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Martí y el pensamiento modernista (página 2)




Enviado por Raul G.



Partes: 1, 2

Desarrollo

EL Modernismo es una tendencia literaria
que surge en Hispanoamérica a finales del siglo XIX. En la
mayoría de la s ocasiones se le define al modernismo como
una expresión extranjerizante y afrancesada, siendo a
todas luces, este análisis extremadamente parcial y
limitado, aunque es probado y evidente que las obras de
Julián del Casal y Darío- altos exponentes del
movimiento– estaban muy influenciadas por escritores franceses
como Gaurier, Baudelaire, Leconte de Lisell y otros. El propio
Rubén Darío proclama el afrancesamiento de su obra,
no como limitación, sino como un acierto.

EL modernismo se puede ubicar dentro de una
situación política, social y económica plena
de inestabilidad, producida por perturbaciones políticas y
crisis económicas, cuadro predominante en
Hispanoamérica.

La realidad de las letras hispanoamericana
en estos años no era la mejor, ni siquiera lo más
aceptable que pudiera desearse. El romanticismo que había
visto pasar ya lo mejor de su etapa creadora, se debatía
por sobrevivir bajo formas extremas y repetidas, de ahí
que el modernismo fue una tendencia que surge como
búsqueda desesperada a una salida urgente de aquel caos
decadente, y que como lo definiera Max Enríquez
Ureña, no fue más que una lírica de
exquisiteces con acento francés e inclinación por
las innovaciones formales: métricas y estróficas, y
que, por su interés prendido en los hallazgos expresivos,
centra, embrida sus temas en el individualismo, el preciosismo y
la sensualidad.

En España, en los años que
van de 1870- 1890, a la par de un desarrollo en la novela y el
cuento, con figuras eminentes como Galdós y
Alarcón, entre otros, se produce una decadencia en la
poesía, derivada esencialmente de una cadencia cultural
nacida de un retraso social de siglos.

En un artículo en 1880 Martí
se detiene en la realidad cultural de España y
señaladamente en su pobreza lírica, al hacer
referencia a los españoles del momento y de su retraso
social dice: ´¨Desde que el mundo entero razona y la
fábrica de vapor ocupan los lugares de numerosos
arsenales, ellos deben razonar con el mundo, trabajar en las
fábricas y buscarse sitio entre los que piensan como
Herber Espencer, se quejan como Heine, dudan como Byron y
desprecian como Leopordi. Con sus manos españolas deben
denir las cuerdas de la lira humana.

En este criterio martiano encontramos una
de las más sorprendente aproximaciones de nuestro
héroe nacional: la de comprender que el retraso de la
lírica española no procede del mayor o menor
talento de un creador sino de no haberse resuelto en el suelo
peninsular cuestiones económicas y sociales de primordial
magnitud. En otra ocasión Martí
señalaría:

´´Las esparcidas y humeantes
ruinas de la vieja sociedad todavía no se han transformado
en los nuevos elementos de la época democrática. La
poesía de la naturaleza no puede mover solo los corazones
de una sociedad que tiene empeñada las amargas cuestiones
en los más oscuros campos de la batalla. Dos gigantes, el
pasado y el porvenir, lidian actualmente. La tierra de Don Pedro
y Felipe cantará verdadaderamente poesía el
día en que una nueva sociedad se
asicute´´.

SI esta sociedad, no se ha asentado
todavía en España, ¿Qué frutos
podían recogerse en los días del
Modernismo?

Frente a todo esta debacle de la
lírica española está el gran florecimiento
de las letras francesas, donde se palpa a cada paso una
extraordinaria vitalidad renovedora .Se enmarcan en esta etapa el
parnasianismo, el simbolismo y el decadentismo, fundamentalmente
con escritores destacados como: Leconte Delish, Laforque,
Vaudelaire, Gautier y otros.

Este panorama se refleja claramente en
América y en sus búsquedas literarias de una ruta
propia. Desde los años 1850 el positivismo va penetrando
en los intelectuales hispanoamericanos, situación que va
caracterizar filosóficamente los fínales del siglo
XIX.

En el modernismo pueden encontrarse
reflejadas toda una serie de tendencias fundamentalmente
francesas que señalamos anteriormente como el
parnasianismo , el simbolismo y otras como el realismo , el
naturalismo, el impresionismo, incluyendo el romanticismo, ahora
bien ,es justo señalar que en esta misma búsqueda
estética que tiende a la evasión , refleja una
cruda realidad, oculta en la mampara de la belleza.

Toda obra de arte es expresión de la
realidad objetiva circundante, y la estética del
modernismo, la búsqueda de la perfección formal, de
la renovación en la expresión poética, el
rompimiento con el retoricismo, la utilización de efectos
de color , símbolos, de elegancia plástica, denotan
una situación político social chocante y
desgarradora, frete a la cual estos escritores americanos fueron
políticamente testigos vacilantes e indecisos, la
evasión ante la vida fue un único compromiso
social. No hay dudas de que los poetas hispanoamericanos,
pertrechados de magníficos dotes, no podían
encontrar en lo español maestría. Obedecieron a un
impulso de universalidad y actualización mal atendido y
nació una poesía de superior calidad formal, pero
venida de las manquedades de la lírica francesa. Es por
eso que Martí teniendo estos resultados advierte a los
escritores latinoamericanos sobre la inconveniencia de mirar
hacia París y defiende a los líricos de nuestra
América de caer bajo el dominio de los poetas
madrileños.

Martí y el
pensamiento modernista

"Modernismo" es la palabra tomada de los
simbolistas y elegida por Darío para designar la
fructífera tendencia. Se ha dicho que el Modernismo
representa la inquietud de una época: el final del siglo
XIX, el cambio histórico que se refleja en el arte, la
religión. Pero el Modernismo literario, más
allá de ese contexto cierto, aportará un cambio
definitivo en el manejo expresivo del idioma. Se ha
señalado que el Modernismo concreta el sueño de los
escritores románticos: diseñar un lenguaje
típicamente latinoamericano, reconocido por los mismos
españoles. A veces defendido y otras combatido, el
Modernismo es la base sobre la que se desarrollará la
literatura hispanoamericana del siglo XIX.

Su vida ha estado signada por la temprana y constante lucha
por la libertad de su patria y los valores morales. Sufrió
castigos y destierros, por lo que vivió en España y
viajó a Europa. Residió temporariamente en
países de América latina y se radicó
después en Estados Unidos, donde continuó su
trabajo por la resistencia. Murió combatiendo por su amada
isla, en 1895.A su vida generosa y heroica suma el mérito
de ser uno de los escritores más grandes del continente.
Crea un estilo nuevo e inicia, junto con otros, esa voluntad de
renovación e independencia verbal que es el Modernismo. Su
estética se basa sobre la creencia en un arte bienhechor.
El artista debe ser útil a los hombres. El arte es
concebido como un instrumento que puede expresar las emociones
humanas y mejorar la sociedad. Martí escribe porque cree
que la escritura es el mejor puñal. Ese puñal que
es su verso deviene en flor: posee la fuerza de transmitir lo
inefable del alma y las aspiraciones y sentimientos del hombre
americano. Su estilo sencillo: Su escritura es fragmentaria, a
causa de su azarosa existencia. En vida, casi no publicó.
Sus obras de crítica aparecieron en periódicos (La
Nación).Martí fue un escritor muy original, pero
sin rebuscamientos ni excentricidad. En toda su prosa las ideas
tienen vigor y dinamismo. Aparece una abundancia de ritmos,
reforzada por brillantes metáforas, riqueza de
vocabulario, y diversidad de recursos de estilo.

La obra poética: Sus libros de poesía son:
Ismaelillo (dedicado a su hijo, que presenta imágenes
reveladoras de una nueva sensibilidad), Versos sencillos, Versos
libres, Flores del destierro y otros poemas aparecidos en la
revista La edad de oro, que él fundó.

La poesía de Martí
está llena de gracia y armonía visual y sonora. En
el prólogo a Versos sencillos anuncia: "Amo la sencillez y
creo la necesidad de poner el sentimiento en formas llanas y
sencillas".

Unida a esta prédica de la
naturalidad se desarrolla una conciencia social, la cual que se
manifiesta en una constante preocupación por los problemas
de América. Su conciencia americanista, que contrasta con
la extranjerizante de muchos de sus contemporáneos, le
hace emitir juicios severos contra los escritores que solo
prestan atención a la moda y modelos foráneos,
desatendiendo así la originalidad, las realidades y
características propias de sus países.  Para
Martí, el pueblo es un elemento clave en la
elaboración poética y cuenta tanto como el poeta
mismo, porque allí encuentra este la fuente de su
inspiración, como dijera Roggiano en sus frases ya usadas
que la poesía es a la vez obra del bardo y del pueblo que
la inspira… La poesía es durable cuando es obra de
todos.  Tan autores son de ella los que la comprenden como
los que la hacen.  Paradigma este que asume Martí
buscando establecer un diálogo con el pueblo.  En su
poesía manifiesta el compromiso adquirido con los
desposeídos.  Así lo manifiesta en el poema
III de Versos Sencillos: "con los pobres de la
tierra/ quiero yo mi suerte echar". La poesía natural que
propone está basada en su conciencia de lo americano, en
la expresión y utilización de los elementos que
componen toda la naturaleza americana y en la sencillez con que
debe elaborarse para que el mensaje llegue al pueblo.  Las
letras no son un mero fin de producción de belleza formal,
sino que se usan con el intento de expresar en lengua hermosa
ideas profundas y durables.  Así, el arte, la
poesía no es una mera contemplación, sino cierta
inmanencia de actividad transformadora que tiene por fin un
mejoramiento de la realidad; la literatura debe encaminarse hacia
el bien del prójimo.  Para Martí, la
poesía, la obra de arte en general, debía tener una
clara función social y caminar de acuerdo a la sociedad.
 Martí tiene un concepto evangélico del poeta
en cuanto hombre, a quien presenta como un místico del
deber y como un mártir de su propio
destino. 

Como premisa fundamental, es imprescindible
considerar la certeza de que Martí no fue precursor de una
literatura que, supuestamente, después de él
llevarían a su culminación otros escritores
hispanoamericanos. En lugar de ello, En vez de esa
condición de mero anunciador de lo que maduraría
más tarde, debemos reconocer en martí su
carácter de iniciador, de fundador, no solo desde el punto
de vista político, sino también
literario.

Los modernistas vivieron presos en la
cárcel de la sensualidad, algunos creyeron que
habían conquistado la libertad, ya que nada los ataba a
una norma tradicional ni a una consecuencia política. Su
caso probó el error de acudir a las apariencias y no a las
realidades.

Cuando en el año 1888 es publicado
le libro Azul de Rubén Darío, es dada por oficial
esta tendencia-el modernismo en el mundo literario. Y a en esa
época Martí sentía y expresa la necesidad de
buscar novedosas estructuras en nuestra incipiente literatura Se
repite aquí la certeza de un hombre que logra hallar una
solución adecuada y apropiada a los problemas de
América, ante una situación tan deformante y
desesperada ya que para Martí una renovación
poética parte íntegramente de una revolución
social, de un cambio radica de esencias.

Martí no pudo escapar de las
influencias europeas, conoció la bestia agradable de la
evasión sensual, pero en el primer caso logra subir por
encima de esas influencias y encontrar las formas de integrarlas
a nuestras condiciones depurando así su estilo, en el
segundo caso Martí supo domar esa bestia. Él
siempre abogó por el total conocimiento de todas las
literaturas, como la vía más efectiva para librarse
de la preponderancia de una de ellas, lucha contra los
modernistas iníciales, critica a Casal y se manifiesta
contrario al maridaje con la literatura francesa.

Por esto en su obra Dieciocho ensayos
martianos Juan Marinello plantea: ´´Ningún
modernista levantó un dedo para prevenir a los poetas
americanos sobre las manquedades de los francés dominante-
lo que hubiera sido negarse a sí mismo y en esto
Martí levantó, siempre, las
manos.´´

Martí es el polo positivo , el
ejemplo aún vivo que arrastra consigo una heroica
tradición americana deseosa de conocer todas las culturas,
para no depender de ninguna , en posibilidades de enfrentarse a
modelos ajenos y tomar de ellos los aspectos valiosos sin
necesidad de subyugarse a ellos. Firme para no ceder lo
intransferible y leal para ofrecer con belleza, realidad y
eficacia, la angustia sedienta de nuestras tierras.

Nuestro Héroe Nacional no fundamenta
su estatura artística, encaminando su obra por modelos
ajenos, por lo tanto tiene absoluta libertad para valorar esos
modelos, para advertir y alertar a los literatos de nuestra
América sobre el veneno de su seguimiento y para realizar.
Extrayendo por positivo de esos modelos una gran obra propia,
original y rica.

Mientras los modernistas encabezados por
Rubén Darío forman una vanguardia decorativa, pero
infiel, Martí culmina una posición americana que
viene del fondo de nuestra independencia y se encamina hacia
nuestro futuro.

Los libros de poesías publicados en
1882 y 1891, Ismaelillo y Versos sencillos son una clara
representación de una revolución de las expresiones
poéticas. En estos libros lo fresco radica en la
expresión general, las imágenes formalmente
sencillas con muestra de fehaciente sensibilidad.

Y yo besaba

Sus pies pequeños

¡Dos pies que caben

En un solo beso!

(Mi caballero, Ismaelillo).

Si ves un monte de espumas,

Es mi monte lo que ves:

Mi verso es un monte, y es

Un abanico de plumas.

(V Versos sencillos).

En la obra poética de José
Martí pueden encontrarse en muchas ocasiones elementos
expresivos que también están presentes en el
Modernismo, como: armonía verbal, refinamiento, uso de
sinestesias, efectos brillantes a través de l uso de la
policromía:

En un ave de dos alas

Bogo por el cielo azul.

Un ala del ave es negra,

Otra de oro Caribú.

(VII Versos Sencillos).

Eran de lirios los ramos,

Y las orlas de reseda

Y de jazmín: la
enterramos

En una caja de seda.

(IX Versos sencillos)

Súbito, de un salto
arranca:

Húrtase, se quiebra,
gira:

Abre en dos la cachemira,

Ofrece la bata blanca.

(X Versos Sencillos)

Yo no puedo olvidar nunca

La mañanita de
otoño

En que le salió un
retoño

A la pobre rama trunca.

(XII Versos sencillos)

Pero en la obra martiana la
utilización de estos elementos es la directamente
relacionada con la realidad, para él vida y poesía
confluían en un solo haz luminoso. Entre Martí y
Los modernistas existe una diferencia abismal en cuanto a
concepciones que tienen sobre el símbolo plástico.
Los símbolos modernistas (el símbolo es
útil para expresar en una palabra lo inexpresable .Los
símbolos preferidos del Modernismo son el color azul y el
cisne .El azul representa lo celeste y el ensueño .El
cisne es el poeta, la elegancia y el encanto mágico.
También el pavo real, flor de Liz, el cisne, la princesa)
tienen siempre finalidad plástica, de belleza
melancólica y sensual, lo predominante es la conmovida
intimidad personal, la evocación, la percepción
sensorial y las palabras solo dan brillo y color a las
frases:

¡Cuántos cisnes jugando en la
laguna!

¡Qué azules brincan las
traviesas olas!

En el sereno ambiente ¡cuanta
luna!

Más las ¡qué tristes y
solas!

(La serenata de Schubert- Manuel
Gutiérrez Nájera)

Aún puedes casar la
olorosa

Rosa y el lis

Y hay mirtos para tu orgullosa

Cabeza gris.

(Poema de otoño. Rubén
Darío.)

Adorable jardín que una reina
italiana

Adorada por Francia con su flor de
lis,

Llenó de hechizo eglógico y
de virtud pagana,

Para adornar el dulce regazo de
París.

(En el Luxemburgo. Rubén
Darío)

El símbolo modernista implica dos
directrices claves, la primera, evitar deliberadamente el nombrar
de manera directa, la segunda, la expresión indirecta de
algo inagotable e imposible de describir.

En martí el símbolo es otra
cosa, es belleza, fuerza, concepto, primeramente es
imprescindible destacar que los símbolos martianos
están llenos de contenido profundos. Martí
utilizaba una misma palabra para expresar variados significados:
por ejemplo con símbolos como el oro, utilizado para
expresar un concepto vil, muy cerca a veces del dinero,
usándolo para significar erróneamente una virtud
superior, comparándolo con el sol o con algo muy
valioso:

De batallantes:

Brillen cascos plumados

Como brillasen

Sobre montes de oro.

(Tábanos ficros,
Ismaelillo)

Con el sol que era oro puro

Y en el alma más de un
sol.

(XII versos sencillos)

En la obra martiana los símbolos no
son solamente expresiones brillantes ,indefinidas a veces, sino,
que son armas que pueden expresar también rebeldía,
violencia, fuerza:

Caballo de batalla!

Arnés brillante ¡caña
fina ¡ Linchados

Los belfos nuevos, como olor de
gloria

Canta la tropa y los fusiles
limpia…

(Caballo de batalla ¡fragmento y
poesías en la obra)

Dame el yugo ¡oh mi madre ,de
manera

Que puesto en él de pie, luzca en mi
frente

Mejor la estrella que ilumina y
mata.

(Yugo y estrella, versos libres)

En la prosa martiana están presentes
los más altos vuelos poéticos que puedan
encontrarse en la literatura hispanoamericana, su ritmo,
síntesis, belleza formal y profundidad conceptual van
unidos de forma armónica.

Para Martí lo poético no se
limitaba solo al verso sino que se extendía a toda la
creación artística y en su obra la
distinción prosa-verso pierde todo sentido, ejemplo de
esto son las palabras con que introduce cada libro suyo de
versos, su Ismaelillo expresa:

´´ Si alguien te dice que estas
páginas se parecen a otras páginas, diles que te
amo demasiado para profanarte así. Tal como aquí te
siento, tal te han visto mis ojos. Con esos arreos de gala te me
has aparecido. Amando he cesado, de verte en una forma, he cesado
de pintarte. Esos riachuelos han pasado por mi corazón!
Lleguen al tuyo!

En las palabras que introduce Veros
Sencillos
dice:

´´…Me echó el
médico al monte: corrían arroyos, y se cerraban las
nubes: escribí versos. A veces ruge el mar y revienta la
ola, en la noche negra, contra las rocas ensangrentadas del
castillo: a veces susurra la abeja merodeando, entre las
flores.´´

En la introducción de Versos
libres
, que él titula, Mis versos
señala:

´´…Amo las sonoridades
difíciles, el verso escultórico, vibrante como la
porcelana, volador como un ave , ardiente y arrollador como una
lengua de lava. El verso ha de ser cono una espada reluciente,
que deja a los espectadores la memoria de un guerrero que va
camino al cielo y al envainarla en el sol, rompe sus
alas.´´

En estos ejemplos puede apreciarse el
sentido vigoroso, versátil, inusual de su prosa,
contrastando con las formas gastadas de su época, esto
constituyó una revolución literaria en
Hispanoamérica.

Conclusiones

Por todo lo dicho queda bien claro que no
solo es Martí diferente al modernismo sino que lo supera y
lo supera por la suprema razón de ser un hombre de
entraña política, en el más ancho sentido,
no solo por luchar en pro de la libertad de su país y de
haber muerto en combate, sino porque comprende e interpreta la
situación cultural Hispanoamericana con un profundo
sentido histórico y porque advierte y combate contra el
gran peligro que se avecina: el imperialismo yanqui. Martí
tiene un concepto político de la lengua: mantiene que esta
debe acoger los elementos fecundos sin denuncia de su
básica estructura, al fin de que sea vehículo de
unidad y de lucha para los pueblos de Hispanoamérica. Como
los modernistas no escuchan esa ley Martí los
enfrenta.

Se ha dicho mucho que el modernismo no es
un movimiento como Darío lo llamó, ni una escuela,
sino una época, y a Martí correspondió
iniciar esta época que aún vivimos, la historia
contemporánea de nuestra América, en sus combates,
en sus ideas, en sus letras. Se trata de de una época que
se abrió alrededor de 1880 y que para conjunto de
América Latina no se ha cerrado aún: la
época del imperialismo yanqui y de la
liberación.

Bibliografía

  • 1. Anuario del centro de estudios
    martianos, H4, 1981.´´ cuál es la
    literatura que inicia Martí´¨-Roberto
    Fernández Retamar.pag.26-50.

  • 2. Augier, Ángel. "Notas
    sobre el proceso de
    creación poética en Martí
    Anuario  L/L: 13-34. –

  • 3. Dieciocho ensayos martianos-
    Juan Marinello. Editora política, La habana,
    1980.´´ Sobre el modernismo, polémica y
    definición ´´, PAG.146-189.

  • 4. Henríquez Ureña,
    Max.  Breve historia del modernismo. México:
    Fondo de cultura   económica,
    1954.

  • 5. Introducción a
    Martí- Roberto Fernández Retamar. Centro de
    estudios martianos, 1978, La Habana.´´ El caso
    del modernismo´´- PAG.186-196.

  • 6. Llanos, Díaz Elmer. La
    poética modernista de José martí.
    Universidad Nacional "Pedro Ruiz Gallo" –
    Lambayeque

  • 7. Martí, José-
    Obras Completas. Editora Nacional de Cuba, La
    Habana,1984

 

 

 

Autor:

Lic. Ivania García
Viamonte

Dr. Ignacio González
Carballé

Curso: 2009 -2010.

Partes: 1, 2
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