Estrategias para el desarrollo de la lectura crítica de textos expositivos
Estrategias para el desarrollo de la lectura
crítica de textos expositivos en la asignatura de historia
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Estrategias para el desarrollo de la
lectura crítica de textos expositivos en la asignatura de
historia en el sexto grado de educación primaria en el
contexto indígena de la Región Montaña Alta
del Estado de Guerrero.
La historia es una ciencia que aporta conocimientos
sobre el pasado, presente y futuro de la humanidad, pero no todo
es historia, es necesario desarrollar habilidades para aceptar,
rechazar o modificar el conocimiento presentado, esto con la
finalidad de ser críticos.
Para que con ello, pueda desarrollarse (aunque no
siempre) la transformación del contexto en que cada
individuo se desenvuelve.
Los niños comprenden la historia (en las escuelas
primarias de la región montaña, quizás de la
nación) como elementos aislados, como acontecimientos
desconectados y la enseñanza que se practica contribuye
notablemente a ello (Delval, 1987).
Para el proceso de enseñanza aprendizaje es
necesario plantear estrategias, y son los cognitivistas quienes
destacan por primera vez la importancia de aprender a aprender,
aquí se originan las primeras investigaciones sobre
estrategias de aprendizaje (C. Chadwick,1997 citado por Solis,
2005).
La estrategias de aprendizaje, han sido abordadas por:
C. E. Weinstein y R. Mayer, 1986; J. I. Pozo, 1989; C. Chadwick,
1997; Nisbett y Schusmith, 1998; A. Martínez, 2000; y de
enseñanza por J. Rodríguez, 1993.
Con el término estrategias de enseñanza se
pone énfasis en el diseño, programación,
elaboración y realización de los contenidos a
aprender por vía oral o escrita, lo cual es tarea del
docente; mientras que con las estrategias de aprendizaje la
responsabilidad cae en el aprendiz.
Por lo tanto, mientras las estrategias de
enseñanza son parte del cómo enseñar, es
decir, del método; las estrategias de aprendizaje
constituyen el cómo aprender, por lo tanto son parte del
saber conocer y saber hacer. (Solís, 2005).
De esta forma podemos decir entonces que ambas son
importantes, la primera para el docente y la segunda para el
desarrollo del estudiante, poseen una relación
dialéctica, dichas estrategias no pueden convertirse en un
conjunto de recetas,
La escuela "posee un concepción empirista de la
adquisición de conocimientos según el cual el
sujeto es pasivo y está sometido a la información
exterior sin buscarla ni organizarla" (Delval, 1987), gran parte
se debe a que los docentes no saben organizar el aprendizaje y
consecuentemente los estudiantes tampoco pueden asimilarla de
forma sistemática.
Enseñar supone una intención, la de que a
través de la actividad del profesor se desarrollen los
alumnos como individuos reflexivos, preocupados por los
demás y responsables y de que adquieran unos
conocimientos, conceptos y destrezas en una serie de áreas
de materias específicas (Pluckrose, 2005: 31)
A continuación se presentan una serie de
estrategias para la enseñanza de la Historia:
Para desarrollar en los estudiantes las nociones
sociales es necesario enseñarles el fenómeno en
su conjunto (Delval, 1987), para que ellos puedan organizarlos,
se plantean por niveles:
Primer nivel: los elementos sociales aparecen aislados y
tienen rasgos perceptivos muy evidentes.
Segundo nivel: Se empiezan a construir sistemas que
organizan conjuntos de hechos.
Tercer nivel: La sociedad se concibe como sistemas
múltiples que están en interacción y lo que
sucede en uno de ellos repercute en los demás.
Lo que Plantea Delval (1987) es que El niño tiene
que organizar esos distintos conocimientos (niveles) de acuerdo
con los elementos que le suministran en la escuela y se produce
entonces una interacción entre lo próximo y lo
remoto, semejante a lo que Vigotsky (1934) analizó
respecto a la interacción entre los conceptos
espontáneos y los conceptos científicos.
Hernry Pluckrose (2002) afirma que, para que el
niño aprenda historia, el profesor debe diseñar una
serie de estrategias que contribuyan a la construcción de
conceptos cruciales como tiempo, cambio, continuidad, causa y
efecto, entre otros, elementos necesarios para la
reflexión histórica.
En su libro "Enseñanza y aprendizaje de la
historia" Pluckrose (2002) explica y sugiere posibles estrategias
para llevar a cabo en el salón de clases para que el
niño construya dichos conceptos, Visitas a
zoológicos (pp.29), secuencia (pp. 35), tiempo
histórico (pp. 37), para el tiempo (pp. 41, 44, 45 y 46),
de comprensión (pp. 53), testimonios (pp. 61), causa y
efecto (pp. 65), cada una de estas estrategias ayudaran a
desarrollar habilidades y conceptos históricos en la
escuela primaria.
Por ejemplo mediante las visitas a zoológicos
(Pluckrose, 2002: 29) los niños pequeños adquieren
información a través de un abanico de experiencias
planificadas, amplían la comprensión que cada
niño tuviera de los animales y estimulan observaciones
sobre las diferencias entre una especie y otra. La estrategia de
la secuencia (Pluckrose, 2002: 35) es para organizar y comprender
el ordenamiento de los hechos históricos.
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