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Comunicación educativa (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Durante el proceso de comunicación,
los sujetos involucrados se influyen mutuamente, es decir,
interactúan sus subjetividades a través de los
procesos de externalización e internalización.
Unido a esto, se produce una redefinición y
configuración de la subjetividad, donde la realidad llega
a través del otro.

"En la comunicación humana la
cantidad de información que se intercambia en toda
situación es enorme. En una conversación habitual
no sólo está presente lo que la persona dice con
palabras, sino también obtenemos información a
partir del tono de voz, de la expresión facial, de la
postura corporal y de la situación de contexto". (Hidalgo
& Abarca, 1999) Existen situaciones sociales donde es
imprescindible interactuar con el otro y para ello recurrimos a
temáticas acordes al momento donde se pone a prueba el
buen uso de la palabra hablada y las habilidades
lingüísticas aprendidas desde la infancia. En
ocasiones, el resultado no es el esperado porque algunos de los
participantes puede presentar: olvidos, reiteraciones o
repeticiones sobre el mismo tema, interrupciones, falta de
atención, evasivas. Además, pueden ocurrir
traslapes "superposición de las emisiones, los
participantes hablan al mismo tiempo". (Castaño, 1995) Es
de anotar, que las conversaciones están mediadas por
reglas y normas que dependen del lugar o contexto donde se
desarrollen y de la familiaridad que exista entre los
participantes. Por esta razón es importante identificar
los comportamientos verbales o no verbales de las otras personas
(con criterios de disposición- indisposición),
tener un propósito definido al entablar una
conversación (que quiero aportar y que quiero recibir) y
hacer uso de la palabra hablada.

La comunicación debe estudiarse como un proceso
multidimensional y poli funcional. En correspondencia con esta
premisa Lomov plantea la necesidad de abordarla desde tres
niveles de análisis con relación a su estructura:
un Macro nivel, un Meso nivel y un Micro nivel.

La revolución científico técnica da
lugar al surgimiento de distintos medios que favorecen el
desarrollo de la comunicación. En primer lugar aparecen
los libros, cuyo aporte se considera revolucionario si se lo
comparamos con los manuscritos, ya que permitía la
reproducción de un gran número de ediciones.
Más tarde surgieron los primeros antecedentes de los
periódicos, cartas de noticias y otros panfletos
informativos. Pero es finalmente en el siglo XVI cuando el
periódico hizo su aparición formal. Es llamativo
destacar que, desde la difusión de la imprenta,
habían transcurrido ya, 200 años.

A principios de siglo surge el cine y más tarde
la radio. La televisión, es un medio muy reciente, aunque
su difusión se da a un ritmo vertiginoso. Su desarrollo se
inició en EEUU en los años 40 y 5 años
después se había convertido ya en un medio masivo,
habiendo alcanzado su punto de saturación en los
años 60.

En la actualidad existen nuevos medios, entre los
cuales, Internet merece una especial mención ya que supone
la integración total de la información a
través de una sola vía. Posibilitando la
simultaneidad y la sobreabundancia de datos. Este fenómeno
representa una sociedad totalmente mediatizada.

El estudio de la comunicación cobra valor
científico cuando aparecen los Medios de
Comunicación Masiva. La irrupción de los Medios de
Comunicación Masiva o Medios de Comunicación Social
(MCS), inició una nueva problemática que
alentó la configuración del estudio de los MCS como
una ciencia independiente.

El objeto de esta monografía es la
comunicación educativa pero no se puede ignorar la
implicación de los medios de comunicación masiva en
el desarrollo de la educación humana. Las nuevas
tecnologías de la información se encuentran
formando parte de los medios de comunicación masiva que se
utilizan en la escuela cubana actual a partir de experiencias
aplicadas en otros países. .

LA
COMUNICACIÓN EDUCATIVA

Nuestra existencia transcurre matizada por una serie de
intercambios personales que tienen lugar en el seno de numerosos
grupos e instituciones; nuestra condición de ser social
nos hace sujeto de las relaciones interpersonales desde el
surgimiento del hombre. En este proceso la comunicación ha
evolucionado desde los sonidos onomatopéyicos, transitando
por la aparición y desarrollo del lenguaje con un apoyo
significativo de la mímica y la pantomímica hasta
recibir un gran impulso en la actualidad con el desarrollo de las
nuevas tecnologías de la información.

El proceso de comunicación permite que las
personas se relacionen, se vinculen a través de las
diferentes actividades y esferas que engloban la vida cotidiana,
resulta necesario prestarle especial atención al
cómo desarrollar habilidades que potencien esta capacidad
humana. La adquisición de la misma facilita el intercambio
de información entre los individuos de las diferentes
esferas sociales. En la actualidad no es posible abordar una
problemática sin la implicación de distintas
esferas científicas o técnicas, lo que implica que
el trabajo multidisciplinario exija de los participantes una
adecuada capacidad para comunicarse y encontrar de conjunto las
vías de abordaje a la problemática en
cuestión. En el contexto educativo la comunicación
es la herramienta fundamental que determina que se desarrollo con
éxito el proceso enseñanza aprendizaje como un
proceso de retroalimentación.

Teorías de
la Comunicación

1.1 Teorías de la comunicación en el
mundo.

 Una de las primeras dificultades que se encuentra
el estudio de la comunicación es definir los
métodos para abordar su historia que nace en el siglo XX
como perspectiva científica concreta. Antes de los
años 30 se había configurado lo que luego se
denominó el sistema de medios de comunicación,
prensa escrita, radio y cine. Se concluía que si un
miembro del público es inoculado con el mensaje, este
necesariamente provocaría los efectos
previstos.

En los años 40 y 50s., se desarrollaron otras
comprensiones cuyo objetivo se dirigió a señalar
las mediaciones sociales y psicológicas presentes en el
proceso de comunicación. En los años siguientes las
investigaciones y construcciones teóricas acentúan
las diferencias entre las ópticas norteamericanas que
sirven a intereses del sistema comunicativo y el enfoque
crítico que puntualiza las relaciones del sistema de
comunicación y las estructuras del poder.

Para el estudio presente se asumen dos métodos
tomados de las Ciencias Naturales que dividen a los
Investigadores teóricos en dos grupos. Los que afirman que
la constitución de una ciencia de la comunicación
es factible y deseable, y el de quienes aseguran que la
comunicación es un proceso social amplio y complejo que
necesita un abordaje interdisciplinario. Los primeros se
identifican con los enfoques positivistas desarrollados
principalmente en Estados Unidos y los segundos con los enfoques
críticos desarrollados en Europa.

El enfoque positivista se identifica con el
método general de las ciencias naturales, esto es, que los
fenómenos sociales al igual que los naturales, responden a
leyes universales incambiables y que el científico tiene
que adoptar una posición de plena neutralidad. Será
el científico un observador objetivo que desde fuera
analiza las causas y las leyes que rigen los fenómenos
sociales y comunicativos. Su estrategia metodológica es el
empirismo (también llamado: funcionalista,
conductista, etc.), que se ocupa del estudio sistemático
solo de aquello que es detectable y medible a través de la
objetividad que pueden dar los sentidos, diferenciándolos
de la subjetividad de los sentimientos, los principios
filosóficos o éticos y el compromiso
social.

 Los teóricos de la comunicación
identificados con esta corriente, tienden a enfatizar la utilidad
de los sistemas y fenómenos comunicativos para la
estabilidad y preservación de las sociedades actuales.
Evitan cualquier cuestionamiento sobre el papel de la
comunicación (y la educación) en la
distribución desigual del poder y el control de los grupos
sociales. Esto es imposible para un científico positivista
porque como observador imparcial, jamás será un
agente de cambio social.

 El enfoque Positivista además de imitar el
método de las ciencias naturales (el método
empírico) y de exigir neutralidad, busca estructurar leyes
incambiables y no cuestiona el papel de los Medios Masivos de
Comunicación (MMC) en la distribución desigual del
poder. 

Esta corriente de pensamiento históricamente, se
ha desarrollado en los Estados Unidos como lo señalan
algunos de sus exponentes principales como Lazarsfeld, Schramm,
Berlo, Lasswell entre otros muchos que exponen sus típicas
teorías derivadas del paradigma positivista y entienden a
la comunicación como una forma de diálogo social y
por lo tanto crean técnicas y vínculos que permiten
el entendimiento. Para lo que el hecho comunicativo es un agente
social dirigido a garantizarle la estabilidad del sistema en una
perspectiva horizontal.

 La comunicación se concibe como
diálogo social porque su origen deriva en la herencia del
interaccionismo simbólico. La comunicación primaria
es un impulso genético presente en la interrelación
humana que por razones de supervivencia conduce a los seres a
comunicarse, por esto, será el germen de la propia
relación social y lo que inicia como diálogo entre
dos, termina entre varios que se unen por distintos intereses. Es
la comunicación una pieza clave dentro de la sociedad
porque organiza a los grupos sociales

En América Latina se advierte el enfoque
positivista que sirve de base conceptual de muchos estudios como
la difusión de innovaciones o la modernización a
través del uso de la comunicación de
masas. 

El enfoque Crítico adopta una línea
radicalmente distinta a la de los teóricos positivistas.
Aquel antes de estudiar la comunicación, analiza las
características de las sociedades actuales y cuestiona las
desigualdades económicas, educativas, de control y de
poder en las sociedades contemporáneas. Al encontrar las
brechas que dividen a los seres humanos en ricos y desprotegidos,
los teóricos críticos de la comunicación se
preguntan sobre el papel que juega ésta en la
preservación de sistemas tan inadecuados e injustos como
los actuales. 

Las interrogantes planteadas por los teóricos
críticos se refieren al apoyo que prestan los medios de
comunicación y sus mensajes a la difusión de la
ideología de las elites económicas y
políticas, así como a la obstaculización del
cambio social. Cuestionan la posición empirista,
positivista e integradora que caracterizaba a la
investigación de la comunicación de masas y en
general a las ciencias sociales de la época.

Los teóricos críticos tuvieron su origen
principalmente en Europa con los marxistas y neomarxistas de la
escuela de pensamiento de Francfort, especialmente a Theodor
Adorno, Max Horkheimer y Herbert Marcuse, entre otros. El
énfasis que esta escuela pone en los medios de
comunicación como mecanismo de contención del
cambio que ha sobrevivido y se enlaza con el enfoque
"hegemónico", el hombre está en manos de una
sociedad que le manipula a su antojo. Sin embargo, desconocen el
papel de la subjetividad y anulan al hombre como portador de
cultura y de identidades múltiples que le sirven para
enfrentar la manipulación de los medios.

 La Teoría Crítica orientada a
las formas comprensivas de conocimiento, se propuso superar los
estudios positivistas de la comunicación social. Se
crearon formas metodológicas de tipo comprensivo basadas
en la autorreflexión, la consideración de la
totalidad social e histórica, la especulación y el
análisis comprensivo y lucharon contra la
sectorialización del saber. Trabajaron con procedimientos
de análisis orientados a la verificación de
teorías a través del estudio de datos de naturaleza
cualitativa. Horkheimer y Adorno, sostienen que toda ciencia
social que se reduce a mera técnica de análisis de
recogida de datos" objetivos" niega la posibilidad de verdad, por
cuanto ignora las mediaciones sociales.

 En las décadas de los 60s y 80s muchos
estudios se retomaron de Europa, se exportaron a América
Latina sin embargo, América Latina ha hecho aportaciones
importantes a nivel internacional dentro del enfoque
crítico con los planteamientos conceptuales de la Escuela
Culturalista Latinoamericana, representada por Jesús
Martín Barbero (Colombia), Néstor García
Canclini (Argentina), Guillermo Orozco y Jorge González
(México), José Marques de Melho
(Brasil).

El enfoque crítico además de estudiar a la
comunicación dentro del contexto social y el papel de la
comunicación en la desigualdad social, sus seguidores se
comprometen con el cambio social –no son neutrales-
además, cuestionan el papel de los medios en la
ideología dominante. 

En los últimos años del siglo pasado y en
parte, como consecuencia del auge de la economía
política, la semiótica o los aspectos
matemáticos de la comunicación, los planteamientos
sociológicos de la comunicación entran en crisis.
Según Moragas, la investigación comunicativa tiene
que plantearse desde una perspectiva abierta y compleja que
sólo puede satisfacerse desde un planteamiento
transdisciplinar.

 La revolución tecnológica a
principios de este siglo invalida la gran mayoría de
paradigmas, modelos, tesis, etc., planteados hasta los 90s.
Manuel Castells afirma que si el mundo está
interconectado, la comunicación, la educación, la
sociología, ya no pueden limitarse a estudiar las
estructuras territoriales, tienen que abrirse a la
investigación de las agrupaciones humanas globales. Lo que
muestra Castells es un nuevo paradigma tecnológico, con el
desarrollo de las técnicas de la información que ha
derivado de un nuevo modelo de desarrollo informacional en el
último cuarto del siglo XX.

1.2
Teorías de la comunicación en América
Latina

En los años 60 surgen en la región
diversas teorías críticas sobre
comunicación, como reacción de los
científicos sociales latinoamericanos a la
expansión de la sociología empirista y del
positivismo proveniente de los Estados Unidos los cuales
buscan…"las explicaciones últimas de la conducta social
a nivel del individuo, o a nivel de la superestructura social,
reduciendo así las ciencias sociales a un ejercicio de
trivialidades" (Nelson, s.f.). – Redefinición de la tarea
de la investigación y del papel del
investigador.

Los primeros teóricos críticos, entre los
cuales puede mencionarse a A.Pasquali, filósofo, E.Veron,
sociólogo y P.Freire, abogado, con formación
filosófica y pedagógica, rescatan dos aspectos
importantes para el desarrollo teórico de la
comunicación en la región: la dimensión
política de cualquier teoría científica y su
dimensión educativa. Esta última adquiere enorme
importancia, se tiene en cuenta el alto índice de
analfabetismo de América Latina, así como la
posibilidad de reformular el concepto mismo de
comunicación con ayuda de la pedagogía, para
ponerla al servicio de la educación.

Los principales aportes de estos autores son los
siguientes:

A.Pasquali, establece una distinción entre
información y comunicación, identifica
comunicación con diálogo, criticando el
carácter autoritario de la estructura tecnológica
de los medios de difusión que impiden la posibilidad de
retroalimentación no mecánica y reducen el
coeficiente de comunicabilidad entre emisor y
receptor.

Veron lleva a cabo el análisis ideológico
de los mensajes de los medios masivos, desenmascarando sus
intenciones.

La obra de Paulo Freire es la de mayor impacto en los
estudios críticos de comunicación en América
Latina. Sus fuentes son las teorías económicas de
la dependencia y las teorías de la liberación. Su
abordaje de la comunicación enfatiza su
significación educativa.

Freire comienza a desarrollar su concepción de
"educación liberadora" en los años 60, como
alternativa de lucha a favor de los explotados. Desarrolla un
método de alfabetización por medio del cual
enseña a "leer y a escribir" a los iletrados su historia,
su cultura, su mundo de explotación.

Para Freire comunicación y educación son
dos procesos similares, horizontales y no autoritarios. Concibe
el proceso educativo sobre la base de la comunicación
estrecha entre los participantes del diálogo entre
profesor y alumnos, los cuales establecen entre sí una
interacción que los enriquece mutuamente, al transformarse
constantemente en emisores o perceptores de los mensajes, los
cuales son compartidos para el logro de un fin
común.

Desde fines de los años 60 hasta después
de los 70, los teóricos de la región
acentúan el carácter político de los
estudios comunicacionales; analizan los factores
económicos y políticos que limitan el desarrollo
cultural y de las comunicaciones en América Latina; se
plantean un compromiso político ante el imperialismo
cultural y las transnacionales de la cultura. Se destaca en este
período la obra de A. Mattelart, quien se propone
denunciar el papel hegemónico de los medios de
difusión, y promueve se vincula la producción de
mensajes a los intereses populares es decir, "devolver la palabra
al pueblo".

A mediados de los años 70, la teoría
latinoamericana de la comunicación se había
enriquecido con los aportes de valiosos conceptos para la
elaboración de un abordaje crítico, especialmente
en aquellos aspectos vinculados a la educación que
desarrollan Freire y Pasquali; sin embargo, no puede hablarse
todavía de una concepción global del
fenómeno comunicativo que se oponga al funcionalismo
aún dominante. Esta concepción surgirá con
los trabajos de D.Prieto Castillo, quien destaca el
carácter social de la comunicación, integra una
serie de postulados teóricos, críticos para el
estudio sistemático de la comunicación en
América Latina, sintetizando los aportes de Freire,
Pasquali y Veron en lo que será el primer modelo de
comunicación alternativa a las escuelas funcionalistas y
conductistas, presentando nuevas propuestas para entender la
realidad de la región.

Es así como la naturaleza social de la
comunicación, que estuvo presente en los trabajos de Marx
al hablar de la comunicación material como base de la
comunicación espiritual, pero que fue ignorada por los
enfoques dominantes en la sociología occidental, es
rescatada en la región por este autor, que incluye como
elemento fundamental del proceso comunicativo, la
formación social, es decir, el modo de producción,
las relaciones sociales de producción en los que tiene
lugar el proceso comunicativo.

Para Prieto Castillo, al igual que para Pasquali, no
puede hablarse de comunicación a menos que receptor y
transmisor estén dotados del máximo coeficiente de
comunicabilidad en igualdad de circunstancias y exista por parte
del receptor la posibilidad de retorno, de hacer llegar de manera
no mecánica su opinión al emisor.

Destaca la existencia de dos modelos comunicacionales en
la sociedad; el dominante, donde las relaciones entre emisor y
receptor son de autoridad y el alternativo, donde se dan
relaciones de igualdad, de diálogo entre ellos.

Este autor distingue diferentes intenciones en el
emisor, que implican tipos distintos de comunicación:
mercantil, propagandística, estética y
educativa.

Tal como se apuntó antes la intención
educativa de la comunicación ha sido desarrollada por P.
Freire, y está presente cuando emisor y receptor o
perceptor, como prefiere llamarle Prieto Castillo, se transforman
dinámicamente, compartiendo mensajes y experiencias para
el logro del objetivo educativo.

En el modelo de comunicación que propone Prieto
Castillo el mensaje es lo central. El conocimiento de las
características de los mensajes es indispensable para
producir lo alternativo. La comunicación alternativa se
produce a partir de la lectura crítica de los mensajes y
de la creación de mensajes propios. El análisis de
los mensajes es una vía educativa para descubrir el
carácter autoritario de la mayoría de
ellos.

En su nuevo modelo Prieto Castillo rechaza el esquema
tradicional Emisor – Mensaje – Receptor que considera superficial
y empobrecedor del concepto de comunicación, ya que
generalmente se centra en el emisor, a quién se da la
máxima importancia como la fuente de todo el proceso.
Propone replantear el esquema para verlo desde el contexto que
crea el proceso comunicativo y determina su orientación,
para lo cual incluye los conceptos de formación social y
de marco de referencia o contexto más inmediato para
obtener una comprensión más global de los procesos
de comunicación.

Al incluir la formación social como elemento que
explica la comunicación, se refiere a la manera en que en
un determinado país se articulan las instancias
económicas, políticas e ideológicas dentro
de un modo de producción dominante y a las relaciones
sociales de él derivadas. La formación social
influye en la cultura, en los procesos comunicacionales de una
sociedad determinada, en los medios masivos y en las relaciones
grupales e interpersonales. Por lo tanto, cuando se analiza al
emisor no es posible verlo en abstracto, fuera de su contexto,
sino en situación.

El marco de referencia es lo inmediato, la vida
cotidiana donde están inmersos emisores y receptores y que
los limita y condiciona aunque no sean conscientes de
ello.

Sobre la inclusión de estos elementos en su
propuesta de esquema de comunicación afirma:

"Un proceso de comunicación no puede ser
entendido sin los conceptos de formación social y de marco
de referencia. Todos sus elementos están insertos en
ellos, sin el contexto es imposible el texto, aún cuando
este tenga algún grado de especificidad

El esquema de comunicación propuesto por este
autor incluye ocho elementos, que examinaremos brevemente a
continuación. Es importante subrayar que estos elementos
funcionan integrados en una totalidad, ya que el proceso de
comunicación no se explica por elementos aislados. El
papel de los elementos varía en función del tipo de
comunicación de que se trate.

Códigos: Son las reglas de elaboración,
interpretación y combinación de signos. Destaca el
carácter social de los códigos los cuales define
como: …"conjunto de obligaciones sociales que permiten la
comunicación en grupos y entre grupos de una determinada
formación social.

Cuando se trata de una comunicación con fines
educativos, es preciso flexibilizar los códigos, el
conjunto de obligaciones de interpretación por parte del
perceptor para que no sea un mero receptor de los mensajes del
emisor.

Emisor: Prefiere llamarlo "fase de emisión", ya
que no se trata de un momento puntual. Emitir significa ofrecer
permanentemente rasgos culturales. Se es emisor dentro de un
contexto de significados, de un horizonte cultural. En la fase de
emisión se ejerce el poder de diferentes formas:
imponiendo significados, modos de valorar y aceptar la realidad.
Sin embargo, existen espacios de autonomía relativa a las
formas dominantes.

Junto con los factores sociales y culturales que
explican la fase de emisión, están también
los psicológicos: la forma en que el emisor elabora el
mensaje depende de cómo se ve a sí mismo y a los
receptores.

Perceptor: O "fase de percepción", en lugar del
clásico receptor que implica pasividad y proviene de una
comunicación no interactiva. El trata de percibir, de
recoger la información necesaria para responder
eficazmente al propio entorno; es una extracción de
información de la realidad para orientar la propia
conducta. Esa extracción está condicionada por el
lugar social que se ocupa.

Existen distintos grados de profundidad en la
percepción de la realidad: H. Lefebrere ha estudiado la
percepción cotidiana, que se caracteriza por la
débil legibilidad del entorno", débil conciencia de
las causas, de las relaciones esenciales de un contexto social.
Sin embargo, existe la posibilidad del aprendizaje perceptual,
que permita efectuar una lectura más profunda de la
realidad la cual se expresa por ejemplo, aprendiendo a analizar
críticamente los mensajes de los medios, para descubrir
sus verdaderas intenciones.

En un mismo grupo social coexisten generalmente
tendencias perceptuales comunes junto con posibilidades de
lecturas distintas a un mismo mensaje.

Medios y recursos.

Esta concepción asegura el empleo alternativo de
los medios: se supera la transmisión unidireccional y se
promueve no sólo la posibilidad de retorno, sino su
calidad.

Mensaje. Signo o conjunto de signos capaz de significar
algo a alguien, sea en sentido referencial o
estético.

Referente. Es de lo que trata el mensaje. El grado de
referencia puede variar en distintos mensajes. Un mensaje de alta
referencialidad muestra una versión lo más cercana
posible a las relaciones esenciales en la explicación de
un objeto ó problema, mientras que el de baja
referencialidad sólo ofrece datos
superficiales.

El autor llama distorsión referencial a falsear
el tema o problema al que alude el mensaje.

Se da la parcialización referencial cuando el
mensaje presenta algunos elementos como el todo, por ejemplo,
explicar la violencia como debida al alcoholismo.

El papel que la concepción de
"Comunicación Alternativa" ha jugado en el área
sobrepasa los límites de lo comunicacional, siendo
expresión de un proyecto histórico de cambio, de
resistencia cultural y de contribución solidaria inserto
en la práctica social.

A pesar de sus aportes a la conceptualización
crítica de la comunicación, el modelo de
comunicación alternativa ha sido objeto de diversas
críticas, esta concepción mantiene una
posición reactiva, defensiva y mimética con
respecto a la propia comunicación dominante, a la que
trata de combatir.

Otra crítica es el excesivo énfasis en el
mensaje y en los productores; sus críticos pondrán
mayor énfasis en el papel del receptor y del consumo de
los mensajes.

La "Comunicación Popular" es otra teoría
de la comunicación, en pleno auge actualmente en la
región. Su origen responde a una necesidad social, cuando
aparecen en los años 60 en el área diferentes
variantes de organización participativa: "grupos de base",
"comunidades eclesiales de base", y otros especialmente en los
sectores más desposeídos: pobladores, campesinos,
mujeres; movimientos culturales, de educación popular,
etc. conformando …"una gran escuela práctica de
participación… en las que el pueblo va construyendo poco
a poco su propio espacio y creando formas solidarias,
democráticas y autogestionarias .

Ante la necesidad de materiales formativos para estos
grupos, los equipos de comunicadores comienzan a producirlos para
uso grupal. Así se inicia el desarrollo de un nuevo modelo
de comunicación educativa.

La "Comunicación Popular" pretende superar las
limitaciones de la comunicación alternativa, aunque
comparte con ella muchos principios. Se plantea una
posición activa, propositiva y no sólo reactiva
ante la comunicación dominante. Según sus
promotores presenta verdaderas alternativas de
comunicación al servicio de las causas
populares:

"Estrategias reales de comunicación y de lucha
ideológica que partan de la sensibilidad popular, de la
cultura del pueblo, de sus códigos, lenguajes y
significados. Que asuma al igual que la Educación Popular
o la Investigación Participativa- el valor de lo personal,
de lo subjetivo y lo íntimo y lo sepa desarrollar y
relacionar con lo grupal, lo colectivo y lo masivo" Algunos de
los principales impulsores de la Comunicación Popular son
Mario Kaplún, Raúl Leis, los hermanos López
Vigil, entre otros.

C.Núñez propone partir de una
concepción metodológica dialéctica que
integra diferentes dimensiones y estrategias de
intervención social para aprehender y transformar la
realidad.

M.Kaplún ha tenido una destacada labor en el
desarrollo de la Comunicación Popular, fomentando la
comunicación grupal con su método del cassette
foro, siendo precursor del movimiento en favor de la
comunicación "horizontal", democrática difundido en
toda América Latina. Ha trabajado también por el
desarrollo de la lectura crítica de los mensajes y de una
actitud crítica del lector frente a los mismos.

El método ideado por M.Kaplún es un
sistema de comunicación para la promoción
comunitaria y la educación de adultos, puesto al servicio
de las organizaciones populares. A través del intercambio
de Cassettes grabados, promueve la comunicación intra e
intergrupal y bidireccional permitiendo el establecimiento de
diálogos en cada uno de los grupos y de unos grupos con
otros a pesar de la distancia.

Al igual que otros críticos, rechaza el modelo
clásico de comunicación y sostiene:

"La comunicación o es diálogo o no es
comunicación, sino tan sólo información o
difusión. Si hoy hablamos de comunicación
participativa, dialógica, horizontal, bidireccional, etc.;
estos adjetivos que adosamos al vocablo constituyen en rigor, una
redundancia impuesta por la apropiación indebida que los
medios masivos de difusión han hecho del término
comunicación".

Mientras que en algunas experiencias de
comunicación educativa grupal los destinatarios reciben un
mensaje producido por otros y lo discuten en la
comunicación participativa que promueve M.Kaplún
los grupos se convierten en emisores, en productores de mensajes
y establecen relaciones entre sí a través de los
medios. Algunos autores llegarían a establecer una
distinción entre Semiótica y Semiología: la
primera estudiaría los signos sin dependencia especial de
la Lingüística, mientras que la segunda
utilizaría, cuando menos, modelos
cuasi-lingüísticos o
paralingüisticos.

En la actualidad sigue aún sin resolver el
problema de la extensión del objeto de estudio de la
Semiótica o Semiología pues, por un lado, existe la
posibilidad de analizar cualquier fenómeno en
términos semióticos y por el otro en no trascender
a la Lingüística.

En conclusión, la Semiótica o
Semiología ha brindado una importante contribución
a la Teoría de la Comunicación, llegando a
confundirse con ella en algunos momentos, pues los límites
de la pragmática son cada vez más
difusos.

1.3
Teorías sociológicas y psicológicas de la
Comunicación

Bajo este rubro presentamos la concepción
marxista de comunicación, los aportes de la
Sociología norteamericana, a partir de finales del siglo
XIX, la sociología europea y los estudios de corte
socio-psicológicos desarrollada principalmente en los
Estados Unidos.

1.3.1
Concepción marxista de la
comunicación

La psicología marxista se ha nutrido de las
concepciones de Marx sobre comunicación en algunos de sus
trabajos filosóficos, para desarrollar
científicamente esta temática. El concepto de
comunicación que sostiene se diferencia sustancialmente de
la interpretación del mismo por autores de otras
orientaciones.

El concepto de comunicación marxista parte de su
interpretación como una condición vital para el
desarrollo de la sociedad y de los individuos, el cual
está indisolublemente ligado a la actividad material,
productiva del hombre con sus semejantes.

En los trabajos de Marx, la comunicación tiene
una doble acepción: se maneja en un sentido amplio, como
conjunto de relaciones sociales entre los hombres, y en un
sentido más limitado, como relaciones espirituales entre
ellos.

La comunicación en sentido amplio, también
llamada comunicación material, se refiere a las relaciones
sociales que están en la base de las relaciones
espirituales condicionándolas de alguna manera.

Estas relaciones sociales no se establecen entre
individuos por sí mismos, sino entre grupos humanos:
clases sociales, profesiones, partidos políticos, etc.;
son relaciones impersonales, es decir, que aunque se dan entre
personas, las mismas interactúan en calidad de
representantes de diferentes grupos sociales. Son ejemplos de
relaciones impersonales los vínculos que se establecen
entre el obrero y el capitalista, el profesor y sus alumnos, el
jefe y los subordinados. Dichas relaciones están
determinadas socialmente, dependen de la posición que cada
uno ocupa en el sistema de relaciones sociales.

Ahora bien, para que estas relaciones sociales se
produzcan, para que se establezcan vínculos materiales,
productivos, políticos, ideológicos, etc., es
imprescindible su concreción en vínculos entre
personas concretas. Las relaciones sociales tienen su forma de
manifestación en las relaciones interpersonales,
espirituales entre ellos. Es sólo a través de las
relaciones interpersonales que pueden darse las relaciones
sociales y que la sociedad puede ejercer su influencia sobre los
individuos.

Aunque las relaciones sociales determinan en
última instancia a las relaciones interpersonales, esta
determinación no debe entenderse de modo mecanicista. Las
características personales de cada uno de los
interlocutores y los vínculos emocionales entre ellos
juegan un papel determinante en el establecimiento de la
comunicación.

Independientemente del valor implícito de los
estudios de Lomov acerca de los 3 niveles de análisis en
la estructura a los que se ha hecho referencia, concuerdo con lo
planteado por Andreieva, G. M. a este respecto cuando aborda 3
aspectos entrelazados indisolublemente. Estos son:

  • Aspecto comunicativo: que no es más
    que el intercambio de información, ideas, criterios
    entre los participantes en la comunicación.

  • Aspecto interactivo: que se refiere al
    intercambio de ayuda, cooperación en la
    comunicación, de acciones de planificación de
    la actividad.

  • Aspecto perceptivo: que está
    referido al proceso de percepción de los
    comunicadores, a cómo se perciben ambos en el proceso
    de comunicación, de lo cual dependerá la
    comprensión y la efectividad en el intercambio
    comunicativo.

Estos tres aspectos a su vez se identifican con tres
funciones fundamentales de la comunicación que
son:

  • Función informativa: que comprende
    el proceso de transmisión y recepción de la
    información, pero viéndolo como un proceso de
    interrelación. A través de ella el individuo se
    apropia de experiencia histórico-social de la
    humanidad.

  • Función afectivo-valorativa: que es
    muy importante en el marco de la estabilidad emocional de los
    sujetos y su realización personal. A través de
    esta función el hombre se forma una imagen de
    sí y de los demás.

  • Función reguladora: mediante la cual
    se logra la retroalimentación que tiene lugar en todo
    el proceso comunicativo, que sirve para que cada participante
    conozca el efecto que ocasiona su mensaje y para que pueda
    evaluarse a sí mismo.

Las formas y el contenido de la comunicación se
determinan por las funciones sociales de las personas que entran
en ella, por su posición en el sistema de las relaciones
sociales y por su pertenencia a una u otra comunidad o grupo; se
regulan por los factores relacionados con la producción,
el intercambio y el consumo, así como por las tradiciones,
normas morales, jurídicas e institucionales y servicios
sociales.

Debido a que el proceso de comunicación, es el
que permite que las personas se relacionen, se vinculen a
través de las diferentes actividades y esferas que
engloban la vida cotidiana, resulta necesario prestarle especial
atención al cómo desarrollar habilidades que
potencien esta capacidad humana.

Tendríamos que partir para ello, de cuáles
serían las condiciones, entorno a dicho proceso, que
faciliten y propicien su efectividad. En primer lugar es
necesario crear un clima psicológico favorable,
de seguridad, confianza, positividad, empatía, entre otros
factores. Es preciso orientarse en el otro comprendiéndolo
y mostrando dicha comprensión, ponerse en su lugar y
aceptarlo, mostrarse sincero, permitir una total expresión
sin ofensas ni agresividad. En esencia es estimar al otro,
respetar su derecho a expresar sus sentimientos.

Resulta imprescindible también como otro elemento
esencial de la comunicación interpersonal la capacidad y
habilidades de escucha adecuadamente desarrolladas en los
participantes del proceso comunicativo.

La posibilidad de un verdadero diálogo,
aprendizaje y cambio depende de que exista una alta capacidad de
aportar datos para afirmar lo que se piensa, con una alta
capacidad igualmente elevada para estar dispuestos a escuchar a
continuación, y llegar a modificar cualquier idea que sea
necesaria.

Conceptos de
comunicación

A continuación se presentan una serie de
concepciones acerca de la comunicación manejadas por
diferentes autores.

…S.L.Rubinstein:

…Es un intercambio de pensamientos, sentimientos
y emociones.

G.M. Andreieva.

…modo de realización de las relaciones
sociales que tienen lugar a través de los contactos
directos e indirectos de las personalidades y los grupos en el
proceso de su vida y actividad social.

  • A. Sherkovin.

…proceso de intercambio de informaciones que
contienen los resultados del reflejo de la realidad por parte de
las personas, parte inseparable del ser social y medio de
formación y funcionamiento de su conciencia individual y
social.

B.L. Lomov.

Forma específica y autónoma del activismo
del sujeto cuyo resultado es el establecimiento de relaciones con
otros hombres, los cuales revelan las acciones o influencias de
unos sobre otros.

Berelson y Steiner

…el acto que se llama comunicación,
consiste en la transmisión de información, ideas,
emociones, habilidades,etc mediante el empleo de signos y
palabras.

Osgood.

…tenemos comunicación siempre que una
fuente emisor influencia a otro, el destinatario, mediante la
transmisión de señales que pueden ser transferidas
por el canal que los liga.

Ricardo Noceda

…comunicación es el proceso por el cual un
individuo entra en cooperación mental con otro hasta que
ambos alcancen conciencia común.

AntonioPasquali

…la relación comunitaria humana que
consiste en la emisión/recepción de mensajes entre
interlocutores en estado de total reciprocidad.

lr..Beltran

…el proceso de interacción social
democrática, basada en el intercambio de signos, por el
cual los seres humanos comparten voluntariamente experiencias
bajo condiciones libres e igualitarias de acceso, diálogo
y participación.

Jesús Martín Barbero

"Comunicación es hacer posible que unos hombres
reconozcan a otros y ello en doble sentido: les reconozcan el
derecho a vivir y pensar diferente, y se reconozcan como hombres
en esa diferencia".

C. I. Hovland.

"…definir la comunicación como el proceso por
medio del cual el individuo (el comunicador) transmite
estímulos (generalmente símbolos verbales) para
modificar el comportamiento de otros individuos
(perceptor)".

Coincidimos con el profesor quien al referirse al
término lo ha definido como "el complejo proceso de
carácter social e interpersonal mediante el cual se
producen intercambios de mensajes, verbales y no verbales, y se
ejerce una influencia recíproca entre los interlocutores;
que propicia diversas interacciones racionales y emocionales
entre estos"

Estructura y
funciones de la comunicación

La psicología de orientación marxista
concibe la comunicación como un fenómeno complejo y
multifacético, en el que se distinguen tres aspectos
componentes que, a su vez, cumplen funciones diferenciadas, pero
mutuamente relacionadas:

– Proceso informativo, en el que la comunicación
cumple la función de intercambio de
información.

– Proceso de interacción, de influencia
recíproca, la comunicación cumple en este caso una
función regulativa de la conducta.

– Proceso de comprensión mutua, de
percepción interpersonal, donde intervienen las emociones
de los comunicantes y que cumple una función
afectiva.

3.1
Función informativa de la
comunicación

Durante mucho tiempo en la literatura científica
y en las interpretaciones cotidianas del término se ha
concebido la comunicación únicamente como la
transmisión de información. Esto puede explicarse
no sólo por una concepción limitada de la
comunicación, sino también por el notable papel que
juega la información en la vida social y personal,
así como por las posibilidades reales de abordar su
estudio en el plano científico.

Nuestra concepción de esta función tiene
características específicas que se señalan a
continuación (Ojalvo, ):

– Al hablar de información, ésta se
concibe no sólo como ideas, conceptos, conocimientos, sino
que incluye también los intereses, estados de
ánimo, sentimientos, actitudes que se producen entre las
personas durante la actividad conjunta.

– Se trata de un intercambio de información, es
decir, un fenómeno bidireccional y no de una mera
transmisión en una sola dirección. En este sentido
es necesario subrayar el carácter activo de cada uno de
los interlocutores de la comunicación. No se trata de
transmitir un mensaje acabado que es recibido y aceptado por el
interlocutor, como se ha interpretado a veces de modo
mecanicista, sino de un proceso común entre los
participantes en el que se va formando, precisando y
desarrollando la comunicación.

Este proceso interactivo de intercambio de
información supone que cada uno de los participantes
considere al otro no como un objeto, sino como sujeto hacia el
cual debe orientarse, teniendo en cuenta sus motivos, objetivos y
actitudes, para que el proceso de intercambio tenga lugar
realmente y no quede en un simple monólogo o
"diálogo de sordos".

Ante cada información que se transmite por el
emisor, este recibirá una nueva información como
respuesta a la suya, en un proceso de intercambio de roles entre
el emisor (fuente de la información) y el perceptor (quien
la recibe), estableciéndose así el verdadero
intercambio comunicativo.

Debe subrayarse que el hecho de transmitir una
información no garantiza que la misma sea comprendida por
el interlocutor ni aceptada por él. En este sentido es
necesario entrar a considerar el problema de la
significación del mensaje para el perceptor. Es un hecho
cotidiano que la significación de las palabras
varía de una persona a otra, en dependencia de factores de
índole social, político, cultural, experiencias
individuales, edad, etc. De aquí que sea imprescindible el
establecimiento de un código o lenguaje común entre
los interlocutores, que permita una similitud en los significados
de los términos usados y la elaboración de un
sentido común de la comunicación.

El primer requisito de toda comunicación es que
tanto el emisor como el receptor tengan un sistema de
codificación y decodificación único o
similar, en base a sus experiencias anteriores, puntos de vista,
actitudes y valores. Cuando no existe este sistema común
la comunicación no se produce. Junto al establecimiento de
un código o lenguaje común, es preciso que exista
comprensión por parte de los interlocutores de la
situación comunicativa dada por la actividad conjunta en
que ésta se presenta.

El código se ha definido como: "un conjunto de
reglas que asocian elementos de un sistema sintáctico
(señales distinguibles entre sí, de acuerdo con
leyes combinatorias internas) y elementos de un sistema
semántico (unidades culturales que se refieren a estados
de la realidad, posibles contenidos de la comunicación".
El código implica además de las diversas formas de
articulación del lenguaje, su significado; constituye un
principio regulador para la selección e integración
de los significados relevantes, las formas de su
realización y la evocación de contextos, presupone
también, una jerarquía en las formas de
comunicación, en su demarcación y criterio. Resulta
imprescindible que emisor y perceptor compartan los
códigos para llevar a cabo satisfactoriamente la
comunicación. Sólo la aceptación de un
sistema común de significados brinda la posibilidad de
comprensión mutua en el proceso comunicativo.

La coincidencia de los significados depende no
sólo de un único sistema de codificación y
decodificación de los mensajes, sino de la
comprensión de la propia situación de
comunicación, que se logra cuando se tiene en cuenta no
sólo el acto comunicativo aislado, sino la
inclusión de la comunicación en el sistema de la
actividad conjunta, donde este acto tiene lugar. Así, por
ejemplo, ante un diálogo entre jóvenes estudiantes,
es preciso conocer el código empleado
(significación que se le atribuye a las palabras, frases,
modismos, etc.) así como su propia actividad vital – su
condición de estudiantes, lo que genera motivaciones,
objetivos y actitudes determinadas, que difieren en cierta medida
de las que puedan tener jóvenes trabajadores, deportistas,
etc.

La ausencia de unidad en las significaciones de las
informaciones es una de las causas del surgimiento de
obstáculos en la comunicación: son las llamadas
"barreras" que dificultan el logro de un adecuado intercambio de
información.

En la comunicación como intercambio de
información se define la influencia psicológica de
un individuo sobre otro, con el fin de cambiar su comportamiento;
precisamente la efectividad de la comunicación se mide por
su capacidad de influencia. En la psicología
norteamericana se han desarrollado muchos estudios acerca de la
"comunicación persuasiva", los cuales han aportado
conocimientos útiles al tema. Sin embargo, en estos
estudios, cuyos resultados ha incorporado la Tecnología
Educativa, la comunicación persuasiva se concibe como un
proceso unilateral, de influencia exclusiva del Emisor sobre el
Perceptor; del profesor sobre los alumnos. Frente a esta
interpretación, nuestra posición sostiene que la
comunicación es siempre un proceso interactivo entre dos o
más sujetos, la influencia que se ejerce es mutua, por lo
que tanto el que brinda la información como el que la
recibe se modifican en el proceso.

Tal como se examinó antes, los roles de emisor y
perceptor de la información son circunstanciales, cambian
durante el proceso. El mensaje es el contenido de la
información y transita en dos direcciones, a través
de determinadas canales o medios de comunicación: el
lenguaje y la comunicación no verbal. El referente es
aquello a que alude el mensaje.

Una importancia capital en esta comprensión de la
comunicación educativa la tiene la noción de
retroalimentación.

Algunos autores identifican los términos
interacción y retroalimentación,
refiriéndose a la mayor o menor influencia mutua de los
interlocutores en el diálogo educativo.

Se han distinguido niveles de interacción o
retroalimentación, ellos son:

1er. Nivel o ausencia de interacción, se trata de
una relación física donde dos personas conversan
pero cada una de ellas está centrada en su propio mensaje,
sin interactuar ni interesarse en lo que dice el otro.
Aquí realmente no existe la comunicación
educativa.

2do. Nivel se trata de una
acción-reacción, se emiten mensajes de un polo para
influir en el otro. Aunque hay retroalimentación,
ésta se limita a determinar si el mensaje ha llegado, si
se ha logrado el propósito buscado o no, en cuyo caso el
emisor adecua su mensaje para lograr una mayor
efectividad.

3er. Nivel se expresa la retroalimentación como
interacción empática entre los participantes, cada
uno de los cuales, "se pone en el lugar del otro", se compromete
afectivamente con el otro.

4to. Nivel se identifica como la interacción
plena, la máxima retroalimentación, en la cual
tiene lugar la asunción recíproca de roles: "El
objetivo de la interacción, en este caso, es obtener una
perfecta combinación de sí mismo con el otro, con
una capacidad para predecir y conducirse de acuerdo con las
mutuas necesidades.

Resulta interesante reflexionar acerca de estos cuatro
niveles de la retroalimentación, dado que es frecuente el
uso limitado que se hace del término sólo para que
el docente compruebe si su mensaje ha llegado o no al alumno.
Tanto este análisis de niveles más profundos de la
retroalimentación, como la comprensión cabal de la
comunicación educativa que sostiene la psicología
de orientación marxista donde se integran las funciones de
intercambio de información, influencia mutua y
percepción y comprensión mutuas, permiten superar
esta interpretación estrecha de la noción de
retroalimentación.

Medios o canales de la comunicación

La comunicación requiere de un sistema de signos
a través de los cuales se produce la codificación y
decodificación del mensaje. Es así que, cuando el
emisor quiere transmitir una idea, estado de ánimo,
sentimiento, etc., la codifica a través de signos, en un
mensaje, el cual es decodificado por el perceptor (interpretado
según el mismo código).

El lenguaje es el sistema de signos más utilizado
para el intercambio de información. Aunque es el
más universal no es el único medio de
comunicación. Agrupados en la clasificación de:
comunicación no verbal, existen otros sistemas de signos
de amplio empleo en las relaciones interpersonales.

Comunicación verbal y no verbal están
estrechamente unidas. La comunicación humana se produce
simultáneamente en varios niveles, tanto consciente como
inconcientemente, empleando en la misma todos los sentidos,
además de las palabras. Se ha afirmado que las palabras no
representan la totalidad, ni siquiera la mitad de un mensaje,
sino tan solo el comienzo

En la comunicación el lenguaje cumple seis
funciones:

Función referencial: esta función es
fundamental en cualquier comunicación, ya que define las
relaciones entre el mensaje y el objeto al cual se refiere;
consiste en la posibilidad que tiene el lenguaje de referirse al
mundo de los objetos y a sus relaciones.

Función emotiva: está presente en todo
acto comunicativo, se trata de la expresión de lo personal
en la comunicación. En cualquier diálogo, el que
habla, además de emitir un mensaje con determinado
referente, da información sobre sí mismo y sobre su
relación con el referente y con el mensaje, a
través del lenguaje o de gestos, expresiones del rostro,
posturas, tono de voz y otras formas de comunicación no
verbal.

Función comunicativa: esta función permite
al emisor, a través de su mensaje, obtener una respuesta
del perceptor; se enfatiza la relación entre el mensaje y
quién lo escucha. Para que la función comunicativa
se produzca es necesario apelar a la inteligencia, a la
afectividad o a ambos aspectos de la personalidad del perceptor,
quién deberá reaccionar ante el mensaje emitido.
Existen numerosos estudios donde se indaga la efectividad
comunicativa de los mensajes racionales o emotivos, en
dependencia del tipo de persona a quién va dirigido y del
referente del mensaje.

La función comunicativa prevalece en los mensajes
didácticos y publicitarios. En los primeros se dan
instrucciones para realizar alguna acción basándose
en la inteligencia del perceptor, mientras que en los mensajes
publicitarios se apela principalmente a la afectividad para
influir en la audiencia.

Función poética o estética: En esta
función el mensaje deja de ser mero instrumento de la
comunicación para convertirse en su objeto; es la
relación del mensaje consigo mismo, la relación
interna entre sus elementos. En las artes el referente es el
mensaje: un cuadro, una poesía, una novela, tienen valor
estético por ellos mismos, independientemente de que
reflejen la realidad con mayor o menor objetividad.

Función fática: es la relación que
se establece entre el mensaje y el proceso comunicativo para
afirmarlo, mantenerlo o detenerlo. Se expresa en la vida social,
al permitirnos ponernos en contacto, abrir canales de
comunicación para, cuando se requiera, informarnos y
actuar juntos. En este caso es menos importante el contenido de
la comunicación que el hecho mismo de "estarse
comunicando".

Función metalingüística: Esta
función se manifiesta cuando el lenguaje se convierte en
el objeto de la comunicación, cuando se privilegia la
relación entre el mensaje y el lenguaje o código
empleado. En estudios de gramática o cuando se explican
los términos que se usan o el sentido que se le da a una
expresión, se manifiesta la función
metalingüística del lenguaje.

En la actividad docente esta función adquiere
gran importancia: al emplear términos científicos o
técnicos, debe esclarecerse su significación, de
modo que puedan ser comprendidos por los alumnos y se evite el
surgimiento de barreras en la comunicación.

La función metalingüística permite
también la autorregulación en la
comunicación, la adecuación del mensaje a las
posibilidades de la persona a la que va dirigida.

La utilización del lenguaje como medio de
intercambio de información permite que se cumpla no
sólo la función informativa sino también la
función de regulación de la conducta, que se ejerza
influencia sobre los participantes: no sólo se transmite
la información sino que los interlocutores intercambian
sus acciones, organizan la actividad común que
desarrollan, se orientan y convencen mutuamente e intentan
cambios en sus comportamientos a partir de las imágenes
interpersonales y las relaciones emocionales que han ido
conformando.

La comunicación no verbal

El estudio de la comunicación animal, en pleno
auge actualmente, ha sido de gran utilidad por la
comprensión de la comunicación humana,
especialmente de la comunicación no verbal o corporal,
pues ha permitido revalorizar las fuentes de comunicación
no orales, el papel de los sentidos, de los patrones
comportamentales y ritualizaciones de animales y hombres en la
cooperación social. Ha ampliado la conciencia del espectro
de señales con que se comunican animales y
hombres.

Muchas veces no se es consciente de que se está
enviando y recibiendo información a través de la
comunicación no verbal, sin embargo, su papel es
fundamental para la comprensión mutua, de ahí la
importancia de que los docentes tomen conciencia de su
funcionamiento en las relaciones interpersonales con sus alumnos,
de modo que la comunicación no verbal apoye el mensaje
verbal y lo haga más efectivo. A. Mehraban
determinó con sus investigaciones que el noventa y tres
por ciento del impacto de un mensaje depende de la
comunicación no verbal.

La comunicación no verbal se utiliza en mayor
medida para la expresión de las emociones y actitudes,
para la autopresentación y exhibición del yo,
asociándose con la comunicación verbal.

Los comportamientos no verbales se adquieren por
imitación, pero, dada su función social e
interactiva se han convertido en un importante campo de
entrenamiento educacional, para aumentar la competencia
expresiva, mejorar la comunicación, elevar la urbanidad,
entre otros.

En cualquier profesión que implique el desarrollo
de las relaciones interpersonales resulta esencial el buen manejo
de la comunicación no verbal, por ejemplo en las acciones
para lograr influencia, persuasión, consenso.

La comunicación no verbal adquiere una gran
importancia en el proceso docente-educativo. Desde el primer
día de clases y aún sin pronunciar una palabra,
como señala P.Alvarado, el profesor ya se está
comunicando con sus alumnos: … "por su manera de vestir, su
postura, sus expresiones faciales, puede parecer aburrido o
interesado, tenso o relajado, deprimido o entusiasta".

"El comportamiento no verbal de un profesor puede crear
un ambiente dispuesto para la reciprocidad -abierta o cerrada,
positiva o negativa- que puede influir para aumentar o disminuir
el deseo del estudiante por aprender".

Una muestra de la importancia de la comunicación
no verbal en el proceso docente es, por ejemplo, la
información que por la vía del tono de la voz y la
postura envían de forma cotidiana los docentes a sus
alumnos: Tanto el tono de voz como la postura asumida por el
maestro frente a su clase revelan sus actitudes ante la materia
de estudio, su interés o desinterés por la misma,
transmitiéndolos de forma inconsciente a sus
alumnos.

Existen expresiones primarias de comunicación no
verbal comunes en todas las culturas, como los gritos de dolor,
el llanto de pena, el temblor y la palidez por el miedo, la risa
y la sonrisa como expresiones de alegría y felicidad. Sin
embargo, la influencia de la cultura y condiciones
socio-históricas marcan definitivamente las
manifestaciones no verbales, diferenciándolas y
caracterizándolas. En diferentes culturas se imponen
restricciones a sus manifestaciones abiertas. En nuestra
sociedad, por ejemplo, se reprime en los varones las
manifestaciones de dolor, pena, debilidad física y temor,
cuando se enseña a los niños, desde muy
pequeños que "los hombres no lloran".

Un investigador de esta temática, Argyle, ha
señalado que la comunicación no verbal es
útil en tres sentidos diferentes:

– para manejar una situación social
inmediata

– para servir de apoyo a la comunicación
verbal

– para sustituir a la comunicación
verbal.

Mediante el empleo de los sistemas de signos no
verbales, aumenta la comunicación significativa pues es
más factible el descubrimiento de las intenciones de los
interlocutores, sus propósitos en la
conversación.

La comunicación no verbal ejerce una
función llamada de "fascinación" es decir,
disminuye las resistencias a la aceptación del mensaje,
aumenta su poder persuasivo.

Funciones de la comunicación no verbal
son:

– Emblema: son generalmente gestos o posturas que pueden
traducirse fácilmente en palabras porque han adquirido un
sentido común para todos los miembros de un grupo social o
nación: por ejemplo, amenazar con el puño, pedir
silencio, sonreír, fruncir el ceño, gestos
obscenos, etc.

– Ilustradores o reforzadores: son gestos que forman
parte del habla y sirven para dar énfasis a lo que se
dice, ilustrar tamaños, formas de los objetos de los que
se habla. Son muy frecuentes los movimientos de cabeza,
asintiendo o negando, gesticulación con las manos,
etc.

– Manifestaciones de afecto: son gestos o expresiones
que indican emoción y que pueden ser mucho más
evidentes para el interlocutor que la comunicación
verbal.

– Reguladores: su función es ayudar a que una
conversación transcurra normalmente, se clarifiquen los
términos, pueda terminarse de hablar.

Por su intermedio, se marca el inicio y fin de un
diálogo, permite pedir, retener o renunciar al uso de la
palabra. Comprende también la retórica del saludo y
los rituales de despedida.

Por ejemplo, ante determinada información, la
expresión del perceptor le indica al emisor que debe ser
más explícito pues no se ha comprendido su mensaje;
un gesto de impaciencia del interlocutor significa que no debe
insistir más en el tema, etc.

– Adaptadores: son actos relacionados con necesidades de
tipo corporal como: rascarse, cambiar de postura, etc.

Por lo visto hasta aquí, las funciones de la
comunicación no verbal son muy diversas. No sería
posible comprender el proceso de comunicación si no se
tuviera en cuenta la comunicación no verbal. G.M.Andreieva
analiza cuatro sistemas de signos específicos en las
relaciones interpersonales, estos son:

– La motricidad del cuerpo o de alguna de sus partes:
gestos con las manos, rostro (mímica) y del cuerpo
(pantomima), posturas, poses.

– El sistema paralingüístico y
extralingüístico: calidad de la voz, tono, pausas,
llanto, risa, el ritmo del lenguaje, carraspeo.

La organización espacial y temporal de los
participantes en la comunicación.

– La comunicación visual.

Veamos a continuación la influencia que ejerce en
la comunicación interpersonal cada uno de los sistemas de
signos no verbales.

– La motricidad del cuerpo o de alguna de sus
partes:

Gestos de las manos, de la cara o posturas de todo el
cuerpo reflejan las reacciones emocionales del hombre y brindan
una información adicional a la comunicación verbal
de considerable interés.

Por ejemplo, los gestos con las manos pueden indicar una
activación emocional general del individuo o bien un
estado emocional concreto como la ira, miedo, etc. Estos gestos
pueden estar coordinados con lo que se dice, para ilustrarlo e
incluso sustituir al lenguaje.

Los movimientos de cabeza juegan un papel significativo
con respecto a la palabra; se ha comprobado que el movimiento de
cabeza tiene cierto poder de atracción sobre el emisor: al
observarlo, éste tiende a dirigirse a esa persona, ya que
percibe que está de acuerdo con lo que se está
diciendo. El movimiento de cabeza también ayuda a la
fluidez de la conversación, porque parece autorizar al que
habla para que continúe.

La expresión facial como medio de
comunicación que sirve de apoyo a la conversación y
brinda retroalimentación, ha sido muy estudiada. La
literatura refiere la existencia de más de veinte mil
descripciones de las expresiones del rostro, que son
combinaciones de expresiones de tres zonas del rostro: ojos y
frente, nariz y zona nasal, boca y barbilla.

A partir de la mímica se expresan emociones
básicas como la alegría, ira, sorpresa, odio,
terror y tristeza.

Las posturas y posiciones que asumen los participantes
en la comunicación son también un importante medio
de comunicación no verbal. Por ejemplo, la
inclinación hacia adelante en contraste con el hecho de
permanecer recostado hacia atrás mientras el emisor habla,
es una muestra de interés en el interlocutor. Se han hecho
estudios de las posturas en relación con el status del
comunicador y del perceptor, así, por ejemplo, se refiere
que sentarse de lado o en posiciones relajadas se asocia con un
emisor de más bajo status, mientras que ante personas de
más alto nivel el interlocutor se muestra más tenso
y rígido en su postura.

Se ha evidenciado también que las interrupciones
a los demás son más frecuentes cuando se tiene
más alto status que en caso contrario.

La postura de los participantes en la
comunicación varía con su estado emocional y esta
situación es más difícil de controlarse por
el sujeto que la expresión facial, de ahí que la
postura se convierta en un excelente medio de información
acerca del estado emocional del interlocutor.

El Dr.Scheflen distingue tres grupos de posturas que
pueden adoptarse en las relaciones interpersonales: inclusiva –
no inclusiva, de orientación frente a frente o paralela y
de congruencia-incongruencia.

La primera se refiere a la manera en que los miembros de
un grupo se incluyen o no en el mismo.

La disposición frente a frente es típica
en las relaciones maestro-alumno, sin embargo, es frecuente
encontrar a docentes que no se dirigen a sus alumnos, sino al
pizarrón o al vacío, mostrando su incapacidad para
comunicarse con ellos.

Por último Scheflen se refiere a la congruencia –
incongruencia de la postura, indicando la capacidad de los
miembros de un grupo para imitarse unos a otros.

El sistema paralingüístico y
extralingüístico

Sus elementos como la voz, tono, timbre,, las pausas,
ritmo del habla, el llanto, la risa, cumplen la función de
"fascinación", pues complementan la información
verbal creando un "fondo" complementario que le da más
fuerza y debilita las resistencias que pudieran presentarse a la
comprensión del mensaje.

En la vida cotidiana se tiene la experiencia de como se
interpretan de forma muy distinta las mismas palabras dichas en
un tono amigable o irónico.

Diferentes investigaciones han mostrado que resulta
más difícil y menos frecuente expresar de forma
verbal los afectos negativos que los positivos. Por esto las
reacciones negativas ante cualquier información no se
manifiestan tanto de forma explícita, por medio del
lenguaje, sino mediante inflexiones de la voz o expresiones
faciales, etc. De aquí la importancia de aprender a
descifrar, a decodificar estas formas de comunicación no
verbal, así como a utilizarlas adecuadamente para hacer
más persuasiva la comunicación.

La organización espacial y temporal de los
participantes en la comunicación.

El espacio y el tiempo adquieren un valor
semántico en las situaciones de comunicación. La
disposición cara a cara de los interlocutores favorece el
contacto, es una manifestación de atención al
emisor y de éste al perceptor. Por lo contrario, alejarse,
dar la espalda, son muestras de desatención que dificultan
la comunicación.

La distancia que una persona mantiene con respecto a
otra depende de su medio cultural, sexo, preferencia,
etc.

Argyle señala la proximidad entre los
interlocutores como un importante medio de comunicación no
verbal. Se han estudiado las diferencias de significación
de la proximidad en diferentes culturas; por ejemplo, los
latinoamericanos y los árabes tienden más a la
proximidad durante sus relaciones interpersonales que suecos,
escoceses o ingleses. Existe una relación directa entre
agrado y proximidad: nos acercamos más a quienes
más nos agradan. Por otra parte, las personas inadaptadas
tienden a mantenerse alejadas de los demás.

Los cambios que se producen en la distancia entre las
personas durante su comunicación son indicadores del deseo
de iniciar o terminar un encuentro.

Hall estudia la significación comunicativa de
distintos tipos de distancia entre los participantes en una
relación interpersonal:

– Distancia íntima: expresa máxima
afinidad afectiva, mayor intensidad del
vínculo.

– Distancia personal: propia de relaciones de amistad y
de interacción conversacional.

– Distancia social: presente en las relaciones
profesionales de forma generalizada.

– Distancia pública: se expresa en situaciones
oficiales, de posicionamiento de la autoridad.

Estas distancias tienen valores diferentes, en
dependencia de diversos factores: personales (edad, sexo,
posición en el grupo); de factores interpersonales
(atracción, rechazo), situacionales y de contexto,
culturales.

Las diversas concepciones y utilización del
espacio en las instituciones educativas ha dado lugar al
desarrollo de la noción de espacio educativo.

El espacio educativo tiene considerable importancia en
el proceso docente, facilitando o obstaculizando la
comunicación y el aprendizaje.

La concepción de cómo deben ser los
espacios educativos y su utilización ha ido cambiando
progresivamente, desde espacios preestablecidos, donde objetos y
personas tienen posiciones estáticas (el maestro, al
centro, en una posición mas elevada, los alumnos de frente
al docente y dando la espalda a sus compañeros) a otras
más flexibles y dinámicas, que les permiten mayor
libertad e interacción.

El espacio educativo es tanto el instrumento, como el
marco de referencia del proceso docente, por lo tanto, se ha
recomendado que en el diseño de estos espacios se tenga en
cuenta la modalidad educativa que se utilice, la
tecnología y metodología a emplear, así como
mobiliarios, equipos y materiales pedagógicos requeridos,
ya que:

"La adecuación de estos factores y el orden que
se dé a los objetos físicos y a las personas dentro
del espacio, podían incrementar o entorpecer: la
comprensión de la información, el acceso y la
utilización de materiales, el desplazamiento de los
usuarios, y las relaciones de comunicación entre los
individuos que participan en estos procesos".

La posición que los alumnos ocupan en el aula es
un indicador de su actitud ante la materia y el proceso
educativo: generalmente los que se sientan delante se muestran
interesados y participan activamente, mientras que los que ocupan
los últimos asientos manifiestan de esta forma su
desinterés e intenciones de "pasar
inadvertidos".

Igual que con el espacio, con el tiempo se elaboran
normas en diferentes culturas que se constituyen en medios de
comunicación: la puntualidad, las tardanzas y el margen de
tolerancia hacia ellas enriquecen el contenido semántico
de la comunicación: cuanto está dispuesto a esperar
un joven por su novia, puede ser una muestra de la magnitud de su
amor hacia ella; cómo se interpreta llegar tarde a una
importante reunión de trabajo; las normas de puntualidad e
impuntualidades que rigen en el mundo diplomático, son
informaciones asociadas al tiempo y su empleo por los
participantes en la comunicación.

La utilización del tiempo o cronémica
afecta la relación entre profesor y alumnos, sus
percepciones mutuas: si el docente es puntual o impuntual
despertará actitudes de aceptación o rechazo. La
duración de los temas indica el valor e importancia que el
maestro les concede. Su aprovechamiento del tiempo, su
impaciencia por marcharse, también brindan determinadas
informaciones y despiertan actitudes dadas en los estudiantes.
Del mismo modo, las tardanzas, ausencias, mal aprovechamiento del
tiempo y la prisa por salir de clases, son elementos que el
docente ha de tener en cuenta para conocer mejor a sus
educandos.

Comunicación visual

Durante mucho tiempo se consideró que el contacto
visual se limitaba a la comunicación íntima en la
pareja. Sin embargo, en la actualidad, los signos de
comunicación que se expresan a través de los
movimientos oculares se incluyen en diversas situaciones de
comunicación, como las de jefe-subordinados,
maestro-alumnos, entre amigos, etc. Mirar al que habla indica
interés en su mensaje; del mismo modo, cuando el emisor
mira al perceptor al hablar, muestra su interés por
él. Se tiende a mirar más a las personas que nos
agradan, aunque la mirada fija a desconocidos se ha interpretado
como desafío o amenaza. Como los demás medios de
comunicación no verbal, la significación del
contacto visual varía en función del medio social y
cultural.

El contacto visual en el aula es un indicador de la
distancia psicológica entre el docente y sus
alumnos.

Wolfang estudió la conducta no verbal de los
maestros en el aula y encontró que los docentes que
mostraban atención a los estudiantes, manteniendo contacto
visual con ellos, así como que pasaban más tiempo
frente al grupo que detrás del escritorio o ante el
pizarrón, fueron los que obtuvieron un mayor rendimiento
de los estudiantes, a diferencia de los maestros que no
ejecutaban este tipo de comportamiento.

Además de las formas de comunicación no
verbal o corporal analizadas hasta aquí, García
Carrasco incluye otras más, de no menor importancia que
las anteriores:

– Señales físicas y químicas: se le
concede valor de signo a la forma corporal, color de la piel,
altura o peso corporal, masa muscular, longitud, color del
cabello, olores, sonidos corporales no
vocálicos.

A partir de los años 70 se investiga la
concordancia subjetiva o intersubjetiva entre los aspectos
externos de los sujetos y las percepciones, comportamientos y
actitudes que los mismos provocan.

El primer contacto con una persona brinda cuatro bloques
de información: características físicas o
corporales -que resultan ser determinantes al producir
impresiones globales de atractivo-no atractivo; comportamientos
reales, comportamientos supuestos y rasgos de personalidad o
estimaciones globales inferidas.

La importancia de la "primera impresión" en las
relaciones interpersonales es notable, tal como se verá
más adelante.

– Conducta táctil: Por intermedio de variadas
conductas táctiles tales como: palmear, abofetear,
golpear, pellizcar, acariciar, sacudir, besar, lamer, sostener,
guiar, abrazar, enlazar, apoyar, etc., se marcan y expresan
contextos de comunicación diferentes, en el ámbito
profesional, social ó de las relaciones interpersonales de
amistad, amor y sexualidad.

– Elementos artificiales asociados a la corporeidad:
pelucas, espejuelos, indumentaria, adornos, cosméticos,
entre otros, devienen en medios no-verbales de
comunicación.

– Elementos y marcos en el entorno que afectan a la
comunicación: mobiliario, iluminación,
distribución, sonorización y señales
acústicas, también contribuyen a brindar
determinadas informaciones que complementan o sustituyen el uso
de las palabras con fines comunicativos.

A través del lenguaje y de otros sistemas de
signos no verbales, se establecen códigos para la
comunicación. El éxito de la misma depende de que
estos códigos sean comprendidos por todos los
participantes en la comunicación. Es necesario, por tanto,
insistir en la importancia de profundizar en el conocimiento de
estos códigos. Es preciso tener en cuenta que en la
comunicación no basta considerar sólo la
información que se transmite, sino tener en cuenta lo que
se ha llamado "información semánticamente
significativa", es decir, no la que parte del emisor, sino
aquella que "llega" al perceptor la que "funciona", la que
influye en el comportamiento del perceptor, la que tiene sentido
para él.

Todos los sistemas de signos no verbales multiplican el
sentido de la información, (cuando está presente la
comprensión de esos signos) y permiten conocer las
intenciones de los participantes, por lo que enriquecen la
comunicación verbal, pudiendo incluso sustituirla
exitosamente en determinadas circunstancias.

3.2
Función regulativa de la
comunicación

Al estudiar la comunicación en su función
informativa se le describió como el intercambio de la
información entre los interlocutores. Por su parte, la
función regulativa de la comunicación destaca la
interacción, el intercambio de acciones entre ellos y la
influencia que ejerce uno sobre otro en la organización de
su actividad conjunta.

Existe un vínculo estrecho entre
interacción y comunicación, al extremo que muchos
autores los identifican. En nuestro caso se concibe la
interacción como un aspecto o función de la
comunicación entendida en su sentido más amplio. La
interacción puede entonces, definirse como la
organización de la actividad común, la
organización de las acciones que permiten al grupo
realizar cierta actividad conjunta entre todos sus
miembros.

El estudio de la interacción en la
psicología marxista parte del análisis de la
actividad social, de las relaciones sociales que se establecen
entre los hombres en un sistema social dado, para de ahí
pasar al estudio de las acciones individuales, específicas
que se derivan de las primeras.

El logro de un verdadero intercambio de acciones y la
influencia mutua sólo se logra cuando existe en los
miembros del grupo la comprensión única de la
situación en que se da la interacción, y el
conocimiento y aceptación mutuos, sobre la base de la
comprensión de sus intenciones, motivos y actitudes. En
este sentido se habla de la función afectiva de la
comunicación que se verá más adelante,
poniéndose en claro que la comprensión mutua de los
participantes de la interacción determina la estrategia y
táctica a seguir en la actividad común y participa
decididamente en la toma de decisiones del grupo.

Una de las formas más actuales en la que se
expresa la función regulativa de la comunicación en
el terreno educativo es la llamada "negociación" que tiene
lugar entre el profesor y sus alumnos al comenzar un curso
escolar para establecer determinadas normas de trabajo, derechos
y deberes de ambas partes y que permite el "encuadre" del proceso
docente y la creación de contratos
pedagógicos.

Tipos de interacciones

Todas las variadas formas de interacción entre
los hombres en el proceso de comunicación pueden
clasificarse en dos tipos fundamentales: las que favorecen la
actividad conjunta, llamadas de cooperación, (acuerdo,
adaptación, asociación) y las que entorpecen la
actividad conjunta, (de competencia, desacuerdo,
oposición, disociación).

Aunque se ha acostumbrado a ver las relaciones de
cooperación como "positivas" y las de competencia como
"negativas", resulta imprescindible profundizar más en su
estudio y comprensión del papel que juegan en la
comunicación. Desacuerdo y oposición pueden ser
favorables en determinadas circunstancias. Las relaciones de
conflicto ocupan cada vez más la atención de los
investigadores, no sólo por su valor teórico, sino
por sus implicaciones prácticas en el sentido de
cómo tratar el conflicto cuando ya está presente,
cómo prevenir su surgimiento, atenuarlo, etc.

Tanto las relaciones de cooperación como las de
competencia deben examinarse en el contexto de la actividad
social y no fuera de ella.

Además de esta clasificación
dicotómica de la interacción, existen otras que
permiten conocer mejor la naturaleza de las relaciones en el seno
de un grupo durante una actividad conjunta, por ejemplo, Bales
(2) propone clasificar las interacciones que se dan en esa
situación dentro de cuatro esferas:

– Esfera de las emociones positivas, que comprende las
relaciones de solidaridad, anulación de la tensión
y acuerdo.

– Esfera de la solución de problemas, aquí
las interacciones se expresan como: proposiciones e indicaciones,
opiniones y orientación a otros.

Partes: 1, 2, 3
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