habían recibido y
aceptado la invitación de la mejor manera ya que
consideraban un desdén al gesto del asturiano, el no
atender a la invitación.

El convento, diagonal a la plaza, fue totalmente
desalojado, ya para las ocho de la noche se veían unos
ocho monjes y monjas mezclados con las personas asistente a la
invitación, que era para todo el pueblo, el espacio se
hacía pequeño no cabía una persona mas en el
sitio, los rostros de los presentes era de incertidumbre,
reflejaban terror, miedo, con muchas expectativas en
relación al propósito de la reunión, todos
los presentes esperaban impacientemente la entrada o llegada del
anfitrión al sitio de la concentración,
parecía un teatro colmado de público asistente,
pendiente del primer acto de una premier de teatro o de
arte.

En un rincón apartado de la plaza, estaba un
grupo de soldados molestando a el único pederasta en la
población, prácticamente lo tenían acosado,
el mismo lloraba de tantas bromas pesadas que estaba soportando
por parte de un grupo que componían las huestes del
asturiano, este infeliz era el cocinero en una de las casas de un
gran señor de la sociedad Sanjoaquinera.

Serían las diez de la noche, cuando
súbitamente el murmullo y los corrillos de las personas
presentes, se rompió y todo el mundo se cobijó en
un profundo silencio, cuando se inició un largo y
mantenido toque de clarín anunciando la presencia de
José Tomas Boves al unísono un lúgubre
tañido de campana que procedía del campanario de la
iglesia de la población.

¿…Pero, donde esta…? No se
vé por ningún lado, de repente todos los presentes
dirigieron su mirada hacia la parte alta de la iglesia,
allí se notaba la figura del asturiano, no muy clara por
la penumbra, de inmediato unos soldados encendieron dos antorchas
a cada lado del balcón del coro de la iglesia, en la que
se encontraba el caudillo, su pose era la de un emperador
romano.

La plaza parecía una procesión de cocuyos,
ya que la misma estaba alumbrada con una serie de antorchas,
iguales a las que daban claridad a el sanguinario Boves,
éste había tenido la osadía de haber
profanado la iglesia cuando penetro a la misma en su caballo y lo
amarró a uno de los bancos usados por los feligreses para
la oración diaria.

Boves, con aquella cara de maldad, observaba todo a su
alrededor con una socarrona mueca de placer.

Era común dentro de las huestes del sanguinario,
viajaba con el, un grupo de músicos que amenizaban y
alegraban los momentos de ocio y descanso de los soldados a la
vez complacía al Boves con su pieza favorita intitulada El
piquirrico, Boves, se encontraba en el balcón del templo,
las personas que colmaban la plaza junto con la soldadesca,
esperaban impacientemente cualquier tipo de comunicación
verbal por parte del asturiano, de repente, éste
elevó la mano derecha, como señal de espera y la
bajó violentamente, de inmediato los músicos de sus
hordas, iniciaron el toque de una de sus piezas favoritas, con
esa pieza se daba inició a la fiesta programada para esa
noche.

Todos los presentes se concentraron en las
melodías interpretada por los músicos, mientras
tanto los soldados conminaban a todos los asistentes a la
concentración, a que bailara con la parejas que ello
deseaban, la borrachera de los soldados era a tal extremo que la
algarabía reinante era insoportable, las familias, los
peones y esclavos estaban inquietos y extremadamente preocupados
por lo que acontecía y pudiera acontecer, mas aun,
dándose cuenta de la borrachera descontrolada de estos
villanos sin autoridad que los llamara al orden.

Dentro del grupo, muy heterogéneo, cualquier
soldado llamaba a un esclavo o negro y bajo amenaza de muerte lo
obligaba para que invitara a la gran señora o la
niña de la casa, para que bailara con el, si la gran
señora y la niña de la casa lo rechazaba, las
sacaban del grupo y las obligan a bailar a empujones con el
soldado mas andrajoso y harapiento del grupo, los improperios,
las insolencias, gestos pornográficos, era el ambiente que
se vivía, no pudieron faltar los incidentes entre los
soldados borrachos y la gente de la sociedad sanjoaquinera,
particularmente las damas fueron blanco de los actos indecorosos
de estas hordas, el ridículo era la orden del día,
tanto a las damas como a los caballeros presentes sin importarle
la edad, su condición social, era una anarquía lo
que se viví en esa aciaga noche, era la mas horrenda y
larga pesadilla despiertos, que jamás cerebro humano
llegó a pensar, era la comunidad sanjoaquinera que la
estaba sufriendo.

En esos momentos de euforia que aparece de repente por
la ingesta descontrolada de aguardiente, un efectivo
irrespetó a una de las damitas de la población, lo
que ocasionó que su prometido un joven de sociedad,
reclamó airadamente al soldado, el cual exigía, lo
que estos desalmados no conocían, como era el respeto,
esto trajo como consecuencias que el soldado en completo estado
de ebriedad, le metió las manos por entre las falda, a fin
de constatar que las mujeres de la aristocracia eran iguales a
las mujeres de los pobres.

Este mozalbete que se atrevió a desafiar y llamar
al orden al irrespetuoso soldado, estaba firmando su suplicio en
manos de las huestes de Boves, era un joven de apenas diez y ocho
años el cual fue obligado a desnudarse públicamente
y que bailara al compás de la música con la madre
de su prometida, la madre de la prometida, presagiando lo que
podía acontecerle al joven, accedió gustosamente
sin chistar, mientras todas estas tropelías
sucedían en la plaza del pueblo y las calles
circunvecinas, el asturiano, desde el balcón de la
iglesia, disfrutaba a sus anchas del circo romano que el
había creado, siendo para el una nueva u otra velada en un
escenario diferente, en esa oportunidad había seleccionado
al apacible e idílico pueblo de San
Joaquín.

Uno de los lugar teniente del caudillo. Subió al
alto y le comentó a Boves, lo que había ocurrido
entre el valiente y osado joven con uno de los soldados, cuando
este mozalbete pretendió defender el honor de su
prometida, a todas esas Boves, le manifestó al chismoso
que le trajera al joven y su prometida a su presencia, cuando la
parejita estuvo al frente del hombre fuerte, lo felicitó
por su actitud valiente y le pidió disculpas por el
incidente, así mismo le comentó que el era un
amante de las comedias teatrales y que ellos dos eran las
personas ideales para dramatizar públicamente la comedia
de Shakespeare, conocida como Otelo, el joven aceptó sin
ningún problema el deseo de Boves, pero cuando el
mozalbete se enteró y conoció de que se trataba el
drama, se retractó y se negó a
complacerlo.

El drama en cuestión, consistía en la
representación que el joven iba hacer como Otelo, la dama,
su novia representaría a Desdémona, Otelo al sentir
celos de su prometida, debería enloquecer y estrangularla
públicamente, una vez que el jovencito se negó a
cumplir con semejante y macabro acto, Boves ordenó que se
los llevaran de su presencia, al día siguiente
apareció todo ensangrentado, colgado por los
testículos en un árbol de mamón, vía
camino real entre la hacienda cura y la población, la
prometida la desaparecieron de la escena y apareció
completamente desnuda y ultrajada, en la explanada que
fungía de calvario durante la semana Santa.

La soldadesca de Boves continuaba con el jolgorio, los
habitantes del pueblo habían cumplido con exactitud la
orden dada por el asturiano y dentro de los presentes aglomerados
en la plaza, había muchas personas que padecían
dolencias, como: paralíticos, lisiados de un brazo o una
pierna, los soldados al compás de la música que no
cesaba de sonar, inventaron un juego el cual consistía en
poner a bailar a los paralíticos unos con otros, algo
imposible porque no podían mantenerse en pie cayendo
estrepitosamente a el suelo, lo cual era motivo de risas y burlas
por parte de los soldados, luego seleccionaron a los mudos y los
obligaban a cantar o a declamar, cuando se veían
incapacitados de articular palabras y que humanamente no
podían satisfacer las exigencias de los monstruos de
Boves, se lo llevaban a empujones hasta el calvario y allí
procedían a cortarle la lengua e igual suerte
corrían los sordos a los cuales le mutilaban el
pabellón de la oreja, en vista de que muchos no soportaban
ese suplicio, morían en el sitio, se les amputaba una
pierna o un brazo y se la entregaban a un lisiado para que la
usara en calidad de préstamo, hasta el día que se
fueran del pueblo la cual tenían que devolverla en
perfectas condiciones. Mientras se desarrollaba este circo romano
o mejor dicho esta orgía de sangre por parte de los
soldados que estaban en la plaza, otro grupo de ellos se dedicaba
a la tarea de revisar las casas y constatar que todos los
habitantes del pueblo estaban concentrados en la plaza y
habían cumplido la orden con exactitud, los soldados
aprovecharon la oportunidad para cometer algunas tropelías
como el pillaje, saqueos, robos etc. Si por desgracia encontraban
a alguien que no había atendido el llamado de concentrarse
en la plaza, procedían en ejecutarlo y sentarlo en la sala
de la casa, en actitud de espera por alguien, lo mas macabro era
que lo degollaban y la cabeza se la colocaban entre las pierna
sostenidas con sus propias manos, si encontraban animales eran
degollados y procedían a colgarlos del zaguán de la
casa o la puerta principal.

Boves dio instrucciones a través de su ordenanzas
que concentrara las niñas entre trece y veinte años
a fin de que los soldados disfrutaran de las bondades de estas
jovencitas, la borrachera de los soldados era algo inadmisible,
algo que acostumbraban hacer en los pueblos y caseríos
donde ellos iban, estas tropelías eran para el goce y el
disfrute de José Tomas Boves, por su nueva comedia donde
los actores eran sus huestes y el pacifico pueblo de San
Joaquín.

Muy entrada la noche ya para empezar un nuevo
día, Boves, a través de su lugar teniente,
ordenó que se corriera la voz que ya podían
retirarse a sus casa, porque al día siguiente les iba a
deparar nuevas diversiones, todos fueron retirándose al
cobijo de sus hogares, cabizbajos y con una gran tristeza por lo
que habían presenciado, imaginémonos por un momento
la angustia e impotencia de padres y madres , que por orden de
Boves, sus hijas se habían quedado a la orden de la
soldadesca del asturiano, de igual forma aquellas familias que
desconociendo de lo que era capaz el sanguinario presente,
encontrarse de regreso de a la casa con el ser que de una u otra
razón se le imposibilitaba ir, al llamado del
Satanás personificado, cuyas huestes eran otros diablos
que lo seguían, al encontrarlo decapitado y con la cabeza
sobre las piernas sosteniéndola con sus propias
manos.

Al día siguiente, con lo que habían vivido
y presenciado la noche anterior todos los habitantes de San
Joaquín estaban presos de terror y horrorizados, el
pánico se apoderaba de las fibras mas profundas de la
comunidad entera, las escenas macabras que habían
presenciado, se reflejaba en el rostro de cada uno de los
ciudadanos, era un pánico colectivo, sobre todo en
aquellos que directa o indirectamente habían sido
protagonistas del censurable vandalaje por parte de los
integrantes de la fatídica Legión Infernal, hechura
de José Tomas Boves, mas cuando se percataron que para
cerrar ese capitulo con que se iniciaba la comedia, el asturiano
había ordenado colgar por el cuello a varios
señores respetables de la sociedad sanjoaquinera junto con
los religiosos que habitaban el convento, sus cuerpos sin vida,
adornaban de una forma macabra los árboles de caobas de la
plaza, aduciendo razones baladíes, como el haber dado
alojamiento a las tropas patriotas o porque el Libertador
tomó agua en una determinada casa, otra razón el
haberse negado a cumplir la orden del asturiano, cuya
invitación estaba reñida con los principios y
valores morales de los religiosos.

Ese mismo día se inició la
continuación de su tragicomedia a las once de la
mañana, cuando hizo venir a su presencia al bodeguero
conocido como el Isleño, quien un día hizo valer
sus derechos al cobrar lo que parte de la soldadesca de Boves
habían consumido en su bodega, el Isleño,
conociendo lo maligno del asturiano, cuando estuvo frente a el,
le manifestó que olvidara la deuda, Boves, no acepto la
negativa del bodeguero y le manifestó que lo esperaba a
las dos de la tarde para cancelarle la deuda contraída por
sus soldados, a las dos en punto se presento el infeliz a recibir
el pago por lo que le debían, mientras tanto el asturiano
dormía placidamente en una hamaca colgada en uno de los
corredores de la casa de alto, la cual había tomado
temporalmente para instalar su Cuartel General, después
que el bodeguero esperó por un tiempo prudencial, vino un
lugarteniente del diablo personificado, y le manifestó que
lo siguiera hasta la iglesia, allí le hicieron entrega de
una túnica morada y una corona hecha con ramas espinosas
de trinitaria y rosas, fue obligado a vestirse como Nazareno y lo
obligaron a cargar un madero bastante pesado, un soldado le
encajó la corona de espinas y luego lo empujó a la
calle para que representara en vivo la pasión y el
sufrimiento de cristo, inició el Isleño su suplicio
por toda la calle real, y los hombres que un día no le
pagaron lo consumido, eran los que hacían las veces de
soldados romanos, con un látigo cada uno de ellos lo
flagelaban, primero para ser real pasión de cristo y
segundo porque se sentían ofendidos por la actitud del
Isleño cuando le cobró lo que le debían,
Mientras tanto Boves se encontraba sentado placidamente en el
balcón de la casa que había tomado como Cuartel
General, disfrutando del espectáculo, de tanto suplicio el
desgraciado bodeguero cayó para no levantarse mas, era
otro ciudadano útil al pueblo que había sido pasto
de la sicopatía del asturiano, cuando cayo sin vida, le
ordenó a uno de sus soldados que lo amarrara a la cola de
su caballo y lo botara fuera del pueblo.

El resultado de las tropelías fue sangriento,
cumplió con sus cometido, tal como se lo recomendó
el realista Antoñanzas en Calabozo cuando lo liberó
de la condena que estaba pagando, y le recomendó,
"…donde quiera que vaya, hágase sentir para que
nunca se olviden de Ud. elimine todo lo que le estorba…"
Los abusos y las acciones fueron sangrientos dejando sembrado el
terror en el pequeño pueblo de San Joaquín, el
ultraje a muchas niñas de la sociedad fue la orden del
día, las borracheras y el abuso de los soldados fue
denigrante e inmoral, que se les permitía cometer
cualquier fechoría con una pasmosa y absoluta libertad,
amparados en su líder que los apoyaba en todos cuanto
emprendían y los complacía en cada uno de sus
antojos.

El asturiano era el dueño de la vida de loa
sanjoaquineros, el decidía quien iba a vivir o a morir,
con la estadía de Boves en el poblado la vida no
valía nada, sus hombres le obedecían ciegamente y
todo cuanto ellos hacían tenían la
aprobación de su jefe, en éste aspecto surge la
aparición del líder paternalista y conjugaba su
actitud con el líder autocrático, personalista y
déspota, la prepotencia se le desbordaba por encima de la
ropa, al extremo de vanagloriarse cuando decía que el
representaba el binomio Nerón-Calígula, Boves se
comportaba como el verdadero demonio cuando lo retaban o cuando
tenía al frente alguien que lo había
adversado.

Gracias a una damita de la sociedad del pueblo, Boves no
ordenó mas ejecuciones, detuvo y limitó sus ordenes
arbitrarias, ya que se enamoró perdidamente de de esta
damisela y ella le correspondió de igual manera, era una
niña que frisaba los diez y ocho años, la cual
logro calmar los ímpetus de sangre y criminales de
José Tomas Boves, en conversaciones con sus hombres, el
asturiano manifestaba, que esa hermosura era la domadora de
Boves.

Amaneció un nuevo día y todas las calles
estaban desoladas, la paz había regresado a la
población, boves abandonó el pueblo rumbo a
Valencia y nadie se dio cuenta de su partida, la damita que lo
cautivó se fue con el, fijando su residencia en Valencia
en cuya ciudad fue asesinada por varios de sus enemigos, los
buscó y los encontró, tomando venganza contra ellos
con los peores suplicios jamás sufrido, como fue el
haberlos empalados hasta que murieran desangrado y a la vista de
todo los presentes en la ejecución.

C A P I T U L O VIII

Vuelve la calma
pero el terror permanece…1814

"…La batalla de Urica se produjo el 5 de
Diciembre de 1814, todos los batallones patriotas fueron
destrozados y muertos casi todos sus integrantes a lanzazos o
pasados a cuchillo. Pero en medio del fulgor del combate, un
lanzazo atravesó a José Tomas Boves,
matándolo. ¿Quién mató a Boves?
Muchas controversias se ha tejido sobre el asunto, algunos lo
atribuyen al Coronel Pedro Zaraza, porque un soldado
manifestó estar a su lado cuando sucedió el hecho.
Otra versión dice que su segundo, el Comandante Morales,
viéndolo herido en el suelo, termino de rematarlo. Otra
versión cuenta de un soldado patriota, Ambrosio Bravante,
fue el autor por venganza, debido a que Boves había
ultrajado a su hermana en Calabozo. Existen otras versiones
menores, pero la que mas ha cobrado fuerza es la del Coronel
Zaraza, quien nunca afirmó ni negó el hecho. Zaraza
y Boves tenían una cuenta pendiente. Boves había
asesinado en el pueblo Chaguaramal de Perales hoy Zaraza, a los
amigos del entonces Coronel Pedro Zaraza, en un sitio cercano al
pueblo y denominado popularmente el "Cerro de Boves": igualmente
había incendiado algunas casas del mismo pueblo,
situación que Zaraza lo había tomado como un duelo
personal. En Urica, Zaraza lo estuvo cazando, por lo cual no es
extraño que sea el autor del
suceso…"

…Una vez que José Tomas Boves,
abandonó el pueblo de San Joaquín,
acompañado sus hordas y como trofeo su damisela,
así como otros que voluntariamente se plegaron a el, la
calma y la tranquilidad regresaron a la comunidad, pero a pesar
de todo, la desolación, el terror y el dolor en el cual
quedaron muchas familias estaba, presente, los pobladores se
negaban a creer que la pesadilla había terminado, a cada
paso por una calle u otro parajes de la población, se
sentía y palpaba la huella dejada como funesto recuerdo de
los desmanes cometidos por los desalmados soldados del asturiano,
muchos hogares quedaron traumatizados y sumidos en el mas grande
dolor motivado a la perdida de uno de sus seres queridos, frente
a la plaza donde estaba localizada la bodega del Isleño,
quedaba solo el recuerdo, sus puertas no volverían abrir
para satisfacer las necesidades de víveres y otros
productos a las familias de San Joaquín, niños y
niñas confundidos en particular muchas damitas que
sentían en carne propia las vejaciones y lo aberrante de
una violación, para el disfrute y gozo de las huestes del
caudillo.

Muchos señores, que antes de la llegada del
sanguinario, eran hombres respetados por la comunidad,
después de abandonar el pueblo, se sentían
avergonzados y sumidos en su yo interno, como reflexionando y
preguntándose ¿…por que sucedió lo
que estaban sufriendo…? Fueron tantas las vejaciones y
expuestos al ridículo al cual fueron sometidos, delante
sus esclavos y peones, que la vergüenza, no les
permitía salir a la calle, como acostumbraban hacerlo
antes de la llegada de Boves a la población. La iglesia no
daba descanso en el repiquetear de sus campanas, el toque era
lúgubre, como respeto y hondo recogimiento a todos los que
pagaron inocentemente con sus vidas, los desmanes de las salvajes
hordas de José Tomas Boves.

En toda la geografía del poblado se respiraba una
atmósfera muy pesada, era una combinación de dolor,
miedo y se sentía como un vacío interno, el olor a
sudor dejado por los soldados del asturiano, impregnaba el
ambiente.

Transcurrieron muchos días, semanas y meses para
que la normalidad hiciera acto de presencia, normalidad en el
amplio sentido de la palabra, hubo muchos que jamás se
recuperaron de la larga y horrenda pesadilla vivida, la angustia,
el dolor, la vergüenza, se fueron con ellos y ellas a la
tumba.

A pesar de que San Joaquín, no se vio involucrado
directamente en la guerra de la independencia, si se vio envuelto
indirectamente en las acciones que se desarrollaban, en principio
era un pueblito de paso obligado por los ejércitos
patriotas y realistas, muchos jefes militares aprovecharon lo
apacible y tranquilidad de la población para pernoctar en
el, nunca los habitantes del poblado llegaron a sentir el
fantasma de la muerte sobrevolando el pueblo, como lo
presintieron, sintieron y palparon cuando José Tomas Boves
hizo acto de presencia instalándose en la comarca por
cinco largos y eternos días.

San Joaquín, un remanso de tranquilidad, un oasis
de paz, había aportado y pagado su cuota de sacrificio con
sangre de hombres y mujeres que no supieron ni aceptaron la
tormenta enviada por el infierno y sus habitantes, que se
convertiría en una huella indeleble, considerar al pueblo
como un objetivo estratégico de primera línea, pero
si, tácticamente importante, debido a lo accidentado del
terreno, conformados por colinas, serranías y explanadas
de las cuales goza el poblado.

Las familias que formaban la comunidad sanjoaquinera,
eran de abolengo, muy pocos los adinerados, el resto
vivían del producto de su trabajo, pero si eran muy
celosos en cuidar la pureza de su apellido.

Nunca se pensó ni se soñó en vivir
ni sufrir los estragos de una guerra de exterminio como la que se
estaba viviendo, y menos soportar las penurias de las cuales
fueron objeto por parte de las huestes u hordas salvajes de
José Tomas Boves,

San Joaquín, conformando un binomio con sus
habitantes, no se merecía el infierno vivido por culpa del
asturiano, siendo posible que una de las razones de que este
caserío es pasivo y apacible, es la herencia dejada por
aquellos que vivieron y sobrevivieron en toda su magnitud los
estragos de una carnicería la cual se convirtió en
una horrenda pesadilla, como la sufrida a su paso por ésta
comunidad el psicópata José Tomas Boves.

El nombre del sereno de la localidad, era Luciano, todas
las personas concientes de su trabajo, lo respetaban y
apreciaban, lo llamaban Don Luciano, un buen día muy
temprano, detuvo su turno para informar a la comunidad y a todo
aquel que se encontraba a su paso, que de acuerdo a unos viajeros
los cuales venían huyendo de oriente por la guerra
sangrienta que se desarrollaba en esa región, le
habían informado que el asturiano José Tomas Boves,
había pasado a ser parte de la historia, pues ya no
existía, porque un lancero patriota lo atravesó de
banda a banda de un lanzazo, en el fragor de la batalla que se
escenificaba en Urica.

Los realista ganaron la batalla, pero su máximo
jefe murió en el combate fue enterrado en Urica por el
Padre LLamoza su Capellán. Por requerimientos del Gobierno
Español, el Padre Llamoza firmó un acta de
defunción, dos años mas tarde. Dicha acta
decía:

"…Don Josef Ambrosio Llamoza, Dignidad de esta
Santa iglesia Metropolitana, Caballero de la Orden Americana de
Isabel la Católica condecorado por SM. El Rey de los
franceses con la flor de lis. Como Vicario y Capellán
primero que fui del Exercito de SM. En Barlovento certifico en
debida forma que el señor Don Josef Tomas Boves, Coronel
de los reales exércitos y Comandante General de aquella
División, falleció en la acción que dimos en
las inmediaciones de Urica, a primeros de Diciembre de 1814, cuyo
cadáver conduje yo mismo del campo de batalla en
compañía de Andrés Tomé, Juan Esteban
Velásquez y Don José Sánchez Correa: y le di
sepultura en el primer tramo de la iglesia parroquial del pueblo
de Urica. Y para que conste, lo firmo en esta ciudad de Caracas,
a 4 de Diciembre de 1816…"

Muerto Boves, le celebraron sus misas por
increíble que parezca. En la Gaceta de Caracas Nº 3
(etapa realista) de fecha 15 de febrero de 1815 apareció
esta nota:

"…Ayer se ha celebrado en la Santa Iglesia
Metropolitana de esta capital los funerales por el alma del
señor Comandante General Josef Tomas Boves, muerto en la
gloriosa batalla de Urica. En el siguiente numero se hará
la descripción de un espectáculo tan grandioso y
circular, cual pocas veces se vio en
Venezuela…"

De igual forma la Gaceta de Caracas, en su numero 1, del
miércoles 1 de febrero de 1815 (etapa relista) publica un
articulo en el cual se reseñaba la muerte de Boves de esta
manera:

"…El 23 se reunió en Urica el valiente
Boves con el entonces segundo Comandante General, Don Francisco
Tomas Morales. El 5 de Diciembre 4227 hombres (según los
cálculos cogidos en los baúles del secretario de
estado L. Lanz) mandados por Rivas y Bermúdez atacaron
Exercito en las llanuras de aquel pueblo. Un golpe de lanza
terminó la vida del ilustre Boves, pero su muerte fue
vengada con la sangre de mas de 3000
personas…"

A los documentos anteriores, los cuales no son ficticios
son reales y veraces fueron los que convencieron a los habitantes
de San Joaquín de la muerte del supremo Boves, como
señala en los escritos anteriormente mostrados, a estos se
agrega uno más, de acuerdo al historiador Valdivieso, el
cual hace el siguiente comentario.

"…Desprendido, a su muerte en Urica, solo
legó a su heredera, su madre, pues que murió
soltero, trescientos pesos, como herencia única, ya que
las contribuciones solo las aprovechaba para el mantenimiento de
su ejército y los botines producto de los saqueos, los
daba a sus tropas. Fue sobrio y desprendido hasta el extremo de
no tener con que vestirse…"

De acuerdo a lo señalado anteriormente, su cuerpo
fue velado y enterrado con todos los honores en la
población de Urica, su tumba aun permanece en el
cementerio de la población mencionada y es muy frecuentada
por muchas personas, lo que no se sabe si es en señal de
admiración, de respeto o curiosidad.

La noticia de la muerte del caudillo, corrió como
pólvora y se incrusto en todos los rincones de nuestro
pueblo, algunos recordaron sus maldades y lo maldecían,
otros aseveraban que tuvo un final no merecido, porque
debió haber terminado su existencia sufriendo las peores
penurias, la gente hacía comentarios y daban gracias a
Dios por haber sacado del camino a tan funesto personaje, quien
no tenia que envidiarle a Nerón o Calígula, la gran
mayorías de las personas se alegraron cuando conocieron el
trágico fin del Asturiano y confirmaron que murió
sin conocer los resultados finales de una batalla que ganó
después de muerto, muchos oficios religiosos se celebraron
para manifestar a Dios, la desaparición del carnicero
José Tomas Boves. La pregunta obligada ¿Qué
se hizo su ejército? Ese ejercito que el formó, con
una alta moral, entrenado por Boves, nunca saboreó la
derrota, fueron triunfos uno tras de otro, se replegó con
tristeza por la perdida de su líder, el Taita. La gran
mayoría de los oficiales y soldados que habían
estado bajo el comando de Boves, encontraron refugio en el
ejercito patriota y llegaron a conformar el Batallón
Bravos de Apure, comandados por el General José Antonio
Páez.

En la autobiografía del General José
Antonio Páez, comenta y dice lo siguiente:

"…En bailadores me separé del General
Rafael Urdaneta, porque el Comandante General de
Caballería, un tal Chávez, dispuso quitarme el
caballo que yo montaba para dárselo a otro oficial,
injusticia que resistí no obstante que al fin tuve que
ceder por pura obediencia militar, disgustado sin embargo,
resolví separarme y poner en práctica la
resolución que había tomado en Mérida de
irme a los llanos de Casanare, para ver si desde allá
podía emprender operaciones, contra Venezuela
apoderándome del territorio de Apure y de los mismos
hombres que habían destruidos a los patriotas bajo las
ordenes de Boves, Ceballos, Yánez. Etc. Todos aquellos a
quien comunique mi proyecto creían que eran poco menos que
delirios, pues no veían posibilidad de que los llaneros,
que tan entusiastas se habían mostrado por la causa del
Rey de España y que tanto se habían comprometido en
la lucha contra los patriotas, cambiasen de opinión y se
decidieran a defender la causa que estos, siendo muy
difícil vencerlos en los encuentros que necesariamente
había de tener con ellos, superiores como eran en
números y caballos…"

Tomando como referencia lo expuesto por el General
José Antonio Páez, siete años
después, se llevo a cabo la Gran Batalla de Carabobo, 24
de junio de 1821, donde el Batallón Bravos de Apure, fue
el mas golpeado por el Batallón realista Burgos, pero el
Apure, a la vez que decidió el resultado positivo de la
batalla a favor de los patriotas, tuvo la ayuda oportuna e
intervención del Batallón Británico, el cual
fue diezmado por las tropas realistas, este batallón se
inmoló y permitió al Batallón Bravos de
Apure, rehacerse y derrotar al batallón Hostalrich, al
Burgos y al Barbastro batallones elites de los
realistas.

Basándonos en estos acontecimientos, donde esos
hombres formados para la guerra por José Tomas Boves, que
integraron la fatídica Legión Infernal, o en otras
palabras los lanceros de Boves, se podría decir que este
asturiano después de haber desaparecido del escenario de
la guerra, con su ejercito bajo otro mando, fue el vencedor en
Carabobo, tal vez si Boves no muere en Urica y se enfrenta a los
patriotas, con su ejercito de caballerías e infantes, en
apoyo a las fuerzas del Mariscal de Campo Miguel de la Torre, hoy
día las paginas de la historia patria, serían
diferentes en su contenidos.

Muchos de aquellos integrantes del ejercito de la muerte
y el terror o sea la desaparecida Legión Infernal, y
posteriormente del ejercito patriotas, reciben las bondades, el
reconocimiento y admiración de la Republica, al
rendírseles honores como héroes
nacionales.

Apéndice

"…Para infortunio de la Republica, ninguna
experiencia obtuvo Mariño de su nada gloriosa derrota en
Arao seguro de batir fácilmente a Boves, renunció a
esperar al Libertador y se dirigió al encuentro del
caudillo quien hábilmente lo dejó situarse en la
planicie cercana al fatal sitio de la Puerta, donde
Bolívar, noticioso del inconsulto avance del jefe
oriental, apenas alcanzo a llegar, cuando el combate en
condiciones desventajosas era inevitable. El 15 de Junio de 1814,
se trabó la histórica batalla que habría de
cerrar los destinos de la segunda República, la segunda
batalla de la Puerta, en la cual fueron totalmente exterminados
por las hordas de Boves las ultimas fuerzas
patriotas…"

JOSE TOMAS BOVES

Vida y cualidades Militares

"…José Tomas Boves, nació en la
ciudad de Oviedo, provincia de Asturias, España, en 1782,
hizo sus estudios en el Instituto Asturiano, en el cual a los
quince años se graduó de piloto marítimo, su
aspecto era la de un hombre fino, cabellos rubios, grandes ojos
pardos y blanca tez, su cuerpo de estatura mediana, poderosamente
musculado y ágil, sostenía una gran cabeza, cuya
frente amplia y chata hablaba de esa inteligencia suya, iluminada
por fulgores primitivos. Los rasgos de su rostro impregnado de
sombría fiereza, presentaba una extraña hermosura
varonil, en sus ojos azules e inquietos, su mirada brillaba con
avasallador magnetismo, y en el corte de su boca, a la que
hacía marco una escasa barba de tinte rojizo, se esbozaba
frecuentemente, un gesto cruel y despectivo, capaz de soportar
las fatigas mas extraordinarias. Desde muy joven se traslado a
Venezuela, y en la ciudad de Puerto Cabello, se dedicó al
contrabando desde Curazao, fue sorprendido y capturado por las
autoridades españolas y se le condenó a ocho
años de presidio, se salvo por unos amigos suyos e
influyentes de apellido Joves, quienes lograron conmutarle la
pena por la de confinamiento en la ciudad de Calabozo, por
gratitud a sus protectores cambió sus apellidos por el de
Boves ya que su nombre era José Tomas
Rodríguez.

Cuando en 1810, estalló el movimiento
revolucionario en Caracas, Boves convicto en Calabozo,
comprendió claramente que la causa republicana estaba
perdida a menos que se modificara radicalmente la actitud
vacilante del Gobierno Republicano, y al llegar a Calabozo,
después de un corto viaje hasta San Carlos, así lo
manifestó a todos, sin disimular los peligros que
corría la nación y los errores de sus mandatarios.
Esta actitud, favorable indudablemente a la causa
patriótica, fue interpretada por los gobernantes de la
provincia y por los enviados del gobierno central, como contraria
a la seguridad pública, y fundándose en el origen
español de Boves le acusaron de traidor y alarmista y le
hicieron reducir a prisión.

Entre los muros de la cárcel de Calabozo, el alma
de Boves se envenenó de odio contra los republicanos, y en
el terrible silencio de los días que pasó en ella,
este hombre fiero, ayer condenado por los españoles y hoy
por los patriotas se convirtió en un desesperado
silencioso y cruel, cuyos sombríos rencores solo se
saciarían con terribles espectáculos de sangre y de
muerte.

Comprendiendo el futuro caudillo que en los llanos no
habían logrado encontrar arraigo los patriotas, porque la
Independencia y la Republica que ellas ofrecían nada
significaban para la inmensa población de mestizos e
indios que los habitaban, se propuso estimular sin
escrúpulos el odio de raza y de clases para levantar las
gentes de color contra los blancos "mantuanos" que
dirigían el movimiento emancipador. ¡Guerra a los
blancos explotadores del pardo y del indio¡ fue su grito de
combate, que resonó en el llano como una invitación
al alzamiento general. Las tierras de los blancos para los
"pardos" fue la promesa que levantó el entusiasmo de
aquellas gentes, porque ella estaba mas cercanas de sus corazones
que los derechos individuales y las constituciones federales
ofrecidas por los teóricos de la Republica. Así la
reacción monárquica se convirtió en el llano
en una lucha a muerte no a favor de España, sino contra el
blanco venezolano y su propiedad. Fernando VII y la
religión católica, hasta el momento las banderas
realistas, pasaron a un segundo plano, para ser sustituidas por
una feroz lucha de razas, donde emergían a la superficie
en forma de una barbarie difícil de imaginar, el odio de
siglos de las clases oprimidas que como una enorme marea se
precipitó sobre la Republica para exterminarla…"
(1)

El asturiano fue un hombre controversial y en
éste aspecto muchos historiadores le han dedicado
capítulos enteros en las páginas de la
historia.

Con el fin de que el lector se forme una idea de su
capacidad militar se hará una breve reseña de su
actuación como líder militar haciéndose
conocer a través de sus campañas militares en
contra de los patriotas y a favor de los realistas,
presentándolo como un verdadero estratega y líder
militar, hacedor y conductor de ejércitos.

  • (1) AGUIRRE INDALECIO, Lievano,
    BOLÍVAR, Págs. 158-159-160.

Supo Boves aprovechar su estadía o confinamiento
en la ciudad de Calabozo para dedicarse al comercio, efectuando
un sin fin de viajes por la región que le permitió
conocerla profundamente, tanto el terreno como el pensar y actuar
de los hombres que allí habitaban.

Se puede decir que entre las diferentes regiones que
formaban la Capitanía General de Venezuela, la corriente
civilizadora se había extendido al norte del país,
a todo lo largo de la costa hasta la zona de las montañas,
cuyo clima suave se prestaba para la formación de ciudades
y el trabajo de la agricultura siendo la principal riqueza de
Venezuela.

Mas allá de la montañas se levantaba la
llanura sin límite, semidesierta, semibarbara, en este
medio, la vida primitiva aun, era una lucha abierta contra la
naturaleza. Así los pobladores de ésta
región estaban preparados, bajo muchos aspectos para la
guerra, y se caracterizaban por su valor, barbarie y destreza en
los ejercicios corporales.

Desde el comienzo mismo de la guerra, la inmensa
mayoría de los llaneros se pronunciaban por la causa
realista, solo les faltaba un jefe que se les impusiera, un
caudillo que los arrastrara y los llevara a la guerra, ese jefe,
tenía que ser como ellos, surgir entre ellos mismos, para
poder dominarlos y guiarlos con el ejemplo, el valor bruto de la
barbarie y la popularidad. Durante la Independencia estos hombres
semi-salvajes, encontraron los jefes que reunían tales
condiciones, José Tomas Boves, que habría de
sepultar nuevamente la Republica y José Antonio
Páez que haría factible la
independencia.

El historiador J.M. Siso Martínez, dice lo
siguiente:

"…La figura histórica de Boves se proyecta
en primer plano en el año de 1814, quizás no haya
hombre más execrado dentro de la historiografía
venezolana…"

Juan Vicente González, quien fue el primer
escritor en atisbar las causas sociales y económicas que
determinaron la guerra de la independencia, dice que el
héroe y el bandolero se confundieron en el y lo
llamó el primer jefe de la democracia
venezolana…"

"…Vallenilla Lanz, le dedica todo un capitulo
para demostrar como es una encarnación de la
insurrección popular que se verificó en Venezuela
bajo las banderas reales.

Los instintos de crueldad de José Tomas Boves,
fueron despertados por un gran golpe moral y lavó con
sangre la injuria recibida, conservando en medio de aquellos
estragos su carácter indolente y fiero de marino, mataba y
pasaba sin detenerse a ver como expiraban sus
victimas.

Vallenilla, es quien mejor lo ha estudiado y lo integra
dentro del duro medio físico, el llano venezolano, donde
transcurrió la mayor parte de su vida. El llano
creó una sociedad con características especiales,
sentido nómada, respetó a la fuerza, la escasa
noción de propiedad privada. En ella como lo anotamos
anteriormente, encuentra Vallenilla todos los rasgos del
carácter nacional, conciencia del valor personal, altivez
y espíritu igualitario, hospitalidad y lealtad como base
de la moral política, incapacidad para constituir
gobiernos estables, propensión a sustentar aristocracia,
oligarquías o clases privilegiadas, indiferencia
religiosa, aptitud a la abstracción y amor a la
poesía. Estos rasgos hay que tomarlos a beneficio del
inventario ya que vallenilla tendrá preconcebidamente a
burilar su gendarme necesario.

Vallenilla, lo enjuicia y estudia como hijo
legítimo del medio y como representante del resentimiento
social de los pardos, lo que explica el ascendiente que
logró sobre los llaneros. Es el jefe de una sociedad sui
generis, que se opone a la sociedad urbana que representan los
patriotas. La guerra entre Miranda y Monteverde,
prácticamente se había realizado entre facciones
sociales con la misma escala de valores. Lo que va a encarnar
Boves es distinta es una sociedad pastoril contra una de
agricultores y como ha sucedido en estos casos, triunfo la
primera con las consecuencias esperables…"

Señala Vallenilla, lo que Baralt comenta en
relación a el asturiano José Tomas
Boves.

"…Así como muchos otros españoles,
fueron partidarios de los patriotas, Boves, tomó parte en
ella con calor, pero un acto de injusticia lo arrojo mas tarde en
el partido opuesto, y fue el caso que fingiendo mirarlo como
desafecto, un juez inicuo que quería despojarlo de sus
bienes, le condenó a servir de soldado en el ejercito,
mandándolo a tener en la cárcel de Calabozo,
Guarico, hasta que fuese conducido a su destino. Allí se
hallaba cuando Antoñanzas ocupó la ciudad el
año de 1812 y desde entonces abrazó la carrera
militar reuniendo a los llaneros y formando con ellos la
caballería de los realistas, la temida Legión
Infernal, Monteverde, lo nombró Comandante General de los
llanos de Calabozo, allí no tardó en desarrollar su
innato don de mando. El difunto Boves, dice Morales, dominaba con
imperio a los llaneros, gente belicosa como tal, que es preciso
saberla manejar para aprovechar de su número y destrezas;
con ellos venció en la Puerta, Valencia, Bocachica, los
Llanos y en la capital, y últimamente en Urica, donde
perdió la vida. Los soldados lo adoraban y le
temían y entraban en las acciones con la confianza de que
su valor y denuedo había de sacarlos victoriosos.
Comía con ellos, dormía entre ellos, y ellos eran
toda su diversión y entretenimiento, hablaba como ellos
como un veguero más del grupo y cantadito como hablan los
llaneros, diestro en el manejo de las riendas, jinete como
ninguno, sabiendo que solo así podía tenerlos a su
devoción y contar con sus brazos para los combates,
reluciendo mas estas verdades con el contraste de los
ejércitos o divisiones mandadas por los jefes de la
provincia con patente de soberanía; buenos testigos son
los Taguanes, Carabobo, Araure, que vieron sucumbir las armas del
rey a las infames huestes de sus enemigo.

El móvil con el cual los movió, fueron su
ascendiente como caudillo natural, y el económico, el
reparto de los bienes de los patriotas.

La crueldad con la cual Boves signó sus acciones
raya los linderos de lo verosímil y constituyó la
pesadilla de los pueblos que sufrieron su paso. Los documentos
todos de la época hablan de un lenguaje aterrado. Su
propio Capellán, el prebistero José Ambrosio
Llamoza, dice de la forma como eran cumplidas sus
ordenes…CITA…Todos los habitantes, hombres, mujeres
y niños de los pueblos de San Joaquín y Santa Ana
de la Provincia de Barcelona, fueron degollados en numero de mas
de mil por el Teniente de caballería D.N.Molinet,
francés, en virtud de orden de Boves y con otro por
separado de éste al Sargento Primero Don Domingo Camero,
para que si Molinet, no cumplía exactamente su orden, le
matase Camero: Estos dos individuos tenían las ordenes
originales que leí y habiéndoles reconvenidos
amigablemente y suplicado que no le ejecutasen, al menos con las
mujeres y niños, me contestaron que no podían
porque peligraban sus vidas, por cuya conservación
cumplieron exactamente las ordenes de Boves, y fueron incendiados
los pueblos con sus iglesias, habiendo ascendido Molinet a
Capitán por su puntual desempeño…FIN DE LA
CITA…(2)…"

La invasión de Oriente en 1813, por un grupo de
oficiales venezolanos, obligó a Monteverde a trasladarse a
esa parte del país con el objeto de dirigir las
operaciones contra los patriotas.

En esta oportunidad se inicia Boves, en la carrera
milita, ya que se le ordenó acudir con sus 300 jinetes al
Oriente para reforzar las fuerzas de Monteverde. El proceso de
Monteverde en Maturín hizo disolver sus tropas y Boves
marcho con Cajigal, como segundo jefe de esa columna hacia
Guayana, pero a poco se desprendió de este ejercito y se
dispuso actuar solo y por si cuenta.

Boves, tenía todas las características del
guerrero semisalvaje, con perfecto conocimiento del terreno y de
los hombres con su valor temerario, con osadía sin igual,
actividad no reconocida hasta entonces y con el don de mando
aparente para el pueblo: era el caudillo de los llanos y el
nervio de la guerra a muerte. A su voz surgían los
ejércitos, volaban los voluntarios y morían los que
siquiera se mostraban reacios a seguir la bandera real. Con su
carácter dominante, apoyado por el temor que inspiraba le
fue fácil adquirir predominio absoluto sobre la gente de
color. La táctica de Boves consistía en un golpe de
vista muy certero, en engañar al enemigo y traerlo a
combatir donde el quería.

Así surgió Boves en la Historia Militar
patria, hasta convertirse en el caudillo máximo de la
guerra de independencia en el bando realista.

Boves, fue un gran organizador de ejércitos, fue
el quien agitó por vez primera la bandera de la lucha
entre clases. En los llanos pregonaba que no debía quedar
un blanco vivo, por dos razones: la primera por tener destinado
tal territorio para los pardos y la segunda para tener asegurada
su retirada en caso de derrota, pues no se fiaba de los blancos,
por otra parte, daba la libertad a los esclavos que formaban en
sus filas y predicó un odio eterno a la raza
blanca.

Indudablemente que tales ideas y procedimientos, fueron
del agrado y tuvieron gran acogida entre los llaneros, a quienes
les prometió las riquezas de los blancos; de esta forma
Boves logró arrastrar ejércitos numerosos que
condujo a todas partes en la lucha contra los
patriotas.

Campañas
militares de Boves

"…Al frente de su Legión Infernal,
Boves inició la marcha hacia los linderos de los llanos,
siguiendo por el camino del Calvario en dirección a
Calabozo. El Coronel Montilla, a quien Bolívar
había destinado con una pequeña tropa a vigilar los
llanos, sin apreciar la importancia del peligro que le amenazaba,
despacho a su encuentro, con fuerzas que juzgo suficientes, al
Teniente Coronel Carlos Padrón, quien encontró a
Boves en el cañón de Santa Catalina, en las
cercanías de Calabozo. La batalla fue corta pero terrible,
fácilmente desorganizadas las filas patrióticas por
el empuje de los escuadrones de jinetes, se dispersaron sin orden
y fueron implacablemente alanceadas por los llaneros, obediente a
la orden de no dejar a nadie con vida. Logrado este primer
triunfo, los llaneros avanzaron sobre Calabozo, tomaron la
población que había visto a su jefe encarcelado e
hicieron en ella la mas salvaje carnicería, de la cual no
se salvaron las mujeres ni los niños; luego se retiraron
en busca de una región mas propicia para descansar antes
de comenzar el ataque sobre las
altiplanicies…"

P r i m e r a C a m p a ñ a m i
l i t a r d e B o v e s..

Pocos días después de separarse de
Cajigal, había logrado ya reunir 800 hombres con los
cuales inició su primera campaña. Estas operaciones
las inició derrotando cerca de Santa María de Ipire
a una columna patriota comandada por el Teniente Coronel Antonio
Freytes y los Capitanes José Tadeo y José Gregorio
Monagas.

Siguió su avance hacia Calabozo y en el camino
derrotó a un cuerpo ya de mayor consideración de
los patriotas.

Para ésta época emprendía el
Libertador sus operaciones de limpieza en el centro del
país y envió al Coronel Tomas Montilla hacia
Calabozo con el objeto de destruir la partida Boves.

El Coronel Montilla destacó 600 hombres al mando
del Capitán Manuel Cabrera para que destruyese a Boves,
pero Cabrera fue deshecho el 23 de Septiembre en el combate de
Santa Catalina por el asturiano.

Al obtener la información del Coronel Montilla,
el Libertador escogió al Coronel Campo Elías, para
la misma misión de destruir a Boves. En efecto con 1000
infantes y 1500 jinetes que reunió sobre la marcha se
dirigió Campo Elías hacia Calabozo.

Por su parte Boves contaba ya con 500 infantes y 1000
jinetes y al saber del avance de Campo Elías, avanzo a su
vez contra el, Campo Elías entretanto batía una
partida realista en el Sombrero y el Calvario y seguía
hacia Calabozo.

El 14 de octubre de 1813, cerca de Calabozo, en la
llanura de Mosquiteros, se libró el primer encuentro entre
estos dos jefes; la batalla encarnizada al extremo, estaba ya
favorable a los realistas cuando un error del propio Boves,
decidió la lucha a favor de los republicanos. El desastre
español fue completo y la matanza hecha por Campo
Elías en el campo de batalla, de acuerdo a los postulados
de la guerra a muerte, fue bárbara.

Boves, a duras pena logró retirarse con un
centenar de jinetes hacia el Río Apure.

De esta manera, concluyó la primera
campaña de Boves, de esta derrota habría de surgir
mas poderoso y mas potente que nunca.

S e g u n d a C a m p a ñ a m i l i t a r d e
B o v e s

Solo mes y medio después de tan tremendo
descalabro, Boves había logrado organizar un
ejército de 3000 plazas, el mes de Noviembre fue
aprovechado por el asturiano para adiestrar caballos salvajes y
entrenar a los reclutas.

En el norte, entretanto, los patriotas se veían
acosados por inmensas facciones realistas y el Libertador lograba
disipar el peligro de la brillante jornada de Araure.

En el Oriente el General Mariño con un poderoso
ejército de 3000 hombres se negaba repetidamente a
cooperar con el Libertador, poniendo toda serie de trabas y de
excusas para su marcha al centro.

La guarnición de Calabozo había acudido
con Campo Elías a la concentración del ejercito
republicano para la batalla de Araure, por tal motivo dicha
ciudad se encontraba desguarnecida, ya que en ella solo se
había dejado un destacamento al mando del Coronel
Aldao.

El asturiano, comenzó su campaña
apareciendo el 11 de Septiembre al sur de Calabozo, en donde se
le unió su segundo el Coronel Francisco Tomas Morales, con
lo cual quedaron aumentados sus efectivos a 3500 jinetes y 500
infantes.

Al saber el Coronel Aldao la presencia de Boves, con
1000 hombres, salió de Calabozo y fue aniquilado en el
combate de San Marcos, una vez en Calabozo, con el material
capturado a los patriotas en San Marcos, Boves se dedicó
aumentar su ejército lo cual no le costó ninguna
dificultad, tal como dice el Historiador Tosta
García….CITA…La alborada del año de
1814 saludole con un ejercito de 5000 jinetes y 2000 infantes y
una artillería metódicamente organizada…"
…FIN DE LA CITA…

El Libertador, ante la amenaza llanera, hace prodigios y
logró formar un ejercito de 3000 hombres al mando de Campo
Elías, para oponérselo al asturiano.

Una vez reorganizado su ejército, Boves emprende
el avance hacia el centro y el 25 de Enero ocupa San Juan de los
Morros, el 3 de Febrero, entra en Villa de Cura y San Juan de los
Morros, en la Puerta se enfrenta por segunda vez al vencedor y
vencido de la batalla de Mosquiteros.

La batalla fue más recia y mas brava que la de
Mosquiteros y mas la supremacía del material realista, fue
la habilidad táctica de Boves, la que decidió la
batalla a favor de los llaneros.

La derrota, la tremenda derrota de Campo Elías,
hizo vivir la patria venezolana días negros de angustias y
dolor. La Legión Infernal como el mismo Boves había
bautizado a su ejército aniquiló todo lo que
encontraba en su camino después de la batalla el 3 de
febrero, no había ningún obstáculo aparente
para la marcha triunfal a Caracas.

Para esa época la Republica vivía un
oscuro panorama en Barinas García de Sena abandonaba la
ciudad a el español Yáñez, de allí
este realista atacó a Ospino donde murió en el
ataque a esta ciudad. Yáñez era considerado uno de
los más valerosos y prestigiosos jefes español,
antes de enrolarse a las fuerzas realistas, fungía como
dependiente y dueño de una mercería en el centro de
Caracas, allí logró información de la guerra
librada y se plegó a los realistas, su sucesor fue el
Teniente Coronel Sebastián de la Calzada,
perteneció al batallón de la Reina, donde prestaba
sus servicios como un soldado mas, nunca obtuvo jerarquía
por su mala conducta, fue condenado por hurto el año de
1810 y libertado de galeras el 19 de abril.

Al unísono en los Valles del Tuy, operaba
Francisco Rosete, cuya ocupación antes de la guerra de
independencia era la de pulpero en un pueblo de los llanos, esta
actividad igual que Boves, le permitió conocer a los
llaneros a quienes prodigaba favores de igual manera a la
región donde ellos habitaban, fue un oficial de las
huestes de Boves y no tuvo limitaciones ni obstáculos para
comandar grupos de partidas llaneras, por la guerra de
independencia llegó a ser uno de los mas valerosos y
sanguinario jefe español.

Después de la jornada de la Puerta, Boves
envió un destacamento por el sur de Caracas, mientras
Boves avanzaba por el centro y Rosete por Ocumare, el objeto del
destacamento que operaba por el sur de Caracas era operar una
operación de diversión, lo cual le
permitiría lanzar una operación comandada por su
segundo el Coronel Francisco Tomas Morales a tomar y apoderarse
de la Victoria. A raíz de la Campaña Admirable,
Todos los españoles capturados por rendición y
aquellos sospechosos fueron encarcelados en las prisiones de la
Guaira. Bolívar le puso condiciones a Monteverde para
canjearlos pero el jefe realista no aceptó tal
proposición trayendo como consecuencia la ruptura de las
conversaciones. El Gobernador de Curazao intercedió por
los prisioneros, lo que el Gobierno Republicano no aceptó
ya que de ser liberados irían a engrosar las filas
realistas, como había sucedido anteriormente, igual
repuesta se le dio al arzobispado el 8 de febrero.

Ante de la amenaza y cercanía de los realistas a
la Guaira, su comandante Coronel Leandro Palacios, pidió
instrucciones a Bolívar, éste le dirigió el
siguiente oficio. "…Por el oficio de Ud. del 4 del actual,
que acabo de recibir me impongo de las criticas circunstancias en
que se encuentra esa plaza, con poca guarnición y un
crecido numero de presos. En consecuencias, ordeno a usted que se
pasen inmediatamente por las armas a todos los españoles
presos en esas bóvedas y en el hospital sin
excepción alguna…" La forma como se cumplió
tan tremendo mandato, lo dicen los partes oficiales, firmados por
el Coronel Palacios el 13 de febrero de 1814. "…En
obediencia a orden expresas del excelentísimo Señor
General el Libertador para que sean decapitados todos los presos
españoles y canarios reclusos en las bóvedas de
este puerto, se ha comenzado la ejecución pasándose
por las armas esta noche 100 de ellos 14 de febrero de
1814…" "…Ayer tarde fueron decapitados 150 hombres
de los españoles y canarios encarcelados en las
bóvedas de este puerto, y entre hoy y mañana lo
será el resto de ellos…" 15 de febrero de 1814.
"…Ayer tarde fueron decapitados 247 españoles y
canarios, y solo quedaban en el hospital 20 enfermos y en las
bóvedas 108 criollos…" 16 de febrero de 1814.
"…Hoy se han decapitado los españoles y canarios
que estaban enfermos en el hospital, últimos restos de los
comprendidos en el orden de su SE…." 17 de febrero de
1814.

Arismendi, Gobernador militar de Caracas, comunica el 25
de febrero que la orden fue cumplida tanto en la Guaira como en
Caracas y que el número asciende a 800 españoles y
canarios.

Paralelo a estas ejecuciones se efectuaba el intento del
Coronel Francisco Tomas Morales, segundo de Boves, de tomar la
Victoria.

Al amanecer del 12 de febrero de1814, con 3000 hombres
inicia el Coronel Morales, lugarteniente de Boves, un ataque
masivo contra la ciudad de la Victoria, Rivas su defensor soporta
la oleada de la caballería e infantería del
asturiano de una manera valiente y heroica, solo 1000 hombres le
hacen oposición a las fuerzas de Boves, después de
diez horas de acoso, los estudiantes adolescentes traídos
de Caracas, y al atardecer, los defensores estaban al borde de la
derrota, solo hacía falta un nuevo ataque enemigo para que
quedara consumado el triunfo realista, pero en la critica
situación, Campo Elías, el derrotado recientemente
en la Puerta, con 200 hombres vino en socorro de la
población y decidió el triunfo patriota.

El Coronel Francisco Tomas Morales, hubo de replegarse
maltrecho a Villa de Cura. La batalla de la Victoria con el
triunfo de las fuerzas patriotas, vino a constituir uno de los
mas gloriosos ejemplo de nuestra Historia Militar.

Después del descalabro de la Victoria en solo
trece días, Boves, reorganiza sus derrotadas unidades, y a
la cabeza de su ejército de 7000 hombres se dirige a
Caracas, pero también el Libertador Simón
Bolívar, al frente del ejército republicano
salió hacerle frente al enemigo, en efecto con 1200
hombres y 600 jinetes organizó posiciones en su hacienda
de San Mateo situada entre este pueblo y la Victoria.

El día 25 se mueve Boves de la Villa y ocupa a
Caguas y el 27 lanza el primer ataque contra el frente
republicano siendo rechazado, el primero de Marzo el Libertador
hizo ajustes a su dispositivo defensivo y tomó la
iniciativa para hacer bajar de las alturas a los llaneros, pero
estos sin la dirección de su caudillo rechazaron el
combate. Tal situación no cambió en nada hasta el
día 15 de marzo, en el cual Boves otra vez al frente de su
tropa, montó un violento ataque contra las posiciones
patriotas, el cual fue rechazado como los anteriores, es de
señalar que en este ataque de Boves contra las posiciones
de los patriotas, perdió a su noble caballo de nombre
ATINOO, era lo más querido que tenía y
después del juramento ante su caballo atacó las
posiciones patriotas con mas vigor y con un odio que le
salía de lo mas hondo de su ser.

Siguieron ligeras escaramuzas hasta el día 25, en
el cual Boves al mismo tiempo mandaba un destacamento para
envolver a los republicanos y caer sobre la retaguardia en el
depósito de municiones, atacó con tremendo
ímpetu el frente de las posiciones patriotas.

Ese día se llevó a efecto el más
rudo de los combates, parte de las posiciones de los patriotas y
el ingenio cayeron en poder de Boves, pero un vigoroso
contraataque por parte de los republicanos, permitió
recapturarlas, cuando la batalla tomaba caracteres
dramáticos, a las cinco de la tarde, el destacamento
enviado por Boves, caía por sorpresa en el depósito
de municiones y ocupaba la altura crítica en la
retaguardia republicana, fue cuando el sacrificio de Ricaurte se
consume, para impedir que los realistas se apoderen del parque de
municiones.

Boves, se replegó a las alturas, con la
intención de volver al ataque, pero tal plan no pudo
llevarse a efecto debido a que Mariño se aproximaba por el
sur con 3500 hombres.

Boves concibe el audaz plan de volverse
rápidamente sobre Mariño y batir al jefe oriental
en la Puerta, para enseguida volver al ataque contra el
Libertador. Con tal motivo durante la noche desocupa posiciones y
marcha sobre Villa de Cura, Mariño por su parte
había ultrapasado el abra de la Puerta y dejando sin
efecto el plan concebido por el asturiano.

Más acá de la Puerta en Bocachica, se
llevó a cabo el 31 de marzo la batalla del mismo nombre.
Boves al frente de 3000 hombres y Mariño, el libertador de
oriente, con 4000 hombres, combatieron durante todo el
día, Boves lanzó el ataque y al no poder destruir
el flanco derecho cambió su ataque sucesivamente sobre el
flanco izquierdo y el centro del ejército oriental. Las
violentas cargas de caballerías se estrellaron una y otra
vez contra la muralla defensiva del ejército de
Mariño, ya al final de la tarde, el jefe llanero
intentó un envolvimiento sobre el flanco derecho de los
patriotas, pero Mariño accionó sus reservas y los
realistas sufrieron un serio revés. Después de esta
derrota José Tomas Boves se retiro a valencia y luego a
Calabozo, por su parte Mariño se retiró a la
Victoria

Ignorando el Libertador, la decisión de
Mariño de seguir hacia la Victoria, ordenó al
Coronel Mariano Montilla, a que interceptase a Boves en
Magdalena, única vía de escape, mientras el
permanecía en sus posiciones para estrechar el cerco de
los realistas.

Boves en efecto se dirigió por Magdalena hacia
Valencia, sitiada por Ceballos y fue interceptado en la localidad
arriba mencionado por Montilla, quien lo derroto y
persiguió hasta Guigue, en donde se dispersó la
mayoría de su tropa y perdió la
artillería.

El 2 de Abril se presentó Boves con
500 hombres, restos de los 7000 con que iniciara su
campaña a Valencia, no encontrando a Ceballos que
había levantado el sitio de la plaza al conocer el
resultado de Bocachica, no le quedó otra salida que
retirarse a los llanos.

T e r c e r a C a m p a ñ a M i
l i t a r d e B o v es

Los antecedentes de la tercera Campaña de Boves
se encuentran en la Victoria, San Mateo, Bocachica y la heroica
defensa de Valencia por el General Rafael Urdaneta, despejando el
oscuro panorama republicano.

Después de Bocachica, el Libertador ordenó
a Mariño que siguiese a Ceballos quien una vez levantado
el sitio de Valencia, se había situado con 2500 hombres en
San Carlos: Mariño movió sus tropas con ese objeto
y Ceballos le presentó batalla en el sitio en el sitio
denominado el Arao, más allá del Tinaco.
Mariño, a pesar de las observaciones del General Urdaneta,
aceptó la batalla en un terreno que le era completamente
desfavorable y fue derrotado por los realistas.

El Libertador, que atendía al sitio de Puerto
Cabello, al saber la noticia del desastre anterior levantó
el sitio se dirigió a Valencia, asumió el comando
del Ejército y salió al encuentro de Ceballos, el
cual se había reunido a Cajigal que ostentaba el cargo de
Capitán general.

La sabana de Carabobo fueron escogidas por el Libertador
para la batalla y el 28 de mayo se libró la primera
batalla del mismo nombre, en donde fueron aniquilados los 6000
hombres de Cajigal y Ceballos por los 5000 hombres que
hábilmente conducía el
Libertador.

Ningún cuerpo organizado quedo en el occidente
del país después de Carabobo y el Libertador,
destacando un ejército al mando de Urdaneta para que
persiguiese al derrotado enemigo, estableció el sitio de
Puerto Cabello y enviaba a Mariño con 2500 hombres a
someter definitivamente los llanos.

Mientras se desarrollaban estos acontecimientos, dos
meses apenas de los tremendos desastres del centro, Boves
levantaba nuevamente un poderoso ejército de 5000 hombres
de caballería y 3000 fusileros, avanzaba desde Calabozo
con su Legión Infernal, dispuesto a vengar sus derrotas
pasadas, nadie pensó jamás que el asturiano lograra
rehacerse, en tan cortísimo tiempo había realizado
una hazaña prodigiosa, de aquí que su presencia en
el país constituyera una sorpresa para el Comando
Patriota, Mariño se situó en Villa de Cura, a la
salida del llano, mientras Boves avanzaba desde Calabozo hacia
San Juan de los Morros.

B a t a l l a d e l a P u e r t
a.

Para el 5 de junio, el ejército de Mariño
estaba organizado de la siguiente manera: 1500 infantes que
constituían los batallones "Cumana" "Aragua" y 700 jinetes
que formaban los escuadrones "Barcelona" "Maturín" y "Alto
Llano" la artillería contaba con nueve piezas de
campaña.

La organización de la caballería de Boves
no estaba sujeta a la ordenanza, cada escuadrón se
componía de los vecinos del pueblo cuyo nombre llevaba,
sin importar el numero, "Guayabal" solo tenía 200 hombres
"Tiznados" sumaba 600 hombres.

El ejército de Boves ascendía a 5000
jinetes y 3000 infantes y al mismo tiempo que avanzaba hacia el
corazón del país, el pánico se
producía en la población civil, al solo nombre de
la Legión Infernal, el terror corría como onda
eléctrica, por los Valles de Aragua y lo que hoy se llama
Carabobo y en Caracas la población emigraba en masa a solo
oír el nombre de Boves.

Ocupado San Juan, Boves escogió el mismo terreno
para la próxima batalla, en donde había aniquilado
a Campo Elías, y trasladándose a la llanura de la
Puerta, espero a Mariño. El 14 de junio supo Mariño
el avance de Boves y la ocupación de San Juan de los
Morros moviéndose con sus unidades al encuentro del
asturiano. El 15 de junio primer aniversario del Decreto de
Guerra a Muerte, se llevó a efecto la segunda batalla de
la Puerta.

Boves, había escogido hábilmente el
terreno, ya conocido por el, y colocó sus fuerzas situando
la infantería en la llanura con dos ligeros destacamentos
de caballería en ambos flancos y el resto de su poderosa
caballería detrás de las ondulaciones de la
llanura.

Mariño por su parte, ocupó la entrada de
la llanura y ocupó también las alturas del
desfiladero hacia Villa de Cura, la artillería colocadas
en las colinas de la izquierda y apoyadas en estas y en las
colinas de la derecha, situó el resto de de la
infantería, mientras que la caballería fue puesta a
la izquierda del camino.

La posición defensiva de Mariño era
excelente, porque no podía ser flanqueada; era
difícil la entrada de frente e inutilizada la
caballería enemiga por falta de campo donde
evolucionar.

Boves, entonces resolvió atraerlo a la llanura y
aniquilarlo con sus lanceros ocultos, su plan de batalla fue
conducido con ese fin.

Empeñado el combate, la infantería
realista avanzó resueltamente contra las posiciones
patriotas y las montoneras de Boves se estrellaron contra ellos
para volver dos veces consecutivas al ataque con el mismo
resultado.

Durante el desarrollo de la batalla, llegó al
campo republicano el Libertador con su Estado Mayor, la
artillería patriota hacía estragos en las filas
enemigas, Boves, ordenó a su unidad élite, los
cazadores que capturaran las posiciones de la artillería
patriota.

Habiendo fracasado el intento, las tropas realistas
comenzaron a replegarse en desorden, el Libertador, viendo la
batalla ganada, ordenó la acción de la
caballería al mismo tiempo que la infantería
desalojaba sus posiciones y bajaba a la llanura para completar la
destrucción del enemigo.

Esto era, precisamente, el momento esperado por Boves y
cuando los patriotas saboreaban laureles de triunfo tres enormes
masas de caballería realista surgieron detrás de
las colinas y desbarataron al ejército
patriota.

En esta acción final se distinguió
notablemente el Batallón Cumana, el cual rodilla en tierra
y envuelto por un bosque de lanzas enemigas, sucumbió
hasta el ultimo hombre en defensa de la patria.

A las dos de la tarde tres mil cadáveres
republicanos quedaron en el campo de batalla y en poder de Boves
miles de fusiles y nueve piezas de artillería.

Muñoz Tebar y Antonio Rafael Mendiri, secretarios
del Libertador, murieron en la batalla, el Coronel Diego
Jalón y todos los prisioneros fueron fusilados,
Bolívar, Mariño y Ribas huyeron a
Caracas.

El desastre de la Puerta fue el más serio
revés sufrido por los republicanos en la independencia y
constituye la batalla modelo de Boves. Dice Don Eduardo Blanco lo
siguiente: "… Con el ultimo disparo de la Puerta
comenzaron los funerales de la Patria…"

Partes: 1, 2, 3, 4
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter