- Antecedentes de la industria en la
Región - Normas
Internacionales - Análisis de las principales normas
internacionales - Normas
Nacionales - Análisis de las principales normas
nacionales - Autoridad Reguladora
- Unidad
Reguladora de los Servicios de Energía y
Agua - Principales normas dictadas por la
URSEA - Análisis de los Contratos de
Concesión
Antecedentes de
la industria en la Región
Durante los años 90 en la región
ocurrieron profundos cambios en el modelo institucional y de
propiedad de la industria energética en general, y en
particular en la industria del gas natural, a través de la
desintegración vertical y apertura a capitales privados de
los mercados y en muchos casos de las propias empresas
públicas energéticas.
El consumo de América del Sur tuvo un fuerte
crecimiento, debido a la penetración continua del gas
natural en los mercados, al crecimiento de las economías
de la región y, en particular, al interés de contar
con dicho energético para la generación de
electricidad.
Los países que se proyectaban con mayor
crecimiento eran Brasil, Perú y Uruguay, mientras que
Argentina sería el de menor crecimiento porcentual debido
a las limitaciones de un mercado ya maduro, lo cual se refleja en
la alta participación del gas en la matriz
energética actual para los distintos sectores de
consumo.
En Argentina y Bolivia se desarrolló una
importante infraestructura de transporte, con volúmenes
exportados crecientes en el tiempo destinados a los países
vecinos. La misma se basaba en sistemas de acceso abierto, con
instalaciones de porte, sin discriminar la nacionalidad, ni la
procedencia ni el destino del gas.
Los proyectos tendían a incrementar las
exportaciones de gas natural en forma apreciable a los dos
grandes mercados importadores de gas natural del Cono Sur como
son Brasil y Chile. Los requerimientos de gas natural de Uruguay
y Paraguay han sido escasos dada la baja participación del
gas manufacturado en su matriz energética, y al hecho que
el abastecimiento de gas natural a estos países solo
podría ser viable al estar los centros de consumo en la
ruta de los grandes gasoductos al Brasil, o cercanos a las redes
existentes en Argentina.
La infraestructura para el intercambio de gas
creció con:
La entrada en operación de ocho gasoductos y
la exportación de más de 10 millones de
m3/día desde Argentina a Chile.El inicio de actividades del gasoducto entre Bolivia
y Brasil, el mercado de mayor potencial que comienza a
beneficiarse del acceso masivo del gas natural, con compras
del orden de 6 millones de m3/día, y
crecientes.
La entrada en operación del gasoducto entre
Argentina y Brasil que en una primera etapa llega a
Uruguayana y por el que se preveía alimentar en el
futuro la ciudad de Porto Alegre con volúmenes del
orden de los 2,5 millones de m3/día;El cierre por el sur de este sistema con el inicio
de la construcción del gasoducto subfluvial entre
Buenos Aires y Montevideo, previsto inicialmente para
alcanzar Porto Alegre.
En nuestro país, se fueron tomando decisiones de
política energética[1]se
suscribieron acuerdos internacionales, y se sancionaron una serie
de normas que fueron creando un entramado regulatorio para el
sector.
Junto con dicho esfuerzo normativo, las dos principales
empresas de energía nacionales -ANCAP y UTE- realizaron
importantes aportes en infraestructura, para colaborar y
viabilizar el desarrollo del sector.
Normas
Internacionales
Análisis
de las principales normas internacionales
En el Acuerdo de 1991 se acordó que el transporte
del gas argentino se realizaría a través de uno o
más gasoductos, a financiar con capital de riesgo, sin
erogaciones ni avales de los Estados. El Gobierno de la
República Argentina garantizaba que no existirá
ningún tipo de limitaciones a las exportaciones de gas
natural a Uruguay, que existiría un tratamiento
igualitario con los consumidores argentinos con relación a
posibles restricciones estrictamente técnicas o de
infraestructura de transporte. Las obras a realizar en la
Argentina y en Uruguay se regirían por las normas de cada
país y serían supervisadas y/o controladas dentro
de cada jurisdicción por las autoridades competentes de
cada Estado. Se establece que el Gobierno uruguayo podría
otorgar concesiones de explotación de almacenamiento
subterráneo de gas natural, en los depósitos que
resulten aptos en territorio uruguayo, para la utilización
por ambos países a solicitud de los operadores.
En el Acuerdo Complementario de 1996 se
estableció que las partes promoverán un
régimen jurídico que permita la libre
comercialización, exportación, importación y
transporte de gas natural entre Argentina y Uruguay (Art. 1) Las
exportaciones quedan sujetas al nivel de reservas y
disponibilidades y a la legislación interna de cada
país (Artículos 2 y 4)
Se garantiza a todo interesado el acceso a las
instalaciones de transporte, almacenamiento y demás
infraestructura, en condiciones de igualdad, sin discriminaciones
de ningún tipo por actividad, persona, nacionalidad y el
destino (interno o externo) que tenga el gas natural, (Art. 3
inc. b)
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