Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Comunicación educativa (página 3)



Partes: 1, 2, 3

– Esfera del planteamiento de problemas, con
interacciones como: pedidos de información, pedir
opiniones e indicaciones.

– Esfera de las emociones negativas, se trata de
interacciones como: desacuerdo, creación de tensiones y
demostración de antagonismo.

Aunque este esquema ha sido criticado, porque atiende
sobre todo a los aspectos formales de la interacción, el
mismo ha tenido amplia difusión, demostrando ser
útil en la práctica para la comprensión de
diversos tipos de interacción que se dan en los grupos
pequeños al enfrentar una actividad conjunta.

Es importante que en el análisis de la
interacción se tenga en cuenta no sólo su forma,
sino el contenido mismo de la actividad. Esta es una tarea
realmente compleja que ha sido desestimada por la
psicología no marxista, la cual ha desarrollado muchos
estudios de interacción en la situación más
simple en que ella puede darse: en la relación de pareja,
en la llamada "interacción diádica".

Estos estudios profundizan en los aspectos formales de
las estrategias de acción de los individuos en una
situación de conflicto, pero por su simplicidad y
carácter artificial se alejan considerablemente de las
reales relaciones de interacción que se establecen entre
los individuos en su actividad cotidiana.

Un aporte más sustancial a la comprensión
de la interacción ha sido brindado por el llamado
"interaccionismo simbólico" a partir de los trabajos de
G.H.Mead y sus seguidores, quienes examinan la interacción
como punto de partida de todos los fenómenos psicosociales
tal como vimos en capítulo anterior.

La idea central de esta concepción ha sido
sintetizada del siguiente modo:

"…consiste en que la persona se forma en la
interacción con otras y el mecanismo de este proceso es el
establecimiento del control de las acciones de la persona por la
representación que sobre ella se han formado las
circundantes"

Esta es la única tendencia de la
psicología no marxista que ha destacado el verdadero papel
de la interacción en la formación de la persona y
en la determinación social de esa formación. No
obstante, este enfoque resulta limitado.

Estas limitaciones son superadas por la
concepción marxista de la interacción como
organización de la actividad conjunta, en la cual se
cumple el requisito de su estudio no de manera aislada, sino
incluida en determinada actividad común que realizan los
hombres en condiciones socio-económicas
concretas.

La actividad conjunta puede organizarse de distintas
formas, lo que da lugar a tipos variados de interacción
entre los participantes. En cada una de ellas los aportes
individuales a la realización de la actividad común
varían también.

Existen tres modelos o formas de organización de
la actividad conjunta:

– Individual: cada participante hace su parte del
trabajo común de manera independiente, por ejemplo en las
brigadas laborales donde cada uno tiene su tarea
específica.

– Sucesiva: la tarea común es cumplida
sucesivamente por cada participante, como en una cadena de
producción.

– Recíproca: la interacción de cada
participante con todos los demás es simultánea, por
ejemplo, en los equipos deportivos. De las tres formas de
organización de la actividad conjunta, la recíproca
es la que garantiza la mayor interacción entre los
participantes.

Las diversas formas de interacción entre los
hombres se dan en el marco de determinadas relaciones sociales e
interpersonales entre ellos. Estas relaciones determinan tanto el
tipo de interacción que surge en las condiciones concretas
dadas (de colaboración o competencia) como los aspectos
expresivos de las mismas: evaluaciones, actitudes, etc. que
destacan el matiz afectivo en la interacción. Es decir,
que en el proceso de interacción se expresan tanto las
relaciones sociales como las interpersonales con su carga
afectiva.

En un grupo concreto de personas, por ejemplo, en un
centro de trabajo, la interacción que se establece entre
sus miembros puede estar determinada por las relaciones
interpersonales entre ellos o subordinarse a la actividad social;
esto dependerá tanto del nivel de desarrollo del grupo
como del sistema de relaciones sociales en que el grupo existe.
Relaciones emocionales donde predominan los sentimientos
negativos pueden llevar a interacciones de antagonismo,
competencia y creación de tensiones que afectan la
actividad común. En otras circunstancias estas mismas
relaciones interpersonales pueden plegarse a la actividad social
que requiere del establecimiento de interacciones de
cooperación entre sus miembros. En tales situaciones es
frecuente que la actividad conjunta que desarrollan los miembros
del grupo influya en el mejoramiento de sus relaciones
interpersonales.

El logro de un verdadero intercambio de acciones y la
influencia mutua sólo se logra cuando existe en los
miembros del grupo la comprensión única de la
situación en que se da la interacción, y el
conocimiento y aceptación mutuos, sobre la base de la
comprensión de sus intenciones, motivos y actitudes. En
este sentido se habla de la función afectiva de la
comunicación que se verá más adelante,
poniéndose en claro que la comprensión mutua de los
participantes de la interacción determina la estrategia y
táctica a seguir en la actividad común y participa
decididamente en la toma de decisiones del grupo.

Una de las formas más actuales en la que se
expresa la función regulativa de la comunicación en
el terreno educativo es la llamada "negociación" que tiene
lugar entre el profesor y sus alumnos al comenzar un curso
escolar para establecer determinadas normas de trabajo, derechos
y deberes de ambas partes y que permite el "encuadre" del proceso
docente y la creación de contratos
pedagógicos.

Negociación y contrato
pedagógico

El diálogo pedagógico tiene
carácter asimétrico, por la naturaleza de las
funciones asumidas por cada uno de los interlocutores y por la
dimensión temporal, abierta hacia el futuro de la
situación educativa.

Un diálogo simétrico supone un progreso
paralelo de los interlocutores en el descubrimiento de un hecho o
en la elaboración de un conocimiento; el paso
simultáneo por diferentes etapas gracias al apoyo mutuo de
los participantes en la situación. Evidentemente, este no
es el caso del diálogo pedagógico. Su
carácter asimétrico es inherente a la
situación docente, donde uno de los participantes tiene
mayor status y poder que el resto. La asimetría se explica
por las siguientes razones:

– El profesor asume una función de
orientación, de guía del alumno, conoce los
objetivos a alcanzar y la significación de sus acciones,
tanto en un tiempo determinado como a lo largo de todo el
proceso.

– El docente domina la significación del conjunto
de la situación educativa y del desarrollo del
diálogo educativo. Es capaz de anticipar en el alumno las
características que desea posea el adulto, trazarse fines
y estrategias para lograrlo.

Es un hecho contradictorio que aunque el maestro adopte
formas pedagógicas progresistas, que intenten "emancipar"
al niño, ayudarle a desarrollar su autonomía, sigue
siendo el protagonista de la situación.

Aunque este hecho subraya el carácter
asimétrico del diálogo, en la propia noción
de diálogo está implícita la posibilidad de
interacción y de influencia mutua.

¿Qué posibilidades reales existen de
lograr una reducción de la asimetría en el
diálogo? El diálogo pedagógico tiene una
configuración triangular, donde interviene no sólo
el profesor y el alumno, sino también el conocimiento, por
lo tanto, de la actitud que se asuma hacia el conocimiento
dependerá en gran medida la forma que tome el
diálogo docente-discentes.

El objeto del diálogo es precisamente el
conocimiento, su finalidad es el desarrollo de la persona y el
profesor es su mediador. Cuando el maestro deja de ser fuente
única del saber y promueve en sus alumnos la
búsqueda activa del conocimiento, cambia la
situación educativa y las características
típicas del diálogo asimétrico. Puede
hablarse entonces de un diálogo constructivo.

Aplicada a la educación de adultos, la
Pedagogía del contrato supone una negociación
constante entre los interlocutores, para examinar opciones,
delimitar objetivos en cada una de las sesiones de trabajo,
partiendo del análisis de las necesidades, demandas y
expectativas para organizar juntos el proceso pedagógico.
La evaluación y retroalimentación constantes
permite el continuo perfeccionamiento del proceso
docente.

Función
afectiva de la comunicación

Tal como hemos visto antes, en el proceso de
comunicación los hombres no solamente intercambian
información, si no que organizan su actividad
común, se influyen y regulan sus acciones mutuamente.
Junto a las funciones informativas y regulativas de la
comunicación esta la función afectiva cuyo concepto
central es la comprensión mutua.

La comprensión mutua representa el aspecto
afectivo de la comunicación, determina los estados
emocionales del hombre en su relación con otros el nivel
de tensión emocional de la comunicación
interpersonal. Se refiere a la comprensión tanto
intelectual como emocional del interlocutor, que permita el
desarrollo de simpatía t amistad entre los participantes
en el proceso de comunicación. Este es el aspecto mas
complejo y profundo de la comunicación, que implica que en
el acto comunicativo se tomen en cuenta los motivos,
propósitos y actitudes del otro, comprenderlos y
aceptarlos intelectualmente, compartirlos emocionalmente
asimilarlos a al conducta propia.

La comprensión mutua es la base no solo de la
interacción entre los participantes en la actividad
conjunta, sino de profundas relaciones interpersonales de
carácter afectivo. En la misma juega un papel fundamental
las representaciones o imágenes que cada uno de los
interlocutores se forma de los otros, a este proceso se le llama
percepción interpersonal. Otro importante aspecto de la
comprensión mutua son los mecanismos a través de
los cuales esta tiene lugar.

La
comunicación interpersonal

Tradicionalmente se ha definido como una
comunicación en la cual las personas, en un encuentro cara
a cara, sostienen una relación interdependiente a
través de un intercambio recíproco de pautas
verbales y no verbales. Es de doble dirección,
próxima, y en ella los emisores y receptores intercambian
alternativamente sus roles: es el diálogo, la
interacción directa en tiempo real. Sin embargo,
también podemos decir que la comunicación
interpersonal posee otra dimensión, siempre igualmente
bidireccional, interactiva, pero ahora caracterizada por la
distancia física entre comunicantes. Es una
intercomunicación lejana en la cual no hay cara a cara y
el contacto personal requiere mediadores técnicos y
sistemas interpuestos como el teléfono, el correo postal o
electrónico u otras formas de interacción mediada
tecnológicamente. En ambas dimensiones hay un elemento
común: la interacción recíproca entre los
actores del proceso.

Características

  • Menor asimetría.

  • Mayor probabilidad de bidireccionalidad. Intercambio
    de roles comunicativos.

  • Uso del mismo canal y aproximadamente del mismo
    lenguaje.

Importancia

  • Posibilita satisfacer necesidades físicas y
    psicológicas.

  • Brinda bienestar psicológico.

  • Posibilita el trabajo conjunto.

Es una vía de solución de
conflictos

5. Barreras de la
comunicación

Varios autores coinciden en clasificar las barreras en
dos grandes grupos o niveles: las primeras, a nivel
sociológico, tienen su base en causas sociales objetivas,
por la pertenencia de los participantes a distintos grupos
sociales, lo que origina concepciones filosóficas,
ideológicas, religiosas, culturales, distintas que
provocan la falta de una concepción única de la
situación de comunicación.

Las segundas, a nivel psicológico, surgen como
consecuencia de las particularidades psicológicas de los
que se comunican (carácter, temperamento, intereses,
dominio de las habilidades comunicativas) o a causa de las
particularidades psicológicas que se han formado entre los
miembros (hostilidad, desconfianza, rivalidad) que pueden haber
surgido no sólo por la combinación de las
características personológicas de cada uno sino
también por factores circunstanciales que los han ubicado
en posiciones contradictorias o rivalizantes según la
situación en que se encuentran (guerras, lucha de
contrarios por un objeto o sujeto en la que la ganancia de uno
signifique la pérdida del otro) (Darcout, A.,
1993).

Otros autores las clasifican en: materiales,
cognoscitivas y socio-psicológicas. Las materiales se dan
cuando la comunicación es global, masiva o va dirigida, al
menos a un número considerable de personas; ocurren ante
la carencia objetiva de recursos o bienes de comunicación
y son definitorias en la transmisión de los mensajes
(medios masivos de comunicación: televisión, radio,
prensa; micrófonos, altoparlante). Pero estas barreras son
fácilmente detectables y por tanto su eliminación
no constituye un problema insoluble. Las cognoscitivas son
más complejas y se refieren al nivel de conocimientos que
tiene el que escucha sobre lo que pretendemos comunicar.
Finalmente las socio-psicológicas, son las más
difíciles de vencer y están determinadas por el
esquema referencial del sujeto; algunas ideas no resultan
válidas o se oponen directa o indirectamente a lo que
tiene aceptado el que recibe la información por lo que
estas ideas bloquean cualquier nivel comunicativo.

Rogers, C. plantea que la mayor barrera que se opone a
la intercomunicación es nuestra tendencia natural a
juzgar, evaluar, aprobar (o desaprobar) los juicios de otras
personas (Almenares, M., 1993).

La clasificación más ampliamente difundida
es la que establece:

A: Barreras físicas: Inferencias de la
comunicación que se presentan en el ambiente en que dicha
comunicación tiene lugar. Una típica barrera
física es la distracción por un tipo de ruido que
obstruye significativamente la voz del mensaje, otros pueden ser
las que median entre las personas (distancias, paredes, objetos
que dificulten el contacto visual).

  • B. Barreras semánticas: Estas surgen de
    las limitaciones en los símbolos con los que nos
    comunicamos generalmente los símbolos tienen como
    variedad escoger entre muchos, en ocasiones elegimos el
    significado equivocado y se produce la mala
    comunicación.

  • C.  Barreras personales: Son inferencias de la
    comunicación que surgen de las emociones humanas, los
    valores y los malos hábitos de escucha. Se presentan
    comúnmente en las situaciones de trabajo. Todos hemos
    experimentado la forma en que nuestros sentimientos
    personales pueden limitar nuestra comunicación con
    otras personas, estas situaciones ocurren en el trabajo,
    tanto como en nuestra vida privada.

Para hacer una definición acertada de este
fenómeno, denominaría estrategia restrictiva de la
comunicación a la forma consciente de dirigir y conducir
el acto comunicativo en sentido negativo, entorpeciendo y
obstaculizando el proceso de entendimiento mutuo y la
búsqueda de soluciones conjuntas entre las partes de la
comunicación. Estas versan sobre posiciones no
cooperativas en las que predomina la orientación en
sí mismo por encima de la tarea y del otro, y cuyos fines
se dirigen a prevalecer en la relación a toda
costa.

Hay personas egocéntricas que tienden a hablar
solo de sí mismas, por lo cual les es imposible comprender
al otro, ni siquiera le deja expresarse. Otros, por el contrario,
permanecen tan callados que se mantienen al margen de la
comunicación.

Utilizar el humorismo con demasiada frecuencia,
puede hacer que el interlocutor considere que desvaloriza lo que
él le está diciendo, generando malestar y
constituyendo una verdadera barrera comunicativa.

También actitudes de superioridad,
cargadas de mímicas y otras señales extraverbales,
impide que los participantes del proceso se sientan en igualdad
colaborativa y que puedan intercambiar en beneficio del
otro.

La prisa, la falta de atención,
de consideración, hacen que la persona preste
escaso interés para el que habla, restándole
importancia e interés a lo que expresa. Evidentemente, no
es efectivo el proceso de comunicación en ninguno de estos
casos.

Asimismo, no puedo dejar de mencionar las actitudes
rígidas como grandes barreras en la comunicación,
debido a que las opiniones propias, en este caso, serían
las únicas justas e indiscutibles, impidiendo y
obstaculizando el intercambio, la comprensión; en fin, la
interacción.

Partiendo de la idea de que no solo es importante poseer
habilidades comunicativas, sino conocer cuáles son las
barreras debido al frecuente uso que hacemos de ellas, sus
consecuencias que verdaderamente impiden lograr intercambios
positivos, desarrolladores para las personas implicadas en el
proceso; y que, además, son repetidas una y otra vez
automatizándose en nuestra conducta diaria. Por lo que, le
sugiero en este momento, que reflexione en las ideas aquí
expuestas, y que se ejercite en función de lograr ser un
buen comunicador, en beneficio suyo y de aquellos que le rodean
en su vida cotidiana

6.
Comunicación Educativa

La comunicación educativa es un área
específica de las Ciencias de la Educación que
está en plena conformación y desarrollo, su
elaboración teórico-metodológica no
está acabada. Se presentan a continuación sus
rasgos esenciales.

Al igual que al estudiar la comunicación como
ciencia, existen múltiples acepciones del término
comunicación educativa, así como
conceptualizaciones que resultan opuestas entre sí o
complementarias. Estas conceptualizaciones, que conciben la
comunicación en el aula bien como un instrumento o como un
proceso inherente al proceso educativo, tienen un estrecho
vínculo con el modelo mismo de enseñanza
aprendizaje del que se parta, tal como se vio en el
capítulo anterior.

Las concepciones más recientes de la
comunicación educativa o pedagógica, como
también se ha denominado la definen como un proceso
inseparable de la actividad docente, donde intervienen diversas
prácticas de interacción. Estas prácticas
comunicativas se expresan tanto en el aula – a través de
diferentes lenguajes: el escolar, el magisterial, el lenguaje de
los alumnos y el lenguaje de los textos, como en las
metodologías de enseñanza aprendizaje y en las
relaciones que establece la escuela con su contexto
social.

Como resultado de estas conceptualizaciones que hacen
cada vez más cercanos los conceptos de comunicación
y educación, se rechazan los modelos convencionales que
explicaban el proceso comunicativo en el aula, al resultar
insuficientes para comprender su real naturaleza.

De la misma manera que los modelos de la
comunicación en general se han ido enriqueciendo y
profundizando, en la comunicación educativa se presentan
nuevas variantes, como la que examinaremos en este
capítulo, la cual integra y vincula a todos los factores
que intervienen en el proceso docente, para comprender su
naturaleza comunicacional.

La importancia de una adecuada organización y
dirección de la comunicación educativa para el
éxito del proceso docente es abordada a partir del trabajo
de varios autores; se introducen las nociones de tarea
comunicativa y etapas de la comunicación pedagógica
para estos fines.

El capítulo concluye con una serie de
recomendaciones concretas propuestas por V. A. Kan Kalik (3),
para el desarrollo exitoso de la interacción
profesor-alumnos en el aula, las cuales hemos preferido presentar
textualmente, ya que resumen de forma clara y precisa las
principales orientaciones que sobre la temática deben
tener en cuenta maestros y profesores en su práctica
docente.

6.1 Diversas acepciones del término. La
comunicación educativa como instrumento o como esencia del
proceso de enseñanza aprendizaje

La primera cuestión a destacar es que el
término comunicación educativa no ha sido empleado
solo en relación con la educación escolarizada,
sino que tiene múltiples acepciones ligadas a diferentes
aspectos de la práctica social. Esta diversidad de usos
puede agruparse en dos principales áreas de
interés: la político-ideológica y la
pedagógica, las cuales, aunque son específicas,
tienen puntos de contacto, tal como se verá más
adelante.

6.1.1 La comunicación educativa en el
ámbito político-ideológico

El abordaje político-ideológico de la
comunicación educativa surge vinculado a prácticas
sociales que enfrentan situaciones políticas y
socio-culturales específicas y se emplea como medio o
estrategia al servicio de un fin social dado. En América
Latina la comunicación educativa con fines sociales y
político-económicos ha sido ampliamente utilizada.
Entre las variantes de aplicación del término con
esos fines, están, según T.E.Landivar las
siguientes:

1. La práctica política que utiliza la
comunicación para concientizar a las masas. Constituyen
ejemplos de estas prácticas de concientización las
estrategias comunicativas desarrolladas por líderes
sociales como V.I.Lenin, Mao-Tse-Tung y Fidel Castro, entre
otros.

2. Utilización del término en los marcos
teórico-críticos. En este sentido se destacan las
conceptualizaciones críticas de la Escuela de Frankfurt y
de la Sociología empírica. Estas corrientes del
pensamiento social condenan la manipulación de las
audiencias por los grandes medios de difusión, así
como la consolidación de modelos políticos y
económicos injustos. Proponen, en su lugar, modelos
alternativos de comunicación, tal como se examinó
en el capítulo anterior. Estos modelos de
comunicación educativa pretenden crear espacios de
participación popular, donde las comunidades
actúen, demanden e investiguen. Se aportan nuevas
categorías explicativas para la interpretación de
la realidad, se aborda la función social de los medios
masivos y de la escuela como mecanismos de reproducción
social; se subraya la desigualdad y el conflicto social,
interpretando los medios como parte del contexto dominante para
estructurar la hegemonía de la clase en el
poder.

3. Democratización política. Se refiere a
la creciente demanda de participación igualitaria de todos
los sectores y pueblos en múltiples canales expresivos,
como el reclamo del Nuevo Orden Mundial de la Comunicación
y la democratización de los medios de comunicación.
Este movimiento ha contribuido a la elaboración de
métodos y técnicas que potencian la
participación de diversos sectores en la vida social y en
sus problemáticas concretas.

4. Actualización doctrinaria. Como resultado de
los cambios experimentados por la Iglesia Católica
Latinoamericana a partir del Concilio Vaticano II, que da un
papel preponderante a las condiciones sociales en que viven los
más humildes, surge la Teología de la
Liberación que, asimilando los aportes de Freire,
desarrolla diversas formas de comunicación educativa:
propone técnicas y medios de comunicación para la
educación social, la concientización para el cambio
de estructuras y la vigencia de la justicia. A través de
los medios de comunicación se promueven múltiples
estrategias para sustentar la dignidad del hombre. Se emplean
métodos y técnicas comunicativas para la
evangelización; instituciones de origen religioso
promueven la producción teórico-metodológica
sobre el tema.

5. Prácticas espontáneas. Se refiere al
uso de distintos canales y medios de comunicación
populares, espontáneos, desarrollados por las sociedades
en su búsqueda de autonomía e identidad cultural,
tales como teatro, títeres, carteles, danzas, cantos,
cuentos. Estos recursos comunicativos, que son esencialmente
emocionales, tienen una gran utilidad para la educación y
han sido ampliamente empleados en la Educación
Popular.

6.1.2 La comunicación educativa en el
ámbito pedagógico

Desde el punto de vista pedagógico la
conceptualización de la noción de
comunicación educativa puede diferenciarse en dos
tendencias fundamentales: la comunicación educativa
instrumental y la procesal.

En la primera vertiente, la comunicación se
concibe como técnica o tecnología, instrumento
valioso para la educación pero que no constituye la
esencia de la misma. Se atiende a la funcionalidad
pedagógica, didáctica de los medios sobre la base
de un modelo exógeno de educación, presente tanto
en la Pedagogía tradicional como en la Tecnología
Educativa.

En el modelo de educación tradicional las
técnicas comunicativas contribuyen a la
instrucción, ilustran los contenidos impartidos, son un
recurso más para que el mensaje llegue al alumno y nada
más.

La Tecnología Educativa ha sido llamada
también "modelo persuasor", ya que comprende el
diseño de estrategias comunicativas, la utilización
de medios y el control del sistema de transmisión entre
docente y alumnos con vistas a obtener objetivos previamente
definidos. En esta concepción el medio tiene un papel
fundamental: el sujeto está condicionado por su medio,
reacciona a los estímulos del entorno, sobre la base de
una concepción conductista del aprendizaje.

A pesar de sus aspectos negativos, la Tecnología
Educativa ha permitido el enriquecimiento de la noción de
comunicación educativa. T.E.Landivar rescata estos aportes
referidos a la dimensión instrumental de la
comunicación, tanto en la relación directa con el
alumno, como en la educación a distancia. Destaca la
importancia que le concede esta tendencia pedagógica a los
medios y recursos comunicativos, como estrategias para el logro
de los fines educativos, en dos líneas fundamentales; el
desarrollo audiovisual, tecnológico y el desarrollo de la
comunicación grupal. En este sentido afirma
que:

"Si bien la comunicación educativa se
venía desarrollando desde otros ámbitos como los
expuestos, a partir de la Tecnología Educativa ingresa en
la escuela como una estrategia de aprendizaje. Sin dudas que se
le puede criticar el sentido persuasor y reproductor de sus
propuestas, pero también generó grandes cambios y
conformó una etapa necesaria para que las futuras
propuestas puedan ingresar al sistema educativo formal (y a otros
ámbitos y modalidades) sin mayores
resistencias".

La comunicación educativa en su enfoque procesual
está presente en aquellos modelos de educación que
identifican a los procesos comunicativos no como meros
instrumentos o estrategias del aprendizaje, sino como su esencia.
Estos modelos -que examinamos en un capítulo anterior-
centran su atención en el proceso y no únicamente
en los resultados, parten de una concepción
epistemológica basada en la interacción entre los
sujetos y el medio social como un ecosistema.

T.E.Landivar destaca en estos modelos un desarrollo
metodológico diferente a los anteriores, así como
la contextualización de la acción educativa. En
este sentido afirma que la educación es una
práctica social que se inscribe en las transformaciones
socio-políticas. Ninguna acción educativa es
neutral, sino que forma parte de determinadas concepciones
socio-políticas a partir de las cuales se desarrollan
estrategias de acción. El análisis de los procesos
es, además de tarea técnica, la comprensión
de la realidad y la obligatoriedad de tomar partido como producto
de la reflexión.

Estos modelos profundizan en las relaciones y
contradicciones entre el sujeto y el medio, para construir
conjuntamente la realidad considerada. Se trata de un enfoque
alternativo que pretende cambiar las relaciones y fines del
sistema social.

Como se evidencia en lo tratado anteriormente, la
concepción de la comunicación educativa en sentido
pedagógico no puede reducirse a un proceso de mera
transmisión de información utilizando medios
técnicos de diversa índole, las definiciones
más recientes del término destacan el papel de la
interacción, de la elaboración conjunta de
significados entre los participantes como característica
esencial del proceso docente.

T.E.Landivar define la comunicación educativa
como el área de conocimiento teórico-instrumental
cuyo objeto de estudio son los procesos de interacción
propios de toda relación humana, en donde se transmiten y
recrean significados. En la práctica de la
comunicación educativa, al menos uno de los actuantes
persigue una finalidad educativa, a partir de la cual se ha
apropiado de conocimientos y técnicas para la
acción y la ha organizado mínimamente.

En su interpretación de la comunicación
educativa. M.Charles Creel enfatiza, junto al proceso de
interacción y creación de significados, su
complejidad, material y simbólica, donde intervienen tanto
la determinación social, como el papel de lo individual en
la misma:

"El proceso de comunicación en el aula
está conformado por elementos de índole individual
y social, con carácter material y simbólico. Esto
lo convierte en un fenómeno complejo, donde se relacionan
diversos sujetos, constituidos como personas individuales y
sociales con el fin de expresar, crear, recrear y negociar un
conjunto de significaciones, con base en reglas previamente
establecidas en un determinado contexto educacional. En este
proceso de creación, recreación y
negociación están en juego prácticas
comunicativas de diversa índole: verbales, no verbales,
icónicas, audiovisuales, kinesícas, etc. que se
interrelacionan para constituir universos de
significación".

En la Pedagogía de la orientación marxista
el tema de la comunicación educativa tiene una gran
vigencia, identificándose bajo el rubro de
comunicación pedagógica. Entre los autores que
trabajan esta temática se destacan los aportes de V. A.
Kalik y A. A. Leontiev.

Kan Kalik destaca en su conceptualización de la
comunicación pedagógica, su papel en el proceso
docente-educativo. Así la define como: "un tipo particular
de comunicación profesional -la del profesor con sus
alumnos, tanto en el aula como fuera de ella, que tiene lugar en
el proceso de enseñanza y educación y posee
determinadas funciones pedagógicas: creación de un
clima psicológico favorable, optimización de la
actividad de estudio, de las relaciones entre docente y discentes
y en el colectivo estudiantil".

En ese mismo sentido, A. A. Leontiev define la
comunicación pedagógica óptima como: "la
comunicación del maestro (y más ampliamente del
colectivo pedagógico) con los escolares en el proceso de
enseñanza, que crea las mejores condiciones para
desarrollar la motivación de los alumnos y el
carácter creador de la actividad docente, para formar
correctamente la personalidad del escolar…, garantiza la
dirección de los procesos socio-psicológicos en el
colectivo infantil y permite utilizar al máximo en el
proceso docente las particularidades del maestro".

A modo de conclusión de este acápite
presentamos una definición de Comunicación
Educativa que integra los principales aspectos tratados en las
anteriores, la cual resultó del trabajo colectivo de un
grupo de participantes en un curso sobre la
temática:

"Es un proceso de interacción entre profesores,
estudiantes y estos entre sí y de la escuela con la
comunidad, que tiene como finalidad crear un clima
psicológico favorable, para optimizar el intercambio y
recreación de significados que contribuyan al desarrollo
de la personalidad de los participantes".

Prácticas
comunicativas en la educación

La comprensión de la educación como
proceso comunicativo ha permitido identificar tres ámbitos
comunicacionales vinculados estrechamente en la
institución escolar: la comunicación en el aula, la
comunicación en las metodologías de
enseñanza aprendizaje y la comunicación entre la
escuela y el entorno social.

En las diversas acciones comunicativas que se dan en
estos tres ámbitos se expresan no solamente intercambios
de palabras, sino las condiciones sociales y culturales concretas
de los participantes, su formación y trayectoria
académica, sus recursos materiales e institucionales, su
identidad y expectativas.

Estas prácticas comunicativas, muchas veces
contradictorias entre sí, ejercen un importante papel en
la formación de los educandos y en las relaciones que se
establecen entre los protagonistas del proceso
docente.

La comunicación en el aula esta
conformada por cuatro universos lingüísticos que
interactúan entre sí, ellos son: el lenguaje
escolar, el lenguaje magisterial, el lenguaje de los alumnos y el
lenguaje de los textos y materiales auxiliares.

El lenguaje escolar está constituido
por…"una vasta red de microlenguajes que interactúan a
diversos niveles y cuyos efectos se dejan sentir al interior del
salón de clases". Se trata tanto de los lenguajes
oficiales, contenidos en las disposiciones y normativas de las
instancias de dirección a distintos niveles, como del
llamado lenguaje material: las características
físicas de la institución escolar, el uso de los
espacios donde se lleva a cabo el proceso, lo que implica una
concepción determinada del aprendizaje y del sistema de
relaciones en la institución escolar.

Forman parte del lenguaje escolar, además, la
comunicación contenida en el currículum y en el
plan de estudios. Es a través del establecimiento de los
currículos oficiales que se establece la selección
de aquella parte del saber y la cultura que se considera
importante transmitir en cada nivel escolar, los conocimientos y
habilidades a formar en los educandos.

Lenguaje magisterial. Se ha definido como: "…
Aquel que utiliza el docente en la relación
pedagógica que establece tanto con los alumnos como con el
objeto del conocimiento. No sólo implica el uso de la
palabra, sino que también la entonación, el
lenguaje no verbal (la mirada, el uso de las manos, la
expresión de la cara, etc.). El lenguaje es el principal
instrumento del docente, ya que la enseñanza es
narración, monólogo, intercambio, discusión,
explicación, descripción, así como
transmisión de contenidos".

En la pedagogía tradicional, el uso del lenguaje
por el maestro expresa su status, superior al de los alumnos, se
trata de un lenguaje de la autoridad: es el docente quien
controla la comunicación en el aula, determina el tema,
los aspectos a debatir, preguntas, etc., establece las reglas del
comportamiento lingüístico de los alumnos, fija los
límites y las posibilidades del diálogo. A
través de todo esto crea la pauta de las relaciones con
sus alumnos.

El lenguaje de los alumnos. Este lenguaje tiene
dos formas de manifestación, en dependencia de donde
transcurre la actividad del alumno: en el salón de clases
o en el círculo de sus iguales; es en su grupo de
coetáneos donde el lenguaje de los alumnos es
espontáneo e informal, expresando su verdadera
dimensión.

Es frecuente encontrar contradicciones entre el lenguaje
de los alumnos y el contenido en el currículum oficial. En
el proceso docente los alumnos aprenden a expresar el tipo de
comportamiento lingüístico que se espera de ellos y
que puede ser muy diferente del aprendido en su grupo social. La
educación tradicional limita las posibilidades de
expresión propia de los educandos, los cuales dicen
aquello que quiere oír el maestro, responden a sus
preguntas, pero raras veces dicen lo que piensan, se expresan con
sus propias palabras. Las limitaciones en el uso del lenguaje de
los estudiantes pueden crear serios obstáculos a la
adquisición de conocimientos. El uso por el docente de
códigos desconocidos para los alumnos da lugar a barreras
que dificultan el aprendizaje.

El lenguaje de los textos. Es el lenguaje
contenido en la bibliografía utilizada en la escuela,
vinculada con los contenidos del currículum, donde se
fija, en términos generales, lo que el docente tiene que
enseñar y lo que el alumno tiene que aprender. A
través de los textos el estudiante recibe una
interpretación dada de la realidad, a partir de una
ideología implícita.

Existen diferentes perspectivas en el estudio de los
textos y su significación en el proceso docente, entre
ellas están, por ejemplo, el análisis puramente
lingüístico o ideológico de sus contenidos, el
uso de los códigos y su correspondencia con el lenguaje de
los alumnos; la relación entre el lenguaje y los
contenidos de los textos con la realidad y la vida cotidiana de
los alumnos; el uso de los textos en el proceso de
enseñanza aprendizaje, el papel de las imágenes e
ilustraciones, la interrelación que se establece entre el
docente, los alumnos, el texto y el objeto del conocimiento. Este
amplio espectro de posibilidades de profundización en la
temática permitiría esclarecer múltiples
interrogantes, que es necesario abordar
científicamente.

Los cuatro lenguajes que confluyen en el aula: el
lenguaje escolar, el magisterial, el de los alumnos y el de los
textos interactúan juntos, influyéndose mutuamente,
dando lugar a su transformación y adquisición de
nuevas funciones y significados.

Tarea comunicativa y etapas de la
comunicación pedagógica

El tratamiento que hace V.A. Kan-Kalik de la
noción de tarea comunicativa y etapas de la
comunicación pedagógica
facilita al docente la
instrumentación de la comunicación en su
aula:

El proceso de comunicación pedagógica
requiere la solución de innumerables tareas comunicativas,
que cambian y se desarrollan. Al organizar cualquier influencia
pedagógica: explicar un nuevo material, hacer un
señalamiento, etc., generalmente se procede a analizar la
situación, escoger la mejor variante de solución,
seleccionar el método óptimo y sólo
después organizar la influencia. Aunque a veces esto no se
hace conscientemente, es importante encontrar el método de
influencia comunicativa a través del cual se organice la
propia influencia pedagógica.

El autor plantea que después de resolver las
tareas pedagógicas generales y elegir los métodos
de influencia, se debe crear sobre su base, la tarea
comunicativa, para la organización de la influencia
directa.

La tarea comunicativa se deriva de la tarea
pedagógica es, la misma tarea pero traducida al idioma de
la comunicación, sirve de instrumento, de vía
comunicativa para llevar a cabo la tarea pedagógica.
Muchos profesores fallan en el aspecto comunicativo, aunque
escogen adecuadamente las vías de influencia, en su
práctica docente cotidiana.

En muchas encuestas a profesores se ha visto que en su
mayoría no concientizan la tarea comunicativa como un
elemento indispensable del proceso pedagógico. Si se
analiza la práctica del propio trabajo, se
comprenderá la importancia de hacer consciente las tareas
comunicativas, como instrumentos que brindan un modelo de la
comunicación futura y hacen más clara y precisa su
influencia sobre los educandos.

Las tareas comunicativas pueden ser de dos tipos: tareas
comunicativas generales y tareas comunicativas actuales, estas
últimas van surgiendo en el proceso mismo de
comunicación. Las investigaciones muestran que las
posibles variantes de influencia pedagógica deben crearse
teniendo en cuenta la especificidad de la comunicación en
un momento dado de la clase. Sólo así el aspecto
emocional de la influencia pedagógica será
completo.

En la creación de las tareas comunicativas el
profesor debe tener en cuenta los siguientes aspectos:

a) Tareas pedagógicas.

b) Nivel de la comunicación con el grupo de
clases, principios de dirección de la
comunicación.

c) Requisitos para la comunicación.

d) Particularidades individuales de los
alumnos.

e) Particularidades individuales propias.

f) Métodos de influencia previstos.

6.1.3 La comunicación en las
metodologías de
enseñanza-aprendizaje

Tal como se vio en un capítulo anterior, a cada
modelo de proceso docente corresponde una forma específica
de comunicación. M.Charles Creel contrasta la
metodología de enseñanza tradicional con la
metodología activa. En el primer caso se manifiesta un
modelo de comunicación vertical y autoritaria, donde los
roles de emisor y receptor están perfectamente delimitados
y no existe la posibilidad de intercambiarlos.

En la metodología activa la comunicación
se organiza sobre la base de la interacción de los
participantes en el proceso, entre los cuales se establece una
relación horizontal y dialógica, con roles
flexibles.

En su definición de diálogo, esta autora
retoma las concepciones de educación dialógica de
Freire e incluye algo más profundo y complejo que un
simple intercambio de opiniones.

"… Un procedimiento de intercambio ordenado y
sistematizado que permita la transmisión del sentido
común un conocimiento que implique reflexión,
crítica y construcción del
conocimiento".

Para lograr este tipo de educación, la autora
subraya la necesidad de que los alumnos se apropien del lenguaje
de modo que puedan expresarse libremente, en base a relaciones
democráticas en la escuela; que se desarrollen sus
capacidades comunicacionales, creativas y reflexivas estimulando
el autoaprendizaje, la comprensión de los estudiantes como
sujetos individuales y sociales, con necesidades e intereses
propios; que se respeten y estimulen sus propias formas de
expresión.

6.1.4 La comunicación entre la escuela y el
entorno social

La escuela no es una institución aislada, sino
que forma parte de una red de instituciones que influyen como
sistema en la formación de niños y jóvenes.
De gran importancia son los vínculos que establecen la
escuela con la familia, la comunidad y los medios de
difusión masiva.

La labor educativa de la escuela no sería posible
sin el vínculo con la familia, donde se forman valores,
actitudes y patrones de conducta que el niño trae consigo
al iniciar su vida escolar. Las contradicciones existentes entre
ambos agentes sociales puede ser muy perjudicial para el
desarrollo de la personalidad de los educandos.

Las relaciones de la escuela con la comunidad deben
examinarse desde dos ángulos: la influencia de la
comunidad sobre la escuela y el papel trasformador que puede
ejercer la institución educativa en su contexto
social.

En el nivel terciario y de postgrado cobra especial
importancia este vínculo que se concreta en una de las
funciones del docente universitario: la de extensión o
interacción social, así como en la relación
universidad-sector productivo, que tiende a crecer en las
instituciones de educación superior a nivel
mundial.

Otro importante vínculo a tener en cuenta es el
de la escuela con los medios de difusión
masiva:

Con el auge de la Tecnología Educativa se
propicia una amplia utilización de los medios masivos de
comunicación en la educación. Aunque el uso de los
medios sobre la base de esta concepción pedagógica
no ha sido el más adecuado, por su unilateralidad en el
empeño comunicativo, si ha permitido sentar las bases para
el desarrollo más adecuado de los mismos.

La utilización del material proveniente de los
medios de comunicación en la educación permite
aprovechar, en beneficio de los educandos, tanto la amplia
exposición a los medios que tienen niños y
jóvenes, como su carácter motivador y movilizador,
punto de partida para la generación de aprendizajes de
diversa índole.

M.Charles Creel propone diversas formas para el
aprovechamiento del potencial de los medios y del material
audiovisual en la educación, ellas son:

– La utilización de la información que
generan como fuentes para la construcción del
conocimiento.

La información obtenida a través de los
medios puede complementar a la brindada en los libros de textos,
teniendo la ventaja de su actualidad, inmediatez y constante
desarrollo, propiciando en los alumnos la idea de que el
conocimiento no es algo estático y definitivo, sino que se
encuentra en un proceso de construcción
constante.

– El uso de determinados contenidos provenientes de los
medios de comunicación como núcleos generadores de
nuevos aprendizajes.

La elección de estos contenidos depende de la
materia de que se trate, de los intereses y necesidades de los
alumnos y del nivel educativo en el cual se
encuentran.

Es evidente que no todos los mensajes provenientes de
los medios son educativos, esto depende de la utilización
que se le dé a estos materiales, incluido el desarrollo de
técnicas para la recepción crítica de los
medios de comunicación masiva por los educandos; "El
acercamiento crítico a los medios de comunicación
se convierte en una premisa básica, tanto para utilizar
los medios de comunicación en el salón de clases,
para producir material audiovisual, como para ser un receptor
analítico y reflexivo de mensajes".

La incorporación de los contenidos de los medios
de comunicación a la docencia, y su utilización
para motivar la búsqueda de conocimientos más
profundos, así como el desarrollo de posiciones
críticas y reflexivas frente a los mismos, enriquecen la
personalidad de los educandos, proporcionándoles un mayor
vínculo con la realidad social e histórica en que
viven.

6.2 Importancia de la comunicación educativa y
su instrumentación en el aula

La comprensión por el docente de la
educación como un proceso de interacción y
diálogo y la organización de sus clases sobre la
base de esa concepción tiene importantes repercusiones en
el proceso docente y en la formación de los
estudiantes.

Un proceso realmente educativo y no meramente
instructivo sólo tiene lugar cuando las relaciones entre
profesor y alumnos no son únicamente de transmisión
de información, sino de intercambio, de interacción
e influencia mutua, cuando se establece una adecuada
percepción y comprensión entre los protagonistas
del hecho educativo.

Estudios socio-psicológicos han demostrado que,
para que la educación sea efectiva, es preciso despertar
en los educandos actitudes positivas hacia aquello en lo que es
preciso educarlos. Estas actitudes no se transmiten por el mero
discurso del profesor, sino a través de la actividad que
los propios alumnos llevan a cabo y de las relaciones de
comunicación que establecen entre ellos y con sus
profesores.

Es un hecho conocido que cuando los alumnos rechazan a
un docente, esta actitud negativa se traslada a la materia que
imparte y puede, incluso, provocar el repudio a la escuela; este
sería un caso extremo. Mucho más frecuente, aunque
no menos dañino a la formación de los alumnos es el
establecimiento de relaciones puramente formales con los
docentes, desaprovechándose toda la riqueza que puede
derivarse de la relación educativa.

A.A.Leontiev apunta que la comunicación educativa
tiene tres importantes consecuencias en la enseñanza
aprendizaje: la creación de un clima psicológico
que favorece el aprendizaje, la optimización de la
actividad de estudio y el desarrollo de las relaciones entre
profesor y alumnos y en el colectivo de estudiantes.

Al optimizar las relaciones entre profesor y alumnos se
crea un clima de trabajo que estimula las innovaciones positivas,
crece la satisfacción derivada del aprendizaje, se
facilita el desarrollo de la creatividad, se eliminan las
barreras u obstáculos que frenan o hacen tedioso el
proceso para alumnos y profesores.

Otro importante investigador de esta temática:
V.A.Kan-Kalik subraya que para influir en la personalidad del
estudiante es necesario organizar adecuadamente la
comunicación con ellos, integrarse al colectivo
estudiantil, de modo que el regulador fundamental de la conducta
de los jóvenes sea el sentimiento de colectivismo que une
a profesor y alumnos.

Este autor destaca la importancia del aspecto
ético en la comunicación educativa o
pedagógica. Las relaciones que se establecen entre docente
y discentes tienen siempre una carga moral; cuando el maestro
toma conciencia de esto se eleva la calidad de su trabajo, se
despierta la creatividad, el sentido de la responsabilidad de
ambos.

Si la comunicación en el aula cumple
adecuadamente sus tres funciones: informativa, regulativa y
afectiva, se convierte en uno de los principales medios de
influencia educativa. En el proceso de enseñanza se
resuelven tres tareas básicas, relativas a la
enseñanza, a la educación y al desarrollo de los
educandos. En cada una de ellas interviene la
comunicación.

El proceso de enseñanza aprendizaje es un proceso
eminentemente interactivo, comunicativo. La comunicación
permite garantizar el contacto psicológico real con los
alumnos, formar una motivación positiva hacia el
aprendizaje, crear las condiciones psicopedagógicas para
la búsqueda colectiva y las reflexiones
conjuntas.

En la tarea educativa y desarrolladora, la
comunicación resulta imprescindible. Por su intermedio
tanto el docente como el colectivo estudiantil influyen sobre el
alumno en la formación de sus actitudes y
valores.

El contacto psicológico entre profesor y alumno
facilita el éxito escolar y el desarrollo personal del
estudiante; cuando la enseñanza se organiza como un
proceso de interacción y diálogo, se crean
situaciones pedagógicas que estimulan la
autoformación y auto educación de la personalidad,
se superan la timidez, e inseguridad, se crean las condiciones
tanto para atender a las particularidades individuales de los
estudiantes, como al desarrollo grupal.

A.S.Makarenko eminente pedagogo ruso subrayó la
necesidad de dominar la técnica de la comunicación
en el aula:

"Es necesario saber leer en el rostro humano, en el
rostro del niño y esta lectura puede ser, incluso,
descrita en un curso especial. No hay nada enigmático,
nada místico en conocer por el rostro algunas
particularidades de los movimientos espirituales. La
maestría pedagógica reside también en la
manera de hablar del educador y hacer gestos con el
rostro…

"Me hice un verdadero maestro sólo cuando
aprendí a decir "ven acá" con quince o veinte
matices, cuando aprendí veinte formas diferentes para la
expresión del rostro, la postura asumida y la
entonación de la voz".

Conclusiones

  • El establecimiento de una adecuada
    comunicación entre profesores y alumnos durante el
    proceso enseñanza –aprendizaje influye
    positivamente en la calidad del mismo.

  • Mediante la comunicación verbal y la
    comunicación no verbal el profesor evalúa la
    calidad del proceso y puede perfeccionar el mismo en busca de
    mayor eficiencia.

  • El establecimiento de relaciones empáticas
    entre educador y educandos es un factor determinante en el
    éxito del proceso docente educativo.

BIBLIOGRAFIA

1. A M. Psicología de la
comunicación. Editorial Paidós. (1998).

2. Águila Ribalta Y. Programa de
entrenamiento sociopsicológico para potenciar la capacidad
educativa. (2004).

3. Almenares ML. Entrenamiento
sociopsicológico para el manejo de situaciones
conflictivas a través de la comunicación.
(1993).

4. Calviño M. Editorial ciencia para
la educación. (1989).

5. Casales JC. Psicología Social .
Contribución a su estudio. (1989).

6. Casales JC. programa de entrenamiento
Sociopsicológico para la optimización de la
competencia comunicativa con énfasis en la
persuasión. Editorial Ciencia de la educación.
(2002).

7. Castaño A. Análisis
pragmático de la interacción educativa.
(1995).

8. Charles CM. Comunicación y
proceso educativo. (1991).

9. F. RR-P. Comunicación
interpersonal.
http://wwwpuepredu/educontinua/liderazgo/documentos¬_word.
(2003)

10. F. RR-P. Comunicación
interpersonal. .
http://wwwpuepredu/educontinua/liderazgo/documentos¬_word.
(2003)

11. F. RR-P. Comunicación
interpersonal.
http://wwwpuepredu/educontinua/liderazgo/documentos¬_word.
(2003)

12. G.M: A. Psicología Social.
Editorial Pueblo y Educación. (1984).

13. Galperin PY. Introducción a la
Psicología. (1982).

14. González Ibarra ML. Programa de
entrenamiento Socio psicológica para elevar la competencia
omunicativa en dirigentes. (1996).

15. Hidalgo C, Abarca N.
Comunicación interpersonal. (1999).

16. Kan Kalik VA. La comunicación
educativa.

17. León R JAu. Psicología
social. Orientación teórica y ejercicios
prácticos. Cobra. (!998).

18. Leontiev A. Actividad , conciencia y
actividad. (1982).

19. Leontiev AALcP. (1979).

20. Lomov BF. El problema de la
comunicación en psicología. Editorial Ciencia de la
Educación. (1989).

21. Lyle M. La comunicación popular.
(1989).

22. Noriga P. Elementos para una
caracterización de los diálogos.
http://wwwlaniamx/~pablo/articles/afd02pdf. (2004).

23. Núnez Hurtad C. Permiso para
pensar. Educación Popular.

24. Nureya Abarca- Hidalgo.
Comunicación interpersonal. Programa de entrenamiento en
habilidades sociales.
http://wwwpuccl/edicionesvc/catalogo/html/sociología.

25. Plantin C. 18. Plantin, Christian
Montesinos Editores. (1995).

26. Prieto Castillo D. CIESPAL.

27. Rojas VM. Los procesos de
comunicación: Fundamentos y práctica.
(1994).

28. Sáez A. La argumentación.
(1985).

29. Sáez A. Comunicación
interpersonal.
http://persowanadooes/angelsaez/pagina_nueva_11htm. .(2003).
.

30. Satir V. Ejercicios de la
comunicación humana. Ejercicios de la comunicación
humana. (1991). .

31. Viera Torres T-LC, Y. . Programa de
entrenamiento sociopsicológico para potenciar la capacidad
argumentativa en la comunicación interpersonal. Facultad
de Psicología Santa Clara UCLV. . (2003). .

32. Vigotsky LS. Historia del desarrollo de
las funciones psíquicas. (1987).

33. Vigotsky LS. Historia del desarrollo de
las funciones psíquicas superiores. Editorial
Científico Técnica. (1987). .

34. Vorwerg M. Fundamento de la
modificación de la conducta en la psicología de la
personalidad.: Editorial de Ciencias Sociales. (1987).

 

 

 

 

Autor:

Lic. Gladys Castillo
Santiago

Hospital Provincial Mártires del 9
de abril.

Lic. Caridad Alfonso
Alfonso

SUM Sagua La Grande.

Lic. Yadima Leiva Balzaga

Policlínico Universitario Mario A.
Pérez.

Lic. Bárbara C. Arredondo
Aldama

Policlínico Universitario Idalberto
Revuelta.

Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter