Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Estrategia para mejoramiento de actitudes, prácticas y conocimientos en donantes (página 2)




Enviado por ALVARO JUSTINIANO



Partes: 1, 2, 3

En Latinoamérica, la sangre colectada proviene de
donantes dirigidos o coactivos, es decir, personas que por
presión familiar o social y por cumplir requisitos para
hospitalización, cirugía o visita a sus familiares
asisten a los Bancos de Sangre con el fín de reemplazar la
sangre proporcionada o también la necesidad de un
pariente, amigo víctima de una lesión
traumática, una urgencia quirúrgica o una
cirugía programada donde es imprescindible que se deje una
unidad de sangre. En Bolivia y particularmente en Tarija, se suma
a lo anteriormente expuesto, la donación remunerada; cabe
hacer notar que es más segura la donación de sangre
voluntaria y no remunerada, ya que la primera se motiva en el
deseo de ayudar a receptores desconocidos.

En nuestro medio la transfusión de sangre siempre
se la efectuó de manera directa, es decir, solamente se
efectuaba la determinación de grupo sanguíneo, no
así las pruebas de control a fín de descartar la
presencia de agentes infecciosos trasmitidos por la sangre; sin
embargo los inicios de la transfusión segura de sangre se
remonta al año 1994 cuando en el Hospital Universitario
San Juan de Dios se inicia el control serológico de todas
las unidades de sangre que se transfundían en dicha
institución. A partir de la promulgación de la ley
1687 del 26 de Marzo 1996, instrumento legal que regula el
funcionamiento de los Bancos de Sangre y estos últimos, se
constituyen en los organismos rectores conjuntamente con las
comisiones asesoras de la sangre en el país, de manera que
se pueda iniciar el proceso de habilitación de Bancos de
Sangre y el fomento de la donación de la sangre de manera
voluntaria, sin embargo a pesar de su promulgación la
misma no se aplica hasta el año 2000 cuando se conforma el
Programa Nacional de Sangre y se inician las actividades en las
ciudades más grandes del país por contar estos
departamentos con la infraestructura mínima
necesaria.

El funcionamiento del llamado "Banco de Sangre del
Hospital", que trabajaba bajo la normativa legal promulgada, en
cuanto se refiere a control serológico de la sangre, sin
embargo la Promoción, Información, Educación
y Capacitación, dirigidas a fomentar la donación
voluntaria y altruista de la sangre no fue en ningún
momento abordada, dejando el acto de donación solamente
bajo las prácticas de la reposición y
remuneración. No es, a partir de agosto del año
2004 cuando el Banco de Sangre se independiza del Hospital San
Juan de Dios a una infraestructura propia, pero aún
transitoria y insuficiente.

Esfuerzos personales y de otros profesionales, inician
las gestiones para la dotación de áreas
específicas, contar con diseños
arquitectónicos que permitan consolidar a través de
un crédito del Banco Mundial, gestionado por el Programa
Nacional de Sangre se lograse la construcción del Banco de
Sangre Departamental, obra concluida el año 2006. Sin
embargo los porcentajes de donación voluntaria y
altruista, nunca se incrementaron, descansando las reservas de
sangre hasta la fecha en la donación de reposición
y remunerada. En la actualidad el promedio de donantes en el
Banco de Sangre Departamental es de 80 por mes, de los cuales
únicamente entre un 1 a 2 %, es donante
voluntario.

En nuestro medio, se han identificado de manera
empírica que la población en edad de donar sangre
no realiza este acto por motivos altruistas de ayuda al
prójimo y no lo hacen con la regularidad que se requiere
motivado por diferentes percepciones, creencias, mitos,
tradición, aspectos culturales, tabúes y falta de
conocimiento de su importancia; pero no se han realizado
investigaciones que hayan abordado sistemáticamente el
tema de la donación de sangre y menos aún sobre las
creencias y comportamientos que se tienen al respecto.

Antecedentes

La sangre es un recurso nacional. Es responsabilidad del
gobierno asegurar que el suministro de sangre sea seguro,
adecuado y esté disponible para satisfacer las necesidades
de toda la población de pacientes. Sin embargo, en muchas
partes del mundo no hay suficiente sangre para tratar a todos
aquellos que la necesitan. A nivel mundial, cada año se
donan aproximadamente 75 millones de unidades de sangre. Sin
embargo, de las 500.000 mujeres que mueren anualmente por
complicaciones en el embarazo, principalmente en los
países en vías de desarrollo, cerca de 150.000
mueren debido a la falta de sangre (6)

La proporción de sangre donada por cada 1.000
habitantes es 18 veces mayor en países con un
Índice de Desarrollo Humano (IDH) elevado que en los
países con IDH bajo. Sólo el 16 % del suministro
global de sangre proviene de donantes voluntarios y no
remunerados en los países con IDH bajo y medio.

El número de donaciones por 1000 habitantes, es
aproximadamente 15 veces mayor en los países de ingresos
altos que en los de ingresos bajos. Este dato es motivo de
preocupación porque los países en desarrollo son
los que más necesitan contar con un suministro sostenido
de sangre segura para el tratamiento de muchas afecciones, como
la anemia infantil grave relacionada con la malaria o las
complicaciones graves del embarazo requieren transfusiones y que
aún se cobran un millón de vidas cada año.
La disponibilidad de sangre segura permitiría evitar
aproximadamente el 25% de los fallecimientos por hemorragias
intensas durante el parto.

Sólo el 25% del total de las donaciones de sangre
voluntarias y no remuneradas se realiza en los países en
desarrollo. Treinta y siete países siguen recurriendo a
los donantes remunerados, cuya principal motivación es el
beneficio económico y no ayudar a los demás. Ciento
veintitrés países continúan dependiendo de
donantes familiares o de reposición familiar, lo que puede
constituir un sistema oculto de donación remunerada. Los
países de ingresos bajos y medianos que aportan datos
completos señalan que más del 43% de las unidades
de sangre procedentes de nuevos donantes se siguen obteniendo de
donantes remunerados, familiares o de reposición familiar,
frente a menos del 6% en los países de altos ingresos.
(6)

Se estima que si aproximadamente el 5 % de la
población donara sangre de manera regular sería
posible mantener un suministro adecuado. Actualmente muchos
países industrializados luchan por alcanzar esa cifra,
mientras que muchos menos desarrollados reportan cifras
inferiores al 1 %.

A pesar de la importancia de la donación
voluntaria, el porcentaje de ésta es sumamente bajo en la
región de las Américas. A nivel nacional para
1990-1997, solo Aruba, Canadá, Curazao, Cuba y Estados
Unidos reportaron el 100% de donaciones voluntarias. Aunque
algunos países todavía reconocen la existencia de
hasta el 24% de donantes remunerados, la gran mayoría de
las unidades de sangre obtenidas en la región provienen de
donadores de reposición (7).

La donación en México se realiza
fundamentalmente por donación de reposición
familiar. El 98% aproximadamente de la sangre colectada en
México se obtiene de donantes relacionados.

Los progresos hacia el objetivo de lograr que el 100% de
las donaciones de sangre sean voluntarias y no remuneradas han
sido lentos y aún no se ha conseguido que los suministros
de sangre sean seguros y sostenibles. La mayoría de los
países en desarrollo todavía dependen de donantes
remunerados o de donantes familiares. Sin embargo, en los dos
últimos años se ha reportado datos alentadores:
países, como China, Malasia y la India, han logrado
progresos aplicando principios más estrictos en sus
programas de prevención del SIDA, donde se fomenta de
manera directa la donación de sangre de manera voluntaria,
a manera de detectar personas infectadas por el virus
VIH.

Por otra parte, varios países se han acercado al
logro del objetivo. Una ciudad como Santa Lucía, en
España, ha dado un gran salto hacia adelante en la
recogida de sangre procedente de donantes voluntarios no
remunerados pasando del 24,4% en 2002 al 83,05% en 2004. En ese
mismo periodo, Malasia pasó del 50% al 99%, y la India del
45% al 52,42%. Como indican las respuestas de los gobiernos al
cuestionario de la OMS, estos progresos se debieron a la
intensificación de los programas de prevención del
SIDA.

En China, las cifras proporcionadas por el Gobierno
indican que toda la sangre donada en 2005 se sometió a
pruebas de detección de las cuatro infecciones (HIV, HCV,
HBV Sífilis). En cuanto a la donación de sangre,
China ha registrado un aumento del número de donantes
voluntarios no remunerados, del 22% en 1998 al 94,5% en 2005. El
progreso registrado en China se debe particularmente a una
reducción de la utilización de sangre y plasma
comercializados, con la consiguiente reducción en todo el
país de las prácticas irregulares en materia de
recogida y suministro de sangre, junto con un fortalecimiento de
la prevención del SIDA

Estudios efectuados en Cuba, donde se evaluó los
conocimientos, actitudes y practicas de la donación de
sangre refiere, que la mayoría de la población
tiene conocimientos sobre estos temas y tiene una actitud
positiva hacia la donación, pero desconocen aspectos como
la frecuencia de la donación y sus efectos sobre la salud.
(7)

Un trabajo realizado por la Organización
Panamericana de la Salud en 15 países de las
Américas, muestran que la población tiene
conocimientos generales sobre la sangre y donación, pero
tiene una comprensión relativamente limitada de aspectos
específicos. La mayoría de las personas tienen una
actitud positiva y piensan que donar sangre es útil para
salvar una vida y algo necesario y saludable. Sin embargo algo
negativo, es que se preocupan porque afirman que con la sangre se
lucra y que es difícil conseguir donantes. En general las
personas donarían si lo necesitara un familiar o amigo en
caso de urgencia o para su buen estado de salud. Por otro lado
existen grupos de personas y que nunca han donado, no lo han
hecho por falta de oportunidad, o por temor a la sangre, a las
agujas, al contagio, a debilitarse, o porque creen que no
están en condiciones de ser donantes y consideran que no
van a recuperar la sangre que donan. (8) En cuanto a las
prácticas la mayoría de los donantes dieron su
sangre porque alguien se lo pidió y volvería a
donar si alguien se lo pidiera. Los voluntarios lo harían
para ayudar a cualquier persona que lo necesitara sin embargo son
los menos (8)

Algo similar ocurre en Colombia, con un estudio
efectuado donde los encuestados, afirman con referencia a las
prácticas acerca de la donación de sangre que la
gente no dona por la falta de información sobre las
necesidades de sangre y las falsas creencias o mala
información (engorda, adelgaza, etc.). En general las
personas que no han donado sangre, hasta el momento no lo han
hecho porque nadie se lo ha pedido o por temor a las agujas o
desmayos y estarían dispuestas a hacerlo si alguien
allegado o un familiar lo necesita, si es extremadamente
necesario o urgente o se lo piden. Sin embargo, hay algunos que
nunca donarían porque tienen miedo a infectarse con agujas
que se vuelven a usar, debilitarse y a depender de extracciones
permanentes porque la sangre se renueva en mayor cantidad, o por
preceptos religiosos, falsas creencias, o porque han tenido
experiencias negativas y unos pocos tienen una percepción
de que la donación de sangre es un negocio. La gente dona
por responsabilidad familiar, filial o personal, mientras los
voluntarios y altruistas reflejan una intención de
solidaridad o responsabilidad comunitaria. (9)

Otro estudio efectuado en la ciudad de México
refiere que la mayoría de los donantes lo han hecho porque
personas ajenas al Banco de Sangre se lo ha pedido, incluyendo
los médicos; excepto los voluntarios y altruistas que han
sido motivados por acción del mismo Banco de Sangre, en el
trabajo o por familiares. A los dirigidos naturalmente se lo ha
pedido un familiar, a los de reposición amigos o
compañeros del trabajo. Los donantes repiten la
donación según los voluntarios, altruistas, de
reposición por responsabilidad comunitaria; mientras los
remunerados y dirigidos lo hacen por responsabilidad individual o
filial. Se tiene un conocimiento relativo sobre la sangre pero no
aspectos muy específicos, siempre la asocian a una buena
alimentación. En cuanto a los conocimientos relacionados
con la donación de sangre, la mayoría de los
donantes y no donantes piensan que la donación de sangre
es vital, necesaria y debe ser ofrecida por solidaridad y
voluntariamente, es cuestión de responsabilidad
comunitaria y es saludable. Sin embargo, los testigos de
Jehová consideran que no es justificada, y algunos admiten
sólo la extracción terapéutica de sangre.
Muy pocos reconocen una satisfacción moral o espiritual,
siendo más frecuente en el grupo de voluntarios. Los
remunerados reciben dinero porque consideran que es
difícil conseguir sangre. En general se acepta que debe
pagarse porque no hay suficientes donantes y en ocasiones es
difícil conseguir ciertos tipos de sangre en emergencias
(10)

JUSTIFICACIÓN.

Esta investigación expondrá de manera
científica y organizada las actitudes, prácticas y
conocimientos de la población que acude al Banco de Sangre
Departamental. La identificación de estas
características permitirá contar con elementos que
sirvan de base para proponer y diseñar actividades que
refrenden una estrategia de intervención a fín de
fomentar la cultura de la donación voluntaria y altruista
de sangre, logrando de esta manera mejorar los índices de
donación de sangre en nuestra ciudad.

El impacto de este trabajo se reflejará en
información, destinada a los beneficiarios principales,
que son los bancos de sangre en primera instancia quienes
requieren de un aprovisionamiento sostenible y en segunda
instancia, los usuarios de éstas instituciones que es la
población demandante de sangre.

Dicha información podrá ser utilizada por
los directivos como una herramienta de gestión que sirva
para fomentar e incentivar una cultura de donación de
sangre voluntaria y altruista.

Finalmente, este estudio es factible de realizar ya que
se cuenta con los recursos humanos, económicos y apoyo de
las autoridades respectivas para efectuar el mismo. Por otra
parte, en nuestro medio no existen estudios que aborden esta
temática desde el punto de vista que
proponemos.

Planteamiento del
problema

Bolivia en general y Tarija en particular, presenta un
desabastecimiento contínuo de sangre y problemas de
seguridad, ya que algunas veces ésta es procesada en
condiciones poco apropiadas (tamizaje incompleto de agentes
infecciosos), sin cumplir con los parámetros
internacionales de procesos y abastecimiento, especialmente en
los lugares que más lo necesitan.

Las transfusiones de sangre y de sus componentes
constituyen el tratamiento más utilizado para corregir las
pérdidas de sangre agudas y las anemias crónicas;
en consecuencia el donante es el primer eslabón de la
cadena y es el que hace posible la transfusión
sanguínea.

Cabe mencionar que en los últimos años la
predominancia epidemiología del país ha virado de
las enfermedades infecto-contagioso a los accidentes de
tránsito, cánceres, enfermedades cardiovasculares;
lo que ocasiona un mayor índice de mortalidad por
hemorragia y el incremento progresivo de la necesidad de sangre.
Esto podría controlarse de existir establecimientos con
capacidad de respuesta a esta demanda, que puedan proporcionar
los hemocomponentes seguros y oportunos evitando así
muertes prevenibles por hemorragias

La población en edad de donar sangre en nuestro
medio no realiza este acto por motivos altruistas de ayudar a su
prójimo, de igual forma no lo hacen con la regularidad que
se requiere esto por diferentes percepciones, temor, falta de
conocimiento de su importancia, creencias, mitos,
tradición, aspectos culturales, tabúes.

Las actitudes, escaso conocimiento y prácticas
inadecuadas que creemos presenta nuestra comunidad referida a la
donación de sangre hace que la misma esté muy por
debajo de los estándares internacionales de
donación voluntaria de sangre, en consecuencia en la
práctica el sistema de mantenimiento de volúmenes
de sangre que requiere nuestra ciudad, descansa en la mayoritaria
participación de donantes familiares y de
reposición, que es a quien se recurre para que se haga la
devolución de la sangre proporcionada por la
institución a un paciente que preciso de este
líquido vital. Otro tipo de donante frecuente son los
remunerados quienes comercializan con su sangre por variados
motivos.

Al no ser donantes voluntarios y altruistas, no brindan
seguridad ya que no son evaluados con frecuencia, por lo tanto no
eliminan el riesgo del -período de ventana- y en muchos
casos, no se puede contar con ellos durante las emergencias. La
selección de la población de donantes es la medida
que ha tenido mayor impacto sobre la seguridad de la sangre. Se
ha demostrado que una alta población de donantes
voluntarios está asociada con una baja tasa de
transmisión de los agentes infecciosos que suelen
vincularse con la transfusión (11) (12).

El riesgo de transmisión de infecciones por medio
de una transfusión es mayor cuando los productos
sanguíneos proceden de donantes remunerados o de
reposición. Al no contar con donantes voluntarios
habituales se omite información que generalmente hacen los
donantes voluntarios, lo que hace pensar que pueden tener
factores de riesgo y por ende, posibilitan la transmisión
de enfermedades por vía sanguínea como SIDA y
hepatitis virales, entre otras (13). Debe tenerse presente que no
existe prueba de laboratorio alguna que sea 100% sensible, por lo
que algunas veces el donante puede tener el agente infeccioso a
pesar de tener la prueba respectiva negativa.(14)(15) La
seguridad de la sangre depende principalmente de la calidad de
los donantes obtenidos (16).

No existen efectivos diseños de
comunicación, información y educación (IEC)
que hagan a la donación voluntaria y altruista sea un acto
permanente y fidelizado. Se debe pretender socializar la
donación de sangre e involucrar al personal de los Bancos
de Sangre participando en actividades comunitarias, donde se
brinde comunicación, información y
educación, interviniendo como modelo de comportamiento
altruista, educador de los usuarios y de la población en
general.

El Ministerio de Salud, a través del Programa
Nacional de Sangre en los últimos años desarrollo
grandes esfuerzos enviando el mensaje a fin de mejorar los
índices de donación voluntaria, sin embargo se
encontró diversas barreras y limitaciones lo que
impidió lograr el avance esperado. Por lo que en el
país en general y nuestro Departamento en particular, no
se satisface la demanda de los productos sanguíneos,
debido a un nivel muy bajo de donación voluntaria de
sangre y los volúmenes con los que se cuentan son
provenientes de los donantes de reposición como
también los remunerados.

Se tiene evidencias empíricas sobre actitudes,
prácticas y conocimientos de los donantes que acuden al
Banco de Sangre Departamental, que evidencian que las unidades de
sangre que se producen, no permiten satisfacer las necesidades de
sangre, la misma que correspondería que se colectase a
través de una práctica regular, voluntaria y
altruista, que es lo deseable. Al no existir un estudio que
muestre con evidencias científicas, escasa
información de trabajos de investigación al
respecto, se impone la necesidad de llevar adelante la presente
tesis y dar respuesta a las siguientes preguntas.

¿Cuáles son las actitudes,
prácticas y conocimientos que poseen los donantes de
sangre sobre la hemodonación, que acuden al Banco de
Sangre Departamental Tarija 2007?

¿Cuál seria el diseño de una
estrategia de intervención dirigida a mejorar y modificar
las actitudes, prácticas y conocimientos de los donantes
de Sangre sobre la hemodonación?

CAPÍTULO II

Marco
teórico conceptual

La sangre es vital para la vida. Transporta nutrientes
esenciales a todos los tejidos y órganos del cuerpo. Sin
la sangre los tejidos morirían por desnutrición.
Una persona promedio tiene 25 mil millones de eritrocitos y en el
cuerpo una persona sana y normal las células del cuerpo se
renuevan constantemente. Sin la protección de la sangre no
podría nacer niño alguno. En el útero, la
sangre de la madre asegura que el feto recibe una
provisión de oxígeno y nutrientes y el feto se
beneficia de las defensas de la madre contra las
enfermedades.

Cerca del 45 por ciento del volumen total de la sangre
está compuesto de:

  • Glóbulos rojos

  • Glóbulos blancos

  • Plaquetas.

El 55 por ciento del volumen restante es plasma, es
decir, la parte líquida en que se encuentran suspendidas
las células. Los glóbulos rojos transportan
oxígeno. La hemoglobina, que le proporciona a la sangre su
color rojo, es la sustancia cuya presencia resulta necesaria para
que el oxígeno sea obtenido de los pulmones. Los
glóbulos rojos también transportan el
oxígeno utilizado, transformado en bióxido de
carbono, de regreso a los pulmones para su expulsión del
cuerpo.

El hierro es un elemento clave para la
elaboración de la hemoglobina. Cuando las reservas de
hierro son insuficientes, el individuo se convierte en
anémico, con la consecuente pérdida de la capacidad
de transportar el oxígeno. Los glóbulos blancos
defienden al cuerpo contra las enfermedades. Forman anticuerpos y
combaten las infecciones y finalmente las plaquetas ayudan a
controlar el sangrado; se adhieren a las superficies
dañadas de los vasos sanguíneos y permiten que los
factores de la coagulación se acumulen en el sitio de la
herida.

También en el plasma se transporta sustancias
como las proteínas, los factores de coagulación y
algunos químicos. Algunas veces, debido a un trauma como
la hemorragia, el volumen de sangre en el cuerpo se reduce a un
nivel tal que el organismo no es capaz de reemplazarla lo
suficientemente rápido. Ocasionalmente faltan algunos
componentes de la sangre, o bien no funcionan adecuadamente, como
en el caso de la hemofilia, en que no se produce la
coagulación de la sangre. Otras veces la médula
ósea no produce suficiente hemoglobina, debido a una
deficiencia de los necesarios "bloques de construcción".
En muchos de esos casos se realizan transfusiones de sangre y
componentes sanguíneos a los pacientes. Todos los
diferentes componentes de la sangre pueden ser utilizados y cada
uno desempeña un papel importante para salvar las vidas de
individuos diferentes en la comunidad.

  • Aspectos históricos.-

Existen referencias de que desde la antigüedad se
ponían de relieve las posibilidades terapéuticas de
la sangre humana. Durante la época del imperio romano, el
naturalista Plinius y los médicos Scribonius Largus y
Galen recomendaban su ingestión por vía oral como
remedio para controlar algunas enfermedades, principalmente la
epilepsia. Se dispone también de testimonios que indican
que el descubrimiento de la existencia de la circulación
sanguínea por el inglés William Harvey y la
identificación de la conexión capilar de las
arterias con las venas por el italiano Marcello Malphigi,
constituyeron las premisas de los primeros ensayos de las
transfusiones.

En febrero de 1665, el anatomista inglés Richard
Lower logró la primera transfusión entre animales,
al extraer la sangre de la arteria carótida de un perro e
introducirla a otro a través de la vena yugular. Dos
años después, el cirujano francés Jean
Baptiste Denis realizó con éxito la
primera transfusión de una oveja a un hombre joven. Esta
operación se fue sistematizando por el propio Denis y por
el también cirujano alemán Matthäus Gottfried
Purmann pero, como es de suponer, en muchas ocasiones ambos
fracasaban en su empeño, que a veces llegaba a tener un
desenlace fatal

El siglo XX fue un período muy interesante en la
medicina de la transfusión, especialmente a partir de la
creación de los primeros Bancos de Sangre en el decenio de
1930. Durante la segunda guerra mundial, los progresos que se
hicieron en la transfusión de sangre resultaron muy
útiles en tiempo de paz.

La donación voluntaria en el país estuvo
por muchos años a cargo de la Cruz Roja, pero a fines de
la década del 70 esta actividad fue descontinuada por esta
institución.

Es recién a partir de la promulgación de
la Ley Nº 1687, de 26 de Marzo de 1996, en donde se declara
de orden público y de interés nacional de la
obtención, donación, conservación y
transfusión de sangre humana, que se retoma la
problemática acerca de la donación voluntaria de
sangre en el país.

A partir del año 1998 se inician las
campañas de donación voluntaria de sangre,
básicamente tomando como población blanco a los
estudiantes universitarios, consiguiendo de esta manera iniciar
un proceso de sensibilización en la población, el
mismo que debe consolidarse a través de un Plan Nacional,
que es monitoreado por el Programa Nacional de Sangre, que
involucre a todos los sectores de la sociedad. Recién a
partir del año 2000 se mejoran y organizan los Bancos de
Sangre en los departamentos del eje troncal y en nuestro medio es
a partir del 2006 que contamos con una infraestructura
adecuada.

La institución del 23 de mayo como el "Día
Nacional del Donante Voluntario de Sangre" ha sido uno de los
grandes logros que permiten fortalecer la
sensibilización

en la población nacional, así como
reconocer a quienes ya se han solidarizado con las necesidades de
salud del país.

Teniendo en consideración que el índice
sugerido por OMS-OPS para asegurar un suministro adecuado sangre
para un país, es igual al 2% de la población total.
200.000 unidades de sangre por año sería nuestro
requerimiento a nivel del país, 10.000 unidades para
nuestro departamento y para la provincia cercado área de
cobertura del Banco de Sangre Departamental 3.500 unidades
anuales.

  • Transfusión de sangre en la
    práctica médica.-

La primera transfusión de sangre que se tiene
registro tuvo lugar en el siglo XVII, cuando el médico
francés Jean-Baptiste Denis inyectó sangre de oveja
a un ser humano. Desafortunadamente dicha transfusión no
tuvo éxito. No fue sino hasta el descubrimiento de los
grupos sanguíneos y del concepto de compatibilidad que la
terapia de transfusiones comenzó a dar frutos.

Los eritrocitos fueron descritos por primera vez en
1658. Cerca de 250 años después fueron
identificados los primeros cuatro grupos sanguíneos
—A, B, AB y O—, a lo que siguió el
descubrimiento de los factores Rh (Rhesus) que clasificó a
la gente en los grupos Rh positivo y Rh-negativo. Actualmente los
grupos sanguíneos y sus más de 100 subtipos pueden
ser determinados con mucha precisión. (11)(12)

El uso de la sangre almacenada comenzó durante la
primera Guerra Mundial (1914- 1918) pero el primer banco de
sangre a gran escala, incluyendo los bancos de sangre de la Cruz
Roja, no fue creado sino hasta la década de los
años 1930. A partir de entonces, el objetivo de lograr que
la sangre sea segura para su transfusión se ha convertido
en un reto cada vez mayor. Actualmente, dicho objetivo es el
más importante en la práctica de la terapia de
transfusión de sangre. (11)(12)

Desde los inicios de la terapia de transfusión,
los servicios de sangre de todo el mundo identificaron una amplia
variedad de medidas para lograr una transfusión de sangre
más segura, entre ellos se incluyen:

  • 1 El objetivo de contar con donantes de bajo
    riesgo para las infecciones transmitidas por
    transfusión

  • 2 El reclutamiento exclusivo de donantes de
    sangre voluntarios y no remunerados, con motivos humanitarios
    o altruistas

  • 3 La retención de donantes voluntarios y
    no remunerados como donantes regulares

  • La educación, relacionada con la salud
    pública, sobre la importancia de la donación de
    sangre y los factores de riesgo que pueden hacer que una
    persona sea no apta para donar

  • Procedimientos rigurosos para la
    selección de los donantes, de conformidad con
    criterios definidos que incluyen una entrevista previa con el
    médico, una revisión de la salud física
    y el asesoramiento de cada donante en cada
    donación

  • 6 Procedimientos seguros de recolección
    de sangre con el fin de evitar la contaminación
    bacteriana

  • 7 El análisis de todas las unidades de
    sangre donada en busca de agentes infecciosos que pueden ser
    transmitidos por medio de la transfusión

  • 8 La transfusión de la sangre solamente
    cuando no hay alternativa.

En el Siglo XX surge una nueva preocupación, al
encontrar que la sangre, además de salvar vidas, puede
transmitir enfermedades y convertirse en un problema, más
que en una solución. (6) El acto transfusional conserva
implícito un importante riesgo infeccioso y si a eso le
sumamos la dificultad que implica el mantener las reservas para
suplir las demandas de sangre y los múltiples
hemoderivados y lo difícil que es en algunas ocasiones
disponer de determinados grupos sanguíneos, es evidente la
razón por la cual la sangre ha perdido gran parte del
encanto que adquirió cuando se realizaron las primeras
transfusiones y es apenas lógico que surjan nuevas
escuelas que eviten al máximo procedimientos
transfusionales.(6) (17)

A comienzos de 1970 se consolidó formalmente una
nueva tendencia denominada "cirugía sin sangre", que surge
como respuesta a los problemas que se presentaban al tratar a los
Testigos de Jehová, quienes basados en la
prohibición bíblica de "no meterle sangre al
cuerpo", se niegan a recibir transfusiones sanguíneas o
cualquier otro hemoderivado (18) llegando incluso a rechazar las
prácticas autotransfusionales por el temor a no ser
transfundidos realmente con su propia sangre. (19)

En 1996 se crea en Estados Unidos la Asociación
Nacional de Cirugía y Medicina Sin Sangre (National
Association of Bloodless Medicine and Surgery – NABMS. La
cual fundamenta su ideología: La sangre es costosa,
peligrosa y, en ocasiones, impredecible.

En la actualidad, solo la autotransfusión es
considerada una alternativa segura a la Transfusión de
Sangre Humana, las otras son consideradas como futuras o
experimentales. Estas técnicas se encuentran disponibles
desde 1920 y adquirieron fuerza en los ochentas con la
aparición del miedo al VIH. Las técnicas
autólogas más reconocidas son:

  • a. Donación autóloga
    preoperatorio o autotransfusión (PAD).
    (20)
    (18)

  • b. Autotransfusión
    intraoperatoria.
    (18) (19)(20).

  • c. Hemodilución normovolémica
    aguda (NHD).
    (18) (19)(20). (21) (22) (23).

Aun con la puesta en práctica de todas estas
medidas, nunca puede decirse que la sangre es 100 por ciento
segura. La sangre puede ser considerada como un poderoso
medicamento, y como todo medicamento puede tener efectos adversos
como las reacciones a la transfusión y la
transmisión de infecciones. La transfusión de
sangre siempre tendrá un cierto nivel de riesgo, aun
cuando sea bajo. En consecuencia, existe la necesidad de contar
con programas que mejoren la salud pública y reduzcan la
incidencia de los padecimientos para los que se requiere la
terapia de transfusión de sangre.

También es importante que los médicos que
prescriben la sangre y sus componentes comprendan los riesgos
potenciales asociados con la transfusión y utilicen otras
alternativas cuando sea posible.

Es necesario que toda la sangre sea sometida a
revisión en busca de agentes infecciosos y sea desechada
cuando esté contaminada por dichos agentes. Sin embargo,
es un proceso costoso y que toma mucho tiempo. Se estima que
anualmente alrededor de 13 millones de donaciones de sangre no
son sometidas a prueba para detectar el VIH y los virus de las
hepatitis B y C, principalmente en los países en
vías de desarrollo, donde los equipos y reactivos que se
requieren para llevar a cabo las pruebas no siempre se encuentran
disponibles.

En la actualidad, la transfusión de sangre entera
se utiliza solo en lugares en que los servicios de sangre tienen
equipo y recursos limitados, es decir que ahora se esta
procediendo a procesar sus diversos componentes y transfundirlos.
La mayoría de los pacientes necesita solamente de un
componente, dependiendo de su condición clínica,
con ello, el procesamiento del biológico permite que una
unidad de sangre entera sea utilizada por varios pacientes.
Así tenemos los concentrados de Glóbulos Rojos,
Plaquetas, Plasma Fresco Congelado, Crioprecipitados.
También se puede transfundir cierto número de
productos sanguíneos que tienen usos específicos
también pueden ser derivados del plasma.

  • Transfusión de sangre como
    terapia.-

La transfusión de sangre se realiza de manera
regular para reemplazar grandes pérdidas de sangre en los
casos de cirugías, traumatismos, sangrados
gastrointestinales y partos. Los pacientes de cáncer
frecuentemente requieren también de transfusiones. Algunos
trastornos genéticos —como la talasemia y la
enfermedad de células falciformes— afectan a la
sangre. La forma de las células sanguíneas
también puede resultar afectada, dando paso a una
alteración en su funcionamiento y su consecuente
destrucción. Las personas con estos trastornos requieren
de un suministro regular de sangre segura para reemplazar su
deficiencia de sangre.

  • Fundamentos de la donación de
    sangre

La donación de sangre tiene que estar basada
fundamentalmente sobre tres pilares:

  • 1. En primera instancia, debe ser altruista. La
    persona que dona sangre debe hacerlo por convicción,
    porque se da cuenta que de esta forma está permitiendo
    que alguien viva o solucione un determinado problema de
    salud.

  • 2. En segundo lugar, debe ser voluntaria. El
    donante no debe verse forzado por alguien, ni siquiera ante
    una circunstancia de extrema necesidad.

  • 3. El tercer pilar es que las donaciones deben
    corresponder a un plan que permita su máximo
    rendimiento.

Cada una de estos pilares tiene una razón de ser.
El donante debe ser altruista para evitar que florezca un negocio
en torno de la obtención de sangre. Debe serlo por
convicción propia porque, si el donante está
presionado por alguien o algo, puede ocultar la presencia de
algún aspecto de su sangre que no la hace apta para ser
donada. Por último, la donación de sangre tiene que
estar absolutamente planificada de acuerdo con los diferentes
tipos de necesidades, empezando por cuántos y qué
tipo de donantes se requieren por año, porque la sangre
tiene un tiempo limitado de vida.

Los informes comunicados a la base mundial de datos
sobre seguridad de la sangre demuestran sistemáticamente
que la prevalecía del VIH y otras infecciones transmitidas
por la sangre es más baja entre los donantes de sangre
voluntarios y altruistas que entre los donantes remunerados,
familiares o de reposición familiar (familiares o amigos
del paciente). En Sudáfrica, por ejemplo, la prevalencia
del VIH es del 20,1% en la población adulta, pero
sólo del 0,02% entre los donantes de sangre habituales,
todos ellos voluntarios y no remunerados. Por el contrario, la
seroprevalencia de la infección entre los donantes
remunerados, familiares o de reposición familiar es igual
de elevada a la de la población general. Se trata de un
dato especialmente significativo para los países que
soportan una fuerte carga de infecciones transmisibles por
transfusión sanguínea.

  • Proceso de captación y selección de
    donantes.-

Para garantizar que los donantes de sangre sean sanos y
de bajo riesgo, es sumamente importante que el proceso de
captación y selección de los mismos sea eficaz. En
términos generales, se ha reconocido que los donantes
voluntarios, no remunerados que donan sangre habitualmente son
los más seguros, en comparación con aquellos que
dan su sangre cuando un miembro de la familia o comunidad lo
requiere o los que donan su sangre a cambio de dinero u otra
forma de retribución . Las personas que donan sangre por
obligación o por dinero podrían no revelar
problemas que los inhabilitan; por lo tanto, pueden ser
peligrosos. Los donantes voluntarios donan sangre porque
así lo desean y no reciben dinero ni otra
retribución que lo suplante. Su principal
motivación es ayudar a receptores desconocidos y no
obtener beneficios personales. Además, si lo hacen con
regularidad, brindan mayor seguridad ya que son evaluados con
frecuencia y en muchos casos, se cuenta con su
colaboración durante emergencias (2) (24).

A pesar de la importancia de la donación
voluntaria, el porcentaje de ésta es sumamente bajo en la
región de las Américas. A nivel nacional para
1990-1997, llego al 1 %, solo Aruba, Canadá, Curazao, Cuba
y Estados Unidos reportaron el 100% de donaciones voluntarias.
Aunque algunos países todavía reconocen la
existencia de hasta el 24% de donantes remunerados, la gran
mayoría de las unidades de sangre obtenidas en la
región provienen de donadores de
reposición(7).

Tanto los gobiernos como los servicios de
transfusión deben comprometerse a fomentar la
donación de sangre voluntaria y no remunerada e ir
suprimiendo la donación remunerada y la basada en donantes
familiares de reemplazo. Así; en la Asamblea Mundial de la
Salud celebrada en mayo de 2005, los ministros de salud de todo
el mundo suscribieron una declaración unánime de
apoyo a la donación de sangre voluntaria y no remunerada.
Para la Oficina Sanitaria Panamericana (OPS) uno de sus grandes
desafíos a futuro, es la promoción de la
donación voluntaria de sangre en los países de la
región (2). Para poderlo llevar a cabo, se ha previsto
desarrollar una estrategia de comunicación social que
requiere de información de base sobre la población,
especialmente acerca de sus conocimientos, actitudes y
prácticas en relación a la donación de
sangre.

  • Conocimientos de los donantes sobre
    la hemodonación.-

La población en general tiene conocimientos muy
esquemáticos sobre la sangre, transfusión y
donación, con una comprensión relativamente
limitada de aspectos específicos. La población
conoce que la sangre se repone, cuales sus funciones, conoce su
propio tipo de sangre, las situaciones más comunes en que
una transfusión es necesaria, algunos requisitos y
limitaciones para donar sangre y a veces la cantidad de sangre
que es posible extraer. Sin embargo no sabe con certeza
cómo se reproduce la sangre, ni conoce la cantidad de
sangre total en el cuerpo humano, el proceso que implica la
transfusión, el uso de la sangre donada, la necesidad de
sangre en los establecimientos de salud, dónde y con
qué frecuencia se puede donar, las enfermedades
transmisibles y los beneficios y riesgos de donar sangre. (8).
Además, en algunos países aún persisten
tabúes y mitos sobre la sangre y la donación de
sangre que probablemente influyen negativamente en las
prácticas de donación. Algunas son que el tipo de
sangre determina el temperamento o que la sangre muestra
diferencias que radican en su color, consistencia y en las
enfermedades de cada persona, o que donar sangre engorda, da
hambre, adelgaza, provoca infartos, cáncer, convulsiones u
otras enfermedades (8).

  • Representaciones de la donación de
    sangre.-

Qué y cómo es entendida la
donación, qué cuestiones median para donar y
qué esperan de este hecho, son las cuestiones que pueden
ayudar a comprender la necesidad de donar sangre que las personas
sienten.

La donación de sangre se produce porque la gente
se ve movida por diferentes intereses, desde el altruismo y la
solidaridad, en el sentido propio de las palabras, la
instrumentalización de estos mismos conceptos, para
satisfacer necesidades morales, éticas y/o sentimentales;
en respuesta a las peticiones de familiares y amigos, con los que
se mantienen lazos de proximidad afectiva; como respuesta al
llamamiento de una institución sanitaria; como respuesta
de autoestima e incluso como una respuesta
económica.

Todas estas posibilidades del por qué de la
donación son, desde luego, desde el punto de vista
individual; pero, aunque la donación es un hecho
físicamente individual, es básicamente un acto
social, colectivo. Se hace por y para la colectividad; en este
sentido hay motivaciones grupales, claramente diferenciadas de
las individuales. Las necesidades colectivas, radican
básicamente en la necesidad de sentirse miembro de un
colectivo o grupo concreto, donde potenciar o recuperar el
sentido de vecindad. La pertenencia a un grupo solidario, para
poder satisfacer necesidades básicas, relacionadas con la
defensa de la integridad física y la supervivencia, es una
motivación de primer orden. Se dá sangre para los
enfermos y no tanto porque la requieran los
médicos. (25)

La donación se puede vivir como una necesidad
socio-sanitaria, lo que implica un modelo de participación
social, el reconocerse como miembro de una sociedad y estar por
las necesidades de ésta. A esta idea concepto se acercan
más los donantes jóvenes. Para ellos, la
donación nuevamente es expresión de lazos de
solidaridad. 

  • Actitudes de los donantes de
    sangre.-

En la literatura revisada se afirma que la
mayoría de las personas tienen una actitud positiva y
piensan que donar sangre es útil para salvar una vida y
algo necesario y saludable. Las personas con actitud negativa
piensan que se puede adquirir alguna enfermedad o aumentar de
peso, y les temen al dolor y a la debilidad como consecuencia de
la donación. También piensan que con la sangre se
lucra y que es difícil conseguir donantes. En general las
personas donarían si lo necesitara un familiar o amigo en
caso de urgencia o para su buen estado de salud. Muchos donantes
perciben que están donando su sangre para reponer la
sangre utilizada por sus familiares; existe poca conciencia de
las necesidades permanentes de la comunidad.

Las personas que nunca han donado no lo han hecho por
falta de oportunidad o por temor a la sangre, a las agujas, al
contagio, a debilitarse, o porque creen que no están en
condiciones de ser donantes o que no van a recuperar la sangre
que donan. Otras no cumplen con los requisitos de peso y talla.
(8).

  • Creencias a cerca de la donación de
    sangre.-

La sangre tiene un significado cultural muy importante
en todas partes del mundo. Frecuentemente se le considera como
una fuerza de vida y como un símbolo de familia y de lazos
de unión. También se le relaciona con la
personalidad y la apariencia y existe la superstición de
que donar sangre debilita a la persona o causa infertilidad. En
Bahrein, por ejemplo, los musulmanes acostumbraban sangrarse para
conmemorar cada año el asesinato del nieto del profeta
Mahoma. Ahora lo hacen por una buena causa: la donación de
sangre.

Entre los factores que desalientan a quienes nunca han
donado sangre podemos incluir:

  • 1 Falta de conocimiento sobre la necesidad de
    la donación de sangre, o sobre el proceso de
    recolección de sangre

  • 2 Temor a las agujas

  • 3 Temor a lo desconocido

  • 4 Creencias religiosas

  • 5 Mitos y supersticiones

  • 6 Tradición.

Personas que donan sangre por primera vez pueden estar
reacias a repetir la experiencia si ésta tuvo condiciones
desagradables o bien, pueden perder la confianza en el servicio
de transfusional por haber experimentado o escuchado acerca de
problemas de suministro u otros factores negativos. Es probable
que los jóvenes estén mejor educados que sus padres
y tengan actitudes diferentes. Es importante saber qué
tipo de educación se les proporciona o finalmente la
actitudes y conductas que asumen los jóvenes.

La superación de los sentimientos negativos
respecto a la donación de sangre constituye un paso
gigantesco en cualquier campaña de reclutamiento. En el
mediano-largo plazo y a través de una planificación
correcta, apoyada en acciones de IEC es posible derribar todos
los obstáculos a la donación de sangre. El reto,
consiste en encontrar la clave que funcionará en la
cultura y/o ambiente en donde se desea operacionalizar las
acciones IEC.

De acuerdo a datos, se establecen tres posicionamientos:
religiosos (católico practicante, católico no
practicante, agnósticos y otros) y dos grupos de actitudes
frente a la donación: donantes actuales (que han donado
alguna vez) y donantes potenciales (que nunca han
donado).

Los católicos practicantes manifiestan un peso
muy grande a favor de la donación pero (52,19%); y la
posición desfavorable sobre la donación (11,01%),
que se sitúa con un estrecho margen sobre las personas sin
opinión (10,56%).

Esta misma secuencia la vamos a observar en los
católicos no practicantes, entre los cuales la
disposición favorable (54,41%) y desfavorables (11,05%) o
sin opinión (10,74%).

Tratándose de «agnósticos y
otros» opciones religiosas descubrimos cómo la pauta
de comportamiento es también asimilable a los casos
anteriores, aunque no igual. La posición favorable
(48,04%), siendo así que la segunda actitud más
presente es la posición desfavorable (16%), que supera a
los casos anteriores.

Aquí cabe considerar precisamente el caso de
todas aquellas personas que, por una u otra razón, son
sacralizadoras de la sangre, como Testigos de Jehová o
esencialistas. Pero asimismo presentan un mayor peso en
donaciones ocasionales (15,7%), debido acaso a un mayor
compromiso con el Banco de Sangre, y un porcentaje de donaciones
habituales (11,76%) muy similar al de los católicos no
practicantes. En último lugar, significativamente, el peso
de los «sin opinión» es el más reducido
de todos (8,53%), precisamente los colectivos que rechazan la
donación ya tienen una opinión manifiesta y clara
hacia ella.

Debido a nuestra tradición cultural y moral
católica, la significación del amor fraterno como
valor central en la participación en campañas de
donación no parece tener un peso excluyente (26). Pero
tampoco en el contexto norteamericano la variable
«prácticas religiosas» parece tener un peso
significativo en las actitudes de voluntariado relacionadas con
la donación de sangre —siempre y cuando éstas
permitan la donación. (27)(28) (29) Se han demostrado
cómo a través de un análisis estructural de
estudios sobre donación de sangre las variables de
actividad religiosa no son significativas, y las de
género, edad y educación estarían inducidas
por las metodologías empleadas.

  • Percepciones, sociales sobre la
    donación de sangre.-

Para el doctor J. C. Allen, más
importante que saber por qué donan los donantes, es darse
cuenta de que la mayoría van a continuar siéndolo
sin importarles lo que se haga. (13)

Los motivos que regulan la donación de sangre son
los motivos personales, ya que el altruismo no parece una
variable significativa para la distinción entre
donación, donante y no donante; más bien el
altruismo es una forma de racionalizar los propios motivos de los
donantes que una motivación absoluta (14). Entiendo que es
esta particularidad lo que caracteriza a la donación de
sangre: "hecho individual ligado a las experiencias personales y
que condiciona toda una serie de respuestas
colectivas".

Los planteamientos sobre la promoción, en general
realizados desde planteamientos teóricos de corte
socio-epidemiológicos, universalizan los criterios,
pretendiendo hacer uniforme la sociedad y sus reacciones ante
cualquier evento.

El estudio antropológico del contexto de la
donación dá unos elementos de análisis
difíciles de encontrar mediante otras disciplinas, ya que
la donación no es un hecho genérico capaz de
universalizarse, es necesario, estudiarlo en su cotidianidad y
desde las particularidades de sus interacciones. Hemos de aceptar
que no todas las personas tienen el mismo estimulo motivador, lo
que al final se traduce en las variaciones de la ritualidad. No
es lo mismo el ritual de la donación en un pueblo que otro
y mucho menos en la capital; por tanto, es fácil deducir
que no serán los resultados iguales en un punto de
extracciones que en otro. Los ritos permiten la estabilidad
social y su continuidad en el tiempo: "A través de los
ritos de paso son los individuos los que cambian, no la sociedad"
(16).

  • Prácticas de los donantes de
    sangre.-

La mayor parte de las personas que han donado durante el
último año observan ciertas prácticas de
donación que son comunes a la mayoría. Han donado
en bancos de sangre de hospitales públicos, del seguro
social o de la Cruz Roja y ha variado el tiempo transcurrido
entre una donación y otra. La mayoría de los
donantes dieron su sangre porque alguien se lo pidió y
volvería a donar si alguien se lo pidiera. Los voluntarios
lo harían para ayudar a cualquier persona que lo
necesitara. (8).

  • Reciprocidad como contexto de la donación
    de sangre

Para los donantes de sangre y respecto del común
de la sociedad, representada ésta por el sistema
sanitario, su donación es una prestación total
(26), ya que ésta obligación de dar espera una
obligación de recibir.

La prestación total se define por una serie de
características que nos aclara Godelier, en el
análisis que realiza del don: "No son los individuos, sino
las colectividades, las que se obligan mutuamente, las que
intercambian y contraen las obligaciones. Lo que se intercambia
no son exclusivamente bienes y riquezas, ante todo, son
cortesías, festines, ritos, donde la circulación de
riquezas no es más que uno de los términos de un
contrato más general y permanente. Y finalmente: Esas
prestaciones y contraprestaciones se realizan bajo una forma
más bien voluntaria" (30). Pero, ¿de quién
recibe sangre una persona, si no es de una colectividad
representada por la institución sanitaria? ¿A
quién se dona la sangre, si no es a una
institución, a la colectividad?

Este mecanismo de devolución de lo recibido es
contemplado por muchos de los familiares del paciente que han
sido transfundidos. Algunos de los pacientes, una vez recuperados
de su dolencia, suelen de forma espontánea donar sangre
por el hecho de haberla recibido. No es nuevo, Mauss nos
mostró cómo donar supone encadenar tres
obligaciones, la de donar, la de recibir y la de devolver. La
sociedad se funda en el intercambio y sólo existe por la
combinación de todo tipo de intercambios, es uno de los
conocidos postulados de Lévi-Strauss. Los hechos sociales
son una combinación de intercambios (16) (30)

Para que los dones manifiesten su efecto es preciso la
presencia en el intercambio de tres partes: quienes donan,
quienes reciben y una tercera parte para que lo donado circule
socialmente, pues así se crea y se manifiesta el
compromiso social.

La donación de sangre actúa como un
compromiso adquirido en términos morales, que obliga a la
reciprocidad y obliga en términos de colectividad; no es
individual. Pues la sangre se dona para la colectividad y sin
saber para quién es; congrega como actores a donantes y
pacientes por un lado, por otro, a sanitarios y asociaciones de
donantes que ejercen de testigos, árbitros, reguladores y
fedatarios públicos de que la donación y sus
consecuencias sociales se han producido.

Entre los donantes de sangre no es bien recibido quien
realiza una donación con la pretensión de conseguir
una recompensa material por el hecho de donar. La donación
retribuida, por este motivo, está mal vista ya que le
falta la grandeza de espíritu necesaria. Contrariamente la
donación dirigida, de discutible consideración como
altruista, no esta afectada por esta consideración
negativa. La familia, e incluso el amigo, tienen la
consideración, frente a la donación, de ser para
uno mismo a quien se dona la sangre.

Cuando alguien precisa una donación, no es
él mismo quien la reclama o expresa la necesidad, son
otras personas, generalmente es la institución sanitaria
la que reclaman la sangre que precisa.  La
institución es la forma en que se presenta la sociedad
frente al donante, pero ante él se presenta reclamando
ayuda para la subsistencia de la propia institución, "que
tiene su razón de ser en la existencia del enfermo" y la
subsistencia de la sociedad, "puesto que quien está en
peligro es un miembro de la sociedad". La situación creada
ahora es de dependencia.

Los donantes de sangre no intentan convencer a todo el
mundo para que done sangre. Reclaman de las instituciones que se
esfuercen en promocionar la donación de sangre, a la vez
que reclaman una compensación social "no económica"
por su gesto. La característica presente en la
donación de sangre, reflejada en la condición de
altruista de la donación: "ni se compra ni se vende", vale
decir la donación es entregada a unos intermediarios con
la condición de ponerla a disposición de quien la
ha de recibir y probablemente quienes la donan y quienes la
reciben jamás lleguen a conocerse.

  • Donantes de bajo riesgo.-

Un donante de bajo riesgo es aquel que tiene un bajo
riesgo de transmitir infecciones por medio de su sangre. Si
excluimos la donación dirigida o autóloga, los
donantes de sangre se dividen en tres
categorías:

  • 1 Donantes pagados o comerciales

  • 2 Donantes familiares o de
    reposición

  • 3 Donantes voluntarios y no
    remunerados.

La evidencia obtenida en muchos países demuestra
que los donantes más seguros son los donantes voluntarios
y no remunerados, procedentes de poblaciones de bajo riesgo, que
donan sangre de manera regular.

  • Donantes pagados o remunerados.-

Las personas que viven de vender su sangre o quienes
obtienen de esa actividad una parte de sus ingresos. Su principal
motivación consiste en recibir una remuneración
económica y no en el deseo de ayudar a salvar vidas o
mejorar la calidad de vida de otra persona. Por eso es poco
probable que informen de cualquier razón por la que
serían inelegibles para donar su sangre. La más
alta incidencia de infecciones transmitidas por conducto de la
transfusión de sangre corresponde precisamente a este
grupo de donantes pagados o comerciales.

En algunos países todavía existe un
sistema bajo la forma de un mercado negro donde se comercializa
sangre. Esta práctica debe ser eliminada por medio de la
promoción del altruismo y el humanitarismo, mediante la
promulgación de leyes, y a través de la
difusión de la importancia que tienen la seguridad de la
sangre y la dedicación de los especialistas que trabajan
en los servicios de sangre.

  • Donantes familiares.-

En muchos países en que los suministros de sangre
son escasos, donde no hay antecedentes de Bancos de Sangre o
donde la donación de sangre no es una norma aceptada
dentro de la cultura, es común que se solicite a los
familiares o amigos del paciente que requiere de una
transfusión que donen sangre para reponer la existente en
el inventario de sangre.

Si bien estos donantes son más seguros que los
donantes pagados, también tienen una mayor incidencia de
infecciones transmisibles por la transfusión que los
donantes voluntarios y no remunerados. Lo anterior puede ser el
resultado de la presión emocional que sufre la persona que
va a donar, y que le hace ser menos honesta en relación a
su estado de salud o su comportamiento de alto riesgo.

La situación de los donantes de reposición
debe ser abordada con precaución; debe mantenerse el
equilibrio entre alentar a las personas sanas y elegibles a que
se conviertan en donantes voluntarios y no remunerados, y evitar
que donen aquellos que tengan el riesgo de transmitir una
infección. Si se les trata en forma considerada y se les
educa adecuadamente, los donantes de reposición pueden ser
la base de un sistema de donación voluntaria y no
remunerada, realizada por razones meramente
humanitarias.

Cuando la vida de un miembro de su familia o de su
comunidad fue salvada por medio de una transfusión
—o cuando ha sido puesta en peligro por falta de sangre
segura—, estos donantes pueden reconocer la necesidad de
contar con un suministro sustentable de sangre, el cual
sólo puede ser obtenido a través de las donaciones
regulares voluntarias y no remuneradas de sangre.

Los donantes que son obligados —ya sea por
presión emocional o por amenazas— para que donen
sangre no pueden ser considerados como "seguros". En algunos
países existe una gran dependencia respecto de los
donantes de sangre que pertenecen al ejército o que se
encuentran en prisión, a quienes se ordena que den sangre;
estas personas no pueden ser consideradas como donantes
voluntarios aunque no hayan recibido dinero. La presión
excesiva por parte de la familia, los patrones o los amigos puede
también conducir a la coerción y junto a que el
donante oculte algún factor de riesgo que lo
excluiría como candidato para donar sangre. Algunas
autoridades sanitarias solicitan la donación antes de una
cirugía o una estancia programada en el hospital.
Cualquier donante que no da su sangre de manera voluntaria, por
motivos altruistas, constituye una amenaza para la seguridad del
suministro de sangre.

  • Donantes voluntarios, no
    remunerados.

Los donantes voluntarios y no remunerados que dan sangre
de manera regular constituyen la base de un suministro adecuado y
seguro de sangre. Los donantes voluntarios y no remunerados se
definen en los siguientes términos:

"Son personas que donan sangre, plasma u otros
componentes sanguíneos por su propia voluntad, sin recibir
pago alguno por este concepto, sea en forma de dinero o de
cualquier género que pueda ser considerado como sustituto
del dinero. Esto último incluye el tiempo libre en el
trabajo, que no sea el necesario para realizar la
donación. Las muestras de gratitud, los refrigerios y el
reembolso de los costos del transporte son compatibles con la
donación voluntaria y no remunerada de
sangre."(6)

La Federación Internacional de Sociedades de la
Cruz Roja y de la Media Luna Roja hace énfasis en la
importancia de esta definición, que fue adoptada
oficialmente en 1991(3)

Se estima que hasta un 60 por ciento de la sangre
recolectada a nivel mundial es donada directa o indirectamente a
través de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, por medio de
sus programas de reclutamiento dirigidos al donante voluntario y
no remunerado. (3) En colaboración con los gobiernos y las
autoridades sanitarias de cada país, la Federación
Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna
Roja ha ayudado a crear consciencia en las sociedades nacionales
de la necesidad vital de educar, reclutar y retener a los
donantes voluntarios y no remunerados que realizan su
donación de sangre por motivos altruistas.

Actualmente, de las 178 sociedades nacionales, algunas
sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja son
responsables de importantes programas de sangre a nivel nacional.
Otras cuentan con servicios de sangre completos o están
involucradas en las actividades de los centros de sangre. La
mayoría participa en la promoción de la
donación de sangre y el reclutamiento de donantes de
sangre.

Las principales razones para promover la donación
voluntaria y no remunerada de sangre son las
siguientes:

  • a. La protección del receptor de la
    sangre y los componentes
    : los donantes de sangre
    voluntarios y no remunerados invariablemente tienen la
    incidencia más baja de infecciones transmisibles por
    transfusión porque no tienen motivos para ocultar
    información relacionada con su estado de salud que
    pudiera excluirlos como donantes. Los donantes de
    repetición (aquellos que no donan por primera vez) son
    generalmente más seguros que los nuevos donantes
    porque están mejor informados sobre el significado de
    las conductas de bajo riesgo y la importancia de
    autoexcluirse cuando su donación pudiera afectar al
    receptor

  • b. La protección del donante: el
    servicio de sangre tiene la obligación de proteger
    tanto la salud del donante como la del receptor. Los donantes
    que dan sangre a cambio de alguna recompensa monetaria o como
    resultado de la presión de otros, pueden ocultar
    información que de otra manera ocasionaría que
    fueran excluidos, ya sea temporal o definitivamente, porque
    la donación puede ser dañina para su propia
    salud.

  • c. Ética: La Federación
    Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media
    Luna Roja, la Organización Mundial de la Salud y
    muchas otras organizaciones consideran que es moralmente
    inaceptable que cualquier asunto relacionado con la salud se
    base en la compra de alguna parte del cuerpo humano,
    incluyendo la sangre. (3)

Todo el personal del programa de sangre necesita
trabajar incesantemente para asegurar en todo momento un
suministro adecuado de sangre, y trabajar aun más duro
para asegurar la donación regular de los donantes
voluntarios y no remunerados, quienes no representan riesgo de
transmitir una infección por medio de su
sangre.

Se sabe que los donantes más seguros son los
donantes regulares, voluntarios y no remunerados, que provienen
de grupos de población de bajo riesgo y que donan su
sangre por razones humanitarias. En los países en
vías de desarrollo menos del 40 por ciento del suministro
de sangre proviene de donantes voluntarios y no remunerados. En
esos países es necesario dar prioridad a:

  • a. La formación de grupos de
    población de bajo riesgo

  • b. La identificación y el enfoque en la
    población de bajo riesgo

  • c. La conversión de los donantes de
    reposición en donantes voluntarios y no
    remunerados

  • d.  La selección de donantes sanos, con
    bajo riesgo de tener infecciones transmisibles por medio de
    la transfusión

  • e. La motivación para que donen
    regularmente.

El punto de partida es la promoción de estilos de
vida saludables y la erradicación de las enfermedades. A
este respecto, las necesidades de los servicios de sangre
están vinculadas con las necesidades de la comunidad.
Programas como la educación sexual y el apoyo a la
promoción de la salud son parte de una estrategia de largo
plazo para establecer una base de donantes de sangre seguros. Los
programas para la prevención y el control del VIH/ SIDA
ayudan a la formación de grupos de bajo riesgo; la
educación escolar sobre la buena nutrición, la
higiene y los estilos de vida saludables preparan el camino para
los donantes de sangre sanos del futuro.

Las organizaciones no gubernamentales —como las
asociaciones de donantes voluntarios de sangre, las agrupaciones
sociales, las organizaciones comunitarias y los grupos
religiosos— así como los medios de
comunicación pueden desempeñar un papel importante
en la promoción de los estilos de vida saludables. Aunque
es importante, el apoyo a los esfuerzos para constituir una
población saludable de donantes de sangre es una
estrategia de largo plazo, por lo que el siguiente paso consiste
en identificar a la población de bajo riesgo para la
transmisión de infecciones por medio de la
transfusión; enfocarse en ellos como donantes potenciales
y educarlos sobre la necesidad de contar con donantes de sangre
seguros. Sin embargo, es posible que algunas personas que desean
convertirse en donantes voluntarios y no remunerados no cumplan
con los requisitos. Por lo tanto, también es importante
educar a los donantes potenciales sobre las causas por las que
algunas personas no son aptas para donar su sangre; definir los
criterios para la donación segura de sangre y confirmar
que todos los donantes cumplen con dichos criterios. Finalmente,
el reto consiste en motivar a los donantes a que donen
regularmente su sangre de manera voluntaria y no
remunerada.

En Bolivia, el nivel educativo es relativamente bajo e
insuficiente en cuanto educación sanitaria; al interior de
ese contexto, la donación de sangre creemos se encuentra
relativizada por este factor, al que se suman prácticas,
actitudes y conocimientos referidos al acto de donación
con connotaciones desfavorables para la hemodonación, por
lo que se hace necesario crear una cultura favorable a la
donación voluntaria y altruista. En algunos departamentos,
de manera muy lenta pero sostenida se ha ido remplazando a los
donantes de reposición como también los
remunerados, por donantes que realizan este acto de manera
voluntaria. Sin embargo, el número de éstos, no
alcanzan a satisfacer la demanda de sangre. En nuestro medio,
contando con la infraestructura adecuada no podemos cubrir las
demandas de sangre así como no se ha podido dejar de
recurrir a la donación de reposición, es decir de
la proveniente de familiares o amigos de las personas necesitadas
de hemotransfusión.

Al mismo tiempo se aprecia la ausencia de estrategias de
IEC que estén orientadas a revertir esta situación.
Se trata de una serie de acciones que ha dificultado las
actividades propias del banco de sangre. La insuficiencias en la
implementación de un programa de promoción de la
donación así como de campañas destinadas a
concienciar, informar y educar a la población en el
fomento de este acto de solidaridad ha debilitado el pilar que
garantiza una cultura de donación de sangre.

  • Información, educación
    y comunicación acerca de la donación de
    sangre.-

En la actualidad, algunos bancos de sangre realizan
actividades de promoción a favor de la donación de
sangre. En términos generales, la población ha
estado expuesta a mensajes sobre el tema en los diversos medios.
No obstante, las personas recomiendan que en el futuro se eduque,
informe y motive a la población para que done. Para
llevarlo a cabo recomiendan tratar temas como los beneficios y
riesgos de la donación, despejar los mitos y creencias, e
informar sobre el proceso, la necesidad de sangre, la importancia
de la donación y el uso de la sangre colectada.
Según la población, los mensajes deben ser
transmitidos por personal capacitado de los ministerios de salud
y la Cruz Roja, profesionales de la salud, otros profesionales,
los propios donantes, líderes de opinión y personas
que han sobrevivido gracias a una transfusión. Esto debe
realizarse mediante charlas, conferencias, televisión,
radio e Internet, impresos o folletos, afiches, prensa, cartillas
interactivas, letreros y revistas. También resaltaron la
importancia de los mecanismos interpersonales, como charlas,
conferencias, cátedras, dramatizaciones y juegos para
niños. Es importante utilizar todo el material educativo e
informativo al alcance para la difusión en centros
educativos, comunidades, lugares públicos como
supermercados, tiendas, parques, servicios de salud, iglesias,
lugares de trabajo y los hogares (8).

La promoción, entendida en el contexto de fomento
de asistencia a los establecimientos de captación de
hemoderivados, con el fin de proveer de manera voluntaria una
unidad de sangre o algún hemoderivado exclusivo mediante
técnicas especiales, tiene una función definida y
muy positiva. La propuesta de promoción actual, debe ser
mucho mejor diferenciada y específica, considerando la
necesidad de convencer a poblaciones que no tienen el mismo
desarrollo cultural, económico, político,
religioso, e incluso de idiosincrasia popular.

El uso de los medios masivos de comunicación como
la televisión, los diarios escritos, revistas comerciales,
entre otras, deben ser integradas de manera regionalizada,
tomando en cuenta su experiencia para hacerse entender por su
población consumidora de información, con lo que
lograríamos una mayor comprensión de lo que nos
proponemos, y manteniendo un cuidado escrupuloso de la veracidad
en el contenido de la información. De igual manera invitar
e informar a los miembros con liderazgo y representatividad de
comunidades y etnias que no tienen acceso a los medios. La
campaña masiva de fomento a la donación altruista
de hemoderivados, deberá ser enfocada en relación
directa a las diferencias poblacionales, sin que se trastoque la
verdad médico-científica.

Un aspecto que deberá complementar estas acciones
es el que se refiere directamente con la capacidad de los
servicios de salud pública para acercar los sitios
adecuados, de fácil acceso y atención de calidad,
para que puedan asistir los potenciales donadores altruistas
Información

Considerando los censos poblacionales, diferenciados por
edades, nuestro país cuenta con una mayoría de
menores en edad escolar, coyuntura que nos ofrece la oportunidad
de iniciar, una campaña que a largo plazo nos garantice la
consolidación de la necesaria cultura de la
donación.

A nuestros futuros donadores deberemos enriquecerlos de
información clara, verídica, y continua, que logre
la sensibilización necesaria para que un individuo acuda
sin temores infundados, a cumplir con un acto que le represente
un satisfacción que no requiera de compensación
externa alguna. (31)

El autor considera que siendo la misión del
Ministerio de Salud promover la salud, prevenir las enfermedades
y garantizar la atención de todos los habitantes del
país, se hace imperioso establecer un conjunto de
prioridades que comprometa la participación activa de la
comunidad y promueva una cultura de la salud en nuestro
país. Dentro de este contexto de participación de
la comunidad, es importante implementar las estrategias que
tienen como objetivo de fundamental el de promover la
donación voluntaria, altruista y regular de sangre para
satisfacer adecuadamente las necesidades de sangre,
hemocomponentes y hemoderivados de la población,
así como asegurar que este suministro sea el de menor
riesgo posible a fín de prevenir la transfusión de
enfermedades hemotransmisibles y conociendo que los donantes
altruistas no remunerados ofrecen la mayor seguridad en este
aspecto; es que nos enfrentamos a la necesidad de establecer una
estrategia que sea el eje central de todas las organizaciones e
individuos abocados a esta tarea, y que nos permitan contar con
sangre segura y oportuna, sólo así se podrá
obtener la máxima eficiencia y un óptimo
rendimiento del esfuerzo personal y de la inversión de
recursos materiales destinados a este fin.

La visión y la participación activa de la
Organización Panamericana de la Salud, ha logrado
determinar los problemas que son necesarios eliminar a fin de
mejorar la disponibilidad, seguridad, calidad y uso de la sangre.
Es en este contexto que la Organización Panamericana de la
Salud tiende a fortalecer los programas nacionales de sangre con
la colaboración de instituciones internacionales
así como fortalecer los programas de donación
voluntaria, altruista de sangre.

  • Elementos a considerar para establecer una
    estrategia de donación voluntaria de
    sangre:

Establecer una estrategia de Promoción de la
Donación Voluntaria de Sangre es un paso importante para
que profesionales de la salud entreguen un mensaje claro a la
comunidad y despierten en ella un sentimiento de solidaridad y de
apoyo hacia otra vida humana así como de constituirse en
una oportunidad para construir un país más
saludable, donde las personas y la familia mejoren su calidad de
vida.

En consecuencia nos alineamos plenamente con las
propuestas del la Organización Panamericana de la Salud,
así como las directrices que emanan del Programa Nacional
de Sangre, dependiente del Ministerio de Salud y Deportes,
consideramos también que la diversidad cultural que existe
en nuestro país en general y en el Departamento de Tarija
en particular en cuanto a su población, hacen que los
rasgos de la comunidad y de los propios donantes sean diferentes
al resto del país, por lo que es importante determinar
criterios que permitan conocer las actitudes, conocimientos y
prácticas de la donación de sangre en nuestra
ciudad, de manera que se logre generar una propuesta dirigida a
mejorar la donación voluntaria de sangre.

  • Planificación Estratégica,
    destinada a coordinar toda la organización y compartir
    la visión corporativa a partir del nivel de salud
    pública demostrado a través de un
    diagnóstico epidemiológico; la
    coordinación de la operación eficiente y
    efectiva de la red asistencial; y la coordinación de
    la operación eficiente de los apoyos
    funcionales.

  • Gestión de Calidad, destinada a
    conseguir la apropiación de las prácticas de:
    Gerencia Calidad, Mejoramiento Continuo y Rediseño de
    Procesos con formulación y medición de
    Indicadores de Garantía de Calidad en toda la
    Organización.

  • Desarrollo de las Personas, destinada a
    desarrollar el Liderazgo de los Directivos,
    Capacitación y Aprendizaje de las nuevas
    prácticas en las personas de todos los niveles y la
    incorporación de la Participación permanente de
    todos los funcionarios.

Otro elemento importante es la implementación de
Programas de Gestión de Calidad los que operacionalizan su
accionar a través de la designación de un
Comité de Gerencia, la proposición de indicadores
de Garantía de Calidad -satisfacción de los
usuarios, eficiencia y efectividad- y la formación de
grupos de mejoramiento continuo de procesos , los que se
caracterizan por la voluntad de las autoridades de adoptar
éste método de administración que se destaca
por los principios de: obsesión por satisfacer a los
usuarios con eficiencia y efectividad; administrar estudiando sus
procesos, basando sus decisiones en datos e información
(planteamiento científico); y la promoción de la
confianza y respeto por las personas, tratar a todas las personas
con dignidad, creyendo en ellas, estableciendo relaciones de
conveniencia para todos los interesados, tales como: usuarios,
funcionarios, proveedores, comunidad, vale decir un verdadero
trabajo en equipo.

El concepto de la calidad y el estudio de sus procesos,
hasta hace algunos años, percibido como un sistema
exclusivo para la industria, se ha extendido también a las
ciencias médicas. La calidad es aplicable a toda
organización que necesite demostrar su capacidad para
proporcionar productos que cumplan los requisitos de sus
clientes, incluyendo los establecidos en la normatividad vigente
aplicable y su objetivo es asegurar la satisfacción del
cliente. (33)

Un factor determinante en la calidad de un producto o
servicio es la confianza que se tiene en las mediciones
realizadas, para determinar el grado de cumplimiento con respecto
a especificaciones determinadas y, tal confianza en las
mediciones incluye la trazabilidad, la cual se realiza a
través de una cadena ininterrumpida de comparaciones a
patrones reconocidos, preferentemente nacionales, como elementos
indispensables. (34) Por otro lado, en la mayoría de las
situaciones, medir con exactitud es imprescindible, proteger la
salud de quien dona como quien recibe sangre es un ejemplo de
esto.

Un principio de gestión de la calidad es una
pauta o convicción amplia y fundamental para guiar y
dirigir una empresa, encaminada a la mejora continua de las
prestaciones por medio de centrarse en el cliente, a la vez que
identifica las necesidades de todas las partes
interesadas.(35),(36)

Las normas de la serie ISO 9000:2000 se sustentan en
ocho principios los mismos que se ajustan plenamente al Bancos de
Sangre Departamental.

  • Enfoque en el cliente

Como toda organización depende de sus clientes y
por lo tanto, se debe comprender sus demandas actuales y futuras
de los clientes, satisfacer sus requerimientos y esforzarse en
rebasar sus expectativas. Esto permitirá un incremento de
la eficacia en cuanto al uso de los recursos de la
organización para satisfacer a los usuarios y la mejora de
la fidelidad de los mismos que permita efectuar nuevas
transacciones con este.

  • Liderazgo

El liderazgo de las autoridades se debe establecer en la
unidad en cuanto a los fines y el rumbo de la
organización, es conveniente que este se desarrolle y
mantenga su entorno interno de manera que permita que las
personas puedan participar de forma plena en la
consecución de los objetivos de la
organización.

  • Participación del personal

El personal que intervienen en todos los niveles de la
organización constituye la esencia de esta y su plena
participación es lo que permite que sus capacidades sean
aprovechadas en beneficio de la misma.

  • Enfoque en el proceso

Los resultados esperados se consiguen de forma
más eficiente cuando las actividades y los recursos
relacionados se gestionan como un proceso que permita optimizar
costos y ciclos de tiempo más reducidos gracias al
aprovechamiento más eficaz de los recursos en consecuencia
resultados mejorados, constantes y previsibles.

  • Gestión basada en los
    sistemas

La identificación, comprensión y
gestión a modo de sistema de los procesos
interrelacionados contribuye a la eficacia y eficiencia de la
organización a la hora de conseguir los objetivos. Esto
coadyuvaría a la integración y la
armonización de los procesos imponiéndose los
más idóneos a fin de conseguir los resultados
esperados y centrar los esfuerzos en los procesos claves. Esto
garantizaría más confianza en la
organización, las partes interesadas asegurando
así, la constancia, eficacia y eficiencia.

  • Mejora continua

Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter