Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Características del adolescente de educación secundaria y su proceso de crecimiento (página 2)



Partes: 1, 2

En esta etapa el adolescente se lleva grandes sorpresas,
como la aparición de la capacidad sexual, que si no se le
encauza, en la familia o en la escuela por el docente, se crea un
espacio de morbosidad.

Las grandes exigencias del instinto sexual son, para el
adolescente, motivo de seria preocupación, porque no sabe
encauzarlos correctamente. Se le presentan normas que la sociedad
impone represivamente para canalizar el instinto y defender sus
estructuras, pero que estas normas no se explican debidamente
haciéndolo entender lo natural del caso.

Este tipo de presión lo pone en crisis cuando el
educador evade tal responsabilidad, de orientar al adolescente en
orden de control del instinto sexual, conducirlo a sublimar una
energía par otra; gracias alas deportes y ejercitaciones
musculares el adolescente encuentra descanso en su
preocupación. Recupera el dominio de sus miembros,
desaparece la torpeza motriz, característica de la
pubertad.

"EI comportamiento del adolescente ante lo
biológico adquiere una variada diversidad de
manifestaciones: Los individuos que no alcanzan un desarrollo
físico normal o que poseen alguna deficiencia que suelen
retraer de las practicas deportivas y, por tanto, no experimentan
una buena integración social.

La Psicología clínica descubre con
frecuencia el caso límite de adolescentes, en particular
las del sexo femenino, que no han aceptado el propio sexo y todas
sus consecuencias. Por lo que las adolescentes no logran centrar
su vida afectiva a impulsos de sus tendencias
naturales".[3]

La percepción de las funciones sexuales se
adquiere ordinariamente en un c1ima de tensión, emotiva
que impide la perfecta estructuración de sus tendencias
afectivas. El niño que al llegar a la adolescencia
descubre su propio cuerpo y trata de satisfacer sus tendencias
naturales, debe ser educado no en la represión del
conocimiento de su filosofía, sino en la
orientación de cuanto tiene de positivo este
fenómeno. Lo peor que puede ocurrir en este aspecto de la
educación es la falta de c1aridad en las ideas y la falta
de sosiego en el enfoque de lo que debe ser la madurez
biológica. Despojar de estos valores al que hacer
educativo en destruir la base sobre la que va perfilar un tipo de
conducta que ayudara al individuo a conseguir la madurez
personal. El docente educador debe proporcionar la
orientación que precisen las necesidades del adolescente
para evitar situaciones de conflicto que suele llevar la
ignorancia en este terreno.

c) Madurez
intelectual

La etapa de la adolescencia también se desarrolla
la capacidad intelectual y es capaz de adentrarse más en
el mundo de la cultura. Durante la preadolescencia, se aclara que
el niño madura intelectualmente y comienza a analizar con
espíritu crítico todo lo que le rodea. En la
adolescencia el educando comienza a pensar por si mismo y a
dudar, a cuestionar a la autoridad intelectual que siempre
había concebido a sus padres.

El espíritu crítico es agudo cuando
comienza a darle solución a los problemas sexuales, se
entusiasma más con la conquista de la verdad.

Gracias a la capacidad de análisis que en ellos
se desarrolla, comprenden el sentido dinámico de su
existencia y del mundo cultural en que se desenvuelve. Los
sucesos históricos que hasta este periodo solo eran
comprendidos como hechos estáticos, anclados en el pasado,
son capaces de verlos en el plan dinámico que fueron
condicionados por circunstancias concretas.

De este modo el adolescente va comprendiendo que es un
ser inteligente dentro de una sociedad dinámica y comienza
a estructurar una "filosofía de la vida" y un ideal del
hombre que va a condicionar su vida profesional y en general,
todas las manifestaciones futuras de su personalidad. En su
afán por redescubrir el mundo, el individuo pasa
imperceptiblemente de la clasificación y
sistematización de los conocimientos concretos o manejar
análisis con relativa facilidad. Busca siempre la ley
general que englobe y de sentido a lo particular y trata de
armonizar todos los conocimientos que adquiere con esa especie de
filosofía de la vida que ha estructurado.

Rene Hubert afirma que: "El adolescente desea conocer
las cosas en si mismas, la mayor cantidad de cosas posibles,
todas las cosas accesibles a su entendimiento; pero
también desea que esas cosas sean tal como los desea, y en
particular que cada nuevo conocimiento arraigue fácilmente
en las adquisiciones poseídas en su totalidad satisfaga
conjuntamente todas sus
aspiraciones".[4]

Este interés del adolescente porque las cosas
sean tal como las desea, resta objetividad a su pensamiento,
puesto que, a pesar de tener la capacidad de raciocinio tan
desarrollada como los adultos, sus ideas están impregnadas
de las intensiones e ideales que el mismo se ha forjado, y por
esta causa suele confundir el plano de lo ideal con el plano de
lo real, y lo objetivo con lo subjetivo.

Solo las experiencias que adquiere a través de su
enfrentamiento con el medio social en el que trata de insertarse,
permiten al individuo razonar de acuerdo con las normas
establecidas por la sociedad. Y por ello la sociedad suele
ignorar a los adolescentes y se muestra renuente a encargarles el
desempeño de una tarea determinada, por considerarlas
incapaces de cumplir con el deber de una manera
responsable.

d) Madurez
efectiva

Una de las notas características de la
adolescencia es el descubrimiento de la intimidad del "yo"
infantil, el individuo pasará paulatinamente al "yo"
adulto a través del análisis de todas las capas de
la personalidad que deben ser conocidas en su estructura mas
intima".[5]

Gracias al descubrimiento de la intimidad se enriquece
la afectividad del individuo y se produce la inestabilidad
emotiva que se manifiesta en el adolescente, por lo que exige un
gran tacto por parte del docente si se quiere evitar
incomprensiones y reacciones desagradables e
inesperadas.

La afectividad madura a medida que se logra la
aceptación que el adolescente pide para sí, y que
es la misma que el individuo va alcanzando mediante el
enfrentamiento consigo mismo. Pero la aceptación de
sí, es fruto de una organización de facultades que
solo se consigue cuando el educando ha satisfecho la necesidad de
seguridad.

Sin embargo esa barrera emocional o conjunto de factores
individuales, familiares, escolares, profesionales, sociales,
religiosos, entre otros, que dificultan en esta etapa la plena
satisfacción de las tendencias, proporciona una enorme
inseguridad que se manifiesta con la inestabilidad de emociones,
los cambios de humor, el rubor y la vergüenza, fruto de todo
ello de un deseo de huir de la infancia, a la vez que se hace
presenta una necesidad de aspirar a niveles de mayor
madurez.

El adolescente busca una seguridad que no encuentra en
el mundo externo, perdiendo fuerza y energía para integrar
sus tendencias, ya que al huir al mundo externo se refugia en si
mismo, haciendo actos espectadores de un mundo nuevo cuajado de
actividades.

La elaboración de su riqueza afectiva, cuando se
hace bajo la guía de un educador, moldea todos los
sentimientos, sin que esto quite rigor a la exigencia de que el
educador le ofrezca una aceptación respetuosa de todo lo
que es su personalidad. Se encontrara seguro si el adulto esta
pendiente de sus inquietudes y necesidades y le ofrece los medios
para llegar a una solidez de tal sentimiento.

e) Madurez
social

La necesidad de nuevas experiencias comienzan a
manifestarse en la edad infantil, pera adquiere una
fisonomía mas definida en la amplitud de contactos humanos
y en la apertura al mundo de los adultos que se realiza
ahora.

La madurez personal en el marco de la vida social
aumentara en la medida en que la necesidad de aprobación,
comprensión y aceptación se vayan satisfaciendo de
modo claro y progresivo.

La integración social no carece de dificultades
para el adolescente. El quiere ser aceptado por la sociedad,
comenzando por la familia. Pero ocurre que en casa con frecuencia
no se le escucha; en la escuela no se le hace caso y en la
sociedad no se le respeta ni se le admite. Su deseo de libertad
encuentra el muro de la autoridad no siempre justo. El ritmo de
la vida moderna le empuja a manifestaciones que los padres no
admiten, y el adolescente se rebela contra las estructuras para
dar cauce y sentido a lo que cree mucho mejor. En este contexto
aparece la protesta que ha existido siempre y que seguirá
existiendo en los individuos que llegan a esta edad. Es esta la
etapa de los grandes ideales y de las grandes empresas que unen a
muchos adolescentes en una amistad sana y duradera.

El empuje que motiva a la adaptación social se
adentra en la necesidad de independencia. El comportamiento
autónomo se va conquistando tras una postura negativa y
que a veces adquiere formas externas que el adulto no llega a
comprender. Lo que trae como consecuencia un rompimiento con la
familia por considerarla tradicional y anticuada. El tremendismo
de ciertas posturas de los adolescentes es un modo de expresar el
deseo de autonomía e independencia que le ayudara a su
incorporación a la vida social.

El adolescente rompe con todo lo formal y que considera
una amenaza para su independencia. No se debe olvidar que la
sociedad es un producto de los adultos y que el adolescente
quiere que alguien lo escuche en esa sociedad monstruosa que
trata de aprisionarle. Quiere ser escuchado y que se le permita
hablar como habla y desahogarle sin prejuicios. La sociedad en
cambio, no desea ni tiene tiempo para escuchar a un adolescente y
por eso el educando se rebela. Trata de llamar atención
con sus atuendos y ritmos; a veces con manifestaciones delictivas
que no son raíz de nada, sino síntomas de muchas
cosas que no quieren confesar a los adultos.

La educación social del adolescente debe seguir
el cauce de sentirse aceptado tal y como es. Cierto que este
ideal lleva consigo la modificación de muchas posturas
preconcebidas y el cambio de estructuras que impiden su
realización. La que precisa el adolescente en este orden
de cosas es saber que su presencia en la sociedad debe hacerse
mediante un uso ponderado de la libertad y que ser libre es saber
elegir entre varias posibilidades. Es fácil decir al
adolescente que actué bien y evite el mal, y hasta resulta
cómodo imponer un tipo determinado de conducta, sin pensar
que eso no as educativo.

La educación en el proceso de adaptación
social es el factor que hace que el sujeto sea mas libre en su
interior par una tarea de asimilación de lo que le
ennoblecerá ante sí mismo y la sociedad.

Conclusión

Medí la tarea de investigar la
personalidad del adolescente porque me pareció interesante
y necesario y conocer sus características, situaciones
emocionales, capacidad de adaptación, de crecimiento
Psicomotriz y social también en buscar todo tipo de causas
que estabilicen el aprendizaje y mas en los contenidos
temáticos de enseñanza aprendizaje de la ciencia
sociales pero nunca nos hemos preocupado por conocer la
personalidad del adolescente quizá porque ya creemos saber
mucho de ellos y al estar frente a ellos no sabemos como
involucrarnos ante alguna actitud positiva o negativa.

Muchas veces nos enfocamos solo en
enseñar los contenidos del programa y queremos abarcarnos
a como de lugar sin importarnos si quiera a investigar cuales son
la s causas que el adolescente este atento a la s clases, se
duerma, no haga tarea, no prepare exposiciones o repruebe el
examen.

Bibliografía

1 ABERASTURY, A, Y KNOBEL, M. Las enfermedades mentales
del niño y en el adolescente. Paidos, Buenos Aires, 1972,
P.12.

2 ALLPORT, G.W. psicología de la personalidad,
Edición. Editorial Paidos. Buenos Aires. 1965.
p.62.

3 Psicología de la personalidad. OP. CIT. P.
98.

4 COHEN Y STERN, Guía para observar la conducta
del escolar. Paidos, Buenos Aires, 1964, P. 301.

5 Guía para observar la conducta del
escolar.

6 Profesora del Instituto Pedagogico Latinoamericano y
del Caribe (I.P.L.A.C.) y del Instituto Superior Pedagogico.
"E.J. Vrona". La Habana – Cuba.

 

 

 

 

Autor:

Lic. Cándido Bautista
Bautista

Alumno de la Maestría Desarrollo de
Habilidades Intelectuales

Sede Copala Gro. (Ceide) Lev
Vigotsky

[1] ABERASTURY, A, Y KNOBEL, M. Las
enfermedades mentales del niño y en el adolescente.
Paidos, Buenos Aires, 1972, P.12.

[2] ALLPORT, G.W. psicología de la
personalidad, 2ª Edición. Editorial Paidos. Buenos
Aires. 1965. p.62.

[3] Psicología de la personalidad. OP.
CIT. P. 98.

[4] COHEN Y STERN, Guía para observar
la conducta del escolar. Paidos, Buenos Aires, 1964, P.
301.

[5] Guía para observar la conducta del
escolar.

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter