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Liberalismo y globalizacion (página 2)



Partes: 1, 2

Este pensar para Descartes no abarca sólo el ejercicio
de la razón especulativa, si no también, el campo
del sentimiento, de las emociones, de todo aquello que tenga y
presente intencionalidad ligado a la conciencia. Para el su
existencia era lo único cierto e indubitable. Luego de
esto tratará de demostrar la existencia de dios, mediante
la postulación de la idea innata de Dios y mediante aquel
tratará de recuperar el mundo antes perdido en la sombras
de la duda. Sin embargo, el solipsismo al que llegó
Descartes previo a todo esto, marcará todo el desarrollo
del pensamiento posterior. Lo único real y cierto
será el sujeto y todo lo que hay dentro de él. El
sujeto será la base epistemológica y
ontológica en que se construirán todos los sistemas
de la modernidad, y por supuesto del futuro liberalismo.

1.3 Locke: Propulsor del liberalismo
Político

Siguiendo esta corriente del pensamiento, la importancia
epistemológica -ontológica que definirán al
individuo en los comienzos de la modernidad se trasladará
posteriormente a la política con Locke, padre del
liberalismo político, cuya premisa principal será
proteger al individuo de la ingerencia del estado, instituyendo
para su protección la separación de poderes.

El poder ejecutivo debe estar controlado por el poder
legislativo y judicial. Locke es uno de los primeros en plantear
una defensa política apasionada de individuo en base a una
ley natural que hace a todos los hombres iguales, libres y con
derecho a la propiedad como medio para el libre desenvolvimiento
de aquel. No se podrá en adelante separar liberalismo
político y defensa de la propiedad.

El fin del liberalismo político será proteger al
individuo del estado y de terceros. Se presume un individuo
libre, racional e igual a todo otro hombre [4] Estas tres
presunciones se complementan y nutren entre si y llegaran a su
máxima expresión en la filosofía de
Kant.

1.4 Kant y el liberalismo moral

Kant postula, espistemológicamente, un sujeto
trascendental, en tanto sujeto activo tanto en la
constitución del mundo sensible, como dador del tiempo y
el espacio, al ser estos intuiciones sensibles a priori del
sujeto, y una lógica trascendental, donde plantea que hay
conceptos a priori del entendimiento que posibilita conocer lo
dado por la intuición sensible. El papel de la
razón en el hombre para Kant dentro de la Razón
especulativa es el de generador de las ideas transcendentales que
sirven de reguladoras de los conceptos en los confines
últimos del "saber". Estas ideas son las ideas de dios, la
idea de un alma inmortal, y la idea de un mundo como
totalidad.

Estas tres ideas no son alcanzables mediante intuición
sensible, por lo que no podemos tener conocimiento de ellas, sin
embargo la razón las produce y postula como necesarias
lógicamente. Son como supra conceptos vacíos. Sin
embargo, para Kant, la razón no sólo es
especulativa, sino que plantea, siguiendo la tradición
Aristotélica, una razón práctica, donde los
ideales del liberalismo moral encuentran un lugar central. Si en
la crítica de la razón pura la libertad del sujeto
es negada ya que el mundo sensible esta marcado por la
casualidad, y el individuo al ser parte de ese mundo sensible
esta marcada por aquella, en la crítica de la razón
practica el hombre es libre y digno como ser moral. El hombre es
señor de dos mundos, de un mundo sensible y un mundo
inteligible.

El mundo inteligible es el campo de la moral. El individuo al
actuar moralmente escapa del mundo sensible hacia aquella "nada"
del mundo inteligible. Las máximas morales, que son
mandatos de la razón son sustancialmente dos.

  • 1) Actúa de tal modo que quieras que tu
    máxima sea una ley universal, valida para toda la
    humanidad

  • 2) Todo ser racional debe ser tratado como fin
    en si mismo[5]

Estas dos máximas son mandatos de la propia
razón y es autorregulada por cada individuo. Moralmente,
se presenta un solipsismo moral que quiere consistentemente ser
universal. Aquellas dos máximas serán las bases
filosóficas en las que se basaran todo el liberalismo
político hasta nuestros días. Para Kant, todos los
hombres son racionales por naturaleza, fines en si mismos, en
tanto cada hombre reconoce la humanidad de cada quien en los
demás. Todo ser racional, cada hombre, es igual todo otro
ser racional ya que reconoce su racionalidad moral en el otro, y
por ello el otro, así como él, es un fin en
sí mismo, y como tal no puede ser tratado como un
útil o un objeto ya que tiene una dignidad propia que por
ser tal ser racional posee.[6] Estos elementos que se presentan
en Kant; solipsismo moral, individualismo, libertad,
universalismo y dignidad son los temas capitales que fundamentan
todo el sistema jurídico liberal.

Se puede ver pues la importancia que juega el individuo en
todas las ramas del saber y la política desde la
modernidad. Se puede ver que el liberalismo, como hijo de la
modernidad, caracteriza como esencial en el hombre la
razón, la libertad( entendida políticamente por
Locke como sujeto protegido de las arbitrariedades del estado del
estado, y por Kant, como ser racional que siguiendo su propia
razón, a través del actuar moral, actúa en
el plano inteligible) y la dignidad ( entendida por Locke como
producto del derecho natural implantado por Dios y por Kant la
dignidad propia de seres racionales capaces de acciones morales).
El hombre es libre porque es racional, por que es racional es
libre, y por que es libre y racional, es que es digno.

Estos cuatro supuestos: que existe algo tan genérico
como la "humanidad", que el hombre sea un ser racional, que sea
libre al modo del libre albedrío medieval o que sea
garantice la libertad solo al protegerse del estado , que halla
algo tan vago como dignidad humana; todos ellos serán
rebatidos en su calidad de dogmas no posible de
fundamentación cierta, pero si posibles como
elección de individuos libres existencialmente, cuya
única esencia es no tener esencia, y que por lo tanto es
un ser siempre inacabado hasta la muerte. La "humanidad", la
igualdad, la libertad y la dignidad pueden existir no como
dogmas, si no como producto de una elección libre de un
pueblo de tener una identidad democrática- liberal que
elije concebirse a través de aquella ideología.

El punto crucial de toda la crítica que vendrá a
continuación será destruir los dogmas para dar paso
a la libertad y en gracia de esta libertad entender los valores
liberales no como hechos, si no como una elección mediante
la cual un pueblo se elije como tal. Esto se vera claramente en
el ultimo capitulo donde se vera las ventajas de concebir dichos
valores de la forma propuesta. Primero es la elección,
luego los dogmas, no lo contrario.

A continuación criticaremos cada concepto.

1.5 Critica al concepto de Humanidad

"La Humanidad": Es común pensar al hombre como un
ser genérico, como siendo una especie con
características comunes y esenciales, una de las cuales se
postula como la más sobresaliente el ser un ente cuya
esencia es ser un animal racional.

La idea del hombre como ser genérico se puede
deslumbrar ya desde Platón. Este tenía toda una
concepción de la realidad, en el que los entes de este
mundo no son más que copias de entes inteligibles,
verdadero receptáculo del ser. Ese mundo inteligible es el
verdadero ser en comparación de este, que no es más
que un mar de sombras. En ese mundo inteligible habitan las ideas
eternas organizadas de una manera sumamente compleja, que dan
cuenta de todo lo que en este mundo existe. Hay una idea eterna
de la silla, idea de la cual todas las sillas de este mundo son
copia. Esas sillas son copias por que participan de la idea
inteligible de la silla. Lo mismo sucede con todo los
demás entes, entre ellos, el hombre. Todos los hombres
tienen una esencia y comparten todos el ser copias de la idea
Hombre. Aquí nace la idea de Humanidad. Aristóteles
luego, con su teoría de las formas que informan la
materia, bajara a la tierra las ideas eternas las depositara en
los entes mismos.

Todos los hombres compartirán una misma forma esencial,
por lo que será valido hablar de la especie hombre como
tal[7]Esta concepción esencialista prevalecerá
hasta el siglo XX, en que autores como Heidegger y Sartre la
pondrán en cuestión, influenciados por autores como
Nietzsche, quien postulara que el hombre es un ser inacabado, y
que conceptos como verdad, esencia etc., son invenciones humanas,
inventadas por el hombre con fines prácticos. Heidegger y
Sartre afirmarán que el hombre es un ser cuya única
esencia es no tener esencia.

Según Sartre cada hombre es único e irrepetible
Cada Hombre en particular va construyéndose conforme va
decidiendo y viviendo. Heidegger dirá que el hombre es
existencia, ser siempre abierto a posibilidades. La
filosofía existencialista hecha por tierra la idea de algo
que se como especie humana o esencia humana.

Por otro lado, si utilizamos la navaja de Ockham [8] a su
máxima expresión, veremos que en el mundo
sólo existen individuos, y que conceptos como especie y
género son meras abstracciones. Los individuos y lo que
hay dentro de ellos es lo único real, todo lo demás
son meras abstracciones e invenciones para poder vivir en el
mundo con cierto orden, con el fin de poder actuar mejor en
él y manipularlo mejor.

1.6 La aparente racionalidad del hombre

Por otro lado, la idea de que el hombre es un ser racional,
con lo dicho anteriormente, se desbarata. El hombre, al no tener
esencias, tiene a la razón como un elemento de su ser al
servicio de su libertad.

Por otro lado El hombre tiene múltiples facetas que
lindan todas ellas con lo irracional. Autores como Schopenhauer,
Freud y Nietzsche lo pusieron de manifiesto. La razón es
solo una de las múltiples dimensiones del hombre. Veremos
luego como este aparente ensalzamiento de la razón como
esencia del hombre se relaciona con la era de la técnica y
la globalización, con todos lo efectos jurídicos y
de derecho que se deducirán de aquella situación.
La idea de una razón práctica al estilo Kantiano
aun tiene defensores en nuestros días, aunque todas se
basan aun en dogmas, difíciles de demostrar. La idea de la
existencia de elementos irracionales que inundan nuestro ser
desbarata fuertemente el tema de la libertad en muchos aspectos.
El liberalismo postula proteger al individuo del estado con el
fin de que no exista coacción alguna del estado o de
tercer para actuar y vivir su vida, así como posibilitar
una libertad positiva dando un marco de acción al
individuo para que este actúe dándole ciertos
derechos. Esto con la globalización entra en entredicho ya
que existiría un gobierno de facto mundial del cual los
ciudadanos del mundo no saben bien como protegerse. Este trabajo
apoya los efectos puros del liberalismo político que dan
sustento a nuestra constitución. Mas estos efectos, como
ya se dijo, deben ser fundamentados correctamente. Nuestra
constitución toma una fundamentación iusnaturalista
de los derechos fundamentales. Este trabajo busca fundamentarlos
por una vía más sólida y de una manera
más moderna, acorde con el pensamiento de nuestro tiempo.
En el capitulo siguiente analizaremos y criticaremos los
fundamentos del concepto de dignidad humana y de la libertad del
liberalismo teórico y lo veremos acorde con nuestra
posición sobre el derecho y como debe fundamentarse el
propio liberalismo político para preservar los efectos
beneficioso que vale la pena preservar.

Bibliografía:

-Emanuel Kant, Critica de la Razón Practica,
Editorial mestas

Rene Descartes, El Discurso de método, Editorial
Mestas

-Liberalismo nuevo y viejo, Merquior, José, Fondo
de cultura económica

-Emanuel Kant, La metafísica de las costumbres,
Espasa-Calpe

-Heidegger, Ser y tiempo, Editorial
Universitaria

-Emanuel Kant, fundamentación de la
metafísica de las Costumbres

-El existencialismo es un humanismo, Paúl Sartre,
Edhasa

-Segundo tratado sobre el gobierno Civil, John Locke,
editorial Tecnos

CAPÍTULO II

Globalización liberalismo, y Derechos
culturales y sociales

2.1. Historia de la
globalización

La globalización es el acontecimiento histórico
de nuestro tiempo. Es el acontecimiento histórico mundial
que determina todos los aspectos de la vida del hombre
contemporáneo. Si bien la globalización propiamente
dicha es un hecho reciente, facilitada por los avances
científicos en el campo de las comunicaciones, y por el
grado avanzado del sistema capitalista mundial, que lo hace ser
irreversible y le da el empuje arrasador que presenta en nuestros
días, esta propiamente tiene origen en el siglo XVI donde
el descubrimiento de América, la concepción de la
ciencia como instrumento para dominar la naturaleza, y el
surgimiento de una clase social como la burguesía que poco
a poco irá teniendo una importancia capital en las
sociedades europeas donde comienzan a nacer, como un
cáncer que ira creciendo en las sociedades feudales de la
época, todos estos acontecimientos, como vamos diciendo,
comenzaran a esbozar mas mal que bien, el mundo en que
vivimos.

La concepción Aristotélica de conocimiento, en
que se buscaba conocer por el mero gusto de conocer, en que la
concepción de la ciencia como filosofía de la
contemplación de verdades eternas e inmutables que
ensalzaban la divinidad de lo conocido, se desmorona en el siglo
XVI con la nueva ciencia inaugurada por Galileo y Bacon, donde el
método experimental dará paso a una nueva manera de
conocer el mundo.

La ciencia Aristotélica-platónica, puramente
teórica, que busca la verdad en el propio ejercido de la
razón humana, que pone al hombre como espectador del ser,
da paso en el siglo XVI a la ciencia que interactúa con la
realidad, que la domina, que la somete, que le saca a la fuerza
sus secretos, hasta degradar y diluir aquello de sagrado y
místico que aun quedaba de la naturaleza después
del asentamiento del cristianismo en Europa, donde esta
concepción sagrada de la naturaleza comienza ya a
ensombrecerse. A decir verdad, es lo judío que tiene el
cristianismo lo que degrada a la naturaleza, al Ser en general,
como mero instrumento del hombre. En el primer libro del
génesis se narra como dios entrega a la naturaleza al
hombre para que este la utilice en su beneficio, "para que la
trabaje y saque sus frutos". Para el judío lo único
divino es Dios, todo lo demás esta al servicio del hombre
y para el hombre. El hombre no tiene ningún vínculo
con la naturalaza, su único vínculo es con dios,
aquel ser divino que es al único al que se le rinde
cuentas.

El cristianismo toma aquella concepción de la
naturaleza y lo matiza convirtiendo a la naturaleza en obra de
dios, maravillosa y perfecta, pero siempre al servicio del hombre
y para el hombre, como instrumento para que este logre llevar de
la mejor manera posible sus estadía en este mundo, con el
fin de que este logre la salvación prometida por Cristo.
La ciencia experimental iniciada por Galileo toma esta
visión de la naturaleza como instrumento del hombre, y
busca las leyes que la gobiernen para poner esta completamente a
su servicio.

Incluso las leyes de Newton, que pretenden ser universales en
todo el sentido de la palabra y por ello sumamente abstractas,
trata al universo como desprovisto de alma, de vida, como si este
fuera un reloj mecánico sometido a las leyes impuestas por
su creador. Toda la materia del universo obedece a esas leyes,
incluso los hombres, y dios solo da la cuerda al reloj,
después esta anda sólo. Newton explica el
movimiento de los entes de todo el universo, pero de un universo
muerto, mecánico, sometida a leyes matemáticas
inmutables impuestas por dios. Un universo medible en todo
sentido es un universo controlable y manejable.

2.2: Marx, el manifiesto comunista y humanismo: Libertad
Igualdad y razón

La burguesía, esa clase social dedicada a amasar
capital y para el cual la avaricia es un valor, tomara esta
concepción del mundo y será la principal propulsora
de la tecnología y de la ciencia experimental. No se
contenta a ver sólo a la naturaleza como un medio para sus
fines, sino también al propio hombre como un instrumento
para generar riqueza.

La revolución de la burguesía en Francia y
Norteamérica dará paso al predomino del sistema
capitalista en el mundo. La explotación, la
plusvalía y el capital serán los que dominen la
tierra desde entonces. Los hombres irán perdiendo poco a
poco su libertad, hasta cumplirse la profecía de Marx de
que en el capitalismo no es el hombre quien domina el sistema y
es libre gracias a él, si no que es el capital quien
domina el hombre y es el sistema quien lo domina. Por eso Marx es
hijo de la ilustración, es un humanista que ve la
contradicción entre lo que el liberalismo-capitalista y
político predica como filosofía, y lo que esta hace
y provoca en la realidad.

El liberalismo predica la libertad del hombre, pero su
planteamiento económico, que es donde aparentemente se
concretiza sus ideas y se hace efectivo, provoca la esclavitud
del hombre a algo que no es el mismo: el capital. La igualdad
formal entre los hombres ante dios y ante la ley defendida por la
filosofía liberal en la teoría, por la
economía impuesta por aquella ,es contradicha en la
realidad por la desigualdad y la diferencia, donde el poder del
dinero distingue a los hombre entre aquellos que pueden "elegir"
libremente su futuro y aquellos que en la practica no pueden
hacerlo acosados por la necesidad, entre aquellos que pueden
gracias a sus privilegios económicos acceder a la una
mejor justicia, aunque esto pueda sonar contradictorio y aquellos
que no, entre aquellos que pueden acceder a una mejor salud y los
que no, a una mejor educación, etc. No es suficiente una
igualdad teórica entre los hombres, cuando en la
práctica esto no se ve reflejado. La aparente igualdad
predicada por los liberales se vuelve vacía, sin
ningún sentido, en otras palabras, abstracta. Para Marx lo
único real es lo concreto, y lo concreto es lo
único real. Si se habla de igualdad, este debe ser
concreta, no abstracta, si no tiene ningún sentido hablar
de ella.

La razón liberal defendida por Kant es echada por
tierra por el sistema económico liberal, ya que el
principio moral Kantiano, impuesto por la propia razón
práctica, de que el hombre no debe nunca ser tratado como
un medio, si no como fin en si mismo, no se cumple por razones
obvias en el sistema capitalista(Plusvalía). Para Kant el
principio del mal radica necesariamente es trastocar este
principio fundamental, principio que el capitalismo echa por
tierra en todo momento bajo su dominio.

Esta contradicción entre lo que el liberalismo predica
y lo que este provoca en la practica (que es como se dijo lo
único concreto y por ello lo único real) se ve en
el propio Kant, ya que los principios que este defiende en la
Critica de la razón practica se contradice con la defensa
apasionada que este hace de la propiedad en la "metafísica
de las costumbres" con el fin de legitimar el liberalismo y todo
lo que ello implica, aunque este intente conciliarlos, como se
ve, sin éxito.

Marx ve estas contradicciones, es un humanista, no busca que
los ideales de la libertad, igualdad y el ejercicio libre de la
razón quede en meras ideas huecas, vacías, sin
contenido, sin realidad, si no que estas logren existir, abrirse
pasó en el mundo. Esta en las manos de los hombres luchar
por que estas existan en la realidad, en la vida diaria de las
personas.

Como se vera, estas contracciones que Marx ve entre lo que el
liberalismo político, social y filosófico predica y
lo que el liberalismo económico provoca, se acentuara aun
más en la era de la globalización: el
neoliberalismo económico y capitalista se desarrollara,
pero en su desarrollo no sólo creara contradicciones con
los ideales liberales, sino que los ideales liberales
serán incompatibles con el desarrollo económico que
se ira gestando hasta que estos ya no sean útiles para
servir de fachada: Aquellos valores finalmente
desaparecerán, el sistema económico se
mantendrá y tendrá que crear nuevos valores y
sistemas acorde con ella.

2.3 La globalización y el liberalismo:

La globalización es consecuencia directa del
liberalismo económico y del sistema capitalista. Sin
embargo, como bien afirma Ulrich Beck en su libro "Qué es
la globalización" los principios económicos,
políticos y culturales que determinaron a occidente estos
últimos 2 siglos, como un estado-nación que apuesta
por la democracia y un libre mercado y una burguesía
aliada con el país al que pertenece, con la
globalización se desmorona. Occidente con el proceso de
globalización ira paulatinamente todo perdiendo toda
referencia de aquello que lo ha estado haciendo lo que es hasta
el día de hoy [9]

A la larga los principios económicos de neoliberalismo
económico como se lo entiende hoy en día
destruirá los principios morales, económicos,
políticos filosóficos y sociales del propio
liberalismo y lo que vendrá será un mundo mucho mas
oscuro ya que las brechas entre ricos y pobres y la injusticia
social se acentuará como nunca antes se había dado
en la historia, la democracia social de mercado, como en
teoría es el de nuestro país, ira yéndose en
retirada poco a poco, para dar paso a una democracia que
sólo lo tiene de nombre y de que de social no
tendrá a la larga nada.

2.4 libertad en un mundo globalizado: El fin de la
política y de la democracia representativa: Fin de los
derechos sociales

El hombre nace libre, sin esencias, sin nada que lo
determine ni desde dentro ni desde afuera, arrojado a su propia
libertad. Por ello, la libertad es una cuestión de hecho,
no de derecho, y es real, concreto, no abstracto y especulativo.
Sobre esto estamos de acuerdo con los existencialistas, con la
libertad metafísica que aquel que propone y con Marx por
la libertad política que suscribe, ya que como ya
mencionamos, aquel autor lucha por que se asuma la libertad como
una realidad y no como una abstracción, y para que eso
ocurra debe hacérsela posible en la historia, ya que el
hombre políticamente ha sido dominado socialmente por el
hombre a través de todos los sistemas de
explotación y dominación. La libertad es un hecho
real, posible, pero futuro que hay que conquistar, según
Marx.

Criticamos en su momento la visión esencialista e
iusnaturalista que el liberalismo toma para justificar una
igualdad y una libertad formal tanta metafísica como
política entre todos los seres humanos. Estos principios
tienen su expresión real en el sistema
democrático.

La democracia liberal mal que bien ha sido una conquista de la
humanidad, una conquista política, económica,
social y moral, con virtudes que no se pueden discutir, aunque si
mejorar. Pues bien, son estas virtudes de la democracia liberal
la que esta en juego. Políticamente hablando, la
democracia representativa que en la mayoría de
países rige el mundo, con todo el bagaje institucional y
moral que tiene como trasfondo, esta siendo minado por la
globalización. La globalización esta poniendo en
jaque a la democracia, ya que el poder económico
trasnacional se ha convertido en un gobierno de facto mundial
[10] Como Marx y Engels afirmaban, quien tiene el poder
económico es el que manda, determina y amolda la sociedad
en la que vive a sus intereses. Según Marx es la clase
dominante la quien controla y domina al estado para su beneficio,
creando estructuras y supra-estructuras que la legitimen. Pues
bien, lo que esta pasando en la globalización es que este
es un acontecimiento mundial, sin fronteras en todo el sentido de
la palabra.

Como se vera mas adelante, la globalización es
eminentemente económica, donde el capital es libre de
circular de manera libre por todo el planeta: En la
globalización hay un poder económico sumamente
poderoso, de alcance mundial como nunca se había dado
antes en nuestra historia, pero sin un estado. Es un gobierno de
facto sin rostro. No existe un gobierno mundial a quien pedir
cuentas, a quien pedir un cambio, no existe siquiera un ente
material a quien reclamar. Esto hace al proceso de
globalización hoy en día peligroso para la libertad
política y económica de los pueblos, ya que los
pueblos del mundo no tiene a nadie a quien dirigirse para hacerse
escuchar, para pedir cambios estructurales de un sistema mundial
que los obliga a insertarse o perecer en el asilamiento. Sin el
mecanismo de control más efectivo, la del pueblo, el
proceso de globalización es irreversible, el alcance de
las elites de la economía mundial que dominan el sistema
para ejercer y aumentar su poder se vuelve virtualmente
ilimitado. Cuando se tiene un poder sin control y casi ilimitado
como se ve hoy en día, la libertad política y
social disminuyen. A la larga las libertades y los derechos
sociales y culturales que el sistema liberal asumió en el
ultimo medio siglo, como consecuencia del desarrollo de dicho
sistema, serán anulados y desaparecerán, ya que
estos van contra los intereses que defiende la
globalización, ese poder omnipresente y omnipotente, que
busca mayores beneficios al menor costo, y para éste el
bienestar y la libertad de las personas es un costo, dinero
perdido para sus mezquinas ambiciones.

2.5 La igualdad en un mundo globalizado: Fin de los
derechos culturales

Como se ve, la libertad política en un mundo
globalizado será dentro de poco un mito. Un mito
será, también, la igualdad entre los hombres. Los
hombres, como afirmamos ya en el cap I de este trabajo, al no
tener esencia, son libres, únicos y por lo tanto
radicalmente diferentes. Sin embargo, como veremos en el capitulo
3, los entes libres como nosotros pueden juntarse y lograr, sobre
la base de su libertad, una igualdad política y social de
las que todos pueden beneficiarse con el fin de hacer realidad
ciertos valores que deciden seguir , elegir e inventar.

Si bien la igualdad metafísica no es una realidad y
nunca podrá serlo, gracias a la libertad metafísica
del hombre la libertad e igualdad política y social si lo
son, son posibles. Aunque nunca se hallan dado aún en la
historia, es concebible que existan y pueden existir. Con el
liberalismo político y democrático se había
dado un avance hacia la luz de la libertad y igualdad, que
titiritaba aun lejos en la oscuridad, pero a la cual se iba
avanzando. Ahora todos aquellos avances que le ha costado tanta
sangre y sudor a la humanidad conquistar, con la
globalización se esta perdiendo y retrocediendo a pasos
agigantados.

Como se dijo anteriormente, la igualdad, así como la
libertad entre los hombres, no es un concepto abstracto, por lo
mismo que la igualdad para existir no puede ser una
abstracción, ya que lo único que existe realmente
es lo concreto, lo real, y todo lo demás son meras
quimeras (recordar a Ockham). Por ello, si la igualdad entre los
hombres no existe y no tiene contenido, si no mera formalidad, es
solo quimera sin sentido.

En el liberalismo político y democrático del
estado nación, si bien la igualdad política, social
y cultural entre hombres aun no era una realidad, al menos si se
había avanzado algo en comparación a épocas
históricas anteriores. La igualdad ante la ley, defendida
por el liberalismo, fue un gran paso con el fin de que el hombre
lograra ser más libre y vivir en un mundo más
justo. Los derechos sociales y los derechos culturales, los
llamados derechos de tercera generación, si bien fueron
acontecimientos tardíos del sistema liberal tradicional
del estado nación, fueron un paso importante hacia la
igualdad y la justicia.

Todos estos avances políticos y sociales del
liberalismo político, sustentada en una económica
capitalista avanzada pero dentro de un marco de referencia
institucional, están siendo puestos en peligro por la
globalización, donde la existencia de estas instituciones
en la práctica están desapareciendo. Lo mismo que
pasa con la libertad, esta pasando con la igualdad y demás
valores liberales tradicionales: Lo que se había avanzado
para hacer estos valores una realidad, se esta perdiendo
irreversiblemente. Los derechos culturales, destinados a que los
pueblos puedan poco a poco aceptarse a si mismo como
países plurales en cultura y costumbres, como lo es el
nuestro, y cuya concepción y posterior aplicación
legal en los estados había mejorado el nivel de vida de
las personas, serán poco a poco dejados de lado.
Habrá países que por cuestiones de sobrevivencia
como estados lucharan por que los derechos culturales persistan y
se desarrollen, pero los costes de mantenerlos serán cada
vez mas caros: en un mundo competitivo como lo es el globalizado
no hay lugar para la diferencia cultural, ya que esto demanda mas
dinero, tiempo y energías que están a cargo de los
estados cada vez menos poderosos, menos ricos y mas dependientes
de la inversión y del sistema mundial. Al final las
culturas que no se adapten al sistema y cultura que predica la
globalización, perecerán o serán excluidos y
vivirán en la miseria. De una manera u otra
perecerán: si cambian para adaptarse su cultura
habrá cambiado y no Será la misma; si son excluidos
del sistema, desaparecerán por razones más
dramáticas e injustas.

2.6. Conclusiones sobre la
globalización

La globalización es producto del liberalismo. Es
producto de un estado avanzado de capitalismo, caracterizado por
la agilidad de las operaciones financieras facilitada por el
desarrollo de la tecnología que posibilita que las
transacciones se realicen en tiempo real desde una parte del
planeta a otra[11]por la existencia de las grandes
trasnacionales, verdaderos gestores económicos y de hecho
de la globalización que aprovechan los avances de la
tecnología a su favor para lograr sus fines y por el apoyo
incondicional de este proceso mundial por parte de países
del Norte como los Estados unidos.

La globalización es para muchos, como ya mencionamos,
un gobierno de facto, no elegido democráticamente por los
ciudadanos del mundo, y que sin embargo determina la vida de
estos con un poder y una omnipotencia sin precedentes en la
historia[12]Es un gobierno sin rostro, a la que los hombres no
pueden reclamar ni pedir cambios. Los mismo estados, al estar
separados y competir para obtener inversiones están
divididos, y al problema de no saber a quien levantar la mirada
para pedir justicia, se suma el hecho que los países son
cada vez más débiles por que estarán cada
ves mas desunidos e incluso puestos unos contra otros. La
globalización es el triunfo final del capital sobre el
hombre, producto natural del desarrollo avanzado del capitalismo
en el que vivimos hoy en día. Se dirá que los que
gobiernan son los que manejan estos capitales (las
trasnacionales), pero Marx ya vio que ello no es así
exactamente, sino que es el capital quien controla tanto a los
trabajadores como a los mismos capitalistas, no estos
últimos al capital. [13]Por ello podemos afirmar que es la
globalización quien controla a las trasnacionales y no
estas a esta, es a través de ellas que el capital controla
al mundo.

Los problemas que genera la globalización, como
producto del capital internacional, es producto de su propia
dinámica interna, de su propia estructura como sistema, y
si se quiere combatir sus efectos perniciosos debe combatirse las
causas que la originan. Debe pues lograse una separación
entre el liberalismo político y el económico.

La globalización es la globalización del capital
y del capitalismo descontrolado como sistema, con todo lo que
esto implica: La globalización de la cultura de la
región dominante del planeta, en este caso los pases del
Norte; la globalización del consumo, que toca todas las
esferas de la vida de los hombres, hasta llegar a convertir desde
lo mas bajo hasta lo mas elevado del hombre en un mero producto
de consumo, en un producto desechable, efímero y
fútil. Incluso la misma cultura propia de los
países del mundo, se convierte en un producto de consumo,
trastocándola y haciéndola perder lo que tiene de
propio, de único, de especial.[14] La globalización
de la pobreza y la desigualdades sociales: Se dice que el mundo
gracias a la globalización tiene mas dinero que nunca
antes en la historia, pero lo que no se dice es que las brecha
sociales entre pobres y ricos se multiplican exponencialmente con
el transcurso del tiempo, y se acentúa cada vez que la
globalización va tomando más fuerza[15]

La globalización, como bien dice Joaquín
Estefanía en el libro antes citado, es una
globalización fundamentalmente económica, de flujos
de capital, donde el dinero es lo único verdaderamente
globalizado y libre. Es la globalización del dinero el que
provoca la globalización de otros aspectos de la vida
humana, como la información. El dinero a través y
gracias a lo avanzado en las comunicaciones viaja de un lugar a
otro en tiempo real, posibilitando inversiones inmediatas de un
lugar a otro del planeta, sin casi ningún límite,
posibilitando a los agentes de estas inversiones especular y
ganar fuertes sumas de dinero en cuestión de segundos. Sin
embargo, la libre movilidad se personas, y de servicios esta
restringido en muchos países, sobre todo en los
países del norte. [16] Por ello, por todo lo dicho hasta
aquí, podemos concluir que la globalización, como
expresión d un capitalismo avanzado ve por los intereses
del capital, no de las personas. Las personas son un mero
instrumento, un medio fin para lograr generar riqueza. Los
ideales liberales, hoy ya en retirada, son la fachada de aquel
Transfondo tan deshonesto como impopular. En conclusión,
los ideales liberales son sofocados por los hechos
económicos, y esto debe revertirse.

BIBLIOGRAFÍA

-Hijo, ¿que es la globalización?, La
primera revolución del siglo XXI, Joaquín
Estefania, editorial Aguilar, 2002

-¿Qué es la globalización?,
falacias de globismo, respuestas a la globalización,
Ulrich Beck, editorial Paidos, 1998

-Una extraña dictadura, Viviane Forrester, fondos
de cultural Económica

El malestar en la globalización, Joseph E:
Stiglitz, editorial Taurus, 2002

Capítulo III

El Derecho como
instrumento de la libertad de los pueblos

3.1 Introducción

Los pueblos, así como el hombre en particular,
son libres. Así como los hombres no tienen una esencia que
los determinen ser lo que son, los pueblos no tienen unos
principios universales que deban seguir, como si formaran parte
de su necesario desenvolvimiento como pueblos, ni mucho menos,
como se creía en el siglo XVII y XVIII, una historia
lineal que deben seguir necesariamente, dando a entender que en
la línea del tiempo hay pueblos más adelantados que
otros. No existe pues una historia necesaria y lineal que
arrastre a los pueblos a un mismo fin, a una misma meta, como
planteaban filósofos como Kant[17]donde la idea de
progreso esta latente, o Marx, filosofo hijo de la
ilustración, que plantea un desarrollo necesario de la
historia, del desarrollo social, económico y
tecnológico que llevan necesariamente a las sociedades a
un progreso constante, de la sociedad esclavista a la feudal, de
esta a la capitalista, del capitalista al socialista y del
socialita al comunista.

Esta idea de progreso de la razón o de la
historia debe necesariamente ser rechazada. La idea de progreso
debe ser rechazada para dar paso a la idea de libertad y de
unicidad de cada pueblo para con su propia historia, y el derecho
debe ser el instrumento para lograr el propio destino que un
pueblo o una civilización tiene para consigo
misma.

3.2 Los pueblos son libres

Los pueblos son libres y tienen al derecho como
instrumento para manifestar su libertad, para hacerla positiva,
visible para armar su destino. La ley manifiesta los derechos y
deberes que los ciudadanos deben tener entre si y con el
estado.

Siguiendo esta línea, no es posible plantear
valores universales o principios iusnaturalistas que determinen
de forma evidente los derechos y deberes que el hombre por si
mismo, y siguiendo los mandatos de su propia razón hacen
posible. No existe aquellos principios (ni en la historia ni en
la razón y alma humana) que arrastren necesariamente la
historia de los pueblos hacia un fin determinado y
único

Así como el hombre se va inventado en cada
momento y es lo que decide e inventa en cada momento [18], los
pueblos se van inventando y eligiendo el pueblo que quiere ser y
llegara ser.

3.3 El derecho como instrumento de la liberta de los
pueblos

El derecho es el medio mediante el cual un pueblo elige
la clase de pueblo que es y quiere llegar a ser. Es pues el
derecho importante tanto para la identidad de un pueblo como de
los propios ciudadanos que la componen, ya que el derecho los
determina como una nación democrática o no, como
una nación que asume ciertos valores u otros, lucha por el
bienestar material y espiritual de sus ciudadanos o no, etc. Al
asumir que no hay principios universales que seguir, ni dios a
quien rendir cuentas, es el hombre y los pueblos los
únicos responsables de su propia creación como
tales. Por ello, porque aquellos principios que los pueblos
siguen son elegidos por ellos y asumidos como expresión de
su libertad, aquellos son responsables de sus decisiones, son
responsables de su propia identidad y de las consecuencias, malas
o buenas, que aquella elección acarrea.

En este sentido nos adherimos a la "Teoría pura
del derecho" de Keynes. Respecto a que no existe un derecho
trascendente que marque las pautas de lo justo e injusto. El
derecho iusnaturalista propio de nuestra constitución no
tiene pues, bajo este punto de vista, razón ni fundamento
alguno. Lo justo e injusto es relativo, un sistema
jurídico nunca es verdadero o falso. No estamos de acuerdo
con Keynes que la verdad sea relativa, pero si afirmamos que el
derecho escapa de esas categorías y que sólo puede
ser tratado de validas o no.

3.4 Responsabilidad

El derecho pues define en muchos aspectos a la
nación y a las personas que la hacen ser tal. Es el
instrumento mediante el cual un pueblo elige la clase de pueblo
que quiere ser. Esto trae pues responsabilidad por aquella
elección. Son pues determinantes tanto los valores
expresados en una constitución, como las acciones en la
práctica de aquella nación. Para ser responsables
debe existir una coherencia entre los valores asumidos y la
concretización practica de esos valores y principios.
Cuando un pueblo sigue lógica y materialmente esos valores
en la realidad, tiene todo el derecho de defenderlos. Por ello,
en un mundo donde la lucha entre las culturas [19] y la
globalización es lo que lo define, es importante el tema
de la responsabilidad. En el caso de occidente pues, existe
valores como la democracia, la igualdad entre los hombres, la
existencia de derechos universales del hombre, etc., todo un
estilo de vida asumido por aquel como propio, base de su
identidad como cultura y por ello con todo el derecho de luchar
por que sea respetado.

3.5 Responsabilidad y lucha entre culturas en un
mundo globalizado

Si occidente pues, por ejemplo, se asume responsable de dichos
valores, si realmente hay una concordancia entre el expresado y
la práctica, es legítimo que aquel luche por que
esos valores no sean atacados por grupos desdientes de dentro o
de fuera. Los límites de la tolerancia radican en el
respeto de la libertad de cada nación para elegirse. Si lo
elegido por una nación o pueblo, va en contra de los
valores y de la libertad de otro pueblo y lo pone en peligro,
rompiendo toda posibilidad de dialogo, es valido que aquel pueblo
en peligro luche por aquello que su libertad a elegido para
si.

La lucha entre culturas es un hecho radical en nuestro tiempo.
Por cuestiones morales lo ideal es la tolerancia y el respeto de
unas respecto a las otras para una mejor convivencia. El dialogo
es lógicamente deseable. Pero cuando ello no ocurre (y es
la mayor parte de las veces) la comunidad esta legitimada a
defender aquellos valores, ya que son esos valores los que los
hacen ser lo que son.

Por otra parte, hoy en día no sólo se ve una
lucha entre culturas, si no la lucha entre lo libremente elegido
por las naciones (cuando estas pueden realmente elegir) y los
procesos de la globalización. La globalización
elimina muchos espacios de acción y por lo tanto de
elección de los pueblos. Al ser la globalización un
gobierno de facto, invisible, oscuro y universal a los pueblos le
es cada vez mas difícil elegirse como tales, y delegan
obligados por las circunstancia a este poder globalizador muchas
decisiones importantes. Los pueblos que desean mantener como
principios libremente elegidos la justicia social, el desarrollo
de los derechos sociales y culturales, etc., encuentran cada vez
más difícil lograrlo. Por ello en el mundo de hoy,
la responsabilidad que los pueblos deben tener por sus decisiones
y elecciones, que lo definen como tales tanto ante sus propios
ojos como ante el resto del mundo, se diluye.

En un mundo donde la libertad y la responsabilidad es ley es
más fácil primero el dialogo y segundo la lucha por
lo libremente elegido. Pero en un mundo globalizado aquello es
difícil. Y esto es peligro. Los pueblos no pueden luchar
por su libertad, perdiéndola al fin de al cabo ya que para
luchar por la libertad primero es importante saber quien se es, y
para saber quien se es necesario ser libre para construirse y
elegirse, pero si los espacios de elección, para elegirse,
esta controlados por un poder invisible que elige por ti,
entonces eres el resultado de un invento de otro, en este caso en
particular de la globalización, en un invento de
laboratorio económico donde la persona sólo tiene
la función de un numero[20]

En este sentido Hanna Arendt en libro "sobre la violencia",
Cap 1, comenta sobre el uso y el abuso de las estadísticas
ahora encasillar a los hombres, ocultando con ello su libertad.
Lo asombroso del hombre es precisamente lo inesperado, lo nuevo,
lo siempre por nacer. En este punto el futuro es lo más
importante, y este se sustrae al parámetro de las meras
estadísticas y control social. [21]

Conclusiones

Podemos concluir por todo lo expuesto que hay una
contradicción entre los ideales liberales tanto en lo
político como en lo ético y lo que en realidad
sucede y acontece en el mundo bajo su predominio. La
teoría liberal no coincide con la
práctica.

La globalización, consecuencia natural del
liberalismo echara a la larga por tierra no sólo las pocas
aspiraciones liberales para que sus ideales se hagan realidad, si
no que la propia teoría liberal será obsoleta para
explicar lo que realmente esta pasando en el mundo. La
globalización producirá una contradicción
desde dentro de la teoría liberal hasta tal punto que esta
no podrá explicarse a si misma y mucho menos el mundo a su
alrededor.

Por ello, la única manera de luchar por un mundi
mas justo es ver al derecho desde el punto de vista positivo,
como algo siempre por crear, donde nada esta ya dicho ni por un
dios ni por naturaleza. Es importante ver el derecho como un
instrumento de la libertad de los pueblos para elegirse a si
mismo, y no permitir así que la globalización elija
por ellos.

  

 

 

Autor:

Eduardo Llosa Cantoni

Partes: 1, 2
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